29 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 29 de septiembre de 2010


Jornada de huelga general. En mi barrio – Santa Eulàlia de l’Hospitalet de Llobregat – no han avisado a nadie. Sólo las tiendas de los chinos tienen la persiana cerrada.

Me uno, o no, a la jornada de reivindicaciones con una serie de contenidos que llevaban días corriendo por la mesa.

Hace unos meses David y Iola nos dejaron “El Bulli, historia de un sueño” un macro-documental dirigido por David Pujol. 555 minutos – aproximadamente – de visionado después, sólo nos queda darles las gracias. Es fascinante ver, a través de la historia del que ha sido durante muchos años mejor restaurante de el mundo, un proceso creativo perfectamente documentado. Los 9 primeros capítulos trazan la historia de El Bulli mediante un catálogo en el que no sólo vemos los logros sino también el camino que les ha llevado a ellos y el trabajo que hay detrás de cada pequeño avance. El décimo, menos interesante pero más espectacular, recoge una jornada en el restaurante.


Hace unos días me encontré con Cesc en un bar junto a la Boquería. Tomamos una cervecita, nos pusimos un poco al día de nuestras respectivas vidas (teníamos trabajo, estudiamos juntos hace 30 años) y aproveché para hacerme con una de las copias numeradas (yo tengo la 15) del primer – y manufacturado – cd de su grupo Tabasco Candy. El cd se llama Bagdad y presenta seis temas de power pop y rock desgarrado con un inconfundible sabor añejo. Ahora sólo me queda escucharlos en directo.

María José y yo éramos, hasta ayer, de los pocos que todavía no habían disfrutado de “El Mètode Grönholm”.
Y ayer, coincidiendo con la representación 777, tuvimos la suerte de ver la obra de Jordi Galcerán dirigida por Sergi Belbel. Un buen texto, excelentes actores (Roser Batalla, Jordi Diaz, Lluís Soler y Jordi Boixaderas), una dirección ágil, las críticas favorables y los dos millones de espectadores que nos habían precedido eran las garantías de una baza segura. Y no se equivocaban. El Mètode Grönholm acaba de iniciar temporada en el Poliorama. Si no la has visto no te la pierdas.

25 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 25 de septiembre de 2010


Sigo lesionado. María José me cuida. Leo y veo la tele (series, ¿que si no?).

Hace unos meses me impresionó profundamente leer “El miedo” de Gabriel Chevalier. Su visión de la guerra – de cualquier guerra, pero particularmente de la Primera Guerra Mundial – es dura, sincera, dura, descorazonadora. Es el mismo espíritu que me he encontrado en “La guerra de las trincheras 1914-1918” de Jacques Tardi. El cómic, publicado por primera vez en 1993, y ahora reeditado por Norma Editorial, nos explica la guerra de trincheras desde multitud de puntos de vista, todos ellos de soldados rasos, de carne de cañón de ambos bandos. Asco, desesperación, desesperanza, incomprensión, desánimo y miedo, mucho miedo. Tardi consigue transmitir una visión cruda de la guerra y lo hace dándoles voz a los que nunca la tienen.
Imprescindible.

24 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 24 de septiembre de 2010


Una inoportuna lesión me deja sin el primer día de conciertos de La Mercè. Apoyado en María José cojeo hasta llegar a La Coronela donde unas oportunas micheladas y un poco de tequila no solucionan mi problema pero mitigan sus síntomas. Es una lástima porqué me apetecía oír a Nacho Umbert, disfrutar del directo de los Surfin’ Sirlas y – si quedaban fuerzas – volver a ver a Standstill. Antes – todavía trabajando – me encontré con viejos compañeros de trabajo. Me gustó volver a verlos y descubrir que – nostalgias placenteras a parte – no echo de menos ese mundo que hace poco he dejado después de veinte años de profesión.

Días de mucho trabajo y poco tiempo para el ocio. Estoy leyendo “Acción de Gracias” de Richard Ford después de acabar “Cosas que hacen Bum” de Kiko Amat.
Me gustan mucho las crónicas culturales de Kiko Amat en el Cultura/s de La Vanguardia y, aunque no siempre compartimos gustos, suelo coincidir en sus apreciaciones. Es por eso que tenía ganas de leerle en otro formato. Y pese a que, en general, me ha gustado, creo que no llega a ser un gran libro. Los principales puntos a favor de la novela– frescura en el tono y en el uso del lenguaje – son también su lastre más pesado. El lenguaje que utiliza Kiko Amat es más cercano a sus crónicas culturales que a la – buena – literatura. Hay fórmulas que funcionan en esas crónicas que se convierten en una pesada carga durante la lectura (en inglés eso debe tener un nombre... pero yo, por desgracia, no lo se). “Cosas que hacen Bum” está localizado geográficamente – las referencias espaciales son concretísimas y muy reconocibles – pero temporalmente resulta difícil de ubicar. Esta ambigüedad, quizá buscada, genera cierto desconcierto al no encontrar un contexto temporal con el que identificarse. No comparto los elogios que leí cuando el libro se publicó, pero “Cosas que hacen Bum” es una novela entretenida y que se deja leer.

18 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 18 de septiembre de 2010


Atrapado más de lo habitual por el trabajo estoy – yo no he dicho esto - muy cómodo. El nuevo trabajo me deja justo de fuerzas pero no añade desazón a mi vida, más bien al contrario y eso está bien.

Andamos muy cansados y aprovechamos los pocos momentos que trabajos y obligaciones nos dejan, para recuperar energía. Pero encontrarse con un amigo al que hace tiempo que no vemos, es una fantástica excusa para saltarse el régimen monacal que nos hemos impuesto. Hace 21 años (¿Realmente puede ser tanto tiempo?) María José y yo coincidimos con Sergio en una aula. Desde entonces – y con largos periodos entre un encuentro y otro – hemos intentado mantener el contacto. Y después de un par de mails conseguimos concertar una cena que nos apetecía mucho a los tres. Desde el primer momento nos sentimos como si no hubieran pasado todos esos años y volvieron las mismas tonterías que entonces, y todavía ahora, nos hacen reír. Con promesas de repetirlo pronto nos despedimos con una sonrisa en la cara y la sensación de que el reloj que indica el tiempo que ha pasado desde que nos conocemos adelanta.

13 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 13 de septiembre de 2010


Después de un fin de semana de relax en casa, con las salidas imprescindibles para abastecerse de todo lo necesario para subsistir (patatas, olivas rellenas, periódicos...), vuelvo al trabajo y a esa carrera que se inicia con el despertador y que consigue bajar la velocidad cuando el día – o al menos su luz – se empieza a apagar. Los días son cada vez más cortos, no mucho, pero lo suficiente para que se note y, sobretodo, para que moleste.

He leído o, mejor, he devorado “El invierno de Frankie Machine” de Don Winslow. Tras el magnífico “El poder del perro”, Don Winslow escribió este thriller crepuscular sobre un mafioso retirado que ve como un día el pasado llama a su puerta. El tema es un clásico del cine y de la literatura pero Winslow, con las dosis justas de documentación y ritmo, consigue atraparte desde la primera página y no soltarte hasta que llegas al final. Best seller bien escrito, con personajes bien trazados y una historia que permite reconstruir cuatro décadas de la historia del crimen organizado en la costa oeste.

Y mientras escribo esto escucho por primera vez Reinas del Matute, el disco de debut de Las Migas. He empezado – tenía mucha curiosidad – por esa versión deliciosa que nos regalan de “La Tarara” y todas las expectativas que había depositado en ellas a raíz de las buenas referencias que oía aquí y allá, se han visto superadas. Los clásicos bien digeridos, mucha creatividad, capacidad y emoción es lo que destilan los temas de este fantástico álbum. La voz de Silvia Pérez suena dulce sin perder fuerza, la alegría alterna con el sentimiento... Reinas del Matute es un disco lleno de matices, de detalles, de pequeñas perlas... como esa versión de “María la Portuguesa” que ahora mismo está sonando. A mi me acompañará durante muchos días y a ti – si te gusta el flamenco o tienes ganas de que te guste – también debería hacerlo.

Aquí tenéis el enlace con su myspace y su web para empezar a disfrutarlas.

11 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 11 de septiembre de 2010


Desde hace años un misterioso correo – en realidad no es tan misterioso, pero si lo presento así el relato gana interés – recorre miles de kilómetros con la única intención de traernos un paquete desde México (si he de ser sincero, creo que no es la única intención del correo hacernos de recadero, pero nuevamente me permito la licencia para darle algo de magia al prosaico relato). Esta semana, pocas semanas después de que se agotara mi subministro de salsa picante Maga, llegó el paquete-regalo de María y Amador. Dos cajas de Pulparindos, un par de cajas de Pelon-pelonetes (que se han volatilizado, supongo por la presión durante el vuelo, poco después de abrir la caja), un nuevo cargamento de salsa Maga y una película “El Santo contra las mujeres vampiro” que acompañara la ingesta de botanas generosamente regadas con salsa. Muchas gracias, como siempre al placer gastronómico se unen los muchos recuerdos que me llegan a través del gusto, un regalo genial. Aprovecho para agradecer también la paciencia sin límites del amable correo que, año tras año, es capaz de reducir la distancia en kilómetros que nos separa.



Por lo demás la semana ha sido larga y agotadora. Sin muchas cosas que destacar – ni buenas, ni malas – y con poco tiempo para dedicarlo al ocio. He leído “Una tempesta” de Imma Monsó y me ha gustado pese a que el arranque me pareció demasiado artificioso y me temí lo peor. Y pese a que la trama es algo tramposa, es una novela que se lee fácil y que va de menos a más ofreciendo un buen final, que es algo que siempre se agradece y que muchos novelistas no consiguen.

05 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 05 de septiembre de 2010


Domingo por la tarde. Las últimas horas del fin de semana se agotan más rápido de lo que a todos nos gustaría mientras, en Graceland, suena “While my guitar gently weeps” de The Beatles. De hecho hace rato que me acompaña, y lo seguirá haciendo durante un buen rato, el White Album, quizá uno de los discos que más me gustan del grupo que hace más tiempo que me acompaña.

Ayer Roger y Clara nos invitaron a disfrutar de su terraza y de una sensacional comida. Durante unas horas los problemas quedan atrás, la sensación de vacaciones nos vuelve a rondar y solucionar todo lo que nos preocupa en el día a día parece fácil. Es bueno estar rodeado de amigos.

Vuelta a la biblioteca tras el paréntesis estival. Mi primer hallazgo ha sido “Un zoo en invierno” de Jiro Taniguchi. La barbaridad de publicaciones de manga que inunda el mercado hace que los que no somos especialmente aficionados renunciemos a estar al día. Hay mucho material, poca información y no todo lo que se publica merece la pena. Pero sería una lástima que por esta razón obras de la calidad de “Un zoo en invierno” pasaran desapercibidas. En ella Jiro Taniguchi vuelve la vista atrás y nos cuenta, en clave autobiográfica, los inicios en la carrera de un mangaka. Ritmo pausado, un toque de tierna ingenuidad, un dibujo brillante y mucho talento. Me ha gustado mucho.

Juan Villoro, en el cuaderno del domingo de El Periódico, toma prestada una frase de “Conversación en la Catedral” y – transformándola – se pregunta “¿En qué momento se jodió México?”. En su interesante artículo intenta encontrar la respuesta a esa pregunta y ofrecernos las claves para poder entender como – en poco tiempo – se puede deteriorar el tejido social de un país y con él la convivencia. Estropean su reflexión las obscenas fotos que acompañan el artículo. A estas alturas, y por desgracia, todos sabemos que aspecto tiene el cadáver de una víctima de violencia extrema y no necesitamos que nos lo muestren una y otra vez. Ya sé que al final es lo que vende, pero echa por tierra el brillante trabajo de pedagogía y reflexión de Villoro. Curiosamente es la misma sensación que tuve ayer cuando vi un viejo reportaje de Rec sobre el narcotráfico en México. Un punto de partida interesante, muchas entrevistas enriquecedoras... y una asquerosa espectacularización de la violencia que estropea el buen trabajo periodístico. ¿Son necesarios esos flashforwards anunciándonos las escenas violentas que podremos ver? ¿es necesario repetir – mientras se nos muestran imágenes explicitas – que nos ahorran el visionado de las peores? ¿Son necesarias esas mismas imágenes explícitas cuando la violencia se palpa en todos y cada uno de los aspectos que el reportaje también nos muestra? Una lástima, porque el reportaje de Sistiaga también tiene momentos interesantes que nos permiten entender mejor ese México enfermo de violencia que espero que pronto recupere su normalidad.

Suena “Birthday”, poco a poco empieza a oscurecer, María José y Mariona hablan en el patio mientras Cass le ladra a unos fantasmas que sólo ella ve, ya queda menos para que el día acabe... cena ligera, algún capítulo de la segunda temporada de Fringe y otra semana de trabajo. Os deseo a todos que sea mejor que la que hoy abandonamos.

04 septiembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 04 de septiembre de 2010


Aumenta la distancia temporal entre las crónicas que dan cuerpo a este diario que nunca ha tenido una línea editorial clara y mucho menos una periodicidad regular. Estoy cansado. Tras un año sabático, recuperar el ritmo es trabajoso. Nuevos proyectos, muchas ideas, algunos miedos y mucho por descubrir... es incluso mejor de lo que suena y, pese al cansancio, pese a la sensación de que cada día es una lucha contra el reloj, pese a que no todo está donde tiene que estar, estoy contento.

Nuestros días son carreras contra un reloj que, por suerte, se para a una hora decente. Y cuando lo hace me encuentro con María José e intentamos sacar el máximo partido a esas horas que cada día nos regala. Pequeños momentos de relax en la hamaca del patio, cenas en el patio o delante de la tele viendo el final de Battlestar Galactica (que nos ha gustado muchísimo), una escapada hasta el Sakuraya para comernos una dorada a la plancha (deliciosa, como siempre), una tarde de cine gamberro con Mercenarios (divertida, desmitificadora, llena de homenajes – mi favorito la recreación de Operation Wolf que nos regalan en un par de escenas -, diálogos divertidos y viejas estrellas maltratadas por el tiempo), lecturas no demasiado ociosas pero muy interesantes, una cena con muchas risas en el patio de Graceland con Carol, Quim y Noa, paseos con Cass cuando cae el sol y las temperaturas lo permiten, celebrando el cumpleaños de Laura con amigos...

Cada día, camino del trabajo, paso por un pasillo del metro donde suelen apostarse músicos callejeros. Algunos son insultantemente malos (espontáneos que se hacen con el punto señalado para ello sin tener el permiso), otros son realmente buenos. No suelo pararme a escucharlos – las prisas (ya sean para llegar al trabajo o para volver de él) son las culpables – pero en ocasiones me alegran. El otro día me sorprendió escuchar una buena versión del “Blister in the sun”... no me paré, pero me arrepiento... la próxima vez dedicaré cinco minutos a disfrutar de un paréntesis musical.

Mi falta de experiencia en algunos aspectos de mi nuevo trabajo me ha obligado a orientar parte de mis lecturas hacia manuales técnicos. Me estrené con un libro que Carol nos dejó hace tiempo “Marketing democrático” de Álex Cabré y Guillermo Martorell. Fácil de leer, claro e interesante aunque no revelador. Si que me ha sido de muchísima utilidad “Los cien errores de la comunicación en las organizaciones” de Luís Arroyo y Magali Yus. No son lecturas apasionantes... pero ahora son necesarias y tendrán que convivir durante un tiempo con las otras, más prescindibles (o, según se mire, imprescindibles).