04 marzo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 3 de marzo de 2004 (Segunda parte)


Salgo de casa después de dos días sin actividades dignas de destacar (el canguro de ayer fue como estar en casa, pero con niña). Tengo ganas de comerme el mundo y la temperatura moderada de hoy – el día es muy soleado- seguro que me ayudará.
Primera parada: Palau Robert. Exposición “Mercats”.
Grandes aciertos técnicos e inmensos errores de concepción se suceden en una muestra que pretende – y sólo consigue a medias- mostrar la riqueza de los mercados mediterráneos. La muestra está marcada por un excesivo efectismo que se queda a medio camino de lo que quiere demostrar y que no tiene ningún sentido en una ciudad en la que podemos disfrutar, en cualquiera de los mercados municipales, de las sensaciones que la exposición sólo evoca. Un paseo por cualquiera de ellos es una fiesta de los sentidos en la que sabores, texturas, olores, sonidos y colores se confunden sin la frialdad que obtenemos del paso por esta fallida muestra.
Mención aparte merecen las otras exposiciones que actualmente ocupan las salas del Palau Robert. Continúa la tomadura de pelo de “La cuina dels genis del foc” (ahora dedicada a Fina Puigdevall) y se le añade con descaro una desangelada y poco interesante exposición dedicada a la foto-reportera Sandra Balsells. Tres ejemplos de lo que no debe ser una exposición en un espacio público en el mismo sitio, la coincidencia asusta.
Segunda parada: Necesito resarcirme y para ello me dirijo a la Pedrera. En la Fundació Caixa Catalunya (privada) me encuentro una fantástica exposición: ."Cinc pintors de la modernitat portuguesa. 1911-1965”.
Tan cerca y tan lejos... conozco muy poco sobre el arte contemporáneo portugués. La muestra me servirá para descubrir cinco interesantes puntos de vista, cinco evoluciones diferentes de la pintura portuguesa del siglo pasado. Tres hombres y dos mujeres: Amadeo Souza-Cardoso, Almada Negreira, Vieira da Silva, Joaquim Rodrigo y Paula Rego (La única que no ha fallecido y cuya obra posterior a la expuesta me parece infinitamente más interesante). Las obras expuestas son notables y la exposición nos permite acercarnos sin miedo a la pintura portuguesa contemporánea. Como siempre en las exposiciones organizadas por la FCC podemos complementar la visita con un interesantísimo reportaje audiovisual sobre la obra de los cinco autores.
Recuperado salgo a la calle y me encuentro con Jordi R. en un bar “Fanta”. Cerveza y conversación de bar (la vida, el rock y otras zarandajas). Cambio a Jordi R. por Jordi P. (que me ha invitado al fútbol).
El Barça, con una tarea de aliño se deshace del Brondby y sigue adelante en la UEFA. No ha sido un gran partido pero hemos visto algunos momentos de buen juego.
Hacemos una copa en un bar cercano a casa de Jordi para comentar la jugada. La música (horrible, creo que ha sonado Bisbal) y una parroquia digna de una película de miedo, son elementos que consideraremos (quizás no positivamente) a la hora de elegir un bar donde tomar una copa cuando estemos por esta zona.
Vuelvo a casa leyendo en el bus nocturno, el libro me ha pillado.

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