30 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 30 de septiembre de 2003


Llueve. Tardes de rutina y trabajo. Mañanas luminosas (hoy, por la lluvia, menos) de desayunos, lectura y música.
He acabado "Más oscuro que la noche" de Michael Connelly, una gran novela negra que gravita en torno a "El jardín de las delicias" de El Bosco (siempre me ha gustado y es una de mis razones para visitar el Museo del Prado cada vez que voy a Madrid).



Camino del trabajo empiezo a leer "Los asesinos" de Edward Burman, un ensayo sobre la secta ismaelita de los hashishin.
La mágica música de Sr Chinarro (he recuperado "El porqué de mis peinados") ha alegrado mi mañana.

29 septiembre 2003

..."El Ocio tampoco no puede identificarse con mero «tiempo libre». Pues este mismo concepto de «tiempo libre» ya supone una división del tiempo entre tiempo para trabajar y tiempo libre de trabajo, y vuelve a relacionar el ocio con el trabajo, el ocio con el ne-gocio: se trabaja, y se está libre de trabajo para descansar y poder seguir trabajando." Gaspar Rul.lan Buades

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 28 de septiembre de 2003


Acabo el sábado con una cena en casa de Jordi P. Me acompañan, además de María José y el propio Jordi, Iola, Emma y David. Pese a la poca fe depositada en la habilidad culinaria del anfitrión, tengo que decir que la cena resulta un éxito. La vinada (grande y variada) produce efectos imprevistos en mi pronunciación de ciertos tiempos verbales (que, por razones que se me ocultan, no puedo pronunciar). Mañana tenemos que madrugar y Tristan amenaza mi integridad física con un cariño sin límites. Visto el panorama, decidimos marchar.

Nos levantamos muy pronto y a las 7:00 llegamos a la estación de Sants. RENFE nos obsequia con una hora más de trayecto en nuestro viaje a Lleida. En la estación, cansado de esperar, nos espera Joan que nos acompaña hasta su casa. Allí están Tere y Julia (a la que todavía no conocíamos). Hace días que no nos vemos y tenemos mucho por explicarnos.
Tras un pequeño paseo por la ciudad, que estos días está en fiestas, comemos en el Flor de Lis un menú de las jornadas gastronómicas de la fruta. Grandes aciertos y errores garrafales se suceden: Servicio lento y poco atento. Unas brochetas de fruta con caracoles ideadas por un descerebrado en un momento creativo bajo, producen perplejidad e incluso carcajadas. Un bacalao con arroz y unos pies de cerdo deliciosos nos hacen disfrutar de una cocina bien elaborada... como la compañía es muy grata nos olvidamos de lo malo, disfrutamos de lo bueno y nos lo pasamos muy bien.
Tenemos que volver a casa. Tren (esta vez el retraso es de sólo 17 minutos) y taxi.
Son las 22:00, el día ha sido muy intenso y estoy muy cansado. Una sesión de Gran Hermano 5 no produce ninguna mejoría en mi estado pero me hace reír.

27 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 27 de septiembre de 2003


La tarde del viernes sirve para recuperar, para acostumbrarse al régimen de libertad vigilada que supone el fin de semana. Por esta razón no debemos arriesgar al elegir las actividades durante estas primeras horas de ocio. Una elección inadecuada, una dosis de ocio demasiado potente, podría producir reacciones adversas.

Siguiendo mis propios consejos, carentes de rigor y de base, dedico la tarde del viernes a visionar las series que se nos han acumulado esta semana (dos capítulos de 24 y uno de CSI Miami). Nada mejor para acompañar la dosis de violencia de ambas series que una pizza casera y una de las botellas de vino que David, Iola y Jordi P. me regalaron para mi cumpleaños (Torremilanos, un Ribera del Duero que está muy bueno – sé que como nota de cata es una birria... pero mis conocimientos no dan para más- ).

Sábado, nos levantamos pronto y salimos a comprar. Entramos en la galería Artur Ramón (c/Palla 10) a ver una exposición de Pere i Josep Santilari. La exposición, “De la grisalla al color”, me gusta mucho. En especial la revisión que hacen del tema del bodegón con la utilización de elementos modernos (plásticos, envasados al vacío, tarros de cristal...), y el detalle en las texturas de los elementos. Los paisajes y los desnudos no consiguen interesarme.



Volvamos a las compras, tras obligar a los sufridos dependientes de una óptica a enseñarme todas las gafas disponibles en la tienda, tengo que comunicar que, en breve, si las autoridades y el tiempo lo permiten, dispondré de unas gafas nuevas. Pese a ser todo un acontecimiento esta vez no ha sido motivado, como mi último cambio de gafas, por una recogida de firmas organizada por María José. Me temo que estoy perdiendo autoridad (si es que algún día la he tenido).
Otra de las adquisiciones del día de compras bajo la lluvia ha sido un maravilloso pan con forma de pulpo que ha decorado nuestra comida. Hacía un montón de años que no veía ninguno y no me he podido resistir.

Siesta, no llueve. Creo que, una vez envíe esto, me acercaré a Continuará.

26 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 26 de septiembre de 2003


Jueves noche. Hemos quedado con Rafa para cenar y celebrar su cumpleaños. Mi irrefrenable pasión por el kimchi (plato idiota consistente en ponerle picante a un vegetal) nos conduce, de nuevo, al Hanin.
Comemos, hablamos y bebo mucha cerveza. Es tarde pero hay ganas de continuar. Cerveza en el Black Horse (tienen una marca nueva, checa creo, muy curiosa) y más conversación.
Dejamos la fiesta para otro día, mañana tenemos que trabajar.

Despertador. Ausencia asombrosa de resaca. Ducha. Bicicleta. No hay nadie en la calle.
En Plaza Cataluña empiezo a oír gritos. Decenas de DJ’s???? (veo en el suelo muchas maletas de discos metálicas) se están aporreando. Son las 6:40, hay quien empieza el día con energía. Sigo mi camino (estoy demasiado dormido y no acabo de entender la extraña escena de la que estoy siendo espectador) y llego al trabajo.

Son las 15:00 empieza el fin de semana.

25 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 25 de septiembre de 2003


He pasado los últimos días muy ocupado; el trabajo y algunos tramites relacionados con nuestro accidente del mes de abril me han dejado poco tiempo libre. Pese a las dificultades, y dada mi condición de ocioso amateur, he conseguido escapar de la aburrida rutina y sacar brillo a las pocas horas que he tenido para disfrutar.



El de la foto es Morgan (Yoli lo tiene desde hace una semana ) y tiene dos meses. Martes por la noche, María José me recoge al salir del trabajo y vamos a casa de Yoli para la presentación oficial de Morgan. Cenamos (muy bien) en su terraza y la sobremesa se alarga hasta tarde.

He acabado el libro de Michael Moore y he empezado un nuevo Michael Connelly, “Más oscuro que la noche”. Después de un par de ensayos (aunque el último que he leído es ligero) un poco de novela negra seguro que sienta bien.

MICHAEL MOORE
Estúpidos hombres blancos

Michael Moore es un francotirador situado en el corazón de los USA de Bush, un visionario que, además, sabe explicar con claridad y un afinado sentido del humor, el túnel por el que está pasando su país. Estúpidos hombres blancos es una denuncia del actual gobierno republicano y de su fraudulenta toma del poder tras las elecciones presidenciales del año 2000. Pero la denuncia de Moore también alcanza a los demócratas y su aquiescencia en asuntos de vital importancia. Ambos partidos americanos están doblegados ante la industria, ante el poder que mueve los hilos.
Moore anima a la acción. Es posible luchar contra la situación, pero la lucha requiere acción y no resignación ante el poder. Todo esto, aderezado con guindas que ayudan a digerir con facilidad las ampliamente documentadas denuncias, es lo que se puede encontrar en este delicioso – y a la vez terrorífico – libro.
Pero la situación que retrata Moore en su libro no es, desgraciadamente, tan ajena a nuestra situación política y social como sería de desear. Si tenéis ganas de leer el libro os propongo el siguiente ejercicio: cambia nombres de dirigentes, de lugares geográficos y de empresas y el resultado es... sí, de espanto.


Hoy jueves, y después de una serie de tramites que nos han ocupado toda la mañana, hemos recuperado un italiano que hace tiempo que no pisábamos: El Golfo di Napoli. Situado en la calle Lleida es un pequeño restaurante italiano ideal para las noches de teatro o conciertos en Montjuïc. Hoy nos han sugerido que probáramos la mozzarella que acababan de recibir. Impresionante, deliciosa.

Por la tarde visita, en el Caixa Fòrum, a la extensa retrospectiva dedicada a Henri Cartier-Bresson. A medio camino entre el reportaje y el arte, sus fotografías cubren medio siglo de pequeñas historias cotidianas en diferentes partes del mundo. La exposición se complementa con “Al gusto de Cartier-Bresson” una selección, realizada por el fotógrafo, de fotografías de diversos autores. Las dos exposiciones son muy interesantes y completas.

Por último, siempre que tengo un rato delante del ordenador, sigo moviéndome por la “blogosfera”. Se encuentra de todo y no siempre resulta interesante. Siempre que encuentre algo que llame mi atención añadiré un link a los enlaces permanentes.

23 septiembre 2003

"...la Once les desea: Feliz Navidad!" Fragmento de un anuncio emitido el lunes 22 de septiembre de 2003 en Catalunya Radio (en torno a las 10:30 de la mañana).

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes 22 de septiembre de 2003


Quiero pensar que fue un error. No puede ser que en septiembre, con mis conciudadanos todavía tostándose en las playas, me empiecen a felicitar la navidad. Faltan más de tres meses... dejad de joder. Sudores frios recorren mi cuerpo al recordar los mix de villancicos que no tardarán en asaltarnos en tiendas, restaurantes, transportes públicos, calles comerciales... nos queda poco tiempo, tenemos que prepararnos.
Escuchar la cuña publicitaria antes referida en la ducha trastorna todo mi día. Imágenes de Papa Noel en tanga me atormentan a todas horas y me siento perdido, falto de referentes lógicos a los que atar mi pensamiento para conseguir llegar en condiciones al final del día.
Finalmente lo consigo. Una sesión de CSI (Las Vegas, tercera temporada) ayuda.

Desde ayer todos podeis participar en este diario con vuestros comentarios. Espero que funcione.

22 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo 21 de septiembre de 2003


Preparamos el desayuno y lo tomamos en el balcón. El gallo del vecino ha decidido, sin duda agotado por el recital con el que nos obsequió ayer, no salir a escena. Se agradece.
Después de ir a Sant Feliu – es día de mercado y está muy lleno – decidimos salir a caminar un rato. Bajamos hasta La Conca y continuamos por el Camino de Ronda hasta Sant Pol. A medio camino paramos en Cala Pedrosa. Descansamos un rato y leo (he empezado Estupidos Hombres Blancos de Michael Moore – me lo regalaron Eli y Francesc el viernes - y me tiene totalmente atrapado).



Vuelta a casa. Estoy agotado por la caminata. María José prepara unos sensacionales macarrones.
Nos levantamos de la siesta tarde, recogemos, regamos las plantas y volvemos a Barcelona. Llegamos a las diez, cansados pero con las pilas cargadas para afrontar la semana laboral que se nos echa encima.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado 20 de septiembre de 2003


Paul H. Feldman. Jack el Destripador. Capítulo Final.
Ed. Planeta. Barcelona 1998

Paul H Feldman escribe con la misma habilidad que la que en su día demostró el mítico autor de “Guía telefónica. Sección calles” (un libro demasiado largo y con un argumento algo confuso debido al exceso de personajes y localizaciones). Su intento de demostrar la autenticidad del diario de James Maybrick (en el que reconoce ser el responsable de los crímenes atribuidos a Jack el Destripador) se pierde en un océano de nombres y relaciones familiares terriblemente confusas. Pese a todo, el diario (Shirley Harrison “El diario de Jack el Destripador”) es tan fascinante y la polémica sobre su autenticidad tan cautivadora, que he conseguido llegar, no sin esfuerzos, al final.

424 confusas páginas después de empezar el autor concluye sin haber conseguido demostrar nada. Los lectores que heroicamente consigan llegar hasta este punto descubrirán que andan perdidos en una montaña inútil de documentos no concluyentes. ¿Capítulo final? En lo que se refiere a mi relación como lector con el señor Feldman, sin duda alguna.


Viernes. Apuramos las últimas horas del día en S’Agaro. Esta mañana hemos trabajado, pero esa fea experiencia parece ahora parte de un pasado muy lejano.

Barcelona – Alella en moto, allí recogemos nuestro eternamente prestado coche y una hora después llegamos a S’Agaro. Cerveza con Eli y Francesc que han tenido la suerte de disfrutar las últimas semanas de la tranquilidad y la paz que ahora respiramos. Se les nota en la cara.

Después de hacer la compra subimos a la urbanización Cim d’Aro, afectada por el incendio forestal de este verano. Sobrecogedor. Hace unos meses, aquí mismo, pudimos ver jabalís. Ahora sólo quedan esqueletos de árboles. No hay señales de vida. Me impresiona mucho pensar en todo lo que se ha perdido en el terrible incendio.



Hoy sábado me he levantado pronto. El gallo de los vecinos, víctima de una grave enfermedad mental, es el único elemento que rompe la paz. En pocos sitios estoy tan bien como aquí. Mis recuerdos asociados a S’Agaro son muchos y, la mayoría, muy buenos. Antes de preparar el desayuno escribo un rato y leo.

Despierto a María José y desayunamos en el balcón.

En Sant Feliu visitamos el Museu d’Història de la Joguina. La colección de juguetes es muy interesante y está cargada de nostalgias para gente de todas las edades que algún día, más o menos remoto, dedicó sus mejores horas a jugar. Me llama especialmente la atención el dragón que estaba a la entrada del “Carrer del Terror” del desaparecido parque de atracciones de Montjuïc. La última vez que lo vi estaba en el parque, ya entonces cerrado, esperando un final de piqueta que por suerte no ha tenido.

Compramos bacalao en Can Prat (“esqueixat”, carpaccio y brandada) y un par de tomates en el mercado de la plaza del ayuntamiento.

Cervecita en Sant Pol leyendo el periódico, aperitivo en casa y siesta del carnero (según Goma Espuma llamase así la siesta realizada antes de comer). Nos comemos el carpaccio de Can Prat (está riquísimo) y esta vez si, siesta tradicional.

Al despertarnos salimos a dar una vuelta en coche. Subimos hasta Romanyà, por suerte esta parte de las Gabarres no se vio afectada por el incendio.

En Palamós vamos al cine y vemos “El Juego de Ripley”. Ambiguo, amoral y contradictorio, Tom Ripley siempre fascina. Malkovich borda el personaje.

Decidimos cenar en El Remei. La comida está muy buena pero el servicio (sólo dos personas, con más voluntad que oficio, en la sala) deja mucho que desear y el precio (74 Euros dos personas) no corresponde a lo que obtenemos a cambio. Si os acercais por la zona encontrareis fantásticos restaurantes con una relación calidad precio mucho más adecuada (Sa Cova, Can Toni, Les Panolles, l’Antiquari, Els Tinars, Can Vilardell, La Taverna del Mar, Mas Tarre...).

Vuelta a casa y paseo por la urbanización. El día ha sido intenso y he disfrutado mucho.

Noche de guerra contra un mosquito (parte de guerra: dos picadas. Una, especialmenente dolorosa, en la oreja).

19 septiembre 2003

..."Entre los romanos encontramos el “otium”, el tiempo de descanso del cuerpo y recreación del espíritu, necesario para volver a las actividades cotidianas. El ocio consiste en no trabajar y, junto con el “nec-otium” conforman al hombre completo."...Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes 19 de septiembre de 2003


Llego al final de la semana laboral con las fuerzas muy justas (lo cual, si se me permite, no es justo). Algunos oportunos rescates han conseguido cargar las pilas cuando más lo necesitaba.
Miércoles: Cena en una pizzeria con María José y Francisco. Copa en el Universal (lo encuentro muy cambiado, pero me sigue pareciendo un buen lugar para hacer una copa tranquila) y buena conversación.



He recuperado la bici y la utilizo para ir a trabajar. El camino desde casa es agradable y disfruto del paseo.
En pocas horas empieza el fin de semana (el primero completo en mucho tiempo). Ya se empieza a notar en el ambiente, está cerca...

17 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes 17 de septiembre de 2003


Desayuno pronto con María José y me vuelvo a la cama cuando ella se va a trabajar. Leo hasta que me quedo dormido.
Me despierto de nuevo a las 9:30. Cojo la bici y bajo hasta la Estación de Francia para recoger unos billetes. Ni una nube en el cielo, calor y viento. Decido ir hasta el trabajo en bicicleta.
Barcelona se prepara para la fiesta mayor. En la plaza de la Catedral y en plaza Cataluña están montando los escenarios para los conciertos (entre lo mejor de este año destacan: La Buena Vida – que vienen a presentar su nuevo álbum-, Cathy Claret, Manta Ray, The Residents!!, Nacho Vegas, los barceloneses Love of Lesbian y Santana & Niña Pastori).
Llego pronto y subo hasta el Turo Park. En su chiringuito, reconfortado por la sombra de un árbol, la visión de palmeras y una acertadísima selección musical, espero a MJ mientras leo.
Comemos juntos y voy a trabajar. Se acabó mi tiempo por hoy, empieza el de mi empresa.

16 septiembre 2003

“...dividen el día y la noche en veinticuatro horas justas, dedicando y asignando sólo seis horas al trabajo. Todo el tiempo libre de que disponen entre las horas de trabajo, sueño y comida, cada hombre es autorizado a distribuirlo como mejor guste […] dedicando el tiempo bien y provechosamente en cualquier otro que hacer que les plazca y que tienden a la libertad y al cultivo de la inteligencia: dedicación a las letras, música, conversación y juegos instructivos” Thomas More. Utopía. Barcelona 1985 (1518)

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 15 de septiembre de 2003


Desayuno con María José y me quedo leyendo en el sofá. Mi nuevo horario laboral (hoy es el primer día) me permite aprovechar las mañanas de los lunes.
Hay que recuperar la raquítica nevera y salgo a comprar por el barrio. Me gusta ir de tienda en tienda, sin prisas, y hoy – tras muchos días de encierro contra mi voluntad, puedo hacerlo. Disfruto del ambiente del barrio, de los gritos del Maño pregonando sus productos con su siempre peculiar estilo, del trajín de bolsas y carritos, de los fragmentos de conversaciones, de los ruidos del butanero... de la vida de un barrio castigado y olvidado durante los últimos años que, pese a todo y a la dejadez del ayuntamiento, sigue viviendo y respirando con fuerza.

Por la noche, después del trabajo, vemos CSI Miami (un capítulo, muy bueno, que no habíamos visto).

14 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 14 de septiembre de 2003


Por primera vez en muchos días me despierto sin la agobiante sensación de tener por delante una montaña inmensa de trabajo, parece que las cosas vuelven a la normalidad y eso hace que me despierte de especial buen humor.

Después de desayunar acabo “¿Quién mató a Palomino Molero?” de Mario Vargas Llosa. La coincidencia de algunos personajes con “La casa verde” y el tono de denuncia social me han gustado mucho. Ahora empezaré “Jack el Destripador. Capítulo final” de Paul H. Feldman, un estudio sobre la veracidad del diario de James Maybrick.

Pero el día es soleado y fresco y no quiero quedarme en casa, tengo ganas de disfrutar de una ciudad que en los últimos días ha sido sólo el escenario de mis viajes al trabajo. Así que cogemos las bicicletas (olvidadas en un rincón durante los últimos meses) y salimos a dar una vuelta.

Nos acercamos primero al Raval, bajamos hasta el mar y vamos a la Puerta de Europa (el puente que pasa por encima de la entrada del puerto). La vista merece el esfuerzo de la subida (corta pero dura).



Es hora de recuperar fuerzas. Bajamos hasta las “Draçanes” y, en su jardín (una de las mejores terrazas de esta parte de la ciudad, tranquila y agradable), tomamos una cerveza mientras leemos el periódico.

La hora de comer se acerca y la nevera de casa está terriblemente vacía. A María José le apetecen canalones y decidimos ir a La Dolça Herminia.

Vuelta a casa y siesta.

Vemos los dos primeros capítulos de la segunda parte de “24” (que María José grabó), de momento mantiene el nivel de tensión de la primera entrega. Nuestro consumo de series está volviendo a la normalidad después de un verano de caos televisivo (aunque echo de menos “Six Feed Under”).

Se acaba el domingo, un domingo de resurrección.


13 septiembre 2003

“...Por haber gustado el fruto del árbol de la vida que hacía a los hombres semejantes a los dioses (Génesis III, 22) Adán fue expulsado del Edén, jardín de la felicidad que figura en las leyendas de casi todos los pueblos, y castigado con la obligación de trabajar... " Ambrosio Donini. Historia de las religiones. Buenos Aires 1961

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de septiembre de 2003


Un pequeño respiro. María José, Laura y Victor me rescatan de la oscura zona del no-ocio y, durante unas horas, creo recuperada mi libertad.
Cenamos en El Foro y hacemos una cerveza en la terraza del Caliu. Victor y Laura aún están de vacaciones (que bonita palabra, que bien quedaría asociada a mi nombre...). A las 2:00, cansado como pocas veces, decido retirarme.
Mañana tengo que madrugar para ir al trabajo (que fea palabra, que mal queda asociada a mi nombre...).

10 septiembre 2003

"...Un giro radical se desarrolla a partir del siglo XVII con el avance de la ética calvinista en particular y protestante en general: con la consolidación del capitalismo el ocio será anatematizado como grave vicio personal y social ya que implica no sólo el no-trabajo sino también el anti-trabajo". Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958

DIARIO DE UN ¿OCIOSO?
Miércoles, 10 de septiembre de 2003


¿Soy un fruto de la ética calvinista? Si tengo en cuenta la dedicación al trabajo de los últimos días (cosa que no me recompensa y de la que no me siento en absoluto orgulloso), la respuesta debe ser afirmativa. Simplemente no queda tiempo para el ocio.
Rescato algunos minutos de alegría en una fantástica mañana de miércoles en compañía de María José.
Pero me estoy engañando. Poco después estoy en el trabajo y empieza la locura de los últimos días.
Si llego con suficiente salud al fin de semana, creo que volverán los días dorados que tanto añoro y de los cuales me despedí hace apenas una quincena.

07 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 7 de septiembre de 2003


“...Well, my Mama didn’t want me / On the day I was Born without a body / I got nothing but scorn / But I always loved music...” Tom Waits /Kathleen Brennan. Table Tob Joe. Alice 2003

Por fin consigo escapar de la vigilancia de ese ser sin vida que está acabando conmigo. La semana laboral ha sido especialmente dura y, lo que es peor, la que viene no presenta una cara más amable.

El día no podía empezar mejor. María José me despierta con un beso, el desayuno está preparado y El País de hoy encima de la mesa. Desayunamos y dedicamos las primeras horas del día a leer y descansar. Silencio en la calle, nubes y viento fresco.
Me siento en el ordenador y empiezo a escribir mientras escucho algunos discos que tenía por encima de la mesa desde hace un par de semanas (la mayoría flojos o muy flojos). He acabado Zelda (un mes y medio después de empezar y tras dedicarle muchas horas de duro trabajo).
La lluvia acaba con nuestros planes de excursión ciclista. Escucho el Alice de Tom Waits mientras María José talla.
Después de comer: siesta y lectura. Acabo “Un cadáver de más” de Ellis Peters y, buscando en la cada vez más apilada y caótica biblioteca de casa, encuentro “¿Quién mató a Palomino Molero? de Mario Vargas Llosa y lo empiezo a leer.
Aprovecho que María José sigue durmiendo para acabar de leer el diario que ha escrito, como cada año, de nuestras vacaciones. Leerlo es volver al molino, estirarme a la sombra del nogal y disfrutar del sonido del río. Me encanta revivir así las vacaciones.
Salimos tarde, caminamos hasta el mar y, de vuelta al centro (está vez en autobús), cenamos en el Han-In.
Volvemos a casa paseando y hablando. Ha refrescado y pasear es muy agradable. Ha sido un buen día.

04 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 4 de septiembre de 2003


"...En el caso de los griegos, su concepción axiológica indicaba que el ideal de hombre estaba allí donde se practicara la contemplación... el ser libre como hombre implicaba dedicarse al ocio..." Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires. 1958

Mi organismo está siendo fagocitado por un torbellino de trabajo... mi tiempo dedicado a actividades de ocio practicamente ha desaparecido... soy una sombra de lo que un día fui. Sigo paseando por el lado oscuro de la fuerza.
¡¡¡¡Volveré!!!!

03 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 2 de septiembre de 2003


Salgo del trabajo y cojo un taxi para hacer el corto recorrido hasta casa de Jordi P. Desde el primer momento, el trayecto, guiado por un anciano loco, se convierte en un viaje iniciático hacia el más oscuro de los terrores. Frenazos, bocinazos de otros coches, itinerario errático... todo son experiencias nuevas que no tenía necesidad de experimentar.
Recuperado de la taquicardia recojo a Jordi en su casa y marchamos hacia el Camp Nou. Cenamos unos "perritos calientes auténticos" (creo que es importante remarcar la legitimidad de los hot dogs ingeridos, ya que un cartel así lo anunciaba, y si lo anunciaba por algo debe ser) que, por suerte y contra todo pronóstico, no tienen efectos secundarios.
El partido empieza a las 00:10 del miércoles. Es extraño y a la vez divertido. No somos los únicos locos que hemos decidido sacrificar horas de sueño para ver un partido de futbol a estas horas tan inusuales... más de ochenta mil sonados han decidido hacer lo mismo.



Al final empate a uno en un partido entretenido y con un gol de Ronaldinho de ensueño.
La vuelta a casa en transporte público resulta agotadora. Llego a las 3:30. Mañana me costará levantarme... pero así de dura es la vida del ocioso, una vida de constantes sacrificios que hay que llevar con entereza.

02 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 1 de septiembre de 2003


He vuelto a ver "El Sur" (Victor Erice, 1983) y me ha fascinado con la misma fuerza que me cautivó la primera vez que la vi. Después he visto una entrevista con el director donde contaba la parte que nunca se llegó a rodar... y es otra película, seguramente tan bella como la que el azar nos lego.



Dia de trabajo. Por la noche quedo con Rafa para cenar. Encontramos El Foro cerrado y nos decidimos por el Tantarantana. La lluvia de ayer ha refrescado el ambiente y en la terraza se está muy bien. Hablamos sobre cosas importantes y sobre otras que lo son menos...
Cerveza en la terraza Black Horse y, como estamos cansados, nos vamos a dormir. Rafa y Yoli me han regalado un wok, amenazo con adentrarme en los secretos de la cocina oriental, necesitaré voluntarios que quieran hacer de conejillos de indias.

Hoy os recomiendo otro blog (esta vez en catalán). Ofrece enlaces a webs y blogs que el autor considera interesantes (y algunos lo son mucho). Aquí teneis el enlace:
zootoon