27 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 27 de marzo de 2011


Una hora menos dormida... 6 meses con un horario mejor, el precio parece justo.

Ayer, como casi cada sábado, tocaba aperitivo y esta vez nos fuimos a la Barceloneta. En el Bar Electricidad (Sant Carles, 15 Barcelona) nos encontramos con Àlex “el Niño”, Laura, Jordi P. y María. Tortilla de patatas, boquerones, anchoas, ensaladilla de salmón, mejillones y vermut de la casa... todo muy bueno (y un poco caro, al final pagamos 14 € por persona). Al salir paseamos hasta el Puerto Olímpico y acabamos comiendo en el Pato Pekin.

Me reencuentro otra vez con Jiro Taniguchi. Su “El almanaque de mi padre” me parece de lo mejor que he leído últimamente. Emotivo sin ser sensiblero, lúcido, lleno de grandes momentos... y con el habitual dominio del dibujo del autor japonés, muy recomendable.

A parte también he vuelto a disfrutar con el “Rambla amunt, Rambla avall” de Carlos Giménez, he leído (y me ha gustado) “La herencia del coronel” de Carlos Trillo y Lucas Varela y me he adentrado en la saga “Locas” de la mano de Jaime Hernández (que ha ido atrapándome más a medida que pasaba páginas y, sin llegar a la fascinación que me produjo el “Palomar” de su hermano Beto, que al final me ha gustado mucho. Seguiré leyendo los siguientes volúmenes).



Pero como no se puede vivir sólo de cómics, también ha habido tiempo para los libros “sin dibujos”. “País de Neu” de Yasunari Kawabata me ha gustado mucho. El viernes, en la biblioteca, me aseguré las lecturas de las próximas semanas.

23 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 22 de marzo de 2011


Semana intensa y seis días llenos de pequeñas historias que, como últimamente suele pasar, tendré que contar con más oficio que maestría.

El jueves me reencontré con Quique y nos fuimos a comer al Cañete. Mientras van desfilando por delante de nosotros unas cuantas – y deliciosas – tapas, nos ponemos al día y disfruto de una conversación que salta de tema en tema. La comida supone un breve pero intenso paréntesis en la jornada laboral. Se agradece.

El viernes me encuentro un mercado medieval en mi barrio. Un mercado medieval consiste, para el que no lo sepa, en una serie de tenderetes que venden productos presuntamente artesanales (algunos seguramente lo son) a un precio abusivo. El “medieval” lo determinan unos tristes disfraces, una pobre ambientación y unos cuantos animales de granja que debían ser típicos en la alta edad media. Los conejos ponen nerviosa a Cass y las ocas la reciben con un amenazante silbido que consigue acojonarme. Pese al tono crítico de mi comentario, a lo largo del fin de semana daremos más de un paseo entre los tenderetes y compraremos productos que podemos encontrar en las tiendas del barrio a un precio más razonable... ¿inexplicable? Son los misterios del pasado.

He leído “Barri Llunyà” de Jiro Taniguchi. En una semana en la que la mirada y el corazón están puestos en la dura situación que están viviendo en Japón, resulta todo un contraste leer esta pequeña delicia. El manga ha sido durante muchos años un mundo desconocido para mí. Estos últimos meses estoy disfrutando mucho descubriendo algunas de sus mejores novelas gráficas. “Barri Llunyà”, sin duda, lo es.

El sábado toca aperitivo y esta semana nos hemos decidido por un clásico. El bar Tomás para muchos atesora el título de “las mejores bravas de Barcelona”. No sé si lo son, pero me encantan. Además esta vez probamos alguna de las otras tapas que ofrecen (unas croquetas y unos buñuelos de bacalao) y no decepcionan. Esta vez somos muchos: María José, Víctor, Laura, Quim, Noa, Carol, Cesc, Eli, Mariano – que mi hermana dice que se parece a Will Wheaton en su versión de megaenemigo de Sheldon Cooper -, Elena y yo. Acabamos en una terraza al sol.

El domingo es el día de la primera barbacoa de la temporada. No hay nada como un poco de carne a la brasa para acompañar el domingo.

Lunes. Vuelta al trabajo. Por primera vez doy una conferencia. Supero nervios y vergüenzas y, en el Auditorio del Col·legi de Farmaceutics hablo durante algo más de una hora sobre La Rambla de Barcelona. Al acabar mi conferencia, las preguntas de la amable audiencia me relajan y lo paso realmente bien charlando un rato más con ellos. Espero de verdad que les resultara interesante.

Martes. En el auditorio de La Pedrera asisto al primer cara a cara entre Jordi Hereu y Xavier Trias. Tablas en un encuentro algo decepcionante en el que se traban en tecnicismos que resultan difíciles de entender para los ciudadanos que les tendrán que votar (o no). Queda mucho todavía para las elecciones, espero que el nivel suba.

16 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 16 de marzo de 2011

Nuevos trabajos... nos estamos adaptando... pero cuesta encontrar tiempo para el ocio. Pese a eso conseguimos – y aunque sólo sea por breves periodos de tiempo – capear las obligaciones y nivelar la balanza. La lluvia de los últimos días tampoco ha ayudado demasiado.

Jordi R. y Núria nos acogieron en su casa y nos ofrecieron una buena cena el sábado por la noche y, el domingo por la mañana, aprovechamos la tregua que las lluvias nos ofrecían para disfrutar de un largo paseo con Cass.

Ayer por la noche, en el Teatre Romea disfrutamos de “El Salt de Nijinsky”, un espectáculo de danza dirigido por Maria Rovira. Este año aún no nos habíamos acercado a una sala de teatro, espero repetir en breve.



Y queda tiempo para poco más. Sigo saqueando la sección de cómics de la biblioteca. Esta semana he seguido con el segundo tomo de “Palomar” de Beto Hernández y con “Pobre Cabrón” de Joe Matt. Realismo mágico vs realismo sucio autobiográfico. Dos extremos que no se tocan pero que me han hecho pasar muy buenos ratos.


12 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 12 de marzo de 2011


Los libros – y los cómics - nos permiten viajar en el tiempo. Desde hace dos semanas estoy inmerso en la Barcelona del 1700 gracias a “Barcelona 1700” de Albert García Espuche y en la Gaza de 1956 de la mano de “Notas al pie de Gaza” de Joe Sacco. Ambos son muy interesantes, pero vamos por partes.

El libro del historiador barcelonés recorre, a través de los ojos de los notarios barceloneses, las calles, las casas y los hechos de la Barcelona del periodo comprendido entre mediados del siglo XVII y 1714. Leyendo “Barcelona 1700” es posible oír los ruidos de la ciudad, pasear por sus calles, oler las especias que se acumulan en las droguerías, disfrutar de los espectáculos y las fiestas, participar en una subasta de bienes tras la muerte de su propietario y prácticamente vivir todos los detalles que participan en la vida de la ciudad. Fascinante, entretenido, exhaustivo... el libro de Albert García Espuche es un ejemplo de que la historia puede llegar a ser asequible para todo el mundo.

Notas al pie de Gaza” es una nueva incursión de Joe Sacco en la franja de Gaza. En esta ocasión el periodista-dibujante investiga sobre dos hechos ocurridos en 1956 – que acabaron con el asesinato de cientos de palestinos inocentes – a la vez que, explicando el proceso de investigación seguido para adentrarse en un hecho que los años han relegado a una nota al pie de página, nos muestra también el estado actual de las relaciones en la zona. El cómic es una herramienta muy útil para explicar cosas y más si se hace con la seriedad con la que Joe Sacco suele hacerlo. Su investigación podría figurar en cualquier libro de historia pero el ha preferido darle otro formato. “Notas al pie de Gaza” es un libro imprescindible para entender un conflicto que sigue vivo muchos años después de los hechos que explica. Genial.

Y la semana una vez más ha volado. Tanto María José como yo intentamos adaptarnos a nuestro nuevo horario haciendo equilibrios y haciendo lo que podemos para rescatar horas tanto para cumplir con nuestras obligaciones como para descansar un poco. El jueves (con Albert, Esther, Marta i Joan María) nos fuimos a cenar a la Cerería (Baixada de Sant Miquel. Barcelona) y, aparte de comer muy bien, reímos y cargamos pilas como solemos hacerlo cuando estamos con ellos.

El descubrimiento televisivo de la semana ha sido “Que fue de Jorge Sanz”, una serie ejemplar que nos está haciendo reír mucho. Os dejo con un videoclip en el que también aparece Darren Hayman (Hefner) culpable de la sensacional banda sonora.

09 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 7 de marzo de 2011


Hace poco más de un año, M. Carmen y el Jefe nos dejaron su casa en Campo. Un año después, la casualidad y su generosidad, nos han vuelto a llevar a esta pequeña población del Pirineo aragonés.

La semana laboral, llena de reuniones, nuevos conocimientos, pequeñas recompensas y algún que otro dolor de cabeza – de los que no se curan con una aspirina -, acabo con la fiesta de inauguración del nuevo trabajo de María José. El aire fresco que ella empieza a respirar es una gozada también para mi. Pero al acabar estamos demasiado cansados y aplazamos la cena para otro día olvidándonos también de un concierto de La Bien Querida en nuestro pueblo al que nos hubiera encantado ir.

Sábado. Vacaciones, día 1.

Hace mucho tiempo que María José y yo no disfrutábamos de unas pequeñas vacaciones y, pese a eso, el viaje hasta Campo daba algo de pereza. La superamos y, después de recoger Graceland, salimos a la carretera. Tres horas después llegamos a nuestro destino y empezamos a disfrutar de la incomparable sensación de estar de vacaciones.

Montañas por todas partes, nieve a lo lejos, verde desde la ventana, rapaces, olor a leña ardiendo y mucho silencio. Damos un primer paseo con la esperanza de poder avituallarnos pero esto es el primer mundo y los horarios no esclavizan a la gente y la tienda esta cerrada.

Dejamos a Cass en casa y nos vamos a comer en La Cova d’Axén que tan bien nos trató en nuestra primera visita a Campo. Ensalada, una tabla de jamón y queso y un impresionante entrecot hecho a la brasa... comemos increíblemente bien y rematamos con un pastillo de nueces. Siesta, lectura, partidas de cartas, aprovisionamiento básico... todo es más agradable cuando uno está de vacaciones.



Domingo. Vacaciones, día 2.

Nos levantamos más tarde de lo habitual y salgo a pasear con Cass. Ayer compré pan y – la experiencia del año pasado enseña – ha renunciado a tener el periódico a una hora decente. Así que desayunamos sin él.

Cogemos el coche y subimos hasta los Llanos del Hospital, en Benasque... pero está demasiado lleno y, dando la vuelta, renunciamos. Volviendo a Benasque encontramos un rincón donde poder dar un paseo entre la nieve. Cass – y María José también – se vuelve loca jugando entre la nieve.

Al llegar a Benasque vuelve la cobertura a mi móvil y, con ella, una mala noticia que me devuelve durante un par de horas al trabajo. Apenado me encargo de transmitir la mala noticia que, pese a que todos sabíamos que tenía que llegar en breve, nos golpea y nos llena de tristeza.

De nuevo en casa preparamos una buena comida con productos locales: ensalada, quesos, embutidos y longaniza. La acompaño con un vino de las bodegas Fabregas, un Todo Syrah que me parece delicioso. Una copita (o dos) de güisqui (gentileza de M.Carmen y el Jefe) completan la sensación de bienestar.

Siesta, paseos, partidas de cartas, lectura y algo de tele... todo con el sello de felicidad que imponen las vacaciones.

Lunes. Vacaciones, día 3.

En Campo hoy es laborable. Pese a eso, cuando salgo con Cass a las 8:30 en busca del pan y – sería fantástico – algo de prensa, no soy capaz de encontrar nada abierto. Desayunamos sin pan y sin periódico. En vacaciones no todo es perfecto.

Recogemos la casa, cargamos el coche y nos vamos a disfrutar de una mañana soleada en la Cova d’Axén. Cervecitas y partidas de cartas al sol. Aceitunas, chiretas y una comida deliciosa ponen punto y final a nuestra estancia en Campo. Volveremos. Espero que sea pronto.


Las vacaciones siempre dejan tiempo para leer. He leído el sensacional “La Rambla de Barcelona” de Manuel Arranz (hasta ahora el mejor libro que he leído dedicado a esta calle). También he disfrutado – muchísimo – leyendo el primer volumen de Palomar de Berto Hernández. Historias sensacionalmente bien contadas, bien trenzadas y aires de realismo mágico. Un cómic de esos que atrapan y que te dejan siempre con ganas de más. Espero que la segunda parte caiga pronto en mis manos.

01 marzo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 01 de marzo de 2011


Por primera vez en mucho tiempo – esto empezó en 2003 y este es el escrito 1518 – me he planteado la continuidad de este blog. Las crónicas, soy consciente, no tienen la brillantez de otros tiempos y tengo la sensación de que, inmerso en un bucle, me repito constantemente. Pese a eso, he decidido continuar un tiempo con la esperanza de volver a pasármelo bien escribiendo sin tener la sensación de que siempre llego tarde y con prisas. Por desgracia, no empezaré este cambio en positivo hoy mismo y volveréis a encontraros con la misma crónica apresurada de los últimos tiempos. Lo siento.

Sábado. Esta vez el aperitivo nos llevó a tierras lejanas y la Taberna de la Companyia de Alella nos acogió con su surtido de tacos de embutidos y sus patatas con salsa. A los habituales (Laura, Víctor y Mariona) se añadieron en esta ocasión Álex “El niño” y Laia. Un recorrido por la población (en el que nos encontramos con Carles P. y Dolors) nos llevó hasta el Celler de Alella donde pusimos punto y seguido a las conversaciones delante de una chimenea.

Entre cómic y cómic, y mientras me sumerjo en la Barcelona de 1700 de la mano de Albert García Espuche (fascinante, pronto os podré hablar de su último libro), he acabado “Elogio de la Madrastra” de Mario Vargas Llosa. La novela erótica del último Nóbel corría desde hace tiempo por casa y nunca me había llamado la atención (creo que el título me resultaba poco atractivo e incluso antipático). Me la podía haber ahorrado. Pese a que está bien escrita me ha resultado aburrida y artificiosa en extremo. Los interludios pictóricos resultan, a mi parecer, un experimento innecesario y fallido.

Acabo de comprar el Rockdelux del mes de marzo que viene acompañado de el tercer volumen de Momentos 2010. Mientras escribo van sonando los temas de 20 bandas nacionales. Hay temas que ya conocía y otros que descubro cuando suenan, hay temas que me gustan y otros que intentaré no volver a escuchar... me gusta cuando llega este momento cada vez. Ahora suena “Cau la neu” de El Petit de Cal Eril.