02 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 01 de junio de 2005


Martes. Mi padre se jubila hoy. Tras muchos años de trabajo, incertidumbres, enfados y alegrías, mis padres – mi madre se jubiló hace poco más de un mes - han alcanzado el deseado estado de inactividad laboral remunerada. Se lo han ganado a pulso, espero que lo disfruten mucho.
Lo celebramos con una cena improvisada en su casa: Gazpacho light (la manzana sustituye al pan) y rape a la plancha. Buenísimo.

Los días que han pasado me permiten hacer ya una valoración sobre que ha supuesto el último episodio de la saga “Star Wars”. La sensación es ambigua. Por un lado tengo la sensación de que por fin el conjunto toma coherencia. Lo que empezó como una gran aventura (aún recuerdo el impacto que supuso “Star Wars” la primera vez que la vi en un cine del Paralelo) se ha convertido en un drama con aires clásicos. Un drama oscuro que gravita sobre grandes temas: el miedo, el destino y la lucha entre el bien y el mal. Por otro lado queda el vacío de saber que, después de 30 años de esperar una nueva entrega “tras el último no va nadie” (como dirían "Los Enemigos) y que hemos llegado a un final (a no ser que decidan sorprendernos y hacernos – una vez más – un poco más felices).
Queda ahora recuperar la saga entera (en el orden original o en el cronológico, que mas da) con lo que quedaré eternamente agradecido al amigo que quiera prestarme sus dvd’s de “Star Wars” o, como se llamaba antes de este mundo pijo-globalizado en el que vivimos: “La Guerra de las Galaxias”.

Que la fuerza os acompañe.

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