31 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 23 de agosto de 2015

Vacaciones, días 14, 15 y 16

Último día de estas cortas pero provechosas vacaciones.

De nuevo en Graceland tras un último día en S'Agaro con cena en el Pi de Sant Pol con Toni, Jordi R y Núria, playa y ganas de no volver.


Echaremos de menos todo.


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 20 de agosto de 2015

Vacaciones, día 13

17.166 días aquí

Seguramente no es una cifra exacta. Ni siquiera es una cifra contrastada (el cálculo de los bisiestos lo he hecho “a ojo”).

Gracias por todas las felicitaciones, llamadas y mensajes, es agradable ver que se acuerdan de ti pese a las vacaciones.

Día tranquilo en la mejor compañía. Empiezo a disfrutar de mis fantásticos regalos. Doy también gracias por eso.


La noche acaba en el Skull de Platja d'Aro viendo a Futuro Terror.


30 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 19 de agosto de 2015

Vacaciones, días 11 y 12

Me he equivocado. Cargue “Zona caliente” en el ebook pensando que era de Douglas Preston. Pero tras leer el primer capítulo vi que era de su hermano Richard. Decido seguir adelante pese al error.

Rutina vacacional, largos paseos y una cena con Joan María y Xavi. Las vacaciones se acercan a su fin. Las aprovecharemos al máximo.



DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de agosto de 2015

Vacaciones, día 9 y 10

Domingo. Rutina vacacional. Por la noche, cena en casa de Xavi y Núria. Es agradable poder hacer aquí lo que en Barcelona nos cuesta tanto. Por segundo año consecutivo, aprovechamos las vacaciones para compartir un rato agradable y ponernos al día. De nuevo una larga sobremesa nos obliga a trasnochar.


En la playa leo “Secretos de alcoba de los grandes chefs”. Siempre es una buena noticia tener un buen Welsh para echarse al coleto en vacaciones.


29 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 15 de agosto de 2015

Vacaciones, día 7 y 8

Ha pasado una semana desde el inicio de las vacaciones. Cuadrar el día con su nombre y su posición en el calendario empieza a ser una tarea hercúlea y más si la rutina vacacional – completa o no – se impone al resto de actividades. Celebramos el cumpleaños de Esther (y el mío) anticipadamente con una cena en casa de Marta y Joan María. Como no podía ser de otra forma, la noche acaba tarde después de una larga sobremesa y una taja polaca protagonizada por Toni.

También destaca, en el plano retrato de nuestros días, una comida con amigos (Jordi P, María, Carol, Quim, Alex “el niño”, Maica y Toni) en el Dorado Mar con espectáculo natural incluido (la intensidad de la lluvia alargó forzosamente la sobremesa).


Me obligo a sentarme a escribir, aunque sea 5 minutos, ya que, en caso contrario, los días se mezclarían aún más de lo que están haciendo.


28 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de agosto

Vacaciones, día 5

Como nos amenazan con lluvia y temperaturas mucho más bajas, apuramos el último día de bonanza siguiendo la rutina habitual (playa con Cass, desayuno en el balcón, playa, cervecita en Little Odessa...).

Decidimos regalarnos una buena comida en Vidra Gastronòmic, el restaurante del Club Nautic de Sant Feliu de Guixols que luce nueva dirección. Un tiempo de espera irritántemente largo (los primeros tardaron en llegar más de una hora) y una relación calidad precio discreta (pese a la excelente materia prima, los platos, lejos de lucir, no consiguen hacernos pasar un buen rato) hacen que el regalo que nos hemos hecho se envenene y no disfrutamos en absoluto. No volveremos pese a que el local y su ubicación nos encantan y a que el otro restaurante que regentan (Casa Viart en Platja d'Aro) nunca nos ha decepcionado.


María José se alía con Marta y Joan María para urdir una nueva “tortura saludable” sometiéndome a una sesión de pádel. Salgo vivo del encierro y me veo obligado a recuperar fuerzas descansando el resto del día.  


27 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 11 de agosto de 2015

Vacaciones, día 4

No intento despertar a María José. Tantos días trasnochando acaban por pasar factura. Con Cass paseamos hasta la playa para jugar un rato. De vuelta, paramos a comprar pan y seguimos nuestro largo paseo.

Desayunamos en el balcón y reiniciamos la rutina vacacional sólo interrumpida por alguna visita fugaz al supermercado.

El montón de revistas para leer que he traído va disminuyendo poco a poco. Aunque hemos cargado con el ordenador y el vecino nos ha cedido la clave de su wifi (un bien muy preciado aquí), escribo el diario en una libreta. Un día de estos empezaré a actualizar el diario... pero con seguridad, estas crónicas llegarán con algunos días de retraso.


Hace años el verano era terreno vedado para el fútbol. Oíamos hablar de algún torneo veraniego y el único acontecimiento digno de mención era un tardío Trofeo Joan Gamper que no se televisaba y suponía el desplazamiento a Barcelona de los más forofos que acudían a la presentación del equipo. La cosa ha cambiado mucho y los trofeos veraniegos llegan antes de las vacaciones de muchos que ya no coinciden con las de los jugadores de fútbol. Primer torneo oficial – la Supercopa de Europa – y primera victoria del Barça en un emocionante partido. También en esto los veranos han cambiado mucho.


26 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 10 de agosto de 2015

Vacaciones, día 3

Leo el “Lost in music” de Giles Smith que me regaló Jordi P adelantándose a mi cumpleaños. “Lost in music” es la crónica vital de un enfermo de música en la línea del “Fiebre en las gradas” de Nick Hornby. Me es imposible no verme reflejado en las pequeñas obsesiones del fan de la música. Me río y paso algo de vergüenza al reconocerme en manías, filias, obsesiones y fobias. Una buena lectura.

En la playa hay más gente que otros años y el servicio en Little Odessa ha empeorado notablemente. Pese al inconveniente que supone esta disminución en la calidad de nuestro tiempo en esta pequeña república nos dejamos llevar por la rutina.

Por la noche, cena con Ivan, Mani, Esteban, Martina, David, Núria, Marta y Joan María en la Locanda di Nonna Flo. Discusiones trascendentes (zombies o infectados, la negativa influencia en la historia mundial que ha supuesto la inclusión de los garbanzos en los revueltos de frutos secos...) y muchas risas llenan una cena que ya se ha consolidado en nuestro calendario vacacional.


Copas en la playa. Un día más, vamos a dormir tarde.


25 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 9 de agosto de 2015

Vacaciones, día 2

En cualquier momento empezará a llover. Quizá por eso hoy no están los habituales – algunos de muchos años – de esta hora en la playa. Jugamos con Cass y hacemos fotos antes de volver a casa para desayunar. Al dejar la playa caen las primeras gotas.

La lluvia – o la amenaza de lluvia – nos obliga a cambiar la rutina. La playa se convierte en una caótica visita a la zona de supermercados. Naturalmente, al ver las nubes, todos hemos pensado lo mismo.


A mediodía nos encontramos con Marta y Joan María y nos vamos a comer a Can Barris. Caracoles buenísimos, servicio amable y una larga sobremesa que se traslada a su casa. Empezamos con un pacharán, seguimos con gin tonics... en algún momento María José va a buscar a Cass y un rato después oscurece... Joan María aparece con unas empanadillas que serán nuestra cena y que darán lugar a una nueva sobremesa. Es muy tarde y llueve mucho cuando iniciamos el regreso a casa.


24 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 8 de agosto de 2015

Vacaciones, día 1



El coche está aparcado frente al apartamento. La lluvia, muy intensa, nos ha dejado aislados dentro de él. Esperamos a que pare un poco antes de salir y llegar a casa. La lluvia – que en otros veranos había sido vista como el peor de los enemigos – se recibe con alivio después de muchos días de calor.


Aprovechamos una tregua, entramos en casa y nos instalamos en el balcón. Olor a tierra mojada, Ràdio 3 y revistas viejas – toca hacer limpieza, uno de los clásicos del verano -.


Las vacaciones empezaron ayer con otra tradición veraniega. Cena con Toni en el Pi de Sant Pol y copas en el Sunset Boat. Hoy hemos continuado con esas tradiciones o rutinas que hacen grandes 
nuestras – este año cortas – vacaciones: madrugón, playa con Cass, desayuno en el balcón previo paso por la Ibicenca para hacernos con un par de panecillos, playa, cervecita en Little Odessa, siestas del carnero, comida a deshoras, descanso, desconexión… vacaciones.



05 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 5 de agosto de 2015

Leo con avidez “Dos taüts negres i dos de blancs”. El libro de Pep Coll es la reconstrucción del asesinato de una familia de “masovers” (arrendatarios de una masía) en un rincón perdido de la Catalunya rural de la posguerra. Realidad ficcionada que, gracias a un exhaustivo trabajo de documentación e inmersión, resulta totalmente verosímil. Incluso los episodios que son totalmente fruto de la imaginación del autor no chirrían en el conjunto. “Dos taüts negres i dos de blancs”, pese a esa sólida base de realidad, gravita entre la realidad y la ficción más violenta y negra, quizá debido a que la realidad suele superar a la ficción, sobretodo en lo malo. Leerla esperando este registro es apasionante, pero resulta igualmente cautivador el retrato descarnado de una sociedad – la de la Catalunya rural – que ha desaparecido. Salvando las distancias – de estilo, de enfoque, de género -, el libro de Pep Coll me ha traído a la memoria otro gran libro sobre un crimen en el Pallars (“Tor: Tretze cases i tres morts” de Carles Porta).

Hace unos meses me encontré a Morrosko en la inauguración de la exposición “De La Vanguardia al Sidecar” en la Fundación Setba. Me explicó que estaba haciendo un documental sobre la exposición. El domingo – a una hora extraña – la 2 estrenó “La memòria de la plaça: de La Vanguardia al Sidecar” que – quizá por ser un trabajo de encargo o quizá por falta de material gráfico de la primera etapa del local – arranca timidamente. Pronto el oficio de Morrosko Vila San Juan se hace con las riendas y el documental empieza a brillar con la historia – y las historias – del Sidecar. La selección de imágenes históricas es impecable y el resultado muy recomendable para nostálgicos y para todos aquellos – y somos muchos – que seguimos teniendo al Sidecar como un referente de nuestras noches.


04 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 4 de agosto de 2015

Seguir a amigos, familiares, conocidos y saludados en las redes sociales se convierte – en un agosto caluroso en la ciudad – en un pequeño suplicio. Abro instagram y veo fotos de playas, calas, pies sumergidos en el agua o estirados en la arena (de lo que deduzco, quizá erróneamente, que en mi timeline hay unos cuantos fetichistas de los pies), barcos, cervecitas en chiringuitos playeros, copas nocturnas con y sin banderilla, aperitivos, paellas, puestas de sol en lugares paradisíacos, hamacas en jardines, habitaciones de hoteles maravillosos, paisajes de ensueño, botijos fresquitos, helados cremosos, mar y más mar...Mi timeline también está lleno de lugares lejanos y apetecibles Mykonos, New York, Sao Paolo,Saint Tropez, Cabo de Gata, Copenhaguen, Naxos, Venezia... o cercanos e igualmente apetecibles... pero me duelen especialmente paisajes habituales para mí en estas fechas en los que me gustaría estar.

Abro Facebook y la cosa no mejora... las mismas fotos que, en un ejercicio de crueldad (espero involuntaria), se adornan con comentarios que, lejos de alegrarme, me hunden todavía más en mi miseria laboral y urbanita.

Por suerte, Twitter es más soportable y aquí parece que somos más los que estamos sufriendo ciudad y trabajo. Mal de muchos...


¡Disfrutad aquellos que podéis! Vuestro es el reino de los cielos.

02 agosto 2015

La figura del flâneur es ya en el siglo XXI un mito cultural. El paseo (la flânerie) por la ciudad sin rumbo, un poco a la deriva, observando el devenir de la vida cotidiana y las costumbres del paisanaje, dejándose sorprender por lo inesperado, constituye hoy toda una postura, una forma de mirar y experimentar la ciudad que ha inspirado numerosas obras literarias y artísticas a lo largo de la historia

Mery Cuesta 
“El “flâneur” contemporáneo” en Cultura/s 684

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 2 de agosto de 2015

Tras la lectura de los periódicos del día, recupero el Cultura/s de ayer y me encuentro con una reflexión sobre el flâneur contemporáneo. Siempre es interesante leer sobre un tema que me apasiona aunque no comporta muchas de las conclusiones a las que llegan los autores en su análisis de la actualización de la figura del flâneur en el siglo XXI.

Es evidente que vivimos una “realidad cultural líquida”. Fragmentación, subjetividad, flexibilidad, eclecticismo… son parte de nuestra realidad cultural. Pero estos rasgos – característicos de nuestro tiempo – están también implícitos en la flânerie decimonónica – y de allí su modernidad -.

La ciudad – la gran metrópolis con todo tipo de estímulos – sigue siendo el principal escenario en el que el flâneur encuentra su razón de ser. Una flânerie virtual, hecha de retazos digitales es un placebo, sexo online,como visitar museos virtuales con el teléfono móvil  o como leer guías de viajes como alternativa a viajar. Las herramientas que el mundo virtual ha puesto en manos del flâneur si que han cambiado su forma de moverse y, sobretodo, su forma de explicarlo. En cierta manera han democratizado la figura del flâneur convirtiéndonos a todos nosotros en flâneurs a tiempo parcial.

Mery Cuesta y Daniel Córdoba-Mendiola también confunden  los espejismos de la modernidad con la modernidad. El flâneur disfrutará también de una visita a Las Vegas, pero lo hará con un espíritu lúdico, crítico, juguetón y curioso ante la anécdota que supone. El juego de espejos que propone Las Vegas, deja de tener gracia cuando sus trucos quedan al descubierto y la anécdota del cartón piedra pierde su encanto. La ficción es entretenida pero nunca está en la base de la experiencia del flâneur.


Pese a todo, me ha gustado leer el artículo que también está plagado de reflexiones acertadas. Ahora tengo ganas de salir a pasear, a descubrir, a vivir la ciudad… para luego poderlo contar aquí.

01 agosto 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 1 de agosto de 2015

Empieza agosto con aire fresco y jersey en el desayuno del patio de Graceland.

Aún lejos de las vacaciones, busco engañarme con cenas con amigos que, aunque huelan a días de verano, sé que sólo son un buen placebo. Con Albert en Casa Varela (un nuevo descubrimiento en el barrio al que volveremos), con Jordi P. en la terracita del This & That Co. (consolidado ya como una de las mejores opciones a pocos minutos de casa) y con primos y “afegits” en el Ugarit (al que siempre volvemos y nunca defrauda).  Buenas conversaciones, alguna noticia, planes de futuro, un par de copas en la terraza – con espectaculares vistas - de un hotel del barrio, el libro que Jordi P. me regala adelantándose – mucho – a mi cumpleaños (ya tengo lectura para estas vacaciones) y el cansancio que se acumula tras tres noches…  pese a que el trabajo continúa, las vacaciones están presentes (aunque sólo sea por la noche).