31 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 31 de agosto de 2007


Viernes. El retorno a la vida laboral tiene algún – nimio – aspecto positivo. Sin pensar demasiado viene a mi mente uno: el fin de semana. Hoy es viernes, día brillante que, aunque por delante tengamos una – más o menos dura – jornada laboral, ilusiona y esperanza por igual.

Esta mañana me he levantado pronto después de una noche inquieta y he salido con Cass a pasear. En la calle, tranquila todavía a esta temprana hora, me cruzo con más coches que personas.
Hace fresco y el camino hasta el quiosco es tonificador. Una de las ventajas de volver a la civilización, después de las vacaciones en tierras salvajes, es que puedes desayunar con el periódico del día por pronto que te levantes. Miro el reloj de la plaza: las 6:30 (cuando digo que es pronto, no exagero).

Con el periódico bajo el brazo me acerco a la panadería. A estas horas en el barrio hay dos abiertas, curiosamente una frente a la otra. Hoy me decido por la pequeña ya que sus baguettes están recién hechas. Huele a cruasanes y a pan. Pago y cojo mi barra que está caliente y desprende un olor delicioso, llevarla en la mano es uno de esos pequeños placeres difíciles de explicar ya que, aparentemente, no son importantes. El pan, si aprietas un poco más cruje, el olor es tentador pero intentas llegar con la barra intacta a casa, el calor que desprende te calienta las manos...Caminando tranquilamente, vuelvo a casa donde María José ya ha preparado el café. Desayunamos comentando las noticias del periódico que nos hemos repartido y repasando nuestras respectivas jornadas mientras en la radio que tenemos encendida suena un informativo al que apenas prestamos atención.

María José se va a trabajar y yo me quedo leyendo el periódico en la cocina. Ha empezado el día. Buscar magia en la rutina no es tan difícil, sobretodo si hoy es viernes.

30 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 29 de agosto de 2007

Anoche soñé que volvía a Levi Pants... pero no era un sueño.

Pero, incluso en los pozos más oscuros, puedes encontrar un poco de luz: el largo viaje de ida (que aprovecho para leer), el reencuentro con los compañeros de trabajo (que cuentan lo cortas que han sido sus vacaciones pese a que a todos se les ve más contentos) y, sobretodo, el fin de la jornada y la vuelta a casa son algunos de esos momentos que ayudan a iluminar el regreso al trabajo.

Caleb Carr. El caso del secretario italiano
He leído “El caso del Secretario Italiano” de Caleb Carr.
La novela es un caso protagonizado por Sherlock Holmes. Entiendo que un escritor juegue con personajes de ficción que se han vuelto universales, pero en el caso de Caleb Carr creo que, limitándose a presentar un caso sin otras conexiones ni con la historia ni con sus propios personajes, el juego queda pobre. La novela es un notable ejercicio de estilo, pero queda muy lejos de los libros protagonizados Laszlo Kreizler donde ficción y realidad se mezclan con maestría. Una lástima ya que Caleb Carr, como ha demostrado sobretodo en “El alienista”, es capaz de mucho más. “El caso del secretario italiano” es una novela entretenida, demasiado fiel al personaje creado por Arthur Conan Doyle como para resultar interesante.

En Santa Coloma de Gramenet están de fiesta mayor y el cartel de conciertos es interesante. Entre otros actúan Sr. Chinarro y Grupo de Expertos SolyNieve.

28 agosto 2007

“This is the end
beautiful friend
this is the end
My only friend, the end

of our elaborate plans, the end
of everything that stands, the end
no safety or surprise, the end...”

The Doors. The End


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 28 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 29 y 30

No habla, como en el caso de ese gran hit patrio del que el otro día os hablaba, del final del verano... pero hoy he conseguido sacarme a los “Dinámicos” de la cabeza (el día luminoso ayuda) y se me ha colado el plasta de Jim Morrison.

Y es que lo bueno parece que hoy se acaba. Mañana vuelvo a la rutina que, estos dos últimos días, he intuido al ver que María José empezaba a trabajar.

Ha sido un mes que me ha recordado a los veranos de mi infancia: Nada que hacer y todo el tiempo por delante para cumplir con el cometido impuesto. No podía haber sido mejor. Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.

Yo no quería, pero Paco (antiguo profe y amigo) me ha obligado: RCD Espanyol.

27 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 26, 27 y 28

Joder con el “Dúo Dinámico”, la cancioncita de marras, y la madre que los parió. No deja de sonar en mi cabeza ahora que la cuenta atrás empieza a apretar.

Una barbacoa en el patio (que sirvió para ahumar a todos los presentes), cine, paseos, tele, lectura, ratos con María José, nuevas series (hemos empezado a ver “The Kingdom” de Lars Von Trier, regalo de Jordi P. y Emma)... Graceland se revela, una vez más, como una estupenda casa de veraneo.

Hoy es el último día de María José y a mí me quedan sólo dos días. Es raro, después de 30 días juntos, volver a separarnos para ir a trabajar.

Como se suele decir en estos casos: “que nos quiten lo bailao”.

Como estoy folclórico, he hecho un artículo sobre "los tarantos" y otro sobre los castells.

24 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 23 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 25

Douglas Preston. TiranosaurioNo hay vacaciones sin un buen best seller. El mío ha sido “Tiranosaurio” de Douglas Preston. Un poco de ciencia, un poco de historia, una pizca de tesoros, malos muy malos, buenos muy buenos, dinosaurios, agencias secretas del gobierno, todo por delante y nada por detrás. Entretenimiento 100 % que es lo que esperaba de él y todo lo que me ha dado.

Los diseñadores de apliques son gente muy mala. Compramos uno para Graceland e invertimos parte de nuestro valioso tiempo vacacional en entender como colocarlo. Mañana, si todo va bien, lo colocaremos. Pero el sudor, las lágrimas y las menciones – no necesariamente positivas – a la madre del diseñador del artefacto, están asegurados.

Cass después del bañoEste año nos habíamos olvidado de la piscina de plástico. Hoy la hemos montado para Cass que se lo ha pasado en grande.

De las nuevas series que empezamos a seguir en vacaciones hemos decidido abandonar “Torchwood” (es muy floja) y seguimos con los “4400” y “Jericho”.

Suena, mientras escribo, “Los rayos” de Vicentico.

23 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 22 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 23 y 24.

Tormentas, lluvias e incluso un poco de frío nos permiten disfrutar a fondo de Graceland. Nuestra vida vacacional toma un nuevo rumbo y aprovechamos para descansar (¿de qué? se preguntarán algunos no sin razón).

Pese a eso nos queda tiempo para visitar la Fundació Suñol (que os animo a visitar antes de que, en octubre, cambie las obras que ahora tiene expuestas) y el Caixa Forum (llegamos tarde y sólo nos da tiempo de visitar la exposición de David Altmejd en el Espai Montcada - mucho ruido y pocas nueces - y de dar un rápido vistazo a la completa retrospectiva de William Hogarth - curiosa- ).
Pero no todo es ocio y descanso, una visita a Ikea, la necesaria intendencia casera y un poco de limpieza se llevan parte de nuestro tiempo.
También abandonamos la confortabilidad de Graceland para hacer una rápida incursión en la playa de Badalona para vernos con Consol y Alberto. Cass – a la que la proximidad del mar trastorna – no nos deja disfrutar del momento.
Por la noche, en un homenaje a Jordi P y al triunfo de su calle en las Fiestas de Sants, nos desplazamos a Sants, para disfrutar un poco del ambiente festivo – ensombrecido por la temperatura (más frío que fresco) – y para cenar en “La Briciola” (Olzinelles, 19 Barcelona. Tel. 93 432 19 33) una pequeña pizzeria. Antipasti variados (y muy buenos) y un par de pizzas (20 euros por cabeza con bebidas pero sin postre). Volveremos para probar la pasta y los otros entrantes que tienen muy buena pinta.

21 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 20 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 22

Hoy es mi cumpleaños y ya van 39.

María José, que durante todo el día se esforzará por conseguir que sea un día especial para mí, me regala un fabuloso proyector de video que convertirá las paredes de Graceland en la mejor pantalla de cine al norte de la Gran Vía. El proyector viene con una pantalla que convertirá el patio de Graceland en el mejor cine de verano al norte de la Gran Vía.
Inauguramos el cine interior viendo la sensacional “Banderas de nuestros padres” y nos quedamos con ganas de ver “Cartas desde Iwo Jima” pero una sesión de cine matinal no da para más.

Para celebrar el cumpleaños comemos en el San Telmo. Me apetecía carne y, después de fracasar varias apuestas, nos decidimos por este restaurante del que no tenemos ninguna referencia. Y la elección resulta un acierto. El San Telmo es un restaurante muy acogedor y la carne – motivo que nos ha traído hasta aquí – está deliciosa.
La amabilidad de todo el personal y los detalles (aperitivos, copa de cava con los postres, galletitas con el café...) hacen que la comida sea todo un éxito y colocan al San Telmo en una posición alta en mi lista de preferencias en lo que a restauración se refiere.

Siestas, series y paseos. Pese a ser mi cumpleaños decido trabajar un poco y escribo un artículo sobre La Casa Elizalde para el blog de Barcelona.

Por la noche celebramos el cumpleaños en el patio de Graceland con una barbacoa en compañía de Yoli y Rafa que me regalan unas ”Converse” que me dan el aspecto juvenil que los años recién cumplidos querían quitarme. Ahora en los conciertos – como dice Jordi P. – seguiré pareciendo un “dealer”... pero seré un “dealer” moderno.

No quiero despedirme hoy sin felicitar precisamente a Jordi P.
Su calle ha ganado el concurso de decoración de calles de las fiestas de Sants. Me consta la ilusión y el esfuerzo que invierte en que su calle tenga las mejores fiestas posibles y espero que el jaleo y la fiesta que el triunfo conlleve sean este año sensacionales.
Felicitats Jordi!!!

20 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 19 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 19, 20 y 21.

Tras un paréntesis de dos días - llenos de emociones encontradas, de abrazos, llantos y también de sonrisas, reencuentros y recuerdos – volvemos al mundo de las vacaciones.

Conseguirnos zafarnos de la pereza que el tormentoso día nos imponía y vamos hasta casa de mis padres. Mientras María José se entrega al bricolaje casero yo no hago nada (cosa que se me da casi tan bien como a María José el bricolaje).

Enrique Vila-Matas. París no se acaba nunca
He leído “París no se acaba nunca” de Enrique Vila-Matas. Aunque esté a kilómetros luz – por intenciones, por perspectiva, por erudición y por estilo literario – es un pariente lejano de este blog – y de todos los blogs -. Está escrito desde la privilegiada posición que permiten los años que nos separan de los hechos narrados pero consigue una inmediatez y una fluidez envidiables. Hace unos años leí “París era una fiesta”, libro con el que – de manera querida – está emparentado y al que, de alguna manera, aunque sólo sea en la memoria histórica de lo que cada uno de nosotros no ha vivido, complementa.
Sólo, como buen friqui, me ha quedado una duda: ¿Cual era el flipper del Relais Odeón?

DISCOS VIEJOS que hace tiempo escuché (VI)
La Buena Vida. Soidemersol


La Buena Vida. SoidemersolSuenan las primeras notas de “Buenas cosas mal dispuestas”, la fabulosa canción que abre el que – para mí – es el mejor álbum de los donostiarras “La Buena Vida”, y se me pone la piel de gallina.
El tercer disco de “La Buena Vida” fue un punto y aparte dentro de su carrera. Publicado en 1997 por Siesta Records (con el apoyo de una multinacional que permitió una producción de lujo que se nota en cada uno de los temas) contaba con la participación de una orquesta de 20 músicos (algo inusual en el pop español de hoy) dirigida por Louis Philippe que consiguió – gracias a la producción de Iñaki De Lucas-un sonido que lo emparenta con el mejor pop español de los años 60... pero no es eso lo que quería contar.
“Soidemersol” es el disco que más veces he escuchado desde entonces, a poder ser en compañía de María José, en viajes en coche con las ventanas bajadas – es lo que tiene no tener aire acondicionado -, en días lluviosos en casa, en S’Agaro... son muchos los recuerdos que puedo vincular a cada uno de los temas de “Soidemersol”.
Escuchado ahora – lo estoy haciendo en este momento – sigue gustándome tanto como la primera vez que lo escuché. Y sigo pensando que – pese a que algunos temas son realmente tristes – está lleno de luz.

17 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 16 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 17 y 18.

Miércoles. Club y descanso en Graceland.

Jueves. El despertador – que llevaba días olvidado – suena a las 6:00 y, recuperados por el descanso de ayer, nos levantamos y nos ponemos en ruta.
Albocasser. Castellón
Nuestro destino es Albocasser, en Castellón. Tras un viaje tranquilo y largo – vamos con el coche que robamos hace algo más de dos años – llegamos y empezamos a disfrutar del pueblo que está en plena fiesta mayor.
Pepe y Lidu nos reciben con el desayuno preparado.

la entra dels bous, foto de María José
Disfrutamos de las bondades de la vida rural (paseos por el campo, la “entrà” dels bous, siesta, mas paseos con Cass -con persecuciones de gatos incluidas en el programa-, comilona...). A simple vista no se diferencia demasiado de la vida que habíamos llevado durante estas vacaciones, pero realmente no se diferencia en nada, sólo cambia el entorno.

Pero la vida tiene golpes escondidos que hacen que tus planes no tengan ningún valor. A media tarde llegan malas noticias. El tío Antonio – que estaba disfrutando de las fiestas de su pueblo de adopción – nos ha dejado. De golpe, sin darnos tiempo a verlo. El mazazo lo es más porqué no lo esperábamos.

Estoy triste. Echaré de menos a ese tío que, desde el primer día que María José me lo presentó (quizá fue justo aquí, hace muchos años), me acogió como uno más de la familia.

La fiesta, las cornetas que anuncian toros en la plaza del pueblo, la tormenta que se prepara... todo carece ahora de importancia. Espero que siempre tengas una “Rompuda” estés donde estés.

15 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 14 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 16

En Graceland también hay silencio. Es un silencio distinto, de abandono, de ciudad fantasma en la que sólo quedan cuatro. Lo confirma mi paseo matutino con Cass a por el pan y el periódico – que aquí sirven a una hora decente -. En la calle no hay nadie, las tiendas están cerradas y carteles de similar redacción cuelgan de todas las persianas.

Al volver a casa desayuno con María José, salimos al parque a jugar con Cass y nos vamos al Club para seguir teniendo sensación de verano. En el Club leemos, tomamos el sol y nadamos un poco antes de volver a casa para entregarnos a una enorme sesión de sillón y series (“4400”, “Torchwood” y “Jericho”).

Por la noche hacemos un bocata en el vecino “Bar de la Plaça”. Mi hamburguesa completa es sensacional y el bocadillo de lomo con roquefort de María José está buenísimo. Ahora entendemos la razón que hace que, de todos los bares de la plaza (creo que son seis y un restaurante chino), este sea el único que siempre está lleno. El verano y las vacaciones no pueden estar mas presentes.

13 agosto 2007

“ Fue la primera vez que advertí que tal vez lo elegante podía ser algo distinto de lo que había siempre pensado, tal vez lo elegante era vivir en la alegría del presente, que es una forma de sentirnos inmortales.”
Enrique Vila-Matas. París no se acaba nunca


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 13 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 15

El ecuador de las vacaciones empieza con un nuevo desplazamiento. En Graceland todo está como lo habíamos dejado y, una vez recogida la aparatosa impedimenta que hemos cargado durante nuestro vacacional trayecto, vuelvo a disfrutar de las delicias de una conexión a internet de banda ancha (los síntomas del mono acumulado durante estos días, se disipan poco a poco dando lugar a una deliciosa sensación de bienestar).

Aprovecho para poner al día este diario, para escribir un poco para el blog de Barcelona (lo último que he publicado es un artículo sobre nuestro último hallazgo, La Garrotada 2, una sencilla marisquería donde todo está buenísimo) y para ver que han hecho durante estos quince días toda la gente que tengo enlazada y cuyos blogs suelo leer.

Estamos cansados del desplazamiento (¡De poco más de una hora!) y no apetece cocinar. Por suerte el “Sakuraya” está a una distancia razonable (que podemos superar pese al calor y a la limitada reserva de fuerzas con las que contamos) y nos evita desagradables e inútiles cansancios.

Como mi último “Pelón Pelo Rico”, vuelvo a jugar con el “Dirty Harry” y escucho mis viejos discos para ilustrar la sección más constante (pese a su juventud, creo que lo es) de este inconstante relato de mi día a día.

DISCOS VIEJOS que hace tiempo escuché (V)
Bergia. De aquellos años verdes


Javier Bergia. De aquellos años verdes. La foto es malísima pero estoy de vacaciones
Para muchos los singles son una parte de un pasado que, en muchos casos, no llegó a ser suyo.
Para mí, durante unos años, esos discos de siete pulgadas con una o dos canciones fueron mi principal fuente de aprovisionamiento musical. Guardo los singles de mis padres (heredados cuando en su casa desapareció el tocadiscos), los que fui adquiriendo en mis primeros viajes a las tiendas de discos y los promocionales que llegaron hasta mis manos cuando mi afición a la música se convirtió en algo más y empecé a hacer programas de radio que nadie escuchaba.
En esta época llegó hasta mis manos este single de Javier Bergia editado por GASA (Grabaciones Accidentales, S.A.) en el año 1990. Yo no solía poner cantautores en mi programa “Radio Texas” (dedicado al pop en castellano) pero ya entonces tenía la sana costumbre de escuchar todo lo que caía en mis manos y la canción de la cara A del disco me cautivó y se convirtió en una de las “clásicas” del programa.

De aquellos años verdes es una deliciosa canción a esos primeros amores, a lo que perdemos con los años - entre otras cosas, nuestra capacidad de recordar esas primeras sensaciones que tan intensas nos parecieron entonces y que tan lejos nos quedan ahora-, a nuestra inocencia - perdida o no -...
Aún hoy – han pasado ya más de 17 años – sigue apareciendo en los recopilatorios que María José y yo nos hacemos para viajar y la cantamos cada vez que suena, recordando también “aquellos años verdes”.


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 12 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 13 y 14.

una última imagen de S'AgaroÚltimos días en el paraíso. La playa, paseos, tormentas de verano, comidas con amigos (en casa de David y Iola) y con la familia (con mis tíos y mis primas)... y
llega la última noche.

(lo que sigue es una explicación que pretende justificar la confesión que os encontrareis en breve)
A los que ya tenemos cierta edad, la televisión sin zapping que vimos, a veces incluso con una pasión que ahora no acabo de entender, nos marcó – no siempre para bien – de manera indeleble. Es quizás por eso (y ahora aquí tenéis la confesión prometida) que ayer, en el paseo de la noche con un cielo que prometía tormentas, cierto frío y con la certidumbre de que era nuestro último día en S’Agaro, no paraba de sonar en mi cabeza “el final del verano” de “El Dúo Dinámico” como si estuviera viviendo el último episodio de “Verano Azul”.

Y es que, aunque lo intentemos disfrazar bajo una capa de cultura, al final siempre sale la bestia que anida en nuestro interior y lo manda todo al garete.

Lo único cierto es que se acabó nuestra estancia vacacional en S’Agaró. Pronto volveremos (la promesa que nos hacemos cada vez que estamos aquí de volver pronto es un clásico de las promesas incumplidas y, pese a eso, nos gusta formularla) pero estos 15 días que hemos pasado aquí han sido un regalo.

Pero no todo es tristeza. Mañana lunes volvemos a Graceland... para seguir disfrutando de nuestras vacaciones.

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 10 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 12

forges en El País el miércoles día 8 de agosto de 2007

Se pueden decir más cosas, pero no se pueden decir mejor.

Pese a que los días no son todo lo calurosos que esperábamos – dadas las catastrofistas previsiones con las que nos han bombardeado desde principios de año – y las nubes nos acompañan por la mañana, hemos recuperado la rutina del veraneante en la que tan cómodos estamos.

Por la noche vamos a casa de Neus y Andreu para cenar en compañía de Nuria y David. La cena, en el jardín, es fabulosa y las anécdotas que David cuenta de su trabajo son geniales. Que grande es estar de vacaciones.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 09 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 11.

Nuria nos invita a una sardinada en la terraza de su apartamento. Con Carme y María José somos cuatro a la mesa. Todo está buenísimo pero, entre las Voll Damms que caen una tras otra y el malta que aparece en la mesa con los postres y que desaparece a un ritmo mágico, mi estado al acabar la comida es bastante lamentable.

Roberson Davies. Manticora
Por la noche, y después de una larga siesta de recuperación, acabo “Mantícora” de Robertson Davies que, aunque se puede leer de manera independiente, es parte de la trilogía de Depfort. Ahora quiero cerrar la historia leyendo la tercera parte (“Mundo prodigioso”) que compraré cuando- desgraciadamente en breve- vuelva a la civilización.

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 08 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 9 y 10.

Hay pequeños placeres que, quizás por ser tan pequeños, no siempre valoramos en su justa medida. Son pequeñas cosas que, si no reparamos en ellas, pasan desapercibidas. Durante las vacaciones, con el cambio de rutinas y costumbres, también cambian estos pequeños placeres. Estos son algunos de los que he podido disfrutar estos días:

Comer almendras (o piñones) recién caídas del árbol. Desayunar cada día con María José, en el balcón, con el verde del bosque en los ojos. Pasear bajo la lluvia sin paraguas. Ver peces en el mar. Disfrutar de los olores que nos regalan las plantas después de regarlas. Mirar el mar después de la lluvia. Dormirse en la playa. Leer el periódico de cabo a rabo y entretenerse con los pasatiempos. Ir a la playa por la tarde, después de un día de tormentas. Comer con amigos (en “El Remei” con David, Iola, Ona y Min. Pese a que la comida en El Remei estaba muy buena no pongo teléfono y dirección por lo antipáticos que fueron). Dar largos paseos con Cass atreviéndonos – cada día un poco más – a dejarla suelta. Conectarse a internet después de días de mono, las siestas, las risas, las conversaciones...

Son todo tonterías... pero hay que valorarlas y disfrutarlas ya que lo mejor de la vida está hecho de ellas.

07 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 6 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 8

El día amanece nublado, de hecho parece que acaba de llover. Mientras María José pasea a Cass, preparo el desayuno (con panecillos de viena de la Ibicenca hábilmente congelados para utilizar en días que, como hoy, da pereza salir de la cama pronto para ir a por el pan).

Tras el desayuno María José me acerca a Palamós para que me pongan la vacuna. Se encarga de ponérmela una amabilísima enfermera jubilada, Dolors, que me explica – mientras me pone la vacuna- que fue la primera mujer en Palamós que condujo un coche y la primera en ir llevar una moto. Lo que tenía que ser un rápido trámite se convierte en unos minutos deliciosos.

Después paseamos por Palamós con Cass y volvemos a casa para dormir y leer un poco.

la vista desde el Dorado Mar, uno de sus muchos encantos
Comemos en “El Dorado mar” (President Irla, 15 Sant Feliu de Guixols Tel. 972311818), junto a la ventana y con una vista impresionante de la bahía de Sant Feliu. Tras algunas dudas optamos por el menú. Mis “calamares enanos con judías” están hechos con poco cariño pero la dorada con salsa romesco que me como de segundo está muy buena. El lugar es muy interesante pero deben cuidar un poco los platos ya que tengo la impresión de que se están dejando llevar por el éxito que, merecidamente, han cosechado.

Tras la comida apetece que nuestra cita no se acabe. Continuamos en los cómodos sofás de l’Aroma, hablando de todo un poco y haciendo planes para las próximas horas, para los próximos días y para el resto de la vida.

Siestas, largos paseos con Cass y – después de una tormenta con unos rayos que anunciaban algo peor – cena en “El Pi de Sant Pol” con David, Núria, Esteban, Martina, Neus, Andreu, Anna y María José. Ante la imposibilidad física de continuar la fiesta – que mayores somos – lo dejamos tras los chupitos. Cenar al aire libre en una noche especialmente fresca ha sido una buena idea.
Volvemos caminando a casa mientras seguimos con las conversaciones aplazadas en la sobremesa.

He escrito algunos artículos para el blog de Barcelona: Uno del Sakuraya, otro del Tirsa cocktail bar, otro de Can Cortada y, por último, uno sobre El Vaso de Oro.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 5 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 7

camino de ronda de S'Agaro
Una semana en S’Agaro y parece que el resto de la vida tenga que ser así. Un verano constante de playa, siestas, lectura y paseos por el campo. A falta de palabras, os dejo una imagen de uno de los paseos de hoy.

El premio al Gilipollas de la semana se lo lleva Jon Holmes (agente de futbolistas) por estas declaraciones refiriéndose al fútbol: “No hay ninguna otra industria donde los empleados se sigan relacionando con el jefe de manera tan servil”. Desde aquí quiero animar al señor Holmes a tener la boquita cerrada y a sumergirse – aunque sólo sea en ocasiones – en ese incómodo mundo que se llama realidad.
Si el señor Holmes no encuentra otras “industrias” en las que la actitud del trabajador es servil (y a cambio de un sueldo de miseria por 8 horas – en los países en los que, como en el mío, somos afortunados -) puedo proponerle unos cuantos campos y/o países que ayudarán a que en el futuro piense un poco antes de hablar.

“La vida comporta riesgos por sí misma”
Francisco Marín Castán. Sentencia de la Sala Civil del Tribunal Supremo


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 4 de agosto de 2007


Vacaciones. Día 6

Leo “El País” en la playa – tarea que, todos los que la han probado saben que es harto difícil – y encuentro la fantástica frase que encabeza el diario de hoy. Pertenece a una sentencia de la Sala Civil del Tribunal Supremo. 7 palabras, 31 letras y una verdad inmutable.

El resto del día, a falta de mejores actividades en las que invertir el tiempo, lo dedico a reflexionar sobre la vida, los riesgos y la madre que los parió.

Por la noche, como en las noches de verano de mi infancia, vamos a Sant Feliu que está en fiestas. Paseamos entre la multitud que empieza a ocupar buenas posiciones alrededor de la playa para poder disfrutar de los fuegos artificiales. Para hacer tiempo tiramos al blanco en una de las casetas de la feria y nos comemos un bocadillo en el frankfurt de toda la vida (un universo caótico en el que hay tanta gente detrás de la barra como delante). Tras los fuegos, un helado y un paseo tranquilo intentamos volver a casa (en apariencia algo fácil ya que vamos en moto) pero, y gracias a la Policía Municipal de Sant Feliu que se empeña en solucionar problemas que no existen bloqueando completamente la circulación, el retorno a casa se convierte en una larga penitencia.

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 3 de agosto de 2007


Vacaciones. Días 4 y 5

La rutina del veraneante que tan dulcemente me había atrapado entre sus brazos se ha visto alterada por un par de viajes a Barcelona. El primero, el jueves, decidido ante un día nublado que después no lo fue. Viajamos cantando, solucionamos algún tema en Graceland, comemos en el Sakuraya (el menú es más que generoso y está todo está tan bueno como es habitual) y volvemos a S’Agaro de nuevo cantando.

Al llegar recibimos la mala noticia de la súbita muerte del señor Sebastián. Le vamos a echar de menos – como a la Yayi – en las próximas celebraciones familiares.
Viernes. Quiero darle un abrazo a mi tía y a mis primas y, esta vez sin Cass, volvemos a bajar hasta Barcelona.
Como hemos dejado sola a Cass volvemos a S’Agaro pronto y comemos en el “Refugi de Can Toni”. (972 32 31 02). El menú es completo y de comida casera. Recuperamos fuerzas y, con ellas, la rutina del veraneante.

DISCOS VIEJOS que hace tiempo escuché (IV)
The Beatles. 20 éxitos de oro


20 exitos de oro. The Beatles
1979. Tengo 11 años y creo recordar que no lo había pedido, pero alguien – quizás mis padres – me regala un k7 recopilatorio con 20 temas de “The Beatles”. Mi interés por la música hasta aquel entonces era muy limitado (escuchaba lo que escuchaban mis padres, razón que ayuda a explicar alguno de mis traumas actuales y me alienaba con algún producto destinado al público infantil.
En la portada del disco aparece la cara de los cuatro melenudos que fueron los culpables del principio de mi interés por la música. Después de escuchar – muchísimas veces - los 20 temazos contenidos en el recopilatorio (entre otros están “With a little help from my friends”, “Yesterday”, “Let it be”, “Here comes the sun”, “Michelle”, “Help”...) descubrí que esos cuatro tenían más discos y empecé a coleccionarlos – por desgracia – en formato K7 que era lo que entonces era más moderno y cómodo. Uno tras otro fueron cayendo y alguno de ellos será motivo de nostalgia en esta sección.
Vuelvo a escucharlo hoy y, aunque ahora no soy muy amigo de recopilatorios y me gusta escuchar las canciones en el contexto del álbum en el que fueron incluidas, me sigue gustando tanto como la primera vez.

Ha pasado el tiempo desde entonces; se ve en las indicaciones (“antes de dar la vuelta a la musicassette deje correr la cinta hasta el final”, “También puede reproducirse con un aparato mono”) y en la necesidad que tenían entonces de traducir el nombre de las canciones.

Para acabar, os dejo con un juego, intentad acertar el título de las canciones a partir de la traducción (alguna no es fácil) incluida en el interior del k7:

“Quiero coger tu mano”
“No puedes comprarme”
“Un billete compró”
“Hemos de salvar”
“Callejuela del penique”
“La ayuda de la amistad”
“Un novelista”

02 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 01 de agosto de 2007


Vacaciones, día 3

Durante el paseo matinal con Cass, en búsqueda del desayuno, paso cada día por un paisaje en el que lo rural y lo urbano se dan la mano. Aún quedan – cada vez menos – campos con cultivos, alguna masía y algún camino de tierra. A su lado urbanizaciones, apartamentos y calles asfaltadas. Me gusta el contraste entre estos dos mundos y el paisaje – moderadamente salvaje – que atravieso en mis paseos, pero lo rural va perdiendo la partida y no sé cuanto durará esta mezcla y cuando pasearé por calles de una gran urbanización que lo abarcará todo. Quizás, cuando esto pase, cogeré el coche para ir a comprar el pan.

En “La Conca” no hay demasiada gente pese a ser agosto (el día está algo nublado). Es un lujo estar en la playa que más nos gusta, junto al mar y sin apreturas.

Estos días sólo echo de menos una conexión a internet. Soy un adicto y cinco días sin revisar el correo, sin publicar en el diario ni leer los diarios por los que suelo pasarme a diario se hace raro. Para solucionarlo nos acercamos con el ordenador a la Biblioteca de Castell-Platja d’Aro y utilizamos su conexión Wi-fi. Cuelgo algunos artículos en el blog de Barcelona, pongo al día este diario y me saco el mono de la espalda.

Henning Mankell. La quinta mujer
He acabado “La quinta mujer” de Henning Mankell. Los libros de la serie protagonizada por el detective sueco Kurt Wallander – al contrario con lo que me ha ocurrido con otras series de otros escritores – cada vez me gustan más. Bajo la trama detectivesca – perfectamente urdida y enclavada en un tiempo y un lugar (cosa que no ocurre en muchas novelas negras) se esconden grandes novelas que hablan de mucho más que de esa trama.

Edmon Baudoin. Piero
También he leído “Piero” de Edmon Baudoin. “Piero” es un cómic autobiográfico que María José se compró porqué le gustó el dibujo. Se lee de un tirón y tiene un extraño encanto. Me ha gustado mucho.

Por la tarde y tras una doble sesión de siestas (antes y después de comer) os encontramos con Anna, Jaume, Claudia y Martí. Martí – que cada vez se parece más a Calvin (de Calvin & Hobbes) – no para de jugar con Cass y pese a que nos ofrecen un tentador cambio, no lo aceptamos. Por aquello de lo malo conocido...

01 agosto 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 31 de julio de 2007


Vacaciones, día 2

Coja un día de veraneante estándar, cambie los panecillos de pan de viena por deliciosos “llonguets” comprados en Castell d’Aro, añádale un paseo por el camino de vistas desde el camino de ronda de Sant Feliu a Sant Pol. La foto es de María José
ronda que lleva de Sant Feliu de Guixols a la playa de Sant Pol (un auténtico rompepiernas que pese a su reciente remodelación sigue siendo igual de bonito que de cansado) y quítele playa (el día no acaba de acompañar).

Para aderezarlo, añádale una comida en el “Pi de Sant Pol” con Nuria R.

Para acabar de completar el día, en el paseo nocturno pasamos a saludar a Neus y Andreu que también andan de vacaciones.

Y con estos ingredientes tiene en sus manos un nuevo día de vacaciones de verano. Disfrútelo tanto como yo lo he hecho.

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 30 de julio de 2007


Vacaciones, día 1

Estaba deseando empezar con esta maravillosa frase que, año tras año, acompaña a este Diario de un Ocioso durante el mes en el que se me permite ser dueño de la mayor parte de mi tiempo. Ponerlo al inicio de mis crónicas es un arma de doble filo. Por un lado es un recordatorio diario de que estoy de vacaciones y, a la vez, un triste cartel luminoso que me anuncia que el tiempo pasa y que la limitada cuenta de 30 días, poco a poco, se va acabando.

Amanece en S’Agaro. El gallo del vecino, desaparecido últimamente, nos lo anuncia y se une a Cass en la campaña en contra de la pereza matinal. Es hora de salir, y de Paseo matinal
bajar hasta el cruce a por un par de esos memorables panecillos de pan de Viena que preparan en “La Ibicenca”. La excursión no es corta, pero el paisaje, la calma que a esta hora todavía se disfruta y el botín final hacen que el esfuerzo merezca la pena.

De nuevo en casa desayunamos en el balcón aprovechando el fresco de la mañana. Es hora de ejercer de veraneante. ¿Y que hace exactamente un veraneante? Nada, o mejor, nada que reporte en un beneficio de la sociedad. Y toda la actividad que protagoniza lo hace ataviado con un pantalón corto o un bañador.

Aquí tenéis el resumen de un día estándar de rutina estival (intentaré no repetirla cada día – la explicación, no la rutina, ya que entonces dejaría de serlo - ): tras el desayuno vamos al Club para jugar un rato con Cass y después damos un paseo por el bosque. Cass, suelta, no para de oler cosas – no siempre agradables para nuestroNo soy el único que se lo pasa en grande
gusto -. Cass cansadísima, momento de dejarla durmiendo en casa y de huir a la playa. Poca gente en “La Conca”, baño y “snorquel”. Vuelta a casa, aperitivo en el patio de los apartamentos y lectura de “El País” hasta la hora de comer. Comida y siesta. Ducha y vuelta por x (en este caso Sant Feliu). Vuelta a casa, nueva sesión de lectura en el patio mientras Cass corre sin parar. Cena, un rato de escribir (o de ver la tele, o de leer), paseo y se acabó.

Las variables son infinitas pero no se salen mucho de este esquema por lo que, para no repetirme, sólo contaré por aquí que se salga de la cansadísima rutina estival.

Hoy nos hemos encontrado a Martina y Esteve en Sant Feliu. Hace mucho que no nos veíamos y ha sido una sorpresa encontrarnos. Hemos estado hablando un rato e intentaremos quedar un día de estos para hacer una cena.

En un ataque de nostalgia veraniega inexplicable, he puesto una banda sonora de viejos hits que marcaron veranos pasados para acompañarme mientras escribo esto junto a la ventana del apartamento: “I like Chopin” de Gazebo, “It’s just an ilusion” de Imagination, el “born to be alive” de Patrick Hernández y, para acabar esta crónica de manera festiva y justo cuando estoy escribiendo esto, suena la trompeta que marca el inicio del “Fiesta” de The Pogues.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 29 de julio de 2007


Sábado. Limpieza general en Graceland. A priori no es una manera demasiado atractiva de empezar unas vacaciones, pero esta acción – aparentemente carente de sentido – debe interpretarse como una inversión de futuro.
A mediodía interrumpimos nuestra frenética actividad para adentrarnos una vez más en el desconocido mundo de la restauración hostipaletense.
Un paseo nos deja en las puertas de La Garrotada 2 (Ntra. Sra. dels Desamparats, 59. L’Hospitalet Tel. 934493097) una marisquería que hace tiempo quería probar.
Llegamos pronto y sólo hay unos parroquianos de pie en la exigua barra. El local es sencillo y no hay camareros empajaritados, empezamos bien.
No hay carta, pero el camarero amablemente guía nuestras peticiones: anchoas (carnosas, ligeramente aliñadas y muy buenas), navajas a la plancha (impresionantes), calamarcitos a la plancha (nos quedamos con ganas de pedir otra ración), gambas (grandes, sabrosas, no se puede pedir más) también a la plancha y unos mejillones buenísimos.
Me sorprenden gratamente algunos detalles que pueden parecer tonterías pero que dicen mucho de la atención al cliente: cada vez que pido una cerveza me traen una copa helada, tras la comida – y antes de preguntarnos si queremos postres – nos obsequian con unos bombones helados cortesía de la casa...
La comida de inauguración oficial de las vacaciones ha sido todo un éxito y La Garrotada 2 un local al que volveremos con toda seguridad (aviso a navegantes: no es un sitio barato – lo que hemos comido no puede serlo – pero la relación calidad-precio es excelente.

Volvemos a casa, seguimos con la operación limpieza y preparamos las maletas. Ya es tarde cuando – cargados como la Familia Ulises cuando empezaba sus vacaciones – salimos con destino a S’Agaro. Cass y yo vamos en el coche y María José en la moto.

Llegamos cuando oscurece. Ya estamos en S’Agaro y vuelve el recuerdo de mis veranos de infancia. Una cena, un paseo por la urbanización y el largo día se acaba. La noche – con Cass nerviosa y unos vecinos con fiesta en el jardín – es larga y no tan descansada como esperábamos después del agotador día. Pero no importa. Estamos de vacaciones.

Domingo. Estoy muy cansado, pero salgo con Cass a comprar el pan para el desayuno y el periódico. Sólo consigo culminar mi misión con el 50 % de éxito (ya que la misión periódico fracasa por los curiosos horarios locales).
Vuelta a casa y desayuno en el balcón con María José.
Tras un paseo con Cass, empezamos a descubrir las bondades de haber venido con la moto, que nos permite acceder con vehículo a La Conca donde podemos darnos – por fin – el primer baño de la temporada.

Paseos con Cass, la lectura de “El País” (con crucigrama incluido), aperitivo, comida ligera (un carpaccio de bacalao de Can Prat que mi madre nos dejó en la nevera) y siesta, la ducha a media tarde, una vuelta por Sant Feliu que está de fiestas pero todavía está saliendo del sopor de principios de la tarde, lectura en el patio de los apartamentos (“La quinta mujer” de Henning Mankell) mientras Cass se agota persiguiendo pájaros imaginarios, escribir junto a la ventana mientras el día se acaba y “Sidonie” me acompaña... que grande es tener todo el tiempo del mundo para no hacer nada.