DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de octubre de 2009
Viernes. Nuria y Jordi R. nos han invitado a pasar el fin de semana en su casa de Cadaqués. Nos encontramos en la primera área de servicio de la autopista y continuamos el camino juntos. Llegamos al anochecer y – tras un primer paseo por el pueblo – nos llevan a cenar a Can Tito (c/Vigilant, s/n Cadaqués. Teléfono: 972 25 90 70). El restaurante es pequeño, tranquilo y comemos muy bien. El fin de semana no podía haber empezado mejor. De vuelta a casa paramos en un bar del camino para reponer fuerzas.
Es la primera vez que visito Cadaqués de noche y empiezo a ver que este fin de semana – acompañado por personas que lo conocen bien – descubriré un Cadaqués más allá de la típica postal turística.
Sábado. Noche difícil. Cass no ha parado de moverse y yo no he dormido demasiado mejor. Pese a eso me levanto pronto y bajo hasta el pueblo paseando. Compro el periódico y – siguiendo las instrucciones que Nuria me dio anoche – los cruasanes para el desayuno. Está levantándose el día y en el pueblo empieza a haber movimiento, aprovecho para caminar un poco junto al mar. Vuelta a casa y desayuno – los cruasanes están tan buenos como Nuria había prometido -. Jordi y Nuria quieren compartir con nosotros algunos de los rincones que han atesorado a lo largo de los años y nos llevan a dar un largo paseo. En el camino que lleva de Cala Sa Conca al faro de Cala Nans descubrimos rincones fabulosos, calas indómitas y montañas que huelen a mar. El día – casi veraniego – nos acompaña.
Volvemos a casa cansados, aperitivo con cervecitas en el balcón, macarrones caseros y siesta.
Por la tarde volvemos al camino. Esta vez Nuria nos lleva hacia el otro lado del pueblo y descubrimos nuevos rincones a los que nos gustaría poder volver pronto (calas no tan salvajes como las que hemos visto esta mañana, pero igualmente tentadoras). Volvemos bordeando la costa y descubriendo nuevas calas cerca del pueblo.
Agotados, cenamos en casa.
Domingo. Vuelvo a bajar con Cass hasta el pueblo por la mañana. Nos ha despertado nuestro reloj biológico que no entiende los cambios de horario. El sol está saliendo lo que hace que nuestro paseo sea aún más agradable. Con los cruasanes y la prensa subimos de nuevo a casa.
Paseo hasta Port Lligat y hasta Sa Alqueria Gran. María José y yo nos damos cuenta que Cadaqués es mucho más que un pueblo bonito. Sus rincones naturales nos han impresionado y seguro que volveremos.
Rematamos el fin de semana en el Cap de Creus. En la terraza del restaurante (Cap de Creus. Cadaqués. Teléfono: 972 19 90 05) – con unas vistas impresionantes- hacemos un aperitivo (las anchoas son de las mejores que he probado) y, sin movernos, comemos (currys de gambas, cerdo y buey) y seguimos la conversación que nos ha acompañado durante todo el fin de semana. El tiempo vuelve a aliarse con nosotros y nos permite disfrutar de la terraza en pleno mes de octubre.
Descubrir un pueblo siempre es agradable, hacerlo en compañía de amigos que lo conocen bien es una suerte. Moltes gracies.
26 octubre 2009
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