05 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 5 de julio de 2010


Vuelta a la normalidad después de un fin de semana intenso que empezó el viernes con un largo – en tiempo y por los atascos de salida de la ciudad – viaje hasta Calella de Palafrugell con parada en S’Agaró para dejar a Cass. En los Jardines de Cap Roig, Rufus Wainwright inauguraba el Festival y teníamos las entradas desde hacía tiempo. Llegamos pronto y con tiempo de comer algo. Bocadillo de pollo con curry (buenísimo) y un postre de frutas rojas con mascarpone del que muchos restaurantes deberían aprender. Un catering algo caro pero con mucho más nivel del que se suele ofrecer en este tipo de eventos. El ambiente es curioso, los fans del cantante – claramente una minoría – se codean, con los que no tienen ni idea de quien es ese que canta pero que han venido porque a Cap Roig, vienen todos los años.
El concierto empieza tarde – la organización intenta justificar el retraso con un accidente que no permite el acceso al recinto, pero lo cierto es que diez minutos antes de la hora indicada para el inicio del concierto aún no permitían el acceso a las gradas con lo que a la hora de empezar era imposible que todo el mundo estuviera en su asiento – pero cuando apareció Rufus nos olvidamos de las incomodidades.

Rufus Wainwright ofreció, en su concierto, un repaso a toda su carrera. Simpático, charlatán entre tema y tema y demostrando esa insultante facilidad con la que parece que actúa. Como me perdí el concierto del Liceo, tenía curiosidad por ver como sonaban en directo las canciones de “All days are nights” y nos ofreció “Who are you New York”, una emocionantísima “Martha”, “Zebulon” que siempre – todavía más en directo – aprieta donde más duele, “The dream” y “Sonet 20”. También nos ofreció, mano a mano con Stephen Oremus – director musical de su espectáculo homenaje a Judy Garland -, algunas canciones de “Rufus does Judy”. Acabó el concierto con sus temas más conocidos “Cigarretes and chocolate milk”, “The art teacher”, “Going to a town” y un poco más de Judy Garland para dejarnos con una sonrisa en la boca y la sensación de haber disfrutado una vez más de un concierto mágico. Vuelta a S’Agaró, paseo con Cass por la urbanización y cansancio feliz.

Sábado. He dormido poco pero Cass está muy despierta y me obliga a salir a la calle mucho antes de lo que sería deseable. Caminamos hasta el cruce, me hago con el periódico en la gasolinera y vuelvo a casa para preparar el desayuno y desayunar con María José en el balcón. Empieza nuestra rutina: siestas, paseos por Sant Feliu, aperitivos en el balcón, ratos de lectura, alguna película, un baño de Cass en Cala Pedrosa, el primer melocotón de la temporada, la selección española de fútbol llegando a semifinales del Mundial, más paseos y más siestas... vacaciones aunque aún no lo sean.
La vuelta, el domingo por la tarde y de nuevo con colas, fue larga y sólo la suavizó la música que nos obligó a cantar durante todo el camino.

1 comentario:

Xavi dijo...

Hola Xavi! nosaltres estem de vacances per Sant Andreu. Si voleu ens veiem un dia. Una abraçada.