DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 05 de agosto de 2019
Cena de sábado. Con un amigo aterrizamos en el This and That
y rematamos en la terraza de un hotel cercano. Hablamos mucho intentando derrotar
a un problema que, aunque no es de él, le afecta mucho. No encontramos soluciones.
Pero si varias certezas: Solos no podemos con todo, y no podemos solucionar los
problemas de los demás, pero podemos acompañarlos y escucharlos siempre que lo
necesiten.
Espero que la conversación sirva de algo y, en caso
contrario, aquí nos tienes para continuarla.
Vuelvo a la rutina y al calor.
Estar trabajando cuando el resto de la humanidad (la
conocida, la que sigues en redes sociales, con la que te sueles encontrar en el
trabajo, incluso la familia…) está de vacaciones no es bueno para el humor. Las
fotos, los comentarios, la felicidad ajena… nada hace más llevadera la larga
jornada laboral.
Escribir puede ser una válvula de escape para soltar la
bilis acumulada. Hoy les toca recibir a los malnacidos que, aprovechándose de
su fama – merecida o no -, hacen anuncios de casas de apuestas y de productos
relacionados con el juego. No tenéis decencia. Tampoco la tenéis los medios de
comunicación que os lucráis vendiendo una droga, ni los equipos deportivos que cedéis
vuestros colores para anunciar un producto que todos sabéis que perjudica a
mucha gente. Que sea legal, no sirve de excusa. Famosos, medios de
comunicación, equipos deportivos… tendríais que ser un ejemplo y no
aprovecharos de vuestra posición privilegiada para blanquear un producto que es
nocivo.
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