14 julio 2009

“El dolce far niente, aquello de tumbarse a la bartola y pensar en as musarañas, ha pasado a la historia por el imperativo productivo del ocio. Un ejemplo, la oferta de turismo activo, cada vez más frecuente en los programas de las agencias de viajes o en Internet, se supone que para evitar la tentación de la tumbona y la mente en blanco. Pero ¿hay algo de malo en relajarse?”
La vida sin tiempos muertos. María Antonia Sánchez-Vallejo en El País. Sábado 11 de julio de 2009

“Cuando Fortuna hace girar su rueda hacia abajo, vete al cine y disfruta más de la vida.” Ignatius estaba a punto de decirse esto, cuando recordó que iba al cine cais todas las noches, girase como girase la rueda de la Fortuna.
John Kennedy Toole. La conjura de los necios


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 14 de julio de 2009


Ya me ha pasado otra vez. El día 11 este blog cumplió 6 años y no me acordé, ni lo celebré como correspondía. El año que viene, lo prometo, no me olvidaré.
Durante estos seis años, y empujado por las rutinas que mis trabajos me han impuesto, he olvidado en ocasiones el nombre que le puse. Ahora – como Ignatius diría – la rueda de la Fortuna ha girado y el tiempo me pertenece. Y es ahora cuando recupero las jornadas que me hicieron disfrutar de cada minuto y me sorprende como puedo haberme olvidado tan fácilmente de lo precioso que puede ser cada minuto.

Hoy me he levantado pronto, todavía con sueño, después de haber dormido sin preocupaciones. He desayunado con María José mientras escuchábamos la radio y comentábamos las noticias y lo que el día nos tenía que traer.
Después, un largo paseo con Cass y, siguiendo los consejos de Ignatius, me he ido al cine. “Millenium” me ha gustado, es una buena adaptación pese a que no aporta nada a los que hemos leído el libro, quizás lo único que hacen es ponerles cara a los personajes (y aquí creo que aciertan bastante).
Al salir paseo cerca de la playa y me encuentro con María José en el Pato Pekín (c/ Marina, 16. Barcelona. Teléfono: 93 225 41 11). Comemos en una mesa con una vista sensacional del Puerto Olímpico mientras intentamos solucionar temas laborales de difícil arreglo.
Un nuevo paseo, corto porque hace mucho calor, nos ayuda a sentirnos mejor y a bajar la comida.

Con tanta actividad podría parecer que el día ha llegado a su fin. Pero no es así, aún queda tiempo para más paseos con Cass, para siestas, para un ratito de tele y para leer.
He acabado “Balas de Plata” de Élmer Mendoza, una novela negra ambientada en el México de los cárteles de la droga.

2 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Genial la cita del gran Ignatius, y oportuna para la celebración...

Siempre tengo ganas de decirte que tu diario me gusta mucho, me entretiene, me gusta ver CUANTO lees, y tus salidas y cenas, tus paseos con Cass y tu cariño a tu María José.

Un abrazo.

xavi dijo...

Gracias.
La admiración es recíproca. A mí también me gusta leer tu diario e incluso algún día me atreveré con tus recetas.
Un abrazo;