DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 19 de abril de 2009
Cada uno tiene sus manías. Una de las mías es leer las necrológicas que se publican en los periódicos en búsqueda de alguna flor entre las hojas. No suelen encontrarse muchas, la mayoría descansan en paz y han recibido los sagrados sacramentos, pero el domingo me encontré con la de Armando Bover Pitarch “Orgulloso sastre i gran bailarín”en La Vanguardia: “No he fet mai rés que no volgués, ni en tingués ganes. He estimat, rigut i plorat intensament, i si miro enrera he viscut per bé i per mal a la MEVA MANERA” . También te deseo que, donde estés, se escuche una bonita canción.
Tras el desayuno con María José y la segunda taza acompañando la lectura reposada de los periódicos, pongo al día los muchos correos pendientes y leo blogs amigos llenos de notícias (buenas, malas, curiosas, divertidas, aburridas... de todo hay).
Se está acabando el plazo para ver la exposición de Sorolla en el MNAC. Decidimos ir y, por desgracia, llegamos justo cuando cierran la puerta (habíamos leído – mal – que abrían los domingos por la tarde, parece ser que no eran todos los domingos). Damos un paseo por la montaña y nos acercamos al CaixaFòrum.
La retrospectiva de Mersad Berber es impresionante. Una de esas exposiciones imprescindibles que seguro que no dejan a nadie indiferente. Virtuoso del dibujo, sus cuadros tienen una expresividad muy dramática. Llenos de detalles e influencias sus cuadros son puentes entre el arte clásico y la contemporaneidad más absoluta.
Después de disfrutar de los cuadros de Mersad Berber las demás exposiciones – todas muy interesantes – parecen menores: la antológica de Joaquim Mir, la dedicada a la arquitectura de Richard Rogers y la pequeña muestra de cuadros de Rafael Zabaleta.
Vuelta a casa, canalones para comer (el congelador contiene maravillas que incluso nosotros desconocíamos), siestas y series.
21 abril 2009
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