31 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 31 de diciembre de 2008


Quedan pocas horas para que el año se acabe... podría hacer mil y una cosas, apurarlas, aprovecharlas al máximo, exprimir cada uno de sus segundos disfrutando de su sabor único y añejo, podría descansar, descubrir, disfrutar... pero en cambio creo que iré a Levi Pants a cumplir con mi obligación.
Por suerte, después de esas ocho horas, despediremos el año, como todos los últimos años, en casa y rodeados de amigos.

La noche de navidad dejó en mis manos un interesante lote de libros y cómics. Los libros ya caerán el año que viene, pero no he podido resistirme a atacar los cómics: “Arrugas” de Paco Roca, “Rubia de verano” de Adrian Tomine, “Marvels” de Kurt Busiek y Alex Ross y “Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo” de Chris Ware.

Paco Roca - Arrugas
“Arrugas” es, sin lugar a dudas, uno de los mejores cómics de este año (afirmación que viene refrendada – a parte de por el placer que me ha provocado leerlo – por el aplauso de la crítica, el apoyo del público y por el Premio Nacional del Cómic de este año). Un cómic centrado en la vejez y sus cotidianas derrotas puede parecer poco atractivo. Pero “Arrugas” es todo lo contrario: personajes bien trazados, detalles realistas, momentos tiernos sin apelar al sentimentalismo... recomendable tanto para aficionados al cómic como para todo el que quiera leer una buena historia.

Adrian Tomine - Rubia de verano
“Rubia de verano” ha sido toda una sorpresa para mí. No conocía a Adrian Tomine y me parece un narrador extraordinario. Sus historias de derrotas cotidianas reflejan el lado oscuro de todos nosotros, nuestras pequeñas ruindades y esas inseguridades que tanto aprietan. Las historias de Tomine no acaban de empezar – el autor las toma en un punto intermedio de la trama - y tampoco acaban nunca. Son fragmentos de vida, pedazos de historias particulares a las que el autor nos permite asomarnos. Echo de menos un universo – como en las obras de Carver – en el que las historias puedan interactuar y reencontrarme con pequeñas conclusiones ya que siempre las historias quedan muy abiertas. Pese a todo el trabajo de Tomine me parece muy interesante.

Kurt Busiek - Alex Ross - Marvels
“Marvels” de Kurt Busiek y Alex Ross es, para todos los seguidores del universo Marvel, una buenísima noticia. En “Marvels” los protagonistas dejan de ser los superhéroes para ceder la primera página a sus conciudadanos representados por un fotógrafo especializado en fotos de superhéroes o “marvels” . Los miedos que provocan, las inseguridades, los problemas y las incomodidades se ponen por delante de los mamporros, las luchas titánicas y las heroicidades. Este punto de vista más “realista” (¿se puede hablar de realismo cuando nos referimos a Marvel?) es uno de los principales atractivos. El “historicismo” (¿se puede hablar de historia refiriéndonos al universo Marvel?) con el que trata los acontecimientos es otro de los atractivos (al final un índice nos remite a los cómics Marvel donde aparecen las historias que son citadas en “Marvels”. Darle la vuelta a los clásicos y conseguir una obra nueva, atractiva e interesante es lo que consiguen Kurt Busiek y Alex Ross con este fabuloso comic-book.

Chris Ware - Jimmy Corrigan
Ahora estoy leyendo “Jimmy Corrigan”. Acabo de empezar y supongo que me acompañará unas cuantas noches. Pero tras las primeras páginas puedo decir que el formato me parece muy atractivo.

Feliz año nuevo a todos.

28 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 28 de diciembre de 2008


El otro día vi que él de empareja2 empezaba a hacer sus habituales y esperados resúmenes del año. Es pronto y, como cada año, nadie lo había pedido, pero siguiendo su ejemplo, me he puesto manos a la obra para confeccionar este:

Resumen inútil del 2008

Perros en casa: 1 (Cass que cumple 3 años en unos días)
Libros leídos: 29 (sigo bajando el número de libros leídos, esta vez 5 menos que el año pasado)
Comidas/cenas en casa ajena: 26 (los “afortunados” ganadores en la categoría anfitriones han sido mis padres seguidos de cerca por Albert y Esther y por Rafa y Yoli)
Comidas/cenas en Graceland: 23 (seguimos siendo mas acogidos que acogedores pero este año se ha equilibrado un poquito más)
Comidas/cenas en restaurantes/bares: 65 (nuevamente la comodidad de comer en la puerta de al lado ha ganado a otras opciones más apetitosas: el Osaka, el Sakuraya, el nuevo frankfurt del barrio y el Pi de Sant Pol ocupan el podio de restaurantes más visitados este año)
Cine: 5 (¿Qué es una sala de proyección de cine?)
Teatro/otros espectáculos: 9 (un poco menos que otros años pero hemos tenido la suerte de ver maravillas como “Dido & Aeneas”, “Sombreros” o “Rock’n’roll”).
Conciertos: 30 (incremento de buenos conciertos favorecido por la asistencia a Primavera Sound, Sonar, Summercase y Primavera Club. Lo mejor del año para mí fue el concierto de Morente y Lagartija Nick en el Primavera seguido de cerca por Tom Waits, Grinderman en el Summercase y Eli “paperboy” Reed en el Primavera Club)
Maquinas de marcianitos: 3 (con la reciente llegada de una Photo Play).
Viajecitos: 1 (luna de miel – que viejuno suena - en México).
Bodas: 2 (Anna y Álex y la nuestra)
Exposiciones visitadas:19 (mucho menos que el año pasado)
Series que hemos seguido este año: tantas como el anterior (o más).
Días en S’Agaro: 24
Artículos para Barcelona. Vive la Ciudad: 54

De nuevo un buen año. María José y yo nos hemos casado y nos ha gustado teneros cerca y notar lo mucho que nos queréis. Como siempre – a lo largo del año – han habido momentos más bajos y nos hemos dado cuenta que no siempre estamos al lado del que lo necesita y es una cosa que a ambos nos gustaría mejorar. Vivimos – cada vez más – en pequeñas burbujas de intimidad que nos aíslan de los problemas de los demás y no nos gusta. Si nos necesitáis, hacédnoslo saber. Nosotros, por nuestra parte, intentaremos estar más atentos.


“EL QUE HEM LLEGIT”

De nuevo tomo una versión libre de un libro de Pla – al que tampoco he leído este año – para titular este resumen de mis lecturas. Este año he leído menos por culpa, quizás, del largo “metraje” de alguna de mis lecturas y por el cansancio – relacionado in duda con la edad – que acumulo a lo largo del año. Intentaré mantener las categorías de otros años para facilitar comparaciones:

1.EL LIBRO DEL AÑO: “Una lectora nada común” de Alan Bennett.
2.BEST SELLERS: Me gustan y siempre están ahí cuando necesitas una lectura absorbente y ligera. ”El libro de los muertos” de Douglas Preston y Lincoln Child y “Imperium” de Robert Harris son los que más me han gustado. También he leído “El conte número 13” de Diane Seterfield. En el apartado de novela negra me ha gustado mucho “Todo lo que muere” de John Connolly, “llamada perdida” de Michael Connelly, “el hombre de los círculos azules” de Fred Vargas y, algo menos, mi reencuentro con Patricia Cornwell en “un ambiente extraño.
3.GRANDES DESCUBRIMIENTOS: “Juegos sagrados” de Vikram Chandra, “el padrino” y “uno de los nuestros” en India.
4.CLÁSICOS: “El mundo de los prodigios” de Robertson Davis, “Artemio Cruz” de Carlos Fuentes y “Los Mitos Griegos” de Robert Graves
5.BALLENAS BLANCAS: Este año no ha habido ninguna pero ahí sigue “Moby Dick” amenazándome desde la pila de libros pendientes.
6.ME HAN GUSTADO MUCHO: “El asombroso viaje de Pomponio Flato” de Eduardo Mendoza, “Kafka en la orilla” de Haruki Murakami”, “Harry Potter y las reliquias de la muerte” de JK Rowling, “El Periodista deportivo” de Richard Ford y “Todo eso que tanto nos gusta” de Pedro Zarraluki.
7.TAMBIEN RECOMENDABLES: “Doctor Pasavento” de Enrique Vila- Matas, “Y de repente un angel” de Jorge Baily y “La perfección del tiro” de Mathias Enard.
8.NO ENTENDÍ NADA: y pese a eso me gustó leerlo: “la exhibición de atrocidades” de JG Ballard.
9.ME HIZO PENSAR: “Las Benévolas” de Jonathan Littell.
10.MEMORIAS: Me gustó mucho el fascinante relato de Jaime Gonzalo sobre “La banda trapera del río” y también disfruté de las memorias de Maruja Torres en “Mujer en guerra”
11.ALGO DECEPCIONANTES: “Un mundo sin fin” de Ken Follett y “Dexter” de Lindsay Davis.
12.LO PEOR DEL AÑO: la decepción que ha supuesto “El Paraíso” de Peter Berling
13.CÓMICS: “María y yo” de Miguel Gallardo y “Arrugas” de Paco Roca están entre lo que más me ha gustado este año. Ahora estoy disfrutando de lo lindo con “Marvels” de Kurt Busiek y Alex Ross.

27 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 27 de diciembre de 2008


Después de tres intensos días de fiesta, familia, comilonas, regalos, besos, reencuentros, alcohol, abrazos, fotos, viajes y alegría, toca recuperarse un poco descansando en casa.

la Photoplay
En el haber sumo muchos momentos gratos, libros y otros regalos que me harán la vida más entretenida, algunas risas compartidas y una Photoplay (regalo de María José) que está ocupando nuestro rato de ocio con una tenacidad que bordea la obsesión (en este momento María José me dice que en cuatro días – con poco rato de estancia en casa en cada uno de ellos excepto hoy – llevamos más de 200 partidas jugadas).

23 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 22 de diciembre de 2008


Lunes. Hay que volver al trabajo después de un intenso fin de semana lleno de cosas que contar. Lo intento pese a que la semana se presenta corta y llena de emocionantes eventos que me dejan sin el tiempo necesario para escribir.

Sábado. Bajo al centro para hacer algunas compras y aprovecho para callejear como hace tiempo que no hago. Entro en tiendas, miro escaparates, paseo por mi antiguo barrio, compro el periódico y me paro en la terraza de “La Candela” para descansar, tomarme una cervecita y leer el periódico con calma. Me digo que tengo que hacerlo con más asiduidad... aunque sé que será difícil de cumplir.

Vuelta a casa y, antes de ir al Sakuraya a comer, ya en compañía de María José nos adentramos en el oscuro mundo del centro comercial vecino para acabar de hacer las compras navideñas. El resto del día nos lo regalaremos para recuperar fuerzas viendo series, haciendo siestas y disfrutando de Graceland que aún no presenta un aspecto totalmente navideño.

Domingo. Música y decoración navideña para empezar el día. El ambiente navideño entra por fin en casa y nos acerca, algo más tarde de lo habitual, a las fiestas que ya están aquí. Vuelve el árbol que María José hizo el año pasado con un pedazo de lona que Marta nos regaló.
A mediodía nos acercamos a la clínica para felicitar a Neus y Andreu y conocer a Aina y Biel. Es emocionante compartir, aunque sea un momento, su alegría. Al salir – es muy tarde – aprovechamos para comer algo en el chino que hay delante de la clínica.

Tiempo justo para pasar por casa, salir con Cass a dar un corto paseo y volver a la calle para acercarnos al TNC para ver “La Dama de Reus”.La dama de Reus

El texto de Ambrosi Carrión revisita de nuevo un tema clásico: el de un jefe militar vencedor que propone a la esposa de un enemigo vencido cambiar la vida de su marido por una noche de amor. Pero en “La Dama de Reus” el drama clásico se adentra, gracias a nuevos giros, en una dimensión nueva que va más allá del conflicto tradicional y los personajes descubren ataduras y aspectos personales que les dan una dimensión más humana.
Ambrosi Carrión – autor del texto – fue un dramaturgo catalán que al acabar la guerra civil se vio obligado a emigrar dejando su carrera literaria en suspenso. Ramon Simó juega, en el montaje que hace de “La Dama de Reus”, con esta situación del autor y, en un ejercicio de metateatro, se inventa una compañía que – a principios de la década de los cuarenta – ensaya la obra que nunca llegarán a estrenar por la prohibición de hacer representaciones teatrales en catalán impuesta por la dictadura.

Excelentes todos los actores, tanto los principales - entre los que me ha sorprendido Manel Barceló al que siempre había visto en registros más ligeros - como los secundarios (muy bien sobretodo Pepo Blasco). Buena dirección, bonita escenografía (que bonitos esos barcos que aparecen flotando en el mar) y con música en directo que es todo un regalo que se convierte en un personaje más de la obra.

Un acierto recuperar a un desconocido autor catalán. Creo sinceramente que esta es una de las funciones que el TNC debe tener. Mirar hacia adelante sin olvidarse de las raices.

Patricia Cornwell. Un ambiente extraño
Mientras todo esto pasaba he acabado “Un ambiente extraño” de Patricia Cornwell. Tras más de un año de desencuentro he decidido darle una nueva oportunidad a la doctora Scarpetta y debo decir que esta vez ha conseguido divertirme. De nuevo mezcla todo lo que puede en una montaña rusa que busca atrapar a distintos públicos. El resultado sigue siendo irregular pero en esta ocasión no me ha indignado ni aburrido y leeré la siguiente entrega de la saga. Patricia Cornwell ha superado el ultimátum que le había impuesto.

19 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de diciembre de 2008


Desde hace unos años, Jordi P y yo, celebramos nuestra particular cena de navidad. El miércoles por la noche nos encontramos en el Positano (Consulat del mar, 15 Tel. 932687776), el restaurante italiano que ocupa el espacio que el Panyvino dejó vacío. Antipasto y un risotto buenísimo acompañan las primeras cervezas de la noche y una buena conversación.
Después de una buena comida llegan las – no menos tradicionales – copas en el Kan Kan y la que sobra en el Brigadun.

El día siguiente se convierte en un pequeño infierno en el que los sonidos y las luces son penitencias impuestas a los pecados cometidos durante la noche. La noticia de la desaparición - demasiado temprana, seguro que tenía mucho que regalarnos todavía - de Francisco Casavella no ayuda. Sus libros me han regalado muy buenos momentos y, quedándome sólo el último por leer, me apena saber que no volveré a encontrarme con nuevas obras de uno de mis escritores de cabecera (existen, son necesarios y más balsámicos de lo que puede parecer a algunos incrédulos).

Suavizan mi malestar dos regalos, uno inesperado y otro, aunque esperado, no menos grato. Paco – que a parte de compañero de trabajo es una fuente inagotable de conocimientos útiles e inútiles - me regala “Otros Colores” de Orhan Pamuk. Cuando acabe el libro que estoy leyendo me lanzaré a su lectura. Gracias.
El esperado regalo es el generoso lote con el que la dirección de Levi Pants nos obsequia cada año y que siempre se recibe con ilusión. Deseo que llegue la hora de la cena para empezar a disfrutar de ese queso que llena la despensa de Graceland con sus increíbles aromas.

He acabado “Todo lo que muere” de John Connolly.John Connolly. Todo lo que muere Negra, muy negra y – pese a eso – deliciosa. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela negra. “Todo lo que muere” es la primera novela protagonizada por el detective Charlie Parker y desde las primeras páginas consigue atraparte. Añado al escritor irlandés a mi lista de lecturas habituales y le doy una última oportunidad a Patricia Cornwell que – al lado de este gigante – ahora me parece todavía menor. Empiezo la lectura de “un ambiente extraño” y espero que mejore el nivel de las dos novelas anteriores de Patricia Cornwell.

Es viernes.

14 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 14 de diciembre de 2008


Sábado. De nuevo en el Auditori del Fòrum dispuesto a disfrutar de una nueva jornada del Primavera Club.Espaldamaceta, bonitas canciones, emocionantes interpretacionesAbre la tarde el tarraconense Espaldamaceta. Sus canciones me gustan y – a parte de algunos excesos verbales entre canción y canción propios, supongo, de la gente del sur -  su concierto resulta delicioso. La jornada empieza bien y en el Auditori hay mucha gente pese a lo temprano que es (son las cinco de la tarde, una hora extraña para un concierto).

Los segundos en actuar son los new yorkinos High Places. High places, una buena razón para regalarse una cabezaditaSu propuesta me aburre soberanamente y aprovecho para cerrar los ojos regalándome la siesta sabatina que mi asistencia al Primavera me ha negado. Más cercano a una actuación de fin de curso de instituto que a un concierto del festival más prestigioso del invierno barcelonés, el set ofrecido por el dúo no ofrece nada nuevo ni suena fresco. Una lástima.

No puedo hablar de Abe Vigoda ya que los inútiles técnicos de sonido decidieron convertirlos en un cuarteto instrumental durante más de la mitad de su actuación (no pudimos oír sus voces hasta el sexto o séptimo tema. Los músicos, que las oían en los monitores, no entendían porque la gente silbaba y se quejaba). Lastrados por esto sólo levantaron cabeza en el exceso teatral de su último tema.
Aprovecho también para quejarme por la falta de competencia de los técnicos de luces del Auditori. Deslumbrar al público en vez de iluminar al músico que está ofreciendo un solo o al cantante, es una mala práctica. Una de las gracias de asistir a conciertos es ver a los músicos ejecutando sus canciones. La iluminación artística está bien como complemento a la principal y nunca debe substituirla – y menos esos ciclos programados que no tienen nada que ver con el tema que se está ejecutando-.  Sin duda la iluminación fue una de las sombras del Primavera Club de este año.

Pero vamos con las luces.
Primero el concierto que más esperábamos de este Festival. La Buena Vida tocando SoidemersolLa Buena Vida tocando Soidemersol. Hace 11 años, con María José, Pedro y algún amigo más, asistimos a la presentación del disco en Luz de Gas. Desde entonces nos acompaña el disco en todos nuestros viajes y el póster de ese concierto en nuestras dos casas (ahora está en la cocina ocupando un lugar privilegiado). Teníamos ganas de repetir por lo que significa ese concierto y ese disco para nosotros.Y empezó a sonar “Buenas cosas mal dispuestas” y nos temimos lo peor: la mezcla no acababa de funcionar, las voces no armonizaban (y esos clásicos desafinados de Irantzu en directo que tanto dolor provocan), el bajo tenía demasiada presencia y sonaba mal... pero en “Pacífico” se empezó a arreglar la cosa y, poco a poco, nos dejamos llevar y disfrutamos del concierto.Me quedo con los arreglos y la redondez del disco pero fue bonito poder disfrutarlo – con algún arreglo nuevo, con algún adorno distinto – en directo. Al final – en un bis emocionante -  todos silbamos “los silbidos del final del disco” y nos fuimos a cenar con una sonrisa en la cara.

Bocata de salchichas en el habitual bar de enfrente del Fórum, olor a fritanga en la ropa y vuelta – bajo la lluvia – al Auditori para ver que tal se defendía Eli “Paperboy” Reed y sus The True Loves.

Impresionante. El mejor colofón para el Primavera Club del 2008 posible lo puso este jovencísimo cantante americano que tiene alma de soul y voz de diablo viejo. Su final de gira europea se convirtió en una fiesta desde el primer momento. Eli Paperboy Reed, lo mejor del Primavera Club 08Animó a todo el mundo a romper la rigidez que imponía el marco del Auditori y, todos de pie y bailando sin parar, disfrutamos del concierto del festival. Soul visceral y poderoso salido de una garganta prodigiosa que interpreta cada tema como si la vida le fuera en ello. Los músicos que le acompañan se lo pasan tan bien como él y se vacían en cada uno de los temas. Si en el futuro pasa algún día por tu ciudad, haz lo posible por estar cerca de él, no te arrepentirás.

Este es Attis Jerrell Clopton el espectacular batería de Eli Paperboy ReedAl final nos animó a todos a subir al escenario en un fin de fiesta salvaje (y una vez superadas las reticencias de la organización, pudimos hacerlo). María José y yo acabamos detrás del batería con una sonrisa boba en la boca y la sensación de estar viviendo un momento único. Genial.

Volvemos a casa y llego a tiempo para ver los dos goles del Barça al Madrid. Encima no me he perdido nada al ir de concierto en vez de quedarme en casa viendo el partido de hoy. Se le puede pedir poco más a una tarde de sábado.

Hoy domingo toca descansar y empezar a disfrutar del ambiente navideño que, a base de escribir postales y gracias al  arbolito de fieltro que María José ha dejado en mi escritorio y a las postales que han empezado a llegar a casa, está ocupando los rincones de Graceland.

13 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 13 de diciembre de 2008


Viernes. Acaba una dura jornada en Levi Pants (jodido “sudor de tu frente”) y empieza un fin de semana lleno de placenteros momentos de ocio.
En el Forum, el Primavera Club 08 funciona desde hace horas. Llego a tiempo para aburrirme con la – seguramente más que correcta – actuación de Giant Sand. Tras unas cuantas canciones decido que es mejor tomarme una cerveza y salgo al desangelado vestíbulo de l’Auditori (sin duda lo peor del festival es este frío espacio en el que nadie está a gusto). María José – que está muy constipada – ha hecho el esfuerzo de acompañarme en el siguiente concierto: Isobel Campbell y Mark Lanegan presentan su disco “Sunday at devil dirt”. El disco es fabuloso y me gusta un montón, la voz de Mark Lanegan es siempre motivo suficiente para ir a un concierto, en el Auditori del Forum el concierto suena fenomenal... pero no hay feeling... ni entre ellos ni con el público y el concierto resulta frío. Una lástima porque el material es bueno y las condiciones son inmejorables... otra vez será. No hubo ni pizca de magia y – aunque fue un concierto impecable – no ofreció nada de lo que busco en un directo.

Sábado. Nos levantamos relativamente tarde (según nuestro particular horario perverso) y, tras desayunar con los periódicos, nos entregamos – muy tarde, lo sé – a la placentera tarea de escribir postales navideñas. Después bajamos al centro para enviar unas cuantas, comprar algún regalo y pasear por nuestras antiguas calles.
Después volvemos a casa para dejar a Cass y acercarnos al Piripi para comer. De primero un surtido de tapas (pimientos del padrón, chocos y buñuelos de bacalao) y de segundo un solomillo con rucula y parmesano. Todo, como siempre, delicioso.

Ahora escribo esto antes de irme al Primavera de nuevo. Hoy La Buena Vida son el principal objeto de nuestro deseo. Informadme del resultado del Barça Madrid sólo si las noticias son gratas para mí.

12 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de diciembre de 2008


¡Viernes!
Me levanto, desayuno con María José y me vuelvo a la cama para leer y recuperar fuerzas después del gran concierto de ayer.

Ayer, en Apolo y dentro del Primavera Club 08, actuaron Darren Hayman y Jack Hayter. ¡Hefner! diréis los fans del grupo... bueno si, pero no. Darren y Jack, primero en solitario y después acompañados de la sección rítmica de los The Waves Pictures, rescataron una selección de temazos de la banda británica y nos los ofrecieron en un gran concierto. Y fue grande porque Darren y Jack se divierten tocando los temas de su anterior banda y eso se transmite. Me lo pasé genial viendo a Darren Hayman encima del escenario (espectacular, se me habían escapado las anteriores visitas de Hefner a nuestra ciudad) y recordando alguno de mis temas favoritos como “The Greedy ugly people”, “the hymn for the cigarettes”, “We love the city”...

Al final subieron al escenario los tres miembros de The Waves Pictures - que antes habían actuado ofreciendo un concierto correcto pero que olvidaré pronto - para ofrecer un fin de fiesta con bastantes bises (increíble tratándose de un festival) y que me dejó un excelente sabor de boca.

Hoy vuelvo al Primavera para disfrutar de Isobel Campbell y Mark Lanegan que ya están sonando acompañándome por la mañana.

11 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 11 de diciembre de 2008


Joe Satriani ha acusado de plagio a Coldplay. Escuchando “If I could fly” de Satriani y comparándolo con el “Viva la vida” de Coldplay (publicado 3 años después) hay que reconocerle al bueno de Joe que razones no faltan para su demanda.

No creo que Coldplay  tuviera la intención de copiar a Satriani pero si que deberían reconocer cierta influencia, quizás involuntaria. Como María José me ha recordado esta mañana, es lo mismo que le pasó a Michael Jackson al componer “Thiller”. En su subconsciente estaba “exorcismo” de Luixy Toledo (el mismo Luixy se la envió años antes para su cumpleaños) e involuntariamente calco la canción aprovechándose del talento del músico español.

Os dejo este video para que podáis haceros una idea de como suenan ambos temas.


Y de “regalo” exorcismo de Luixy Toledo.


09 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 09 de diciembre de 2008


El largo fin de semana ha quedado atrás dejando un saldo positivo. Una cena con María José en el Frankfurt del barrio, otra cena con amigos en Graceland (de nuevo convertido en un pequeño rincón de México), un domingo de descanso con periódicos, series, maquina de marcianitos, sofá y calefacción, una comida deliciosa en casa de David y Yola (impresionantes migas con sardinas, uvas, melón y bacalao) y una tarde en casa de mis padres son los valores que han cimentado nuestra cómoda posición.

Ahora toca volver al trabajo con la sensación de que el tiempo de ocio pasa volando. Esperemos que el viernes se acerque a la misma velocidad.

05 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 05 de diciembre de 2008


Ayer fuimos a ver “Quantum of Solace” y – aunque creo que es inferior a la anterior película de la saga y no me gusta su carácter episódico (para eso tenemos las series) – me gustó mucho. Me gusta sobretodo Daniel Craig y el personaje – firmemente anclado en su tiempo – que interpreta. El nuevo Bond es fruto de su tiempo, es violento y resolutivo. La serie decaía y el personaje de Bond era cada vez más anacrónico, si querían situarlo en la actualidad, la sesión de maquillaje tenía que ser a fondo. Y el Bond resultante es lo mejor que le ha pasado a la saga desde la llegada de Sean Connery. Sólo hay que revisar “007 alta tensión” para llorar con el blandísimo Timothy Dalton o cualquiera de los Roger Moore para reírse con un Bond más cercano a la caricatura que al retrato fidedigno. ¿Hay alguien que revisando los cuatro títulos protagonizados por Pierce Brosnan no tenga ganas de cruzarle la cara a ese lechuguino estirado?
El nuevo Bond, es cierto, se parece a Bourne. Pero creo que es lógico (y además positivo) que el personaje evolucione y se adapte a su tiempo. El Bond tradicional puede sobrevivir en los años 60 pero patinaría constantemente en el siglo XXI.

Se critica que la serie abandone ese machismo trasnochado de la que siempre había hecho gala. ¿Es realmente una mala noticia? Bond bebe extraños cócteles en esta entrega, claman los críticos, ¿Acaso no lo hacen ellos también de tanto en tanto? No se puede crear un personaje basándose en una serie de tópicos sin caer en el ridículo.

Otra de las críticas a las entregas protagonizadas por Daniel Craig es la ausencia de gadgets. Yo no echo de menos los gadgets... en un tiempo en el que vivimos rodeados de tecnología punta, los gadgets de las últimas películas solían ser decepcionantes y, en algunas ocasiones, incluso ridículos.

La línea es buena, ahora sólo queda trabajar más los guiones (que no quiere decir convertirlos en un galimatías que requiere un esquema para seguirlos, sino recuperar la línea trazada en “Casino Royale”) y consolidar el personaje.

Y además, es viernes.

04 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 04 de diciembre de 2008


Con el mito de Odiseo acabo la lectura intermitente de “Los Mitos Griegos” de Robert Graves que me ha tenido ocupado durante los últimos meses.Robert Graves. Los mitos griegos Por el camino he aprendido mucho de mitología clásica pero – pese a que es muy fácil de leer -,  la complejidad de la obra de Graves – llena de notas y referencias bibliográficas –, ha abierto más dudas e inquietudes. Lo dejo en la estantería como obra de consulta para cada vez que me encuentre con una referencia mítica en alguna de mis lecturas y estoy seguro que volveré a él en más de una ocasión.

Los de mi generación (y todos los que son más jóvenes) desconocemos por completo la mitología clásica (como mucho algunos mitos han llegado a nosotros como cuentos adaptados para niños). Eso nos dificulta (o al menos condiciona desfavorablemente) la comprensión de todo tipo de obras artísticas (pinturas, teatro, novelas...). No se puede sacar todo el jugo a una novela sin partir de los mismos presupuestos culturales que el autor (en otros países con una sólida formación clásica), no podemos apreciar todos los detalles de un cuadro desconociendo los personajes que aparecen en él y su historia.

Además los mitos son algo más que historias de dioses lascivos y hombres bárbaros que cometen todo tipo de atrocidades. En muchos casos son espejos de nuestra historia – en ese espacio difuso que aúna leyenda y mito – y de nuestras costumbres y, por lo tanto, son parte de una herencia cultural que no deberíamos perder.

03 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 03 de diciembre de 2008


Este verano María José y yo empezamos a ver Deadwood.Deadwood
Había leído en algún sitio que era una serie sobre el oeste y me apetecía un argumento distinto, más para imponer un poco de variedad a nuestro régimen de series que por verdadero interés. Ahora, tres temporadas después (y a la espera de ver pronto la cuarta) puedo decir que es una gran serie y que estoy disfrutando de un reencuentro con el western. Reencuentro porque el western formó parte de nuestra infancia - recuerdo especialmente esas  tardes de sábado con una “película del oeste” (entonces no se llamaban westerns) en la tele-. Después llegó un cierto desencuentro del que sólo nos rescató alguna joya como “Silverado” o “Sin Perdón” o esa pequeña broma que se llama “Rápida y mortal” que nos dejó alguna de las mejores escenas de duelos de la historia del género.
Y ahora llega “Deadwood” y una serie de películas que nos devuelven el western con toda su carga de épica y con una crudeza que los clásicos del género no podían mostrarnos – eran otros tiempos -. Bienvenido sea este resurgimiento.

Appaloosa. dir. Ed HarrisAyer fuimos a ver “Appaloosa”, el western dirigido y protagonizado por Ed Harris. Ed Harris es uno de esos pocos actores capaces de imprimir carácter a sus personajes y soy uno de los – pocos creo - que disfrutó con su anterior incursión como director (“Pollock”, la biografía del pintor Jason Pollock, protagonizada también por Ed Harris).“Appaloosa” es un western otoñal que nos habla de un mundo que está cambiando y de unos personajes que tienen que aprender a adaptarse. Pero “Appaloosa” no es una película del oeste al uso. Hay violencia – cruda, rápida, impactante -, hay tiros, peleas, persecuciones a caballo, trenes, cárceles, malos muy malos (genial Jeremy Irons), buenos muy buenos (impresionantes tanto Ed Harris como Viggo Mortensen), mujeres perturbadoras (por una vez, Renée Zellweger está en su papel) y duelos (sin tantas reglas ni planos como los que nos regaló Sam Raimi pero igualmente inquietantes)... pero en “Appaloosa” lo que realmente importa (como en “Deadwood”, como en “Sin Perdón”) es lo que sienten los personajes, la historia que tienen detrás y, sobretodo, lo que les queda por delante.La película de Ed Harris nos habla también de amistad, de fidelidad, de entereza, de traición y de respeto. Y ahí está parte de su grandeza.Una gran película. No os la perdais.

02 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 02 de diciembre de 2008


De nuevo me despierto a media semana con cierta sensación de irrealidad. A mi alrededor todo – el frío, las luces, los escaparates, los papanoeles de los chinos, los villancicos que empiezan a asaltar mi estabilidad mental, la desafortunada campaña navideña del centro comercial Gran Vía 2... – indica que se acercan las navidades y sin embargo sigo con la sensación de que el verano todavía está aquí.El fin de semana pasó demasiado rápido. Empezar a trabajar en la postal de navidad de este año (un poco tarde y con el plazo de entrega amenazando con su cortante filo), sesiones de series en compañía de María José (hemos acabado con la tercera temporada de Deadwood y hemos empezado la cuarta de Frasier), paseos con Cass por el barrio y una cena (la del 40 aniversario de Víctor) con amigos hicieron que el tiempo volara.

Ahora, de nuevo instalado en un territorio en el que la lógica y el buen gusto son desafiados con demasiada asiduidad – y, por desgracia, en muchas ocasiones son derrotados dejándonos huérfanos, molestos y perdidos - .

Me ayuda en el tránsito duro por la semana laboral uno de esos pequeños descubrimientos que te llenan de alegría. Toni Zenet es un crooner andaluz. Por sus venas corren gotas de jazz, mezcladas con el espíritu de la copla, algo de esencia sudamericana y un corazón caribeño. De esta sangre mestiza ha surgido un disco delicioso que, bajo el nombre genérico de “Los mares de China”, recoge una bonita colección de canciones.Toni Zenet. Los mares de China

De las diez canciones que interpreta Toni Zenet, nueve son originales (música de Toni Zenet y José Taboada – y alguna colaboración más- y letras de Javier Laguna) pero tienen todas aire de clásico reversionado. La versión es otra pequeña delicia: el “Non je ne regrete rien” de Charles Dumont y Michel Vaucaire que popularizo Edith Piaf y que aquí se ha rebautizado como “Ná de Ná” y que goza de un nuevo aire gracias a la personalidad de Toni Zenet.Me gusta todo el disco pero, si tengo que elegir, me quedo con esa joya de fusión que se llama “un beso de esos”, con la magia que despliega “dientes de rata” y esa dulce tristeza que destila “soñar contigo” . Sigo escuchando una y otra vez su disco mientras espero verlo pronto en mi ciudad ya que estoy seguro que es en directo donde debe desplegar todo su arte.

“Y jugar a vivir
Y jugarse la vida
Y volver a morir
por las causas perdidas”


Os dejo un enlace a su myspace.

29 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 29 de noviembre de 2008


Viernes noche. La semana – más llena que nunca de sinsabores laborales en los que ocupan un lugar importante las ausencias que, como fantasmas, recorren las ahora vacías instalaciones de Levi Pants - queda atrás y las luces de neón que anuncian un fin de semana de ocio y descanso se encienden iluminando la escena en la que, mochila al hombro, me alejo de Levi Town hacia un destino mejor.
Camino de casa de Nuria y Jordi me encuentro con María José y juntos damos vueltas con el coche intentando encontrar esa plaza de aparcamiento que se nos resiste más de lo deseable. Pero al final aparece ante nosotros y pocos minutos después estamos sentados a la mesa. Nuria ha preparado dos currys impresionantes (uno de pescado y otro de ternera) y la cena se alarga con una agradable sobremesa. Ha empezado el fin de semana.

Sábado. Levantarse pronto suele tener premio. El de hoy, por ser pequeño, podría haber pasado desapercibido, pero no ha sido así. Salgo con Cass a por el desayuno y los periódicos. El frío me recompone después de las cervezas de ayer.
Vuelvo a casa, despejo la mesa y extiendo el periódico. El premio es disfrutar de él con calma, deteniéndome para leer un artículo de opinión, paladeando el silencio que me rodea mientras fuera empieza a llover.

Después empiezo a preparar con calma el desayuno y espero que María José se despierte. No tenemos obligaciones y todo un día por delante para perderlo, si puede ser con estilo.

24 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de noviembre de 2008


Viernes. Empieza el fin de semana cuando suena la sirena que marca el final de la jornada en Levi Pants. Pocos sonidos son tan gratos como este.
En Graceland María José me recibe con la cena preparada y capítulos de Deadwood preparados para ser consumidos con el proyector. El fin de semana empieza placidamente.

Sábado. Mañana tenemos una comida con amigos a la que queremos dar sabor mexicano. Pese a que nos trajimos bastantes ingredientes al volver de nuestro viaje, es necesario ir a comprar otros. Visitamos primero un supermercado especializado en productos norteamericanos pero todo lo que tienen lo podríamos encontrar en cualquier gran superficie a mejor precio. Al final seguimos el consejo que nos dieron María y Amador y vamos a un supermercado chino que tiene muchísimos productos de otros países. Tortillas, salsas, fríjoles... ya tenemos todo lo que necesitamos para cocinar mañana.

Al volver a casa tenemos que eliminar la capa de pelusa que amenaza con enterrarnos. Entre comida basura, siestas, sesiones de tele y paseos con Cass, pasamos el resto del día.

Domingo. Albert y Esther nos regalaron un jamón que decidimos que se convertiría en la excusa ideal para organizar una comida en casa. Por la mañana, María José empieza el jamón y Cass se convierte a una nueva religión: “los adoradores del jamón de Graceland”. Su culto consiste en mirar obsesivamente al ídolo mientras se saliva abundantemente.
Albert, Esther, María, Laura, Marta, Neus y Andreu son los conejillos de indias que probarán nuestra primera incursión en la gastronomía mexicana. Hemos decidido hacer tacos y poner los ingredientes en la mesa para que cada uno se los confeccione a su gusto.
Una comida tranquila (creo que todo estaba buenísimo) y una larga y agradable sobremesa nos dejan preparados para rematar el fin de semana con siestas y televisión.
Dentro de un par de semanas tenemos la segunda sesión de estas cenas mexicanas. Intentaremos mejorar.

21 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de noviembre de 2008


Viernes al fin.

Es pronto por la mañana. María José se ha ido a trabajar y Cass duerme junto a mí mientras escribo esto y escucho la radio. Dentro de un rato – puntual como un reloj - se despertará y empezará a darme golpes con el morro reclamando su desayuno. Por delante queda un día de trabajo en Levi Pants que, pese a que se prevé duro, pasará rápido abriendo las puertas a un nuevo fin de semana, durante el que intentaremos recargar las pilas rodeados de amigos.

La semana ha pasado volando. Mucho trabajo y poca diversión (lo sé, un error según mi versión libre de la letra de Eskorbuto) . Sólo los ratos en casa en compañía de María José y una cena improvisada en el japonés de la puerta de al lado con Mariona, me han ayudado a navegar por este amplio océano que separa dos fines de semana.

Cass se ha despertado y reclama el desayuno (ya lo había avisado). No la haré esperar más. Buen fin de semana a todos.

19 noviembre 2008

“María había querido decirme que el paraíso no existe. Si acaso es una intermitencia, una ráfaga de viento que nos sacude a veces, una posibilidad inalcanzable como el palacio de Potala, unos tiroleses bebiendo cerveza en un cuadro aborrecible. Lo demás es tesón y coraje, un poco de engaño y mucha resignación, aprender a disfrutar mientras se resiste, mientras se empieza a oler a cosas viejas, a salitre, a butacones de cuero y grasa recalentada, aprender a empaparse bien con agua de lavanda para disimular ese olor y acostumbrarse a convivir con los recuerdos, con todo lo que no se hizo o se hizo mal, con todo lo que se es incapaz de entender o de aceptar. Disfrutar, pese a todo, del instante. Eso es lo más parecido que tenemos al paraíso.”
Pedro Zarraluki. Todo eso que tanto nos gusta.


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 19 de noviembre de 2008


Arrastré el libro de Pedro Zarraluki en nuestro viaje a México. Era el primero, en un exceso de mi tradicional optimismo, de los muchos libros que leería en los ratos muertos del viaje. La realidad, como podéis suponer, fue muy distinta y volví con apenas un capítulo mal leído y el desorden en mis horarios de sueño al volver no me ha ayudado en su lectura que se ha alargado más de lo que el libro pide.

Pedro Zarraluki. Todo eso que tanto nos gusta
Pero cuando conseguí vencer el sueño en mis horas habituales de lectura, fui atrapado por esta bonita historia de pequeños renacimientos. “Todo eso que tanto nos gusta” es la crónica de la búsqueda de un paraíso interior – el único verdadero, el único al que todos nosotros podemos acceder y sin el cual no existen los otros paraísos, esos soñados una y mil veces – de una serie de personajes deliciosamente cercanos a todos nosotros. Pero no sólo los personajes me son comunes, los paisajes también me son cercanos y eso ha aumentado mi interés por la novela. Pedro Zarraluki ofrece un relato tierno, emocionante y serenamente bello sobre la búsqueda de la felicidad. Una novela deliciosa que he disfrutado mucho y que me ha permitido conocer a un escritor al que intentaré seguir los pasos.

18 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 18 de noviembre de 2008


Tal y como estaba previsto, el fin de semana transcurrió con tranquilidad rodeados de amigos (una cena en el Gauchito’s Grill con Jordi P. y una comida en Graceland con Digna y Amelia) para recuperarnos de esa primera semana laboral después de nuestras vacaciones.

Y cuando la batería volvía a estar cargada... se acabó el fin de semana sin tiempo para nada más. Sigo con pereza, sueño atrasado y necesidad de tiempo. Volverán las crónicas llenas de actividades placenteras, pero no será hoy.

A falta de cosas que explicar os dejo con una foto de Guadalajara (México). Los carteles curiosos están en todas partes.
Guadalajara. No seas puerco

14 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de noviembre de 2008


Viernes. Ha costado pero hemos llegado más o menos enteros.
No tengo mucho que contar fuera del trabajo ya que la vuelta a la rutina laboral – rutina envenenada por las ausencias - se ha llevado todo lo demás con una fuerza irresistible.

Leo poco ya que me duermo al subir a un transporte público. Me da pereza ponerme a escribir. Tras 15 días prácticamente sin televisión he vuelto a recaer en el viejo vicio de las series: Deadwood, Anatomía de Grey, The Wire, CSI – New York y Miami -, Prision Break... Echo de menos México y, sobretodo, a María José que durante 15 días ha estado a todas horas a mi lado. Tengo muchas cosas que hacer, pero me cuesta ponerme.

El fin de semana que esta noche empieza servirá para descansar un poco, reencontrarnos con amigos e intentar volver a la normalidad.

Mientras escribo esto Cass duerme en el Fat Boy a mi lado. Es viernes por la mañana, está saliendo el sol.

11 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 11 de noviembre de 2008


Estoy de nuevo instalado en la normalidad, todavía no recuperado del todo, con desórdenes en el sueño e intentando que el feliz recuerdo de las dos últimas semanas soporte la comparación con la rutina y las obligaciones que ahora me asaltan.

La vuelta a Levi Pants ha sido dura. Encontraré a faltar a muchos de los compañeros con los que he compartido los últimos cuatro años, pero sobretodo echaré de menos esos pequeños momentos que hacían soportable un día de trabajo. Ahora, cuando en el hilo musical suena una canción de Antonia Font o de Facto Delafé, echo de menos los comentarios socarrones de Carlos. Me falta también la alegría contagiosa de Josep y todos los buenos momentos que se generaban a su alrededor. Hay huecos que no se pueden llenar y ahora hay momentos vacíos. Trabajar sin todos ellos será más difícil, pero sobretodo será menos agradable.

Y de nuevo es martes y tengo un montón de cosas pendientes. He de ponerme las pilas.

10 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 6 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XIII (EL REGRESO)


Miércoles. Suena el despertador a las 4:30. Tener el hotel en el mismo aeropuerto es una ventaja, sobretodo cuando en la tele puedes comprobar la pantalla de salidas. Es una ventaja hasta que ves que tu vuelo que salía a las 7:30 (confirmado la noche antes) tiene la salida programada a las 6:30. Pánico, prisas, nervios, la maleta no se cierra... carrera hasta la recepción del hotel, el transporte hasta nuestra terminal acaba de salir, nos tranquilizamos un poco al pensar que estamos allí mismo y que llegaremos aunque tengamos que correr. Llega el transporte y en cinco minutos estamos en la terminal, carrera hasta el mostrador de nuestra compañía donde nos confirman que la hora de salida está mal... realmente es a las 7.30 y lo que salía en pantalla era un incomprensible error.

Tenemos una hora para desayunar tranquilamente antes del embarque. Respiramos.
Vuelo a Atlanta (de nuevo trámites aduaneros, por suerte con agente más amable), espera en el aeropuerto de Atlanta (más de cinco horas) y vuelo hasta Barcelona.
Al llegar nos encontramos que una de nuestras maletas ha sido abierta reventándole el candado. Una nota en su interior nos indica que lo han hecho en la aduana americana “para protegerlo a usted y a sus compañeros pasajeros”. Seguramente el picante que había en el interior podía ser considerado una arma de destrucción masiva... lamentable.

Llegada a Barcelona el jueves por la mañana. Reencuentro con Cass y con sus canguros (Marc y Miquel) que han hecho un trabajo sensacional. Estamos en casa, el viaje ha sido maravilloso, ahora toca descansar.

09 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 4 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XII


Último día en Guadalajara y último día de nuestro viaje (no llegaremos a casa hasta el jueves pero todo lo que nos queda después de hoy es viaje). Queremos apurar hasta el último momento y hoy nos han recomendado que nos dejemos llevar por el Tapatío Tour (el bus turístico de la ciudad).

Antes nos despedimos de los generosos desayunos mexicanos en un Toks que hay delante del hotel. El Toks pertenece a una cadena de restaurantes con un innegable toque estadounidense, pero la comida es típica mexicana. Me decanto por unos molletes (de rajas y de tocino) muy buenos. Echaré de menos estos desayunos cuando vuelva a nuestro espartano régimen europeo.
autofoto con sombreros, el sol aprieta

La parada del bus está junto al hotel y tenemos que correr para llegar (después se pasará diez minutos en la parada sin salir con lo que podíamos haber caminado tranquilamente). El Tapatío hace dos recorridos por la ciudad: uno por Guadalajara y otro por Tlaquepaque (una antigua población vecina ahora asimilada por la ciudad). Nuestra parada está en el primer recorrido pero con el billete podremos subir y bajar del autobús en las paradas que queramos y hacer las dos rutas (como en le bus turístico de nuestra ciudad).

La primera parte del recorrido no es especialmente interesante (al final llegaremos a la conclusión de que lo más interesante de Guadalajara puede hacerse a pie en el centro). Bajamos en el Museo de Arte Moderno “Raúl Anguiano”. El edificio es lo más interesante y las dos instalaciones no nos interesan demasiado. En pocos minutos hemos completado la visita y el bus tarda mucho más de lo previsto (40 minutos) en llegar.

La siguiente parada es en el centro. Aprovechamos para visitar el impresionante mercado de San Juan de Dios.(laberíntico, inmenso, imprescindible... tres pisos de estrechos pasillos con mercancías de todo tipo. Ideal para regatear, comprar y comer en uno de sus muchos puestos de comida). Nueva larga espera al bus que ha de llevarnos hasta Tlaquepaque.

Cuando llegamos – después de otro anodino recorrido – nos arrepentimos de no haber venido ayer o con más tiempo. Tlaquepaque
El barrio es una maravilla: calles peatonales, restaurantes en patios interiores sombreados, bares de copas, tiendas de artesanía... en su perfección parece un decorado puesto para deleite de turistas, pero pasear por él es una gozada y nos dejamos llevar.

Vuelta al centro. Visitamos el decepcionante Museo Regional de Guadalajara que responde a un modelo de museo decimonónico en el que los objetos de exposición se acumulan sin demasiada lógica: el esqueleto de un mamut, arte colonial, armas de los conquistadores españoles, unos carros del XIX, una máquina de escribir... un despropósito.

Volvemos a nuestro punto de partida. Cerca del hotel hemos visto un restaurante argentino y mi necesidad cárnica aprieta. El restaurante se llama Parrilla Argentina (Fernando Celada 176. Guadalajara) y su elección es un acierto. Local confortable, servicio amabilísimo y muchos detalles. Ante nuestra duda con los nombres de los cortes (que algunos curiosamente difieren de los argentinos de aquí) nos traen una bandeja con las piezas y nos explican lo que vamos a comer.
Mi carne está deliciosa y tanto la calidad como la cantidad son más que satisfactorias. No es comida mexicana pero es una buena despedida para unos días en los que no he parado de comer bien.

Ya sólo queda recoger las maletas en el hotel e iniciar el largo regreso: taxi hasta el aeropuerto, vuelo con Interjet (compañía de bajo coste que resulta mucho mejor – en el vuelo nos dan patatas fritas y bebidas alcohólicas – que muchas compañías europeas) a México D.F. y Hotel en el mismo aeropuerto (cruzando una pasarela) ya que mañana nuestro vuelo sale a las 7:30.

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 3 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XI


Llega el momento de despedirnos de María y Amador. Ha sido un verdadero privilegio contar con su guía, ayuda y hospitalidad. Sin ellos nuestro México no sería tan completo y profundo. También echaremos de menos la alegría de Inés que se queda llorando en casa por nuestra partida.

En la estación camionera cogemos un autobús hacia Guadalajara, segunda ciudad del país y última etapa de nuestro viaje. Nuevos paisajes pero tampoco demasiado alejados de los que podemos encontrar en nuestro país. Sólo las plantaciones de agave nos parecen exóticas.

Pedimos en el hotel por el transporte público hasta el centro y nos desaconsejan coger otra cosa que no sea un taxi. Acabamos de llegar y les hacemos caso, pero sólo por esta vez (el taxi al centro nos cuesta unos 70 pesos, un autobús que hace el mismo recorrido en aproximadamente el mismo tiempo sólo 5 pesos por persona).

El patio del restaurante La Rinconada
En el centro empezamos a pasear por los alrededores de la Catedral y paramos a comer en La Rinconada (Morelos, 86 Guadalajara). En un bonito patio interior comemos acompañados por la música de un pianista. La comida – típica mexicana – está muy buena y el precio es ajustado.

Tras recuperar fuerzas seguimos por el paseo por el centro.Catedral de Guadalajara
Aprovechamos para comernos una paleta (un polo) de la Michoacana (una marca de heladerías) y para comprar una maleta (hemos comprado demasiados regalos y la maleta que nos dejó Mariona pesa – seguro - más de 25 kilos, para evitar pagar sobrepeso hemos de repartir el peso entre maletas añadiendo una más). Volvemos pronto al hotel en un autobús que no resulta tan incómodo ni peligroso como el botones del hotel insinuaba.

Aprovecho para conectarme y ponerme al día. Las cosas en casa van de mal en peor y el número de compañeros caídos en combate crece poco a poco (al final del día son 13 y mi situación sigue estando en el aire).

08 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 2 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS X


Desayuno – algo tardío para lo que es habitual en nosotros – en el Hotel. Esta vez el buffet está muy bien y me permite hacer un completísimo desayuno mexicano con bistec, chilaquiles, jugo y café, todo muy bueno.cementerio de Patzcuaro. Día de muertos

Nos despedimos de Patzcuaro con un largo paseo que incluye la visita al cementerio donde hoy – como en todo México – se celebra de manera multitudinaria el día de muertos. Las familias acuden a los cementerios para recordar y honrar a sus familiares desaparecidos. Pero al contrario de lo que pueda parecer – a nuestra europea manera de ver las cosas – no es una fiesta triste (aunque también tenga sus momentos de emocionado recuerdo) sino todo lo contrario.
Cuando llegamos aún es pronto. En las tumbas indígenas aún humean las velas junto a las ofrendas a esta hora ya abandonadas. Alguna flor de cempasúchil crepita por la cercanía de la llama de un cirio que aún aguanta encendido testimoniando la larga noche que acaba de pasar. Los niños acarrean agua y limpian las lápidas mientras en otro rincón – y armados con una azada - los empleados del cementerio desbrozan una tumba. Las familias empiezan a llegar y se reúnen junto a la tumba. ofrendas en el cementerio de Ihuatzio
Unos rezan juntos y otros arreglan la tumba: la limpian, ponen flores... otros ya desayunan – unos tacos – sentados entre las cruces. La celebración de la muerte, poco a poco se llena de vida.
Al salir del cementerio la actividad es mucho más frenética y el gentío que acude es cada vez mayor.

Nosotros cogemos el coche y, después de visitar el bonito muelle San Pedrito (ayer cogimos la barca en el muelle General), iniciamos un recorrido por los pueblos vecinos y sus cementerios. Pasamos por Ihuatzio, Cucuchucho, Ucazanástacua, Ichupio y Tzintzuntzan). La carretera, que rodea el lago Patzcuaro, es bonita y nos ofrece una privilegiada vista de las islas. La celebración es parecida a la del cementerio de Patzcuaro pero en los pueblos hay más presencia de ofrendas.
Pirámides tarascas en Ihuatzio

Aprovechamos el recorrido para visitar las impresionantes ruinas tarascas delos complejos de Ihuatzio y Tzintzuntzan.. En ambos complejos damos un paseo mientras contemplamos las construcciones. No hay demasiada gente.

La carretera que rodea el lago es muy agradable y realmente nos gustaría seguir rodeándola hasta llegar de nuevo a Patzcuaro... pero el camino de vuelta es muy largo y hemos de empezar ya. Esta vez el viaje se hace largo pero agradable gracias a que el aire – una vez echado todo el polvo que tenía en su circuito – funciona perfectamente.

De nuevo en León cenamos en casa de María y Amador. Es una cena de despedida tranquila, con pizza, tequila y una buena conversación.

07 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 1 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS IX


Por la mañana, y gracias a María José, recupero el ánimo que durante algunos momentos de la larga noche me ha faltado y me dispongo a seguir disfrutando del viaje. La incertidumbre aprieta y – de tanto en tanto volverán las preocupaciones por los – ocho- compañeros despedidos y por mi propio – incierto – futuro.

Pero hoy salimos para hacer una de las etapas del viaje que más ilusión nos hace: Patzcuaro en el día de muertos.

camino de Patzcuaro. En México no todo nos es tan extraño como pudiera parecer
Amador nos deja un coche para hacer el viaje. El coche – algo sucio y un poco cascado nos recuerda a nuestro coche (que, quiero recordar, no es nuestro pese a que hace más de tres años que lo cogimos prestado). La marcha atrás se sale sola y – cuando intentamos poner el aire acondicionado somos semienterrados por una nube tóxica. Pese a eso el viaje es muy tranquilo. Buenas carreteras y poca gente en ellas. Casi cuatro horas después de salir (horas amenizadas por la selección musical de un cd que ya está en el equipo del coche y que nos permite cantar temas de Bee Gees, Boney M, Demis Roussos, Baccara, Neil Young, Stones, Carpenters, The Mamas and the Papas...) llegamos muy cansados.

Por suerte aparcamos en la puerta del hotel (La Parroquia. Plaza Gertrudis Bocanegra, 24 Patzcuaro) Hotel La Parroquia en Patzcuaro
situado en el centro de la población. El hotel es precioso y todas las habitaciones dan a un patio interior con fuente. Dejamos los trastos y salimos a comer; antes de sentarnos a la mesa del restaurante atravesamos el ruidoso mercado que está junto al hotel y otro de artesanía que ocupa toda la Plaza Grande (la plaza donde está nuestro hotel es conocida también como la Plaza Chica).

Comemos – estupendamente bién – en el restaurante La Surtidora (Portal Hidalgo, 71 Patzcuaro).Restaurante La Surtidora. Patzcuaro. La foto es del propio restaurante
La surtidora es una mezcla de restaurante y tienda de abarrotes (junto a nuestra mesa, en las altas estanterías, hay botellas de tequila, vinos, otros licores y conservas de todo tipo). La comida – típica mexicana – es muy buena y el local – situado en una casa del siglo XVII – es encantador.

Después de comer – y delante de la larga noche que nos espera – nos regalamos una larga siesta en el Hotel.

El ambiente en Patzcuaro es impresionante. Todo el pueblo es un enorme mercadillo lleno de vida. ambiente nocturno en Patzcuaro
Ha oscurecido ya pero las calles siguen igual de llenas, las terrazas de los restaurantes y los puestos de comida callejeros también.

Cenamos en el restaurante del Hotel (un buffet - de comida mexicana - un poco triste y que no nos satisface) y salida hacia la isla de Janitzio. La isla, en el centro del lago Patzcuaro, es el lugar donde – tradicionalmente – más se celebra la noche de muertos.
Llegamos al muelle en un pesero (camioneta–autobús cuyo billete – que no pagamos por descuido – cuesta 5 pesos). El muelle está lleno de gente, música y fiesta. Hacemos cola para comprar el pasaje y abordamos una gran barca (con 70 personas más). Hace frío junto al lago pero por suerte hemos venido preparados con ropa de abrigo. Media hora después – rodeados de adolescentes que ya están de fiesta – llegamos a Janitzio. La isla está llena de puestos de comida, bebida y – sobretodo – de fiesta.

Empezamos a subir por las empinadas calles hasta el panteón donde los indígenas están empezando a llegar con sus ofrendas. La flor cempasúchil es la base de las bonitas ofrendas que llenan de color la noche. Olor a copal, a humo de velas y solemnes velatorios que – por desgracia – contrasta con la fiesta de algunos que no quieren respetar esta bella tradición indígena purepecha (que dice que en esta noche las almas de los familiares fallecidos tienen licencia para bajar a la tierra. Durante dos noches (la del 31 para los niños y la del 1 para los adultos) los purepechas velan a sus familiares en los cementerios compartiendo con ellos sus alimentos preferidos).noche de muertos en la Isla Janitzio. Patzcuaro

El cementerio está a rebosar. Hubiera sido mejor buscar un cementerio menos famoso – en cualquiera de las pequeñas poblaciones que rodean el lago - para poder vivir más esta noche ya que aquí en Janitzio nos mezclamos los que queremos ver y experimentar una tradición ancestral y los que han venido a beber y bailar y se han encontrado con esto. Los dos somos invasores de un ritual que no nos pertenece pero la actitud es diferente.

Dejamos el cementerio y – sin saber bien porqué – subimos al monumento que corona la isla. Aquí la fiesta es total y, como no es lo que buscábamos esta noche – pese a que el ascenso ha sido largo, volvemos a bajar inmediatamente.

Ahora el cementerio está algo más tranquilo y el ambiente es más respetuoso. Las velas iluminan la escena llenando de magia la noche. El olor del humo del copal sigue dominando el ambiente. Pasamos un buen rato respirando su aroma mientras imaginamos lo que sería la celebración sin tanto espectador ocioso como nosotros.

Volvemos al hotel rehaciendo el camino (esta noche funcionan los transportes ininterrumpidamente) y – esta vez si – pagando el “pesero”. La experiencia ha sido maravillosa pero mi recomendación para todos los que quieran vivirla es que se alejen de Janitzio y busquen un cementerio más recogido.

06 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 31 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VIII


De nuevo espectacular desayuno, esta vez en Crispín. Tacos y tortas de carnitas que, Crispín, imprescindibles carnitas
por desgracia, no puedo acompañar con una cerveza. Pese a ese pequeño inconveniente – bastante normal en una taquería – disfruto mucho.

Amador y María nos dejan en el centro de León donde aprovechamos para pasear un poco y visitar un par de tiendas. Desde allí tomamos el optibus (un autobús con estaciones elevadas y carril propio que es una mezcla entre nuestros autobuses y metro. El vehículo es como nuestro autobús -articulado, por eso lo conocen como la oruga- pero el sistema se parece más al metro) y en un momento nos plantamos en la Central Camionera para repetir el camino de ayer hasta Guanajuato (esta vez en un bus Primera Plus – de la misma compañía que ayer, pero mucho más confortable y moderno).

Ya en Guanajuato paseamos, compramos souvenirs, callejeamos por mercados y mercadillos, paramos a tomar algo y visitamos algún edificio con bonitos patios interiores. Habíamos quedado con nuestros anfitriones para cenar aquí, pero estamos tan cansados que les llamamos para que no hagan el camino en vano. Volvemos a casa en transporte público.Guanajuato al anochecer
El camino es largo y el taxi que nos lleva de la central camionera de León a casa se pierde y – después de muchas vueltas y unos cuantos renuncios – vemos el edificio a lo lejos – por suerte es mucho más alto que la media – y llegamos

Descansamos un rato y salimos a cenar tacos (esta vez en una taquería muy grande comemos tacos de lengua y de cabeza, me pongo las botas).

Al llegar a casa tengo la barriga demasiado llena para irme a dormir. Me conecto a internet y – el mundo cada ve es más pequeño – me entero de que en Levi Pants están despidiendo a gente. Vuelvo a vivir – ahora en la distancia – un episodio similar al que viví hace unos años en otra empresa. La distancia ayuda a soportar la angustia por los compañeros y por mí mismo, pero no deja de ser duro ver el dolor de los que lo están sufriendo en sus carnes.
Dormiré mal y – al final de la noche – decidiré que no está en mis manos la solución y que de nada sirve preocuparme. Pese a eso la sensación es agridulce. Al estar lejos me ahorro la angustia y la incertidumbre pero, a la vez, no puedo dar los abrazos que me gustaría dar o que me gustaría que me dieran.

(pese a la importancia de estos hechos, he decidido mantener el orden cronológico de estas crónicas para – de aquí a unos años – recordarlo tal y como yo lo he vivido día a día. Cuando leas esto yo ya estaré en Barcelona y seguramente habrán pasado muchas más cosas pero así las viví y así quiero recordarlas cuando dejen de tener la importancia que ahora tienen)

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VII


Amador y María tienen cosas que hacer así que quedaremos a medio día en Guanajuato. Salimos de su casa y paramos el taxi más destartalado de todo León (luna delantera rota incluida) pero en pocos minutos ya estamos en la Central Camionera comprando nuestro pasaje a Guanajuato. El “Flecha Amarilla” no es el bus que nos han recomendado pero su horario es el único que nos va bien. Al subir entendemos la razón por la que no nos lo han recomendado. El taxi era lujoso comparado con este autobús.

El camino es tranquilo y después un microbús nos lleva de la estación al pueblo. Por el camino un cantante ambulante ameniza nuestro viaje con corridos de actualidad y de tórridas relaciones amorosas que siempre acaban con tiros, sangre y muertos. Llegamos a Guanajuato por su increíble red de túneles – calle. No hemos visto nada parecido nunca.

El autobús nos deja en una pequeña plazuela. Como necesitamos orientarnos y mirar el mapa, entramos en un agradable café. En “Café el Conquistador” nos tomamos una tarta de queso buenísima y un par de cafés mientras revisamos guías y mapas sin enterarnos de mucho (al final será el mesero el que nos indique como ir al centro). Guanajuato es un pueblo con mucho encanto que se agarra a las colinas sobre las que está ubicado llenándolas con los colores de sus casas. Guanajuato
Cuando la abigarrada maraña de casas permite tener una visión de conjunto, sorprende el colorido de esas formas geométricas que trepan montaña arriba hasta límites difíciles de creer. Pasear por Guanajuato es hacerlo por calles peatonales llenas de vida, tiendas, cafés y restaurantes. Un placer que nos regalamos mientras entramos en las tiendas con el pretexto de comprar algo (una goma de borrar, un souvenir, una bolsa de patatas) para poder curiosear con calma.
En el “Bar Tradicional Luna” paramos para recuperar fuerzas con una cerveza y un plato de jícama (¿un tubérculo?¿una fruta? que se come espolvoreándole chile encima).

Nos encontramos con María, Amador e Inés y tras seguir con nuestro paseo (visitando una exposición dedicada al fotógrafo valenciano Agustí Centelles), comemos en la terraza de un restaurante situado en el Jardín de la Unión, una bonita y agradable plaza que es el centro de la vida de esta pequeña ciudad. Todos comemos unas deliciosas enchiladas. Después de comer subimos hasta el monumento al Pipilá desde donde se goza de una vista privilegiada de Guanajuato. Subimos en un empinado funicular y bajamos caminando por las casi verticales calles.

De nuevo en casa. Amador y yo vamos caminando – toda una novedad aquí – a comprar burritos (de rajas, de chicharrón, de mole y de pollo) en un pequeño local que compagina la restauración con la venta de DVD’s piratas de películas y series. Por un pequeño suplemento con la comida te puedes llevar puesto el espectáculo.

La cena (acompañada de un poco de mezcal) está buenísima y la conversación – más pausada al estar en casa – resulta muy agradable. Decidimos volver mañana a Guanajuato para seguir paseando por sus calles y para poder comprar regalos.

04 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 29 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VI


Escribo esto - hoy ya es jueves - sentado en el Café Conquistador de Guanajuato, junto a una ventana. Ayer fué un día de tránsito. Dejamos Df y, con el autocar más cómodo que he visto en mi vida, fuimos hasta León.
Cinco horas de viaje que nos podíamos haber ahorrado cogiendo un avión, pero nos apetecía ver el paisaje y disfrutar un poco más del país.

En la Central Camionera de León nos esperaban Amador, María e Inés a la que por fin hemos conocido después de verla sólo en fotografías. Inés ya tiene año y medio, empieza a hablar y ya camina con bastante soltura.
Paseo por el centro de León donde se celebra la tradicional feria de "alfeñiques" (Calaveras de azucar, esqueletos de chocolate, frutas de aucar y todo tipo de dulces para celebrar el día de los muertos que se acerca).
chiles, chiles y más chiles... el paraíso debe ser algo así

Tras dejar las maletas en casa salimos a cenar. Pero antes de cenar les pedimos que nos acompañen a un supermercado para ver las diferencias. Alucinamos con la sección de chile y yo con la de salsas. Pasamos un buen rato haciendo turismo de supermercado, mirando, riendo y masacrando a nuestros anfitriones con preguntas de todo tipo.

En el Rincón Gaucho nos espera otro festival de cocina mexicana (esta vez fusionada con la argentina): choriqueso, ensalada de jitomate con chile, y unas patatas deliciosas como botana (entrante) y carne de segundo (con un chimichurri diferente del argentino y que es típico de aquí). No hay sitio para los postres ni para mucho más. Estamos muy cansados (se que me repito pero cada día acabamos agotados después de tanta actividad).

01 noviembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 28 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS V


Salimos del hotel y desayunamos en un bar camino del bosque de Chapultepec. Es temprano y somos los únicos clientes. El bar es muy agradable y el frío de primera hora de la mañana queda suavizado por una estufa de exterior puesta dentro del local. Repito molletes que aquí también están muy buenos.
Después de desayunar volvemos a Reforma donde están expuestos los alebrijes que vimos desfilando hace un par de días y también una muestra de bancos que están más cerca del arte que del mobiliario urbano (la muestra se llama "diálogo entre bancas" o algo parecido).
Ya en el bosque nos acercamos al Museo de Antropología. Es inmenso y cuesta decidir por donde empezar la visita. Al final nos decidimos por la sala que contiene la excavación de Teotihuacan para así completar la visita de ayer.María José dibujando en el Museo
Aztecas, mayas, Olmecas, Toltecas... de todas las culturas precolombinas hay muchísimo. Demasiado para un sólo día. Un poco saturados (y muy impactados por alguna de las piezas expuestas)de tanta escultura, decidimos dejarlo después de tres o cuatro horas.

A pocos metros cruzando el parque está el museo de arte contemporáneo Rufino Tamayo. Por un lado vemos la exposición de las obras finalistas de la XIV bienal Tamayo (estructurada como un concurso de pintura). La mayoría de los cuadros expuestos son notables pero hay algunos que nos gustan mucho: las dos pinturas hiperrealistas de Adrian Procel González, el trabajo - más allá de la pintura - de Gabriel de la Mora con su obra "Pedro García Guzmán", el "Al dente" de Santiago Corral, la poderosa pintura expresionista de Fernando Aceves Humana y los apuntes de Hugo Lugo.
La otra muestra, bajo el nombre genérico de "Apariciones fantasmales. Arte después del movimiento chicano", muestra obras conceptuales, algunas de ellas muy interesantes. Es una suerte haber topado con estas dos muestras que nos han permitido tener un contacto variado con la escena artística mexicana actual.

Al salir nos vemos rodeados de ardillas que nos rodean buscando algo que comer. Acostumbradas a la presencia humana no nos tienen ningún tipo de miedo.

Vuelta al hotel cruzando la Zona Rosa - un barrio lleno de restaurantes y locales de todo tipo - y, de nuevo en Reforma, una muestra de ofrendas que calientan motores para el día de los muertos. Ya en el Hotel descansamos un rato y vuelta a la calle. María José quiere comer algo ligero después de tantas comidas copiosas y decidimos volver al café de chinos (que se llama La Nacional) para comer un bisquet con jamón. Pero cuando nos sentamos nos plantan delante una carta con menú y canviamos de planes. Por 35 pesos (poco más de 2 euros) nos ofrecen un primero, un segundo, café y postre. Sencillo pero bueno, yo como una sopa de lentejas, un plato de arroz y cecina (es carne de ternera cortada muy fina, no tiene nada que ver con nuestra cecina pero también es muy sabrosa). La comida en general es un poco más barata que en España, pero esto - que equivaldría a un menú en muchos de nuestros restaurantes - es económico incluso aquí.

Cerca del restaurante está la Torre Latinoamericana y decidimos subir al mirador desde donde tenemos una impresionante vista de DF que se extiende hasta donde alcanzan nuestros ojos. Hacemos fotos que no brillarán como el panorama lo merece debido al oscuro día y a la polución que oculta algunos barrios de la ciudad. Pese a todo es espectacular estar solos en el mirador del edificio contemplando la ciudad.

Vuelta a casa con parada para hacer una foto en el barrio chino y descanso. Mañana salimos hacia León.

31 octubre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 27 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS IV


Hoy María y Amador vuelven a León y nos dejan sólos en la gran ciudad. Sin su guía de estos primeros días, estos "paco-martínez-soria" que estamos hechos ahora andarían mucho más perdidos y no sabrían que hacer ni como moverse con algo de soltura.
Nos despedimos con un desayuno - otra vez generoso - en un "café de chinos". Yo pruebo los molletes (con queso y frijoles) que me encantan y a los que volveré - seguro - en más de una ocasión.
Hoy nuestro destino es Teotihuacan. Primero cogemos el metro (he de reconocer que con algo de aprehensión al principio por lo que indican las guías que hemos leído. Pero como el trayecto es tranquilo a los pocos minutos nos sentimos más cómodos)y después, en la central del norte, un autocar hasta nuestro destino.
Desde el viejo autobús vemos los barrios periféricos de DF - caóticos, inmensos, hechos a base de construcciones de una o dos plantas sin ningún tipo de planificación urbanística - y constatamos las diferencias sociales que hasta ahora sólo podíamos intuir. El contraste con los edificios lujosos del DF donde nos hospedamos sorprende y nos hace sentir vergonzosamente privilegiados. Son dos extremos demasiado separados entre ellos.

Tras una hora de camino - y una pequeña siesta - llegamos a las ruinas de Teotihuacan. Hace mucho viento y tenemos que improvisar ropa de abrigo con un poncho de plástico que hace años llevo en la mochila sin utilidad aparente; hasta hoy.

Teotihuacan
No hay palabras para descubrir Teotihuacan. Todo allí impresiona. Subimos a las pirámides y paseamos boquiabiertos por todo el recinto mientras nos pelamos de frío. A la vuelta, cuando subimos al autobús, no queda ningún asiento libre. María José se sienta en un escalón que hay junto al conductor y yo junto a ella en un pequeño taburete que el conductor me presta. No es seguro, pero así es México (la última vez que hice un viaje así, fué en agosto de 1976 cuando nació mi primo Albert y mi madre y yo bajamos de S'Agaró a Barcelona sentados junto al conductor del autocar, entonces España también era así).

Volvemos al Hotel en metro y, antes de entrar en nuestra habitación para reponernos del intenso día y del ejercicio físico, comemos unos tacos en una taquería que está a pocos metros. Aún es pronto pero será nuestra cena. Después - en este desorden de comidas y sueños en el que estamos viviendo - hacemos la siesta, vemos un rato la tele, leemos y - agotados - nos vamos a dormir.

30 octubre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS III


Nos levantamos pronto - ayer se cambió la hora y yo lo hice mal en el despertador de la habitación - y salimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel. Compramos unas galletas para picar algo mientras esperamos el desayuno y nos conectamos a internet.
Ya con Amador y María, salimos con destino a Coyoacan. Para ser domingo el tráfico es igual de caótico que la ciudad que lo contiene. Pararía en cada esquina a hacer una foto, a ver con calma una tienda, a entretenerme con una pintada o un cartel... pero DF no parece una ciudad pensada para caminar. En Coyoacán - una antigua población hoy engullida por la metrópoli - nos encontramos con Checo y Ceci que nos llevan al mercado a desayunar.
El barrio es encantador y pasear por sus calles de casas bajas - llenas de árboles, paraditas de comida y de artesanía y pequeñas tiendas - es muy agradable. El mercado de Coyoacán sólo difiere de los nuestros en la estrechez de los pasillos y en la mezcla de locales de todo tipo. mercado de Coyoacan
Al final llegamos a una zona donde hay varios "locales" dedicados a la restauración. Los olores se mezclan y la actividad es frenética. Zumos de frutas naturales, tacos de barbacoa (cordero asado en tierra)impresionantemente buenos y una quesadilla de chicharrón son mi completísimo desayuno.
Después de tanto comer, cosa que los mexicanos hacen a todas horas y que nosotros no hemos parado de hacer desde que llegamos, toca algo de cultura. La casa de Frida Kalho y Diego Rivera (curiosa pero con menos obra de la que esperábamos)y el campus de la UNAM (impresionante, nos hemos quedado con ganas de visitarlo con calma en un día de clase) son nuestras visitas de hoy.

Por la tarde - y después de sufrir el tráfico intensísimo de la ciudad y de un rato de descanso en la habitación del hotel- hemos decidido ir al Arena Coliseo para ver un espectáculo de lucha libre. Avisados de la peligrosidad de la zona por todo el mundo - familia de nuestros amigos, guías de la ciudad y el taxista que nos lleva - dejamos todo lo que no sea imprescindible en el Hotel y cogemos un taxi. El taxista nos deja en la misma puerta y entramos rápido. Tras el cacheo - se quedan con mi cámara y me dan un papel para recogerla a la salida)entramos y seguimos al acomodador (muy viejito) hasta nuestros asientos donde, sin darme cuenta, ya tengo una cerveza en la mano. Vendedores de todo tipo vocéan sus mercancías: postales de luchadores, patatas fritas, máscaras, bebidas, tortas (bocadillos), revistas de lucha, sopas, palomas de maiz... el desfile es inacabable y pese al desorden aparente todo está muy ordenado y sigue un guión preestablecido(este comentario podría aplicarse a toda la ciudad). Una pequeña propina nos deja cerca del ring cuando empieza la primera lucha. El espectáculo está tanto en las gradas como en el ring. Familias enteras - algunas con niños muy pequeños - disfrutan del espectáculo mientras comen, beben y gritan sin parar. Los gritos son parte del espectáculo y permiten al público interactuar con los luchadores que se indignan o celebran los más graciosos. Máscaras, llaves, merito atlético y espectáculo teatral con un guión muy básico. Lo pasamos como niños mientras los "técnicos" dan lo suyo a los rudos.

Al salir recupero la cámara mientras Amador llama al Hotel para pedir un Taxi (no es seguro parar un taxi en la calle). El protocolo de seguridad no tiene nada que envidiar a una película de espías. Ya de vuelta en el Hotel, cenamos algo ligero en un Vips antes de irnos a dormir.

29 octubre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 25 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS II


Hemos dormido como troncos y parece que el cansancio nos ha dejado un poco. Hace sol. Nos encontramos con María y Amador en el hall del hotel y caminamos hacia el centro. Por el camino los acosamos con preguntas ya que todo es nuevo para nosotros y todo nos sorprende.

Desayunamos en Sanborns (Av. Fco. Madero, 4 DF). La cadena de tiendas y restaurantes - presente en todos los rincones de la ciudad - ocupa aquí una casa del siglo XVI conocida como "la casa de los azulejos".La casa de los azulejos, la foto es de María José
En un impresionante patio desayunamos. No es un desayuno frugal: huevos divorciados, zumos de frutas, tostadas con mermelada... mejor imposible.

Después del copioso desayuno, toca caminar un poco para bajarlo. Paseamos hasta el Zocalo donde, a parte de la catedral y de las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlan, me llama la atención la gente, el ambiente, los olores... absolutamente todo. Mientras decidimos hacia donde seguir nuestro paseo por delante nuestro atraviesa la plaza un desfile de Alebrijes (bestias de gran colorido y fantásticas formas).

Paseo por la ciudad donde sigo disfrutando de cada esquina, de cada cartel, de cada frase cogida al vuelo, de los olores inexplicables, de los voceos de los vendedores, de la luz, del sol que me quema la frente. Sólo paramos para tomar una cervecita y recuperar fuerzas. Recorrer así la ciudad, con dos pacientes guías que contestan a todas nuestras absurdas dudas, es todo un lujo.

Junto a la Torre Latinoamericana vemos una exposición de esculturas de la artista mexicana Angela Gurria que me gusta mucho.

Pese al impresionante desayuno empezamos a tener algo de hambre. "El Cardenal" (Palma, 23 DF. Tel. 55213080)es un bonito restaurante situado en el centro de DF. Empezamos con un tequila... y después otro mientras atacamos los tacos que nos traen para hacer boca. Después el festival gastronómico sigue con un plato de huilacoche (un hongo del maiz que con su peculiar sabor es todo un descubrimiento) y queso con flor de calabaza. De segundo yo me pido un filete con salsa y frijoles pero pruebo los platos de los demás (unos chiles en nogada y lengua) y todo me parece delicioso.
El servicio es muy atento (una de las características de todos los locales en los que he estado hasta ahora. Aún hay tiempo para un postre: una sensacional crep de cajeta (dulce parecido al dulce de leche, hecho con leche de cabra).

El Palacio de Bellas Artes
Felices después de comer muy bien, volvemos a la calle para visitar el edificio de correos y el Palacio de Bellas Artes (con un fantástico interior de estilo Art Decó.

Estamos cansados de tanto caminar pero, de vuelta al hotel, aún tenemos tiempo de visitar un mercado callejero en la Alameda Central mientras a pocos metros rugen los motores de los participantes en la Panamericana.

Mientras María José duerme un poco, leo el periódico Reforma donde - a parte de sorprenderme la manera de redactar los titulares (incomprensibles algunos para mí: "Sugiere Fox partirle el queso a Amlo", "Chocan en Vallarta por tiradero", alarmantes otros: "encuentran decapitado", "Hallan cabeza con mensaje") me encuentro con un lúcido artículo firmado por Carlos Fuentes sobre la situación del México actual cercado por la lacra del narcotráfico.

Después de la siesta salismos con destino a Condesa donde nos encontramos con Checo y Ceci. En uno de los muchos bares de la zona (llena de locales de todo tipo con cierto aire europeo) tomamos unas copas mientras comentamos las diferencias y similitudes entre nuestros paises. Voy con cuidado con la bebida porque me han dicho que aquí las resacas - debido a la altitud (2200 metros)- son terribles. El momento surrealista de la noche llega cuando un tipo, armado con dos hierros conectados a una batería con potenciómetro nos ofrece sus servicios. Todos nos damos la mano, yo cojo un fierro y Checo otro y entonces el tipo nos suelta un calambrazo que - teóricamente tenemos que resistir. La verdad es que no duramos mucho pero María José y yo aún ahora no acabamos de creernoslo.

Reventados después de un intensísimo día decidimos retirarnos sin cenar. Sólo llevamos 24 horas en DF pero parece que llevamos mucho más. Lo estamos pasando genial.