24 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de mayo de 2010


Esta mañana, sin cometer la locura de levantarnos a las 5:00 de la mañana (¿sabe todo el mundo que hay una cosa que se llama video y que sirve para grabar un programa de la tele y verlo a una hora decente?), hemos visto el final de Lost. perdidos
Y me ha gustado y, a medida que pasa el tiempo – tiempo que va acompañado de cierta reflexión -, me va gustando más lo que me han ofrecido. No hay respuestas a todos los interrogantes, hay cabos sueltos que nunca sabremos donde nos llevan, personajes cuyo destino no nos será revelado, números cuyo misterio se ha revelado como una distracción, hay tramas que parecían importantes y se quedaron en el camino... pero en el camino, he disfrutado. Han sido seis temporadas llenas de grandes momentos, de personajes bien construidos y de guiones llenos de sorpresas, emociones y piezas de puzzle que encajan descubriendo una nueva realidad. No importa que al final me hayan sobrado piezas, he disfrutado con Lost y me ha ocupado fines de semana enteros, me ha proporcionado conversaciones con amigos, teorías de todos los colores y lecturas... una buena serie cuyo final no me ha decepcionado. Si que lo ha hecho la patética emisión de Cuatro. Se han saltado seis minutos que un día me gustaría ver y la han cagado con los subtítulos durante un buen rato. Nadie es perfecto.

Pero no todo en la vida es Lost. Este largo fin de semana – hoy es fiesta en Barcelona – nos ha regalado desayunos en el patio de Graceland, mañanas de sol, siestas, una barbacoa con Mariona en casa y una cena con mi padre, mis tíos y Anna en el Marc’s.

Epiléptico, david bTambién he aprovechado para leer “Epiléptico. La Ascensión del Gran Mal” de David B. “Epiléptico” es una gran novela gráfica. Autobiográfica, dura, sincera, excelentemente dibujada y, como todas las grandes novelas, con más de una lectura. Poco a poco voy recuperando los clásicos contemporáneos que, por una u otra razón, no había tenido la oportunidad de leer. Y es una suerte encontrarse con una obra como esta.

Ahora toca salir a la calle para disfrutar de este lunes diferente y soleado.

21 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de mayo de 2010


Pongo Primavera Sound radio – siempre es necesario ambientarse para hacer este tipo de arduas tareas - y, horario en mano, intento trazar mi recorrido ideal por los diversos escenarios del Primavera Sound. Rápidamente me doy cuenta de dos cosas fundamentales: no podré verlo todo y, sobretodo, no llegaré a todos los objetivos que me marque. Porque, sinceridad ante todo, los conciertos que empiezan más allá de las 3:00 de la mañana son, para mí, una utopía (nota: he puesto las tres de la mañana por no marcar una hora más temprana y, por lo tanto, más vergonzante... pero seguramente mis fuerzas me abandonarán mucho antes de la hora estigmatizada como límite).
Llevo un rato estudiando las muchas posibilidades y, a parte de guardar un salvaje resentimiento hacia la tipa que pone su voz a las cuñas que intercalan entre canciones (quizá no sea culpa suya pero, ante la abusiva repetición de cuñas, he pasado, de la crítica irónica, a la despiadada ridiculización), empiezo a vislumbrar un recorrido coherente.
Si todo va bien no podré ver a Grizzly Bear (me hubiera encantado), ni a So Cow (me lo pasé muy bien en su concierto del Primavera Club del año pasado), ni a Klaus & Kinski (pero tocan en mi pueblo el mes que viene), ni a Mission of Burma, ni a Polvo, ni a Mujeres... y tendré que escoger entre ver el final de The New Pornographers o ver a Low interpretando “The Great Destroyer”... pero el resto de conciertos que quería ver – más de 25 – tengo la oportunidad de disfrutarlos... ahora sólo queda esperar que las fuerzas lleguen.

Queda menos de una semana, hoy es viernes y apetece disfrutar de la primavera.

19 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 19 de mayo de 2010


A veces, uno empieza a escribir y se olvida lo que quería contar. Ayer quería hablaros del libro que acabo de leer y por eso empecé con una cita de él. También quería hablaros de un disco, pero empecé a divagar y, al final, no hablé de nada de lo que me había propuesto.
damien jurado,saint barttlet
Empiezo por el disco. Saint Bartlett
Hoy seré breve y me ceñiré a los temas de los que quería hablaros. es el nuevo disco de Damien Jurado y, defraudando mis espectativas, no es un nuevo chute de ponzoña – de la buena, entiéndase - introspectiva sino una explosión de luz que nos muestra un nuevo Damien Jurado. Saint Bartlett no tiene nada que ver con su anterior trabajo, la oscuridad se aleja para dar paso a un pop brillante que confirma a Jurado como uno de los cantautores norteamericanos más interesantes del actual panorama.

cormac mccarthy,todos los hermosos caballosY el libro es “Todos los hermosos caballos”, primera parte de la trilogía de la frontera de Cormac McCarthy. El libro narra un viaje de iniciación, la aventura de John Grady Cole, un joven americano que, en una huída hacia ningún sitio, viaja al norte de México a finales de los años 40 para encontrarse con un mundo que desaparece y a él mismo. La prosa de McCarthy es más rica de lo que una primera impresión proyecta. No sobra nada en ella, no hay trucos ni efectistas recursos, pero tampoco falta nada. Mc Carthy se limita a narrar una historia y lo hace magistralmente. Me ha gustado mucho, buscaré “En la Frontera” y “Ciudades de la llanura”.

18 mayo 2010

“El vio con claridad que toda su vida conducía a este único momento y todo lo posterior no conducía a ninguna parte. Se sintió penetrado por algo frío y sin alma, como otro ser, e imaginó que sonreía malignamente y no tenía razones para creer que se marcharía alguna vez”
Cormac McCarthy. Todos los hermosos caballos


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 18 de mayo de 2010


En el reparto tácito que María José y yo hicimos al tomar posesión de Graceland, me tocó una pequeña mesa (lo de pequeña, he de reconocerlo, es una imagen literaria que poco tiene que ver con la realidad) en la parte más profunda y alejada de la superficie (a veces es difícil sustraerse a las imágenes literarias). Cuando desaparecieron las cajas de la mudanza, el espacio que rodeaba a la mesa se fue llenando de estanterías y estas de libros, discos, cómics, maquinas variadas y otros objetos que tienen como misión rescatarme del aburrimiento.

Es en esta mesa, iluminado por un pequeño flexo que Albert nos regaló hace casi 15 años, donde me siento a escribir, donde navego, donde suelo escuchar música, donde hago planes. Encima de la mesa – y de la mesa supletoria que a los pocos días le creció por necesidad y de la mesa redonda que tenía un futuro más prometedor pero que nunca vio cumplidos sus sueños – se acumulan objetos, papeles, libros, discos... reclamando mi atención. El caos está a un paso de devorarme y, como sé que en algún momento, este monumento al desorden desaparecerá sin dejar rastro he decidido hacer un inventario tan inútil como prescindible.

Un ordenador portátil (lo de portátil es un decir ya que está permanentemente anclado en este sotano), el libro que acabo de leer (Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy) esperando a que hable – muy bien – de él en este diario, una hoja con las tareas pendientes que se rescribe día a día hasta que desaparecerá uno de estos días dando paso a una nueva lista, el libro que hoy he empezado a leer (Contes de John Cheever), dos pendrives (uno de ellos, labioforme, regalo de una marca de güisqui), un cómic que he cogido hoy en la biblioteca del barrio (Epiléptico, La Ascensión del Gran Mal de David B.), mi vieja agenda (un regalo de María José que me gusta tener siempre cerca), un mapa de mi ciudad, una taza que compramos en Euro Disney llena de bolígrafos (y una lupa, dos abrecartas de naranjito y del Mundial del 82, un calidoscopio y una varita mágica), una pequeña libreta donde anoto cosas importantes y otras que no lo son tanto, un viejo teléfono que nunca ha funcionado demasiado bien (y que me gusta conservar por motivos estéticos), treinta y tres cuartillas a medio escribir con pistas para futuros posts en el blog que escribo sobre mi ciudad, un bloc de dibujo que me dejó María José para un proyecto que se aparcó el mismo día que arrancó y que espero que un día vuelva a aparecer en mi horizonte, la goma y el lápiz que acompañan al bloc, el programa del cine en versión original (hoy hacen Los Condenados de Isaki Lacuesta pero estoy algo resfriado y prefiero quedarme en casa para ver un poco de televisión), la cámara de fotos, el Rockdelux de este mes (el 284 para amantes de los datos inútiles), un pequeño bloc que ya rodaba en nuestra anterior casa, la flauta que un día quiero aprender a tocar, los libros de inglés, el rollo de celo en el portacelos, un libro que debería haber leído ya (British and American Short Stories), el Culturas 412, el viejo ordenador que espera su reconversión en el nuevo corazón de una recreativa, dos bandejas llenas de papeles variados que seguirán adquiriendo polvo durante un tiempo, un carrete de fotos que no sé si revelaré algún día, una bandeja con objetos variados (unos cascos con auricular, gafas, tarjetas variadas, cables, un cd con miles de juegos de Spectrum ...), cinco discos (Surfing Sirles, Momentos 2009 volumen 3, Wichita loves Rockdelux, un sampler del sello Spark y Rufus Wainwright), una hucha recientemente saqueada, un diccionario ingles rodeado por varios libros imprescindibles, siete cuartillas con listas variadas (de descargas de series, de libros...), dos bandejas verticales llenas de papeles (algunos de ellos llevan aquí mas tiempo que yo), una revista publicitaria de mi ciudad (bastante mala), un disco duro lleno de música y recuerdos, una impresora, un ordenador que está haciendo cosas ilegales, cajas con cosas variadas (creo que en una hay facturas y tiquets y en las otras dos quien sabe), un libro de recetas, un librito – editado por el Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat – con los restaurantes de mi ciudad, el globo terráqueo que me regalaron Olivia y Roberto, un montón de revistas (con 4 Babelia a medio leer, tres Cultura/s – el 409, 406 y el 405 -, dos Rockdelux – uno de ellos el especial 25 aniversario – y dos Historia), un cómic (el Serie B de los Deamo Bros), un libro que necesito algo de tiempo y calma para leer (Extremely loud & Incredibly Close de Jonathan Safran Foer) y una tele que me da la espalda.

Y todo esto es lo que está a la vista, el contenido de los 16 cajones que me rodean daría para unos cuantos listados como este. Pero por hoy ya os he aburrido lo suficiente con el caos que me rodea. No ha servido para ordenar nada, pero me lo he pasado bien.

17 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de mayo de 2010


La gente normal no hace estas cosas. La gente normal va a comer con los amigos y, después, hace un partidillo de fútbol, una larga tertulia o una siesta a la sombra de un pino. Nosotros, cada vez lo tengo más claro, no somos gente normal. El sábado, después de una agradable comida con Yoli y Rafa en el Diversus (Ctra. Santa Creu de Calafell, 73. Sant Boi de Llobregat), y como actividad post-comida, fui sometido a una limpieza dental. Por suerte mi nivel de anestesia tras la comida era importante y no me enteré de mucho (las manos de Yoli también tuvieron algo que ver en ello).

El domingo fue un día de noticias. Por la mañana la alcaldía de Barcelona cerró en falso el fiasco de la consulta de la Diagonal con la dimisión de Carles Martí (primer teniente de Alcalde y, por lo tanto, segundo de Jordi Hereu en el Ayuntamiento). La dimisión servirá para explicar que es una “cabeza de turco” pero para nada más. Desde la alcaldía de Barcelona siguen sin entender que los gestos vacíos, aquellos que – faltos de sinceridad – sólo buscan un efecto propagandístico, quizá engañen a todos durante un tiempo o a unos pocos para siempre... pero no engañan a todos para siempre. Por creer eso están en esta situación tan incómoda, y hasta que no rectifiquen seguirán cayendo una y otra vez en el mismo error. Y no es un mal único de la alcaldía de Barcelona ni del partido que dirige el gobierno municipal de esa ciudad.

Y después de una tarde de nervios llegó la hora del partido que decidía una liga. Y ganó el mejor, el fútbol, el que más lo había merecido y el que, por suerte, es mi equipo. Cualquier otro resultado hubiera sido injusto, cualquier otro resultado parecía imposible... pero el fútbol no siempre es justo. Ayer el Barça volvió a proclamarse campeón de la Liga Española y ha sido su máximo rival, el Real Madrid, el que ha hecho más grande la victoria, y lo ha hecho con goles y con una persecución implacable que ha hecho más dulce el triunfo final.

14 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de mayo de 2010


El sol, esquivo, sigue sin querer regalarnos una primavera de terrazas. Aprovecho para hacer reuniones de futuros trabajos, visitas a exposiciones, nuevos cursillos de dudosa utilidad y visionados enfermizos de series.

Las nuevas series que ocupan nuestro tiempo son Flash Forward (que parte de una muy buena idea, que me da miedo que alarguen como un chicle) y la imprescindible Generation Kill.Generation Kill
Generation Kill es la mejor serie bélica que jamás he visto. A medio camino entre la serie dramática y el documental, Generation Kill está basada en un libro del periodista Evan Wright, que acompañó a los marines en la guerra de Irak. La serie ha sido adaptada por Daniel Simon (The Wire) y Ed Burns. El día a día de una unidad de reconocimiento nos muestra el lado más crudo de la guerra. En Generation Kill no encontrarás acciones heroicas y tampoco hay una lucha maniquea entre los malos – un enemigo que apenas aparece – y los buenos a los que la cinematografía nos tiene acostumbrados. La galería de personajes – llena de héroes y villanos, de locos y cuerdos, de mediocres y profesionales – es un reflejo de cualquier grupo humano y está retratada con un realismo que duele. El hartazgo de una guerra inútil les llega a todos los protagonistas a la vez que al espectador. El resultado son siete capítulos – es una serie corta – que dejan un regusto deliciosamente agrio. Una de las mejores series que he tenido la suerte de ver.

También he aprovechado para ver, en la Pedrera, la exposición “Fortuny, el alquimista de Venecia”. Lo mejor, dos cuadros de Mariano Fortuny Marsal, padre de Mariano Fortuny Madrazo al que está dedicada la exposición, y la visión general que da de un personaje polifacético que destacó sobretodo como diseñador pero que también destacó en campos tan diferentes como la iluminación, la ingeniería textil, el teatro o la fotografía. Curiosa.

Y, además, hoy es viernes.

12 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de mayo de 2010


Mi amigo Norberto se había montado un plan genial. Visita a Barcelona desde Alemania, cena con amigos en “Sean Connery”, compras, concierto de Alejandro Sanz (esta parte no la envidio e incluso le compadezco por tener que verlo y por ser reincidente)... pero las excreciones de un volcán islandés se lo han impedido.

Su pequeña desgracia me dejó sin plan para la noche del martes y recurrí al cine más cercano donde ayer proyectaban “Arropiero, el vagabundo de la muerte” de Carles Balagué. La película reconstruye la vida de Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, el mayor asesino en serie de la historia de España. Más que la inmersión en la vida de el Arropiero – caótica, desgraciada, marginal... lo que sorprende del film de Balagué es el trato que la justicia y las autoridades (desde que fue capturado en 1971 hasta su muerte en 1998) dieron a su caso. El olvido como manera de solucionar un problema que no fueron capaces o no quisieron afrontar. La película me gusta mucho pese a que no entiendo su proyección en pantalla grande ya que no le añade nada positivo. Una buen documental para ver en casa.

Lo que también se merece un documental es la consulta popular que el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado sobre la reforma de la Diagonal. El caso se estudiará en las escuelas de estrategia política como un ejemplo de lo que no debe hacerse jamás. El cursillo podría llamarse “El tiro por la culata o elogio de la estulticia”.

Alguien – un genio que gana mucho dinero, probablemente a costa del erario público – decidió que una votación popular sobre la reforma de la Diagonal sería una grandiosa campaña de imagen para un alcalde que necesitaba un último empujón para hacer lo que siempre, desde que hay democracia, han hecho los alcaldes socialistas en Barcelona: ganar. Lo primero que decidieron los responsables del desaguisado es adaptar las normas democráticas para conseguir así un seguimiento mayor y asegurar el éxito de la campaña. Así dejaron votar a partir de los 16 años, dejaron votar a los inmigrantes (con la única condición de haberse empadronado en la ciudad del día 1 de enero), aumentaron los días hábiles para la consulta (de uno que es lo que marca la ley, a una semana que es lo que les ha parecido bien a los pensantes que lo han decidido), organizaron un chapucero sistema informático con un coste astronómico, indicaron que opción es la que se apoyaba desde la institución (y por lo tanto marcaban el camino a sus votantes) y permitieron con un control deficiente que cualquiera pudiera votar en nombre de otros (con los datos que hoy en día constan en cualquier archivo puedes identificarte como quien no eres y votar online). La guinda la puso el lunes el alcalde de Barcelona Jordi Hereu. Hereu, recordemos que la campaña se ha hecho para empujarle en su reelección, quiso ser el primero en votar. El sistema falló y – mal aconsejado por su peor enemigo – el alcalde hizo ver que todo iba perfectamente y que su voto ya había sido emitido (versión que desde el Ayuntamiento se ha defendido hasta hoy), es decir, el Alcalde de Barcelona mintió al ciudadano para hacerse la foto. Quien le garantiza ahora a ese mismo ciudadano, al que Hereu mintió, que su voto va a servir para algo, que la opción que salga elegida será la aplicada, que no es todo una gran patraña. A veces, sólo a veces, me gustaría vivir en uno de esos países en los que la gente dimite por mucho menos. Además parece ser que los votantes, cabreados por ser tratados con semejante falta de respeto, están optando por dar la espalda al consistorio y están decantándose por la opción que se opone a las reformas proyectadas por el Ayuntamiento. Y es que cuando uno no limpia su arma – aunque sea una arma democrática – se arriesga a que el tiro le salga por la culata.

10 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 10 de mayo de 2010


Vivo en un extraño limbo que, sólo los fines de semana, se asemeja a la vida que llevaba antes. Periódicos por la mañana, largos desayunos, paseos con Cass y cenas con amigos... nada diferente. Esta semana Iola y David nos prepararon una cena estupenda, regada con abundantes y variadas bebidas alcohólicas. Muchas risas, fútbol de fondo, algo de nervios y – todavía no lo entiendo – ausencia de resaca al día siguiente.

En un momento de máxima exaltación barcelonística y/o amistosa, decidimos ver juntos la final de la Euroliga de Básquet. Después de vegetar durante todo el domingo, montamos el proyector y David me introduce en el prescindible y nada saludable mundo de los rituales supersticiosos. Los rituales, en contra de mis creencias, funcionan y el partido resulta extrañamente plácido. ¡Campions!

07 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 07 de mayo de 2010


Viernes. No llueve. Desayunamos en la cocina y, cuando María José se va a trabajar, cambio la radio por un poco de música y me pongo a escribir y leer rodeado de montones de papel faltos de cariño y atención. Intentaré poner un poco de orden al caos que me rodea.

Empezaré volviendo a la estantería “Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo” de Irvine Welsh que ayer por la noche acabé de leer.
El libro recoge cinco cuentos del autor de Trainspotting. Me gusta mucho como escribe Welsh pero he encontrado “Si te gustó la escuela...” algo irregular. Hay cuentos muy flojos, “Serpientes de cascabel” me parece una broma bien escrita y poco más, lo mismo me ocurre con “Miss Arizona” y, en menor medida, con “Las DOGS de Lincoln Park. Curiosamente, los tres ocurren en Estados Unidos, lejos del terreno que Welsh pisa con fuerza. También el cuento que da título al libro ocurre fuera de Gran Bretaña – concretamente en las Canarias – pero, al estar protagonizado por expatriados británicos, se convierte totalmente en territorio Welsh. Diálogos rápidos cargados de argot y giros coloquiales (que perdemos en la traducción, pero que en las últimas que he leído de Welsh, los traductores – en este caso Federico Corriente – tienen a bien intentar hacer un poco de pedagogía en vez de buscar imposibles analogías – que hubieran traicionado al original - en nuestro idioma), un ritmo envidiable, una nómina de personajes que caminan “on the wild side” pero que están empujados por las mismas fuerzas interiores y exteriores que nos mueven a todos y ese toque incorrecto – y saludable – que Welsh siempre sabe imprimir a sus novelas. “El reino de Fife”, el relato que cierra el libro, más que un cuento, es una pequeña novela con todos estos elementos. Personajes perdidos que intentan buscar su sitio en el mundo, historias sórdidas cotidianas que te hacen sonreír, apenarte o reír a carcajadas, un retrato de la Escocia real... Y es que Escocia, por suerte, es mucho más que unos cuantos castillos y Sean Connery.

Y ahora toca devolver el libro a la estantería e intentar poner un poco de orden mientras el “Closer” de Joy Division pone banda sonora a la mañana.

06 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 06 de mayo de 2010


Tras muchos días de lluvia y una mañana de titánica lucha en contra de un desagüe que regurgita el agua que debería deglutir, un tímido rayo de sol me anima a salir a la calle. Es la luz que, acompañada de buenas noticias me hace resurgir de mis cenizas.

Aprovecho para acercarme al viejo Canódromo Meridiana convertido ahora – por la inclemente y no siempre querida acción del progreso – en un centro dedicado al arte contemporáneo. La última vez que estuve aquí (el 19 de julio de 2005, tener un Diario me permite la precisión en el dato) aún funcionaba como Canódromo. Con Toni asistimos asombrados al espectáculo que entonces se ofrecía. Lo que ahora se ofrece, santificado con el aura purificadora de la cultura, no le llega ni a la suela de los zapatos al festival de rituales, sabores, olores, texturas, sonidos y coreografías que a diario se representaba.



Queda el edificio, un impresionante escenario diseñado por Antonio Bonet que, después de la restauración llevada a cabo por los arquitectos Xavier Monteys y José Maria de Lecea, no ha perdido encanto. Se echan de menos los luminosos, los viejos carteles indicadores, alguna liebre de recuerdo y un par de aquellos jubilados que siempre ocupaban la grada, pero en general el edificio sigue siendo la mejor parte. En el contenido es donde empezamos a patinar. Arranca este espacio con una salida en falso. Uno de los cajones – seguramente impulsado por algún político con ganas de apuntarse el tanto – ha fallado y ha dejado salir antes al galgo. El resultado es una primera exposición precipitada y fallida. Canodrom 00:00:00 es el nombre del primer proyecto de este Centro de Arte Contemporáneo. Bajo este nombre se engloban obras relacionadas con la antigua función del Canódromo, a priori una buena idea lastrada por la precipitación y la falta de una propuesta global que sirva de vehículo para adentrarse en este espacio reconvertido.
Hay algún acierto (como el proyecto Arquitectura Desplazada de Xavier Arenós), pocos proyectos (algunos de ellos muy flojos) y una sensación de dejadez dolorosa en un espacio nuevo (ver a dos extranjeros deambular perdidos por el espacio sin entender nada – los explicativos no están en inglés, los videos no tienen subtítulos – me hicieron querer adoptarlos para devolver un poco de sentido a sus vidas). Lo que si que me gustó mucho es el video del Observatori Nómada (el único guiño a la nostalgia aunque sea documental).

Espero que este tropezón en la salida no les haga perder la carrera. La inauguración de un nuevo espacio dedicado al arte es siempre una buena noticia, pero la precipitación y la falta de propuestas trabajadas no son buenas compañeras de carrera.

La siguiente parada en el periplo artístico que me he trazado hoy es Can Framis, la sede de la colección permanente de la Fundació Vila Casas. La Fundació Vila Casas es una institución de carácter privado que se dedica al fomento del arte contemporáneo catalán.
La colección que se exhibe en Can Framis es parte de la colección privada de Antoni Vila Casas, una muestra impresionante del arte catalán de los últimos 50 años. Pero lo primero que llama la atención es el edificio. El museo de la Fundació Vila Casas se ubica en una antigua fábrica de finales del XVIII (Can Framis). La restauración, dirigida por Jordi Badia, a conservado dos de las antiguas naves industriales y ha sustituido la tercera – que se hallaba en mal estado – por un edificio de nueva planta. El resultado es espectacular (son más de 5800 m2 dedicados al arte).



Pero si el edificio es espectacular, la colección todavía lo es más. Hay de todo: Tàpies, Plensa, Chancho, Zush, Subirachs, Rafols Casamada, una selección de nuevos realistas e hiperrealistas que me hubiera llevado gustosamente a Graceland (encabezada por los hermanos Santilari y con obras de Cisquella, Vilaró, Garcés, Goytisolo,Serra de Rivera...), Vilacasas, Tharrats, Cuixart... hasta el empacho. No sólo hay cantidad, sino que también hay mucha calidad. Desde hoy se ha convertido en un fijo en mis rutas por Barcelona. Hoy he estado totalmente sólo, un placer y una lástima.

En el espai A0, una sala de exposiciones temporales de la misma Fundació Vila Casas, veo una exposición de Guerrero Medina que bajo el nombre “La Retirada. Exilis” recoge pinturas del artista dedicadas al éxodo de los refugiados republicanos tras su derrota en la Guerra Civil. Me gusta, pero el deficiente sonido del video que se proyecta me hace huir del espacio.

Vuelta a casa.

05 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 05 de mayo de 2010


Desde hace unos meses estoy buscando trabajo. En el proceso me he encontrado apoyos inesperados (que espero haber agradecido suficientemente), sorprendentes silencios e inacciones (también inesperados, estoy aprendiendo a llevarlo) y una falta de respuesta general a mis – muchos – envíos de Currículums (incluso a los que habían sido requeridos).

El otro día envíe una petición a la dirección que para ello han dispuesto en la web de una empresa grande (que no una gran empresa como se apresuraron a demostrar). Al día siguiente recibí un mail agradeciendo el interés y pidiéndome que enviara el Currículum a otra dirección de correo por motivos de organización interna. Lo hice inmediatamente y recibí un mensaje de imposibilidad de entrega debido a que el buzón del destinatario estaba lleno. La conclusión es fácil, la dirección a la que fue redirigido mi Currículum es un pozo ciego que no se toman la molestia de abrir jamás (ni siquiera se dignan a vaciarlo para que no huela).

En fin, que sigo buscando y enviando mails a diestro y siniestro (al menos es más ecológico y más económico que la primera vez que busqué trabajo cuando los envíos eran de papel).

03 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 3 de mayo de 2010


El retorno de la lluvia y el invierno, el sufrimiento de gente a la que quiero y la falta de buenas noticias sesgan este comentario hacia el lado oscuro. Pido disculpas si la dosis de bilis que contiene resulta ser excesiva.

Imaginaros que un día, los aficionados a – por ejemplo – Star Trek, deciden enfundarse sus uniformes para pasearse por las calles de su ciudad en una especie de día del orgullo vulcaniano. Vestidos con pijamas de colores suben al transporte público, van a su trabajo o atienden al público en una tienda. Sus hijos van a clase con el uniforme e incluso el abuelo se lo pone cuando acompaña a sus nietos al colegio. A muchos, al imaginaros la situación, os vienen a la mente palabras como “friki” o raro. No pasa lo mismo – y yo no lo veía hasta que María José me hizo caer en ello – cuando el disfraz elegido por adultos y niños para ir por la calle es el de futbolista. En los últimos años hemos asistido al creciente uso cotidiano de los uniformes oficiales de los clubs de fútbol. Lo hemos asumido y lo encontramos normal. Pero no nos engañemos, no lo es o – al menos – no tendría que serlo. Es raro, poco elegante e injustificable desde un punto de vista estético o racional.

María José me deja “Yo, otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez”.
El libro me ha aburrido casi tanto como sus – lamentables – colaboraciones en “Rockdelux”. Siempre me sorprende que un autor capaz de hacer trabajos tan interesantes como “El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre” o la imprescindible “Arros covat” sea también capaz de pergeñar engendros como este. “Yo” es una recopilación de trabajos de Juanjo Sáez y pese a que hay trabajos mejores y peores – a mí su serie para El País me parece una falta de respeto al espectador – hasta aquí me parece incluso necesario. Lo que no me ha gustado es el material inédito, una reflexión sobre su trabajo que –efectivamente, el título me tenía que haber puesto sobre aviso-, me parece egocéntrica, autocomplaciente y con un molesto tono de justificación y resentimiento que la convierten en un artefacto aburrido. Pese a lo negativo de esta crítica, seguiré atento al próximo trabajo de Sáez con la esperanza de que nos traiga otra vez lo mejor del autor.

Y no quería dejarlo hoy sin alguna nota de luz: la cena que nos ofrecieron Jordi P y María el sábado, rodeados de amigos y con sesión de Guitar Hero (soy una auténtica nulidad) nos hizo reír y pasarlo muy bien. También nos lo está haciendo pasar bien “Studio 60” cuya única temporada devoraremos durante los próximos días.

01 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 30 de abril de 2010


En 2009 sólo fui al cine 3 veces. En una semana, y gracias a un Festival que se han inventado en mi pueblo, he visto 5 películas, y me lo he pasado muy bien. Una sala gigante, relativamente poca gente, ambiente familiar (éramos siempre los mismos) y unos toques, que por viejunos, me parecieron encantadores. Os dejo una foto del abono del Festival – que sólo costaba 9 euros – para que entendáis lo que entiendo por viejuno (por cierto, los agujeros los hacían con una perforadora de oficina)



Un hecho triste como es el cierre de la última sala de cine de barrio de la ciudad, ha convertido el multisalas que hay cerca de casa en la sede del Espai VO (que cada semana programa – con bastante buen criterio - una película en versión original). Y eso me asegura buen cine, a buen precio y a un paso de casa. Espero recuperar así una afición que siempre me ha hecho pasar muy buenos ratos. Las propuestas para mayo (“Garbo, l’espia”, “Arropiero, El vagabundo de la muerte”, “Los condenados” y “Las dos vidas de Andrés Rabadán”) así lo auguran.

Y hoy, con María José de vacaciones – aunque sea sólo un día la intención es que lo parezcan - , nos hemos encontrado con Olivia y Roberto en Vilassar. Paseamos por la playa bajo un cielo cambiante que, a falta de estabilidad, nos ha ofrecido entretenimiento. El paseo nos abre el apetito, por suerte tenemos mesa reservada en el Palomares y, como siempre, mucho de lo que hablar. El día se levanta y el sol acompaña los entrantes (boquerones, gambas y sardinas) y la paella que pedimos. Amigos y sensación de vacaciones, pocas cosas son tan reconfortantes.

Siestas, un poco de House y una cena en el Eme seguida del mejor capítulo de la sexta temporada de Lost ("Todo el mundo quiere a Hugo") completan un agradable día de fiesta.

29 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 29 de abril de 2010


Martes. No hay nada como organizarse una jornada de fiesta en un día laborable. Toni y Óscar me recogen en casa y, juntos, vamos al centro del Hospitalet para entregarnos a una mañana de tapas, terracitas y mucho sol. Empezamos en el Celler 1912 con un surtido de banderillas, anchoas, aceitunas y boquerones (regados, no podía ser de otra manera, con una cerveza bien fría) y continuamos en la terraza de Ca les Noies con un carpaccio de Idiazabal con sobrasada y miel y otro plato de boquerones (y un poquito más de cerveza). Pequeña pausa cultural para enseñarles algún rincón bonito de la ciudad y, mientras esperamos que Quim acabe de trabajar, cervecita con bravas (muy flojas) en un restaurante gallego con buena terraza.

Nos encontramos con Quim y, los cuatro, comemos en el 25 Roselles (el menú está muy bien) y rematamos la jugada con un café en una terraza de la plaza del Ayuntamiento. La sensación es de vacaciones.

Aún queda tiempo para más. En el patio de Graceland hablamos un rato con María José y después Toni y yo nos vamos al Tirsa. Un Dry Martini sedante sirve de punto y final para una gran jornada.

Estos últimos días he visto un par de películas que tenía pendientes. En casa, con el proyector, Dogville que me gustó muchísimo y ayer – y dentro de la Primavera Cinematográfica que se celebra en l’Hospitalet – Moon que no está nada mal y que me recordó a las películas de ciencia ficción que ponían en la tele cuando era pequeño.

Y precisamente de ciencia ficción es “Sèrie B” el cómic de los Deamo Bross.
Los Deamo Bross son Raúl y Danide, dos jóvenes autores (Raúl se encarga del guión y Danide de los dibujos) de Hospitalet. Superordenadores que se hacen con el poder y abuelas-robot que viajan en el tiempo para salvar el mundo, un funcionario atrapado en un lunes eterno, alienígenas adictos al bitter Kas que invaden cada verano una población de la costa, viajes en el tiempo... pero low cost, pisos que empequeñecen, invasiones de insectos mutantes, guionistas zombies que atacan en Sitges... todo contado con mucho sentido del humor y mucha cultura cinematográfica bien digerida. Hay referencias a “Twilight Zone” - de la que “Sèrie B” podría ser una versión humorística -, a “Terminator”, a “Braindead”, a los filmes de los 50 de ciencia ficción...
El dibujo, reforzado por un acertado uso del bicolor (azul-rojo) que le da un toque “viejuno” de cómic antiguo, también me ha gustado.

26 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de abril de 2010


Han pasado tres días y se acumulan las cosas que explicar. Podría tener ganas de escribir mucho, pero no es el caso. Lo vamos a dejar con un resumen de titulares.

Viernes: Empieza la Primavera Cinematográfica en l’Hospitalet. Voy a ver (500) días juntos. Me divierte. Cena en casa de Eli y Cesc. Pedimos comida china. Cass se queda a dormir. Volvemos a casa. Es raro estar sin Cass.

Sábado. Voy a comprar el periódico. Aún es más raro ir sin Cass. Desayunamos y nos tuneamos para la boda de hoy. Nos encontramos con María y Jordi P. Junto a la iglesia Sandra y Oscar nos dejan su parking. Conozco a Anna y Oscar. Antes de entrar en la iglesia me encuentro a muchos amigos y excompañeros de trabajo. Jordi M y Patri se casan. Lo celebramos en el Mas de Sant Lleí. Aperitivo impresionante al sol. Buena comida. Aparecen unas “duendas” que dan mucho miedo. Toni me ha traído un puro, me lo fumo. Carol y Toni nos regalan un libro que han hecho a cuatro manos. Baile y copas. Más risas. Vuelta a casa, llevamos casi 12 horas de celebración y el camino es largo ya que pasa por casa de mis padres donde recogemos a Cass. Merecido descanso.

Domingo. Periódico. Desayuno. Sol. Patio. Hamaca. Patatas y cerveza. Un arroz muy bueno. Siesta. Vemos Precious. No me gusta. Cena ligera. Acabo El Padre de Blancanieves de Belen Gopegui. Se ha acabado el fin de semana.

He acabado de leer “El Padre de Blancanieves” de Belén Gopegui. Desde que me lo regaló M.Carmen lo tenía pendiente y, pese a que no es un libro fácil, lo he disfrutado mucho. Y aunque requiere cierto esfuerzo, la prosa rica de Gopegui demanda más atención que un best-seller, “El padre de Blancanieves” es un libro necesario. Un libro que pasea por el desierto que separa la novela del ensayo político sin perderse en el camino. Un libro que presenta multitud de puntos de vista y que, tras examinarnos, nos retrata a todos, y nadie sale indemne. Porque precisamente gracias a esos puntos de vista divergentes, podemos ver con los ojos de “el otro”. “El padre de Blancanieves” es un libro que nos hace pensar y reflexionar sobre el mundo en el que vivimos, que nos hace ver como nos engañamos y como nos dejamos engañar. Me ha gustado mucho, gracias por regalármelo.

23 abril 2010

“El molt carallot em va dir “si arribo a saber que eres verge aguanto més” i jo li vaig respondre “si sé que aguantes més em trec els pantys, imbècil””
Frase en la portada de “Els Surfing Sirles neden en l’ambulància”


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 23 de abril de 2010


Hoy toca la clásica entrada caótica que no lleva a ningún sitio y que, a falta de algo mejor, ofrece un variadito de tapas para que nadie se quede con hambre. Hoy, que en Catalunya celebramos Sant Jordi, podría hablar de libros... pero hablaré de arte (muy poco), de música (un poco más) y de televisión (hace días que lo tengo pendiente y siempre me olvido).

Empiezo con el arte. En el Espai VolArt de la Fundació Vila Casas (Ausiàs Marc, 22 Barcelona) están haciendo actualmente dos exposiciones. Bajo el título genérico de “Els Vila” recogen la obra de cuatro generaciones de una saga de pintores: Vila Cinca, Vila Arrufat, Vila Grau y Vila Delclòs. Curiosa y poco más. La otra exposición está dedicada al pintor Xavier Serra de Rivera que ha hecho del retrato el centro de su obra. Obra que, pese a estar dentro de los límites del realismo, tiene un indudable aire de contemporaneidad. Los personajes retratados por Xavier Serra no son paisajes planos sino que están cargados de historia. Y es esa historia que pesa en sus miradas, en sus gestos, lo que hace interesante la obra de Xavier Serra. Más amable con los amigos o con él mismo, quizás porque su conocimiento del personaje retratado dulcifica su visión, y más realista y profundo cuando sólo se deja llevar por lo que ven sus ojos.

Y ayer, en el Fnac, lo volví a hacer: me compré un disco por la portada. Y es que al ver la portada de “Els Surfing Sirles neden en l’ambulància” no pude resistirme. En ella hacen un homenaje gamberro a la portada del “Goo” de Sonic Youth añadiendo la gloriosa frase que encabeza el diario de hoy. Me pareció una declaración de principios, un anuncio de lo que me iba a encontrar en el interior y, por suerte, no me equivoque. Porque lo que ofrecen los Surfing Sirles es gamberrismo puro y duro. Garaje, rock, psicodelia, surf y muchas influencias bien digeridas, servido todo con actitud punk. Son divertidos, la producción es impecable y en directo tienen que ser una bomba. Intentaré verlos pronto. El rock en catalán está viviendo un momento dulce (nunca antes, pese a lo que nos quisieron hacer creer y – en gran parte – la gente aún cree, había habido tanta calidad, imaginación y propuestas interesantes) y hacía falta un grupo “políticamente no tan correcto” para completar el conjunto. Entendedme... a mí también me gustan los Manel, me lo paso muy bien con Antonia Font, me gusta todo lo que toca Refree, la propuesta de “El Petit de Cal Eril” me parece muy interesante... pero necesitaba algo más visceral, algo más de esa “rauxa” que también nos caracteriza.

Pero yo ayer fui al Fnac con la intención de comprarme otro disco: “All days are Nights: Songs for Lulu” de Rufus Wainwright que ahora mismo está acompañándome mientras escribo.
En él, fuertemente influenciado por la muerte de su madre, Wainwright huye de los barrocos arreglos con los que adornó su último disco y nos ofrece canciones solamente vestidas con su virtuosismo vocal y su habilidad al piano. Es el Rufus que hemos podido ver en sus conciertos de festival, ese Rufus que se sienta al piano y, entre broma y broma, con una facilidad que asusta, ofrece temas de una belleza arrebatadora. “All days are Nights”: Songs for Lulu” es un disco oscuro, los paisajes de luz que alternaban con la oscuridad en anteriores discos de Wainwright se han difuminado y los temas exhalan tristeza, una bella derrota, un dulce desencanto. Es esa oscuridad lo que no lo hace un disco fácil. Sin ser su mejor disco (para mí lo es su Want Two), es un trabajo interesante que no debería pasar desapercibido.

Y acabo con una serie. He acabado de ver la quinta y última temporada “The Wire” y hace tiempo que quería dedicarle un pequeño espacio para intentar corresponder a los buenos momentos que me ha hecho pasar. The Wire es una serie policíaca escrita por David Simon. Centrada en la ciudad de Baltimore, The Wire ofrece una visión realista del trabajo policial. Pero una de sus virtudes es que, a diferencia de la mayoría de las series, no enseña el trabajo policial en una pecera estanca sino que, gracias a multitud de puntos de vista, nos ofrece una visión global de la vida en Baltimore. El tráfico de drogas, la política, la burocracia policial, la prensa, el contrabando de mercancías, la enseñanza, los grandes acontecimientos y las pequeñas historias de cada día... todo se mezcla para acabar ofreciendo un conjunto memorable. Lo que en CSI se merendarían en 10 minutos, aquí tardan 60 episodios repartidos en 5 temporadas gigantes en ofrecerlo. Eso si, cocinado con gran maestría. Otro de los aciertos de The Wire es su galería de personajes. Algunos grandes, otros malvados, en ocasiones ruines, obsesionados, perdidos, desalmados, tiernos, entrañables... alguno – dejado fuera por algún giro argumental - desparece para volver a aparecer en una escena dos temporadas después... pero todo el conjunto tiene una gran coherencia. Una gran serie que nos recuerda que la realidad no es plana y que siempre tiene más de una cara.

Y hoy, además, es viernes.

21 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 21 de abril de 2010


Desde hace años, María José, mi madre y mi hermana celebran su cumpleaños juntas. Este año han cumplido 142 y lo celebramos el domingo con una comida en el restaurante de la acera de enfrente (de casa de mis padres). Con Cesc, Hernán y mi padre, somos siete a la mesa. Guardamos el pastel y los regalos para hacerlos en casa.

La llegada del tiempo primaveral nos permite empezar a disfrutar del patio de Graceland. Estos días de sol hemos empezado a utilizarlo más y ayer, por fin, llegó la primera comida al aire libre de la temporada. Para las cenas y los desayunos todavía tendremos que esperar un poco.

Y ayer también, fieles a nuestra cita mensual, nos encontramos con Albert, Esther, Marta y Joan María en El Peixet. El Peixet es uno de estos restaurantes en los que escoges el pescado como si estuvieras en el mercado y te lo preparan al momento. Comimos bien, hicimos planes y reímos mucho. Al final la cuenta nos sorprendió gratamente, volveremos seguro.

He leído “The Beats” de Harvey Pekar y Paul Buhle y no me ha gustado.
Demasiado fiel a la biografía de los personajes, es interesante para conocer la vida de los miembros de la “Generación Beat”, pero aburrido y falto de imaginación. Este tipo de cómic biográfico me aburre, sobretodo porque no suele aportar nada nuevo. Y eso precisamente es lo malo de “The Beats” que pese a su valor documental, no logra ir más allá de ser una biografía ilustrada. Utilizar la novela gráfica para documentar la historia me parece una opción igual de valida que utilizar sólo texto. Pero para hacerlo bien hay que utilizar las posibilidades del lenguaje del cómic y no limitarse a poner dibujos a un texto. Una lástima.

17 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 16 de abril de 2010


Después de varios intentos, consigo que Jordi P se venga de fiesta a mi pueblo. Nos encontramos en El Casino para hacer una cervecita antes de ir a cenar. He reservado mesa en el 25 Roselles (Roselles, 25 L’Hospitalet de Llobregat). Hacía tiempo que, pese a no tener demasiadas referencias, tenía ganas de probarlo. El local tiene algo de desangelado quizá porque hoy está muy vacío, la música – una versión occidentalizada de la banda sonora de un restaurante chino – tampoco ayuda, ¿Me habré equivocado? Por suerte, una vez sentados a la mesa, todo empieza a mejorar. Servicio atento y profesional, una caña de cortesía mientras miramos la carta, algo para picar (unas patatas chips con brandada de bacalao que entraban por la vista)...
Cocina de mercado con un ligero toque de creación (en los platos que escogimos no demasiado), raciones muy generosas (no hubo sitio para postres), un steack tartare preparado junto a la mesa por el maitre (últimamente y por desgracia, suelen aparecer de la cocina ya preparados) tan abundante como delicioso. Comemos muy bien y pagamos unos 35 por persona. Volveré.

Sólo tenemos que cruzar la calle para tomar la primera copa (serán dos) en el L’Oncle Jack. L’Oncle Jack es una delicia. Cuando entramos un grupo está acabando su actuación. Nos tomamos un Jack Daniel’s helado (de consumo casi obligado aquí) y continuamos con cerveza ya que la noche se presume larga.

No tenemos que desplazarnos demasiado para llegar al siguiente bar. El Deposito Legal es un clásico. Celebramos sus 25 años con una cerveza y con la dosis habitual de buena música.

La última parada es el Dubliners, un bar irlandés que nos permite continuar la larga conversación que hemos empezado – hace ya casi 5 horas – en el Casino. Vuelta a casa. Ha sido una gran noche.

Llevo dos días escuchando el disco de Nacho Umbert & La Compañía. nacho umbert & la compañia, ay...
Hace 15 años Acuarela publicó “Adiós” el único disco de Paperhouse. Nacho Umbert era el cantante del grupo y el compositor de la mayoría de los temas. Y le perdí la pista (no sé si ha publicado algo en estos 15 años)... hasta ahora. Su nuevo disco, “Ay...”, me ha gustado mucho. Pop intimista, arreglos impresionantes (la mano de Refree está tras ellos), buenas letras y una sensibilidad hiriente. El debut – si puede llamársele así – de Umbert roza el sobresaliente. Uno de los mejores álbumes que he escuchado últimamente, dejo enlace con su myspace para que lo podáis descubrir también vosotros.

14 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 14 de abril de 2010

Ayer fuimos a casa de Esther y Albert para recoger la mesa – y sus correspondientes sillas - que nos han regalado. Llevarlas hasta el patio de Graceland, con nuestros limitados medios de transporte, no era tarea fácil. Por suerte Joan María y Marta nos ofrecieron su coche y su fuerza bruta para facilitarnos el transporte. Fomentando ese lado oscuro de María José (ese que empieza por Di y acaba por ogenes) junto con las sillas y la mesa, acabaron en casa unas extrañas pancartas y otros objetos de difícil clasificación. Gracias por todo, la mesa ya luce en el patio esperando la primera ocasión para ser rodeada de amigos.

Hoy ha sonado pronto el despertador. Un canguro tempranero nos reclamaba. Por suerte nos lo han puesto muy fácil y vestir y darle el desayuno a Leo ha sido divertido. Después lo hemos acompañado hasta el cole y lo hemos dejado con sus compis de clase. Una mañana diferente y divertida. Vuelta a casa y a la normalidad.

Estos últimos días no estoy haciendo demasiadas cosas. Después de el sol del fin de semana, ha vuelto la lluvia. Aprovecho para entregarme a la última temporada de The Wire y para ocuparme de proyectos que últimamente había dejado algo olvidados.

Ahora en casa suena Intonarumore.
El último disco de Parade es un doble CD donde repasa su larga carrera musical. Antonio Galvany nos ha acompañado en nuestros viajes durante muchos años y ahora, con estas nuevas versiones de algunos de los temas que tantas veces hemos cantado, nos garantiza nuevos viajes acompañados de “Radiante estrella brillante Smith”, “Serpentina” o “Niño Zombie”. Además el conjunto está perlado de joyas como la versión que hace de “Como un aviador” de Family o esa explosión de pop intemporal que es “¿Qué nos pasó?” de La Casa Azul. Una buena manera de descubrir en ese universo paralelo que es el pop sin complejos de Parade.

“Del abrigo viejo, y la espalda alada
esa selenita no me importa nada....
no me importada nada, pero yo la quiero
con su espada alada y su abrigo viejo...”

Parade. Serpentina.

12 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 11 de abril de 2010


Viernes. Espero a María José en la plaza que hay delante de su trabajo. Hace sol y es hora de comer. Con la moto nos acercamos a Gracia. En el Ugarit Verdi (Verdi 11, Barcelona. Teléfono: 932178622) Firass nos recibe con una de sus enormes sonrisas y nos hace sentir como en casa. La comida – deliciosa, como siempre – y los muchos detalles que, desde hace ya mucho tiempo, tienen con nosotros también ayudan. Ha empezado el fin de semana.

Sábado. Hace sol y apetece aprovecharlo. Paseamos por el centro de l’Hospitalet con Cass y paramos para tomar algo en Ca Les Noies. Cada vez más presente en los bares de Barcelona, la Moritz Epidor es una buena alternativa a la Voll Damm.

Como el domingo es el cumpleaños de María José y como ambos somos algo impacientes, decidimos adelantar el regalo unas horas. Mientras María José empieza a jugar con su nuevo juguete, yo me preparo para ver el Madrid – Barça. Proyector, pizza y muchos nervios... pero al final el resultado compensa el sufrimiento de un partido intenso. No se ha jugado bonito pero se ha ganado y, a estas alturas de la temporada, eso es suficiente.

Domingo. Hoy es un día especial y, desde el primer minuto, hacemos todo lo posible para que lo sea. Muchas llamadas, mensajes y felicitaciones de amigos también hacen el día bonito. Un largo aperitivo con amigos (con Víctor, Laura, Jordi P., María, Carol, Quim y Noa en el Casino del Centre, en el Celler 1912 y – otra vez – en el Casino del Centre, mucho sol, temperatura primaveral, tapas buenas y tapas flojas) también nos acompaña en la celebración. Sólo qeda un rato para la siesta y un poco de tele. Muchas gracias a todos, María José está muy contenta.

10 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 10 de abril de 2010


Hace un par de días veíamos, en un episodio de la segunda temporada de Mad Men, a Don (Jon Hamm) y Betty (January Jones) Draper en la sala de estar de su casa.
En el tocadiscos sonaba una canción que Betty bailaba cuando estaba en el instituto. Han pasado más de diez años, pero la canción sigue ahí, casi inmutable, mezclando cierta nostalgia con una cierta actualidad.
La escena me hizo pensar en la velocidad a la que consumimos bienes culturales actualmente, una velocidad que no tiene nada que ver con el ritmo que nos presenta la serie y que está muy lejos de la manera en la que los consumíamos hace sólo 10 años.

Antes un disco, un libro, una exposición e incluso una revista, tenían un tiempo de digestión largo. Desde que aparecían hasta que dejaban de ser “novedades” podían pasar años. Ahora el número de “inputs” que recibimos es brutal. Voy a centrarme en mí:

En mi mesa (es metafórico porque realmente están en la estantería debido a que no me puedo permitir reservarles un espacio en mi mesa) se acumulan un montón de libros que quiero leer. Actualmente hay 12 (14 si contamos los dos en inglés que también me esperan): Cheever, Casavella, Ford, McCarty, Welsh... pero estos son únicamente los que poseo. La lista de libros que quiero leer (existe) ocupa varias páginas (escritas con letra minúscula) de mi agenda.
Con la música ocurre otro tanto. Compro menos música que hace 10 años pero mi consumo se ha multiplicado por 100. Descargas, discos gratuitos insertos en revistas, myspaces, webs online que ofrecen música... no tengo tiempo para escucharlo todo y, a la vez, prestar atención a todo lo que me gusta – que por suerte o por desgracia, es mucho. Con los conciertos ocurre lo mismo. Antes íbamos incluso a conciertos de bandas que no nos volvían locos. Ahora es imposible atender a toda la oferta sólo escogiendo tus grupos favoritos.
En mi mesa se acumulan (esta vez no es metafórico) suplementos culturales llenos de nuevas pistas a los que dedicaré – o no – parte de mi tiempo, revistas que – con suerte – tendré tiempo de ojear y folletos de todo tipo que he cogido en algún bar de madrugada con la intención de dedicarles unos minutos (seguramente no lo haré e irán a la bolsa de reciclaje directamente).
No llego a todas las exposiciones (pese a que tengo tiempo), intento estar al día de los cómics que aparecen pero me es imposible, se me escapan obras de teatro que quería ver, no tengo tiempo para jugar a todos los juegos que me han regalado o he comprado en un exceso de confianza temporal y he renunciado al cine. El tiempo que le dedicaba ha sido ocupado por una pasión a las series (cuyas temporadas se acumulan en mi disco duro y en dvd’s que poco a poco van cogiendo polvo a la espera de que llegue su momento.

Y además está la red. Un mundo inacabable en el que sabes cuando entras pero donde vas a llegar y cuando vas a salir. Un universo inacabable.

No sé si es demasiada información. No sé si lo de antes era mejor o peor. Es lo que nos ha tocado vivir. Disfrutémoslo y, aunque yo lo haya hecho hoy, no nos agobiemos pensando que no llegamos a todo.

09 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 09 de abril de 2010


Jueves. Bajo hasta las Ramblas para que me expliquen mejor la movida que Ryoji Ikeda está preparando para, el día 17 de junio, inaugurar el Sónar y el Grec con una instalación que promete ser espectacular.

Aprovecho para visitar la exposición “Guía Secreta de la Rambla” en el Palau de la Virreina (La Rambla, 99 Barcelona). La exposición toma prestado el nombre de un libro de José María Carandell: “Guía secreta de Barcelona”. Hace años heredé una edición del 74 de ese libro y, desde entonces, lo he utilizado para guiar algunos de mis paseos por la ciudad en busca de los rastros de esa Barcelona que el progreso se ha ido llevando para bien (en la mayoría de ocasiones) o para mal. Muchos de los rincones que el libro revela han desaparecido para siempre, otros – por increíble que parezca – siguen inmutables en ese anacronismo que crece año tras año.
Pero volvamos a la exposición que me pareció floja y preparada con prisas. El material que existe sobre el paseo más retratado de Catalunya debe tener unas dimensiones gigantes. Es por eso que ver una muestra en la que encuentras a faltar mucho, decepciona. Sobran videos demasiado cercanos y faltan más paseos por esa Rambla que tantas nostalgias despierta a los que la hemos vivido: la importancia de esos quioscos que nunca cerraban, los personajes que la llenaron de carácter (la Moños, el Sheriff), los limpiabotas, los trileros, las increíbles fotos de artistas y boxeadores, las tertulias infinitas junto a Canaletas, los alquileres de sillas... parece que alguien se ha vuelto a embolsar una (no se si grande o pequeña) bolsa de dinero público por una tarea de aliño.

También decepciona el espacio dedicado a la obra de Xavier Miserachs. Sus fotos, en un formato inferior al que podemos disfrutar en la “Barcelona en Blanco y Negro” que revisita, se agolpan en un espacio que - lejos de hacerlas brillar – las aplasta y les resta interés. Quizá si hubiera acudido provisto de lupa la hubiera disfrutado más.

La única alegría es la exposición dedicada a “Ocaña” un personaje mítico que forma parte de la historia de la Rambla, del que siempre había leído y oído hablar, pero que seguía resultando un desconocido para mí (en 1983, cuando murió, yo sólo tenía 14 años y mis incursiones en la Barcelona más canalla eran inexistentes). La muestra nos presenta muchas de las facetas del artista: sus cuadros, sus performances, sus actuaciones... pero sobretodo nos lo muestra como un dinamizador cultural que supo sacar colores a la gris España de la transición. Volveré porque el material que contiene la exposición es impagable.

Las tres exposiciones están abiertas hasta el día 24 de mayo y son gratuitas.



Estos días he estado leyendo “Black Hole” de Charles Burns.black hole, charles burns
Hacía tiempo que lo tenía pendiente y, al verlo en la biblioteca del cole, decidí que había llegado el momento de leerlo. Es difícil explicar como Charles Burns capta y reproduce – con una sensibilidad que hiere – el desconcierto, la soledad, la desesperanza, la necesidad de absolutos y la extrañeza que conlleva ese momento – más o menos largo, más o menos doloroso – en el que dejamos de ser niños y aún no somos adultos (permitidme que no lo llame adolescencia, creo que es demasiado restrictivo y vinculado sólo a unos cambios físicos que también están presentes en la obra de Burns pero que no son, ni mucho menos, los motores principales del drama). Lo que sorprende de “Black Hole” es la multitud de lecturas que permite. Es un espejo roto que devuelve imágenes distintas de una misma realidad. El dibujo de Charles Burns – tan brillante como aterrador – no hace sino aumentar la sensación de desazón, de desasosiego que nos atrapa desde la primera viñeta. “Black Hole” (en España “Agujero Negro”) es un imprescindible, un clásico contemporáneo que no debes perderte.

Y mientras escribo todo esto – si has llegado hasta aquí tienes aguante, gracias – suena el “Keep an Eye in the Sky” keep an eye in the sky, big star
de Big Star, un recopilatorio que nos permite revisitar la obra de una de las bandas pop más grandes y extrañamente desconocida para el gran público. Alex Chilton (cantante y compositor de muchos de los temas) murió el mes pasado. Este recopilatorio (cuatro CD’s con 96 canciones) es una de las mejores maneras de disfrutar de su obra.

Y, además, hoy es viernes.
Feliz fin de semana.

07 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 07 de abril de 2010


douglas preston lincoln child, la danza del cementerio
Me gustan los best sellers que no engañan, los que ofrecen entretenimiento puro y duro sin pretensiones y sin esconderse. Por eso me gustan mucho los libros que escriben, a cuatro manos, Douglas Preston y Lincoln Child. “La Danza del Cementerio” es la última entrega de la serie protagonizada por el agente Aloysius X.L. Pendergast y, aunque creo que la serie ha vivido tiempos mejores (de hecho, infinitamente mejores), entretiene y divierte. Seguiré esperando sus libros mientras espero que la serie recupere el nivel exhibido en “Los Asesinatos de Manhattan”, el primero que leí (es el tercero de la serie) y el que me descubrió a sus autores.

06 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 06 de abril de 2010


Lunes. De nuevo en la cocina. Vienen a comer Jordi R. y Nuria.
Ayer decidimos adaptar el formato de una receta de Lazy Blog. La receta es muy buena y no hay que tocar nada para que salga un plato espectacular, pero quisimos probar a hacer raciones individuales utilizando vasos de zurito de molde. Y el resultado fue unos pequeñas – realmente no tan pequeñas – raciones de tarrina de salmón con aguacate y salmón. Completamos el menú con un pica pica y cordero al horno. Hubo aciertos, algún error y mucha comida. Por la noche se pagó el exceso.
Horas de conversación y bromas, mucha comida y mucha bebida. Se acaban las vacaciones y volvemos a la realidad.

05 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 5 de abril de 2010


Pese a las lluvias de la noche y la tormenta de la tarde, ayer hicimos la primera barbacoa de la temporada en Graceland acompañados de Jordi P. y María. Olor a humo, carne y verduras a la parrilla y alcohol abundante para aprovechar una tregua entre lluvias.

Por la noche, después de una larguísima y reparadora siesta, vemos “El Sol del Membrillo” de Víctor Erice. Hace años que la “cogí prestada” de la videoteca de mi padre y siempre encontrábamos excusas para aplazar su visionado y, ayer, sin tenerlo pensado de antemano se nos ocurrió verla.
No entiendo el largo ostracismo al que la hemos sometido ya que siempre he sido un fan convencido de la obra de Erice. Todavía recuerdo la primera vez que vi “El Espíritu de la Colmena” – creo que fue en “La Clave” pero podría estar equivocado -, era un niño pero su magia me atrapó para siempre. La he vuelto a ver de adulto y sigue pareciéndome una maravilla. Después – casi 10 años después – llegó “El Sur”, otro peliculón de aquellos que, con un solo visionado, te acompaña ya para siempre. De nuevo pasó casi una década de espera – que para mí se ha convertido en casi tres – y apareció “El Sol del Membrillo”, una película sobre el pintor español Antonio López. Siempre me ha gustado la obra de Antonio López casi tanto como la de Víctor Erice. Quizás por eso, por miedo a decepcionarme o quizás a aburrirme, he aplazado tanto el visionado de “El Sol del Membrillo”.
Y, ayer, por fin la vimos. Y la disfrutamos, y la comentamos sin parar, y nos seguirá provocando conversaciones y pensaremos mucho en ella.

04 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 04 de abril de 2010


La caja 210, después de casi 5 años de convivencia y vida inútil, nos ha dejado. Los cuadros que han vivido en su interior, ahora decoran las hasta ahora inmaculadas – si obviamos las señales que Cass deja a su paso – paredes de Graceland. Mi rincón, al que María José dedicó ayer mucho tiempo, es ahora todavía mejor. Un relieve dorado de Naranjito, una par de tallas de madera de María José (un angelito y una peana sobre la que ahora descansa - mientras no llega el Santo para el que fue hecha - una botella de Africola), un grabado de Goya que compramos hace muchos años en Fuendetodos, un dibujo que Luis nos regaló para nuesta casa en Barcelona, un cuadro que María José hizo para mí... pequeñas cosas que me hacen más feliz.
Abrir una caja de mudanza años después, es como hacer un pequeño viaje en el tiempo. Empiezas desenvolviendo el objeto y los recuerdos asociados a él emergen a la vez que este sale de la oscuridad. Incluso el envoltorio – normalmente el periódico del día que lo utilizaste – te recuerda a un tiempo pasado o, como mínimo, a esa mudanza que aunó nostalgias y esperanzas.
Aún quedan dos o tres cajas en el trastero cuyo interior no ha visto la luz en el último lustro – y es probable que tarden otro en ser abiertas – ya que los objetos que contienen perdieron su utilidad hace ya mucho y sólo tienen valor sentimental. La mudanza todavía no ha acabado.

Siempre es bueno repasar los clásicos. will eisner, new york the big city
Y si hablamos de Cómic Will Eisner es uno de los más grandes. “New York The Big City” es, como la mayoría de sus obras, una maravilla. Eisner sabe como encerrar la vida de la ciudad en pequeñas historias. Son las tristezas y las alegrías de los habitantes de la ciudad las que escriben la historia no escrita de las grandes urbes, esa historia que todas las ciudades comparten y que nunca aparece en los libros. Pequeños retazos de vida que te hacen reír o te aprietan el corazón, dibujo impecable y guión fabuloso... Eisner en estado puro.

03 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 3 de abril de 2010


Las vacaciones siempre son un buen momento para leer. Aprovecho para acabar “El Día D. La Batalla de Normandía” de Antony Beevor. antony beevor, el día D
Sin dejar de lado los grandes movimientos tácticos, las grandes batallas y los hechos determinantes que influyeron determinantemente en como es nuestro mundo ahora, Beevor vuelve a construir un puzzle en el que las pequeñas historias cotidianas conviven con las trascendentes decisiones políticas para acabar trazando un cuadro global muy completo. En los libros de Beevor hay mucho trabajo de archivo, de entrevistas, de búsqueda del detalle... y es eso lo que los hace tan interesantes. Las luchas de egos entre las estrellas de los diferentes ejércitos, sus grandes errores y sus - pocos – aciertos, se mezclan con los sufrimientos de los soldados rasos y con los padecimientos – hasta ahora obviados por la historiografía – de la sociedad civil normanda que pagó con sangre la liberación de Francia.

Ahora necesito algo más asequible (los libros de Beevor lo son pero requieren cierto esfuerzo – 659 páginas con casi 70 más de notas y referencias bibliográficas - ) y menos sangriento. La última entrega de Douglas Preston y Lincoln Child, “La Danza del Cementerio”, servirá.

02 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 2 de abril de 2010


Jueves. Celebramos el principio de las vacaciones de Semana Santa (irónico que utilice el plural) con un paseo por el centro de Barcelona. Callejeo, tiendas y locales interesantes, conversación amena, alguna compra de capricho y alguna necesaria. Para cenar María José a reservado mesa en El Mundial ( Plaça Sant Agustí Vell, 1 Barcelona. Teléfono: 93 3199056). Hace unos años solíamos cenar en él con los amigos pero, en algún momento, hubo un cierto desencanto que nos alejó de él. Ahora hemos vuelto animados por Andrés que trabaja en la cocina. Dejaremos el menú en sus manos ya que nos dice que hay algunas novedades en la carta.
Empezamos con una novedad: unas chips de berenjena con queso de cabra y miel (deliciosas y muy viciosas), continuamos con clásicos: un variado de plancha (navajas, almejas, berberechos, mejillones y tallarinas) y unas gambas al ajillo impresionantes. Después Andrés nos vuelve a sorprender con una piruleta de langostino (rebozado y con una salsa agridulce ligeramente picante) y con un pincho en tempura (con verduras y gamba). Estamos casi al límite de nuestras fuerzas cuando aparece una de las novedades de la carta: solomillo con foie y mermelada de frutos rojos (cortadito en tacos, ideal para compartir y impresionantemente bueno).

Rematamos, ya por vicio, con un coulant de chocolate y unos cafés.
La cena no podía ser mejor. Los clásicos que nunca fallan (basados sobre todo en el producto) se unen a las nuevas propuestas más elaboradas. La mezcla me gusta. El ambiente sigue siendo el de los últimos años: ruidoso, encantador y popular pero sin el añadido de “pintoresco” que perdió al convertirse en restaurante y cerrarse un poco al barrio.
Nos despedimos de Andrés (creo que sin darle suficientemente las gracias por lo bien que hemos cenado y lo amables que han sido con nosotros) y salimos tan contentos que, paseando, paseando, llegamos – mucho después – a Graceland.

Viernes. Día de sol en el patio de Graceland, de arreglos pendientes, de series y de siestas. A mediodía, después de un aperitivo, nos acercamos para conocer a Sira que acaba de nacer (cruzando una ciudad tan desierta que da un poco de yuyu) y después continuamos con nuestra rutina vacacional.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 1 de abril de 2010


Dejar las cosas para el último momento es un error en el que todos solemos caer. Con las exposiciones suele ser habitual pese a las incomodidades que conlleva: largas colas, visita apretada, ruido... Por esa razón – y viendo que el plazo se acortaba a pasos agigantados – me decidí a subir hasta el MNAC para ver “Convidats d’Honor”, una muestra conmemorativa para celebrar el 75 aniversario del Museu Nacional d’Art de Catalunya.
La exposición reúne una selección de obras representativas del arte catalán que no están presentes en la colección del museo. Y visitarla – sólo hasta el día 11 de abril – vale la pena.
Desde el románico al siglo XX, hay un poco de todo y mucho es bueno. El arte es muy subjetivo y cada uno tiene sus favoritos. Un solo cuadro puede justificarnos la visita a una exposición. En mi caso las acuarelas de Fortuny y Tapiró o un Nonell ya me harían feliz por si solos. Si además las acompañas de nombres como Sunyer, Ribalta, Dalí, Miró, Gaudí, Casas, Gargallo, Mir, Picasso... la visita se convierte en más imprescindible. Además siempre hay descubrimientos: no conocía a Pedro Fernández y los cuadros expuestos me impactaron por su modernidad.

Os dejo un video resumen de la exposición y os recuerdo que la exposición es gratuita. No esperéis hasta el último día.

Els Convidats d'honor from MNAC on Vimeo.


De vuelta a casa paro en el CaixaFòrum para ver “Objetos desclasificados”. La muestra recoge obras de la colección de Arte Contemporáneo de la Fundación “La Caixa” que tienen en común el uso de objetos cotidianos descontextualizados. Diversión, reflexión, y una estética entre el pop-art y el minimal. Repetiré con María José, seguro que nos da para largas conversaciones.

31 marzo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 31 de marzo de 2010


La llegada del sol, el cambio de hora... la primavera ya está aquí y, con ella, ha llegado el momento de disfrutar de las terrazas. Lo hacemos el sábado en la de Mariona – esta vez acompañados de la propietaria – con un aperitivo de esos que sirven de comida.
Y volvemos a hacerlo el domingo con la primera barbacoa de la temporada en casa de Jordi R. y Nuria. Hay mucho sol, carne buenísima y abundante, buenas noticias y muchísimo alcohol para acompañarlas. La resaca que me acompañará por la noche es directamente proporcional a la felicidad del momento... y la felicidad es grande.

El día que Albert cumplió 40 años, recibió como regalo un Marqués de Murrieta del año que había nacido. Con su generosidad habitual decidió compartirlo con nosotros y, ayer, acompañado de jamón, quesos, foie y otras delicias, nos lo bebimos. Pese a que el estado de la botella presagiaba un éxito difícil, al final estaba muy bueno.
Esta vez nuestro habitual encuentro con Esther, Albert, Marta y Joan María fue en casa de Esther y Albert y con el vino como protagonista.

el vino del año que nació Albert, la foto es de Albert

Sólo una mancha empaña la jornada. Nuestros compañeros de mesa siguen alimentando el pequeño Diógenes que María José tiene dentro. Los números que acompañan las últimas ofertas de material para reciclar dan miedo.

27 marzo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 27 de marzo de 2010


Viernes. María José llega a casa después de trabajar y nos vamos a comer al “Piripi”. No tiene menú pero su oferta de platos del día es muy completa. Comemos muy bien, ha empezado el fin de semana.

Hace un par de meses, ante la imposibilidad de comprar entradas para ver American Buffalo en el Teatre Lliure, decidimos comprarlas para verla en el Teatre Plaza de Castelldefels (donde la obra, en gira, aterrizaba por un día). Antes de entrar, y después de un agradable paseo por el centro del pueblo, nos encontramos con Tobby con el que tuve la suerte de trabajar hace unos años. Me hace ilusión encontrarlo (ayer, en el concierto de la Trapera, también me gustó encontrarme con Carlos, conocerlo fue una de las buenas cosas de mi paso por Levi Pants) y ponernos un poco al día. Estos encuentros fortuitos me hacen pensar que vivimos en un mundo lleno de casualidades. Estamos, ya dentro del teatro, comentando esto con María José cuando delante nuestro – y para dar más argumentos a la teoría - se sientan María y Miquel. Más agradables casualidades.

AMERICAN BUFFALO
David Mamet.
Dirección: Julio Manrique


American Buffalo es una pequeña historia de perdedores en la que todos nos podemos ver reflejados. Y es que, aunque esté ambientada en un ambiente sórdido, trata de temas universales: la amistad, la ambición, los principios, la integridad, la traición...
Un texto clásico de David Mamet, una buena adaptación,tres actores en estado de gracia, una escenografía sencilla que funciona perfectamente y una sensacional dirección de actores dan como resultado una pequeña gran obra de teatro. Casi dos horas de vida encerradas en la pequeña tienda de antigüedades propiedad del protagonista. Porque Don (Ivan Benet) es el verdadero protagonista de la obra. Es a él a quien el mal , encarnado en la figura de Teach (Marc Rodríguez), tienta alejándolo de sus principios, del camino – aunque tortuoso y lleno de recovecos – que debe seguir si quiere seguir fiel a si mismo. El personaje de Teach (un personaje que me recordó al Bergbie de Welsh) es un ciclón que arrasa todo lo bueno que pueda haber en su camino. La interpretación de Marc Rodríguez , impecable.
American Buffalo es un fragmento de vida lleno de pequeños detalles. Muy recomendable.
Tenéis suerte. American Buffalo vuelve al Lliure desde el 1 al 25 de julio. No dejéis escapar la oportunidad.


American Buffalo, la foto es de Ros Ribas

26 marzo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 26 de marzo de 2010


Son casi las 11 cuando llego a este escenario que, con una ingente aportación de dinero público, el Ayuntamiento de Barcelona ha montado al final de las Ramblas. Allí me encuentro con Jordi R. que ha comprado las entradas para ver, el que dicen que será, el concierto de despedida de La Banda Trapera del Río. Queda media hora para que empiece, tiempo para ponernos al día con una cervecita en el Bidasoa (que, exceptuando la omnipresente pantalla plana, sigue igual que en mi última, y muy lejana en el tiempo, visita).
Cuando volvemos a Las Ramblas aún no han abierto puertas y el público que se ha congregado – está todo vendido – promete una noche distinta. Hay de todo: viejos (y no es una imagen retórica) seguidores del grupo, punks de nueva y (pocos) de vieja generación, algún rocker, gente muy joven, funcionarios del Ayuntamiento con entrada gratuita que no saben lo que han venido a ver... y muchas ganas de fiesta.
Entramos, nos hacemos con una cerveza y cogemos posiciones. Flowers nos mira desde el escenario. Espero que hoy no se desnude (la última vez que vi a La Banda Trapera – y por desgracia (es una imagen que no se me borrará jamás de las retinas) – lo hizo)... pero a la vez también deseo que hoy pase algo... así siempre ha sido con La Banda Trapera.
A las 12 (ya hace media hora que tendría que haber empezado el concierto) alguien sube al escenario y pide por la mujer de Morfi (el nudo de la corbata, supongo) y poco después sale Flowers para hacer una pre-presentación tan corta como prescindible. Tras él, aparece el presentador. Raf Pulido (batería original del grupo) se debate entre la vida y la muerte. A él está dedicado el concierto de hoy. Junto a Morfi Grei estarán Jordi El Subidas (quizá el bajista que más tiempo ha estado con la banda), Raúl Pulido y Fosy a las guitarras y un batería substituto.
Y por fin, con “Ciutat Podrida”, empieza el concierto. El sonido no es bueno, pero si la entrega, la actitud y las ganas de hacer que el público se lo pase bien. Me río, me emociono, recuerdo viejos tiempos y salgo, tras un bis con “La Regla” con la sensación de haber pasado una buena noche.
No sé si realmente este será el adiós definitivo de La Banda Trapera, lo que si que sé es que, hace ya muchos años, son unos clásicos de nuestro rock.

Me despido de Jordi, queda un largo camino hasta casa que empieza con una remontada de Las Ramblas sorteando lateros.