26 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 23 de noviembre de 2013

La mañana pasa volando. Como cantaban Le Mans en “Entresemana”...”No apetece cocinar, mejor dormir...”. Por eso, cuando María José propone salir a la aventura en busca de un restaurante que nos acoja, no me lo pienso dos veces. Apetece playa y por eso nos acercamos a Castelldefels para pasear por su desierto paseo hasta que escogemos uno de los chiringuitos de playa. Prácticamente solos, comemos bien y el entorno es fantástico. Sólo empaña el final un cambio de banda sonora por culpa del partido de fútbol que – en un horario muy poco habitual – empieza a la hora de los postres.

Bestiar Netlabel cumple tres años y uno de sus responsables – Jordi R. - me invita a la fiesta que han organizado en el Casal de Roquetas. Pese a que hace frío – siempre que Jordi organiza algo, suele hacer frío – me armo de valor y me acerco al Casal donde me encuentro a viejos compañeros de clase, amigos, conocidos y saludados. Juntos – y reconfortados por las muchas cervezas que, adquiridas a precios populares, consumimos – disfrutamos de los conciertos de Foxholes (bueno, yo no porque llegué tarde), Cigüeña, La Maravillosa Cabeza Parlante y Wolf Saxon and the Twin Raptors. Cigüeña, lastrados por una mala sonorización, no me convencieron pero espero poderlos volver a ver en mejores condiciones ya que, a finales del concierto consiguieron sonar mejor y su propuesta es interesante. Tras ellos les toca el turno a La Maravillosa Cabeza Parlante: un tipo en pijama, otro con capa y un tercero con gorro y gafas de natación. Si al preocupante conjunto le añades pelucas, sombreros, otros cachivaches no relacionados con la música, un puñado de buenos temas y un buen directo, el resultado es un buen concierto. Rematamos la noche con un conciertazo: Wolf Saxon and the Twin Raptors son muy buenos y tienen un directo demoledor. Desde hoy han ganado un fan y espero poder volver a verlos pronto.



25 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 22 de noviembre de 2013

La semana laboral se acaba y las luces de navidad se encienden en las calles de Barcelona. Ya casi ha pasado un año más y los buenos propósitos siguen siendo buenos... y propósitos.


Celebramos el principio del fin de semana con una cena vecinal en el EME: bocadillos, patatas fritas y cerveza... mañana no hay que trabajar.

23 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 21 de noviembre de 2013

A veces, un día da para mucho.

Nos levantamos tarde, hoy María José no trabaja y yo tengo la mañana libre. Salgo a por el periódico y el desayuno y, de vuelta en casa, empezamos a planificar el día. Decidimos convertirnos en turistas en nuestra ciudad y subimos a Montjuïc.

En la Fundació Miró visitamos “Davant l’horitzó”. La exposición gira en torno a la representación del horizonte a lo largo de la historia del arte. La primera sala, en la que dialogan un Urgell i un Miró ante la mirada – siempre inteligente – de un Perejaume, ya justifica toda la exposición… el resto, aunque se hace corto, no desmerece: Chagall, Dalí, Tàpies, Magritte, Klein… Pero aparte de los grandes nombres, también hay grandes obras como la Anna-Eva Bergman y propuestas interesantes.

Seguimos nuestro paseo museístico en el MNAC. Entramos en el museo pero, esta vez movidos por el turisteo urbano, subimos a la recién inaugurada terraza para disfrutar de las vistas – alguna de ellas inédita  para nosotros – y para tomar un café en la Sala Oval.


Aún nos queda tiempo para, en el CaixaForum , visitar la fabulosa muestra dedicada a Camille Pissarro. Una oportunidad para disfrutar de una obra necesaria para entender la evolución del arte a finales del XIX.  Imprescindible.

Y, para finalizar la mañana de vacaciones, comemos en el Restaurant Palmer (Renaissance
Barcelona Fira Hotel. Plaza Europa, 50 -52. L’Hospitalet de Llobregat
). El espacio es fantástico, las vistas buenas y el menú de mediodía es muy atractivo y completo. Un colofón fantástico para una mañana increíble.

Pero el día tenía truco y por la tarde toca trabajar. Alguna de las obligaciones será agradable… pero no deja de ser trabajo. 

Tras ponerme al día – llamadas pendientes, correo acumulado… - me acerco a la Plaça Catalunya donde la Fundació Barcelona Comerç inaugura BarGelona, la pista de hielo que – ya es el tercer año que se instala – se ha convertido en una de las tradiciones de la navidad barcelonesa.

En la Fundació Enric Miralles se inaugura “Enric Miralles con el Tiempo”. La muestra revisa alguno de los trabajos de Enric Miralles y su relación con el tiempo partiendo de la idea de que el tiempo también era uno de los materiales con los que trabajaba Miralles. Se puede visitar hasta mayo del 2014.


No tengo tiempo para quedarme mucho rato… Son casi las nueve y aún me queda una reunión. La reunión es larga – incluye una pausa-bocata para coger fuerzas -. Vuelvo a casa agotado después de un día intenso, pero por suerte…  Ya es viernes.

19 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 18 de noviembre de 2013

Fin de semana lluvioso. Los paseos con Cass son cortos e intentamos no salir al exterior. Las noches son una excepción con cenas en casas de amigos, risas y el calor que nos es negado en el exterior. El viernes, en casa de Jordi R. y Núria, deseamos un futuro mejor. El sábado, en casa de Esther y Albert, celebramos (así lo quiso Albert) una cena de verano con muchísimas risas e inventos que cambiarán el mundo.


El domingo – sigue lloviendo mucho – vamos, sin pisar la calle, hasta el Teatre Nacional para ver “Terra de Ningú”.  Fantásticas actuaciones de Lluís Homar y Josep Maria Pou, bien secundados por David Selvas y Ramon Pujol y bien dirigidos por Xavier Albertí. La tensión en el texto de Pinter es exclusivamente intelectual y eso lo hace menos agradecido ya que no permite que el espectador se deje llevar. Disfruto, pero no tanto como había esperado de la obra que supone el debut de Albertí como nuevo director del Nacional.


15 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Divendres, 15 de novembre de 2013

Miércoles. El Teatre Principal abre de nuevo sus puertas tras una cuidada restauración. Lo hace a lo grande: con una fiesta llena de glamour y el espectáculo Lío en Barcelona. Cabaret de altos vuelos, un entorno lleno de encanto y una cena deliciosa para acompañar el espectáculo. A lo largo de la noche el ritmo y la intensidad del show van subiendo para acabar en una fiesta que invita a participar a todo el mundo.

Jueves. Aún no repuesto de la fiesta de ayer y tras una jornada de trabajo en la que ha habido de todo, me encuentro con Jordi P. para arreglar el mundo. Cenamos en Bernie's Diner (Via Laietana, 20. Barcelona) y después continuamos en el bar que antes era el Kan Kan, en el bar que por suerte continúa siendo El Nus (y que lo continúe siendo muchos años) y en el bar que hasta hace poco era el Local Bar. Al salir hace frío y el mundo continua igual de estropeado que antes de empezar la noche... vuelta a casa intentando no dormirme en el taxi.


En las últimas semanas me ha acompañado “Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay” de Michael Chabon. Quizá debido a mi pasión por los cómics, quizá por el fino sentido del humor que siempre destilan sus libros o quizá porqué Michael Chabon es un pedazo de escritor, el libro me ha encantado. El libro es un homenaje a los pioneros en el mundo del cómic. La historia de Kavalier y Clay es parecida a las historias que Will Eisner cuenta en “Life in Pictures” o, salvando las distancias entre Nueva York y Barcelona, las que cuentan Carlos Giménez en “Los profesionales” o Paco Roca en “El invierno del dibujante”. Hay pasión por los cómics en la novela de Chabon, pero además hay muchos otros elementos que hacen que no deje de sorprender al lector. Como si trabajara en una composición de patchwork, Chabon es capaz de coger mil y una pequeñas historias y entrelazarlas para formar un relato sólido lleno de ricos detalles. La guerra mundial, Dalí en Nueva York, el holocausto, el Golem, las novelas pulp... Tengo suerte. El último libro de Michael Chabon, “Telegraph Avenue” va sobre otra de mis pasiones: la música, los viejos vinilos... seguramente caerá pronto.


Y hoy, por fin, es viernes.

13 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 10 de noviembre de 2013

Última mañana en Berlín. Nubes y frío. Recurrimos de nuevo a la breve guía que, en forma de mensaje, nos hizo llegar Ignacio y vamos hacia Mauerpark. Antes visitamos el memorial del muro en Bernauer Str. Es temprano y no hay más turistas. La soledad acentúa las sensaciones y obliga a reflexionar.


El Mauerpark Market es un gigantesco mercadillo en el que todo tiene cabida: puestos de comida, de bebida, de venta de productos artesanos, de venta de antigüedades y de cacharros viejos… hay que pasear, mirar y disfrutar del ambiente. Turistas y berlineses se mezclan en un caos organizado. Al final, tras dar una buena vuelta, el frío nos vence y decidimos dejarlo.


Tras una nueva parada técnica (otra vez una bañera de café hirviendo en un –cómodoyconbuenwifi- Starbucks) aún nos queda tiempo para hacer un poco más el turista. Visitamos la Puerta de Brandenburgo, el monumento a los soldados soviéticos y el – impactante – monumento el holocausto de Peter Einsman.


No hay tiempo para más. Buscamos el bus que nos devolverá al aeropuerto y, unas horas después, otro bus nos acerca a casa. Ha sido un buen fin de semana, la segunda parte de un sensacional regalo. Muchas gracias.

12 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 9 de noviembre de 2013

Me levanto. En la habitación hace frío. Descubro que no pusimos en marcha los radiadores y que la ventana del salón está abierta. Mientras preparo el desayuno intento caldear un poco la sala esperando a que María José se levante.

En el mapa – lleno de anuncios – que cogimos ayer en la recepción del hotel, se destacan una serie de zonas de interés. Una está justo al lado del hotel y decidimos dar un paseo. Salimos del hotel, bordeamos un pequeño estanque y nos paramos a hacer las primeras fotos junto a una iglesia. Empieza a llover. Al principio no nos preocupa, pero las gotas se convierten en cascadas y tenemos que volver a la tienda que hay junto al hotel para comprar un – enorme – paraguas. Al salir del super ya no llueve (ni volverá a llover en todo el fin de semana).

Decidimos seguir con nuestro paseo pero en la primera esquina nos equivocamos y seguimos un trazado distinto. Cuando nos paramos para situarnos, descubrimos que la pequeña zona verde por la que estamos paseando corresponde al trazado del antiguo muro. Decidimos no desviarnos del camino por el que nos ha llevado el azar y seguimos por un camino flanqueado por edificios ocupados. La lluvia y la hora temprana hacen que nuestro paseo sea agradablemente solitario.

Llegamos hasta Friedrichshain-Kreuzberg donde, junto al río, queda el mayor fragmento de muro conservado. Aquí, bajo el nombre genérico de East Side Gallery, artistas de todo el mundo dejaron su aportación artística en un enorme monumento al recuerdo. Viendo este muro, recordando el momento de su caída, nos preguntamos como pudo pasar esto en un espacio y en un tiempo tan cercanos. Al final, una muestra de fotografías, también pegadas a los restos del muro, nos muestran los muros que todavía existen en el mundo y nos hacen ver que la historia nos ha enseñado poco y que siguen habiendo muros igual de duros, injustos e irracionales como el de Berlín. Impresionados, seguimos con nuestro paseo, reflexionando sobre lo que hemos visto y sentido.


Hora de hacer una breve parada técnica. El café que suelo pedir en Starbucks es malo (una enorme bañera de líquido negro que sirven a una temperatura potencialmente peligrosa) pero su wi-fi es muy útil y sus espacios cómodos. Aprovechamos para colgar las primeras fotos de Berlín en Instagram.

De vuelta en la calle, seguimos con nuestro paseo. Caminamos por Unter der Linden hasta Alexanderplatz y allí cogemos el S-Bahn hasta el barrio de Prenzlauer Berg para seguir caminando. Cruzamos calles y plazas comentando detalles, entramos en una antigua cervecera reconvertida en centro cultural y de ocio y nos encontramos con un par de mercadillos en los que venden desde carne o frutas a quesos o productos artesanales. El primero es pequeño pero nos permite comprar algo para coger fuerzas por el paseo. El segundo, mucho más grande, nos permite disfrutar de olores, productos y pasar un buen rato mezclándonos con los lugareños.

Tras pasear un poco más nos damos cuenta de que es hora de comer. Tras descartar un desplazamiento – estamos cansados – buscamos por los alrededores y acabamos comiendo en el Oxymoron (Rosenthaler Str. 40/41, 10178 Berlin). Comemos muy bien, disfrutamos del wi-fi, del bonito escenario y de un merecidísimo descanso.

No estamos lejos de la Isla de los Museos y quiero ver el Altar de Zeus de Pérgamo. Impresionado, descubro otras maravillas como la puerta del mercado de Mileto, la Puerta de Ishtar o un fragmento del palacio de Mushatta. Finalmente llegamos frente al Altar de Zeus y sus dimensiones me impresionan todavía más de lo que esperaba.




Vuelta al hotel y descanso. Salimos con las fuerzas renovadas para descubrir un poco de la noche de Berlín. Nos acercamos a Friedrichshain otra vez con la intención de acercarnos al local donde esta noche tocan Crystal Fighters pero al final preferimos seguir callejeando. Muchísimos locales: restaurantes, bares, cafeterías, pubs... y muchísima animación. El barrio promete también para una visita diurna... pero será la próxima vez. Tras mucho pasear, acabamos cenando en un indú. El Akash (Gruenberger Str. 33 10245 Berlin) es un pequeño restaurante donde se come muy bien. Vuelta a casa y a dormir. Por el camino, en el metro, hay más animación que de día, la gente continúa bebiendo – botella en mano – camino del próximo bar. Sigo muy resfriado.


11 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 8 de noviembre de 2013

Aterrizamos en Berlín. Tenemos hambre y, de golpe, también frío. El recorrido del autobús que nos lleva a Alexanderplatz nos sirve para empezar a situarnos en una ciudad que, desde este primer contacto, nos parece triste.

Ya en la plaza paramos para atender las necesidades más perentorias y – ya que ni la hora ni la situación aconsejan una comida más completa – nos hacemos con un clásico de la gastronomía callejera local: un currywurst. Una vez saciados – que no satisfechos – seguimos nuestro camino –esta vez en metro – hasta nuestro hotel. El metro destila la misma tristeza espartana que la recepción del hotel (NH Berlin Heinrich Heine. Heinrich-Heine-Platz 11, 10179 Berlin). La habitación (en realidad un pequeño apartamento), en cambio, resulta acogedora.

Ha oscurecido y Berlín es una ciudad oscura (si la comparamos con Barcelona o Londres su iluminación es escasa). Damos un paseo por los alrededores de Alexanderplatz y después paseamos por Charlottenburg. Hace cada vez más frío y el largo paseo acabará pasándome factura. A la hora de cenar – y siguiendo las recomendaciones de Ignacio – nos acercamos al Essen Fassen pero por desgracia no cobran con tarjeta de crédito y no nos quedamos. Cenamos justo al lado, en “La tía rica” (Knesbeckstr, 92. Berlín), un restaurante chileno donde se come muy bien.


Salimos reconfortados por el calor del local y la estupenda comida. Nos apetece conocer más una ciudad que justo empezamos a descubrir y que parece que con la noche ha revivido, pero no hay fuerzas para más. Volvemos al Hotel para descansar. Al llegar aparecen los primeros síntomas del resfriado que acabo de adquirir y que me acompañará durante el resto de mi estancia en Berlín, sin lugar a dudas es lo peor que me llevaré de este viaje.


08 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 07 de noviembre de 2013

El paso del tiempo me obliga a dejar crónicas apresuradas. Miro con envidia los primeros años de este diario en los que las anotaciones tenían una periodicidad envidiable y las crónicas resultaban más frescas. Ahora  los hechos se acumulan y se diluyen, es un signo de nuestros tiempos.

Una cena, rodeados de amigos, en casa de Quim y Carol, una jornada familiar – con saqueo a la despensa incluido – en casa de mis padres, una mañana de fotografía por La Rambla en compañía de Toni, descanso, paseos, lectura y un buen rato en la cocina (recuperando una afición que había dejado en el olvido).  Escucho lo nuevo de Mazzy Star, de Prefab Sprout y de Lee Ranaldo mientras sigo leyendo “Las asombrosas aventuras de Kavalier & Clay” de Michael Chabon.


La semana pasa lenta mientras espero que llegue el viernes. 

01 noviembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 01 de noviembre de 2013

Un reencuentro con Astérix y Obélix suele ser un viaje al pasado cargado de nostalgia. Sus álbumes me han acompañado toda la vida. Los he leído en catalán y en castellano (lo que desgraciadamente ha provocado algún indeseado baile de nombres… que jodidas son las traducciones, sean en el idioma que sean... pero gracias a ellas podemos acceder a libros, cómics y películas… Lo que no es tan normal es un reencuentro con los irreductibles galos con sabor a nuevo.  “Astèrix i els Pictes” es el nuevo libro de Astérix y Obélix y, por primera vez, el libro no viene firmado por Goscinny y Uderzo. Los padres – adoptivos – de Astérix son Jean-Yves Ferri y Didier Conrad.

Abrir el libro y disfrutar de una nueva aventura es siempre una gozada y más cuando nada parece haber cambiado… podría tratarse de una de las clásicas aventuras de Astérix y Obélix ya que no hay nada que delate la transición. Y lo que es un punto a favor, es también una debilidad porqué “Astèrix i els Pictes” no ofrece nada nuevo, ningún cambio en la estructura presente en la mayoría de libros, ninguna evolución, ninguna sorpresa…  Pero comentario crítico aparte, es un nuevo Astérix y abrirlo y empezar a leer material nuevo también me remite al pasado y a esas otras mañanas de festivo en las que leer un cómic, tumbado en la cama, era la única actividad programada.



Y cuando me pongo nostálgico, la música siempre juega un papel importante. El Rockdelux del mes de noviembre viene acompañado de un cd que celebra los 15 años de Houston Party Records (que abandono el Records cuando se convirtió en promotora). Escucho “The Last Days of Don Quijote” de Parkinson d.c., segunda referencia del sello (pero la primera que acabó en mis manos) y recuerdo los discos de Parkinson D.C., The Posies, The Libs, Lori Meyers, Mondo Fumatore, The Wedding Present, The Zeros… y los buenos ratos que he pasado gracias a ellos. El disco del Rockdelux refleja más los últimos años de Houston Party, pero el catálogo de autores roza la matrícula de honor: Tindersticks, The Wave Pictures, Lloyd Cole, Damien Jurado, Fanfarlo, Micah Pl Hinson, Crystal Fighters, Centro-Matic… un total de diecinueve temas que son un regalazo. ¡Felices 15 años y muchísimas gracias por todo lo que habéis hecho y por lo mucho que, seguro, os queda por hacer!