DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de abril de 2009
Hoy es jueves. Pero en el aire se respira el aroma de un largo fin de semana (realmente sólo es un día de más, pero proporciona tanta alegría como unas pequeñas vacaciones).
Tengo que hablar de tres cosas: de “Traces” (un espectáculo que vimos ayer gracias a las invitaciones que nos regalaron Albert y Esther que no podían asistir al estreno), de “Eisner/Miller, el último libro que he leído (el último del generoso lote que recibí estas navidades) y de un pequeño acontecimiento cotidiano que nos ha hecho mucha ilusión: el nacimiento de los pequeños mirlos que habían anidado en el ficus del patio de Graceland.
Y es que ayer encontramos una cáscara de huevo en el patio y, al mirar en el nido, vimos que - al menos dos de los tres huevos - ya se habían convertido en pequeños polluelos de mirlo. Son masas pelonas y feas, pero si ya era emocionante seguir la evolución del nido ahora lo es mucho más. Intentaremos seguir haciendo fotos sin molestar demasiado. Ahora, cuando nos acercamos – cuando la mirla sale a por comida –abren sus picos pidiéndonosla a nosotros.
30 abril 2009
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2 comentarios:
Qué maravilla, ver a la mirla empollando y los huevitos azules, para hoy ver esas grandes bocas abiertas.
Es muy emocionante. Una experiencia nueva. Nos sentimos como naturalistas del National Geografic (no es lo mismo que vivir entre gorilas pero también tiene su gracia).
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