26 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 25 de febrero de 2011


Semana de cambios, de emociones, de nuevas aventuras y de poco tiempo para sentarse ante el ordenador. El lunes María José cerró una etapa de más de 17 años. Los recuerdos buenos, que son los que al final quedarán, se mezclan todavía con las malas experiencias... los repasamos todos ante un plato combinado en el Ugarit... que también es parte del balance positivo de estos últimos 17 años.

Martes. En mi trabajo me encuentro, prácticamente a diario, haciendo cosas que nunca había hecho antes... muchas veces debo superar miedos e inseguridades... me gusta.

Miércoles. Me encuentro con María José en el centro de Barcelona a la hora de comer. Nos regalamos unas tapas en el Cañete (alcachofas fritas, mejillones, tellinas, huevos estrellados con sepia... todo buenísimo) y un agradable paseo de falsa primavera por La Rambla. Durante un par de horas conseguimos una agradable sensación de vacaciones.

Jueves. Hace años – todos éramos más jóvenes -, el día de San Esteban, en casa de mis padres – y después de la comilona preceptiva – se veía “Los Goonies”. Cada año nos reuníamos mis primos, mi hermana, mi padre (y ocasionalmente algún adulto más) y yo para disfrutar con una película que, casi, nos sabíamos de memoria. El Jueves nos reunimos en Graceland para hacer un visionado. Marta, Albert, Kyol, Eli, María José y yo. Proyección en la pared. Patatas, palomitas, chucherías, kikos, salsa Maga... una jornada genial con regusto a despedida de soltero.

Viernes. Kyol y Albert se casan en Platja d’Aro. Recogemos a Eli y nos vamos a S’Agaro. Terracita en la playa de Sant Pol, sol y una temprana cerveza (o dos) mientras esperamos que lleguen los demás. Boda en el Ayuntamiento de Platja D’Aro (donde saludamos a Jaume que “se ofrece” a hacernos las fotos de familia) y sesión de fotos en la playa. Lo celebramos con una comida familiar en el Hotel Trias de Palamós. Me ha gustado haber podido compartir este momento con ellos. Después de recoger a Cass en S’Agaró, volvemos a Barcelona cantando. El viaje se hace corto.

En el epílogo de “Una Vida Errante”, Yoshihiro Tatsumi dice “Me pide que dibuje mi autobiografía. Pero la vida de un hombre como yo, tan ordinaria y vulgar como cualquier otra, no podía ser de interés para el lector. Está bien, algo de vanidad si que tengo. ¿Y quién no? Sin embargo, carezco del talento para exagerar y abrillantar la realidad de tal manera que mi vida parezca una epopeya”. Tengo que contradecirle después de leer las más de 800 páginas de “Una Vida Errante”. Tatsumi consigue atraparte con su biografía y con la historia de la aparición del “Gekiga” o manga para adultos (por su temática y por un dibujo no infantilizado). Un relato ágil, fascinante, lleno de referencias históricas, culturales y de técnica artística, pequeñas anécdotas que enriquecen el conjunto. Últimamente me he encontrado con varias autobiografías de autores de cómic (Eisner, Taniguchi...) y todas me han gustado mucho. “Una vida errante” es un grandioso cómic que, además, es muy didáctico y nos ayuda a entender mucho mejor el mundo del manga.

20 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 20 de febrero de 2011

Un cambio de última hora traslada nuestro aperitivo del sábado a la Verneda. El Celler Ca la Paqui (San Juan de Malta, 53 Barcelona. Tel. 654 366 853). Anchoas muy carnosas, patatas de Olot rellenas, mejillones... todo buenísimo, el cambio ha sido un gran acierto. Pese a que cada día hay más gente convocada, seguimos siendo los de siempre (María José, Víctor, Laura, Mariona y yo).

Por la noche nos reencontramos con Juan Andrés en La Bodegueta del Museu (Passeig de la Campsa, 1. Cornellà de Llobregat. Tel. 93 475 35 44). El menú de degustación acompaña una larga conversación que rematamos en El Oncle Jack.


Hace unos días me dejaron “Se sabrà tot” de Xavier Bosch y me recomendaron que lo leyera. Fácil de leer, ligero, quizá excesivamente periodístico y poco literario, cuenta una historia de política - ficción en la que el periodismo ocupa un lugar protagonista. Jugar a adivinar quien es quien, establecer paralelismos con la vida y la experiencia del autor y ver perfectamente descrita la redacción de un medio de comunicación y sus tensiones con el poder, son los principales atractivos de esta entretenida novela.

18 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 18 de febrero de 2011


La mala utilización de el calificativo “obra maestra”, le ha restado valor. Vivimos en unos tiempos de superlativo fácil e incluso obras muy menores, son ensalzadas con esta etiqueta que tendría que estar sólo reservada a lo mejor en cada campo creativo. Por esa razón suelo resistirme a utilizarla. Hoy no lo haré. “El arte de volar” de Antonio Altarriba y Kim es una de las cumbres del cómic español. Partiendo del suicidio de su padre, Antonio Altarriba, reconstruye, en primera persona, su figura. Y en el relato se refleja un siglo de la historia de España. “El arte de volar” es la dura historia de los perdedores, la historia de las experiencias vitales que no aparecen en los libros de historia, una historia de renuncias progresivas y constantes que empieza y acaba con la única mano que el protagonista le gana a la vida. Pero también es una historia de ideales , de decepciones, de fidelidades y, en definitiva, de sentimientos profundos. Una de las virtudes del relato de Altarriba es que, contándonos la vida de su padre, consigue un fresco lleno de vida – gris – de la España desde principios del siglo XX hasta nuestro siglo. La España rural, la Guerra Civil Española, el exilio, los campos de concentración en Francia, la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de Francia, la lucha en la Resistencia, el regreso a la España más gris y la renuncia a los ideales que supone, la llegada de la democracia... todas las experiencias de Antonio Altarriba nos ayudan a reconstruir la historia de los perdedores. Acompaña el relato de Altarriba un excelente dibujo de Kim – conocido sobretodo por su trabajo en El Jueves – que, sin alardes visuales, es el complemento ideal para el duro y sincero relato de Altarriba. Una de las mejores novelas gráficas que he leído. Imprescindible.

17 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 17 de febrero de 2011


Levantas la vista del ordenador y ya es jueves. La semana ha pasado volando entre reuniones, entrevistas, conversaciones telefónicas y correspondencia electrónica variada. Alguna conversación interesante, alguna pequeña victoria... y mucho trabajo que deseas que algún día - a poder ser, no muy lejano - de fruto... nada fuera de lo corriente.

Las grandes ciudades están hechas con muchas pequeñas historias. En la exposición “Els Napoleon” que acaba de inaugurar el Arxiu Fotogràfic de Barcelona me encuentro con muchas de ellas. Y son muchas porque Napoleon fue el estudio fotográfico más famoso de Barcelona, desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta los años 30 del siglo XX. Un siglo retratando a la gente de la ciudad es un siglo de pequeñas historias personales de las que sólo podemos ver una pequeña muestra en la exposición. Son muchas las familias que encontrarán, entre los recuerdos familiares, una fotografía firmada por este estudio sinónimo de prestigio. La interesante muestra se completará en unos días con la que se inaugurará en el frontón Colon. El gimnasio ocupa actualmente el edificio que los Napoleon hicieron construir para albergar su próspero negocio.


Y acabo hoy con un libro que Carol le regaló a María José .“La promesa del Ángel Caído” es una novela policíaca escrita por el alemán Friedrich Ani. Policíaca pero no negra, ya que el caso del inspector Süden no gustará a los amantes de las novelas más truculentas del género. En realidad pasa poca cosa, pero “La promesa del Ángel caído” está bien escrito y presenta una interesante trama policíaca. Entretenido.

15 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 15 de febrero de 2011


Siento no escribir con más regularidad. Lo intento, creedme, pero no lo consigo. Y así, debido a esta mezcla de poco tiempo, pereza (de la congénita y de la adquirida) y rutina (de la buena), las crónicas se van acumulando en mi cabeza... pero no aparecen por aquí. Hay algunas de buenas... que lástima que esas sean las que acabo por no escribir.

El sábado pasado desconvocamos nuestro habitual aperitivo pero no renunciamos a él. Hacía sol y convencimos a Mariona – no hizo falta demasiada presión – para preparar un aperitivo improvisado en su terraza. Por la noche fueron Jordi P. y María los que nos acogieron en su casa con una fantástica cena japonesa. El domingo, cansados, decidimos renunciar a varias – y apetitosas – ofertas y nos quedamos en casa para recuperar las fuerzas que nos van a impulsar durante esta semana.


El Pequeño Christian”, de Blutch, es un cómic lleno de referencias a la infancia de los que ya tenemos una edad. Y esa es una de las razones por las que me ha encantado. Allí está todo: el patio del colegio, Tintín, las niñas, Asterix, las películas de vaqueros, los cómics, las revistas del barbero, Los Ángeles de Charlie, el primer amor... un recorrido nostálgico por esos años – largos, eternos – en los que crecemos no sólo físicamente y por todas esas experiencias que nos acompañan en este crecimiento. No sé como lo vivirán los que no vivieron esos años – Blutch nació un año antes que yo -, pero para los que compartimos experiencias similares – con las diferencias que marca vivir en un país distinto – “El Pequeño Christian” es un paseo por nuestra pérdida de la inocencia hecho con nostalgia, con sinceridad y con cariño. Muy recomendable.

12 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 11 de febrero de 2011


Hay un episodio de Seinfeld , “the soup nazi”, que siempre recuerdo cuando voy a comer a “Au port de la lune” (Pl. de Sant Galdric, 1. Barcelona. Teléfono: 932703819). Se come de miedo, pero la intransigencia con el cliente le resta encanto. Es por eso que María José, por ejemplo, no tiene la intención de volver después de una primera visita. Yo lo hice el miércoles acompañado por Toni después de una extenuante sesión de fotografía callejera (en la que, los meritos para el que se los gana, yo no hice ni una sola foto).

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 9 de febrero de 2011


En su “jardín de las delicias”, Hyeronymus Bosch, retrata el infierno como un lugar caótico, sombrío y opresivo en el que los cuerpos, amenazados por el fuego y el dolor, se amontonan y se retuercen. El cuadro de El Bosco me gusta mucho y, siempre que voy a Madrid, intento escaparme para volverlo a disfrutar. Pero la próxima vez que lo vea, lo miraré con ojos distintos ya que he estado en el infierno y no tiene nada que ver con el panel derecho de “El Jardín de las Delicias”. El infierno es un espacio enorme, bien iluminado, enmoquetado y lleno de mesas y sillas. El infierno es un Bingo en el que intentas llevarte el tenedor (con parte del menú de 3’95 euros que has pedido) a la boca mientras con la otra mano intentas tachar un número. El infierno es un Bingo en el que las partidas se suceden a un ritmo infernal. El infierno es el Bingo (un juego idiota en el que sólo interviene el azar, pero que te ata a un bolígrafo como penitencia ante la posibilidad remota de obtener un premio). El infierno es un lugar donde si ríes con los amigos, te chistan desde la mesa más cercana. El infierno es una sala enorme donde las conversaciones quedan siempre interrumpidas. Yo estuve el martes por la noche en el infierno (era mi primera y, por poco que pueda, última visita a un establecimiento de estas características) y los que me mandaron a él tienen nombre: se llaman Marta, Joan María, María José, Albert y Esther. Ellos son los culpables.

Mi pasión por el picante es cada vez más conocida y por eso Albert y Marta me han traído, de su viaje de trabajo a la India, este preparado para hacer un plato de pollo. Lo prepararé pronto ¿Algún voluntario para acompañarme?



Acabamos la noche en el The End. Creo que la desaparición del humo en los bares es una buena noticia pero pienso que los propietarios de locales ahora tienen que ponerse las pilas y hacer algo con los olores. Los olores que enmascaraba el omnipresente hasta ahora tabaco, han aparecido con fuerza... y es muy desagradable.

Pero, por suerte, no todo es negativo. He leído La Sombra del Águila, un relato breve de Arturo Pérez-Reverte que me ha hecho reír. Es posible mezclar historia militar y humor y Pérez-Reverte lo hace con gracia en esta breve novela que se lee en un pis-pas.

11 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 7 de febrero de 2011


Y llega la Superbowl. Me encuentro con Alex “El niño” y Jordi P. y callejeamos preparando el partido. Después de la improvisación del año pasado, este año hemos hecho los deberes y tenemos mesa reservada en un pub del centro de Barcelona. Mesa privilegiada, muchísimas cervezas y ambiente fiestero (los berreos con los que el resto del público coreo los temas de los BEP me llevaron a las puertas del infierno). Sólo empaña la fiesta el olor a frito que nos llevaremos al final de la jornada y la derrota de los Pittsburgh Steelers.

Siempre hay lugar para las pequeñas casualidades. Coincidiendo con la derrota de los de Pittsburgh, acabo “Los misterios de Pittsburgh” de Michael Chabon. Novela de juventud de Chabon en la que apunta maneras. Se deja leer, pero prefiero sus últimos libros.

06 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 06 de febrero de 2011


George W. Bush estableció que Irán, Corea del Norte y Siria eran los tres vértices de su “triángulo del mal”. En la búsqueda de su particular “triángulo del mal”, y basándose en la cantidad y calidad de picante en sus platos típicos, mi estómago ya ha establecido dos de los vértices: México y Corea. Seguirá buscando el tercero.

Albert y Kyol vinieron el jueves a cenar a casa. Kyol – que conoce mi pasión insana por el picante – me trajo un surtido de productos coreanos de alto contenido picante.



El surtido de la foto durará menos de lo que sería razonable... muchas gracias. Raclette (no tuvimos tiempo para cocinar) y conversación en tres idiomas (catalán, castellano e inglés) que me permitió ver que las clases de inglés no acaban de funcionar como quisiera y que el alcohol no es el mejor aliado para una conversación fluida en un idioma que no dominas. Pese a mis lagunas lingüísticas, lo pasé muy bien.

La cena del jueves servía de punto de inicio para un largo fin de semana de encuentros con amigos que culminará esta noche con la Superbowl. El viernes, con Víctor, Jordi P. y Pablo volvimos al Mundial. Tapas clásicas y alguna novedad en la carta garantizan una buena cena. Andrés nos cuidó mucho y tuvo un montón de detalles. Gracias. Continuamos por el Born y – ya sólo con Jordi P. – iniciamos una de nuestras largas caminatas nocturnas con una parada en el Ginger para reponer fuerzas.

El sábado – y tras una semana de ausencia – vuelven los aperitivos del sábado. Por desgracia, la bodega escogida, está cerrada. A pocos metros está “El Roure”, un clásico que nunca decepciona. Con Mariona, Víctor y Laura esperamos a que María José aparezca con magníficas noticias. Amenizamos la espera con patatas bravas, mejillones, esqueixada y croquetas. El día es estupendo y, ya de vuelta en casa, María José improvisa una fideuà que nos comemos al sol en la terraza de Mariona.

Y llega el domingo, un domingo que será muy largo y, espero, provechoso.

02 febrero 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 02 de febrero de 2011


Los fines de semana – llenos de encuentros con amigos y momentos gratos – y los días laborables – plagados de reuniones, llamadas telefónicas eternas y mails kilométricos – me dejan poco tiempo para sentarme delante del ordenador para pergeñar estas crónicas diariformes.

El sábado aprovechamos el sol y la terraza de Mariona para regalarnos un aperitivo en substitución del habitual encuentro con los amigos de cada semana. Es el primero de la temporada, pero seguro que caerán muchos más.

Domingo. Tras una mañana de perezas, nos encontramos con María, Jordi P., Laura, Víctor, Iola, David, Ona i Min para hacer una calçotada en Cal Naré. Mucha comida, amigos, risas y alcohol abundante. Cargamos pilas para la semana.