13 agosto 2008

“ ¿Qúe has hecho en vacaciones? Nada especial...Antes de la sociedad de consumo con una interminable oferta de actividades de ocio, nada quería decir pasarse las vacaciones tumbado tomando el sol, leyendo, escuchando música, un aperitivo, una siesta, un paseo, una cena con charla al fresco... Esto se antoja hoy a algunos desaprovechar el valioso tiempo.”
Marta Ricart. Aprender a no hacer nada. “La Vanguardia” 09 de agosto de 2008.

“El ocio nunca debe convertirse en una obligación y no es necesario ocupar al completo nuestro tiempo de ocio con actividades de todo tipo. Al contrario de lo que pueda parecer, la falta de actividades en las que emplear esa joya que es nuestro tiempo de ocio, no quiere decir que estemos malgastando el tiempo. Las pequeñas actividades diarias – y las inactividades diarias– adquieren un nuevo valor en un contexto distinto”
Santiago García Quintana. Pequeña historia del Ocio.


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 9 de agosto de 2008

Vacaciones, día 8


La cama se va haciendo a nosotros o nosotros a la cama. Cada día dormimos un poco mejor, lo que no quiere decir que todavía durmamos bien. Quizás el último día.

Me levanto pronto, me visto escuetamente con el uniforme del veraneante (un bañador y una camiseta – hoy con mensaje -). Cojo la correa y, con los ojos todavía pegados, abro la puerta para que Cass salga corriendo. Intento, como cada día, seguirla sin sufrir percances por las escaleras que me separan de la calle y llego, a trancas y barrancas, a tiempo para que no se haga pipi en la misma puerta – y antes de salir a la calle-.

Hace fresco y está nublado. Paseo hasta el cruce donde compro el pan, y unos cruasanes, en la Ibicenca. Los periódicos los compraré en otro sitio ya que no tengo ganas de aguantar el maltrato y las malas caras habituales del único local que vende prensa en el cruce.

Vuelta a casa, desayuno en el balcón con María José que lo ha preparado todo y primeras imágenes de los Juegos Olímpicos de Pekin (ciclismo en carretera). Ayer vimos un poco de la espectacular ceremonia inaugural (sin duda – y aunque le pese a Lluís Bassat que hoy escribe en El País – la mejor de la historia) y a partir de hoy sus imágenes nos acompañarán a lo largo del día.

Cambio de playa – hoy toca Punta Prima – pero misma rutina (llegamos pronto, plantamos la toalla frente al mar, intentamos leer – hoy el periódico, tarea imposible -, nos bañamos y nos secamos al sol).

En casa aperitivo, siesta y descanso. Cenamos con amigos (Albert, Ester, Núria, Marta, Neus, Andreu, Carles y Montse) en el Pi de Sant Pol .

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