29 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 29 de julio de 2010


Llueve, las tormentas de verano siempre traen recuerdos de veranos mejores... Partidas de Risk en el balcón de S’Agaró, olor a tierra mojada, a pinos y a actividad interrumpida, partidos del campeonato de tenis aplazados, salir a buscar caracoles con linternas, cartas y tertulias familiares después de cenar... buenos recuerdos de largas tardes de verano.

María José se acaba de ir para pasar la noche en el hospital con las pilas recargadas después de una agradabilísima comida en casa de la Fortu y el Jefe que nos han preparado un menú estupendo (con una fideuà para chuparse los dedos) aderezado con mucho cariño. Recuperados – y, en mi caso, anestesiado por el vino y el cava consumido – volvemos a nuestra extraña rutina no vacacional.

Sois muchos los que nos habéis llamado para ocupar el puesto de “recargadores” que hoy han ocupado la Fortu y el Jefe (el otro día vinieron Quim, Carol y Noa a casa para llenarnos de energía y no lo he contado)... vamos buscando huecos y tenemos ganas de estar con todos vosotros... pero no siempre encontramos el momento. Gracias por estar ahí... saber que os tenemos nos llena también de energía.

1 comentario:

Carol dijo...

como dice Jorge Drexler en su canción Todo se transforma: "...cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da, nada más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma..."