22 septiembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 22 de septiembre de 2013

Hace unos meses, David encargó mesa para doce en el Restaurant Ginés (Castillejos, 373. Barcelona. Teléfono 93 436 51 28). Y ayer, a la hora de comer, por fin llegó el día. Al final, en una versión de mediodía de la última cena, fuimos 13.

El Ginés es un restaurante anclado en algún momento de los setenta. La decoración, la disposición de la mesa, esos panecillos ya colocados junto a cada plato, alguno de los carteles que hay detrás de la barra, los azulejos de las paredes… todo tiene un gozoso aire de fonda de pueblo, de casa de comidas en día de fiesta o de salón de banquetes en el día de la comunión de un compañero de clase. El servicio es amable, paciente y rápido. Aunque existe la posibilidad de comer a la carta, nosotros optamos por dejar que nos fueran trayendo platos. Marisco y pescado fresco (los propietarios del Ginés tienen una pescadería en la misma calle), fritos bien elaborados y plancha bien hecha. El desfile de platos fue impresionante: pulpo, pescadito frito (“sonsos”), salmonetes, navajas, almejas, calamares a la romana, chipirones, gambas a la plancha, rape rebozado… todo buenísimo y muy abundante.


Volveremos. Hemos vuelto a reservar (el primer sábado disponible era en junio).

Diario de un ocioso
Sábado, 21 de septiembre de 2013

La primera vez que fui a casa de Yoli y Rafa me pareció que realizaba un largo viaje hasta uno de los extremos del mundo civilizado. Yoli y Rafa vivían en el culo del mundo. El mismo culo del mundo que, unos cuantos años después, es nuestro barrio. Y pese a vivir en el mismo barrio -a menos de cinco minutos - y querernos mucho, puede pasar mucho tiempo entre encuentro y encuentro.  Esta vez más de un año. Nos ponemos al día cenando en el Mug y después haciendo unas copas en la terraza de Graceland. Nos prometemos que no dejaremos pasar tanto tiempo esta vez y estoy seguro que lo intentaremos. Espero que lo consigamos.

Han sido días de trabajo intenso y, si miro hacia adelante, el camino asusta. Habrá poco tiempo para el ocio los próximos días… pero si lo hay, será bueno.

16 septiembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 16 de septiembre de 2013


Demasiados días sin pasar por aquí. Las actividades que tendría que haber contado son muchas… pero tampoco importa demasiado. Tras un periodo de inactividad no planificado, vuelvo a la carga. 

07 septiembre 2013

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 7 de septiembre de 2013

En el Teatro Poliorama, la compañía Ron Lala presenta, sólo hasta el 13 de octubre, “Siglo de Oro, siglo de ahora (folía)” una inteligente y, sobretodo, divertidísima obra de teatro. Inspirándose en el  teatro del Siglo de Oro, Ron Lalá nos explican el presente con inteligencia, agilidad, un buen texto preciosamente tramado, una sensacional dirección, un ritmo trepidante que no pierde el pulso en ningún momento y unos actores versátiles con una entrega ejemplar.  Nueve entremeses cargados de ironía, música y buen humor. No hay que perdérselo, la diversión está asegurada.

Hay libros que están condenados al éxito. Entretenidos y dinámicos, leerlos es muy agradecido, te dan todo lo que tienen sin pedir nada a cambio.  La sensación de esta temporada (casi todas tienen una) es “La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joël Dicker. Un poco de metaliteratura – en dosis asumibles para todo tipo de lectores -, suspense, secretos guardados durante años, giros inesperados  y un texto sumamente adictivo son garantía de una lectura  placentera. Sin lugar a dudas, uno de los best sellers del año. Os lo pasareis muy bien leyéndolo.

El guardián del vergel” es todo lo contrario. Leer la primera novela de Cormac McCarthy reclama un esfuerzo continuo al lector, no regala nada. Los premios que ofrece son muchísimos más que los que regalan los best sellers, pero requieren esfuerzo y llegan poco a poco. Y cuando llegan, leerlo es una gozada y cada giro, cada página, cada palabra, se revelan llenos de sentido. McCarthy es uno de los grandes de la literatura y en “El guardián del vergel” ya mostraba muchos de los rasgos que iban a caracterizar su obra.


Hemos cambiado las cenas de veraneo con los amigos por cenas de reencuentro en la ciudad. Esta semana en casa de Víctor y Laura y, aprovechando la terraza,  en casa de Núria y Jordi. Quedan muchas, el septiembre siempre está plagado de reuniones y reencuentros. Hay que sobreponerse al final de las vacaciones y las reuniones con amigos siempre ayudan.