21 mayo 2021

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de mayo de 2021


Es un espacio que, para mí, significa música, diversión, cierto caos controlado y sano hedonismo. No obstante, hoy, hay silencio, orden, colas y esperanza. El vacunódromo de Fira de Barcelona – en el mismo lugar en el que el Sonar+D apuesta por la innovación – funciona perfectamente. Pocos minutos después de mi cita, salgo a la calle con una vacuna que nos ha de acercar a la normalidad que perdimos el año pasado.

De hecho, más allá de la anécdota personal, el avance en el proceso de vacunación ha provocado una relajación en las restricciones que se empieza a notar en nuestro tiempo de ocio.

En estas últimas semanas han vuelto las celebraciones familiares en Graceland con la celebración de 175 años conjuntos, las comidas y cenas con amigos en terrazas o restaurantes abiertos al mar, un fin de semana alejados de Barcelona (acogidos por Marta y JoanMa que nos cuidaron como siempre hacen) y un paseo por la playa de S’Agaró (después de un año y ocho meses sin pisarla, nunca había estado tanto tiempo alejado de ella).

Espero poder seguir recuperando gente, sensaciones y vivencias que, hasta marzo de 2020, eran parte de mi vida.



06 mayo 2021

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 6 de mayo de 2021


Abandono el ostracismo y el silencio que, la falta de actividad, han impuesto a este diario.


Poco a poco, las restricciones se suavizan y podemos empezar a hacer cosas que hace poco nos estaban vedadas.

Continuamos con nuestros paseos por Barcelona. Con María José hemos paseado por Fort Pienc, El Putxet i El Farró, La Bordeta, La Marina del Port, L’Antiga Esquerra de l’Eixample, La Font de la Guatlla, La Clota, La Teixonera, Sants-Badal y Ciutat Meridiana. Descubrimos rincones, fachadas, detalles, restaurantes, paisajes, bodegas… hacemos algún dibujo, algunas fotos, hablamos y, sobre todo, caminamos.

Y, tras mucho tiempo encerrados en el Barcelonès, hemos podido salir. Hemos aprovechado para celebrarlo en uno de nuestros restaurantes preferidos y, luego, hemos dormido frente al mar.

También, en este largo paréntesis, hemos asistido a nuestro primer concierto del año en la Salamandra. Dentro del Let’s Festival, Pau Vallvé, entre monólogo y monólogo (con algo del Club de la Comedia y mucho de manual de auto ayuda), nos regala buenos temas. La excesiva verborrea lastra el conjunto.

Finalmente,  hemos vuelto al teatro para ver en el Poliorama a Imanol Arias en “El coronel no tiene quien le escriba”.

Muy poco a poco, parece que nuestra normalidad empieza a asomar.