DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 3 de abril de 2015
Hace ya casi cinco años, Jordi y Pez decidieron montar un
netlabel para apoyar y presentar música de bandas que, pese a tener proyectos
interesantes, no siempre consiguen llegar al público. En todo este tiempo el
catálogo de
Bestiar Netlabel ha ido creciendo en cantidad y en calidad. En su
página web (
http://www.bestiar.org) podéis encontrar más de 115 referencias en
descarga libre, la mayoría de ellas, propuestas de grupos emergentes. Junto a
ellos, algunos ilustres veteranos que también deciden publicar sus viejos
trabajos en Bestiar poniéndolos de nuevo al alcance del público. Hace poco se incorporó
al equipo Pep y, juntos, han relanzado el proyecto con la organización – cada vez
más frecuente – de conciertos.
Cuando el tiempo me lo permite, intento echarles una
mano. El martes, en el Ceferino, Bestiar
Netlabel organizó un doble concierto de N.I.T. y La Parade. Creo que al final
no hice nada, pero al menos estuve ahí disfrutando de dos buenos conciertos (me
gustaron especialmente los granadinos La Parade que tienen un directo brutal).
Pronto – el 18 de abril – Bestiar vuelve a la carga con un ciclo de bandas
emergentes en el Centre Cultural la
Bòbila del’Hospitalet. Si podéis, pasaros a ver a dos buenas bandas: Annalogik
y Volans.
Decido cogerme el jueves para descansar un poco. Las fuerzas
están al límite después de estos tres meses con pocas fiestas y un día de ocio
se agradece.
Empiezo con un poco de limpieza de Graceland. Sigo mi día de
descanso con intendencia casera. A mediodía – aún no me he sentado a descansar –
como con María José en el japonés de la puerta de al lado.
Ahora sí, empieza mi día de descanso. Llego al centro de
Barcelona y recibo la llamada de un vecino. Han reventado la puerta del garaje
y la de muchos trasteros. Tarde de llamadas, policías, seguros, vecinos
enfadados, cerrajeros, mensajes y whatsapps.
Me escapo para ver, en el Arts Santa Mònica, el concierto de
CaboSanRoque y Pascal Comelade. El concierto – ofrecido dentro de la
imprescindible exposición “La cobla Patafísica” – resulta una maravilla.
Envolvente, mágico… lo disfrutamos con una sonrisa en la cara y, debido a su
brevedad, nos quedamos con ganas de más. No os perdáis la exposición.
Volvemos a casa y antes de sumergirme en una segunda dosis
de llamadas, policías, seguros, vecinos enfadados, cerrajeros, mensajes y
whatsapps cenamos con Mariona – también afectada por el incidente – en el
Frankfurt Eme. Es casi la una cuando acabo. Un día diferente a lo que había
planeado… pero, pese a todo, no ha sido un mal día.