28 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 26 de abril de 2008


Viernes noche. Los astros, que durante la jornada han sido más bien esquivos, se alinean favorablemente y la buena fortuna se reencarna en Paco que pone en mis manos una de las codiciadas entradas que dan acceso al concierto de Nick Cave en Badalona.
Así que, frotándome los ojos y pellizcándome, recorro el camino que separa Levi Pants del Pavelló Olímpic de Badalona dispuesto a disfrutar de uno de los conciertos del año (al que había renunciado por motivos económicos).
Llego al Pabellón y nada más entrar, mientras todavía estoy intentando localizar mi sitio me encuentran Jesús y Natalia (a los que no veía desde el día de su boda). Poco después nos encontramos también con Jordi R... la frase de Jesús no puede resumir mejor el momento: “Els mateixes rates... els mateixos forats” (las mismas ratas, los mismos agujeros).
Aparecen en el escenario primero los Bad Seeds como una banda de tahúres salidos de una mala noche y, tras ellos, Nick Cave como el peor de todos ellos. Y, desde el primer tema, desprenden energía enfermiza que se propaga por todo el pabellón ofreciendo uno de los conciertos del año. Nick Cave en directo – es la primera vez que tengo la suerte de verlo – es una auténtica bomba. En algunos temas se convierte en un predicador loco, en otros se contagia del ritmo infernal marcado por su banda (Warren Ellis es de lo mejor que he visto últimamente), pero siempre domina la escena con su voz y su presencia. Su nuevo disco “Dig, Lazarus, dig” es fabuloso y su reinterpretación en directo es lo mejor de una noche donde no faltaron tampoco los clásicos de la banda. Se echo de menos quizás ese Cave más íntimo y sus baladas enfermas que sólo asomaron en una versión de cara a la galería de “Into my arms” (que a mí me gustó mucho).
Salgo del concierto muy contento pero realmente cansado. Por suerte María José ha decidido venirme a buscar y volvemos a casa mientras me como el fabuloso bocadillo de salchichas que me ha traído.

Sábado. Por la mañana sigo escuchando a Nick Cave (el “Abattoir Blues”) mientras trabajo con el ordenador. También suenan Rufus Wainwright (haciendo de Judy Garlan) y el sampler de Houston Party Records que acompaña al RockdeLux de este mes (con temas de, entre otros, South San Gabriel, Micah P Hinson, Ezz Barzelay, Centro – Matic, RuizPantaleón...).
A mediodía vienen Olivia, Roberto y Martina para celebrar el cumpleaños de María José (nunca es tarde si la dicha es buena). La temperatura es genial e inauguramos la temporada de verano con la primera comida en el patio de Graceland.
Siesta para recuperar fuerzas y cena en el ¿? con Iola, David, Jordi P., Emma, Víctor y Laura. El resultado, en ciertos aspectos muy decepcionante, del restaurante inaugura una sección nueva: Restaurantes Aberrantes.

Salimos del restaurante muy tarde. Tiempo justo para hacer una cerveza en el Glaciar (recordando viejos tiempos) antes de retirarnos.

RESTAURANTES ABERRANTES (1)
Restaurant ¿?)


Inaugura esta sección dedicada a las malas experiencias en el sector de la restauración nuestra cena en el Restaurant ¿?, situado en ¿?, en el local del que habían sido los Almacenes ¿?. Quiero destacar las cosas que no me gustaron y, sobretodo las que me indignaron, para denunciar las malas prácticas que – cada vez más – se cometen en los restaurantes de nuestra ciudad.
El restaurante es muy bonito, tiene mesas con espectaculares vistas a ¿? y una decoración moderna que le da un aire muy cosmopolita. Hasta aquí, todo bien. Llegamos y una amable recepcionista nos hace subir por las escaleras hasta la recepción donde reina el caos. Pedimos por nuestra mesa reservada – nuestros compañeros de mesa ya han llegado – y nos dicen – riéndose – que no saben dónde están y empiezan una búsqueda por las mesas ya ocupadas preguntando el nombre para averiguar dónde están. El caos, pese a los medios que tienen (mucha gente con pinganillos en las orejas), nos sorprende.
Nos sentamos a la mesa – ya completa - a las 10:40 (la hora del segundo turno, lo que indica que los del primer turno se han visto obligados a comer en hora y media) y los primeros no aparecen hasta una hora después. Los 7 platos llegan a la vez, por desgracia somos 8. Se han dejado uno que hay que reclamar ya que ellos no se han dado cuenta de que sólo servían a 7 de las 8 personas de la mesa. (En mi caso un surtido de verduras a la brasa que roza el aprobado).
Comer debería ser una cosa armónica y la espera entre platos debe ser mínima. En algunos locales lo consiguen, no es el caso del ¿?. Entre la aparición de los primeros y la de los segundos pasa más de media hora. Pasan de las 12:00 cuando nos traen los segundos, llevamos hora y media en el local (mi steak tartar con patatas fritas es correcto pese a que las patatas que lo acompañan están algo blandas).
Nuevas largas esperas para postres (lo mejor de la noche es El Negre (un coulant con helado de chocolate) que me como de postre) y cafés.
Dada la hora no hacemos sobremesa, pagamos (26’5 por persona, en principio correcto por lo que hemos comido-bebido, dejando al margen el caos y las esperas) y salimos (pasa de la 1:30, tres horas después de nuestra entrada).

Al revisar la cuenta en casa vienen las sorpresas. Algunas positivas (se han olvidado de cobrar una de las botellas de vino, una de las aguas y todas las cervezas, lo que hubiera elevado la cuenta a límites vergonzantes) y otras indignantes:
1.Nos cobran el pan. Que no hemos pedido (cuando estábamos tomando los segundos ha aparecido un camarero que nos ha ido sirviendo pan mientras te preguntaba si querías o no) y que ha consistido en media rebanada (si, si... media – por suerte cortada con cuchillo y sin marcas de dientes ajenos) por persona. El pan era flojo, algo gomoso y MUY CARO. Cada media rebanada tiene un coste en el ¿? de 2 euros (333 pesetas de las de antes, a veces conviene recordarlo).
2. Los carajillos de baileys tienen un coste – unitario – de 3’80 euros. Es decir, tomarse un carajillo, en el vaso de carajillo de toda la vida, cuesta 632 pesetas (más iva). Para pensárselo.

No se puede cobrar eso por el pan y menos cuando lo que sirves es de menos nivel que lo que te regalan en el bar de menús de toda la vida. Es este tipo de actitudes lo que provocan la indignación del comensal que se siente indefenso ante estos abusos. Por poco que pueda no volveré al ¿?.

25 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 25 de abril de 2008


El viernes, aunque no tenga demasiadas cosas que contar, me gusta escribir. Intento transmitir en estas breves líneas el alborozo que provoca la cercanía de la libertad tras cinco días de abnegada entrega a la causa del capitalismo. Encerrarse a trabajar, mientras fuera, en las calles, la primavera brilla con fuerza y las temperaturas suben, es una misión cada vez más ardua. Hoy lo haré una vez más... pero por última vez esta semana.

Ayer conseguí hacer un hueco en mi rutina y me escapé a la Escola de la Dona para ver el primer cuadro de María José colgado en una exposición. No es el primer cuadro de María José que veo expuesto – sobre mi cabeza tengo uno que hizo para mí –, pero hace ilusión verlo en una exposición pública.

Después, y dando un paseo por nuestro viejo barrio, entre en el colmado a comprar fideos e hice un pequeño descubrimiento. Lindt ha hecho un chocolate negro con chili. No pudiéndome resistir he comprado la que – si me gusta – será la primera de muchas.

Escribo rodeado de caos. A los dos ordenadores destripados que se desparraman por encima de mi mesa se han sumado los últimos días un montón de papeles de distintos tamaños y procedencias, una torre de revistas que esperan mi atención, cedes por escuchar y otros extraños objetos a los que no soy capaz de asignar un uso a corto plazo. Las profundidades de Graceland se asemejan cada vez más a una cueva.

21 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 21 de abril de 2008


Una mañana de lunes tranquila, que decido invertir en cocinar un poco, pone fin a un par de días en los que las actividades gastronómicas – por utilizar un eufemismo en vez del término comilona - se han convertido en el centro de nuestro tiempo de ocio.

Arrancamos el viernes volviendo a “Le Quattro Stagioni”, en esta ocasión para regalarnos el menú de degustación de primavera. Cuando llego, y contra todo pronóstico (la semana pasada fue la primera vez que vinimos), me reconocen y me acompañan a la mesa donde María José me espera sin necesidad de presentarme ni decir nada.
El menú empieza flojo con un helado de ceps con teja de parmesano, algo incómodo de comer y no del todo conseguido, pero enseguida remonta con la piadina de parmesano, jamón ibérico y mozzarela (un plato menor pero delicioso), con la ensalada de espárragos verdes, calçots y langostinos con espuma de parmesano (que empieza a apuntar alto) y con unos impresionantes fettuccine al doppio burro.
Los dos platos finales suben el listón todavía más alto: primero una taggliata de buey mechada con parmesano y, para rematar, vieira asada con alcachofas y parmesano (el plato más delicioso de todos, una fiesta para los sentidos).
Acompañé el menú con un Rinaldini Cabernet Sauvignon (que me recomendaron y me gustó mucho). De postre un flan de parmesano que llegó cuando ya no podíamos más. Unos cafés pusieron fin a la fiesta gastronómica en la que el parmesano es el principal protagonista al estar presente en todos los platos. Un menú coherente y muy acertado, la tranquilidad, la amabilidad y profesionalidad del servicio y el agradable local hacen que los 45 € por cabeza que tenemos que pagar, estén más que bien invertidos. Descubrir un clásico de la ciudad y que te sorprenda dos semanas seguidas es una buena noticia.
Al salir del restaurante damos un largo paseo por el barrio con Cass. Nuestro pueblo está de fiesta y nos acompaña la música que llega de un – lejano – concierto. Hablamos y reímos con sensación de verano en la piel. Es hora de irse a la cama.

Sábado. Mañana de ordenadores mientras María José se encarga de ordenar y limpiar Graceland (sepultada estos últimos días por capas de pelo blanco). A mediodía nos 136 velas hubieran ocupado todo el pastelacercamos a casa de mis padres para celebrar el cumpleaños de mi madre, de mi hermana y de María José (entre las tres cumplen 136 años). A las risas y gritos habituales se suman los regalos, las canciones de cumpleaños y el tradicional pipi de Cass en el comedor.
De nuevo el menú resulta excesivo y salimos casi rodando con lo que el resto del día lo dedicamos a dormitar en el sofá.

Domingo. Jordi P. nos regaló hace unos días una foto suya. Hemos hecho una la foto de Jordi, ya colgada en Graceland
ampliación de gran tamaño y esta mañana por fin la hemos colgado. Nos hacía mucha ilusión tener obras de amigos y la foto de Jordi nos gusta mucho. Es la primera obra de un amigo que colgamos de las paredes de Graceland, esperamos que no sea la última.
A mediodía recogemos a Cristina y nos vamos a casa de Yoli y Rafa para celebrar el cumpleaños de Lucas. El día no acompaña y la fiesta se traslada del jardín a la bodega. Muchos niños por todas partes (en total cuento 9, pero como se mueven muy rápido igual me he descontado), 16 adultos (también es posible que me halla descontado), mucha comida buena (memorable la empanada de atún y la paella hecha con leña), unos pasteles deliciosos y mucho caos. A Yoli y a Rafa casi no los vemos... y hablar con ellos es más que difícil.
El resto del día, a pesar de que nuestra actividad ha sido contemplativa, lo hemos dedicado a reposar y a digerir la comida.

17 abril 2008

“...quiero obsequiaros con estas líneas de aparición más o menos regular en las que os contaré mi aburrido y rutinario deambular por la vida. He decidido llamarlas Diario de un Ocioso ya que ese es mi oficio... lo otro es circunstancial y espero poder demostrarlo algún día no muy lejano...”
Xavi. Diario de un Ocioso, 25 de febrero de 2003


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 17 de abril de 2008


El día 11 de julio este diario cumplirá 5 años de manera oficial. Pero realmente los cumplió el 25 de febrero ya que, como he contado en alguna ocasión – o eso creo –, al principio lo enviaba a alguno de mis amigos por correo electrónico. El aniversario se me escapó, como seguramente se me escapará el del 11 de julio, pero ahora que me he dado cuenta, quería compartirlo con todos vosotros que – regular u ocasionalmente – os dejáis caer por aquí.
Son cinco años llenos de pequeñas historias cotidianas con un interés – soy consciente de ello – más que limitado. Y, de momento, seguiré escribiendo. Por que me divierto, por que así algunos que estáis cerca me podéis conocer mejor, por que puedo compartir lo que me gusta con vosotros y, por que en definitiva, algo tenemos que hacer. Gracias por leerme.

15 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 13 de abril de 2008


Despierto en S’Agaró con esa sensacional sensación que sólo las vacaciones pueden proporcionar. La noche no ha sido todo lo tranquila que nuestro cansancio reclamaba pero estamos en S’Agaró y eso siempre compensa.
Paseo con Cass mientras María José prepara el desayuno en el balcón. La paz habitual queda hoy interrumpida por una pelea de gatos que seguimos con la misma atención que seguiríamos un reportaje de National Geographic.

Después nos entregamos a la – falsa – rutina vacacional: paseos, lecturas, una vuelta por Sant Feliu, comprar carpaccio de bacalao en Can Prat, un aperitivo al sol, larga siesta y más paseos.
Es fabuloso estar de vacaciones – aunque sea una ilusión - . Nos hemos quedado con las ganas de pasar un rato con todos los amigos con los que nos hemos encontrado y con los que sabíamos que estaban por aquí... pero la próxima vez – que espero sea pronto – será.
Vuelta a casa mientras el sol se pone.

SR. CHINARRO
RONRONEANDO


Sr. Chinarro. Ronroneando
Siempre me han gustado los trabajos de Sr Chinarro y su nuevo disco “Ronroneando” no es una excepción. Más asequibles que nunca, las nuevas canciones de Antonio Luque nos hablan de amor y desamor con un sonido más desnudo que nunca. El sonido Chinarro es fácilmente identificable pero no hay en sus nuevas canciones los complicados arabescos sónicos que caracterizaban sus primeros discos.
Esta aparente sencillez, que para algunos será motivo de crítica, para mí es muestra de una evolución. Las letras, uno de los valores añadidos de los temas de Sr. Chinarro, siguen brillando a gran altura.
Temas como “Los Ángeles” o “Anacronismo” son sensacionales y, pese a pinchazos como el (para mí horrible) “El teórico”, el conjunto nos ofrece uno de los mejores trabajos del sevillano.

14 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 12 de abril de 2008


Viernes. Celebramos el cumpleaños de María José con una cena en “Le Quattro Stagioni" (Dr. Roux, 37. Barcelona Tel. 93 205 22 79). Cuando llego veo el coche aparcado en la puerta, María José me espera ya sentada en la mesa. Ha sido un día intenso para ella: llamadas, visitas de amigos, mails de felicitación, regalos, mensajes... y está muy contenta.

El restaurante – que hace años que tenía en la lista de “pendientes” – es justo lo que nos apetecía: un comedor acogedor, con las mesas muy separadas, tranquilidad y comida (italiana) con forma de comida (hay cierta creatividad pero sin perder de vista que el cliente ha ido a comer y no a experimentar).
De primero me decido por una Piadina rogmanola calda (que está deliciosa) y María José me deja probar sus (espectaculares) parpadelle con carciofi. De segundo yo me decido por una Tagliata de vitello (muy buena). La tradición es la tradición y de postre caen unos cannoli – esta vez de de frutos secos -.
Todo está muy bueno, el servicio es atento, el local agradable y la carta está trufada de interesantes sugerencias que aseguran futuras visitas. El precio - 35 euros por cabeza bebidas aparte – provocará que tardemos un poco más de lo deseable pese a la buena relación calidad precio.

El día ha sido muy largo y, pese a que la conversación es tan agradable como siempre y apetece continuar, el cansancio nos vence y decidimos seguir en casa.

Sábado. Conseguimos, después de que suene ese despertador perruno que adquirimos hace un poco más de dos años, ponernos en funcionamiento y un par de horas después ya estamos en S’Agaro. Nada más llegar damos un paseo con Cass por el bosque – aquí la dejamos suelta con más tranquilidad -. Pese a alguna persecución pajaril durante la que pierde el norte – y el sur, y el este y el oeste... -, no se aleja demasiado de nosotros y es agradable verla correr.

A medio día nos acercamos a Romanya de la Selva donde hemos quedado con Mª Carmen y “El Jefe”. La excusa para este – alejado de Barcelona – encuentro es la presencia de una de las acuarelas de Mª Carmen en la Exposición de Acuarelas en Homenage a Mercé Rododera que la Agrupació d’Aquarel·listes de Catalunya ha organizado en “El Refugi”.

Es ella misma la que nos hace de guía presentándonos algunos de los cuadros de sus compañeros de exposición y hablándonos de la obra de los que más nos gustan y sonrojándose cuando – después de pasar por el resto de obras expuestas – nos enseña su acuarela haciéndonos notar todos los insignificantes errores que contiene y obviando todas sus virtudes – que son más de las que ella quiere reconocer -.

Restaurant Les Gavarres
Después de alimentar el espíritu, toca alimentar el cuerpo y, para ello, tenemos mesa reservada en el mismo recinto de “El Refugi”, en el restaurante “Les Gavarres” (Romanya de la Selva. Tel 972 83 30 60).

El emplazamiento del restaurante es privilegiado. Desde los ventanales del comedor tenemos una excepcional vista de las primeras estribaciones de “Les Gavarres” y de la comarca de la Selva. Nuestra mesa, situada junto al ventanal, está muy alejada de las otras mesas. Una chimenea ambienta desde el centro del local y hoy – no podía ser mejor – hay pocas mesas ocupadas.

Tras no pocas indecisiones – la carta es amplia y hay muchas sugerencias del día – me decido por las perlas de la cocina (un plato que recoge cuatro de las propuestas de la carta presentadas en pequeñas raciones. Hoy: una ensalada de queso de cabra (envuelto en hojaldre), un carpaccio de ternera con crujiente de parmesano, vieira y escalibada con anchoa) que, como entrante, resulta ideal.
De segundo – tras más dudas – me decido por un – monumental – rabo de buey.
rabo de buey de les gavarres

Pincho un poco con el postre – chocolate picante – mejor presentado que conseguido, pero el error ha sido mío ya que los otros postres – un coulant y una tarta de manzana están buenísimos.
El precio – 35 por persona, bebidas aparte – resulta muy interesante por lo que hemos obtenido a cambio y lo bien que hemos estado (ahora, al revisar la cuenta para escribir esto, veo que no nos cobraron el vino ni los cafés... espero que la modesta publicidad que supone esta crítica favorable les compense el error).

Bajamos hasta la playa de Sant Pol y , después de recoger a Cass, damos un largo paseo por el Camí de Ronda hasta la Conca.

Alargamos la jornada con una cervecita en un bar de la playa mientras alargamos la conversación. Son más de las 9 cuando volvemos a casa para cenar y ver un poco de “Super Size Me” antes de irnos a dormir.

11 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 11 de abril de 2008


Hace mucho tiempo me ofrecí para hacer la web de Fashion Korps, el grupo en el que Jordi R. toca el bajo. Meses después, y viendo que la cosa no avanzaba, lié a Jordi P. para que la hiciera él. El no tardó tanto como yo tardé en no hacerla y la web de Fashion Korps, pendiente de alguna pequeña modificación, ya está colgada.

Para celebrarlo, Jordi, Pez y Teki nos ofrecieron un pequeño concierto – tres temas – en su local de ensayo. Disfrutar de una actuación en estas condiciones es todo un lujo y F**K suenan mucho más contundentes en el pequeño local de ensayo.
Después nos invitaron a cenar en una pizzeria cercana. Concierto y cena por no hacer nada – en mi caso -, un buen balance. Gracias.

Después de cenar aún tenemos tiempo de hacer una copa en el Kfe Ole antes de volvernos a casa (mañana trabajamos todos).

Y hoy, por fin, es viernes. Yo sigo con mi guerra informática, perdiendo y ganando batallas, con resultado todavía incierto.

09 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 08 de abril de 2008


Se apagan las luces del martes y con ellas las últimas fuerzas que nos han permitido llegar hasta aquí. Es hora de descansar, de reflexionar y de empezar a coger fuerzas para afrontar la larga jornada que mañana nos espera. En el transistor que suena junto al ordenador, el tono reposado de la locución que caracteriza la radio nocturna acompaña a la penumbra que me rodea. El resto es silencio, interrumpido – eso si – por las señales acústicas que me recuerdan que estoy jugando a poker (y, como casi siempre, perdiendo).

Al final, después de muchas horas, el domingo conseguimos acabar con la tercera temporada de “Lost” (que nos ha dejado con ganas de más). El maratón, valió la pena.

Y desde entonces el trabajo se ha llevado lo mejor de nosotros y sólo he tenido tiempo para hacer la mitad de las cosas que pensaba hacer. Han hecho mas amenos mis viajes hasta Levi’s City el sensacional “El mundo de los prodigios” de Robertson Davies. Sólo enturbia un poco el final de la novela la utilización por parte de Miguel Martínez-Lage (el traductor) de la palabra “regomello” (Según el Casares de mi abuelo que todavía me gusta utilizar: Preocupación). No discutiré la idoneidad de la utilización de la palabra, pero seguro que el traductor podía haber encontrado un sinónimo sin las connotaciones “chanantes” de regomello. Seguro que la carcajada no era lo que el autor (y con él, el traductor) buscaba provocar en el lector en ese momento.

EL MUNDO DE LOS PRODIGIOS
Robertson Davies


Robertson Davies. El mundo de los prodigiosDespués de leer “El mundo de los prodigios”, la tercera entrega de la trilogía de Deptford, todavía no salgo de mi asombro al constatar que Robertson Davies sigue siendo un desconocido en nuestro país pese a haber hecho méritos para estar entre los clásicos. “El Quinto en discordia” me deslumbró y “Mantícora” (pese a que quizás es el más flojo de los tres) me gustó mucho. Pero hasta que apareció esta edición de Libros del Asteroide para mí – y por desgracia – Roberson Davies era un gran desconocido.

“El mundo de los prodigios” cierra espectacularmente la trilogía atando cabos y consiguiendo que el efecto de conjunto se refuerce. Y es que, sin lugar a dudas, Magnus Eisengrim es el personaje más fascinante entre los protagonistas y el relato de sus vivencias atrapa desde el primer momento. De nuevo la erudición de Davies – aplicada en esta ocasión al mundo de las ferias de prodigios, de los espectáculos de variedades y, de nuevo, al teatro – nos atrapa con todo tipo de ricos detalles que nos fascinan y hacen que cada página sea una fiesta de descubrimiento.

06 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 06 de abril de 2008


Viernes. Llego a casa donde María José me espera con las pizzas en el horno y todo preparado para el inicio oficial del visionado de la tercera temporada de “Lost”. Y, aunque con cierto retraso, hemos decidido hacerlo a lo grande. Y para hacerlo a lo grande nada mejor que el proyector.

Sabado, domingo... los capítulos se suceden uno tras otro mientras la intriga nos atrapa. “Vivir juntos, morir solos”... hay vida fuera de la Isla y lo demuestran las pocas actividades que nos permitimos a parte de la tele: paseos con Cass, la lectura apresurada del periódico (indignado veo que “El Periódico” ha subido a 1’20 el precio de su edición del sábado. No la volveré a comprar -como no compro “El País” los domingos por la misma razón- hasta que rectifiquen – que no lo harán -. Desgraciadamente los demás igualarán en breve precio y no tendré más remedio que comprar el periódico al nuevo precio), una cervecita rápida en una terraza del barrio con Víctor y Laura (que andan de compras por el barrio), una búsqueda desesperada por el barrio de ingredientes para hacer un bocadillo a las 11 de la noche (que se salda con éxito tras encontrar pan, un paquete de queso semi y otro de chorizo ultra fino) y sesiones de trabajo con los cuatro ordenadores que ahora tengo en las mazmorras de Graceland (el portátil – que funciona y sirve para jugar a poker on line, para escribir esto que estás leyendo y para bajar cosas para arreglar los otros -, el viejo – que conectado todo el día sirve para bajar series -, el de la máquina – en proceso de estudio – y el que me regaló Alberto – en proceso, de momento exitoso a medias, de configuración para convertirse en el de la máquina- ).

Ahora, en una pausa que María José y Cass aprovechan para dormir en el sofá, escribo esto mientras juego a poker on line y trabajo con el ordenador que me regaló Alberto. Como podéis suponer, esta multitarea, provoca un texto poco inspirado (el que ahora – si has llegado hasta aquí – estás leyendo), pocos avances en el ordenador y grandes pérdidas en el poker. Vamos a ver si entre hoy y mañana acabamos con “Lost”.

04 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 04 de abril de 2008

Y otra semana que se va y, por fin, es viernes.
Una semana que, siendo fiel a la verdad, ha pasado más rápido de lo que era de esperar. En el tránsito ha ayudado la cena del miércoles en casa de Albert y Esther que, como siempre, nos acogieron con los brazos abiertos. Y, por si una cena deliciosa, una buena conversación y una larga – larguísima siendo día de cada día – sobremesa, os parecen poca cosa, salí por la puerta con un ordenador bajo el brazo. El ordenador es una donación de Albert a mi afición marciana y en el futuro se convertirá en el corazón de la máquina de marcianitos. Mientras intento arreglar el ordenador que actualmente hace estas funciones, iré preparando el nuevo con todos los juegos que me hicieron – y me siguen haciendo - feliz.

Escucho, mientras escribo esto, “ronroneando” el nuevo disco de Sr. Chinarro.

01 abril 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 31 de marzo de 2008


Dejas de escribir unos días – acosado por duras partidas de poker on line y guerras de hardware (que de momento pierdo) con la máquina de marcianitos cuyo ordenador ha dejado de funcionar correctamente y se te acumula el trabajo.

Fin de semana fabuloso en el que las comidas con amigos (con María José, Nuria y Jordi R), las series de televisión (Alias, Senfield y Lost) y los buenos ratos en compañía de María José me han permitido recuperar fuerzas para continuar jugando al poker on line y para enfrentarme – sin suerte – al ordenador que se resiste como gato panza arriba.

El sábado Jordi y Nuria nos llevaron a comer unas tapas en el Mesón Restaurante Delicias. Platos abundantes y calidad suficiente para disfrutar de un aperitivo que se convierte en larga comida con sobremesa incluida, rodeados de familias y parroquianos habituales (el taxista que deja el taxi encendido en la puerta mientras se pega el lingotazo, el jubilado que compra medio queso, el “dandy”, el jugador profesional, el pesado...).

la yuca en el patio de GracelandEl domingo, después de pasarnos el resto del sábado sesteando, acometemos la dura tarea de trasplantar la yuca que nos regalaron Jordi y Nuria cuando empezamos a vivir en Graceland, hace ya más de dos años y medio. En este tiempo la yuca no ha parado de crecer y como nos han dicho que sus raíces son peligrosas, hemos decidido trasplantarla a una maceta grande que nos permitirá controlar su crecimiento sin que las raíces aparezcan en el trastero del vecino.

El trabajo es superior al esperado y, para celebrar su conclusión, nos regalamos una comida en un restaurante del barrio que no hemos probado hasta ahora a pesar de que tiene buena pinta.
El Restaurant La Perla (Castelao, 104 L’Hospitalet de Llobregat Tel. 93 422 72 20) tiene pinta de fonda de pueblo. El sencillo comedor es acogedor y agradable. En la carta se combinan platos tradicionales, carnes y pescados. Compartimos un carpaccio de bacalao de primero (buenísimo) y una paella (la mejor que he comido en mucho tiempo) de marisco. De postre, la gula es una cosa muy fea, unos profiteroles caseros que rematan la fiesta.
El trato es muy amable y salimos muy satisfechos. Seguro que volveremos ya que son una de las mejores opciones a las que podemos acceder sin coger vehículo ni transporte público.

El resto del día lo ocupamos con series y descanso, que esto de la jardinería es algo muy serio.

El cambio de hora para adaptarnos al horario de verano, es otra de las noticias que me dejan de buen humor.