08 diciembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 07 de diciembre de 2006


Segundo día de fiesta, quedarán – al final del día – todavía tres.

Por la mañana tenemos cosas que hacer y lo hacemos con la tranquilidad que da hacer fiesta en un día laborable (el segundo cuadro ya está en Graceland, la compra hecha, la mañana da para poco más...). María José recoge a su padre en el aeropuerto y juntos vamos a comer al japonés que tenemos junto a casa.

Por la tarde nos enfrentamos a la dureza de un centro comercial en festivo antes de navidad. Por suerte, Cesar, que trabaja allí, nos facilita las cosas y lo que tenía que ser una dura experiencia prenavideña se convierte en un paseo. Quedamos para comer en Graceland dentro de un par de días y volvemos a casa.

Por la noche Cass descubre el verbo rebozar en su faceta “hágaselo usted mismo” y, la hasta ahora blanca Cass, presenta un color marronoso nada favorecedor. Volvemos a casa evitando los contactos con esa masa de barro, tierra y agua sucia en la que se ha convertido nuestra perra, la dejamos durmiendo y nos vamos a los Icaria.

Vemos “El perfume” que consigue atrapar la esencia (que ingenioso) de la novela. No es una película redonda, pero me lo paso muy bien viéndola. El hecho de conocer algunos – muchos – de los escenarios le añade un elemento más de interés. Ver como han ambientado escenas en calles por las que habitualmente paseas es curioso aunque tiene también un efecto no deseado ya que distrae un poco ya que dedicas parte de tu atención a descubrir exactamente donde está rodada cada escena.

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