31 marzo 2004

“ Si gasta su dinero -digamos- en dar fiestas a sus amigos, éstos se divertirán -cabe esperarlo-, al tiempo en que se beneficien todos aquellos con quienes gastó su dinero, como el carnicero, el panadero y el contrabandista de alcohol. Pero si lo gasta -digamos- en tender rieles para tranvías en un lugar donde los tranvías resultan innecesarios, habrá desviado un considerable volumen de trabajo por caminos en los que no dará placer a nadie. Sin embargo, cuando se empobrezca por el fracaso de su inversión, se le considerará víctima de una desgracia inmerecida, en tanto que al alegre derrochador, que gastó su dinero filantrópicamente, se le despreciará como persona alocada y frívola”
Bertrand Russell. Elogio de la ociosidad. 1932


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 30 de marzo de 2004


El repaso a la agenda del día me asusta de buena mañana:
Obligaciones......................................................... 2
Actividades de ocio programadas......................... 1

Las obligaciones me roban toda la mañana, dejo apartado el ocio para otro día.
Por la tarde acompaño a María José al médico. Le sacan el yeso. Está contenta.

Vuelta a casa dando un paseo. El día, que ha empezado con lluvia, es soleado y apetece caminar por una ciudad limpia después de las lluvias de los últimos días.
Preparo la cena y cenamos con Toni que ha venido a traernos vitaminas para el ordenador (mañana por la mañana tengo trabajo). Buena conversación y divertidas anécdotas acompañan la comida. Mañana Toni y María José tienen que trabajar... lo dejamos a una hora prudencial.

29 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 29 de marzo de 2004


Me levanto pronto, desayuno con María José y salgo de casa. En la estación de metro compro una tarjeta multiviaje en una de las máquinas expendedoras. Pago con un billete de 20 (la tarjeta vale 6). Cae la tarjeta y, detrás, empiezan a caer monedas. Al principio el sonido de las monedas al caer me alegra la mañana (¡Qué suerte! ¡nunca me había tocado nada!), pero entonces me doy cuenta que no estoy ante una tragaperras y que las 28 monedas que, con una sonrisa irónica, me miran desde la bandeja inferior de la máquina, no son otra cosa que el cambio que me corresponde.
Recojo las monedas y las reparto entre mis bolsillos de manera equitativa para evitar desequilibrios que podrían resultar fatales.

Al llegar a la estación de destino me deshago del botín conseguido no sin antes descubrir que dos de las monedas han decidido aprovechar un agujero en el bolsillo interior derecho para buscar una nueva vida entre los pliegues del forro de la chaqueta.
Al final llego al cursillo de hoy. He cambiado por un día las habituales teclas del ordenador por los cacharros de cocina. La clase, impartida por el maestro pastelero Paco Fernández, resulta divertida y – sobretodo – muy instructiva.

Tarde de médicos. Se confirma que, tras la expulsión de la piedra, soy un hombre limpio y que la intervención programada se suspende “sine die”. Me gustaría celebrarlo pero el tiempo (lluvia acompañada de mucho viento) no acompaña y vuelvo a la seguridad del hogar.

Leo y acabo “La pell freda” de Albert Sánchez Piñol. Me ha gustado mucho.

LA PELL FREDA
Albert Sánchez Piñol

“La pell freda” es un relato de ciencia ficción que comparte elementos con los relatos decimonónicos de terror y con las novelas de aventuras. Desde las primeras páginas la novela exhala un aroma de clasicismo que contrasta con la juventud y la contemporaneidad de su escritor.
La Prosa de Albert Sánchez Piñol resulta limpia, rica y tremendamente fácil de leer. Es quizás, por esta aparente simplicidad, que el relato –escrito originariamente en catalán- huye de todo tipo de localismos y se convierte en universal (creo que, a parte de la traducción en castellano, ha sido traducida ya a cerca de veinte idiomas). El autor ha conseguido huir de los tópicos (muchas veces absurdos tics copiados de los autores más exitosos de la ciencia ficción) del género consiguiendo uno de las mejores novelas de la ciencia ficción española. Las lucidas reflexiones sobre la violencia que se esconden tras el relato de las cuitas de los protagonistas y de sus complejas relaciones personales, añaden todavía más valor a un libro que dejará indiferentes a pocos.
Muy recomendable..

28 marzo 2004

“Si el asalariado Ordinario trabajase cuatro horas al día, alcanzaría para todos y no habría paro -dando por supuesta cierta muy moderada cantidad de organización sensata-. Esta idea escandaliza a los ricos porque están convencidos de que el pobre no sabría cómo emplear tanto tiempo libre”
Bertrand Russell. Elogio de la ociosidad. 1932


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 28 de marzo de 2004


Sábado. No han puesto las calles cuando salimos con destino a la Estación de Sants. Por el camino nos cruzamos con espectros que vuelven de un partido que, por los andares sinuosos de los que hacen gala, seguramente han perdido.
Dormito en el Euromed y, dos horas después de salir de Barcelona, llegamos a Castellón. Cae la misma lluvia que nos acompañará durante los dos días que pensamos pasar aquí. El fin de semana de fiesta en familia se convertirá, gracias a la meteorología, en un fin de semana familiar.
Pese a todo salimos, pateamos calles que imponen su ambiente festivo a una lluvia que quiere convertirse en la protagonista, nos cruzamos con bandas musicales de ropajes imposibles y nos regalamos tapas y aperitivos que ayudan a recuperar fuerzas.
En casa de Lidu, Jose, Alejandro y Joana las macetas de las plantas están protegidas con film transparente. Parece ser que la terrofagia de Joana no ha sido recibida con una actitud positiva por el resto de la familia.

Domingo. Por fin abandonamos el triste horario de invierno para llenar nuestras horas de luz. Por el camino hemos perdido una hora. No me importa, la doy por bien empleada. El día se alarga y las horas que nos sobran las podemos emplear en tertulias de terraza de bar y en otras actividades nobles que sin duda aportaran brillo a nuestro diario devenir.
Día de familia. Por la tarde cogemos el tren para volver a Barcelona. Ha sido un fin de semana divertido y, sobretodo, distinto.

26 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 26 de marzo de 2004


Hace casi un año María José y yo sufrimos un accidente de moto. Aquí seguimos y hoy enterramos definitivamente el tema con un último trámite en el juzgado. Nos hemos sacado, por fin, un peso de encima. El miedo, todavía hoy, enseña sus dientes de tanto en tanto.
En una pastelería del barrio compramos la mona para nuestros ahijados y, maravillados ante los dulces expuestos, nos regalamos unos deliciosos buñuelos de cuaresma.
Al mediodía bajamos a los Icaria. La última de Almodóvar (“La mala educación”) es recibida en el seno de nuestra familia con disparidad de criterios. A María José no le gusta demasiado. A mí me gusta mucho (siempre me gustan las películas de Pedro Almodóvar aunque no suelo verlas por segunda vez).
Al salir del cine tengo el tiempo justo para llegar a casa y comerme un bocadillo rápido antes de salir de nuevo con destino al cursillo de hoy.

Por la noche cenamos en un chino (de impronunciable nombre) y nos vamos a dormir pronto.
Mañana nos levantamos a las 5:30 de la madrugada. Son fiestas de la Magdalena en Castellón.

25 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 25 de marzo de 2004


Salgo de clase. El sol de mediodía anima a disfrutar de un buen aperitivo. La Bodega Luís (calle Pinar del Rio / Paseo Maragall) es un pequeño comercio de barrio con cuatro mesas donde se puede disfrutar de un excelente aperitivo a base de conservas. En una mesa bañada por el sol espero a Jordi P. que no tarda en llegar. Nos tomamos un “combinado de la casa” regado con cerveza y después nos acercamos a “La Ternerita” para comer. Rodeados por prácticamente toda la colonia argentina en Barcelona disfrutamos de una buena parrillada y de un atento servicio.
Vuelvo a clase después de dos cafés que me ayudarán a resistir la tarde.

De nuevo en casa con María José. La programación televisiva del día nos lanza de cabeza a una sesión de más de dos horas de lectura. Acabo “La ciudad sagrada” dando por concluido el ciclo Douglas Preston- Lincoln Child. Es aconsejable, si alguien se anima a leer los entretenidos libros de los autores americanos (son Best Sellers muy absorbentes), seguir el orden cronológico (aunque no son de una misma serie, comparten personajes y eso hace que el orden en el que se leen sea importante): “The relic”, “El relicario”, “La ciudad sagrada” y “Los asesinatos de Manhattan.”

24 marzo 2004

"Todo el mundo tiene prisa. No se puede perder ni un minuto... y se pierden todos"
Pintada en la calle de la Bòria. Barcelona


Diario de un ocioso
Martes, 23 de marzo de 2004


En clase con Jordi P.
He viajado en el tiempo. La misma situación (en clase, sentados uno junto al otro, haciendo chistes malos y echando unas risas) repetida catorce años después.
Nos conocimos estudiando FP hace ya mucho tiempo y ahora nos hemos reencontrado en una situación similar también en una clase.
Tengo la sensación de que estamos avanzando en círculos y que hoy he vuelto al punto de partida. Por el camino hemos acumulado todo tipo de experiencias y supongo que algo hemos aprendido.

María José luce desde hoy un lujurioso conjunto de yeso y vendas que, francamente, le queda muy sexy.
Ceno con ella y después de una doble sesión de "Urgencias" nos retiramos a descansar.

23 marzo 2004

“Quiero decir, con toda seriedad, que la fe en las virtudes del trabajo está haciendo mucho daño en el mundo moderno y que el camino hacia la felicidad y la prosperidad pasa por una reducción organizada de aquél.”
Bertrand Russell. Elogio de la ociosidad. 1932


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 22 de marzo de 2004


Día de médicos y de lanzamiento indiscriminado e improductivo de currículos.
Poca televisión (un buen episodio de CSI Miami) y mucha lectura (de la manita de Preston y Child) ocupan mis horas de ocio en días como hoy.

Quería celebrar el primer aniversario de este diario y he descubierto que el 25 de febrero hizo un año que empecé esta insensatez. Como el día 11 de julio hará un año que empecé a publicarlo (antes lo enviaba a unos cuantos amigos por correo electrónico), ya lo celebraremos entonces.

21 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 21 de marzo de 2004


No tengo resaca. Este hecho, sin duda sorprendente, me llena de gozo y de tranquilidad espiritual.
Después de cruzarnos con los restos del maratón que hoy se ha disputado en Barcelona, paseamos por la playa que hoy está llena de gente con ganas de disfrutar de la primavera.
Apetece regalarse una paella y disfrutarla cerca del mar. Llamamos a Víctor y Laura para ver si se apuntan. Lo hacen y media hora después ya estamos en el “Arenal” (Paseo Marítimo de la Barceloneta, Tel. 932210810) disfrutando de la privilegiada vista y de la ansiada paella.
Volvemos a casa. Estamos muy cansados y, espoleada por esta situación, María José consigue la nueva plusmarca mundial de “siesta sin interrupciones”. A las 22:34, cuando estoy escribiendo esto, María José sigue durmiendo.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 20 de marzo de 2004


Me levanto pronto. Con María José vamos al mercado para comprar todo lo que necesitamos para la cena de hoy. Hace unos años el mercado estaba a menos de cien metros de casa. Cuando se iniciaron las obras de reforma –hace ya demasiados años – lo trasladaron a una carpa situada en los límites del barrio. La prolongación innecesaria de las obras ha degradado el tejido comercial del barrio y ha producido molestias continuas a los vecinos.
Pese a que la carpa no es lo mismo que el viejo mercado sigo disfrutando cada vez que entro en ella. Aquí no hay hilo musical (sólo en ocasiones suena “Maquinavaja” para avisar a comerciantes y clientes que un carterista anda suelto), la asepsia musical con la que nos atacan en los centros comerciales se substituye por ruidos, conversaciones, gritos y risas. Me gusta pasear lentamente, mirar, oler, probar, tocar, hablar... visitar un mercado es regalarse sensaciones y vivirlas intensamente.
Después de comprar volvemos a casa y, sin prisas, dedicamos el resto del día a leer y cocinar.

Cena con Mónica y José María. Buena conversación, fotos de Marruecos y mucho cava. Se puede decir, sin temor a ser tachado de exagerado, que mi estado a las cuatro y media de la mañana es lamentable.
Después de la clásica polaroid (nos solemos hacer una con todos los amigos que vienen a cenar, aunque no en todas estoy en posición horizontal en el sofá) llego – ayudado por la fortuna – a la cama que me recibe con ganas.

20 marzo 2004

“Creo que se ha trabajado demasiado en el mundo, que la creencia de que el trabajo es una virtud ha causado enormes daños y que lo que hay que predicar en los países industriales modernos es algo completamente distinto de lo que siempre se ha predicado”
Bertrand Russell. Elogio de la ociosidad. 1932


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de marzo de 2004


Me levanto pronto y desayuno con María José.
Poco después, y ya en el trabajo, María José decide comprobar empíricamente los efectos de la gravedad sobre su cuerpo. Como premio por su avanzada y valiente investigación obtiene, a parte de los valiosos conocimientos que la experiencia le aporta, un cautivador brazo en cabestrillo y no pocas burlas de su insolidaria pareja.

El resto del día pasa tranquilo entre compras por el barrio, tutoriales de flash y una siesta de tamaño familiar.

Por la noche vemos “El buen ladrón” (con un grandioso Nick Nolte y un guión notable). María José está bien pero el brazo le duele un poco.

19 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 18 de marzo de 2004


Hoy estoy obligado a comentar un par de noticias aparecidas en El País. Quizás no son las más importantes de hoy para los responsables del periódico – no ocupan espacio en la portada –, pero su trascendencia para el devenir del siglo XXI es tan grande que no tengo más remedio que intentar acercároslas.

NOTICIA NÚMERO 1: LA CAPTURA DE BIN LADEN

Ante el título que he puesto a la noticia algún listo pensará que el hecho tiene lugar en las montañas de Afganistán. No es así, empezamos.
Lunes noche. Afueras de Montpellier, Francia (la de los vinos, los quesos y la baguette bajo el brazo). Un artesano de 35 años al que llamaremos Pierre (el nombre es ficticio) conduce su vehículo tranquilamente. De repente ve (realmente cree ver) a Osama Bin Laden paseando por las calles de la tranquila ciudad francesa (sin duda pensando en que nuevas maldades puede cometer). Ante este hecho y después de una reflexión (como se podrá comprobar no demasiado elaborada) llega a la conclusión que cualquiera de vosotros hubiera tomado en su lugar: la mejor solución para acabar con el problema que se le acaba de plantear es embestir con el coche y así pillar la generosa recompensa ofrecida por los USA.
En su carrera Pierre se saltó un semáforo en rojo, invadió un espacio reservado para peatones y casi consigue acabar con la vida del presunto terrorista. Por suerte falló y ha pasado por el Tribunal Correccional de Montpellier que le ha condenado a seguir un tratamiento medico y a pagar 500 euros a la víctima. Osama sigue libre.

NOTICIA NÚMERO 2: JUSTICIA

En el segundo caso que hoy nos ocupa me veo obligado a ocultar los apellidos de los protagonistas ya que todos son menores.
Suposición número 1: Daniel es malo.
Hecho número 1: El día de autos Daniel se burla de un niño deficiente cuyo nombre desconocemos y al que llamaremos Felipe pese a que no creo que vuelva a salir en esta historia.
Hecho número 2: Enrique, Pablo y Jonathan afean la conducta de Daniel.
Hecho número 3 (atención este es importante): Ante las amenazas proferidas por los tres justicieros Daniel amenaza con denunciarlos y Enrique, según Francisco Cantalapiedra –corresponsal de El País en Valladolid-, “le soltó dos tobas”.
Hecho número 4: Enrique y Pablo están imputados por el juzgado de menores por un delito de “collejas y empujones”. El caso, que ha acabado en la Audiencia Provincial, lleva cerca de un año ocupando recursos de la justicia.
Suposición número 2: No vamos bien.

18 marzo 2004

“El sabio empleo del tiempo libre -hemos de admitirlo- es un producto de la civilización y de la educación. Un hombre que ha trabajado largas horas durante toda su vida se aburrirá si queda súbitamente ocioso. Pero, sin una cantidad considerable de tiempo libre, un hombre se verá privado de muchas de las mejores cosas. Y ya no hay razón alguna para que el grueso de la gente haya de sufrir tal privación; solamente un necio ascetismo, generalmente vicario, nos lleva a seguir insistiendo en trabajar en cantidades excesivas, ahora que ya no es necesario.”
Bertrand Russell. Elogio de la ociosidad. 1932


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 17 de marzo de 2004


He vendido mi alma al diablo o, como Esaú, he cambiado mi primogenitura por un plato de lentejas: por un puñado de conocimientos dispersos he sacrificado mis ingentes cantidades de tiempo libre. Cursillos de todo tipo (y algunos más interesantes que otros ) ocupan parte de mi tiempo.

El tiempo que me sobra (y que, creedme, es mucho) lo sigo invirtiendo en actividades altamente reconfortantes.
El martes cena de pinchos con Víctor, Jordi P. y Quim en el Barcelonia primero y en el Txacolín (donde los pinchos resultan ser mucho más buenos) después. Copas y conversación en el Paddy’s Lane y en el Black Horse. Los bares están muy tranquilos (somos prácticamente los únicos clientes) y eso facilita la tertulia.
También he tenido tiempo estos últimos días para visitar una exposición fotográfica flojísima (en el Col.legi d’Arquitectes de Catalunya) y para leer mucho. He acabado “El Relicario” y he decidido seguir con otro libro de Douglas Preston y Lincoln Child : “La Ciudad Sagrada”. Necesito incluir un poco de variedad a mis lecturas (ocupadas últimamente por los best sellers de los dos escritores americanos) y empiezo también “La Bauhaus”, un estudio de Frank Whitford sobre la escuela artística alemana.

16 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 15 de marzo de 2004


Me despierto y enciendo la radio para asegurarme que todo lo vivido ayer pasó realmente. Mientras desayunamos la noticia se confirma, no fue sólo un sueño.
Mañana de lectura (estoy leyendo “El relicario”, segunda parte de la cautivadora “The Relic”, escrita por Douglas Preston y Lincoln Child) y de intendencia casera.

Hoy es mi primer día de clase. Voy hasta la escuela (moderna, equipada, municipal, gratuita) y, después de varios años sin pisar una aula, disfruto de mi primer cursillo. Aprendo y me lo paso bien. Mañana volveré con ganas.

Vuelta a casa en metro. Por mucho que me fijo no noto todavía la diferencia ni en las calles ni en la gente. Espero poder decir lo contrario pronto.

15 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 14 de marzo de 2004


Me levanto pronto, desayuno con María José y juntos vamos a votar. Después aprovechamos que ya estamos en la calle para bajar caminando hasta el mar. Llueve y el viento levanta grandes olas que ya se han llevado la arena de media playa. Los únicos que aprovechan y, por lo que parece, disfrutan son unos cincuenta surferos que convierten, por unos momentos, nuestra ciudad en un Hawai de neopreno.
Tomamos un café mientras leemos el periódico e “L’Arenal” (Paseo Marítimo de la Barceloneta 93.221.08.10). Su situación privilegiada (sobretodo con la playa vacía) queda empañada por el desagradable olor que reina en el local. Pese a todo algún día le daremos una segunda oportunidad.

Por la tarde y dentro del ciclo de cine español patrocinado por mi padre (que pese a no tener DVD tiene una destacable selección de títulos en este formato) veo “Canciones para después de una guerra” de Basilio Martín Patiño. Crónica sentimental de lo más negro de cuarenta años de dictadura el filme sigue siendo, pese a una excesiva economía de medios muy patente en algunos momentos, un soplo de aire fresco.

Paso la noche colgado de los diferentes programas de información sobre los resultados electorales. Después de ocho largos años parece que este país saldrá del túnel en el que el PP nos quiso meter. Esperemos que entre todos sepan hacerlo mejor (hacerlo peor es realmente difícil) y que el ambiente de crispación que últimamente se había instalado entre nosotros se disipe con los aires nuevos.

14 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 13 de marzo de 2004


Mi gobierno me engaña. Hace tiempo que lo sé pero mi margen de maniobra es pequeño. Hoy he tenido una nueva prueba de ello: Todo parece indicar que el atentado de Madrid es obra de el terrorismo islámico; el hecho se confirma a lo largo del día. Pese a todas las evidencias el gobierno sigue empecinado en atribuir el sangriento atentado al terrorismo de ETA. Al final del día, superado por los hechos (detenciones de personas acusadas de encubrir a los terroristas, enésimo comunicado de Al Qaeda –esta vez en forma de video- manifestaciones espontáneas de ciudadanos pidiendo la verdad...), el gobierno se ve obligado a cambiar su versión de los hechos.
Estoy indignado y mañana apuraré mi margen de maniobra votando en las elecciones generales.

He visto “Hay Motivo”. No lo dudaba, pero la película me lo ha confirmado una vez más. Alguno de los cortos está muy bien.
Por la noche, volviendo a casa caminando después de ver “Cuando Menos te lo esperas...” (floja pero con una actuación grandiosa de Frances Mcdormand) nos sorprende una cacerolada de protesta por la actuación del gobierno durante estos últimos días. No soy el único que está indignado.

13 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de marzo de 2004


Después de meses de difícil convivencia, en los que no han faltado menciones a la madre que la parió, mi piedra y yo nos hemos separado. La expulsión se produjo ayer por la mañana, su tamaño aproximado fue de 8 x 5 x 4mm y en su viaje definitivo la acompañó una hermana de menor tamaño. No se las echara de menos.
Parece ser que este hecho puede romper la espiral médica en la que había entrado (justamente ayer me dieron fecha de intervención), me alegro.

Tarde de manifestación. Dolor contenido y solidaridad con las víctimas del terrorismo. Somos muchos en la calle y otros, que no han podido venir, también están con nosotros. No nos podemos mover y el silencio, en algunos momentos, resulta sobrecogedor. Entre la multitud (1500000 personas según la Generalitat y el Ayuntamiento) me encuentro, después de años sin vernos, a Miguel y algunos ex-compañeros de trabajo.

Fin de la manifestación. María José y yo subimos a Gracia caminando y tomamos una copa en el Puku para hacer tiempo antes de ir a casa de Jordi R. Cena con María José, Jordi y Nuria. Jordi ha preparado un excelente bacalao con gambas y almejas.
La sobremesa se traslada al María. Muchos años han pasado desde la última vez que pisé este bar, pero todo sigue igual (buena música, mucha gente apretada alrededor de la barra y Flowers deambulando por las esquinas buscando el rumbo que perdió hace demasiado tiempo). Un par de cervezas después abandonamos.

12 marzo 2004

11 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 11 de marzo de 2004


Hoy no hay historias alegres. No en el día en el que unos asesinos han decidido cercenar la vida de más de 190 personas en Madrid (provocando también más de 1430 heridos).
Hoy sólo hay solidaridad con todas las víctimas de estos salvajes atentados y rechazo a los atentados y a la gente que los apoya, no queda espacio para más.

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 10 de marzo de 2004


Me levanto pronto y leo hasta que se despierta María José. Desayunamos juntos y damos una vuelta por el barrio mientras solucionamos temas pendientes.
Cuando María José se va al trabajo vuelvo a casa para escribir un rato.
Salgo con la intención de comer algo (hoy no tengo ganas de cocinar nada) y acabo, no se todavía muy bien como, en un cine de Horta viendo Kill Bill (vol I).

5 RAZONES PARA VER KILL BILL... Y CINCO PARA NO VERLA

5 razones para ver Kill Bill
* Es un festival de acción y violencia, regado con abundantes surtidores de sangre.
* Es muy violenta, pero está hecha con un sano sentido del humor que la distancia
de la mayoría de películas de acción de Hollywood.
* Por Lucy Liu.
* Por una sensacional banda sonora.
* Porque sin haberla visto no podrás participar en las próximas polémicas
cinematográficas con los amigos.
Y 5 razones para no ver Kill Bill
* Por su guión mínimo y desangelado.
* Por su irregularidad.
* Por Lucy Liu.
* Dividir la película en pequeños capítulos con título ya cansa.
* El amigo Tarantino no consigue contarnos una historia mínima en el metraje de la
película y nos condena a una saga de varias películas. Espero que, en el vol. 2
(que pienso ver), en la balanza pesen más las razones para verla que las razones
para no verla.


Al salir sigo la caza de cursos sin demasiado éxito.
Por la noche grabo en Localia la película “Hay motivos”. Tengo ganas de verla, lo intentaré mañana.

10 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 9 de marzo de 2004


Empiezo el día acabando de reinstalar drivers y programas en un ordenador que, por fin, parece haber vuelto a la normalidad. Después de un día de trabajo puedo decir que no me cae bien el amigo Gates.
Por la mañana sigo con la ronda de médicos que inicié hace un mes (hoy toca dentista). Empiezas a visitar médicos y no sabes como puede acabar la cosa. El error es empezar ya que una visita suele provocar, como mínimo, un par de visitas más (en el peor de los casos acompañadas por pruebas de diagnóstico sólo comparables a las más terribles torturas.
Con María José voy a comer a casa de Jordi R2. Jordi vive ahora en el barrio y ha amueblado su piso (que me gusta mucho) con cajas de cartón llenas de libros y otros productos. Ser moderno tiene estas cosas. Comemos mucho y bien mientras nos explica sus planes para su nueva casa. El postre –el mejor tiramisú que he comido en mucho tiempo- nos deja sin palabras.
Jordi ha hecho un barreño de tiramisú e insiste en que nos llevemos un poco. Vamos a casa, cojo un recipiente (muy grande) y vuelvo a casa de Jordi a por el preciado botín. Es muy tarde, la comida se ha convertido en una comida-merienda-cena y queda poco día para nada.

09 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 8 de marzo de 2004


Somos tontos. El hombre más rico del mundo es el responsable de un sistema operativo que es más inestable que Jack Nicholson en “El Resplandor”. Y en vez de correrlo a gorrazos (que es lo que sin duda merece) compramos sus mediocres productos para así aumentar su fortuna.
Si, he pasado uno de esos fantásticos días – gentileza del señor Gates – delante del ordenador reinstalando todos los programas (que son muchos más de los que piensas) después de que el sistema se hundiera con estrépito y estoy un poco enfadado.
Para relajarme, ya por la noche y con sólo la mitad de los programas y drivers instalados, cocino bacalao con patatas y allioli gratinado.
Mañana – seguro - será un día mejor.

07 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 7 de marzo de 2004


Sábado. De boda en Caldes, se casan Helena y David en el jardín de un hotel-balneario. Por suerte el sol nos acompaña y la ceremonia resulta muy agradable. La celebración nos ocupa todo el día y, pese a la música del desastroso “DJ”(una mezcla entre el pianista de Cine de Barrio y Pepe Carabias), nos lo pasamos muy bien. Por la noche (son más de las 9 cuando la música se acaba) estamos destrozados. Una alma caritativa, de hecho dos, ha decidido subvencionarnos una habitación en el hotel y nos quedamos a dormir. Es una suerte no tener que volver a Barcelona en el estado en el que nos encontramos al final de la fiesta.

Después de una no muy buena noche (cerramos el radiador de la habitación, convertida en un horno, demasiado tarde) nos levantamos y bajamos en busca del periódico. Damos una vuelta por el pueblo y, pese a que estamos en el centro, somos incapaces de encontrar un quiosco. Preguntamos a un nativo (supongo) de la población, donde podemos comprar un periódico y, sorprendentemente, nos dice que no lo sabe pero que nos puede regalar el periódico que queríamos comprar porque él es el repartidor y le sobran unos cuantos. Aceptamos, le agradecemos la atención y volvemos felices al hotel para desayunar con la familia. En la mesa somos ocho y la sobremesa se alarga. Por delante del comedor empiezan a desfilar “balnearistas” con albornoz camino de la piscina. Dan un poco de envidia. Antes de volver a casa damos un paseo por el casco antiguo del pueblo.
El resto del día se adivina lleno de siestas, de pijamas y de pereza (pero siempre podría equivocarme).

05 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 5 de marzo de 2004


Mañana llena de “tengos que”.
A las 12 quedo con mi madre para hacerle de escudero. Hablamos, damos un paseo, me lo paso bien y como premio poco merecido obtengo un pedazo de tronchón (una de mis muchas debilidades) y un aperitivo en Casa Alfonso.
Acabo “The Relic” (me lo he pasado en grande) y empiezo a releer “Las Minas del rey Salomón”, uno de esos clásicos maravillosos que, por suerte, me hizo leer mi padre hace un montón de años.
Mañana sábado David y Helena se casan. Tenemos todavía un montón de cosas por hacer y mucha pereza. Por la mañana tendremos que correr.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 4 de marzo de 2004


Me levanto tarde (me he vuelto a la cama, después de desayunar con María José, con la intención de leer y me he quedado frito). Repaso mi, últimamente olvidada, agenda del día:
Obligaciones.............................................. 0
“Tengos que”............................................. 2 nota aclaratoria: un “tengo que” es una pequeña tarea que tenemos pendiente pero que no es obligatorio realizar. Un ejemplo podría ser: “tengo que llamar a Juan” (siempre y cuando esta no sea una llamada obligatoria). Fin de la nota poco aclaratoria.
Actividades lúdicas programadas.............. 0

Salgo a la calle, me deshago de los “tengos que” con la habilidad que me caracteriza en estos menesteres y me dispongo a disfrutar del resto de la mañana.
Visito en el Palau Moja la exposición “Dalí. Afinidades efectivas” que resulta ser una magnífica puerta de entrada para adentrarnos en este año Dalí en el que nos ha tocado vivir. No encuentro, en la muestra del Palau Moja, obra destacada del pintor, pero tampoco es lo que venía a buscar. Lo que encontramos en la exposición es un itinerario (en el que es mejor dejarse llevar por un guía) por el substrato ideológico subyacente en la estética daliniana. Aquí está todo o casi todo lo que influenció en la obra de Dalí: Portlligat, Francesc Pujols, Lidia de Cadaqués, Duchamp, Lorca, París, Man Ray, Gaudí, Fortuny, el surrealismo, Bretón, Gala... un paseo para entender mejor a Dalí en este año de fastos en el que estamos sumergidos. ¿Me gusta Dalí? Soy de los que piensa que su obra más interesante es Salvador Dalí y por ello tengo ganas de visitar la muestra del Caixa Forum.
Estoy cerca de la Boquería y tengo tiempo, no hay manera de evitarlo. Paseo por el mercado como un turista más disfrutando de lo que ayer me insinuaba burdamente la exposición “Mercats”. Compro bacalao y olivas.
Tarde con María José. Vemos “Sexo en Nueva York” (ayer le robé a Jordi P. los cuatro últimos episodios de la primera temporada).

04 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 3 de marzo de 2004 (Segunda parte)


Salgo de casa después de dos días sin actividades dignas de destacar (el canguro de ayer fue como estar en casa, pero con niña). Tengo ganas de comerme el mundo y la temperatura moderada de hoy – el día es muy soleado- seguro que me ayudará.
Primera parada: Palau Robert. Exposición “Mercats”.
Grandes aciertos técnicos e inmensos errores de concepción se suceden en una muestra que pretende – y sólo consigue a medias- mostrar la riqueza de los mercados mediterráneos. La muestra está marcada por un excesivo efectismo que se queda a medio camino de lo que quiere demostrar y que no tiene ningún sentido en una ciudad en la que podemos disfrutar, en cualquiera de los mercados municipales, de las sensaciones que la exposición sólo evoca. Un paseo por cualquiera de ellos es una fiesta de los sentidos en la que sabores, texturas, olores, sonidos y colores se confunden sin la frialdad que obtenemos del paso por esta fallida muestra.
Mención aparte merecen las otras exposiciones que actualmente ocupan las salas del Palau Robert. Continúa la tomadura de pelo de “La cuina dels genis del foc” (ahora dedicada a Fina Puigdevall) y se le añade con descaro una desangelada y poco interesante exposición dedicada a la foto-reportera Sandra Balsells. Tres ejemplos de lo que no debe ser una exposición en un espacio público en el mismo sitio, la coincidencia asusta.
Segunda parada: Necesito resarcirme y para ello me dirijo a la Pedrera. En la Fundació Caixa Catalunya (privada) me encuentro una fantástica exposición: ."Cinc pintors de la modernitat portuguesa. 1911-1965”.
Tan cerca y tan lejos... conozco muy poco sobre el arte contemporáneo portugués. La muestra me servirá para descubrir cinco interesantes puntos de vista, cinco evoluciones diferentes de la pintura portuguesa del siglo pasado. Tres hombres y dos mujeres: Amadeo Souza-Cardoso, Almada Negreira, Vieira da Silva, Joaquim Rodrigo y Paula Rego (La única que no ha fallecido y cuya obra posterior a la expuesta me parece infinitamente más interesante). Las obras expuestas son notables y la exposición nos permite acercarnos sin miedo a la pintura portuguesa contemporánea. Como siempre en las exposiciones organizadas por la FCC podemos complementar la visita con un interesantísimo reportaje audiovisual sobre la obra de los cinco autores.
Recuperado salgo a la calle y me encuentro con Jordi R. en un bar “Fanta”. Cerveza y conversación de bar (la vida, el rock y otras zarandajas). Cambio a Jordi R. por Jordi P. (que me ha invitado al fútbol).
El Barça, con una tarea de aliño se deshace del Brondby y sigue adelante en la UEFA. No ha sido un gran partido pero hemos visto algunos momentos de buen juego.
Hacemos una copa en un bar cercano a casa de Jordi para comentar la jugada. La música (horrible, creo que ha sonado Bisbal) y una parroquia digna de una película de miedo, son elementos que consideraremos (quizás no positivamente) a la hora de elegir un bar donde tomar una copa cuando estemos por esta zona.
Vuelvo a casa leyendo en el bus nocturno, el libro me ha pillado.

03 marzo 2004

“... Tras la caída del imperio romano, se produce una desaprobación y condena de su modo de vida. Los conquistadores destruyen todas aquellas manifestaciones (estadios, teatros, circos...) que simbolizan ese estilo de vida caracterizado por el ocio. Esta actitud será la que marcará el comienzo de la ética del culto al trabajo.”
Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 3 de marzo de 2004


Martes. Seguramente fui fabricado con materiales reciclados. Sólo así se explica esta costumbre (fea) que estoy adquiriendo: encadenar enfermedades (hoy ha sido un cólico nefrítico: bañera, calmantes, calor en el riñón... y solucionado, hasta la próxima vez). Deshago planes y leo mientras me recupero. María José me cuida. Por la noche estoy bien y, con María José, voy a casa de Olivia y Roberto para cuidar de Martina. Soy un canguro estupendo, y más cuando los padres se encargan de prepararnos una cena mejor que la que ellos disfrutarán en el restaurante. Cenamos, vemos la tele y leemos, Martina no se despierta ni una sola vez (ya lo he dicho, soy un canguro cojonudo). Calles desiertas y frío. Nos vamos a dormir tarde.

Miércoles. La idea de dormir hasta tarde se trunca por las obras de la finca de enfrente. Mi barrio es, desde hace seis años, un inmenso queso de gruyere en el que el ayuntamiento experimenta con la paciencia de sus ciudadanos. Yo creo que están tensando la situación para ver cuantas molestias somos capaces de resistir o, también podría ser, que es un estudio sobre las enfermedades que producen las molestias urbanísticas. Cualquier otra explicación me parecería ciencia-ficción.
Mañana con María José. En la radio, escucho el programa 600 de “Problemes Domèstics”, el programa de Manel Fuentes en Rac-1, ¡muchas felicidades y gracias por las risas!

02 marzo 2004


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 1 de marzo de 2004


Enfermo y prácticamente todo el día en posición horizontal. Aprovecho para leer (acabo “Conversación en la catedral” y empiezo “The Relic” de Douglas Preston y Lincoln Child.), ver la tele (nada en concreto, la poca calidad de la televisión durante todo el día me condena a un descerebrado zapping compulsivo), escuchar la radio y dormitar.
Por la noche estoy algo mejor y María José me prepara un arroz hervido (mi primera comida en todo el día) que me sienta muy bien.

Conversación en la Catedral
Mario Vargas Llosa

A partir de un reencuentro y de la conversación que este produce, Mario Vargas Llosa reconstruye la historia del Perú durante la dictadura del general Manuel Apolinario Odría (1948-1956). Poco a poco vamos recibiendo las piezas que conforman este mosaico que nos permite asistir a historias particulares que, entre todas, van conformando una historia colectiva de represión, corrupción y desencanto. Y es la degradación del país la que produce la degradación de todos y cada uno de los personajes.“Conversación en la Catedral” es otro de los imprescindibles de Mario Vargas Llosa (junto a “La Fiesta del Chivo” y “La Casa Verde” – en mi opinión y teniendo en cuenta que todavía no he leído toda su obra- ), uno de esos libros en los que el autor peruano nos sorprende con su, todavía hoy (el libro es del año 1969), atrevido estilo y con una trama siempre interesante.