31 marzo 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 31 de marzo de 2013
Vacaciones, días 2, 3 y 4

Este debería ser nuestro estado natural. Tiempo para disfrutar, para pasear, para comer con la familia celebrando – o no – un cumpleaños, para leer, para escuchar música, para ir al cine (aunque sea para ver la floja “Los últimos días”, una serie B del montón que el papanatismo patrio nos ha querido vender como la quinta esencia del séptimo arte), para improvisar una barbacoa con amigos en Graceland (la primera de la temporada), para ver series y películas, para sestear, para vivir sin preocuparse del reloj ni del calendario, para disfrutar del regalo de un día de sol que se alarga por el cambio de horario… Vacaciones… y están siendo buenas. 

28 marzo 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 28 de marzo de 2013
Vacaciones, día 1

Vale… cinco días no son exactamente vacaciones… pero tenía ganas de ponerlo y es una licencia que, como autor, me puedo permitir.

Aprovecho que hoy es laborable para comprar, hacer algunos encargos y escuchar algunos discos que, debido a mi falta de tiempo, había olvidado en un rincón. Escucho a los Guadalupe Plata y cuento los días que quedan para su actuación en el Primavera Sound. También me sabe mal haber tardado tanto en escuchar los últimos de Bob Dylan y Yo la Tengo. Tanto Tempest como Fade son de lo mejor de la cosecha del año pasado.

Hace un par de días nos invitaron al teatro… y después de muchos aciertos… no tuvimos suerte y la obra era de lo más flojo que hemos visto últimamente. No siempre se pude ganar.

Lectura, paseo con Cass por el barrio, aperitivo en el patio de Graceland hoy que el tiempo lo permite, alguna partida ocasional de pinball… vuelve a sonar el Fade de Yo la Tengo… y cada vez me gusta más.

26 marzo 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 26 de marzo de 2013

Y ya ha pasado otra semana. El sábado fuimos a casa de Núria y Jordi R. para cenar. Y Núria nos preparó una cena espectacular. “Garoines”, pollo tandori y curry de ternera. La presencia de picante me lleva a consumir mucho más de lo que es prudente... pero uno no siempre puede dominar sus adicciones. La cena sirve para acompañar las conversaciones sobre música (sobretodo), fútbol, planes, la actualidad, los josdeputa que nos han jodido... y otras muchas cosas.

Tras varios aplazamientos, amagos y soluciones alternativas, por fin reiniciamos los aperitivos. Aún en domingo – ya volveremos al tradicional sábado – esta vez nos fuimos hasta “Lafuente” (Gran Via de les Corts Catalanes, 931. Barcelona). Tapas generosas en las que predominan los fritos (comimos bravas, chocos, morros, croquetas y alcachofas rebozadas) y buen precio. Pese a que estábamos en petit comité (eramos los habituales), estuvo muy bien volver a arrancar.

Vuelta a casa, siestas, paseos con Cass y descanso dominical.

Y cuando ya va siendo hora de encerrarse en casa para disfrutar de las últimas horas del fin de semana, salimos hacia el Apolo para ver a Edwyn Collins. Uno de los músicos que le acompaña en la gira, Carwyn Ellis, nos ofrece primero sus canciones en versión acústica. Carwyn Ellis, a parte de ser uno de los hermanos Weasley, es el alma de Colorama. Buenas canciones y él sólo – con teclado y guitarra – en el escenario. Pese a que insistió en decirnos que “somos Colorama”, en el escenario sólo lo vimos a él. Y nos gustó, espero que pronto podamos disfrutar de Colorama al completo.

Y llega el momento de disfrutar de Edwyn Collins. Acompañado por sólo dos músicos, no sonó tan brillante como la anterior vez que lo vimos en directo (entonces vino acompañado por una banda espectacular), pero sus canciones son pequeñas joyas que siempre es un placer escuchar. Emotivo, divertido, socarrón... Edwyn Collins presentó las canciones de su nuevo disco “Understated”, repasó las de “Losing Sleep” y no se olvidó de sus temas más emblemáticos (“A girl like you”). Gran concierto, buen punto y final a otro fin de semana intenso.


Y en el Arts Santa Mònica, vale la pena no perderse “From here On” una exposición que nos permite reflexionar sobre la fotografía actual. Artistas reflexionan sobre el papel que la fotografía tiene actualmente en un contexto en el que tenemos ilimitados recursos para crear. Hay aportaciones fantásticas (Me interesan especialmente Doug Rickard, Corinne Vionnet – su tratamiento de las fotografías de viajes y el formato con el que las presenta acercan sus obras a la pintura -, Adam Bartholl y Pavel Maria Smejkal (un trabajo parecido al de John Haddock pero menos divertido y mucho más interesante). Y en la planta baja “Jordi Benito. Interiorisme/Accionisme” me permite hacer un par de fotos que inmediatamente cuelgo en instagram mientras pienso en la relación que esto tiene con la exposición que acabo de ver.


21 marzo 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 21 de marzo de 2013

Deambulamos por la semana hasta que el fin de semana llega para sacarnos de nuestro letargo. Y, si el tiempo y las actividades acompañan, dos días de tranquilidad nos compensan del ruido y la furia que hemos sufrido durante los otros cinco.

Sábado noche. Salimos a cenar con Jordi y María. Probamos el LLamber (c/Fusina, 5 Barcelona. Teléfono: 93 319 62 50). Se define como taberna gastronómica y ofrece platillos y tapas (con inspiración asturiana).  Pese a que el local es grande, conviene reservar ya que el sábado estaba a tope. Empezamos con unos cuantos entrantes: Anchoas con pan dulce de escanda y queso La Peral (de las mejores que he probado, también de las más caras), Bonito marinado en salsa teriyaki , pesto de rúcula y piñones (impresionante), croquetas caseras (muy buenas) y una tabla de quesos asturianos y catalanes (generosa). Hacemos segundos individuales, pero acabamos compartiendo: Arroz guisado con foie, morcilla de burgos con chipirones, solomillo de cerdo curado en casa relleno de Rey Silo y Alitas de pollo. Todos los platos están bien presentados y se hace difícil decidir con cual quedarse. Rematamos con un par de postres y cafés y salimos muy satisfechos (el precio, unos 35 € por persona, me parece muy correcto por lo bien que se ha comido).

La morcilla con chipirones, la foto es de María José

La noche continúa en – un clásico – “The Black Horse”. Cervezas y recuerdos. Son muchas las horas que hemos pasado aquí y, con Ricardo sentado a la mesa, lo recordamos.

Y para rematar la noche, decidimos ir al Magic. La música es buena y, poco a poco, se va llenando. Hacemos fotos, bailamos (unos más que otros) y reímos. En el fondo somos muy básicos y, desde que éramos adolescentes, nos ponen una lámpara de luz negra y somos capaces de pasarnos horas poniendo caras,  enseñando los dientes, sorprendiéndonos de lo mil veces visto y riendo mucho por ello. En el pasillo del Magic hay una… no hace falta decir nada más.

Al volver de uno de mis múltiples viajes al lavabo, me encuentro con que Jordi, María y María José se han confabulado con los empleados de seguridad del local para implicarme en actividades ilícitas. Me encierran en un cuarto para que vea la grabación de mis presuntos actos delictivos. La situación es ridícula pero – lejos de molestarme – me divierte. Una  vez aclarado que se han equivocado de persona – disculpas e invitación a copas incluidas -, nos prometemos amistad eterna y vuelvo a la sala a pasarlo bien (y con una anécdota que contar).

Volvemos a casa muy tarde, como cuando éramos jóvenes y nos reíamos más. 

14 marzo 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 14 de marzo de 2013


Libros, cómics, cine, teatro... y un poco de música. Hay casi de todo en la crónica de aliño de esta semana.

Empiezo con lo más flojito del lote. “La Jungla de Cristal” es una de esas sagas que –hagan la entrega que hagan en televisión – sacan nuestro espíritu más ochentero y nos engancha delante de la tele (al menos a María José y a mi… tenemos otras sagas adictivas… algunas son más dignas y otras más inconfesables). Por eso fuimos a ver “La Jungla. Un buen día para morir” y, pese al festival de explosiones, tiros, caídas y persecuciones, el conjunto decepciona. Si era un intento de introducir personaje – hijo – para seguir con la serie, creo que no ha funcionado. Cuando las emitan en televisión, seguiré disfrutando de las primeras entregas, pero si hacen esta, probablemente haré zapping.


Nos resarcimos viendo teatro, buen teatro. En el nacional hacen – hasta el 7 de abril – “Una història catalana”. Y no debería perdérsela nadie. Jordi Casanovas ha remodelado su obra y la dirige rodeándose de un reparto excepcional. Están todos muy bien, pero Lluisa Castell, Alicia Pérez, Andrés Herrera y, sobretodo, David Bagés (cuatro papeles bordados), están enormes. El texto hace confluir tres historias que nos trasladan, a buen ritmo, desde finales de los 70 hasta nuestros días, retratando a la sociedad catalana por el camino. El destino final del viaje es un desenlace Tarantiniano. Hay ecos de Casavella, aromas de “Tor. Tretze cases i tres morts” de Carles Porta, toques de western contemporáneo, humor y unas gotas de “Perros callejeros”… pero sobretodo hay mucho teatro del bueno.

Una obra te lleva a otra. Y así, la lectura de “Los Ignorantes” de Etienne Davodeau, me ha hecho leer “El fotógrafo” de Lefevre, Guibert i Lemercier. Lo había tenido numerosas veces en las manos pero la mezcla de cómic con fotografía hizo que no me decidiera a leerlo. Por suerte, la lectura de “Los Ignorantes” (en el que aparecen alguno de los protagonistas de la historia narrada en “El fotógrafo” y muchas referencias al cómic mismo, me saco de mi error. He disfrutado mucho leyendo “El fotógrafo”. El cómic narra una expedición del fotógrafo Didier Lefevre con un equipo de Médicos Sin Fronteras a Afganistan cruzando ilegalmente la frontera con Pakistan. El relato mezcla con maestría las fotos del mismo Lefevre y el resultado es una historia arrolladora capaz de sumergirnos y atraparnos desde el primer momento.

Abandonados por amigos, conocidos y saludados, y con un sol fantástico después de días de lluvia, llegó la hora del aperitivo del domingo. No dispuestos a perder el sol, improvisamos- en la terraza de Mariona – un aperitivo (que se convirtió en comida) vecinal.

“Un día perfecto” de Melania G. Mazzucco es el libro que me ha acompañado durante los últimos viajes en metro hasta el trabajo. El libro, que me regalo María José, ha sido todo un descubrimiento. Escrito con precisión casi quirúrgica, “Un día perfecto” es una de esas novelas corales que, personaje a personaje, historia a historia, van regalándonos el gran retrato de una ciudad (en este caso Roma) y de las distintas capas de su sociedad. Altman, Dos Passos, Cela…pero Melania G. Mazzucco se añade la dificultad de relatarnos 24 horas de un día… un prodigio.

Y la música… es la que escucho mientras escribo esto. Hoy Silvia Pérez Cruz.

06 marzo 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 06 de marzo de 2013

Últimamente ando metido en un episodio de “The Killing”: Llueve todo el día, trabajo mucho y con cierta obsesión enfermiza y no hay nada más que trabajo. Mi casa, algo desordenada, además, huele a perro mojado (un olor imposible de definir pero que todos los que tienen perro reconocen inmediatamente). Por suerte hoy hemos tenido un último momento de sol que ha compensado los paseos con paraguas que hemos tenido que hacer estos últimos días. Y ha sido ese sol el que me ha levantado el ánimo y me ha impulsado a escribir un poco y a poner al día este abandonado diario.

No tengo mucho que explicar:

El sábado – era trabajo, pero no, otro día lo cuento – nos dimos un largo paseo por el Raval con Toni. Mientras Toni trabajaba, yo me limité a hacer de guía y a hacer fotos para colgarlas en Instagram. Hicimos una parada técnica en La Perla de Oro (Unió, 34 Barcelona) y acabamos comiendo cerca de Graceland.

Y el domingo nos fuimos hasta Vilanova  para disfrutar de una calçotada deliciosa en casa de Antonia y Víctor “Mans blaves”. Es la segunda vez que tenemos la suerte de que Montse cocine para nosotros… y las dos veces hemos comido muy bien. Repetiremos si nos dejan.

Este Diario está en una de esas épocas en las que debería cambiar de nombre. Los habituales ya saben que es cíclico… así que no me quejaré más de lo necesario.