19 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 20 de julio de 2010


Me despierto. La frontera entre pesadilla y realidad es difusa. Pero en unos segundos, el sueño se disipa y sé que ha pasado de verdad. María José me explica después que ha tenido la misma sensación, esos mismos segundos en los que ha creído que todo era fruto de un mal sueño.

El camino al hospital es largo. Silencios. La música nos ayuda y nos llena de energía. Cantamos las mismas canciones que hemos puesto en un reproductor de mp3 para ella.

Llegamos y, antes de que empiece la montaña rusa de emociones, nos reencontramos con los que comparten nuestras esperanzas.

Pequeños avances. Esperanzas renovadas. Lágrimas de alegría y de incertidumbre.

Los mensajes y llamadas de amigos y el cariño de nuestra familia también nos dan fuerzas. Cada día que pasa, está mejor, gracias a todos.

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