
15 junio 2015

14 febrero 2015
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17 junio 2014
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16 enero 2014
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26 marzo 2013
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09 diciembre 2012
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03 diciembre 2012
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21 noviembre 2012
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21 agosto 2011
La fuente de Canaletas de la calle Rosés. La foto es de María José |
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09 julio 2011
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30 junio 2011
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24 enero 2011
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de enero de 2011
Desde que tengo uso de razón – y son más años de los que puedo contar con los dedos de manos y pies - oigo hablar de la decadencia de Barcelona. Desde aquel Titánic que se hundía de los ochenta y del que cronistas de todo pelaje no paraban de hablar, hasta el actual estado en el que me siento como el protagonista de The Walking Dead – eso sí, cambiando los paseantes, por barceloneses enfadados debido a la deriva inaceptable que ha tomado el rumbo de la ciudad- rodeado de seres que gruñen con desesperación.
Tantos años de decadencia continua deben habernos llevado a un estado de degradación de dimensiones épicas. Que lástima que – como en otras muchas cosas – me perdí los años de vacas gordas... la Barcelona de ahora debe ser algo así como la Gotham City de Batman Begins, entonces – en esos días de vino y rosas que yo nunca viví - debía ser la ostia, un paraíso en la tierra, la maravilla de las maravillas... una gozada sin sombras en el que todo era mejor que lo que ahora tenemos.
Y creo yo que no hay para tanto. Barcelona sigue siendo una ciudad llena de cosas para disfrutar, sigue siendo una ciudad viva, vital y llena de nuevas iniciativas. Divertida, irritante, llena de rincones para descubrir, novedades con las que sorprenderse, ideas por las que apasionarse, calles - y gente - que patear... Por supuesto, si el barcelonés cabreado – y cada vez sois más – se pone a buscar cosas para cabrearse, acabará por encontrarlas. Allí han estado siempre y allí seguirán estando durante mucho tiempo. En Barcelona hay de todo y, si buscas, encuentras.
Tengo la impresión de que muchos de los que se quejan, son los que no viven la ciudad (porque es peligrosa, porque está sucia, porqué está llena de guiris – y/o emigrantes, en caso de “yonosoyracismo”-, porque ya no es como antes o porque antes si que era guay...). Se quejan del transporte público, del bicing, de las motos y del poco espacio que hay para aparcarlas, de las normativas municipales y de la permisividad del Ayuntamiento, de la delincuencia y de la presencia policial, de lo caros que son los restaurantes y de lo bien que se come en el campo... se quejan, en definitiva, de todo lo que se mueve... y de lo que está quieto, también. Y mientras se quejan se pierden la ciudad que sigue viviendo, creciendo y mutando pese a que eso también les moleste.
Un poco de crítica está bien y es necesaria – de hecho es uno de los motores que siempre nos ha propulsado –, pero esta actitud de eterno enfado, no es nada positiva y evita que se disfrute de una de las mejores ciudades en la que he tenido la suerte de estar.
Barcelona está viviendo un momento de éxito internacional sin precedentes y la actitud de muchos barceloneses es, al final, como cuando el grupo que nos ha gustado desde siempre es descubierto por el gran público, y, sacando a ese ruin que todos llevamos dentro – y el que diga que no, miente como un canalla –, decimos aquello de: “el primer disco era mucho mejor”.
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17 mayo 2010
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de mayo de 2010
La gente normal no hace estas cosas. La gente normal va a comer con los amigos y, después, hace un partidillo de fútbol, una larga tertulia o una siesta a la sombra de un pino. Nosotros, cada vez lo tengo más claro, no somos gente normal. El sábado, después de una agradable comida con Yoli y Rafa en el Diversus (Ctra. Santa Creu de Calafell, 73. Sant Boi de Llobregat), y como actividad post-comida, fui sometido a una limpieza dental. Por suerte mi nivel de anestesia tras la comida era importante y no me enteré de mucho (las manos de Yoli también tuvieron algo que ver en ello).
El domingo fue un día de noticias. Por la mañana la alcaldía de Barcelona cerró en falso el fiasco de la consulta de la Diagonal con la dimisión de Carles Martí (primer teniente de Alcalde y, por lo tanto, segundo de Jordi Hereu en el Ayuntamiento). La dimisión servirá para explicar que es una “cabeza de turco” pero para nada más. Desde la alcaldía de Barcelona siguen sin entender que los gestos vacíos, aquellos que – faltos de sinceridad – sólo buscan un efecto propagandístico, quizá engañen a todos durante un tiempo o a unos pocos para siempre... pero no engañan a todos para siempre. Por creer eso están en esta situación tan incómoda, y hasta que no rectifiquen seguirán cayendo una y otra vez en el mismo error. Y no es un mal único de la alcaldía de Barcelona ni del partido que dirige el gobierno municipal de esa ciudad.
Y después de una tarde de nervios llegó la hora del partido que decidía una liga. Y ganó el mejor, el fútbol, el que más lo había merecido y el que, por suerte, es mi equipo. Cualquier otro resultado hubiera sido injusto, cualquier otro resultado parecía imposible... pero el fútbol no siempre es justo. Ayer el Barça volvió a proclamarse campeón de la Liga Española y ha sido su máximo rival, el Real Madrid, el que ha hecho más grande la victoria, y lo ha hecho con goles y con una persecución implacable que ha hecho más dulce el triunfo final.
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12 mayo 2010
DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de mayo de 2010
Mi amigo Norberto se había montado un plan genial. Visita a Barcelona desde Alemania, cena con amigos en “Sean Connery”, compras, concierto de Alejandro Sanz (esta parte no la envidio e incluso le compadezco por tener que verlo y por ser reincidente)... pero las excreciones de un volcán islandés se lo han impedido.
Su pequeña desgracia me dejó sin plan para la noche del martes y recurrí al cine más cercano donde ayer proyectaban “Arropiero, el vagabundo de la muerte” de Carles Balagué. La película reconstruye la vida de Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, el mayor asesino en serie de la historia de España. Más que la inmersión en la vida de el Arropiero – caótica, desgraciada, marginal... lo que sorprende del film de Balagué es el trato que la justicia y las autoridades (desde que fue capturado en 1971 hasta su muerte en 1998) dieron a su caso. El olvido como manera de solucionar un problema que no fueron capaces o no quisieron afrontar. La película me gusta mucho pese a que no entiendo su proyección en pantalla grande ya que no le añade nada positivo. Una buen documental para ver en casa.
Lo que también se merece un documental es la consulta popular que el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado sobre la reforma de la Diagonal. El caso se estudiará en las escuelas de estrategia política como un ejemplo de lo que no debe hacerse jamás. El cursillo podría llamarse “El tiro por la culata o elogio de la estulticia”.
Alguien – un genio que gana mucho dinero, probablemente a costa del erario público – decidió que una votación popular sobre la reforma de la Diagonal sería una grandiosa campaña de imagen para un alcalde que necesitaba un último empujón para hacer lo que siempre, desde que hay democracia, han hecho los alcaldes socialistas en Barcelona: ganar. Lo primero que decidieron los responsables del desaguisado es adaptar las normas democráticas para conseguir así un seguimiento mayor y asegurar el éxito de la campaña. Así dejaron votar a partir de los 16 años, dejaron votar a los inmigrantes (con la única condición de haberse empadronado en la ciudad del día 1 de enero), aumentaron los días hábiles para la consulta (de uno que es lo que marca la ley, a una semana que es lo que les ha parecido bien a los pensantes que lo han decidido), organizaron un chapucero sistema informático con un coste astronómico, indicaron que opción es la que se apoyaba desde la institución (y por lo tanto marcaban el camino a sus votantes) y permitieron con un control deficiente que cualquiera pudiera votar en nombre de otros (con los datos que hoy en día constan en cualquier archivo puedes identificarte como quien no eres y votar online). La guinda la puso el lunes el alcalde de Barcelona Jordi Hereu. Hereu, recordemos que la campaña se ha hecho para empujarle en su reelección, quiso ser el primero en votar. El sistema falló y – mal aconsejado por su peor enemigo – el alcalde hizo ver que todo iba perfectamente y que su voto ya había sido emitido (versión que desde el Ayuntamiento se ha defendido hasta hoy), es decir, el Alcalde de Barcelona mintió al ciudadano para hacerse la foto. Quien le garantiza ahora a ese mismo ciudadano, al que Hereu mintió, que su voto va a servir para algo, que la opción que salga elegida será la aplicada, que no es todo una gran patraña. A veces, sólo a veces, me gustaría vivir en uno de esos países en los que la gente dimite por mucho menos. Además parece ser que los votantes, cabreados por ser tratados con semejante falta de respeto, están optando por dar la espalda al consistorio y están decantándose por la opción que se opone a las reformas proyectadas por el Ayuntamiento. Y es que cuando uno no limpia su arma – aunque sea una arma democrática – se arriesga a que el tiro le salga por la culata.
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09 abril 2010
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 09 de abril de 2010
Jueves. Bajo hasta las Ramblas para que me expliquen mejor la movida que Ryoji Ikeda está preparando para, el día 17 de junio, inaugurar el Sónar y el Grec con una instalación que promete ser espectacular.
Aprovecho para visitar la exposición “Guía Secreta de la Rambla” en el Palau de la Virreina (La Rambla, 99 Barcelona). La exposición toma prestado el nombre de un libro de José María Carandell: “Guía secreta de Barcelona”. Hace años heredé una edición del 74 de ese libro y, desde entonces, lo he utilizado para guiar algunos de mis paseos por la ciudad en busca de los rastros de esa Barcelona que el progreso se ha ido llevando para bien (en la mayoría de ocasiones) o para mal. Muchos de los rincones que el libro revela han desaparecido para siempre, otros – por increíble que parezca – siguen inmutables en ese anacronismo que crece año tras año.
Pero volvamos a la exposición que me pareció floja y preparada con prisas. El material que existe sobre el paseo más retratado de Catalunya debe tener unas dimensiones gigantes. Es por eso que ver una muestra en la que encuentras a faltar mucho, decepciona. Sobran videos demasiado cercanos y faltan más paseos por esa Rambla que tantas nostalgias despierta a los que la hemos vivido: la importancia de esos quioscos que nunca cerraban, los personajes que la llenaron de carácter (la Moños, el Sheriff), los limpiabotas, los trileros, las increíbles fotos de artistas y boxeadores, las tertulias infinitas junto a Canaletas, los alquileres de sillas... parece que alguien se ha vuelto a embolsar una (no se si grande o pequeña) bolsa de dinero público por una tarea de aliño.
También decepciona el espacio dedicado a la obra de Xavier Miserachs. Sus fotos, en un formato inferior al que podemos disfrutar en la “Barcelona en Blanco y Negro” que revisita, se agolpan en un espacio que - lejos de hacerlas brillar – las aplasta y les resta interés. Quizá si hubiera acudido provisto de lupa la hubiera disfrutado más.
La única alegría es la exposición dedicada a “Ocaña” un personaje mítico que forma parte de la historia de la Rambla, del que siempre había leído y oído hablar, pero que seguía resultando un desconocido para mí (en 1983, cuando murió, yo sólo tenía 14 años y mis incursiones en la Barcelona más canalla eran inexistentes). La muestra nos presenta muchas de las facetas del artista: sus cuadros, sus performances, sus actuaciones... pero sobretodo nos lo muestra como un dinamizador cultural que supo sacar colores a la gris España de la transición. Volveré porque el material que contiene la exposición es impagable.
Las tres exposiciones están abiertas hasta el día 24 de mayo y son gratuitas.
Estos días he estado leyendo “Black Hole” de Charles Burns.
Hacía tiempo que lo tenía pendiente y, al verlo en la biblioteca del cole, decidí que había llegado el momento de leerlo. Es difícil explicar como Charles Burns capta y reproduce – con una sensibilidad que hiere – el desconcierto, la soledad, la desesperanza, la necesidad de absolutos y la extrañeza que conlleva ese momento – más o menos largo, más o menos doloroso – en el que dejamos de ser niños y aún no somos adultos (permitidme que no lo llame adolescencia, creo que es demasiado restrictivo y vinculado sólo a unos cambios físicos que también están presentes en la obra de Burns pero que no son, ni mucho menos, los motores principales del drama). Lo que sorprende de “Black Hole” es la multitud de lecturas que permite. Es un espejo roto que devuelve imágenes distintas de una misma realidad. El dibujo de Charles Burns – tan brillante como aterrador – no hace sino aumentar la sensación de desazón, de desasosiego que nos atrapa desde la primera viñeta. “Black Hole” (en España “Agujero Negro”) es un imprescindible, un clásico contemporáneo que no debes perderte.
Y mientras escribo todo esto – si has llegado hasta aquí tienes aguante, gracias – suena el “Keep an Eye in the Sky”
de Big Star, un recopilatorio que nos permite revisitar la obra de una de las bandas pop más grandes y extrañamente desconocida para el gran público. Alex Chilton (cantante y compositor de muchos de los temas) murió el mes pasado. Este recopilatorio (cuatro CD’s con 96 canciones) es una de las mejores maneras de disfrutar de su obra.
Y, además, hoy es viernes.
Feliz fin de semana.
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05 diciembre 2009
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 05 de diciembre de 2009
Bajo a la Barceloneta (estés donde estés, a la Barceloneta siempre se baja) para encontrarme con Jordi R. cerca de su nuevo trabajo. Desayunamos en un bar del barrio rematando con un carajillo de esos que te dejan preparado para una larga jornada laboral en la construcción. Jordi me cuenta lo bien que se vive en el barrio de su trabajo, lo creo y le envidio un poco (echo de menos el Club, la playa y los paseos con el mar en los ojos).
Después cojo una bicicleta del Bicing y paseo por el centro de la ciudad. Barcelona es una gran ciudad para pasear sin hacer nada.
A mediodía paso por Graceland, recojo a Cass y , en transporte público, vuelvo al centro de Barcelona para encontrarme con María José. Paseos y comida – simplemente alimenticia – en una terracita junto a la Barceloneta. He acabado “Aventuras de Sherlock Holmes” de Sir Arthur Conan Doyle. Me ha gustado leerlo, pero la inocencia de algunos de los casos denota el siglo que ha pasado desde su primera publicación. De momento no seguiré al bueno de Sherlock en más aventuras, pero sé que puedo recurrir a él siempre que no tenga nada mejor que leer.
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19 abril 2009
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 18 de abril de 2009
Hace días que María José y yo queríamos poner en funcionamiento las bicicletas. Nos lo impedía la pereza habitual y una capa de polvo king-size. Superadas ambas incomodidades, con un poco de aire en las ruedas y un poco de aceite en la cadena, estamos listos para salir a la calle. Hacemos un primer intento de pasear a Cass con bicicleta. Es difícil pero con un poco más de práctica lo conseguiremos sin el peligro que tiene este primer paseo.
Dejamos a Cass en casa, damos un paseo no demasiado largo y disfrutamos de la mañana soleada.
Durante el paseo hemos reservado mesa en “La Tagliatella” (Gran Vía de les Corts Catalanes, 148. Barcelona. Tel. 93 431 51 56). Volvemos a coger las bicis – después de una reparadora ducha y un poco de descanso – para ir hasta el restaurante que hace poco ha abierto sus puertas. Nos sentamos junto al gran ventanal y disfrutamos de las vistas y de la comida. Pese a ser un restaurante grande (y que pertenece a una gran cadena) nos sentimos muy a gusto. Nos avisan – por suerte – que los platos son generosos y decidimos hacer un sólo plato. Yo me decido por la pizza (de masa fina, muy crujiente... una de las mejores que he probado últimamente) y María José por la pasta (unos rigatonis deliciosos). El Pan (de olivas, de cebolla...) es también buenísimo. De postre compartimos un helado de queso “fior di latte” (impresionante). Con cervezas, agua y cafés la comida nos salió por 42 €, un precio más que justo por lo bien que hemos comido. Si saben mantener el nivel y el servicio atento, nos verán con cierta frecuencia.
Volvemos a casa, recogemos a Cass y vamos a correr al parque. Verla correr tras la bicicleta (esta vez sin correas que pongan en peligro mi integridad) es una gozada.
Interrumpo la siesta de María José en su mejor parte. Nuestra intención es ir a ver un partido de fútbol americano del equipo de nuestra ciudad (los Pioners) y ya llegamos tarde. En partido de European Football League contra los Bergamo Lions, los de l’Hospitalet pierden de 10 (32-42). Una tarde diferente.
De nuevo en el barrio salimos a hacer unas compras y nos encontramos con Quim y Carol. Hablamos un rato a la puerta de la tienda de muebles sueca en la que hemos coincidido y nos volvemos a casa para rematar el intenso día con series (Frasier) y un poco de fútbol.
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22 mayo 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 22 de mayo de 2008
Hace años que utilizo distintas redes sociales con más decepción que alegrías. Por eso, cuando hace unos meses, abrí una cuenta en Facebook, lo hice más por inercia que por creer en su utilidad. Y tengo que decir que estaba equivocado. En pocos meses he recuperado el contacto con compañeros de estudios y de trabajo. Pero, a parte del contacto virtual que me ha permitido echar unas partidillas a poker con mi primo que está viviendo en Korea, he recuperado también el contacto – cara a cara – con gente a la que no veía hacia años.
Y dentro de esta tarea de recuperación de gente que te importa pero que la rutina diaria te ha hecho dejar atrás, el martes por la noche me reencontré con Joselusi en el Marc’s.
Con Joselusi y otros compañeros de trabajo (algunos de los cuales ahora son mis amigos) – hace ya catorce años – iniciamos un proyecto nuevo con todo lo bueno que eso tiene (la verdad es que no recuerdo demasiadas cosas malas de ese periodo). Después seguimos trabajando juntos durante seis años, pero es ese arranque el que cimentó nuestra relación. En los últimos años nos hemos visto poco y siempre por circunstancias relacionadas con alguno de nuestros trabajos o por casualidad. Es por eso que tenemos mucho que contarnos y muchos vacíos que llenar.
Lo hacemos primero delante de un par de bocadillos (en mi caso un delicioso “blanc y negre” y un “Acapulco”) y después con un par de copas en “La Torre Rosa”.
Intentaremos vernos más a menudo. Espero que nuestras respectivas rutinas no lo impidan.
Miércoles. Hemos dormido poco y mal y es por eso que cuesta el doble levantarse pronto. Al final lo conseguimos y, después de desayunar, bajamos al centro de Barcelona para probar un Gocar.
Los Gocar son unos pequeños vehículos biplaza, descapotables y con un divertido diseño deportivo, pensados para hacer turismo por la ciudad. Hoy nos lo dejan probar a cambio de que cuente aquí la experiencia.
Nos explican el funcionamiento – muy sencillo –, nos dan cuatro explicaciones de tipo práctico, nos dejan el casco que – por desgracia – tendremos que llevar y nos dejan para que nos movamos a nuestro aire.
El coche está dotado de un ordenador que, conectado con un sistema de GPS, nos guiará por la ciudad dándonos indicaciones sobre posibles rutas a seguir y explicaciones sobre los monumentos y barrios que vamos cruzando. Los Gocar son muy nuevos en la ciudad (es un invento que antes ha funcionado en ciudades como San Francisco, Miami o San Diego) con lo que nada más salir nos convertimos en el centro de atención. Una vez superada la primera vergüenza, empezamos a disfrutar de las sonrisas que nuestro vehículo – y por extensión nosotros – provoca en el resto de conductores y paseantes. El Gocar es un vehículo simpático y la verdad es que llama la atención. María José conduce y yo, cámara en mano, hago lo que todo buen turista tiene que hacer.
Las indicaciones del tour guiado son claras y, siguiéndolas, nos plantamos en poco tiempo en la Sagrada Familia. Una de las ventajas del Gocar es que puedes abandonar el tour guiado y dar vueltas por donde quieras, cuando te reincorpores a alguno de los puntos del tour guiado tu ordenador volverá a darte indicaciones (si estás fuera del tour permanece en silencio).
No tenemos tiempo para mucho más pero la experiencia ha valido la pena. Un paseo diferente por la ciudad en uno de los vehículos más divertidos que hemos probado.
He acabado “Kafka en la Orilla” de Haruki Murakami y me ha gustado mucho más de lo que esperaba. Realidad y ficción se mezclan en un relato con regusto a tragedia griega actualizada.
Lo he estado evitando desde navidad - por su gran tamaño y peso que lo convierte en un incómodo compañero de trayectos en transporte público -pero creo que ha llegado el momento de enfrentarme al nuevo libro de Ken Follett. “Un mundo sin fin” será mi alternativa al gimnasio durante los próximos días.
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29 marzo 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 28 de marzo de 2008
La semana pasada el “Cultura/s” – suplemento cultural del periódico “La Vanguardia” – llegó a su número 300. Y lo hizo dedicando un especial a Barcelona. Que un suplemento cultural – para mí el más interesante que se publica en este país – llegue a su número 300 y lo haga en tan buena salud es una excelente noticia. Y un número dedicado íntegramente a reflexionar sobre Barcelona – un tema que me apasiona – es una verdadera suerte.
Y pese a los claroscuros, el Cultura/s 300 ha conseguido - una vez más - hacerme reflexionar.
Barcelona es una ciudad en constante evolución. Ahora, tras la euforia olímpica que nos invadió a todos, se ha instalado en la opinión publicada – formada muchas veces en tertulias mediáticas vacuas caracterizadas por el decir algo por no callar – un pesimismo que nos muestra a Barcelona como el parque temático del sur del Mediterráneo. Lo peor del “Cultura/s” dedicado a la ciudad es que está lastrado por esta opinión derrotista que no tiene nada que ver con la realidad.
Barcelona no es sólo el centro histórico lleno de “guiris”, las berreas de los aficionados al fútbol y las despedidas de soltero europeas. Barcelona es también sus barrios – que muchos de los que escriben en el suplemento no suelen pisar -, sus mercados, sus parques, sus calles, su transporte público, la vitalidad de sus calles, sus miles de actividades culturales, las ciudades que la rodean y con las que Barcelona es ya una... Barcelona es mucho más que lo que algunos artículos dejan entrever.
En esta línea de opinión – creo que es más pose que verdadera reflexión- está Xavier Montanyà que denuncia una desidentificación del barcelonés con su ciudad, “...El centro de la ciudad había desaparecido, lo habían repoblado con tiendas, turistas y hoteles...”. Nada más lejos de la realidad, el centro de la ciudad no es un parque temático sino que es más accesible que nunca para el propio ciudadano. En esta línea – en su vertiente nostálgica – está también Kiko Amat – tipo simpático al que no conozco y con el que suelo coincidir en gustos musicales y en otras actitudes vitales – que llega a afirmar que era preferible pasear por el Barrio Chino temiendo por la vida que hacerlo ahora y morirse de aburrimiento. No puedo estar menos de acuerdo, pasear temiendo por tu vida no es, en absoluto, deseable. Además pasear por el Raval hoy no es en absoluto aburrido, ni higiénico, ni – cámara colgando al cuello – seguro. Barcelona es una ciudad viva y lo que si que convertiría a Barcelona en un parque temático sería conservar ciertos elementos que están fuera de tiempo y que la evolución propia de la ciudad se llevaría de una u otra manera. A todos nos gustan los colmados con dependientes carpetovetónicos con bata azul y lápiz en la oreja... pero lo que ahora tenemos – nos guste o no – es pequeñas tiendas – en las que el diseño de interiorismo es una palabra prohibida – regentadas por pakistaníes con exagerado bigote y sonrisa amistosa. La nostalgia por el pasado debe quedarse en un ejercicio de estilo.
Por suerte así lo entiende Laura Freixas en uno de los artículos más lúcidos del especial.
Es interesante también la reflexión de Xavier Antich sobre la inmigración – tema que muchos otros analistas obvian y que es crucial para entender la Barcelona que hoy tenemos –. Otro de los momentos grandes es el que aportan los poetas Lluís Calvo y Jordi Valls de la mano de Ernest Farrés con sus paseos por las periferias – algunas situadas en la misma ciudad – de Barcelona.
Críticas lúcidas como la de Chirs Ealham, interesantes visiones de futuro como las de Josep María Montaner y Zaida Muxí, o reflexiones acertadas como las de Francesc de Carreras se enfrentan a visiones parciales o tendenciosas como la de Ferrán Sáez que llega a equiparar la ciudad con un “pesebre vivent” obviando su vitalidad y su fuerza.
Y es que creo que, muchas de estas opiniones, son elegantes teorías escritas en un despacho y no basadas en la Barcelona que se conoce caminando por sus calles. A mí me gusta tanto la Barcelona de ahora como la de antes, por cada pero que le encuentren a una u a otra, yo les pondré delante un pro.
Pese a eso también soy crítico - sobretodo con las políticas municipales durante el mandato de Joan Clos (uno de los peores alcaldes que ha tenido la ciudad)-, pero lo soy sólo con las instituciones y las leyes que promulgan y no con la dinámica de la ciudad.
El especial se completa con las habituales secciones también centradas en diversos aspectos de la ciudad y algo lastradas por amiguismos y muy – quizá demasiado – fragmentarias, echándose de menos alguna visión de conjunto. Me sorprende especialmente la sección Pantallas donde prácticamente se olvidan de Cesc Gay (su “En la ciudad” me parece lo más cercano a la Barcelona de mi generación que he visto en mucho tiempo) destacando el trabajo – poco barcelonés, aunque hecho en Barcelona – de cineastas como Balagueró o Bayona.
Sorprende también el olvido de la televisión como parte fundamental de esa visión de Barcelona. Sólo Andrés Hispano destaca el papel de BTV durante el periodo 1997 – 2001 (curiosamente periodo en el que él fue parte fundamental de ese proyecto), pero se olvida de TV3 (fundamental en la vertebración de una imagen catódica de la ciudad) y de las otras televisiones locales que también han ayudado a crear la imagen pública de Barcelona.
Pese a mis críticas, pese a que podría seguir horas y horas discutiendo con cada uno de los que han escrito en este “Cultura/s” dedicado a Barcelona... Muchas felicidades por los 300 – ahora ya 301 – y muchas gracias por vuestro trabajo y por hacerme pensar una vez a la semana.
Escrito por xavi a las 10:25 a. m. 4 comentaris
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