30 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 30 de marzo de 2009


La primavera – dicen – tiene estas cosas. Uno espera un fin de semana de sol, calorcito, paseos agradables y barbacoas en el patio, y en cambio obtiene unos días grises de paseos con perro bajo la lluvia y actividades indoor.

Pero, pese a la pérdida de magia que la meteorología desfavorable conlleva, ha sido un buen fin de semana llena de actividades con familia y amigos.

El sábado – con M.Carmen y el Jefe – celebramos la publicación de “El somni de la petita EfwaEl somni de la petita Efwa
que M. Carmen ha ilustrado con acuarelas llenas de color y vida. El cuento, escrito por su amiga Angels, acaba de salir de la imprenta y podemos disfrutar de uno de los primeros ejemplares. La barbacoa prevista queda aplazada para una ocasión mejor y a cambio vamos a comer al Sakuraya.

Siestas, partidas con la Photoplay y series de televisión ocupan el resto del día.

Domingo. Después de una mañana de perezas y poca actividad, más celebraciones, hoy el cumpleaños de Eli con toda la familia. Comemos en “El Racó de la Vila” (Ciutat de Grananda, 33 Barcelona. Teléfono: 933091025) y lo pasamos bien. La próxima en el patio de Graceland – siempre que el tiempo lo permita - para celebrar el resto de cumpleaños del mes.

Acabamos el domingo viendo “21 días” por primera y última vez. El programa, vendido como la panacea del nuevo periodismo resulta ser un ejercicio del peor periodismo gonzo. Periodismo basura de la peor especie, tendencioso, poco profundo, aburrido e innecesario. El programa sobre el cannabis resulta un “mal viaje” y apalanca tanto como la sustancia sobre la que trata.

28 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 27 de marzo de 2009


Hemos recuperado las cenas con Albert, Esther y Marta (aunque el jueves no pudimos estar todos) y hasta no volverlas a tener no me había dado cuenta de lo que las echaba de menos. Esta vez Marta nos llevó a La Palmera (Enric Granados, 57 08008. Barcelona Teléfono. 934532338). De primero un generoso pica pica: Delicias de camembert (muy buenas), “farcellets” de brandada (con mucho sabor e impecables de textura y presentación), cazuelita de morcilla con manzana al horno (buena, sin más alegrías) y una ensalada de espárragos con langostinos (deliciosa). De segundo me decidí por uno plato de ceps con huevos estrellados y foie (impresionante, el mejor plato de la noche) y probé los canelones de txanguro (muy sabrosos) y el lomo de atún (que, imperdonablemente, tenía partes que aún conservaban el frío de la nevera).
En total (con un par de postres, vino – de la casa - y cafés) unos 35 euros por persona.
El restaurante es agradable y bonito (tiene aire de bodega antigua reformada con gusto) pero las mesas están demasiado juntas y en algunos momentos resulta algo incómodo clavarse el codo del vecino de la mesa de atrás. Sólo eliminando un par de mesas conseguirían que repetir fuera apetecible.

Pero pese a esa pequeña incomodidad causada por las apreturas, estamos muy a gusto y alargamos la sobremesa hablando de todo un poco.

La cena da fuerzas para afrontar la jornada laboral del viernes que acaba con un paseo con María José y Cass por el barrio de Gracia. Hacía mucho tiempo que no pasábamos por sus calles y nos gusta reencontrarnos con paisajes que hace mucho nos fueron más cercanos. Nos alegra reencontrarnos con Firás que nos recibe – como siempre – con una fabulosa sonrisa y constatamos – con cierta resignación – que la gente que habita la noche de Gracia es insultantemente joven.

También es insultantemente joven Rocío Márquez. Rocío Márquez, aquí y ahoraLa cantaora onubense – última ganadora de “La lámpara minera” en el Festival Internacional Cante de las Minas – acaba de publicar su primer disco “Aquí y ahora” en formato DVD. Javi M. me hizo llegar los diez temas del disco y desde hace un par de días estoy disfrutando de cada uno de ellos. Rocío tiene una voz muy fresca y cuando canta hace que lo difícil parezca fácil y sencillo. Saliendo de los tópicos del flamenco, en “Aquí y ahora” Roció Márquez nos ofrece diez temas propios. Entre otras delicias se atreve a regalarnos las “Coplas a la muerte de mi padre” de Jorge Manrique por bulerías. Emocionante por tarantas y brillante en ese “Miro tus ojos” por tangos que fue lo primero que vi de ella.
Rocío Márquez es una de las nuevas voces del flamenco a las que vale la pena no perder de vista. Por eso os dejo enlace con la página de Rocío Márquez y con el myspace de Rocío Márquez.

25 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 25 de marzo de 2009


A veces el trabajo es sólo eso, trabajo. No obstante, en raras ocasiones y casi siempre analizándolo con la perspectiva que da el tiempo, un periodo de trabajo se convierte en algo más. En una época dorada en la que establecemos relaciones que sobrepasan el ámbito laboral para convertirse en amistades que perduran pese al paso del tiempo y a la separación. Hace ocho años viví mi mejor periodo laboral en este aspecto y el lunes me reencontré con parte de esa gente fantástica que me acompañó en ese proyecto. En los cinco años que ya han pasado desde que los malos nos obligaron a separarnos, no nos hemos dejado de ver y seguimos en contacto con regularidad, pero cada encuentro organizado como tal, tiene algo especial.
El lunes fue en una pizzería cercana a nuestro antiguo trabajo y al final no la llenamos como se preveía en el cruzado de mensajes pre-encuentro. Pero fue fabuloso volver a verlos juntos y disfrutar de las historias de siempre y de los planes de futuro – muchos en forma de persona – que ahora tienen.
Tras la cena, copas en el The End. Hacía unos 20 años (quizás incluso más) que no cruzaba las puertas de este bar y todo sigue igual que en mi recuerdo. Nos despedimos con la promesa de más, sé que no tardaremos en volver a vernos.

Mi lectura de “Lo que sé de los vampiros” se ha visto enturbiada por la llegada de “Watchmen” – el cómic – a casa.Moore - Gibbons, Watchmen
Hace unos días lo vi en el Fnac y no pude resistirme. Recordaba vagamente los dibujos de Gibbons (que no me vuelven loco) y, ligeramente, la trama argumental. Ahora me doy cuenta de que mis anteriores contactos con “Watchmen” habían sido fragmentarios y poco atentos. Y es que el cómic de Alan Moore (con dibujos de Dave Gibbons) es una maravilla absorbente que me ha atrapado y me ha hecho disfrutar durante muchos días.
Y es que “Watchmen” es algo más que un cómic. Es una verdadera novela de ciencia ficción, una de las mejores que he leído. Además están todos los hallazgos visuales, las tramas argumentales paralelas (la historia del Navío Negro), los pequeños guiños al arte y a la historia... todo la convierte en una obra de obligada lectura. No entiendo como, hasta ahora, había pasado desapercibida para mí pese a caer en más de una ocasión en mis manos. Por suerte el error ya está subsanado.

23 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 23 de marzo de 2009


Pasan los días y la pereza se hace con las riendas de este diario. Desde hace unos días - será la primavera - cuesta sentarse, reflexionar sobre lo vivido y ponerse a escribir.

Pese a eso, algo parecido a la conciencia - que en los dibujos animados es como un “miniyo” con aspecto angelical - me empuja a sentarme delante del ordenador para pergeñar una crónica urgente de estos últimos días.

Un nuevo fin de semana – de sol, de barbacoa con amigos (Quim y Carol), de piques en la Photoplay con María José, de lectura (alternando “Lo que sé de los vampiros” con “Watchman”), de series (Frasier, Life, The Closer, Me llamo Earl...), de siestas, de periódico en el desayuno... – queda atrás enfrentándonos a una nueva semana. En cuatro días es viernes, ha empezado la cuenta atrás.

19 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 19 de marzo de 2009


El lunes pasado, sin previo aviso, Marcianitos.org cerró sus puertas. El portal era un punto de encuentro para aficionados a las máquinas recreativas, el más útil y el más solidario. Gracias a ellos vi posible y me animé a cumplir un sueño de la infancia: tener una máquina recreativa en casa. También ellos fueron los culpables de que la recreativa compita por mi atención con un pinball. Por último también tienen la culpa de que María José me regalara la Photoplay que se lleva parte de nuestro tiempo libre.

Supongo que, en breve, el imprescindible material que acumulaba la web volverá a estar disponible para todo el mundo con otro nombre (no se puede perder el increíble trabajo de tanta gente) pero mientras echaré de menos a esa gente que, sin conocerme, me han dado consejos cuando los he necesitado, me han ayudado a reparar las pequeñas averías que en mis máquinas van surgiendo y – sobretodo – han hecho que no me sienta sólo en mi “freaky” afición.

Cuando vuelva a estar activa avisaré por si alguien quiere unirse a la comunidad marciana. Mientras os dejo enlaces con tres páginas imprescindibles para los aficionados a los pinballs: technopinball, petacos y pinballworld (con mercadillo por si queréis comprar vuestro primer pinball).

17 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 16 de marzo de 2009


El domingo transcurría placidamente. Desayuno en el patio – un poco abrigados pues aún no había llegado el sol -, un rato de plácida escritura, un momento de descanso al sol – que cada día ocupa durante más tiempo el patio de Graceland -, alguna partida a la máquina... en el futuro inmediato se adivinaba un estupendo aperitivo y otras delicias que los días primaverales siempre llevan de fábrica.

Y de repente todo se estropea. Llaman a la puerta y el presidente de la comunidad nos anima a armarnos de botas de agua y escobas para ayudar a recoger el desaguisado que ha provocado un escape. Ejercicio físico, oscuridad y agua no son el plan que habíamos hecho pero es lo único que tenemos. Hay que quedarse con la parte positiva, me pregunto por su naturaleza.

Al acabar, agotados y con la seguridad de que hemos establecido el germen de unas futuras agujetas, intentamos recuperar la rutina en el punto en el que fue interrumpida. Barbacoa en el patio, siesta reparadora y tarde de teatro.

En el TNC vemos “Antílops”, un texto de Henning Mankell dirigido por Magda Puyo. Antílops en el tnc
Y creo que es precisamente en la dirección donde la obra no acaba de cuajar. El texto es excelente, la escenografía acertada, los actores no son malos... pero la obra no acaba de funcionar. No es un problema de ritmo (lo tiene y no lo pierde) sino de enfoque, de tono, de punto de partida.
“Antilops” es una visión crítica sobre el papel del “buenismo” occidental en África, una patada a nuestras conciencias y al papel que realmente ocupa la cooperación europea en el continente africano. A parte del texto, la obra tiene grandes hallazgos visuales (la invisibilidad de los africanos es una de ellas).
Una lástima que este primer encuentro con un texto teatral de Mankell – es conocido como novelista pero desde hace muchos años escribe teatro y dirige un teatro en Maputo – no haya sido todo lo placentero que esperaba. Habrán – espero – más oportunidades.

15 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 15 de marzo de 2009


Viernes noche. Empieza el fin de semana con una cena en el Gauchito’s Grill con María José, Yoli y Rafa. El festival cárnico y, sobretodo, la compañía hacen que empiece a disfrutar de la recién conquistada – aunque momentánea y limitada a 64 horas – libertad. Hace tiempo que no disfrutábamos de un rato los cuatro juntos y lo pasamos muy bien. Intentaremos repetir pronto.

El sábado pasa demasiado rápido entre series, largos paseos aprovechando un día que tiene sabor a primavera, siestas y placenteras actividades en Graceland. Y hoy domingo la cosa se plantea similar.

El viernes pasado, en un periódico gratuito, leía el socorrido artículo de los mejores principios de novela. El artículo no era demasiado bueno (no hay que pedir peras al olmo) pero me hizo pensar – una vez más – en alguno de esos principios que me han gustado y que recuerdo.

Sólo coincidíamos en “Cien años de Soledad” de Gabriel García Márquez: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo” y en el de “Lolita” de Nabokov: “Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

A mí también me gustan, por distintas razones, el de “Historia de dos ciudades” de Charles Dickens: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura, la época de las creencias y también de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.”, el de “Las Benévolas” de Jonathan Litell: “Hermanos hombre, dejadme que os cuente cómo ocurrió. No somos hermanos tuyos, me repicaréis, y nos importa un bledo. Y es muy cierto que se trata de una tenebrosa historia, aunque también edificante, un auténtico cuento moral, os lo aseguro” o el de “Qué fue de los Mulvaney” de Joyce Carol Oates: “Éramos los Mulvaney, ¿nos recuerdan?”.

Hay otros que, como el de “El misterio de la cripta embrujada” de Eduardo Mendoza, no son tan brillantes, pero cada vez que los leo me hacen reír y consiguen que tenga ganas de seguir leyendo (que de eso se trata). Es largo, pero me apetecía ponerlo: ”Habíamos salido a ganar; podíamos hacerlo. La, valga la inmodestia, táctica por mí concebida, el duro entrenamiento a que había sometido a los muchachos, la ilusión que con amenazas les había inculcado eran otros tantos elementos a nuestro favor. Todo iba bien; estábamos a punto de marcar; el enemigo se derrumbaba. Era una hermosa mañana de abril, hacía sol y advertí de refilón que las moreras que bordeaban el campo aparecían cubiertas de una pelusa amarillenta y aromática, indicio de primavera. Y a partir de ahí todo empezó a ir mal: el cielo se nubló sin previo aviso y Carrascosa, el de la sala trece, a quien había encomendado una defensa firme y, de proceder, contundente, se arrojó al suelo y se puso a gritar que no quería ver sus manos tintas de sangre humana, cosa que nadie le había pedido, y que su madre, desde el cielo, le estaba reprochando su agresividad, no por inculcada menos culposa. Por fortuna doblaba yo mis funciones de delantero con las de árbitro y conseguí, no sin protestas anular el gol que acababan de meternos. Pero sabía que una vez iniciado el deterioro ya nadie pararía y que nuestra suerte deportiva, por así decir, pendía de un hilo. Cuando vi que Toñito se empeñaba en dar cabezazos al travesaño de la portería rival ciscándose en los pases largos y, para que negarlo, precisos que yo le lanzaba desde el medio campo, comprendí que no había nada que hacer, que tampoco aquel año seríamos campeones”.

Dos muy breves: el de “Rebeca” de Daphne Du Maurier, “Anoche soñé que había vuelto a Manderley” y el de Francisco Casavella en “El secreto de las fiestas”: “Soy un raro de concurso. Un ni porqué, ni para qué, ni dónde”.

Y, para acabar, uno largo pero que me gusta mucho, el de “Muntaner 38” de José A. Garriga Vela:

Nunca he estado en América. Cuando coloreaba los mapas ponía especial interés en esa tierra y al dibujar su contorno, pensaba en visitarla mientras iba pintando de azul las fronteras. Mi padre también marcaba con el jaboncillo el contorno de los patrones que colocaba sobre la tela. Tampoco estuvo en América. Sé que visitó una ciudad del extranjero, pero no recuerdo el nombre.
Vivíamos en el piso bajo de un edificio modernista del barrio del Ensanche. El balcón se levantaba a un metro escaso de la calle, en una manzana de comercios y portales tristes. La parte trasera del edificio daba a un patio cubierto por claraboyas debajo de las cuales se escondía el taller de mi padre.
Los límites del mundo se restringían al margen de acera que rodeaba la manzana. Un territorio ocupado por personajes que el paso del tiempo ha terminado por difuminar, lo mismo que el color de los países al rebajarlo con el algodón
.”

Seguro que me dejo muchos, seguiré pensando en ello. ¿Cuales son los vuestros?

12 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 12 de marzo de 2009


Stieg Larsson, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
He llegado al final de la segunda entrega de la serie “Millenium” de Stieg Larsson con la misma impresión que me dejó la primera. Los libros de Stieg Larsson son buenos “best seller” pero están lejos de esa pátina de literatura de calidad que algunos se han empeñado en otorgarles. Si lo que se anda buscando es diversión y entretenimiento sin más, tanto “Los Hombres...” como “La chica...” cumplen totalmente su propósito. Y pese a su acercamiento a las películas de George A. Romero tengo ganas de leer la tercera y última entrega.

Y empiezo “Lo que sé de los vampiros” con una sensación agridulce.Francisco Casavella, lo que se de los vampiros
Es la última vez que me enfrento a una novela nueva de Francisco Casavella. Nunca más tendré esta sensación con un libro suyo y sé que la voy a echar mucho de menos. Durante años he esperado sus novelas y las he disfrutado página a página. Saber que no habrá más, amarga el deslumbrante inicio de “Lo que sé de los vampiros”. Me quedará – eso siempre – la relectura de todas sus novelas, cosa que estoy seguro que haré en un futuro no muy lejano.

El otro día, paseando por Tarragona – poco antes de la hora del aperitivo – encontramos encima de un container un número considerable de ejemplares de La Vanguardia del día. No cogimos ninguno porque en el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona acabábamos de coger uno de otro montón dispuesto con esa función.
ejemplares de La Vanguardia tirados en un contenedor
Siempre había oído hablar de subvenciones encubiertas en forma de compra de ejemplares pero nunca me había encontrado con un ejemplo tan claro. Me parece un gasto inútil que un Museo (o la Generalitat que es la responsable de su gestión) regale ejemplares de un periódico y aún me parece más inútil el dinero gastado en los ejemplares que – a la hora de comer – adornaban un container de Tarragona.
No sé si los dos episodios tienen relación o no. Si que coincide el periódico subvencionado y la desproporción de la compra. Un ejemplo más de como se malgasta el dinero público en la compra de voluntades.

10 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 10 de marzo de 2009


Hace poco más de un año mis tíos y mis primas nos regalaron un par de talones de hotel. Buscando el plan perfecto fuimos dejando pasar el tiempo y, por fin, este fin de semana pasado decidimos disfrutar del generoso regalo. El destino: Tarragona.

Sábado: Desayunamos leyendo el periódico y empezando a hacer planes para los dos días que nos esperan. Pese a estar a poco menos de una hora y pese a ser punto de paso cada vez que vamos más al sur, hace muchos años – desde que éramos niños – que no paseamos por Tarragona, por lo que este fin de semana descubriremos una ciudad nueva.

Dejamos a Cass en casa de Eli y Cesc que una vez más se encargarán de mimarla más de lo necesario y salimos con destino a Tarragona. El hotel, el Husa Imperial Tarraco, está situado justo delante del mar y, pese a que las instalaciones no son nuevas, resulta una de las mejores opciones para disfrutar de la ciudad (con vistas espectaculares incluídas).
Nada más salir del hotel bajamos unas escaleras y nos encontramos con los restos del anfiteatro romano.Anfiteatro romano de Tarragona
Hacemos algunas fotos y disfrutamos de las explicaciones del guía de un grupo turístico. Hemos comprado una entrada combinada que permite la entrada a diferentes edificios e instalaciones lo que nos permite organizar nuestra visita a la ciudad. El guía que está en la entrada del Anfiteatro es extremadamente eficiente y simpático. Sin que lleguemos a pedírselo nos traza en un mapa un recorrido ideal que iremos haciendo a lo largo del día. La Casa Canals es impresionante y, después de leer “Los Buddenbrock”, encontrarse con una casa burguesa decorada según la moda de la época es reencontrarse con el libro y la visita me impresiona (de nuevo los guías nos sorprenden por su entrega y simpatía).
Después de tanta cultura es imprescindible un poco de descanso. Mi intención es tomar algo en el Tòful (Arc de Sant Bernat, 4. Tarragona Teléfono: 977214216 (un histórico de la ciudad que me a recomendado Jordi G. que, todo hay que decirlo, es co-propietario del local) pero la terraza está a tope y nos sentamos en la terraza del vecino “El Vermouth del Ares”. La elección resulta un error. Caro y con uno de los peores servicios que hemos sufrido últimamente (el camarero está volcado con una mesa ocupada por turistas extranjeros que parecen tener más poder adquisitivo, olvida el resto de las mesas que nos vemos obligados a llamar su atención o prescindir de él entrando dentro del local a pedir en repetidas ocasiones) no resulta la mejor opción en la plaza. Pese a ello un aperitivo al sol siempre resulta agradable y disfrutamos de él.

Después del aperitivo seguimos nuestro paseo por las estrechas calles que rodean la Catedral y hacemos un menú en un sencillo restaurante (no cogí tarjeta y no me quedé con el nombre).
Las vistas se agradecen, Tarragona al anochecer

Volvemos al Hotel para hacernos con nuestra habitación – antes no la tenían preparada – y vemos que, pese a no tener balcón, si que tenemos vistas (al mar, a las ruinas del circo y a la ciudad vieja). De vuelta a la calle visitamos las ruinas de El Circo, del Pretorio (ambas a pocos metros del Hotel), las murallas romanas y la Casa Castellarnau (de nuevo una guía complementa nuestra visita con una generosa explicación sobre el ocaso de la familia, un lujo al que no estamos acostumbrados y que se agradece).

La siesta nos ayuda a recuperar fuerzas para afrontar la noche. Antes de salir aprovecho para hacer un par de fotos nocturnas de las vistas desde la habitación. Nos acercamos al Tóful para ver si nos encontramos con Jordi. En vez de él, me reencuentro con Estel, antigua compañera de trabajo que también está de visita. Hacemos una tapa y seguimos nuestro paseo descubriendo rincones, locales y calles nuevas. Al final hacemos una cena tardía en un bar de la plaza del Ayuntamiento cuyo nombre no quiero recordar. La Catedral de Tarragona iluminada


Domingo. Hacía tiempo que no veía salir el sol. La privilegiada vista de la que disfrutamos me lo permite y es uno de esos pequeños placeres que siempre resulta extraordinario. Nos levantamos pronto y nada más salir a la calle una paloma me recuerda que hoy será un día afortunado. A partir de ahora todo irá a mejor. Compramos el periódico y desayunamos en un bar de la Rambla Nova mientras lo leemos tranquilamente (en “El País” disfruto del artículo de Mario Vargas Llosa sobre la necesidad de un Museo de la Memoria en Perú).
Visita al Foro de la Ciudad que nos deja una sensación diferente (cierto estado de dejadez, olor a orín de gato, carteles de época franquista y un aire de piedras abandonadas que no se respira en el resto de monumentos romanos). Bajamos hasta El Serrallo y damos un largo paseo por la playa.
Salida del sol en Tarragona

De nuevo en el Barri Alt decidimos entrar en los Museos. Entramos en el de Art Modern y en el Arqueológic antes de sentarnos a hacer una tapa en la plaça del Fòrum.
En los alrededores de la Catedral hay un mercadillo de trastos y disfrutamos paseando y mirando.

Para comer hemos escogido “El Llagut” (Natzaret, 10 Tarragona. Teléfono: 977 228938). El restaurante es pequeño y agradable y tiene una fabulosa terraza en la calle.
Hacemos unos entrantes (mejillones y canaillas a “la llauna”) y un arroz de galeras que no resulta tan bueno como esperábamos (pese a estar especializados en arroces parece – si me equivoco lo siento – que utilizan la misma base para todos los arroces con lo que, en el nuestro no se notaba el sabor de las galeras).

Al salir nos encontramos, por fin, con Jordi G. y tomamos una cervecita en su compañía. La conversación, en la terraza del Tòful y con el sol como valor añadido, resulta el colofón ideal para la tarde.

Vuelta al hotel, siesta y lectura. No hay fuerzas para más. Salimos para cenar algo en el restaurante más cercano al Hotel. Un chino que espero olvidar pronto y del que seremos los únicos clientes del día.

Lunes. Vuelta a Barcelona, reencuentro con Cass y vuelta al trabajo. El fin de semana ha sido tan fabuloso que no cuesta volver a la rutina laboral. Las pilas están cargadas.

Gràcies pel regal. L’hem gaudit molt.

BUCAREST, LA MEMÒRIA PERDUDA
Albert Solé (2008)


Bucarest, la memòria perduda
Avalado por premios – algunos de reconocido prestigio como el Goya – “Bucarest, la memória perduda” es un documental en el que Albert Solé traza un recorrido histórico y sentimental por la memoria de su padre Jordi Solé Tura. La memoria del jurista y político, aquejado de alzheimer, se diluye poco a poco y por eso su hijo recorre a sus compañeros de viaje para recuperarla.

Y recuperar la memoria de Jordi Solé Tura es recuperar la memoria de la transición política de este país. Compañeros, amigos, rivales y enemigos son las fuentes en las que Albert Solé se baña para trazar este inteligente, emocionante y brillante recorrido que – entre la nostalgia por lo que fue y por lo que pudo haber sido – nos muestra como éramos a partir del recorrido vital de una persona.

Muy recomendable.

03 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
martes, 03 de marzo de 2009


El otro día, mirando en un periódico la hora de salida y de puesta del sol, vi que cada día disponemos de tres minutos – aproximadamente – más de sol. Y sólo este pequeño detalle, es un motivo para afrontar el día con optimismo. Aunque fuera afilen cuchillos.

He acabado de leer dos grandes libros. Uno – “Los Buddenbrook” de Thomas Mann – es uno de esos clásicos de los que no había oído hablar demasiado y que me ha encantado. Contiene un universo y, aunque su estructura corresponde más a la novela del siglo XIX que a la literatura actual, su lectura resulta – todavía hoy – una verdadera delicia.

El otro, que he ido alternando con otras lecturas por su estructura fragmentaria, es “Otros Colores” de Orham Pamuk. En él el escritor turco recoge escritos de todo tipo y nos muestra con ellos sus ideas sobre literatura, arte, política y vida. Excesivamente heterogéneo su lectura resulta, pese a eso, muy interesante. Sobretodo cuando habla de literatura - la escrita por él y la que le ha hecho el escritor que es - Pamuk resulta fascinante. También resulta arrebatador cuando entra en el terreno más personal y se deja llevar por la nostalgia de un Estambul que se transforma y evoluciona.

Ahora vuelvo a la serie “Millenium” de Stieg Larsson con lo que – quizás – durante unos días – pocos – andaré desaparecido.

01 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 01 de marzo de 2009


Ha oscurecido. El fin de semana se me escurre entre los dedos sin que pueda hacer nada para retenerlo. María José lee arriba mientras escribo esto. Pepe Rubianes ha muerto. Echaré de menos su presencia en los medios, siempre divertida, siempre brillantemente reivindicativa y recordaré los buenos momentos que me hizo pasar las tres o cuatro veces que tuve la oportunidad de verlo encima de un escenario.

Este fin de semana Lidu ha venido a visitarnos. Hemos aprovechado para disfrutar de Graceland en compañía, para ir a cenar al Sakuraya, para hacer la primera barbacoa de la temporada en casa (Jordi y Nuria destaparon la caja de los truenos y ahora no habrá quien la cierre), para leer, para cenar en el frankfurt del barrio, para comprar un par de sofás y para ver “Michael Clayton” (bueno... realmente yo he visto Michael Clayton mientras María José y Lidu la dormían).

También he aprovechado para empezar un nuevo blog. Hacía tiempo que le daba vueltas a la idea de hacer un blog sobre la ciudad que me acoge desde hace poco más de tres años. Bloghospitalet empieza hoy su singladura que espero sea larga y divertida.