11 febrero 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 11 de febrero de 2006


Viernes. Josep Maria una vez por semana viene a trabajar en Levi Pants en una línea de pantalones que lleva su nombre. La semana pasada me vio leyendo el libro de Antony Beevor sobre la guerra civil española y, tras criticar su oportunismo, me prometió traerme un libro mucho más riguroso e igualmente asequible e interesante. “La batalla de l’Ebre. Un riu de sang” de Josep Sánchez Cervelló y Pere Clua Micola lo convierte en un hombre de palabra y se coloca en la lista de libros que están pidiendo a gritos ser leídos (aunque es probable que no llegues a leer estás líneas quiero darte las gracias... un libro es uno de los regalos que más probabilidades tienen de hacerme feliz).

Tras la dura jornada laboral, endulzada por el inesperado regalo, María José me recoge a la puerta de la empresa. Una hora después aterrizamos en el gélido apartamento de S’Agaro. De nada sirve el nuevo radiador. Tras una rápida cena nos refugiamos debajo del acogedor edredón y nos dormimos rodeados de silencio.

Sábado. Nos despertamos pronto y, tras atemperar el balcón, desayunamos llenándonos los ojos de pinos y de los primeros rayos de sol. Lectura y descanso sólo interrumpida por el cansino kikiriki del longevo gallo del vecino.
Al final conseguimos ponernos en funcionamiento y nos acercamos a Sant Feliu. Compramos bacalao en “Can Prat”, el periódico en “Can Viadé” y vino en el “Celler ca l’Angel”. Entre compra y compra paseamos por el pueblo y nos encontramos con Digna y Amelia con las que quedamos a las dos para comer en el restaurante donde ellas suelen ir.
Después de comprar aún tenemos tiempo para tomar una cervecita en la mesa – bañada por el sol – de un bar del paseo.

Comemos en “Ca l’Isern” (C/Especiers, 27 Sant Feliu de Guixols Tel. 972822821). La carne a la brasa, especialidad de la casa, está buenísima y nuestra conversación resulta amena incluso para las mesas vecinas.

Rematamos la jornada apurando el sol con un café y una botella de cava en la terraza del apartamento de Digna y Amelia. La vista es espectacular, el calorcito y la conversación también.

Volvemos a casa. Oscurece. María José se regala una siesta y yo escribo este diario mientras escucho el nuevo disco de Miguel Poveda. “Desglaç” es, aparte de un disco valiente, una pequeña maravilla en el que el cantaor musica poemas de poetas catalanes del siglo XX (la excepción es un poema de Verdaguer). Hoy tenemos una cena con amigos, hay que descansar y prepararse.

1 comentario:

DINOBAT dijo...

Hola que tal?, interesante el blog!, nos leemos,


JD