28 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 28 de diciembre de 2006


Se acaba el 2006. Los medios de comunicación hacen sesudos y elaborados resúmenes del año. Yo, en cambio, hago lo que puedo y aquí tenéis un, tan poco interesante como inútil, resumen del año que nos deja y el habitual resumen de lo que he leído este año.
Ambos son ineficaces y poco interesantes. Pero son una tradición que no pienso abandonar, al menos este año.


Resumen inútil del 2006

Perros en casa: 1 (Cass, ahora tiene un año)
Libros leídos: 42 (12 más que en el 2005)
Comidas/cenas en casa ajena: 34 (mis padres han sido los más beneficiados en este apartado)
Comidas/cenas en Graceland: 30 (Jordi R2 es el que ha sufrido en mas ocasiones nuestra cocina)
Comidas/cenas en restaurantes/bares: 77 (gran descenso provocado por nuestra huída al extrarradio. Maxi, Sakuraya y Panyvino son los ganadores este año.)
Cine: 9 (el balance sigue cayendo año tras año)
Teatro/otros espectáculos: 14 (una subida considerable)
Conciertos: 8
Celebraciones: 3 (2 bodas y 1 inauguración).
Maquinas de marcianitos: 1 (dos jugadores, tres botones por jugador)
Viajecitos de fin de semana : 2 (Lisboa lo mas alejado)
Exposiciones visitadas: 12
Series que hemos seguido este año: Muchas (imposible nombrarlas todas)
Clases de cocina: 7 (sin grandes avances, no he aprendido demasiado)
Entrevistas motivadas por este diario: 2 (una en prensa y otra en radio)
Vacaciones: 1 (15 días en S’Agaró que supieron a gloria)

Un año de mucho trabajo, de cansancio y de adaptarnos a Cass. María José y yo hemos conseguido seguir desayunando juntos casi cada día, hemos reído mucho y nos hemos ayudado en los momentos difíciles. Pese al cansancio acumulado, ha sido un buen año que hemos conseguido vivir rodeados de todos aquellos a los que queremos.

“EL QUE HEM LLEGIT”

Llega el – francamente, poco – esperado resumen literario del año. Aquí tenéis algunos consejos si aún buscáis un libro para regalar:

1. BEST SELLERS: “Yo mato” de Giorgio Faletti, “En el blanco” de Ken Follett, “La Catedral del mar” de Ildefonso Falcones, “El códice maya” de Douglas Preston, “Utopia” de Lincoln Child, “Imprimatur” de Monaldi y Sorti, “Harry Potter y el príncipe mestizo” de J.K. Rowling y unos cuantos Patricia Cornwell (de la serie Scarpetta) y Henning Mankell (de la serie Wallander).
2. TIROS SEGUROS: “Tokio blues” de Haruki Murakami, “La conjura contra américa” de Phillip Roth, “Un vestido de domingo” de David Sedaris, “Porno” y “Cola” de Irvine Welsh, “En el nombre del cerdo” de Pablo Tusset, “Cuando éramos mayores” de Anne Tyler, “Fantasmas” de Chuck Palahniuk
3. CLÁSICOS: “Rebeca” de Daphne du maurier, “Homero, Iliada” de Alessandro Baricco
4. COSITAS BUENAS: “El Arte” de Juanjo Saez, “Seda” de Alessandro Baricco, “La gran marcha” y “Billy Bathgate” de EL. Doctorow, “El Secreto de las fiestas” de Francisco Casavella, “Historia del rey transparente” de Rosa Montero
5. LA SORPRESA: “Tor, tretze cases i tres morts” de Carles Porta
6. SERÁ UN CLÁSICO: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez.
7. UN POCO DE HISTORIA DE AQUÍ: “La guerra civil” de Antony Beevor, “Un riu de sang” de Josep Sánchez y Pep Clua
8. UN POCO DE HISTORIA DE ALLÍ: “Stalingrado” y “Berlín 1945” de Antony Beevor
9. DELICIOSO: “El matrimonio amateur” de Anne Tyler
10. PODÍA HABER SIDO MEJOR PERO, PESE A ESO, ME GUSTÓ: “Lunar Park” de Bret Easton Ellis
11. UN POCO DE POESÍA ENTRE TANTA PROSA: “El benestar” de Sebastià Alzamora.

27 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 26 de diciembre de 2006


Mi anterior post ha provocado reacciones que no esperaba y que han hecho que me cueste sentarme a escribir de nuevo. Pero recordando cual es el motivo por el que escribo esto, aquí tenéis un resumen – intentaré que sea breve – de estos últimos días.

El domingo por la mañana (día 24) – como marca la extraña tradición que nos hemos inventado – María José y yo nos damos los regalos. A María José le encantan los suyos, a Cass los papeles que los envuelven y yo soy el orgulloso propietario de un tirador de cerveza que hará las delicias de los habituales de Graceland (la inauguración será la noche de fin de año, no faltéis). A parte del sueño hecho realidad, un fabuloso disco de flamenco (Qawwali Flamenco con Duquende, Miquel Poveda, Faiz Ali Faiz y Chicuelo) y otras pequeñas delicias que harán más sabrosa mi vida son los regalos que me tocan en suerte

Después paseamos por el Born, descansamos en casa y, finalmente, cogemos los regalos y vamos a casa de mis padres.
El habitual caos familiar de la noche de nochebuena cuenta este año con una espectadora de excepción. Kyol es la nueva incorporación a la familia y durante la cena no deja de sonreír pese a la locura que le rodea: su suegro es Santa Claus y su nueva familia (en total somos 17 a la mesa) grita, se pelea – también a gritos -, ríe, se abraza, bebe mucho y come sin moderación y se hacen regalos al acabar la cena.
En el reparto de regalos soy afortunado: música, juegos, libros, una lámpara para Graceland... no me puedo quejar.

A las 4:00, y con gran alegría de nuestros vecinos, decidimos dejarlo para otro día. Para pasado mañana para ser más exactos.

Lunes. Los excesos se pagan y duermo mal mientras mi estómago reclama un poco de atención y cuidados.
Cogemos el coche y nos acercamos a Alella a casa de los padres de María José. Este año, en la habitual comida navideña, me modero ya que mi estómago sigue en un estado lamentable.
No perdono – no obstante – la ya tradicional siesta de navidad. Siesta realizada con el run-run de la sobremesa como hilo musical.
Alejandro se viene con nosotros a Graceland y se pasa el resto del día jugando con Cass. Por la noche no conseguimos separarlos y duermen, agotados, uno junto al otro.

Martes. Me despierto, paseo a Cass y, con Alejandro, preparamos el desayuno antes de despertar a María José. No cansados con los juegos de ayer, Alejandro y Cass siguen su guerra.
A mediodía la familia pasa a recoger a Alejandro y abrimos los regalos que Papa Noel dejó para él y para Joanna.
Después, en casa de mis padres, llega el momento del esperado “Mar i Muntanya” de mi madre. Placer anual al que me veo obligado a renunciar (sólo me como una albóndiga) con gran dolor y muchas lágrimas. Pese a la renuncia, la comida resulta tan divertida y agradable como suele ser habitual.
Volvemos a Graceland y nos ponemos a dormir.

Mientras esto pasaba he acabado “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez y he empezado “La danza de la muerte” de Douglas Preston y Lincoln Child que me regaló Eli.

LOS GIRASOLES CIEGOS
ALBERTO MÉNDEZ

alberto mendez. los girasoles ciegosAlberto Méndez tenía 63 años cuando, en enero del 2004, se publicó su primera novela “los girasoles ciegos”. Unos meses después, y sin haber disfrutado del merecido éxito que su novela estaba destinada a tener, un cáncer acababa con la vida de Alberto Méndez.
Desde entonces el boca a oreja y un puñado de buenas críticas han convertido la novela de Alberto Méndez en un éxito editorial.
“Los girasoles ciegos” es una novela de perdedores. Cuatro historias – enlazadas entre ellas con pequeños detalles de artesano – protagonizadas por los derrotados por el franquismo. Son historias contadas en voz baja, sufridas en silencio y fruto de la derrota espiritual. Son historias tristes, pero Alberto Méndez consigue llenarlas de luz pese a la oscuridad que rodea a los protagonistas.
“Los Girasoles ciegos” es un homenaje a la memoria. Un libro delicioso que se lee con facilidad..

21 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 20 de diciembre de 2006


Postales navideñas recibidas: 6
Papanoeles balconeros avistados durante el paseo matinal con Cass: 23


Martes. Eli se pasa por Graceland, juega con Cass, cenamos y nos ponemos al día.

Miércoles. Aprovecho la mañana para acabar “Fantasmas” de Chuck Palahniuk que me ha deslumbrado.

FANTASMAS
CHUCK PALAHNIUK

fantasmas. chuck palahniukUn grupo de escritores, atraídos por un anuncio, acude a un retiro creativo donde nada resulta ser lo que esperaban. A partir de este punto de partida, Chuck Palahniuk – conocido sobretodo por “El Club de la lucha” – traza un opresivo relato que nos habla de esa búsqueda obsesiva de la notoriedad que caracteriza a nuestra sociedad.
Pero paralelamente a este brillante juego de espejos, nos encontramos con una colección de pequeñas historias de terror que nos ayudan a trazar la trayectoria vital de los protagonistas. Los fantasmas que acompañan a los escritores encerrados en esta versión urbana y contemporánea de la reunión de escritores en la Casa Diodati de Byron (reunión de la que nació “Frankenstein”) no aparecen en el gótico escenario sino que les acompañan como equipaje.
Y es, en estos pequeños relatos de terror cotidiano, donde Chuck Palahniuk brilla mezclando leyendas urbanas con noticias aterradoras y miedos ancestrales con terrores de nuevo cuño.
El primero de estos relatos – “Tripas” capaces de apelar a nuestros instintos más básicos es uno de los mejores y nos anuncia desde el principio lo que vamos a tener: “Coge aire. Coge todo el aire que puedas. Este relato tendría que durar tanto tiempo como puedas contener la respiración, y luego un poquito más. Así que escucha todo lo deprisa que puedas.”.
Chuck Palahniuk reinventa el género de terror y nos ofrece un novelón donde nuestros miedos, nuestras cargas y nuestras obsesiones colectivas se convierten en los protagonistas.


Las mentes pensantes de Levi Pants han decidido organizar la tradicional comida de navidad en Alella. Cojo un tren y, leyendo “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez, me acerco a El Masnou y de allí, en bus, a Alella (donde llego gracias a que una buena samaritana me paga el trayecto que el conductor se niega a cobrarme si pago con un billete de 20 euros).
La comida navideña resulta tan dantesca como las anteriores ediciones a las que he acudido (esta es la tercera). En ella nos reunimos todos los trabajadores de la empresa, algunos de talleres que están situados en otras ciudades.
En un alarde de originalidad y “elegancia” uno de los asistentes – no tengo fotos para ilustrar mi afirmación pero si me leéis con regularidad sabéis que no exagero – remata su vestimenta con una corbata metálica (no de color metálico, metálica sin más). Otro de los asistentes – que creo que no está en nómina de la empresa ya que, pese a los esfuerzos que hacemos durante toda la comida, no somos capaces de asignarle ningún papel laboral – lleva un pañuelo a la cabeza como una versión moderna y poco glamorosa de Jack Sparrow. La lista de individuos peculiares sigue pero es su comportamiento lo que convierte la comida en una pequeña penitencia que nos vemos obligados a soportar: ese amigo invisible, esas canciones, esas bromas micrófono en mano que sólo entiende el que las hace, esas innecesarias fotos de grupo...
Cuatro horas después de empezar (más agotados que después de una doble jornada laboral), la comida (que ha sido espectacularmente buena para compensar el esfuerzo mental que algunos nos hemos visto obligados a realizar) llega a su fin.

Paso por casa, doy un beso a María José, un paseo a Cass y vuelvo a salir.

Me encuentro con Jordi P. – con el que he compartido mesa en la comida de Levi Pants – en “thewhitebar”, el aséptico (haciendo honor a su nombre) restaurante del hotel “chic&basic”. Una comida correcta empañada por un servicio lento y poco atento a los detalles.
Rematamos la noche arreglando el mundo en las mesas del “Rubi”, “The Black Horse” y el “Borneo”.

18 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 17 de diciembre de 2006


Ya es navidad en Graceland. La decoración navideña (algunos papanoeles estratégicamente distribuidos, luces azules y estrellas en una planta y en la puerta), el calor que el nuevo radiador distribuye, la música y los regalos que María José se encarga de envolver, así lo atestiguan.

También la única postal que este año hemos recibido. Tengo la esperanza de que tan magra cosecha sea debida a que correos está muy mal.

17 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 16 de diciembre de 2006


Viernes. Explosión de alegría, la semana se acaba y empiezan dos días de descanso que – como suele ser habitual – sabrán a poco.
Empezamos a disfrutarlo en casa de Jordi R. y Nuria con una cena. Cocina Nuria ya que Jordi todavía anda con las manos convalecientes después de un accidente de moto.
Hablamos, como siempre, de música, de música y de alguna cosa más que ahora no recuerdo mientras Nuria y María José se ríen de nosotros.

Sábado. Cuatro horas después de acostarme el despertador perruno actúa. Dormido, mal vestido, despeinado y con cara de sueño, salgo a la calle con Cass, compro pan, el periódico y vuelvo a casa donde intento volver a dormirme sin demasiada suerte.
Desayunamos y salgo en búsqueda de regalos para navidad mientras María José se encarga de convertir Graceland en un espacio sanitariamente habitable.

Siestas, series (“The Closer”) y un largo paseo por el Born dejan el sábado visto para sentencia. Será favorable, seguro.

15 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 15 de diciembre de 2006


Por fin es viernes. Atrás queda una semana que se ha consumido al ritmo que marca la jornada laboral. Sin tiempo para demasiadas alegrías, la verdad es que no he hecho demasiado.

Ayer, después de un par de intentos, gané un pequeño concurso en una emisora de radio local. Participaba por el placer de jugar, pero una llamada de la emisora me anunció que había ganado un premio. Supongo que será algo simbólico, pero me hizo ilusión.

Ahora toca aguantar la dosis de “sudor de mi frente” de hoy y empezar a disfrutar del que espero sea un largo y provechoso fin de semana.

12 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 11 de diciembre de 2006


Atraído por el cd que regalaban (un recopilatorio llamado French Connection 2 que está muy bien) me compré la revista del Fnac: Clubcultura. Vale la pena comprarla por el cd y por nada más (un cd con 19 temas que permite dar un vistazo a la nueva escena musical francesa por sólo dos euros es un buen regalo). La revista es una extensión, bajo la excusa de revista cultural, del catálogo del paraíso del ocio. Realmente floja está a años luz de cualquiera de los suplementos culturales que regalan los periódicos. Una lástima que queda compensada por el cd que la acompaña.

Por la noche, y para recuperarnos de un largo día de sinsabores laborales, cenamos en compañía de Marta en Graceland.

11 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 10 de diciembre de 2006


Hay amigos con los que, aunque pase mucho tiempo sin verlos, te sientes inmediatamente a gusto. Después de mucho – demasiado – tiempo, nos reencontramos con Ángela y César.
En Graceland nos ponemos al día, vemos fotos de los niños, contamos anécdotas no compartidas y reímos. Es agradable recuperar el contacto – que nunca se ha perdido del todo – y hacemos la promesa – que intentaremos cumplir – de vernos más o menos regularmente.

Se acaba el largo fin de semana. Malgasto las últimas horas viendo “Blade Trinity” (flojísima, esperpéntica, una lástima que no hace honor a un correcto arranque y a una sensacional segunda parte). Mañana toca volver a Levi Pants. Lo haré triste pero con las pilas cargadas. A ver cuanto dura.

10 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 9 de diciembre 2006


Sin grandes actividades, sin grandes noticias, sin apenas nada que destacar, los días festivos van pasando. En tu lista de pequeñas actividades placenteras vas haciendo anotaciones. Individualmente no son gran cosa pero, cuando las juntas, ves lo maravilloso que es tener tiempo y aprovecharlo para hacer aquello que quieres o perderlo sin remordimientos.
Desayunar tranquilamente con María José, leer el periódico sin prisas, ver series de televisión (“Black Adder”, “Alias”, “House”, “C.S.I.”, “The Closer”), sestear, una cena en la plancha del “Sakuraya” con Jordi P, Emma, Víctor y Laura, las posteriores copas en el “Tirsa”, leer “Fantasmas”, escuchar música (Sufjan Stevens y música navideña), pasear con Cass, acercarnos al “Fnac” para no comprar nada, jugar a “Praetorians”...
nada excepcional, todo fantástico en estas vacaciones que nos hemos encontrado por el camino.

08 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 07 de diciembre de 2006


Segundo día de fiesta, quedarán – al final del día – todavía tres.

Por la mañana tenemos cosas que hacer y lo hacemos con la tranquilidad que da hacer fiesta en un día laborable (el segundo cuadro ya está en Graceland, la compra hecha, la mañana da para poco más...). María José recoge a su padre en el aeropuerto y juntos vamos a comer al japonés que tenemos junto a casa.

Por la tarde nos enfrentamos a la dureza de un centro comercial en festivo antes de navidad. Por suerte, Cesar, que trabaja allí, nos facilita las cosas y lo que tenía que ser una dura experiencia prenavideña se convierte en un paseo. Quedamos para comer en Graceland dentro de un par de días y volvemos a casa.

Por la noche Cass descubre el verbo rebozar en su faceta “hágaselo usted mismo” y, la hasta ahora blanca Cass, presenta un color marronoso nada favorecedor. Volvemos a casa evitando los contactos con esa masa de barro, tierra y agua sucia en la que se ha convertido nuestra perra, la dejamos durmiendo y nos vamos a los Icaria.

Vemos “El perfume” que consigue atrapar la esencia (que ingenioso) de la novela. No es una película redonda, pero me lo paso muy bien viéndola. El hecho de conocer algunos – muchos – de los escenarios le añade un elemento más de interés. Ver como han ambientado escenas en calles por las que habitualmente paseas es curioso aunque tiene también un efecto no deseado ya que distrae un poco ya que dedicas parte de tu atención a descubrir exactamente donde está rodada cada escena.

07 diciembre 2006

“Siglo xx cambalache
problemático y febril
el que no llora no mama
y el que no afana es un gil”
Enrique Santos Discépolo. Cambalache


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 06 de diciembre de 2006


Y llorando, llorando – contra todo pronóstico - ... “habemus puente”. Se que purgaré con creces esta generosa dádiva de la empresa... pero no vuelvo a Levi Pants hasta el lunes 11 y la felicidad es algo parecido a eso.

Me levanto pronto, paseo con Cass hasta el quiosco y, con el periódico del día bajo la chaqueta (llueve), vuelvo a casa, desayuno con María José y me pongo a cocinar. Pasan pocos minutos de las 7 y hoy es festivo, la locura se ha apoderado de los habitantes de Graceland.

Paso muchas horas en la cocina cortando, mezclando, friendo, limpiando... y el resultado es: un estofado de ternera a la bourguignon (asado con vino tinto), una cazuela de sepia con albóndigas y unas lentejas estofadas. Yo me lo paso bien y María José me aplaude con la esperanza de superar su DAM (Déficit Alimentario Mental: estado alterado del organismo fruto de una alimentación repetitiva y en la que la cuchara y los platos de larga elaboración brillan por su ausencia).

Por la tarde – y sin siesta recuperadora – nos ponemos a trabajar en la postal de navidad y ponemos en el correo ya las primeras. Como cada año, dejamos en manos de correos mucho trabajo e ilusión. Espero que lleguen pronto.

En los cines del barrio – llenos de gente, con colas que me hacen renunciar a mi dosis de palomitas – vemos “Casino Royale”. Pese a algunas lagunas de guión, pese a innecesarios enamoramientos, me gusta el nuevo 007. Daniel Craig es creíble y supera muchos anacronismos que el personaje estaba acumulando en las últimas entregas. Y es que lo que en los 60 podía ser “chic” ahora se convierte en cursi, desfasado y ñoño.

Escucho en la radio que el Conseller Josep Huguet (conseller de innovación, universidades y empresa de la Generalitat de Catalunya) propone juntar los días festivos con el fin de semana para “evitar situaciones como la del puente de la Constitución de estos días”.
Terriblemente ofendido propongo al Conseller que su cumpleaños se celebre siempre en sábado – así a su fiesta podrán ir más amiguitos y no interferirá en su trabajo– y que sus otras celebraciones (santos, boda, lo que sea...) se celebre coincidiendo con el día de Navidad (para evitar dobles e incómodas celebraciones). Mi propuesta es igual de idiota e improductiva que la suya, pero se la hago gratuitamente, mientras que él dedique su tiempo a hacer propuestas descerebradas como esta, cuesta a los contribuyentes 119.412,04 euros brutos al año.

05 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 4 de diciembre de 2006


María José se ocupa de todo para que yo me pueda ir al Club a gozar de una mañana de descanso. Al sol, con el mar delante alegrándome la vista, leo “Fantasmas” y disfruto de una calma a la que había renunciado últimamente. Me acuerdo de cuando podía disfrutar de esto a diario y pienso en otros paraísos perdidos.

Estamos en diciembre y el sol permite quitarse la ropa, estirarse al sol y nadar en la piscina exterior (climatizada) sin miedo a congelarse al salir del agua. Mi lamentable estado de forma se hace evidente cuando, tras unas tristes piscinas, paso más tiempo en la cabecera del carril que nadando.

Pero dijo algún descerebrado que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Me voy a trabajar con la estúpida sensación de haber tenido algo dos veces bueno. Quizás soy raro, pero preferiría que no fuera tan bueno y seguir disfrutando de ello.

04 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 03 de diciembre de 2006


terremoto en SevillaHoy es mi santo. No lo solemos celebrar pero pese a eso María José me regala un fantástico disco de flamenco: “Terremoto en Sevilla”, una grabación en directo de 1977 que nos devuelve la fuerza de Terremoto de Jerez uno de esos cantaores que los que llegamos tarde y mal al flamenco no hemos llegado a conocer. Por suerte Nuevos Medios, con la colección “Flamenco vivo”, pone un parche a ese gran vacío.

Domingo tranquilo sin demasiada actividad. Por la noche conseguimos ponernos las pilas y bajamos al Borne. Damos un paseo por nuestro antiguo barrio y acabamos cenando en el “Ugarit Born” (comerç, 39 Barcelona. Tel. 93310873). La comida libanesa, regada con cerveza y una copita de Arak es un buen final para un buen fin de semana.

03 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 2 de diciembre de 2006


anne tyler. cuando éramos mayoresAyer, antes de sumergirme en el alienante mundo del rock, acabé de leer “Cuando éramos mayores” de Anne Tyler (que Rafa y Yoli me regalaron después de una larga búsqueda). Y, pese a no ser el libro de Anne Tyler que mas me ha gustado (“el matrimonio amateur” está demasiado fresco), he disfrutado mucho leyéndolo.

Últimamente aprovechamos la mañana del sábado para hacer todo aquello que, por falta de tiempo, somos incapaces de hacer entre semana. Es el momento de ir a buscar cosas que has encargado, de comprar, de buscar... pero tanta obligación cansa y nos reservamos una buena parte de la mañana para visitar galerías de arte.

gino rubertEmpezamos por la Galería Senda y la exposición de Gino Rubert. Inquietantes, sorprendentes y no siempre cómodos sus cuadros nos hablan de las complejas relaciones entre hombre y mujer. Interesante.

Cruzamos la calle y en la Galería Manel Mayoral y bajo el nombre genérico de “Modernidad” disfrutamos de la obra de autores consagrados: Barceló, Chillida, Miró, Saura, Tàpies y un interesantísimo Plensa entre otros.

antoni tapies. caligrafiaEn la Toni Tàpies disfruto con la obra reciente de Antoni Tàpies y en la Galería Carles Taché no lo hago tanto con la de Frederic Amat.

Como siempre que visito exposiciones con María José no paramos de hablar de arte, de compartir experiencias – no siempre coincidentes – y de sorprendernos. Es divertido y, pese a que lo pasamos muy bien, lo hacemos poco.

temps suspendu & maría joseEn la Joan Gaspar me encanto con las fotografías de Jean Baptiste Huynh mientras María José se queda prendada de una escultura “temps suspendu” de Etienne Krahenbuhl.

No podíamos rematar la mañana mejor, en la Llucià Homs, los cuadros de Santi Roca D. Costa nos vuelven locos. Y con los cuadros de Santi Roca D. Costa doy por finalizada esta lista de sugerencias, destinadas a familiares y amigos con la santi roca d. costa, parece hecho para Gracelandvista puesta en las fechas que se acercan y la falta de ideas que suele acompañarlas a la hora de regalar algo.

El resto del día pasa a ritmo lento en Graceland: series, siestas, paseos con Cass y la manufactura de las primeras postales de navidad que pronto estarán en el correo.

02 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 1 de diciembre de 2006


Y de nuevo el fin de semana, cargado de promesas de felicidad y ocio sin límite, aparece cuando nuestro organismo mas lo necesitaba.
Y decido empezarlo a lo grande en ese espacio desierto que es el “Forum” dónde este fin de semana alguien a tenido la ocurrencia de organizar un festival de música. El cartel del Primavera Club – que así se llama el evento -, sin grandes estrellas, es atractivo y en él destacan con luz propia dos americanos locos: “They Might be Giants”. Pero el concierto de los newyorkinos es tarde (programado a las 00:30 finalmente empezará algo mas tarde), tendré que hacer tiempo mientras me paseo por los otros escenarios del festival.

CCIB Estación de enlaceEl vestíbulo del Auditori tiene algo de estación de enlace de una versión de bajo presupuesto de “Star Treck”. Por el desangelado y vacío espacio deambulan almas perdidas en búsqueda de un bocata o una cerveza. Entre ellas “Víctor mans blaves” al que suponía en Viella esperando la nieve que no llega.
Nos comemos uno de los peores bocatas que me ha tocado comer últimamente (mucho mejor – no obstante – que el bocata del “Paco”) y entramos en la sala donde acaba de empezar el concierto de Richard Hawley. El rock de los cincuenta del ex pulp no está hecho para un espacio tan aséptico como este (sin humo, sin alcohol, con sillas comodísimas que invitan a cerrar los ojos y dejarse ir). Aguanto unos cuantos temas pero ante el riesgo – real – de quedarme a pasar la noche en el “Auditori” decido cruzar al otro lado dónde ya están actuando los americanos “Sparklehorse”.sparklehorse Su concierto va, pese a su falta de actitud en escena, de menos a más (esta sensación está sin duda influenciada por el creciente consumo de cerveza ya que el azar ha creído oportuno poner en mis manos más consumiciones de las que soy capaz de ingerir).
Mientras actúan los americanos me encuentro con Víctor (que sólo aguantó medio tema de Richard Hawley con las orejas todavía extasiadas tras escuchar a “The Twilight Singers”, concierto que me he perdido por los extraños horarios de Levi Pants) y lo vuelvo a perder.
Ya falta poco para la hora del concierto de “They Might be Giants”. Mato el tiempo con mas cervezas y el show que organizan las brasileñas “Cansei de ser sexi”.

Hace muchos años (creo que fue en – no os asustéis – 1988) decidí comprarme un disco (naturalmente de vinilo) de un grupo entonces desconocido (en casi 20 años no han avanzado demasiado en ese aspecto). They might be giants. grandes“They might be giants” se convirtió en una de mis bandas favoritas y su disco en uno de los que más veces he escuchado. Y cuando los tenía algo olvidados, los vi aparecer en el cartel del Primavera Club y la nostalgia me venció. No esperaba mucho del concierto pero desde el primer momento – entrada triunfal acompañados por el “Carmina Burana” de Carl Orff – el festival que organizan en cada tema John Linnell y John Flansburgh (que ya se acercan a ese deseo expresado en “TMBG” “I hope that I get old before I die”) me atrapó y una sonrisa – compartida con el resto de la creciente audiencia que me rodeaba – me acompañó hasta el final del concierto. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien y la gente que me rodeaba estaba disfrutando también de un espectáculo genial.

vuelta a casa en taxiAl final del concierto decido retirarme. Busco y encuentro a Víctor, nos felicitamos por lo bien que lo acabamos de pasar y me despido de él. En los otros escenarios la música electrónica anuncia una larga noche de fiesta.

La vuelta a casa es caótica pero más corta de lo esperado. Ha sido una noche genial.

01 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de noviembre de 2006


Se acaba noviembre y llega un frío que empezaba a ser deseado (se que en una semana me arrepentiré de mis palabras o incluso negaré haber dicho algo parecido).

Consigo robarle un par de horas a un día de mucho trabajo para acercarme al centro de Barcelona con la intención de darme un artístico paseo. jordi pinyol. formes elèctriques
Empiezo por la exposición de un amigo. Jordi P. expone en “formes elèctriques” sus inquietantes fotografías de torres de alta tensión. La exposición está hasta este sábado en la sala de exposiciones que el “Col·legi d’Enginyers Industrials de Catalunya” (Vía Laietana, 39) tiene en su vestíbulo.

No lejos de ahí, en la sala Artur Ramón, josep santilari
los hermanos Santilari – Pere i Josep – me deslumbran con su “la llum de les hores”. La luz es un elemento más – tan presente como los elementos que retratan - en los bodegones de los Santilari y se convierte en protagonista único en sus paisajes. El realismo de los cuadros se aleja de la
crudeza de una instantánea gracias a la extraña serenidad que transmite el trato casi sólido que recibe la luz. No me importaría llevarme unos cuantos a casa.

Para rematar la mañana, en la Sala Parés,marcos cardenas disfruto también con los cuadros de Marcos Cárdenas. De nuevo la luz, una luz más dinámica, menos serena que la que aparece en los cuadros de los hermanos Santilari es la característica principal de unos cuadros que capturan un instante de la realidad, un flash lleno de vida.

Descubro en un quiosco el primer número de la edición española de la revista Mad. Llega tarde (con muchos años de retraso) y no se que futuro le espera pero Mad es la revista de humor americana más conocida y sólo por Sergio Aragonés ya vale la pena mad, no tengo la foto de la edición española y me da pereza escanearlainvertir el euro que cuesta el primer número. Creo que la traducción, cargada de localismos inútiles, no le hace ningún favor (no creo que en la versión americana hablen del Paseo de la Castellana) y que – pese a presentarnos a grandes autores – el relleno nacional no está siempre a la altura.

Por la noche – y después del obligado paréntesis laboral – me encuentro con María José para ir a la fiesta de inauguración del nuevo local de la empresa para la que trabajé hace unos años (era entonces y vuelve a ser ahora la concesionaria de la Barcelonesa de Tejidos Vaporosos). En la puerta nos encontramos al alcalde de Barcelona que nos comenta que se va a inaugurar unos autobuses nocturnos. Le deseamos suerte. Nada más entrar empiezo a encontrarme con ex-compañeros y amigos: Lorena, Bartu, Joselusi, Jordi M., Carlitos, Edu, Mónica, Manel, Dani, Marta, los Eugenis... a algunos los veo con cierta regularidad pero a otros hace años que les he perdido la pista. Y me gusta verlos a todos aquí, la lástima es que el volumen de la música y la urgencia de la situación impide tener las conversaciones que me apetecen... la próxima vez será.
Por cierto, el local que hoy se inaugura es impresionante – nada que ver con el pequeño taller en el que empezaron -, les deseo mucha suerte en esta nueva etapa que empiezan.

Se acaba el día, volvemos a casa y nos comemos un bocata en la cocina mientras comentamos lo mayores que nos hemos hecho todos y es que once años son muchos años.