25 septiembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 25 de septiembre de 2003


He pasado los últimos días muy ocupado; el trabajo y algunos tramites relacionados con nuestro accidente del mes de abril me han dejado poco tiempo libre. Pese a las dificultades, y dada mi condición de ocioso amateur, he conseguido escapar de la aburrida rutina y sacar brillo a las pocas horas que he tenido para disfrutar.



El de la foto es Morgan (Yoli lo tiene desde hace una semana ) y tiene dos meses. Martes por la noche, María José me recoge al salir del trabajo y vamos a casa de Yoli para la presentación oficial de Morgan. Cenamos (muy bien) en su terraza y la sobremesa se alarga hasta tarde.

He acabado el libro de Michael Moore y he empezado un nuevo Michael Connelly, “Más oscuro que la noche”. Después de un par de ensayos (aunque el último que he leído es ligero) un poco de novela negra seguro que sienta bien.

MICHAEL MOORE
Estúpidos hombres blancos

Michael Moore es un francotirador situado en el corazón de los USA de Bush, un visionario que, además, sabe explicar con claridad y un afinado sentido del humor, el túnel por el que está pasando su país. Estúpidos hombres blancos es una denuncia del actual gobierno republicano y de su fraudulenta toma del poder tras las elecciones presidenciales del año 2000. Pero la denuncia de Moore también alcanza a los demócratas y su aquiescencia en asuntos de vital importancia. Ambos partidos americanos están doblegados ante la industria, ante el poder que mueve los hilos.
Moore anima a la acción. Es posible luchar contra la situación, pero la lucha requiere acción y no resignación ante el poder. Todo esto, aderezado con guindas que ayudan a digerir con facilidad las ampliamente documentadas denuncias, es lo que se puede encontrar en este delicioso – y a la vez terrorífico – libro.
Pero la situación que retrata Moore en su libro no es, desgraciadamente, tan ajena a nuestra situación política y social como sería de desear. Si tenéis ganas de leer el libro os propongo el siguiente ejercicio: cambia nombres de dirigentes, de lugares geográficos y de empresas y el resultado es... sí, de espanto.


Hoy jueves, y después de una serie de tramites que nos han ocupado toda la mañana, hemos recuperado un italiano que hace tiempo que no pisábamos: El Golfo di Napoli. Situado en la calle Lleida es un pequeño restaurante italiano ideal para las noches de teatro o conciertos en Montjuïc. Hoy nos han sugerido que probáramos la mozzarella que acababan de recibir. Impresionante, deliciosa.

Por la tarde visita, en el Caixa Fòrum, a la extensa retrospectiva dedicada a Henri Cartier-Bresson. A medio camino entre el reportaje y el arte, sus fotografías cubren medio siglo de pequeñas historias cotidianas en diferentes partes del mundo. La exposición se complementa con “Al gusto de Cartier-Bresson” una selección, realizada por el fotógrafo, de fotografías de diversos autores. Las dos exposiciones son muy interesantes y completas.

Por último, siempre que tengo un rato delante del ordenador, sigo moviéndome por la “blogosfera”. Se encuentra de todo y no siempre resulta interesante. Siempre que encuentre algo que llame mi atención añadiré un link a los enlaces permanentes.

No hay comentarios: