DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 26 de septiembre de 2009
El verano – agotado ya su tiempo – se resiste a abandonarnos. Sus manifestaciones – a parte de las ya tradicionales como una temperatura elevada – son variadas y placenteras: han vuelto los desayunos con María José en el patio de Graceland, la hamaca que había desaparecido ha vuelto a su emplazamiento habitual, apetece encontrarse con amigos para comer y después continuar la conversación en una terraza del barrio (el miércoles pasado con Toni dejamos el mundo mucho mejor de lo que estaba a la hora del aperitivo), han vuelto también las comidas y las cenas en terrazas y patios (propios y de amigos), los paseos después de cenar vuelven a tener sabor de fiesta...
Jueves. Víctor “Mans Blaves” y Antonia nos invitan a cenar en su nueva casa para celebrar el cumpleaños de Antonia. Cada vez que Víctor me invita a su casa tengo que ir a una dirección nueva (son muchas ya) pero parece que esta durará un poco más de lo habitual. Cuando llegamos ya están casi todos los invitados (al final seremos once sentados a la mesa). Montse y Antonia están acabando de cocinar y Víctor dice que les ha ayudado (nadie le cree). Aperitivos deliciosos, sepia a la bruta (muy buena), un suquet de pescado de roca (buenísimo) y un strudel de manzana del que nos llevamos receta con la intención de hacerlo pronto, son las delicias que han preparado para nosotros.
En el patio se está bien, la conversación es divertida (series, conspiraciones mundiales, cosas de Víctor...) y apetece quedarse... pero al día siguiente tendremos que madrugar y somos de los primeros en irnos. El paseo hasta el coche es agradable... todavía estamos en verano o, al menos, así lo parece.
26 septiembre 2009
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1 comentario:
Si les ayudé!!
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