29 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 29 de julio de 2010


Llueve, las tormentas de verano siempre traen recuerdos de veranos mejores... Partidas de Risk en el balcón de S’Agaró, olor a tierra mojada, a pinos y a actividad interrumpida, partidos del campeonato de tenis aplazados, salir a buscar caracoles con linternas, cartas y tertulias familiares después de cenar... buenos recuerdos de largas tardes de verano.

María José se acaba de ir para pasar la noche en el hospital con las pilas recargadas después de una agradabilísima comida en casa de la Fortu y el Jefe que nos han preparado un menú estupendo (con una fideuà para chuparse los dedos) aderezado con mucho cariño. Recuperados – y, en mi caso, anestesiado por el vino y el cava consumido – volvemos a nuestra extraña rutina no vacacional.

Sois muchos los que nos habéis llamado para ocupar el puesto de “recargadores” que hoy han ocupado la Fortu y el Jefe (el otro día vinieron Quim, Carol y Noa a casa para llenarnos de energía y no lo he contado)... vamos buscando huecos y tenemos ganas de estar con todos vosotros... pero no siempre encontramos el momento. Gracias por estar ahí... saber que os tenemos nos llena también de energía.

25 julio 2010

“He tenido suerte al encontrar este lugar. Me espera un día preñado de infinitos horrores. Estoy sin trabajo en este momento e intentando encontrarlo. Y es como si me hubiese lanzado a buscar el Santo Grial. Llevo ya una semana deambulando por el barrio comercial. Carezco, al parecer, de alguna perversión especial que buscan los patronos de hoy.
- No tiene suerte, ¿eh?
- Bueno, he contestado sólo a dos anuncios esta semana. Hay días que estoy absolutamente desquiciado ya cuando llego a la calle Canal. Esos días puedo darme por satisfecho si tengo ánimos bastantes para entrar en un cine. En realidad, he visto ya todas las películas que ponen en el centro y, dado que todas son lo suficientemente ofensivas como para que se mantengan en cartelera indefinidamente, la semana que viene se presenta particularmente lúgubre.
El viejo miró a Ignatius y luego miró aquella enorme olla, el hornillo de gas, los carros abollados. Al fin, dijo:
- Yo puedo darle trabajo aquí.”
John Kennedy Toole. La Conjura de los Necios


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 25 de julio de 2010


El filósofo romano Anicius Manlius Severinus Boëthius escribió “De Consolatione Philosophiae”, el libro de cabecera de Ignatius J. Reilly. En él, Boecio, expone un tema que se convertirá en fundamental en la filosofía medieval y en una de las bases del pensamiento del ilustre (y ficticio) escritor orleanniano: La rueda de la fortuna.

Nuestra suerte está regida por los ciclos provocados por el giro de una rueda impulsada por una diosa ciega.

”Último sábado antes de reincorporarme a la vida laboral”. Esto lo escribí hace exactamente seis años. Hoy es domingo pero la fecha y el mensaje son los mismos.

La rueda parece haber completado un ciclo y empiezo una nueva etapa con fuerzas renovadas y muchísima ilusión.

Hace seis años también dejé a María José sin vacaciones. Lo siento, la diosa – a parte de ciega – parece tener un extraño sentido del humor.

Por otro lado, nuestra amiga está mucho mejor. En el mejor de los cálculos, hace poco más de una semana, no podíamos ni soñar una situación tan favorable. Queda todavía mucha lucha por delante, pero todo parece andar mejor. Quiero volver a daros las gracias a todos por vuestros mensajes, llamadas, abrazos, ánimos y fuerzas. Nos han ayudado mucho.

22 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 22 de julio de 2010


Las cosas tardarán en estar en su sitio, pero el miedo ha dejado espacio a la esperanza y nosotros empezamos a recuperar un ritmo no tan alterado. Han sido días difíciles y queda mucho camino por delante pero, gracias a todos los que – de una u otra manera – nos han hecho saber que estaban ahí, los sinsabores han resultado más llevaderos y nos han hecho sentir que no estábamos solos.

María José se queda un rato más en el Hospital y yo vuelvo a casa en tren. Al poco de salir de la estación, paso por delante de mi antiguo colegio. Los campos que antes lo aislaban del mundo, ahora son edificios. Los caminos de tierra se han convertido en calles y el barro de los días de lluvia debe haber desaparecido igual que también han dejado de existir muchas de las construcciones que flanqueaban nuestro diario camino hasta la estación. El colegio, en cambio, sigue igual. Quizá ha crecido un poco, pero pocas diferencias más puedo distinguir a la velocidad que pasa el tren. Un poco de nostalgia no está mal.

El mundo vuelve a ponerse en marcha para nosotros y, en algunas cosas, parece que funciona mejor. Hay cambios, y son buenos.

19 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 20 de julio de 2010


Me despierto. La frontera entre pesadilla y realidad es difusa. Pero en unos segundos, el sueño se disipa y sé que ha pasado de verdad. María José me explica después que ha tenido la misma sensación, esos mismos segundos en los que ha creído que todo era fruto de un mal sueño.

El camino al hospital es largo. Silencios. La música nos ayuda y nos llena de energía. Cantamos las mismas canciones que hemos puesto en un reproductor de mp3 para ella.

Llegamos y, antes de que empiece la montaña rusa de emociones, nos reencontramos con los que comparten nuestras esperanzas.

Pequeños avances. Esperanzas renovadas. Lágrimas de alegría y de incertidumbre.

Los mensajes y llamadas de amigos y el cariño de nuestra familia también nos dan fuerzas. Cada día que pasa, está mejor, gracias a todos.

17 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de julio de 2010


Y, de golpe, el mundo se para. Y todo lo que hace unos días parecía importante - incluso imprescindible - en nuestra vida, deja de serlo.
El miércoles una amiga empezó una guerra que será larga. Miedo, rabia, esperanza y vuelta a empezar. No es fácil pensar en nada más, pero – me cuesta mucho escribir en estos momentos - he creído que tenía que explicarlo aquí y no prolongar más el silencio.
Espero volver pronto.

12 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de julio de 2010


Y el gol, a falta de pocos minutos para que acabara el partido, entró y la Selección Española de Fútbol se proclamó Campeona del Mundo. No era la primera vez que le veía ganar la final de un Mundial. De pequeño le vi ganar numerosos mundiales de subbuteo y no pocos de chapas. Después, ese andar por el suelo fue substituido por una silla y los jugadores de plástico por el teclado de un ordenador o por el mando de una consola, pero esa Selección Española seguía ganando título tras título.
En la vida real, no obstante, el triunfo era sólo un sueño lejano. Un logro remoto que sólo estaba al alcance de algunos – y nosotros no éramos nunca los elegidos -.

El primer mundial que recuerdo es el del 78. De la participación de la Selección sólo recuerdo el partido en el que Cardeñosa pasó a la historia – aunque quizá es un recuerdo inducido pese a que incluso creo recordar donde vi el partido –. Y llegó el 82. España era el anfitrión, íbamos a ganar y en la segunda fase nos fuimos a la calle. En el 86, con Miguel Muñoz en la banqueta y tras el 5-1 a Dinamarca creí por primera vez en el sueño, pero la realidad – en forma de injustos penaltis - se impuso. Las Selecciones de Suárez (1990), Clemente (1994 y 1998), Camacho (2002) y Luís Aragonés(2006) tampoco consiguieron nada bueno, se interpusieron – además de las carencias propias – Yugoslavia, la Italia de Tassoti y su encontronazo con la nariz de Luis Enrique, la peor actuación de la historia, un arbitro caserillo y la Francia de Zidane.

Y en el 2010 parecía que los elegidos para la gloria eran los de siempre... y encima perdimos el primer partido... pero la selección que mejor juega al fútbol – pese a que no ha podido demostrarlo en el Mundial – se ha hecho con el campeonato con las dosis adecuadas de talento, suerte, buen juego, esa furia española que antes esgrimíamos como único argumento y que ahora sólo aparece cuando se necesita, entrega, sacrificio, concentración, preparación y fútbol. Y el sueño se ha hecho realidad. ¡Campeones! Enhorabuena a todos los que, como yo, ayer disfrutaron con la victoria.

11 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 11 de julio de 2010


Cientos de miles de catalanes salen a la calle para demostrar su descontento. Aunque algunos así lo quieran hacer creer, no todos piensan lo mismo ni tienen las mismas ideas. Todos, eso si, creen que Catalunya es una nación y no están contentos con la sentencia del tribunal constitucional (las minúsculas son una pequeña declaración de intenciones y no un error ortográfico, que también podría serlo). Unos quieren la independencia, a otros el actual estatus les está bien pero piden respeto, otros quieren dejar de jugar con cartas marcadas, muchos sólo están muy cansados... miles de personas, miles de pequeñas y grandes reivindicaciones, miles de historias, sueños, esperanzas e ilusiones, rabia contenida, alegría por vivir un momento histórico, sentimiento de unidad...
Durante la manifestación, los mismos políticos que no han sabido gestionar la situación a la que hemos llegado, se atribuyen meritos, interpretan sensibilidades haciéndolas suyas y demuestran una vez más que no han entendido nada. Al día siguiente, políticos contrarios al Estatut, en una muestra más de su falta de responsabilidad y de respeto, ridiculizan, faltan al respeto y la verdad minimizando la importancia de la manifestación de ayer y sacando conclusiones partidistas.
Ayer, en la calle, se expresó el pueblo que quería hablar libremente (también estaban los políticos pero muy a su pesar ayer no eran los protagonistas, aunque los medios de comunicación sigan dándoles una presencia mayor que la que merecen). El grito está ahí para quien lo quiera recoger (aunque ellos, me temo que no voy a equivocarme, lo único que quieren recoger de todos nosotros son nuestros votos y el dinero y el poder que cada uno de ellos llevan implícito).

Y hoy - es difícil no mezclar las cosas, pero hay que evitarlo a toda costa – mi selección, la Española, juega por fin la final del Mundial. Es la selección con la que he sufrido decepciones y alegrías durante toda mi vida (más de las primeras): la del error de Cardeñosa contra Brasil, la del Maltazo, la de la nariz rota de Luis Enrique por el codazo de Tassoti, la de la medalla olímpica en Barcelona’92, la de los sobacos sudados de Camacho, la de la Eurocopa del 2008... y además esta es mi selección más que nunca: juego bonito, muchos jugadores del Barça y muchos catalanes... sea cual sea el resultado, seguro que será una gran final y espero que España gane el Mundial, un sueño que hasta hace poco parecía inalcanzable.
Y el que, tras el partido, mezcle política y fútbol (los habrá de los dos bandos pero, dependiendo del resultado, hincharán más el pecho los unos o los otros), son unos descerebrados que dan al deporte el uso contrario al que deberían dar.

Y después de este largo manifiesto – lo siento, cada vez salen más extensos – sólo queda contaros que durante todo el fin de semana, he estado acompañando a María José en el Mercat de Moda Jove de L’Hospitalet, que hoy vienen amigos a ver el partido (unos irán con España, otros con Holanda y alguno tiene el corazón dividido) y a disfrutar del fútbol y que este diario en el que explico una pequeña parte de mi vida hoy cumple 7 años. Voy a preparar el proyector, el barril de cerveza y las patatas que ya falta poco. A partir de mañana toca Tour.

09 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 09 de julio de 2010


Hace días que no hablo de libros. Últimamente he leído menos – largas partidas con la Dingoo tienen parte de la culpa, el calor y la pereza se llevan el resto – y los libros que han ocupado mi tiempo – “Elevación, elegancia y entusiasmo” de Francisco Casavella y “Contes” de John Cheever – requieren atención y tiempo. Tiempo que les he dado y les seguiré dando porque estoy disfrutando mucho de ambos.

Pero no quería hablar de los cuentos de Cheever ni de los artículos de Casavella. Quería hablar del otro libro que he leído durante estos días: “Amberville” de Tim Davys. Tim Davys, AmbervilleY es que “Amberville” es un libro curioso escrito por un autor desconocido que se oculta tras ese Tim Davys con el que firma el libro.
La portada es ya toda una declaración de intenciones: el “Nighthawks” de Edward Hopper convenientemente tuneado (ampliar la foto de la portada y veréis). Y lo que encuentras en el interior es precisamente lo que la portada te anuncia: novela negra pasada por el tamiz de Hollywood y protagonizada por animales de peluche.
El escenario no puede ser más cinematográfico: Amberville es uno de los cuatro barrios de Mollisan Town, una ciudad habitada por peluches que debe mucho al Toontown (Bujolandia en castellano) de los Dibus de “Quien engañó a Roger Rabbit”.
El escenario, el ritmo de la narración, los personajes estereotipados... todo nos lleva a un lenguaje más cinematográfico que literario... pero “Amberville” funciona. Se lee con facilidad y lo que en un principio pensaba que sería un lastre (personajes no humanos con actitudes humanas), resulta terriblemente atractivo. No es alta literatura, pero – pese a su sencillez - divierte y entretiene desmitificando los tópicos de la novela negra. Me ha gustado casi tanto como me ha sorprendido.

Os dejo el trailer de promoción del libro, otra curiosidad.

08 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 08 de julio de 2010


Martes de Olivero con Toni, Alex “el niño” y Jordi P., comida en la Bodegueta del Museu, primeros encierros, tour olvidado (ya llegarán esas grandes siestas), la selección española de fútbol clasificándose para la final del Mundial con un grandioso partido ante Alemania, mucho calor, barbacoa en el patio de Graceland, paseos con Cass que se quema las patas cuando esperamos para cruzar un semáforo, políticos de bajo perfil demostrando una vez más su poca valía con el tema de la manifestación del sábado (ojalá pudiéramos dejarlos a todos al margen)... los días pasan y se acercan las vacaciones.

Toni me envía la foto de una tapa de morro del Olivero Güeno, aquí la tenéis

05 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 5 de julio de 2010


Vuelta a la normalidad después de un fin de semana intenso que empezó el viernes con un largo – en tiempo y por los atascos de salida de la ciudad – viaje hasta Calella de Palafrugell con parada en S’Agaró para dejar a Cass. En los Jardines de Cap Roig, Rufus Wainwright inauguraba el Festival y teníamos las entradas desde hacía tiempo. Llegamos pronto y con tiempo de comer algo. Bocadillo de pollo con curry (buenísimo) y un postre de frutas rojas con mascarpone del que muchos restaurantes deberían aprender. Un catering algo caro pero con mucho más nivel del que se suele ofrecer en este tipo de eventos. El ambiente es curioso, los fans del cantante – claramente una minoría – se codean, con los que no tienen ni idea de quien es ese que canta pero que han venido porque a Cap Roig, vienen todos los años.
El concierto empieza tarde – la organización intenta justificar el retraso con un accidente que no permite el acceso al recinto, pero lo cierto es que diez minutos antes de la hora indicada para el inicio del concierto aún no permitían el acceso a las gradas con lo que a la hora de empezar era imposible que todo el mundo estuviera en su asiento – pero cuando apareció Rufus nos olvidamos de las incomodidades.

Rufus Wainwright ofreció, en su concierto, un repaso a toda su carrera. Simpático, charlatán entre tema y tema y demostrando esa insultante facilidad con la que parece que actúa. Como me perdí el concierto del Liceo, tenía curiosidad por ver como sonaban en directo las canciones de “All days are nights” y nos ofreció “Who are you New York”, una emocionantísima “Martha”, “Zebulon” que siempre – todavía más en directo – aprieta donde más duele, “The dream” y “Sonet 20”. También nos ofreció, mano a mano con Stephen Oremus – director musical de su espectáculo homenaje a Judy Garland -, algunas canciones de “Rufus does Judy”. Acabó el concierto con sus temas más conocidos “Cigarretes and chocolate milk”, “The art teacher”, “Going to a town” y un poco más de Judy Garland para dejarnos con una sonrisa en la boca y la sensación de haber disfrutado una vez más de un concierto mágico. Vuelta a S’Agaró, paseo con Cass por la urbanización y cansancio feliz.

Sábado. He dormido poco pero Cass está muy despierta y me obliga a salir a la calle mucho antes de lo que sería deseable. Caminamos hasta el cruce, me hago con el periódico en la gasolinera y vuelvo a casa para preparar el desayuno y desayunar con María José en el balcón. Empieza nuestra rutina: siestas, paseos por Sant Feliu, aperitivos en el balcón, ratos de lectura, alguna película, un baño de Cass en Cala Pedrosa, el primer melocotón de la temporada, la selección española de fútbol llegando a semifinales del Mundial, más paseos y más siestas... vacaciones aunque aún no lo sean.
La vuelta, el domingo por la tarde y de nuevo con colas, fue larga y sólo la suavizó la música que nos obligó a cantar durante todo el camino.