DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 03 de diciembre de 2008
Este verano María José y yo empezamos a ver Deadwood.
Había leído en algún sitio que era una serie sobre el oeste y me apetecía un argumento distinto, más para imponer un poco de variedad a nuestro régimen de series que por verdadero interés. Ahora, tres temporadas después (y a la espera de ver pronto la cuarta) puedo decir que es una gran serie y que estoy disfrutando de un reencuentro con el western. Reencuentro porque el western formó parte de nuestra infancia - recuerdo especialmente esas tardes de sábado con una “película del oeste” (entonces no se llamaban westerns) en la tele-. Después llegó un cierto desencuentro del que sólo nos rescató alguna joya como “Silverado” o “Sin Perdón” o esa pequeña broma que se llama “Rápida y mortal” que nos dejó alguna de las mejores escenas de duelos de la historia del género.
Y ahora llega “Deadwood” y una serie de películas que nos devuelven el western con toda su carga de épica y con una crudeza que los clásicos del género no podían mostrarnos – eran otros tiempos -. Bienvenido sea este resurgimiento.Ayer fuimos a ver “Appaloosa”, el western dirigido y protagonizado por Ed Harris. Ed Harris es uno de esos pocos actores capaces de imprimir carácter a sus personajes y soy uno de los – pocos creo - que disfrutó con su anterior incursión como director (“Pollock”, la biografía del pintor Jason Pollock, protagonizada también por Ed Harris).“Appaloosa” es un western otoñal que nos habla de un mundo que está cambiando y de unos personajes que tienen que aprender a adaptarse. Pero “Appaloosa” no es una película del oeste al uso. Hay violencia – cruda, rápida, impactante -, hay tiros, peleas, persecuciones a caballo, trenes, cárceles, malos muy malos (genial Jeremy Irons), buenos muy buenos (impresionantes tanto Ed Harris como Viggo Mortensen), mujeres perturbadoras (por una vez, Renée Zellweger está en su papel) y duelos (sin tantas reglas ni planos como los que nos regaló Sam Raimi pero igualmente inquietantes)... pero en “Appaloosa” lo que realmente importa (como en “Deadwood”, como en “Sin Perdón”) es lo que sienten los personajes, la historia que tienen detrás y, sobretodo, lo que les queda por delante.La película de Ed Harris nos habla también de amistad, de fidelidad, de entereza, de traición y de respeto. Y ahí está parte de su grandeza.Una gran película. No os la perdais.
03 diciembre 2008
02 diciembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 02 de diciembre de 2008
De nuevo me despierto a media semana con cierta sensación de irrealidad. A mi alrededor todo – el frío, las luces, los escaparates, los papanoeles de los chinos, los villancicos que empiezan a asaltar mi estabilidad mental, la desafortunada campaña navideña del centro comercial Gran Vía 2... – indica que se acercan las navidades y sin embargo sigo con la sensación de que el verano todavía está aquí.El fin de semana pasó demasiado rápido. Empezar a trabajar en la postal de navidad de este año (un poco tarde y con el plazo de entrega amenazando con su cortante filo), sesiones de series en compañía de María José (hemos acabado con la tercera temporada de Deadwood y hemos empezado la cuarta de Frasier), paseos con Cass por el barrio y una cena (la del 40 aniversario de Víctor) con amigos hicieron que el tiempo volara.
Ahora, de nuevo instalado en un territorio en el que la lógica y el buen gusto son desafiados con demasiada asiduidad – y, por desgracia, en muchas ocasiones son derrotados dejándonos huérfanos, molestos y perdidos - .
Me ayuda en el tránsito duro por la semana laboral uno de esos pequeños descubrimientos que te llenan de alegría. Toni Zenet es un crooner andaluz. Por sus venas corren gotas de jazz, mezcladas con el espíritu de la copla, algo de esencia sudamericana y un corazón caribeño. De esta sangre mestiza ha surgido un disco delicioso que, bajo el nombre genérico de “Los mares de China”, recoge una bonita colección de canciones.
De las diez canciones que interpreta Toni Zenet, nueve son originales (música de Toni Zenet y José Taboada – y alguna colaboración más- y letras de Javier Laguna) pero tienen todas aire de clásico reversionado. La versión es otra pequeña delicia: el “Non je ne regrete rien” de Charles Dumont y Michel Vaucaire que popularizo Edith Piaf y que aquí se ha rebautizado como “Ná de Ná” y que goza de un nuevo aire gracias a la personalidad de Toni Zenet.Me gusta todo el disco pero, si tengo que elegir, me quedo con esa joya de fusión que se llama “un beso de esos”, con la magia que despliega “dientes de rata” y esa dulce tristeza que destila “soñar contigo” . Sigo escuchando una y otra vez su disco mientras espero verlo pronto en mi ciudad ya que estoy seguro que es en directo donde debe desplegar todo su arte.
“Y jugar a vivir
Y jugarse la vida
Y volver a morir
por las causas perdidas”
Os dejo un enlace a su myspace.
Escrito por xavi a las 9:14 a. m. 2 comentaris
29 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 29 de noviembre de 2008
Viernes noche. La semana – más llena que nunca de sinsabores laborales en los que ocupan un lugar importante las ausencias que, como fantasmas, recorren las ahora vacías instalaciones de Levi Pants - queda atrás y las luces de neón que anuncian un fin de semana de ocio y descanso se encienden iluminando la escena en la que, mochila al hombro, me alejo de Levi Town hacia un destino mejor.
Camino de casa de Nuria y Jordi me encuentro con María José y juntos damos vueltas con el coche intentando encontrar esa plaza de aparcamiento que se nos resiste más de lo deseable. Pero al final aparece ante nosotros y pocos minutos después estamos sentados a la mesa. Nuria ha preparado dos currys impresionantes (uno de pescado y otro de ternera) y la cena se alarga con una agradable sobremesa. Ha empezado el fin de semana.
Sábado. Levantarse pronto suele tener premio. El de hoy, por ser pequeño, podría haber pasado desapercibido, pero no ha sido así. Salgo con Cass a por el desayuno y los periódicos. El frío me recompone después de las cervezas de ayer.
Vuelvo a casa, despejo la mesa y extiendo el periódico. El premio es disfrutar de él con calma, deteniéndome para leer un artículo de opinión, paladeando el silencio que me rodea mientras fuera empieza a llover.
Después empiezo a preparar con calma el desayuno y espero que María José se despierte. No tenemos obligaciones y todo un día por delante para perderlo, si puede ser con estilo.
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24 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de noviembre de 2008
Viernes. Empieza el fin de semana cuando suena la sirena que marca el final de la jornada en Levi Pants. Pocos sonidos son tan gratos como este.
En Graceland María José me recibe con la cena preparada y capítulos de Deadwood preparados para ser consumidos con el proyector. El fin de semana empieza placidamente.
Sábado. Mañana tenemos una comida con amigos a la que queremos dar sabor mexicano. Pese a que nos trajimos bastantes ingredientes al volver de nuestro viaje, es necesario ir a comprar otros. Visitamos primero un supermercado especializado en productos norteamericanos pero todo lo que tienen lo podríamos encontrar en cualquier gran superficie a mejor precio. Al final seguimos el consejo que nos dieron María y Amador y vamos a un supermercado chino que tiene muchísimos productos de otros países. Tortillas, salsas, fríjoles... ya tenemos todo lo que necesitamos para cocinar mañana.
Al volver a casa tenemos que eliminar la capa de pelusa que amenaza con enterrarnos. Entre comida basura, siestas, sesiones de tele y paseos con Cass, pasamos el resto del día.
Domingo. Albert y Esther nos regalaron un jamón que decidimos que se convertiría en la excusa ideal para organizar una comida en casa. Por la mañana, María José empieza el jamón y Cass se convierte a una nueva religión: “los adoradores del jamón de Graceland”. Su culto consiste en mirar obsesivamente al ídolo mientras se saliva abundantemente.
Albert, Esther, María, Laura, Marta, Neus y Andreu son los conejillos de indias que probarán nuestra primera incursión en la gastronomía mexicana. Hemos decidido hacer tacos y poner los ingredientes en la mesa para que cada uno se los confeccione a su gusto.
Una comida tranquila (creo que todo estaba buenísimo) y una larga y agradable sobremesa nos dejan preparados para rematar el fin de semana con siestas y televisión.
Dentro de un par de semanas tenemos la segunda sesión de estas cenas mexicanas. Intentaremos mejorar.
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21 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de noviembre de 2008
Viernes al fin.
Es pronto por la mañana. María José se ha ido a trabajar y Cass duerme junto a mí mientras escribo esto y escucho la radio. Dentro de un rato – puntual como un reloj - se despertará y empezará a darme golpes con el morro reclamando su desayuno. Por delante queda un día de trabajo en Levi Pants que, pese a que se prevé duro, pasará rápido abriendo las puertas a un nuevo fin de semana, durante el que intentaremos recargar las pilas rodeados de amigos.
La semana ha pasado volando. Mucho trabajo y poca diversión (lo sé, un error según mi versión libre de la letra de Eskorbuto) . Sólo los ratos en casa en compañía de María José y una cena improvisada en el japonés de la puerta de al lado con Mariona, me han ayudado a navegar por este amplio océano que separa dos fines de semana.
Cass se ha despertado y reclama el desayuno (ya lo había avisado). No la haré esperar más. Buen fin de semana a todos.
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19 noviembre 2008
“María había querido decirme que el paraíso no existe. Si acaso es una intermitencia, una ráfaga de viento que nos sacude a veces, una posibilidad inalcanzable como el palacio de Potala, unos tiroleses bebiendo cerveza en un cuadro aborrecible. Lo demás es tesón y coraje, un poco de engaño y mucha resignación, aprender a disfrutar mientras se resiste, mientras se empieza a oler a cosas viejas, a salitre, a butacones de cuero y grasa recalentada, aprender a empaparse bien con agua de lavanda para disimular ese olor y acostumbrarse a convivir con los recuerdos, con todo lo que no se hizo o se hizo mal, con todo lo que se es incapaz de entender o de aceptar. Disfrutar, pese a todo, del instante. Eso es lo más parecido que tenemos al paraíso.”
Pedro Zarraluki. Todo eso que tanto nos gusta.
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Miércoles, 19 de noviembre de 2008
Arrastré el libro de Pedro Zarraluki en nuestro viaje a México. Era el primero, en un exceso de mi tradicional optimismo, de los muchos libros que leería en los ratos muertos del viaje. La realidad, como podéis suponer, fue muy distinta y volví con apenas un capítulo mal leído y el desorden en mis horarios de sueño al volver no me ha ayudado en su lectura que se ha alargado más de lo que el libro pide.
Pero cuando conseguí vencer el sueño en mis horas habituales de lectura, fui atrapado por esta bonita historia de pequeños renacimientos. “Todo eso que tanto nos gusta” es la crónica de la búsqueda de un paraíso interior – el único verdadero, el único al que todos nosotros podemos acceder y sin el cual no existen los otros paraísos, esos soñados una y mil veces – de una serie de personajes deliciosamente cercanos a todos nosotros. Pero no sólo los personajes me son comunes, los paisajes también me son cercanos y eso ha aumentado mi interés por la novela. Pedro Zarraluki ofrece un relato tierno, emocionante y serenamente bello sobre la búsqueda de la felicidad. Una novela deliciosa que he disfrutado mucho y que me ha permitido conocer a un escritor al que intentaré seguir los pasos.
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18 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 18 de noviembre de 2008
Tal y como estaba previsto, el fin de semana transcurrió con tranquilidad rodeados de amigos (una cena en el Gauchito’s Grill con Jordi P. y una comida en Graceland con Digna y Amelia) para recuperarnos de esa primera semana laboral después de nuestras vacaciones.
Y cuando la batería volvía a estar cargada... se acabó el fin de semana sin tiempo para nada más. Sigo con pereza, sueño atrasado y necesidad de tiempo. Volverán las crónicas llenas de actividades placenteras, pero no será hoy.
A falta de cosas que explicar os dejo con una foto de Guadalajara (México). Los carteles curiosos están en todas partes.
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14 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de noviembre de 2008
Viernes. Ha costado pero hemos llegado más o menos enteros.
No tengo mucho que contar fuera del trabajo ya que la vuelta a la rutina laboral – rutina envenenada por las ausencias - se ha llevado todo lo demás con una fuerza irresistible.
Leo poco ya que me duermo al subir a un transporte público. Me da pereza ponerme a escribir. Tras 15 días prácticamente sin televisión he vuelto a recaer en el viejo vicio de las series: Deadwood, Anatomía de Grey, The Wire, CSI – New York y Miami -, Prision Break... Echo de menos México y, sobretodo, a María José que durante 15 días ha estado a todas horas a mi lado. Tengo muchas cosas que hacer, pero me cuesta ponerme.
El fin de semana que esta noche empieza servirá para descansar un poco, reencontrarnos con amigos e intentar volver a la normalidad.
Mientras escribo esto Cass duerme en el Fat Boy a mi lado. Es viernes por la mañana, está saliendo el sol.
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11 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 11 de noviembre de 2008
Estoy de nuevo instalado en la normalidad, todavía no recuperado del todo, con desórdenes en el sueño e intentando que el feliz recuerdo de las dos últimas semanas soporte la comparación con la rutina y las obligaciones que ahora me asaltan.
La vuelta a Levi Pants ha sido dura. Encontraré a faltar a muchos de los compañeros con los que he compartido los últimos cuatro años, pero sobretodo echaré de menos esos pequeños momentos que hacían soportable un día de trabajo. Ahora, cuando en el hilo musical suena una canción de Antonia Font o de Facto Delafé, echo de menos los comentarios socarrones de Carlos. Me falta también la alegría contagiosa de Josep y todos los buenos momentos que se generaban a su alrededor. Hay huecos que no se pueden llenar y ahora hay momentos vacíos. Trabajar sin todos ellos será más difícil, pero sobretodo será menos agradable.
Y de nuevo es martes y tengo un montón de cosas pendientes. He de ponerme las pilas.
Escrito por xavi a las 8:30 a. m. 0 comentaris
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10 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 6 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XIII (EL REGRESO)
Miércoles. Suena el despertador a las 4:30. Tener el hotel en el mismo aeropuerto es una ventaja, sobretodo cuando en la tele puedes comprobar la pantalla de salidas. Es una ventaja hasta que ves que tu vuelo que salía a las 7:30 (confirmado la noche antes) tiene la salida programada a las 6:30. Pánico, prisas, nervios, la maleta no se cierra... carrera hasta la recepción del hotel, el transporte hasta nuestra terminal acaba de salir, nos tranquilizamos un poco al pensar que estamos allí mismo y que llegaremos aunque tengamos que correr. Llega el transporte y en cinco minutos estamos en la terminal, carrera hasta el mostrador de nuestra compañía donde nos confirman que la hora de salida está mal... realmente es a las 7.30 y lo que salía en pantalla era un incomprensible error.
Tenemos una hora para desayunar tranquilamente antes del embarque. Respiramos.
Vuelo a Atlanta (de nuevo trámites aduaneros, por suerte con agente más amable), espera en el aeropuerto de Atlanta (más de cinco horas) y vuelo hasta Barcelona.
Al llegar nos encontramos que una de nuestras maletas ha sido abierta reventándole el candado. Una nota en su interior nos indica que lo han hecho en la aduana americana “para protegerlo a usted y a sus compañeros pasajeros”. Seguramente el picante que había en el interior podía ser considerado una arma de destrucción masiva... lamentable.
Llegada a Barcelona el jueves por la mañana. Reencuentro con Cass y con sus canguros (Marc y Miquel) que han hecho un trabajo sensacional. Estamos en casa, el viaje ha sido maravilloso, ahora toca descansar.
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09 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 4 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XII
Último día en Guadalajara y último día de nuestro viaje (no llegaremos a casa hasta el jueves pero todo lo que nos queda después de hoy es viaje). Queremos apurar hasta el último momento y hoy nos han recomendado que nos dejemos llevar por el Tapatío Tour (el bus turístico de la ciudad).
Antes nos despedimos de los generosos desayunos mexicanos en un Toks que hay delante del hotel. El Toks pertenece a una cadena de restaurantes con un innegable toque estadounidense, pero la comida es típica mexicana. Me decanto por unos molletes (de rajas y de tocino) muy buenos. Echaré de menos estos desayunos cuando vuelva a nuestro espartano régimen europeo.
La parada del bus está junto al hotel y tenemos que correr para llegar (después se pasará diez minutos en la parada sin salir con lo que podíamos haber caminado tranquilamente). El Tapatío hace dos recorridos por la ciudad: uno por Guadalajara y otro por Tlaquepaque (una antigua población vecina ahora asimilada por la ciudad). Nuestra parada está en el primer recorrido pero con el billete podremos subir y bajar del autobús en las paradas que queramos y hacer las dos rutas (como en le bus turístico de nuestra ciudad).
La primera parte del recorrido no es especialmente interesante (al final llegaremos a la conclusión de que lo más interesante de Guadalajara puede hacerse a pie en el centro). Bajamos en el Museo de Arte Moderno “Raúl Anguiano”. El edificio es lo más interesante y las dos instalaciones no nos interesan demasiado. En pocos minutos hemos completado la visita y el bus tarda mucho más de lo previsto (40 minutos) en llegar.
La siguiente parada es en el centro. Aprovechamos para visitar el impresionante mercado de San Juan de Dios.(laberíntico, inmenso, imprescindible... tres pisos de estrechos pasillos con mercancías de todo tipo. Ideal para regatear, comprar y comer en uno de sus muchos puestos de comida). Nueva larga espera al bus que ha de llevarnos hasta Tlaquepaque.
Cuando llegamos – después de otro anodino recorrido – nos arrepentimos de no haber venido ayer o con más tiempo.
El barrio es una maravilla: calles peatonales, restaurantes en patios interiores sombreados, bares de copas, tiendas de artesanía... en su perfección parece un decorado puesto para deleite de turistas, pero pasear por él es una gozada y nos dejamos llevar.
Vuelta al centro. Visitamos el decepcionante Museo Regional de Guadalajara que responde a un modelo de museo decimonónico en el que los objetos de exposición se acumulan sin demasiada lógica: el esqueleto de un mamut, arte colonial, armas de los conquistadores españoles, unos carros del XIX, una máquina de escribir... un despropósito.
Volvemos a nuestro punto de partida. Cerca del hotel hemos visto un restaurante argentino y mi necesidad cárnica aprieta. El restaurante se llama Parrilla Argentina (Fernando Celada 176. Guadalajara) y su elección es un acierto. Local confortable, servicio amabilísimo y muchos detalles. Ante nuestra duda con los nombres de los cortes (que algunos curiosamente difieren de los argentinos de aquí) nos traen una bandeja con las piezas y nos explican lo que vamos a comer.
Mi carne está deliciosa y tanto la calidad como la cantidad son más que satisfactorias. No es comida mexicana pero es una buena despedida para unos días en los que no he parado de comer bien.
Ya sólo queda recoger las maletas en el hotel e iniciar el largo regreso: taxi hasta el aeropuerto, vuelo con Interjet (compañía de bajo coste que resulta mucho mejor – en el vuelo nos dan patatas fritas y bebidas alcohólicas – que muchas compañías europeas) a México D.F. y Hotel en el mismo aeropuerto (cruzando una pasarela) ya que mañana nuestro vuelo sale a las 7:30.
Escrito por xavi a las 9:13 p. m. 0 comentaris
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DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 3 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS XI
Llega el momento de despedirnos de María y Amador. Ha sido un verdadero privilegio contar con su guía, ayuda y hospitalidad. Sin ellos nuestro México no sería tan completo y profundo. También echaremos de menos la alegría de Inés que se queda llorando en casa por nuestra partida.
En la estación camionera cogemos un autobús hacia Guadalajara, segunda ciudad del país y última etapa de nuestro viaje. Nuevos paisajes pero tampoco demasiado alejados de los que podemos encontrar en nuestro país. Sólo las plantaciones de agave nos parecen exóticas.
Pedimos en el hotel por el transporte público hasta el centro y nos desaconsejan coger otra cosa que no sea un taxi. Acabamos de llegar y les hacemos caso, pero sólo por esta vez (el taxi al centro nos cuesta unos 70 pesos, un autobús que hace el mismo recorrido en aproximadamente el mismo tiempo sólo 5 pesos por persona).
En el centro empezamos a pasear por los alrededores de la Catedral y paramos a comer en La Rinconada (Morelos, 86 Guadalajara). En un bonito patio interior comemos acompañados por la música de un pianista. La comida – típica mexicana – está muy buena y el precio es ajustado.
Tras recuperar fuerzas seguimos por el paseo por el centro.
Aprovechamos para comernos una paleta (un polo) de la Michoacana (una marca de heladerías) y para comprar una maleta (hemos comprado demasiados regalos y la maleta que nos dejó Mariona pesa – seguro - más de 25 kilos, para evitar pagar sobrepeso hemos de repartir el peso entre maletas añadiendo una más). Volvemos pronto al hotel en un autobús que no resulta tan incómodo ni peligroso como el botones del hotel insinuaba.
Aprovecho para conectarme y ponerme al día. Las cosas en casa van de mal en peor y el número de compañeros caídos en combate crece poco a poco (al final del día son 13 y mi situación sigue estando en el aire).
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08 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 2 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS X
Desayuno – algo tardío para lo que es habitual en nosotros – en el Hotel. Esta vez el buffet está muy bien y me permite hacer un completísimo desayuno mexicano con bistec, chilaquiles, jugo y café, todo muy bueno.
Nos despedimos de Patzcuaro con un largo paseo que incluye la visita al cementerio donde hoy – como en todo México – se celebra de manera multitudinaria el día de muertos. Las familias acuden a los cementerios para recordar y honrar a sus familiares desaparecidos. Pero al contrario de lo que pueda parecer – a nuestra europea manera de ver las cosas – no es una fiesta triste (aunque también tenga sus momentos de emocionado recuerdo) sino todo lo contrario.
Cuando llegamos aún es pronto. En las tumbas indígenas aún humean las velas junto a las ofrendas a esta hora ya abandonadas. Alguna flor de cempasúchil crepita por la cercanía de la llama de un cirio que aún aguanta encendido testimoniando la larga noche que acaba de pasar. Los niños acarrean agua y limpian las lápidas mientras en otro rincón – y armados con una azada - los empleados del cementerio desbrozan una tumba. Las familias empiezan a llegar y se reúnen junto a la tumba.
Unos rezan juntos y otros arreglan la tumba: la limpian, ponen flores... otros ya desayunan – unos tacos – sentados entre las cruces. La celebración de la muerte, poco a poco se llena de vida.
Al salir del cementerio la actividad es mucho más frenética y el gentío que acude es cada vez mayor.
Nosotros cogemos el coche y, después de visitar el bonito muelle San Pedrito (ayer cogimos la barca en el muelle General), iniciamos un recorrido por los pueblos vecinos y sus cementerios. Pasamos por Ihuatzio, Cucuchucho, Ucazanástacua, Ichupio y Tzintzuntzan). La carretera, que rodea el lago Patzcuaro, es bonita y nos ofrece una privilegiada vista de las islas. La celebración es parecida a la del cementerio de Patzcuaro pero en los pueblos hay más presencia de ofrendas.
Aprovechamos el recorrido para visitar las impresionantes ruinas tarascas delos complejos de Ihuatzio y Tzintzuntzan.. En ambos complejos damos un paseo mientras contemplamos las construcciones. No hay demasiada gente.
La carretera que rodea el lago es muy agradable y realmente nos gustaría seguir rodeándola hasta llegar de nuevo a Patzcuaro... pero el camino de vuelta es muy largo y hemos de empezar ya. Esta vez el viaje se hace largo pero agradable gracias a que el aire – una vez echado todo el polvo que tenía en su circuito – funciona perfectamente.
De nuevo en León cenamos en casa de María y Amador. Es una cena de despedida tranquila, con pizza, tequila y una buena conversación.
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07 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 1 de noviembre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS IX
Por la mañana, y gracias a María José, recupero el ánimo que durante algunos momentos de la larga noche me ha faltado y me dispongo a seguir disfrutando del viaje. La incertidumbre aprieta y – de tanto en tanto volverán las preocupaciones por los – ocho- compañeros despedidos y por mi propio – incierto – futuro.
Pero hoy salimos para hacer una de las etapas del viaje que más ilusión nos hace: Patzcuaro en el día de muertos.
Amador nos deja un coche para hacer el viaje. El coche – algo sucio y un poco cascado nos recuerda a nuestro coche (que, quiero recordar, no es nuestro pese a que hace más de tres años que lo cogimos prestado). La marcha atrás se sale sola y – cuando intentamos poner el aire acondicionado somos semienterrados por una nube tóxica. Pese a eso el viaje es muy tranquilo. Buenas carreteras y poca gente en ellas. Casi cuatro horas después de salir (horas amenizadas por la selección musical de un cd que ya está en el equipo del coche y que nos permite cantar temas de Bee Gees, Boney M, Demis Roussos, Baccara, Neil Young, Stones, Carpenters, The Mamas and the Papas...) llegamos muy cansados.
Por suerte aparcamos en la puerta del hotel (La Parroquia. Plaza Gertrudis Bocanegra, 24 Patzcuaro)
situado en el centro de la población. El hotel es precioso y todas las habitaciones dan a un patio interior con fuente. Dejamos los trastos y salimos a comer; antes de sentarnos a la mesa del restaurante atravesamos el ruidoso mercado que está junto al hotel y otro de artesanía que ocupa toda la Plaza Grande (la plaza donde está nuestro hotel es conocida también como la Plaza Chica).
Comemos – estupendamente bién – en el restaurante La Surtidora (Portal Hidalgo, 71 Patzcuaro).
La surtidora es una mezcla de restaurante y tienda de abarrotes (junto a nuestra mesa, en las altas estanterías, hay botellas de tequila, vinos, otros licores y conservas de todo tipo). La comida – típica mexicana – es muy buena y el local – situado en una casa del siglo XVII – es encantador.
Después de comer – y delante de la larga noche que nos espera – nos regalamos una larga siesta en el Hotel.
El ambiente en Patzcuaro es impresionante. Todo el pueblo es un enorme mercadillo lleno de vida.
Ha oscurecido ya pero las calles siguen igual de llenas, las terrazas de los restaurantes y los puestos de comida callejeros también.
Cenamos en el restaurante del Hotel (un buffet - de comida mexicana - un poco triste y que no nos satisface) y salida hacia la isla de Janitzio. La isla, en el centro del lago Patzcuaro, es el lugar donde – tradicionalmente – más se celebra la noche de muertos.
Llegamos al muelle en un pesero (camioneta–autobús cuyo billete – que no pagamos por descuido – cuesta 5 pesos). El muelle está lleno de gente, música y fiesta. Hacemos cola para comprar el pasaje y abordamos una gran barca (con 70 personas más). Hace frío junto al lago pero por suerte hemos venido preparados con ropa de abrigo. Media hora después – rodeados de adolescentes que ya están de fiesta – llegamos a Janitzio. La isla está llena de puestos de comida, bebida y – sobretodo – de fiesta.
Empezamos a subir por las empinadas calles hasta el panteón donde los indígenas están empezando a llegar con sus ofrendas. La flor cempasúchil es la base de las bonitas ofrendas que llenan de color la noche. Olor a copal, a humo de velas y solemnes velatorios que – por desgracia – contrasta con la fiesta de algunos que no quieren respetar esta bella tradición indígena purepecha (que dice que en esta noche las almas de los familiares fallecidos tienen licencia para bajar a la tierra. Durante dos noches (la del 31 para los niños y la del 1 para los adultos) los purepechas velan a sus familiares en los cementerios compartiendo con ellos sus alimentos preferidos).
El cementerio está a rebosar. Hubiera sido mejor buscar un cementerio menos famoso – en cualquiera de las pequeñas poblaciones que rodean el lago - para poder vivir más esta noche ya que aquí en Janitzio nos mezclamos los que queremos ver y experimentar una tradición ancestral y los que han venido a beber y bailar y se han encontrado con esto. Los dos somos invasores de un ritual que no nos pertenece pero la actitud es diferente.
Dejamos el cementerio y – sin saber bien porqué – subimos al monumento que corona la isla. Aquí la fiesta es total y, como no es lo que buscábamos esta noche – pese a que el ascenso ha sido largo, volvemos a bajar inmediatamente.
Ahora el cementerio está algo más tranquilo y el ambiente es más respetuoso. Las velas iluminan la escena llenando de magia la noche. El olor del humo del copal sigue dominando el ambiente. Pasamos un buen rato respirando su aroma mientras imaginamos lo que sería la celebración sin tanto espectador ocioso como nosotros.
Volvemos al hotel rehaciendo el camino (esta noche funcionan los transportes ininterrumpidamente) y – esta vez si – pagando el “pesero”. La experiencia ha sido maravillosa pero mi recomendación para todos los que quieran vivirla es que se alejen de Janitzio y busquen un cementerio más recogido.
Escrito por xavi a las 9:54 a. m. 0 comentaris
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06 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 31 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VIII
De nuevo espectacular desayuno, esta vez en Crispín. Tacos y tortas de carnitas que,
por desgracia, no puedo acompañar con una cerveza. Pese a ese pequeño inconveniente – bastante normal en una taquería – disfruto mucho.
Amador y María nos dejan en el centro de León donde aprovechamos para pasear un poco y visitar un par de tiendas. Desde allí tomamos el optibus (un autobús con estaciones elevadas y carril propio que es una mezcla entre nuestros autobuses y metro. El vehículo es como nuestro autobús -articulado, por eso lo conocen como la oruga- pero el sistema se parece más al metro) y en un momento nos plantamos en la Central Camionera para repetir el camino de ayer hasta Guanajuato (esta vez en un bus Primera Plus – de la misma compañía que ayer, pero mucho más confortable y moderno).
Ya en Guanajuato paseamos, compramos souvenirs, callejeamos por mercados y mercadillos, paramos a tomar algo y visitamos algún edificio con bonitos patios interiores. Habíamos quedado con nuestros anfitriones para cenar aquí, pero estamos tan cansados que les llamamos para que no hagan el camino en vano. Volvemos a casa en transporte público.
El camino es largo y el taxi que nos lleva de la central camionera de León a casa se pierde y – después de muchas vueltas y unos cuantos renuncios – vemos el edificio a lo lejos – por suerte es mucho más alto que la media – y llegamos
Descansamos un rato y salimos a cenar tacos (esta vez en una taquería muy grande comemos tacos de lengua y de cabeza, me pongo las botas).
Al llegar a casa tengo la barriga demasiado llena para irme a dormir. Me conecto a internet y – el mundo cada ve es más pequeño – me entero de que en Levi Pants están despidiendo a gente. Vuelvo a vivir – ahora en la distancia – un episodio similar al que viví hace unos años en otra empresa. La distancia ayuda a soportar la angustia por los compañeros y por mí mismo, pero no deja de ser duro ver el dolor de los que lo están sufriendo en sus carnes.
Dormiré mal y – al final de la noche – decidiré que no está en mis manos la solución y que de nada sirve preocuparme. Pese a eso la sensación es agridulce. Al estar lejos me ahorro la angustia y la incertidumbre pero, a la vez, no puedo dar los abrazos que me gustaría dar o que me gustaría que me dieran.
(pese a la importancia de estos hechos, he decidido mantener el orden cronológico de estas crónicas para – de aquí a unos años – recordarlo tal y como yo lo he vivido día a día. Cuando leas esto yo ya estaré en Barcelona y seguramente habrán pasado muchas más cosas pero así las viví y así quiero recordarlas cuando dejen de tener la importancia que ahora tienen)
Escrito por xavi a las 8:53 p. m. 0 comentaris
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DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VII
Amador y María tienen cosas que hacer así que quedaremos a medio día en Guanajuato. Salimos de su casa y paramos el taxi más destartalado de todo León (luna delantera rota incluida) pero en pocos minutos ya estamos en la Central Camionera comprando nuestro pasaje a Guanajuato. El “Flecha Amarilla” no es el bus que nos han recomendado pero su horario es el único que nos va bien. Al subir entendemos la razón por la que no nos lo han recomendado. El taxi era lujoso comparado con este autobús.
El camino es tranquilo y después un microbús nos lleva de la estación al pueblo. Por el camino un cantante ambulante ameniza nuestro viaje con corridos de actualidad y de tórridas relaciones amorosas que siempre acaban con tiros, sangre y muertos. Llegamos a Guanajuato por su increíble red de túneles – calle. No hemos visto nada parecido nunca.
El autobús nos deja en una pequeña plazuela. Como necesitamos orientarnos y mirar el mapa, entramos en un agradable café. En “Café el Conquistador” nos tomamos una tarta de queso buenísima y un par de cafés mientras revisamos guías y mapas sin enterarnos de mucho (al final será el mesero el que nos indique como ir al centro). Guanajuato es un pueblo con mucho encanto que se agarra a las colinas sobre las que está ubicado llenándolas con los colores de sus casas.
Cuando la abigarrada maraña de casas permite tener una visión de conjunto, sorprende el colorido de esas formas geométricas que trepan montaña arriba hasta límites difíciles de creer. Pasear por Guanajuato es hacerlo por calles peatonales llenas de vida, tiendas, cafés y restaurantes. Un placer que nos regalamos mientras entramos en las tiendas con el pretexto de comprar algo (una goma de borrar, un souvenir, una bolsa de patatas) para poder curiosear con calma.
En el “Bar Tradicional Luna” paramos para recuperar fuerzas con una cerveza y un plato de jícama (¿un tubérculo?¿una fruta? que se come espolvoreándole chile encima).
Nos encontramos con María, Amador e Inés y tras seguir con nuestro paseo (visitando una exposición dedicada al fotógrafo valenciano Agustí Centelles), comemos en la terraza de un restaurante situado en el Jardín de la Unión, una bonita y agradable plaza que es el centro de la vida de esta pequeña ciudad. Todos comemos unas deliciosas enchiladas. Después de comer subimos hasta el monumento al Pipilá desde donde se goza de una vista privilegiada de Guanajuato. Subimos en un empinado funicular y bajamos caminando por las casi verticales calles.
De nuevo en casa. Amador y yo vamos caminando – toda una novedad aquí – a comprar burritos (de rajas, de chicharrón, de mole y de pollo) en un pequeño local que compagina la restauración con la venta de DVD’s piratas de películas y series. Por un pequeño suplemento con la comida te puedes llevar puesto el espectáculo.
La cena (acompañada de un poco de mezcal) está buenísima y la conversación – más pausada al estar en casa – resulta muy agradable. Decidimos volver mañana a Guanajuato para seguir paseando por sus calles y para poder comprar regalos.
Escrito por xavi a las 12:54 p. m. 0 comentaris
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04 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 29 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS VI
Escribo esto - hoy ya es jueves - sentado en el Café Conquistador de Guanajuato, junto a una ventana. Ayer fué un día de tránsito. Dejamos Df y, con el autocar más cómodo que he visto en mi vida, fuimos hasta León.
Cinco horas de viaje que nos podíamos haber ahorrado cogiendo un avión, pero nos apetecía ver el paisaje y disfrutar un poco más del país.
En la Central Camionera de León nos esperaban Amador, María e Inés a la que por fin hemos conocido después de verla sólo en fotografías. Inés ya tiene año y medio, empieza a hablar y ya camina con bastante soltura.
Paseo por el centro de León donde se celebra la tradicional feria de "alfeñiques" (Calaveras de azucar, esqueletos de chocolate, frutas de aucar y todo tipo de dulces para celebrar el día de los muertos que se acerca).
Tras dejar las maletas en casa salimos a cenar. Pero antes de cenar les pedimos que nos acompañen a un supermercado para ver las diferencias. Alucinamos con la sección de chile y yo con la de salsas. Pasamos un buen rato haciendo turismo de supermercado, mirando, riendo y masacrando a nuestros anfitriones con preguntas de todo tipo.
En el Rincón Gaucho nos espera otro festival de cocina mexicana (esta vez fusionada con la argentina): choriqueso, ensalada de jitomate con chile, y unas patatas deliciosas como botana (entrante) y carne de segundo (con un chimichurri diferente del argentino y que es típico de aquí). No hay sitio para los postres ni para mucho más. Estamos muy cansados (se que me repito pero cada día acabamos agotados después de tanta actividad).
Escrito por xavi a las 3:21 a. m. 0 comentaris
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01 noviembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 28 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS V
Salimos del hotel y desayunamos en un bar camino del bosque de Chapultepec. Es temprano y somos los únicos clientes. El bar es muy agradable y el frío de primera hora de la mañana queda suavizado por una estufa de exterior puesta dentro del local. Repito molletes que aquí también están muy buenos.
Después de desayunar volvemos a Reforma donde están expuestos los alebrijes que vimos desfilando hace un par de días y también una muestra de bancos que están más cerca del arte que del mobiliario urbano (la muestra se llama "diálogo entre bancas" o algo parecido).
Ya en el bosque nos acercamos al Museo de Antropología. Es inmenso y cuesta decidir por donde empezar la visita. Al final nos decidimos por la sala que contiene la excavación de Teotihuacan para así completar la visita de ayer.
Aztecas, mayas, Olmecas, Toltecas... de todas las culturas precolombinas hay muchísimo. Demasiado para un sólo día. Un poco saturados (y muy impactados por alguna de las piezas expuestas)de tanta escultura, decidimos dejarlo después de tres o cuatro horas.
A pocos metros cruzando el parque está el museo de arte contemporáneo Rufino Tamayo. Por un lado vemos la exposición de las obras finalistas de la XIV bienal Tamayo (estructurada como un concurso de pintura). La mayoría de los cuadros expuestos son notables pero hay algunos que nos gustan mucho: las dos pinturas hiperrealistas de Adrian Procel González, el trabajo - más allá de la pintura - de Gabriel de la Mora con su obra "Pedro García Guzmán", el "Al dente" de Santiago Corral, la poderosa pintura expresionista de Fernando Aceves Humana y los apuntes de Hugo Lugo.
La otra muestra, bajo el nombre genérico de "Apariciones fantasmales. Arte después del movimiento chicano", muestra obras conceptuales, algunas de ellas muy interesantes. Es una suerte haber topado con estas dos muestras que nos han permitido tener un contacto variado con la escena artística mexicana actual.
Al salir nos vemos rodeados de ardillas que nos rodean buscando algo que comer. Acostumbradas a la presencia humana no nos tienen ningún tipo de miedo.
Vuelta al hotel cruzando la Zona Rosa - un barrio lleno de restaurantes y locales de todo tipo - y, de nuevo en Reforma, una muestra de ofrendas que calientan motores para el día de los muertos. Ya en el Hotel descansamos un rato y vuelta a la calle. María José quiere comer algo ligero después de tantas comidas copiosas y decidimos volver al café de chinos (que se llama La Nacional) para comer un bisquet con jamón. Pero cuando nos sentamos nos plantan delante una carta con menú y canviamos de planes. Por 35 pesos (poco más de 2 euros) nos ofrecen un primero, un segundo, café y postre. Sencillo pero bueno, yo como una sopa de lentejas, un plato de arroz y cecina (es carne de ternera cortada muy fina, no tiene nada que ver con nuestra cecina pero también es muy sabrosa). La comida en general es un poco más barata que en España, pero esto - que equivaldría a un menú en muchos de nuestros restaurantes - es económico incluso aquí.
Cerca del restaurante está la Torre Latinoamericana y decidimos subir al mirador desde donde tenemos una impresionante vista de DF que se extiende hasta donde alcanzan nuestros ojos. Hacemos fotos que no brillarán como el panorama lo merece debido al oscuro día y a la polución que oculta algunos barrios de la ciudad. Pese a todo es espectacular estar solos en el mirador del edificio contemplando la ciudad.
Vuelta a casa con parada para hacer una foto en el barrio chino y descanso. Mañana salimos hacia León.
Escrito por xavi a las 6:43 a. m. 1 comentaris
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31 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 27 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS IV
Hoy María y Amador vuelven a León y nos dejan sólos en la gran ciudad. Sin su guía de estos primeros días, estos "paco-martínez-soria" que estamos hechos ahora andarían mucho más perdidos y no sabrían que hacer ni como moverse con algo de soltura.
Nos despedimos con un desayuno - otra vez generoso - en un "café de chinos". Yo pruebo los molletes (con queso y frijoles) que me encantan y a los que volveré - seguro - en más de una ocasión.
Hoy nuestro destino es Teotihuacan. Primero cogemos el metro (he de reconocer que con algo de aprehensión al principio por lo que indican las guías que hemos leído. Pero como el trayecto es tranquilo a los pocos minutos nos sentimos más cómodos)y después, en la central del norte, un autocar hasta nuestro destino.
Desde el viejo autobús vemos los barrios periféricos de DF - caóticos, inmensos, hechos a base de construcciones de una o dos plantas sin ningún tipo de planificación urbanística - y constatamos las diferencias sociales que hasta ahora sólo podíamos intuir. El contraste con los edificios lujosos del DF donde nos hospedamos sorprende y nos hace sentir vergonzosamente privilegiados. Son dos extremos demasiado separados entre ellos.
Tras una hora de camino - y una pequeña siesta - llegamos a las ruinas de Teotihuacan. Hace mucho viento y tenemos que improvisar ropa de abrigo con un poncho de plástico que hace años llevo en la mochila sin utilidad aparente; hasta hoy.
No hay palabras para descubrir Teotihuacan. Todo allí impresiona. Subimos a las pirámides y paseamos boquiabiertos por todo el recinto mientras nos pelamos de frío. A la vuelta, cuando subimos al autobús, no queda ningún asiento libre. María José se sienta en un escalón que hay junto al conductor y yo junto a ella en un pequeño taburete que el conductor me presta. No es seguro, pero así es México (la última vez que hice un viaje así, fué en agosto de 1976 cuando nació mi primo Albert y mi madre y yo bajamos de S'Agaró a Barcelona sentados junto al conductor del autocar, entonces España también era así).
Volvemos al Hotel en metro y, antes de entrar en nuestra habitación para reponernos del intenso día y del ejercicio físico, comemos unos tacos en una taquería que está a pocos metros. Aún es pronto pero será nuestra cena. Después - en este desorden de comidas y sueños en el que estamos viviendo - hacemos la siesta, vemos un rato la tele, leemos y - agotados - nos vamos a dormir.
Escrito por xavi a las 3:09 a. m. 1 comentaris
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30 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS III
Nos levantamos pronto - ayer se cambió la hora y yo lo hice mal en el despertador de la habitación - y salimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel. Compramos unas galletas para picar algo mientras esperamos el desayuno y nos conectamos a internet.
Ya con Amador y María, salimos con destino a Coyoacan. Para ser domingo el tráfico es igual de caótico que la ciudad que lo contiene. Pararía en cada esquina a hacer una foto, a ver con calma una tienda, a entretenerme con una pintada o un cartel... pero DF no parece una ciudad pensada para caminar. En Coyoacán - una antigua población hoy engullida por la metrópoli - nos encontramos con Checo y Ceci que nos llevan al mercado a desayunar.
El barrio es encantador y pasear por sus calles de casas bajas - llenas de árboles, paraditas de comida y de artesanía y pequeñas tiendas - es muy agradable. El mercado de Coyoacán sólo difiere de los nuestros en la estrechez de los pasillos y en la mezcla de locales de todo tipo.
Al final llegamos a una zona donde hay varios "locales" dedicados a la restauración. Los olores se mezclan y la actividad es frenética. Zumos de frutas naturales, tacos de barbacoa (cordero asado en tierra)impresionantemente buenos y una quesadilla de chicharrón son mi completísimo desayuno.
Después de tanto comer, cosa que los mexicanos hacen a todas horas y que nosotros no hemos parado de hacer desde que llegamos, toca algo de cultura. La casa de Frida Kalho y Diego Rivera (curiosa pero con menos obra de la que esperábamos)y el campus de la UNAM (impresionante, nos hemos quedado con ganas de visitarlo con calma en un día de clase) son nuestras visitas de hoy.
Por la tarde - y después de sufrir el tráfico intensísimo de la ciudad y de un rato de descanso en la habitación del hotel- hemos decidido ir al Arena Coliseo para ver un espectáculo de lucha libre. Avisados de la peligrosidad de la zona por todo el mundo - familia de nuestros amigos, guías de la ciudad y el taxista que nos lleva - dejamos todo lo que no sea imprescindible en el Hotel y cogemos un taxi. El taxista nos deja en la misma puerta y entramos rápido. Tras el cacheo - se quedan con mi cámara y me dan un papel para recogerla a la salida)entramos y seguimos al acomodador (muy viejito) hasta nuestros asientos donde, sin darme cuenta, ya tengo una cerveza en la mano. Vendedores de todo tipo vocéan sus mercancías: postales de luchadores, patatas fritas, máscaras, bebidas, tortas (bocadillos), revistas de lucha, sopas, palomas de maiz... el desfile es inacabable y pese al desorden aparente todo está muy ordenado y sigue un guión preestablecido(este comentario podría aplicarse a toda la ciudad). Una pequeña propina nos deja cerca del ring cuando empieza la primera lucha. El espectáculo está tanto en las gradas como en el ring. Familias enteras - algunas con niños muy pequeños - disfrutan del espectáculo mientras comen, beben y gritan sin parar. Los gritos son parte del espectáculo y permiten al público interactuar con los luchadores que se indignan o celebran los más graciosos. Máscaras, llaves, merito atlético y espectáculo teatral con un guión muy básico. Lo pasamos como niños mientras los "técnicos" dan lo suyo a los rudos.
Al salir recupero la cámara mientras Amador llama al Hotel para pedir un Taxi (no es seguro parar un taxi en la calle). El protocolo de seguridad no tiene nada que envidiar a una película de espías. Ya de vuelta en el Hotel, cenamos algo ligero en un Vips antes de irnos a dormir.
Escrito por xavi a las 2:11 p. m. 0 comentaris
29 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 25 de octubre de 2008
CRÓNICAS MEXICANAS II
Hemos dormido como troncos y parece que el cansancio nos ha dejado un poco. Hace sol. Nos encontramos con María y Amador en el hall del hotel y caminamos hacia el centro. Por el camino los acosamos con preguntas ya que todo es nuevo para nosotros y todo nos sorprende.
Desayunamos en Sanborns (Av. Fco. Madero, 4 DF). La cadena de tiendas y restaurantes - presente en todos los rincones de la ciudad - ocupa aquí una casa del siglo XVI conocida como "la casa de los azulejos".
En un impresionante patio desayunamos. No es un desayuno frugal: huevos divorciados, zumos de frutas, tostadas con mermelada... mejor imposible.
Después del copioso desayuno, toca caminar un poco para bajarlo. Paseamos hasta el Zocalo donde, a parte de la catedral y de las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlan, me llama la atención la gente, el ambiente, los olores... absolutamente todo. Mientras decidimos hacia donde seguir nuestro paseo por delante nuestro atraviesa la plaza un desfile de Alebrijes (bestias de gran colorido y fantásticas formas).
Paseo por la ciudad donde sigo disfrutando de cada esquina, de cada cartel, de cada frase cogida al vuelo, de los olores inexplicables, de los voceos de los vendedores, de la luz, del sol que me quema la frente. Sólo paramos para tomar una cervecita y recuperar fuerzas. Recorrer así la ciudad, con dos pacientes guías que contestan a todas nuestras absurdas dudas, es todo un lujo.
Junto a la Torre Latinoamericana vemos una exposición de esculturas de la artista mexicana Angela Gurria que me gusta mucho.
Pese al impresionante desayuno empezamos a tener algo de hambre. "El Cardenal" (Palma, 23 DF. Tel. 55213080)es un bonito restaurante situado en el centro de DF. Empezamos con un tequila... y después otro mientras atacamos los tacos que nos traen para hacer boca. Después el festival gastronómico sigue con un plato de huilacoche (un hongo del maiz que con su peculiar sabor es todo un descubrimiento) y queso con flor de calabaza. De segundo yo me pido un filete con salsa y frijoles pero pruebo los platos de los demás (unos chiles en nogada y lengua) y todo me parece delicioso.
El servicio es muy atento (una de las características de todos los locales en los que he estado hasta ahora. Aún hay tiempo para un postre: una sensacional crep de cajeta (dulce parecido al dulce de leche, hecho con leche de cabra).
Felices después de comer muy bien, volvemos a la calle para visitar el edificio de correos y el Palacio de Bellas Artes (con un fantástico interior de estilo Art Decó.
Estamos cansados de tanto caminar pero, de vuelta al hotel, aún tenemos tiempo de visitar un mercado callejero en la Alameda Central mientras a pocos metros rugen los motores de los participantes en la Panamericana.
Mientras María José duerme un poco, leo el periódico Reforma donde - a parte de sorprenderme la manera de redactar los titulares (incomprensibles algunos para mí: "Sugiere Fox partirle el queso a Amlo", "Chocan en Vallarta por tiradero", alarmantes otros: "encuentran decapitado", "Hallan cabeza con mensaje") me encuentro con un lúcido artículo firmado por Carlos Fuentes sobre la situación del México actual cercado por la lacra del narcotráfico.
Después de la siesta salismos con destino a Condesa donde nos encontramos con Checo y Ceci. En uno de los muchos bares de la zona (llena de locales de todo tipo con cierto aire europeo) tomamos unas copas mientras comentamos las diferencias y similitudes entre nuestros paises. Voy con cuidado con la bebida porque me han dicho que aquí las resacas - debido a la altitud (2200 metros)- son terribles. El momento surrealista de la noche llega cuando un tipo, armado con dos hierros conectados a una batería con potenciómetro nos ofrece sus servicios. Todos nos damos la mano, yo cojo un fierro y Checo otro y entonces el tipo nos suelta un calambrazo que - teóricamente tenemos que resistir. La verdad es que no duramos mucho pero María José y yo aún ahora no acabamos de creernoslo.
Reventados después de un intensísimo día decidimos retirarnos sin cenar. Sólo llevamos 24 horas en DF pero parece que llevamos mucho más. Lo estamos pasando genial.
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26 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 24 de octubre de 2008
CRONICAS MEXICANAS I
Duermo poco y mal. Las emociones del día se suman a las del viaje para producirme insomnio. Parece un viernes normal... pero no lo es, a la una tenemos que volar con destino a Mexico DF.
Y después de casi diez horas de viaje, durante las que acumulo cansancio mientras juego al Zuma, llegamos a Atlanta donde tenemos que esperar poco más de una hora hasta que salga nuestro vuelo con destino a DF.
No conseguimos arrancarle ni una pequeña sonrisa al policía de aduanas que nos trata como delinquentes. Desagradable.
Ahora, sentado en la sala de espera, mientras María José intenta dormir sentada ante un ventanal que nos muestra un panorama desolador de niebla, lluvia y oscuridad, me pregunto ¿Qué estoy haciendo en Atlanta? ¿Y a la gente le gusta viajar?
Viernes noche, casi sábado. Nuevo vuelo - con retraso incluído - de Atlanta a México DF. Cuando llegamos - tras más de 16 horas de viaje - son las once de la noche (en casa deben ser las 6 de la madrugada). Frontera amable y trámites fáciles, en comparación con el trámite en Atlanta es una delicia. En la puerta nos esperan María y Amador que, tras los abrazos, besos,felicitaciones y alegrías por el reencuentro nos llevarán a cenar algo y al hotel.
La primera imagen que hemos tenido de DF - desde el avión - ha sido una inmensa - si no la has visto no te la puedes imaginar - alfombra de luz. Curiosamente, ahora desde tierra, se me antoja poco iluminada (al día siguiente descubriré que los cristales tintados de mi ventanilla son, en parte, culpables de esta sensación).
Atravesamos una ciudad caótica, hecha de retazos, que no deja de sorprenderme hasta llegar a una taquería. La Casa del Pastor (Av Alfredo Musset, 3 DF Tel. 52818813) está llena pese a lo avanzado de la hora. Tacos de pastor, de costilla, de chorizo... todo buenísmo y con salsas muy picantes.
Es tarde y estamos muy cansados. Es hora de ir a dormir.
Escrito por xavi a las 4:14 p. m. 1 comentaris
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23 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 23 de octubre de 2008
Después de 18 años, 4 meses y 4 días de noviazgo, María José y yo nos hemos casado hoy. Queremos daros las gracias a todos los que con vuestra presencia, abrazos, besos, llamadas telefónicas, mensajes y felicitaciones habéis convertido lo que tenía que ser un trámite judicial en un bonito día que no olvidaremos.
Escrito por xavi a las 11:41 p. m. 1 comentaris
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21 octubre 2008
“Ya estamos viviendo entre criminales y enanos, porque el caudillo mayor prohija pigmeos que no le hagan sombra y el caudillo menor tiene que asesinar al grande para ascender. Qué lástima...”
Carlos Fuentes. La muerte de Artemio Cruz
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 21 de octubre de 2008
Hace unos meses el corazón de la máquina de marcianitos decidió dejar de funcionar. Desde entonces, y después de hacer cursos intensivos de cirujano marciano, he intervenido en varias ocasiones a la enferma con resultados nada satisfactorios.
Al final he optado por el trasplante y con un corazón nuevo – aportado por Albert (gracias) - y los conocimientos sin límite de la comunidad marciana, la máquina vuelve a funcionar tras un fin de semana de intensísimo trabajo y no pocas decepciones.
El nuevo corazón funciona bajo Windows Xp con Mame32, Mala como frontend, Jpac y Winmodelines. Si todo esto te suena a chino pero tienes curiosidad por introducirte en el mundo marciano (la invasión está cerca) te recomiendo que te pases por marcianitos. Descubrirás un mundo nuevo – a medio camino entre la tecnología punta y el bricolaje de McGuiver -lleno de locos que son capaces de hacer maravillas.
Pese a mi completa inmersión en la reparación de la máquina (sólo posible gracias a la comprensión de María José que aguantó los malos humores de los fracasos, los monólogos sobre incompatibilidades de software y hardware y mi abstracción) durante el fin de semana he tenido tiempo para celebrar el cumpleaños de Olivia (en su casa, con una comida deliciosa preparada por Roberto, con Martina y Leo – que se porta mucho mejor de lo que sus padres aseguran - ) y para comer con Marc y Miquel (que serán los canguros de Cass durante los próximos 15 días).
He acabado “La muerte de Artemio Cruz” de Carlos Fuentes. No es un libro fácil – su estructura hecha a base de cambios en el tiempo y en el narrador no facilitan su lectura – pero es un gran libro. ¿Cómo sería nuestra vida sí? ¿Nos arrepentimos de algo antes de morir? La vida de Artemio Cruz nos enfrenta a esos interrogantes mientras nos muestra la historia convulsa de México desde la revolución hasta los años 60. He disfrutado mientras empezaba a saborear el México que espero catar con toda su fuerza a partir del jueves.
Mientras escribo esto escucho el nuevo disco de We Are Standard (que hasta hace nada se llamaban sólo Standard) y disfruto de cada uno de los 9 temas. Globos de ritmo que se van hinchando hasta que – no pudiendo resistir más la presión – estallan obligándote a mover los pies, la cabeza y todo lo que puedas mover.
Grabado en Londres bajo la supervisión de Andy Gill (Gang of Four) el nuevo disco de We Are Standard, que se llama como el grupo, tiene también la colaboración de Arthur Baker (que aporta un espectacular remix de “The Last Time”) y es una bomba para incendiar pistas de baile. En directo deben ser espectaculares, me los apunto en la lista de pendientes.
Y mientras todo esto pasa, se acerca poco a poco el día de nuestra boda y, un poco desbordados por la respuesta de amigos y familia que han convertido un trámite en algo más, ocupamos parte de nuestro tiempo en los últimos detalles y en la preparación del viaje.
Escrito por xavi a las 8:51 a. m. 1 comentaris
16 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 16 de octubre de 2008
Tenía ganas de disfrutar de un buen concierto y ayer, después de uno de aquellos días en los que muchas cosas a tu alrededor no andan como tendrían que andar, me acerqué al Auditori para ver “La leyenda de los planetas”, un homenaje a una de las bandas nacionales más influyentes de las últimas décadas.
Y, por desgracia, el dios de la adversidad andaba con ganas de seguir poniéndome el dedo en el ojo y el concierto no fue lo que esperaba.
Llegué tarde y me perdí a Clovis que abrieron la noche pero lo peor fue que Enrique Morente (para mí la actuación más esperada de la noche) se cayó del cartel por indisposición a última hora.
En líneas generales “La leyenda de los Planetas” fue un acto desangelado en el que una serie de bandas ofrecieron un par de versiones de temas de los Planetas. Con poca emotividad y, lo que es mucho peor, con poquísima preparación, creo que faltó nivel. El sonido impecable del Auditori hizo más evidentes las debilidades de muchos de los presentes.
A mí me gustaron Pumuky (no los conocía y creo que son los que mejor habían hecho los deberes, me sorprendieron y me hicieron creer que la noche podía ser grande), Manos de topo (la personalidad es uno de los elementos que más aprecio en una versión, aunque el original quede diluido y sea difícil de reconocer) y Tachenko (que supieron imprimir carácter a sus temas). Los Nick (con una formación desmembrada) sonaron potentes y Lory Meyers sonaron mal (lo peor las voces).
La ovación de la noche se la llevó una floja versión de “Segundo premio” (a manos de Fantasma #3) pero el éxito se debe al tema más que a la populista versión (yo no había ido a un puto karaoke, aunque ellos parecían creerlo así.).
El momento más bajo de la noche lo ofreció Nacho Vegas con su conocida opera bufa “Me río de vosotros”. Para los que no conozcáis el argumento os ofrezco un pequeño resumen:
N es un músico que, en un homenaje a la banda de J, sube al escenario – demostrando falta de profesionalidad y de respeto por el público que ha pagado la entrada, por los músicos a los que se homenajea y por la organización del evento – en un estado de intoxicación alcohólica notable. Tras algunos traspies (primer gag) llega al centro del escenario y se arranca con un tema que un día versionó el grupo de J (segundo gag, la versión es mala). N, tras la mecánica ejecución del primer tema, intenta balbucear un agudo comentario (tercer gag, este ya provocó risas, sobretodo cuando llegó a su repertorio de imitaciones) y con su habitual “me río de vosotros y me lo perdonáis todo” acabo su triste actuación con un temita propio (había escrito “una mierda de tema propio” pero, como yo también tengo tendencia a perdonarle cosas, he rectificado). Este fin de fiesta egocéntrico cierra la opera bufa dejando (incomprensiblemente)encantados a parte del respetable e indignados a otros que creen que el respeto se gana día a día trabajando en el escenario.
Una lástima. La cosa no acabó de funcionar y el escenario también contribuyó. Demasiado aséptico para lo que se ofreció; con cervezas, humo y bailoteos con los que consiguieron buenas versiones, la cosa hubiera sido mucho más llevadera.
Me fijo que el comentario ha quedado ácido y quizás tendría que endulzar la lectura con una recomendación. El RDL de este mes viene acompañado de un cd con temas IODA, una distribuidora online de material independiente.
Grandes temas de Santagold, Marching Band, Eli “Paperboy“ Reed and the True Loves (que con un poco de suerte podremos ver este diciembre en el Primavera Club), American Music Club y Dengue Fever entre otros. El toque patrio lo ofrece un tema de Miguel Poveda.
Además el cd da la posibilidad de descargarse de manera gratuita 15 temas más que, salvo algunas excepciones como la vergonzante “Los infieles” perpetrada por Aventura, te descubrirán nuevas e interesantes bandas (Studio Apartment, Yes King...) junto a otros artistas ya consolidados (The Wedding Present, Natacha Atlas, Peter Gabriel, Rodriguez, Antonia Font...).
Como siempre el disco del RDL es una puerta abierta a descubrir nuevos sonidos a un precio realmente interesante (va incluido con la revista).
Escrito por xavi a las 9:33 a. m. 2 comentaris
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14 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 14 de octubre de 2008
Y otra vez es martes. El fin de semana – de descanso y tranquilidad – queda ya lejos. Por desgracia, con la llegada del lunes, vuelven las preocupaciones.
Casi una semana sin escribir y me pongo para cuatro líneas.
Y la cuarta, lo creáis o no, me ha costado.
Escrito por xavi a las 12:15 p. m. 3 comentaris
09 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 09 de octubre de 2008
Hago una nueva pausa en la fascinante lectura de “Los Mitos Griegos” está vez para leer “La muerte de Artemio Cruz” Carlos Fuentes (hay que prepararse, también literariamente, para viajar). Volveré a Robert Graves en breve pero necesito alejarme de asesinatos, traiciones, violaciones divinas e inverosímiles genealogías para respirar un poco de aire fresco.
Cuenta Cesc Gay que, “En la ciudad” nació el día que, durante una comida de amigos, una de sus amigas empezó a llorar sin razones aparentes. Este dramático momento, repetido en una de las escenas más impactantes de la película, me hizo reflexionar sobre lo que sabemos y lo que no de nuestros amigos, sobre lo cerca que estamos de aquellos a los que queremos.
Una situación no tan lejana me ha golpeado esta semana y me ha obligado de nuevo a pararme y reflexionar. ¿Prestamos suficiente atención a los nuestros? ¿Lo hago yo realmente? Me gustaría decir que si, pero sé que me estaría engañando a mí mismo. Vivimos encerrados en pequeñas burbujas y el día a día (esa droga rutinaria que nada bueno nos aporta) hace que estemos más pendientes de pequeñas inutilidades que de lo que realmente importa.
No sé si conseguiré invertir un poco esta dinámica, pero lo intentaré para que – en la medida de lo posible – no me vuelva a ocurrir. Disculpadme si un día no he sabido estar ahí.
Escrito por xavi a las 10:25 a. m. 0 comentaris
08 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 08 de octubre de 2008
Leo en el Babelia de esta semana la reflexión que hace Laura Freixas sobre la utilidad de un diario íntimo y reflexiono sobre este mismo diario planteándome las mismas preguntas.
Un diario íntimo pierde su función primigenia en el momento en el que es publicado o leído por otro que no sea su propio autor. Si es el autor el que propicia su edición o si el diario íntimo está destinado a ser leído por otro, deja de ser sincero y pierde esa etiqueta de íntimo que le distingue.
Es por eso que los diarios de Samuel Pepys (tenéis un enlace en la sección de blogs históricos a un blog que publica periódicamente extractos de su diario) me parecen una maravilla. Ahora, siglos después de su muerte, tenemos acceso a ellos y podemos adentrarnos en la fascinante intimidad de un autor que los escribió para que nunca fueran leídos. Ahora, traicionando la voluntad de Samuel Pepys, podemos acceder a ese mundo íntimo.
¿Es esto que estás leyendo un diario íntimo? No. Todo lo que escribo aquí lo hago para que sea leído por otro (o al menos esa es mi esperanza). ¿Y que me lleva a escribir este diario sobre lo que ocurre a mi alrededor? Compartir experiencias y explicar todo aquello que me interesa, sorprende o preocupa... o, como también dice el artículo de Laura Freixas citando lo que dice Gabriel García Marquez sobre las motivaciones finales del que escribe, quizás busco que los amigos me quieran más.
Escrito por xavi a las 10:23 a. m. 0 comentaris
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07 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 05 de octubre de 2008
Sábado. Conseguimos escapar de la rutina de pijama e inactividad que caracteriza la mañana de los sábados y nos acercamos a la Fundació Vila Casas (Ausiàs Marc, 22 Barcelona. Tel. 934817985) para disfrutar de la retrospectiva de Josep i Pere Santilari.
Desde que hace unos años los descubrí por casualidad en una exposición en la Galería Artur Ramón, siempre que he podido he vuelto a sus exposiciones para disfrutar de la obra de los dos hermanos.
Ahora la Fundació Vila Casas recoge la obra de Josep i Pere Santilari en la exposición Realisme Contemporani que se puede visitar hasta el 15 de noviembre.
Disfruto con las fabulosas panorámicas de la ciudad en las que la luz superando al paisaje que ilumina, se convierte en el verdadero protagonista de la obra de los Santilari.
Me gustan también sus últimos cuadros en los que la figura humana retoma el protagonismo y, no tanto, sus cuadros de los 80 y los 90.
Como siempre, su relectura del bodegón me fascina y disfruto viendo cuadros que ya había visto y alguno que es nuevo para mí.
Dos autores que cuando trabajan juntos – como dicen en el interesante video que completa la exposición (sin créditos, con lo que no se puede saber quien está detrás de él) – se convierten en un tercer Santilari.
Temas clásicos de la pintura – el bodegón, el desnudo, el paisaje... – que, vistos con los ojos de los hermanos Santilari, tienen un sabor totalmente contemporáneo. Muy recomendable (y gratuito).
Comida en el Sakuraya con Lidu ,que está pasando unos días en Barcelona, y – sin tiempo para descansar – tarde de teatro en el Lliure.
Tenéis hasta el 19 de octubre para ir al Teatre Lliure para ver Rock’n’roll. Hay muchas razones para hacerlo, voy a intentar resumirlas:
Un texto sensacional de Tom Stoppard. Una buena dirección – de esas que no se ven pero se notan – de Àlex Rigola. Sensacionales actores (todos están bien pero, por la dificultad de sus personajes y lo bien que lo hacen, destacan Lluís Marco y Joan Carreras). Una escenografía impresionante de Max Glaenzel. La música que acompaña el montaje (rock, no podía ser de otra manera). Un texto sensacional de Tom Stoppard (¿ya lo había dicho?, sólo quería asegurarme de que queda claro). Rock’n’roll es un clásico contemporáneo y el montaje de Rigola para el Lliure es de los que le hacen justicia.
Rock y política, política y rock. Rock’n’roll transcurre en Europa entre la Primavera de Praga y la caída del muro. En un texto plagado de información y brillantes diálogos, Tom Stoppard da un golpe a las ideologías y a los mitos. Casi tres horas de buen teatro.
Además el Lliure completa la información sobre la obra con un documental sobre la Primavera de Praga, un documental sobre Syd Barret, una exposición de fotografías y las portadas de los discos de The Plastic People of the Universe.
Domingo. Era una reunión eternamente aplazada pero que nos apetecía mucho. Al final, y después de tres años, nos reunimos con los vecinos para hacer una barbacoa. Mariona y María José decidieron organizarlo y al final se apuntaron casi todos los convocados. En la terraza de Mariona y con un día espléndido, disfrutamos de este verano que se está alargando y nos conocimos un poco mejor.
El resto del domingo pasa lento mientras intentamos recuperar las fuerzas que tan necesarias nos serán para superar la semana.
Escrito por xavi a las 8:03 a. m. 0 comentaris
03 octubre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 03 de octubre de 2008
Hace casi un año me regalaron un Bongo Taller Gastronómico (un bono que permite elegir un taller de cocina entre varias posibilidades). El bono viene en una bonita caja de cartón en la que hay un catálogo – muy bien editado – con los talleres a los que puedes acceder. Pero aquí acaba lo bonito ya que conseguir acceder al taller ha sido realmente difícil (errores de impresión en el catálogo, cursos inexistentes, horarios muy limitados...). En definitiva, creo que el Bongo (que ahora se llama Smartbox) no es un buen producto.
Pero decidido a disfrutar del regalo que me habían hecho, he insistido (vigilancia de las webs de los centros donde se imparten los talleres y muchas llamadas telefónicas) y, por fin, ayer conseguí hacer mi taller de cocina. Al final fue la disponibilidad de la escuela, más que mi elección, lo que marcó el taller al que me apunté: un taller de cocina internacional en la escuela de cocina “A la Carta”, en Sarrià (Oriol Mestres, 4 Barcelona Tel. 93 2520336).
Acaban de empezar a cocinar cuando llego. Una gran sala con la cocina – bien equipada - en un lado y una larga mesa en el otro preparada para cenar después. Una de mis ocho compañeras me explica lo que prepararemos esta noche: cestas de espinacas, tomate, champiñones y mozzarela, un curry de pollo de inspiración tailandesa y un couland de chocolate.
Todos colaboramos en la elaboración pero sobretodo es Cristina, la cocinera, quien - mientras no para de explicar cosas – cocina (añado su blog a la lista de enlaces). Me lo paso bien y aprendo.
Después de cocinar disfrutamos de lo que hemos preparado (todo delicioso, alguno de estos platos los probareis los habituales en casa). Durante la cena seguimos hablando de cocina e intercambiando conocimientos.
En definitiva, aunque creo que el Bongo no es un buen producto, si que lo es el taller de cocina que he hecho gracias a él. Gracies, ha sigut un bon regal, diferent i divertit.
Ah, y por fin es viernes.
Escrito por xavi a las 10:22 a. m. 1 comentaris
30 septiembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 29 de septiembre de 2008
Domingo. A mediodía nos acercamos a El Masnou para reencontrarnos con Ángela y Cesar. Mar y Alba están ya muy mayores (la última vez que las vi, empezaban a caminar). En su nuevo piso, con unas vistas estupendas, nos ofrecen una comida buenísima. Pero lo mejor es estar de nuevo juntos y ver que, si bien el tiempo pasa, el cariño sigue igual y seguimos pasándolo bien juntos. Prometemos no dejar pasar tanto tiempo esta vez, seguro que lo conseguiremos.
Vuelta a casa, siestas y perezas a la espera de que el domingo se apague poco a poco.
El Babelia de esta semana dedicaba un especial al buen momento de la música contemporánea española. Leo el artículo con interés y me doy cuenta de que el buen momento de la música contemporánea española debe situarse en una burbuja a la que, al menos yo, no tengo un fácil acceso.
Los nombres que protagonizan este momento dulce me son totalmente ajenos. En lo personal indica un déficit cultural importante que intentaré mitigar con la discografía básica que proponen. Pero en general indica que el momento no debe ser tan bueno cuando la música contemporánea no llega al gran público.
Y es que, en mi ignorancia total de la música contemporánea española, nombres como Fátima Miranda, Francisco López, José Manuel Berenguer, Eduardo Polonio, José Igrés, José María Sánchez-Verdú, Mauricio Sotelo, José Manuel López-López, Jesús Rueda, Alberto Posadas, David del Puerto, César Camarero, José Ramón Encinar, Tomás Marco, Juan Hidalgo o Luís de Pablo (todos presentes en la discografía básica propuesta), son todo un enigma.
La cultura es elitista cuando mayor es el esfuerzo que tiene que hacerse para llegar a ella y en el caso de la música contemporánea el esfuerzo me parece ímprobo. ¿De qué sirve subvencionar la creación si no se invierte en la difusión de la obra? ¿A quien beneficia la cultura sin público que la disfrute? ¿Debe ser la cultura una vía de una sola dirección?
El camino que se ha tomado es totalmente erróneo y la música contemporánea española no goza de buena salud, o al menos no disfruta de la salud de hierro de la que presumen los que – de una u otra manera – están dentro de su órbita y por lo tanto son incapaces de verlo con perspectiva.
No suelo ver las retransmisiones del Mundial de Motociclismo y por eso igual cuento una cosa muy obvia que todo el mundo conoce, pero que yo no había visto hasta ayer. El domingo vi un reportaje sobre la victoria de Valentino Rossi. En la rueda de prensa posterior al campeonato me llamó la atención el logo que se repetía muchas veces detrás del campeón. E, inmediatamente, me asaltó una pregunta ¿Soy el único enfermo que ve a dos monigotes de los semáforos en una explícita postura sexual?
Después, buscando el logo para ponerlo aquí, veo que es de una marca de ropa y que la ambigüedad es plenamente consciente. Pero no deja de ser curioso.
Escrito por xavi a las 8:45 a. m. 1 comentaris
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28 septiembre 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 27 de septiembre de 2008
Un sábado placentero esta lleno de pequeñas cosas agradables:
Despertar después de haber dormido bien. Desayunar con María José – que se ha encargado de prepararlo todo mientras yo vagueaba – leyendo el periódico (de hoy).
Leer un artículo de Joan Miquel Oliver explicando la grabación del último disco de Sisa (impagable) en un Cultura/s que corría por encima de la mesa mientras tomo el segundo café. Escuchar “Ol’ 55” de Tom Waits en el coche camino del centro. Pasear por nuestro antiguo barrio y ver pequeños cambios. Disfrutar de un pequeño concierto de grupos vocales de toda Europa en la puerta de la iglesia del Pi. En la Sala Parés ver, en una exposición colectiva,
algún cuadro interesante. Hacer fotos por la calle por el placer de hacerlas. Ver dos cuadros de María José expuestos en la Escola de la Dona. Comprar regalos para amigos deseando que les gusten. En la Montcada Art Contemporani ver la exposición “Paisatges humans” con interesantes cuadros de Bea Sarrias y Carmen Pinart. Descubrir arte también en las paredes de la ciudad. Comer (ensaladas y carne a la brasa) en el patio de “La Pineda del Port” (c/Motors, 167. Barcelona. Tel. 932233115). Una siesta corta pero reparadora. Leer en la cama, mientras María José duerme, el artículo de Antonio Muñoz Molina en el Babelia de hoy. Encontrar, en una foto de un despacho ajeno (de José Antonio Labordeta, para fanáticos del dato preciso), el mismo transistor que me acompaña por las mañanas en Graceland. Perder un par de partidas de poker online. Escuchar “El escarabajo más grande de Europa” de El Niño Gusano mientras escribo esto. Llegar al final de "La exhibición de atrocidades" de Ballart en condiciones psiquicas estables"
Pero todo queda eclipsado cuando, por la noche, vamos al TNC para ver “Sombreros”.
Y es que el espectáculo de Philippe Decouflé es una maravilla. “Sombreros” es un espectáculo total a medio camino entre la danza y el video arte en directo, una gozada para los sentidos que, durante poco más de una hora y como ya nos habían avisado los actores al empezar, hizo desaparecer el mundo alrededor nuestro.
Imágenes de gran belleza, juegos de sombras, realidad, ficción, reflejos, juego, incertidumbre, magia, música en directo... “Sombreros” es un espectáculo para todos los públicos con algunos momentos realmente brillantes. Que suerte haberlo podido disfrutar. Mañana domingo aún estáis a tiempo, es el último día y creedme, vale la pena.
Después, y con las imágenes todavía danzando en nuestra retina, aún queda tiempo para pasarnos por el fiestorro que Mariona ha montado en su terraza (aprovechamos para cenar algo aunque es muy tarde) con motivo de su cumpleaños. La fiesta sigue pero el día ha sido muy intenso y bajamos con el ascensor hasta casa para irnos a dormir.
Un par de horas después me despiertan los gritos de un vecino que grita “queremos dormir”... yo también lo haría si no estuvieras gritando tú, pienso antes de hacerlo de nuevo.
Escrito por xavi a las 11:21 a. m. 2 comentaris
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