30 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 29 de junio de 2005


Me cojo el día libre. Desayuno con María José. Bajo a comprar al mercado. Leo “La Vanguardia” y su suplemento “Cultura/s”. Recibo visitas de posibles compradores. Reparo los problemas que últimamente tenía el diario y aprovecho para darle un nuevo aspecto y eliminar el sistema de mensajes que utilizaba últimamente. Como. Bajo a la calle con la intención de tomar un café en una terracita fresca, el calor me lo impide. Recibo más visitas. Leo “1421”.Camino hasta el “Teatre Nacional” y me siento en una mesa a leer hasta que llega María José. Nos encontramos con Román. Hablamos un rato. Veo "ERARITJARITJAKA", disfruto mucho. Copa de cava al salir (hoy es el estreno). Vuelta a casa. Cena. Lectura. Un buen día.

ERARITJARITJAKA
Teatre Nacional de Catalunya (hasta el 1 de julio)

Quedan dos días: hoy y mañana. Dos oportunidades para disfrutar de un espectáculo teatral distinto, divertido y técnicamente impecable. “Eraritjaritjaka” es una obra de Heiner Goebbels a partir de textos de Elias Canetti. Interpretada por el actor francés André Wilms la obra es un montaje musical en el que los textos de Canetti juegan con la música interpretada por “The Mondriaan Quartet”. El resultado no puede ser mejor (en parte por la excelente escenografía e iluminación – de la mano de Klaus Grünberg” – y por la imprescindible aportación del video en directo – Bruno Deville-): una nueva manera de entender el fenómeno teatral, una gozada para los sentidos, un espectáculo total.
Repito: quedan dos oportunidades. No hay que perdérsela.

29 junio 2005

“...Cuando estaba solo, José Arcadio Buendía se consolaba con el sueño de los cuartos infinitos. Soñaba que se levantaba de la cama, abría la puerta y pasaba a otro cuarto igual, con la misma cama de cabecera de hierro forjado, el mismo sillón de mimbre y el mismo cuadrito de la Virgen de los Remedios en la pared del fondo. De ese cuarto pasaba a otro exactamente igual, cuya puerta abría para pasar a otro exactamente igual, y luego a otro exactamente igual, hasta el infinito. Le gustaba irse de cuarto en cuarto, como en una galería de espejos paralelos, hasta que Prudencio Aguilar le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto, despertando hacia atrás, recorriendo el camino inverso, y encontraba a Prudencio Aguilar en el cuarto de la realidad. Pero una noche, dos semanas después de que lo llevaron a la cama, Prudencio Aguilar le tocó el hombro en un cuarto intermedio, y él se quedó allí para siempre, creyendo que era el cuarto real.”
Gabriel García Márquez. Cien años de soledad.



DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 28 de junio de 2005


Antes que nada quiero mandarte un beso y abrazarte fuerte.

Empieza el día con noticias tristes de esa parte de la familia que son los amigos.

En el camino a Levi Pants, como cada día, leo. He acabado “la cruzada de los niños” de Peter Berling que es una pieza más en el gigante mosaico de ficción que el autor está haciendo de la alta edad media. Una pieza menor y con algunas inexactitudes con respecto a otras de sus obras, que se agradecería se hubiera molestado en solventar para una mayor coherencia de su obra global. Pese a todo es entretenida y una introducción novelística a uno de los hechos más oscuros y desconocidos de la historia medieval europea. Siempre, para evitar quedarme sin lectura, llevo un libro de reserva en la mochila (sólo cuando ya queda poco para acabar el que estoy leyendo). Acabo el libro de Berling, lo guardo y saco de la mochila “1421. El año en que China descubrió el mundo” de Gavin Menzies. Es un libro de divulgación histórica – por lo tanto dirigido al gran público y no a estudiosos de la materia – sobre las grandes expediciones transoceánicas chinas de 1421. Fascinante, hará que me replantee mi visión euro centrista de la historia.
Por la tarde, y ya en compañía de María José, recibimos la visita de una posible compradora del piso y vemos un par de capítulos de “Perdidos”.

Como cada año a finales de junio llega el Grec, el Festival de Verano de Barcelona (teatro, música, danza...). Ayer se inauguró con la obra para la que hoy tenemos entradas: “Al vostre gust” de Shakespeare.
Ambiente muy caluroso, se agradece el “Martini” que, nada más llegar, me ofrecen. Con él en la mano paseo por el jardín mientras disfruto de la música en vivo que ameniza la espera. Renuncio a una segunda copa que podría enturbiar comprensión del texto de la obra.
Pero la obra no responde a las expectativas que había depositado en el pistoletazo de salida del Grec. Pese a algunos momentos brillantes – protagonizados por Víctor Pi, Jordi Martínez (su papel de Pedra de Toc es un caramelo que el actor sabe aprovechar), Albert Ribalta, Pere Eugeni Font y Carles Martínez) -, pese a una escenografía muy conseguida, pese a la música y a otros aciertos parciales, la obra no acaba de cuajar. No sé lo que falla, quizás la adaptación (el cambio de ropaje no viene acompañado de otros elementos – de texto- que creen un contexto en el que la historia se desarrolla), quizás alguna de las actuaciones (Mia Esteve, en el papel de Rosalina y tras un inicio prometedor, no consigue crear un personaje creíble en el momento en el que es mas básica su aportación a la obra), en todo caso el resultado final es irregular, una lástima.
Volvemos a casa contentos, ha empezado el Grec 2005.

27 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de junio de 2005


La fiesta pasa factura y el domingo se convierte en un conjunto de perezas, posiciones horizontales en distintos muebles y actividades que requieren poco esfuerzo.
Por la tarde conseguimos salir y leemos un rato en la terraza de “The Black Horse”. Pese al calor corre una brisa agradable y se está muy bien.
Volvemos a casa y, ante la perspectiva de cocinar, decidimos hacer una pizza en el “Panyvino”. Alargamos así un fin de semana excepcionalmente largo y bien aprovechado. Volvemos a casa caminando por un barrio que se resiste ante el avance imparable de la rutina laboral.

26 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 25 de junio de 2005


Viernes. Una resaca moderada y la mente en un estado cercano al encefalograma plano son las consecuencias no deseadas de la verbena de ayer. Deambulo por la casa sin mucho convencimiento.
A mediodía vienen Jordi R. y Nuria para hacer una Foundee de carne. La acompañamos con una deliciosa Torta del Casar.
La sobremesa se alarga, se acaba el vino, se sigue alargando, se acaba la cerveza y Jordi baja a por más, se acaba el cava... son casi las 11 cuando damos por acabada la comida. Ya no tenemos edad para según que cosas.

luis moscardóSábado. Desayuno con María José y bajamos hasta el Club. La niebla nos esconde el sol pero hace mucho calor y apetece un baño. Leo el periódico y duermo frente al mar. Vuelta a casa y siesta del carnero.
Después de comer vemos un par de capítulos de “Sin rastro” y uno de “Frasier” (un préstamo de David).
Salimos, damos una vuelta por el barrio, María José aprovecha para comprar una falda, visitamos la sala Parés (la exposición de Xavier Rodes Torras nos gusta mucho) y la Galería Trama (una impresionante exposición del valenciano Luís Moscardó).

Con un bus subimos hasta Gracia con la intención de ir al cine pero el bus se desvía por culpa de una mani y llegamos tarde. Nos pasamos por el “Puku” para saludar a Edu pero no está. Ante el fracaso de nuestros planes decidimos volver a casa caminando. xavier rodes torrasPor el camino nos encontramos a Carlos y Montse (quedamos para cenar un día de estos) y a Oriol (que me dice que lee este diario) y a María Cinta (los dos excompañeros de trabajo). Al final – hace ya hora y media que caminamos – llegamos al barrio y cenamos – muy bien – en el “Murivecchi” (Princesa, 59 Tel. 933152297). Por un día abandono la pizza y como un plato de verduras al pesto y una “tagliatta” de ternera. Todo delicioso. Volvemos a casa. Capítulo de “Sin Rastro” y a dormir.

25 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 23 de junio de 2005


Me levanto pronto, desayuno con María José y bajo al Club. Nado, leo y me relajo. A esta hora de la mañana hay muy poca gente y, poco a poco, desembarcan los habituales.
Cuando el sol empieza a apretar recojo mis pertenencias y lo dejo por hoy.

Entrevista de trabajo. Quedo a la espera de noticias por parte de la empresa y de una posible oferta económica.

Por la noche y después de mi paso por Levi Pants, cojo un metro, un bus y camino 10 minutos para llegar a casa de David y Iola. Cuando llego ya están todos, en total somos 10. Cenamos en la terraza (hay comida para 20 más) y después, con el sonido de la noche de San Juan de fondo, alargamos la sobremesa. Las deserciones se suceden y al final en la terraza sólo quedamos David, Jordi P., Toni y yo.
Vuelta a casa. Los petardos, ya en menor número, siguen sirviendo de banda sonora a nuestro regreso.

22 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 22 de junio de 2005


Martes. Vuelvo a la vieja y balsámica rutina del Club. Un baño, un buen libro frente al mar, un sueñecito... el paraíso terrenal – si existió algún día – tuvo muchas semejanzas a esta pequeña parcela de bienestar que representan mis visitas al Club. Con la rutina llega la coexistencia con viejos – en todos los sentidos – vecinos de tumbona: La señora de la gorra de ganchillo amarilla vuelve a amenizar mis duermevelas con los comadreos que mantiene con sus amigas. También está el señor de la perilla y la piel apergaminada, los que hablan siempre de fútbol... es agradable volver a vivir el club.

En Levi Pants tengo un día de mucho trabajo solventado gracias a la pericia de Xavi y al regalo que me hace Gilbert (el “nuevos tiempos” de La Habitación Roja, que en este momento está sonando, concretamente “Nunca ganaremos el mundial” canción construida a base de nostalgias, ideal para echar de menos otros veranos).

La cena con María José (el contrapunto a un día de trabajo peor que otros) y dos capítulos de “Mujeres desesperadas” ponen el punto final a la jornada.

Miércoles festivo (con el permiso de la dirección de Levi Pants). Me levanto pronto, desayuno con María José y con la moto nos acercamos a l’H para hacer una visita oficial a Graceland. Soñamos, planificamos, hacemos fotos y apuntamos los defectos de construcción para pasarle la lista al constructor. Nuestra mudanza se acerca, hay ganas.
Santa CaterinaVuelta a casa. Un par de visitas de posibles compradores. La compra en el mercado. Encargos por el barrio. Mucho Calor, destrozado estoy.

A mediodía Toni se pasa por casa. Con el Photoshop y su habilidad ha restaurado un viejo logo de la Radio para que podamos volver a hacer camisetas (la nostalgia otra vez... me estaré haciendo mayor). Lo celebramos con unas cervecitas y una comida en “La Sucursal” (c/Comerç, 4 Tel. 933106595) un menú de mediodía (gazpacho, pollo al curry con arroz, un delicioso pastel de chocolate casero bebida y café por menos de 10 euros). Hablamos de trabajo y, por suerte, de muchas otras cosas.
Rematamos la jugada en la terraza de “Casa Paco”.
Es hora de empezar a preparar la cena.

20 junio 2005

“En la magia NO HAY TRAMPA porque todos sabemos que SI LA HAY. No hay engaño, porque el verdadero, auténtico espectador, degustador, de la magia, no es NUNCA engañado sino ilusionado: en la Magia, en la verdadera, auténtica magia, en la MAGIA- ARTE sólo hay emoción, ilusión y llamada al MISTERIO. Esta es la clave: MISTERIO, emoción de MISTERIO; éste es el único SECRETO de la MAGIA-ARTE.”
Juan Tamariz


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 19 de junio de 2005

Sábado noche. Con María José, Olivia y Roberto nos sumergimos en un mundo de ilusión y volvemos a ser niños gracias a la magia de Juan Tamariz.juan tamariz Hay magia en el escenario pero también en el ambiente.
Las notas del violín imaginario de Juan ponen fin a dos horas de ilusión y sirven de punto de partida para nuestro aniversario. Hace ya 15 años que María José y yo nos queremos, que reímos juntos y que nos ayudamos. Estoy muy contento.

Domingo. Salimos del teatro Villarroel con una sonrisa tamaño “King Size” y cenamos – pese a la hora y contra todo pronóstico – bien en una pizzería cercana. Copas en una cervecería belga de la misma calle, entre discusiones nos vuelven a dar las cuatro.

Nos despertamos tarde, desayunamos y conseguimos salir a la hora de comer. Con el periódico bajo el brazo bajamos hacia la Barceloneta. Decidimos hacer una paella y vamos a Can Ramonet (c/de la Maquinista, 17 Tel. 933193064). No es barato, pero la paella está muy buena.

Volvemos a casa y pasamos el resto del día entre siestas, capítulos de “Perdidos” (una de las nuevas series, junto con “Mujeres Desesperadas”, que hemos incorporado a la larga lista de series que seguimos) y perezas variadas.

18 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 18 de junio de 2005


Está cerca. Su luz reverbera ya en las calles y su olor empieza a inundarnos. El verano ya está prácticamente aquí y es el momento de recuperar mi relación con el Club. El largo periodo de injusto abandono al que le he sometido se romperá por fin hoy.

Ayer nos fuimos a dormir pronto con la intención de levantarnos a una hora temprana y bajar hasta la playa. Pero que sería de la vida si todos los planes siempre se cumplieran. Son casi las 10 cuando conseguimos, no sin esfuerzo, ponernos de nuevo en pie. Desayunamos sin prisas y salimos hacia la Barceloneta. En el Club disfrutamos de las ventajas de la playa sin sufrir ninguno de sus muchos inconvenientes. Nado un poco, dormito, leo a Peter Berling y me pongo crema para evitar que mi primer contacto de este año con el sol acabe de manera harto incómoda para mí. Como cada vez que vengo al Club me pregunto cual es la razón que me impide venir aquí cada día, que me impide vivir prácticamente aquí.

Al volver a casa nos entregamos a una misión suicida: cambio de ropa en el armario y eliminación de ropa vieja. Algunas prendas históricas – muchas de ellas entrañables – me abandonan hoy. Otras irán a parar a una caja de recuerdos. Desprenderse de ellas sería demasiado duro.

Siesta para recuperar fuerzas. El sábado pasa despacio.

17 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 16 de junio de 2005


Me encuentro con Toni, Roger y Quim en el Kan Kan (el bar de Dani). Los cuatro son antiguos compañeros de fatigas laborales. Juntos recordamos los buenos momentos que pasamos (que fueron muchos). Los malos se han olvidado y ahora son anécdotas – la mayoría divertidas -, pero esos buenos momentos son una de las pocas cosas que sacamos de los tres años que estuvimos trabajando juntos. La otra es un puñado de buenas relaciones.

Copas en “The Black Horse” y en el “Borneo”. Tras la última hay dudas si debemos hacer la que sobra. Un asomo de lucidez nos empuja a dejarlo por hoy. Igualmente la resaca de mañana está garantizada.

15 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 15 de junio de 2005


Llevo dos días saliendo de Levi Pants inusualmente pronto. Esta recuperación parcial de la libertad me ha permitido recuperar algunas actividades que últimamente habían caído en el olvido:
Pasear sin prisas y sin rumbo fijo. Recorrer los pasillos del Fnac, maravillarme, desear mucho y – finalmente - adquirir un par de libros de bolsillo. Leer mucho (he acabado “Historia de Mayta” de Mario Vargas Llosa y he empezado “La cruzada de los niños” de Peter Berling). Coger el Tomb Bus. Pasar por el apartado y salir cargado de cd’s (nada espectacular). Charlar con amigos con el messenger (es la primera vez que tengo una conversación larga) y aprovechar para concertar una cena. Volver a pasear disfrutando de la luz de este verano que se acerca a toda velocidad... es bueno que el hombre esté ocioso.

12 junio 2005

“Amor:
Esta tarde pasé junto a ti y ni siguiera me viste. Cuando dos almas se encuentran es muy feo que una no se fije en la otra.”
Pintada en la calle Apel·les Fenosa. Barcelona.


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 11 de junio de 2005 (parte II. La cena)


Hay ocasiones en las que – cuando me pongo a escribir – se que no seré capaz de transmitir la intensidad de lo vivido. Todo lo que cuente aquí es una mínima parte de la realidad, el relato de lo percibido. Por el camino quedan sensaciones inenarrables, pequeñas unidades que nos quedan grabadas en el subconsciente y aportan sus granos de arena al conjunto de la historia. Siento no poder emular totalmente las sensaciones ayer vividas.

Nos encontramos con Olivia y Roberto cerca del restaurante elegido y, tras una cervecita, nos dirigimos al “Restaurante de la Casa de Valencia”. Al cruzar el umbral nos recibe el camarero y – ya desde el primer minuto – se empieza a mascar la tragedia. Nosotros, con ganas de celebrar el cumpleaños de Roberto, somos insensibles a las señales de alerta que nos llegan de todas partes y todavía pretendemos disfrutar de una sensacional cena.
Nos acompañan hasta nuestra mesa que está en la cafetería del restaurante (el comedor está ocupado nos dicen), nos dan las cartas (bueno, la mía la tiran al suelo) y de entrada nos dicen que la paella valenciana está agotada (miro a las dos o tres mesas que están ocupadas y pienso que todos deben haber pedido raciones inmensas de paella para acabar con las existencias de la Casa de Valencia).
Nos traen un pincho de tortilla para picar y tras él vienen los primeros. Aquí nos damos cuenta del tamaño del error. Tras la “coca hojaldrada con crema de humus y beicon” que piden María José y Roberto se esconde un (lo juro) cruasán (creo que de “la bella Easo”) chafado y ahogado en un liquido blanquinoso que no tiene ningún parecido – ni de sabor, ni de textura, ni de tacto- con todos los humus mejores o peores que he probado. Lo mejor el beicon. Olivia, que pide “ensalada griega”, no tiene mejor suerte. La extraña mixtura de garbanzos (los que se olvidaron de ponerle al humus), judías, lechuga, queso y dos rodajas de un dedo de grosor de pepino es inenarrable. El toque de creación (sin duda el cocinero ha comprado los DVD de cocina creativa de CEAC) lo consiguen clavando un pincho de madera (lo juro) en el pepino (siento no tener fotos para poder ilustrar esta explicación). Yo no tengo mejor suerte y mi arroz de bacalao es un engrudo recalentado en el que el pescado ha sido substituido por coliflor (de nuevo atribuyo la curiosidad a un exceso creativo por parte del cocinero o a un olvido durante la confección del plato, total sólo se ha olvidado un ingrediente).
Nos retiran los platos a una velocidad supersónica y entonces empiezan a cruzar la cafetería mujeres de todas las edades con: pollas en la cabeza (entendiendo por polla el órgano reproductor masculino de la especie humana y no la hembra del pollo), peinetas y pitos en la boca (entendiendo aquí por pito no el órgano reproductor masculino sino un silbato que las mujeres hacen sonar con gran alborozo).
Nuestra cena se ha convertido ya en una escena de vodevil en el que no paran de aparecer nuevas sorpresas. Mientras comemos los segundos (arroces de bacalao sin bacalao y un estofado de cordero – tres trozos- de bar de menú de mediodía) se sienta en una mesa cercana un tío clavado a Falete y su – suponemos- madre. La madre se dedicará el resto de la cena a hurgarse la boca con las uñas y luego a hurgarse las uñas con un palillo (para eliminar – suponemos, tras discutirlo en la mesa – la roña adquirida durante la primera operación). De una sala contigua aparecen individuos con: tetas de goma en brazaletes, faldas escocesas y una gran polla (el que debe mandar más del grupo). Los recién llegados, los camareros y el creativo equipo de cocina se ponen a ver la final de la Copa del Rey. Falete se hace con el mando, sube el volumen y disfrutamos - todos juntos- de la victoria del Betis.

Roberto, en un acto de valentía, pide de postre “espuma de yogurt”. Hay que tener desfachatez para llamar así al plato con el que Roberto es obsequiado. La “espuma” viene servida en un plato sopero y consiste en tres dedos de una crema blanquinosa (no sabría deciros si es la misma del primer plato) con una textura ligeramente espumosa tras ser batida. Increíble. El pastel de chocolate es pura mantequilla.

Nos lo tomamos con humor y nos reímos mucho. Creo que no volveremos.

La copas en el “Mondo Lirondo” y en "La Cervesera Artesana"(c/San Agustí, 14 Tel. 932379594) nos hacen recuperar la fe en la humanidad. Discutimos, reímos, recordamos la cena y volvemos a reír. Son las cuatro cuando llegamos a casa.

11 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 11 de junio de 2005


Viernes. El sol se pone y la penumbra cae sobre la ciudad satélite. La puerta de Levi Pants se abre y por ella salen los últimos esforzados galeotes que – tras una semana de entrega y sacrificio – recuperan, sólo por unas horas, su ansiada libertad.

Con el metro regreso a la ciudad y me encuentro con María José, Lidu y Pepe en el “Ugarit Born”. Desde que los padres de María José se han jubilado nos vemos poco porque no paran. La cena – deliciosa – vuelve a ser interrumpida por una bailarina de la danza del vientre que nos impide hablar durante un rato.

En la terraza de “The Black Horse” nos encontramos con Víctor y Laura y hacemos un par de cervezas.

Sábado. Recibo un mensaje de Pablo (desde Tailandia) en el que – en un ataque de nostalgia - hace suyo aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Intento rebatirle pero al cabo de un rato me encuentro sacándole el polvo a los vinilos. Suenan el primero de “la banda trapera del rio”, el primero de “los ronaldos”, el primero de “The Pantano Boas” y el fantástico “Entresemana” de Le Mans.

10 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 10 de junio de 2005

¿Dónde está el ocio? ¿Dónde los días dorados en los que las actividades placenteras se sucedían a un ritmo imparable? ¿Dónde esas gozosas inmersiones en la cultura?

Levi Pants, tramites relacionados con el piso nuevo, tramites relacionados con el piso viejo, papeleos, llamadas, visitas de inmobiliarias... la verdad es que tengo poco tiempo para disfrutar y mi reputación como ocioso está resintiéndose. Lo malo es que el problema tiene difícil solución a corto plazo, por suerte llega el fin de semana y podremos descansar un poco.

¿Tendré que cambiar el título de este diario?

08 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 07 de junio de 2005


Tras un largo día de trabajo en Levi Pants, nos encerramos en una guerra nueva con la entidad que finalmente nos concederá el dinero necesario para la adquisición de Graceland.

El arduo esfuerzo intelectual realizado requiere un tratamiento alternativo. Los cuidados del “Río Azul” nos devuelven a la normalidad.

Tenemos cierta intranquilidad por lo rápido que va todo excepto la venta del piso. Se que es lo normal, pero... ¿alguien quiere comprar nuestro piso?

05 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 04 de junio de 2005


Viernes. Suena la sirena en Levi Pants. En la puerta me esperan María José y su moto para devolverme a la vida ociosa que durante la semana ha brillado por su ausencia. Cenamos en el “Marc’s” y, como siempre, sus bocadillos y el local, me traen recuerdos de infancia. Esta muy lleno pero tenemos suerte y encontramos sitio en un rincón, me zampo un “franchini” y medio “kamasutra”.
Volvemos al barrio y – antes de ir a dormir – hacemos una cerveza rápida en “The Black Horse”.

Sábado. Mis padres, tras perder el avión, están pasando el fin de semana en Ámsterdam. Pasaremos el fin de semana con la Yayi (turnándonos con Eli y Cesc). Por la mañana nos pasamos por Graceland y empezamos a conocer los alrededores. Localizamos tiendas, supermercados, el mercado y el bar de “Tapas” (con el fantástico cartel que reza “hay caracolillos de vaso” que yo creía parte del atrezzo ideado por un genial diseñador de decorados).
Ya en casa de mis padres estamos un rato con Eli y después organizamos un ciclo de cine gracias a la tarjeta del video-club de mi madre (vemos “los chicos del coro” y “el jardín de la alegría). Vuelta a casa y a dormir pronto.

02 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 01 de junio de 2005


Martes. Mi padre se jubila hoy. Tras muchos años de trabajo, incertidumbres, enfados y alegrías, mis padres – mi madre se jubiló hace poco más de un mes - han alcanzado el deseado estado de inactividad laboral remunerada. Se lo han ganado a pulso, espero que lo disfruten mucho.
Lo celebramos con una cena improvisada en su casa: Gazpacho light (la manzana sustituye al pan) y rape a la plancha. Buenísimo.

Los días que han pasado me permiten hacer ya una valoración sobre que ha supuesto el último episodio de la saga “Star Wars”. La sensación es ambigua. Por un lado tengo la sensación de que por fin el conjunto toma coherencia. Lo que empezó como una gran aventura (aún recuerdo el impacto que supuso “Star Wars” la primera vez que la vi en un cine del Paralelo) se ha convertido en un drama con aires clásicos. Un drama oscuro que gravita sobre grandes temas: el miedo, el destino y la lucha entre el bien y el mal. Por otro lado queda el vacío de saber que, después de 30 años de esperar una nueva entrega “tras el último no va nadie” (como dirían "Los Enemigos) y que hemos llegado a un final (a no ser que decidan sorprendernos y hacernos – una vez más – un poco más felices).
Queda ahora recuperar la saga entera (en el orden original o en el cronológico, que mas da) con lo que quedaré eternamente agradecido al amigo que quiera prestarme sus dvd’s de “Star Wars” o, como se llamaba antes de este mundo pijo-globalizado en el que vivimos: “La Guerra de las Galaxias”.

Que la fuerza os acompañe.