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01 junio 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 31 de mayo de 2015

Primavera Sound. Sábado.

Desde el año pasado, el Primavera Sound ha incorporado un escenario (Heineken Hidden Stage lo llaman) que me gusta mucho. Acceso limitado (con tique gratuito) que permite ver el concierto sin apreturas, condiciones de sala de conciertos mediana y buen sonido sin interferencias externas. Este año, en vez de disimular su condición de garaje, la hicieron evidente. Ayer vi aquí a Mercromina y hoy disfruto de un gran concierto de los barceloneses Mujeres. Garaje en el garaje. Energéticos y divertidos. Buen inicio.



Salgo al sol sólo para desplazarme hasta el próximo encierro. Swans la están liando en el Auditori del Fórum. Sus temas son una especie de mantras hipnóticos que, cuando te atrapan, no te sueltan. Me dejo llevar por ellos durante más de hora y media (pero hay cosas que ver y amigos con los que compartir sensaciones y momentos y es hora de volver a dejar que el sol y la brisa marina me acaricien).
Toca una sesión de paseo entre escenarios. Un poco de “We used to pray” tumbados frente al mar, una pizca de Mac Demarco con mojitos y demasiado alejados para entrar en el concierto, unos apuntes de Tori Amos… pero la música queda aparcada en el momento en el que empieza la final de la Copa.  El festival ha habilitado una pantalla en la zona de comidas para poder seguir el partido. Con Jordi P, Jordi R, Núria y María José ocupamos una mesa, sacamos la cena y disfrutamos del partido.
Con el primer gol de Messi todavía en la retina, me acerco al escenario donde Einstürzende Neubauten están actuando. Mi intención es echar sólo un vistazo, pero la intensidad me atrapa y me quedo un buen rato.

Vuelvo para disfrutar de la victoria del Barça y celebrarlo con los amigos. Pero como paso hace unos años con la final de Champions, el partido pone fin a mi jornada festivalera. Es hora de volver a casa.
Un año más me despido del recinto del Fórum con la intención de volver el año que viene. Lo he pasado muy bien, he visto buenos conciertos y aunque no he llegado a todo lo que quería ver, el balance es muy positivo.




Y hoy, mientras descanso, escucho “El Niño”, el disco de Rocío Márquez que el Festival me ha descubierto. Una manera de seguir viviéndolo durante mucho tiempo.

18 mayo 2013


Els badocs més importants, més absoluts, més químicament purs, són els que badén mirant a terra”.
Josep Pla. 
“El Quadern Gris”

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 18 de mayo de 2013

Cada cierto tiempo, busco elaboradas excusas para compartir una cerveza y un buen rato con amigos y conocidos. La última es un modesto ciclo de cine documental (musical o con un agradable tufillo freak), bautizado con un pomposo nombre – Graceland’s Underground Documentary Nights – . La primera sesión, con poca afluencia de público, fue todo un éxito. La historia que cuenta “Searching for Sugar Man” es tan buena que parece mentira. El personaje, su sencillez, su capacidad de enfrentarse a un pasado, que podía haber sido y no fue,  y a un presente, que nos superaría a la mayoría, es admirable. Pero a mí, como freaky de la música, me interesa, sobretodo, la historia de unos fans, de su pasión y su descubrimiento. “Searching for Sugar Man” también habla del poder que tiene la música de cambiar cosas, desde estados personales a asuntos colectivos. Su visionado tenía que servir para preparar el concierto de Rodriguez en el Primavera Sound. La noticia del aplazamiento del concierto, que llegó la mañana siguiente, no empañó las buenas sensaciones cosechadas por la noche. El mes que viene, volvemos a la carga.

Llego al final de la semana con la barra de energía a cero. Pereza horrible, lo único que me apetece es vegetar en el sofá mientras que en la tele se suceden episodios de un programa en el que individuos de cuestionable catadura moral luchan por trasteros llenos de basura con el único objetivo de ganar dinero.  

María José consigue arrancarme de tan triste destino. Paseo por el Raval y cena – estupenda – en el Cañete (Unió, 17. Barcelona). Esta vez cambiamos la barra por el mantel. María José dice que el nuevo local tiene aire de restaurante de vagón de tren en una película de Agatha Christie.  -“Con un toque cañí” – Añado. El decorado cuidado con cariño, la ambientación musical, el servicio amable y cercano que siempre ha caracterizado a la casa y, sobretodo, una cocina deliciosa, nos volvieron a cautivar. Clásicos del Cañete y platos nuevos  conviven en una carta que es distinta a la de su hermano canalla. El Cañete – mantel – es un pequeño bistró que vale la pena visitar.

Con las pilas recargadas – parece mentira lo que puede hacer una cena en buena compañía – volvemos a casa paseando por una ciudad que está pendiente de la final de copa entre los dos equipos de Madrid. Es obvio que la mayoría de la población local quiere que ganen los colchoneros, yo también. Estamos a punto de coger un taxi, cuando los gritos nos avisan de que el Atlético de Madrid se ha adelantado. Llego a casa a tiempo de ver los últimos minutos. La derrota del Real Madrid supone el final de un proyecto basado en el dinero y en la victoria a cualquier precio. Espero que, esta vez sí, sea el final de una manera triste de entender este deporte.

24 abril 2012



DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 24 de marzo de 2012

Esta semana, el fútbol no ha sido capaz de generar la habitual dosis de endorfinas. Su beneficiosa contribución a mi bienestar ha tenido que ser substituida por buenos momentos en buena compañía y otros generadores de felicidad. El fútbol es un juego y, aunque disguste, no siempre es posible ganar. Después de una mala semana de resultados, hoy me voy a dormir convencido de que volveré a disfrutar del mejor fútbol del mundo, de ese juego que me ha hecho reír en más de una ocasión. Se que pronto volveremos a reír y ya lo espero.

Por el contrario, el periodismo deportivo, se mueve entre dos corrientes igualmente lamentables: un maniqueísmo exacerbado y simplista y la aplicación de técnicas de la peor prensa del corazón a la información sobre deportes. Por suerte hay excepciones: Panenka es una revista fantástica y su artículo sobre el Real Titánico de Laviana es una de esas delicias que me han reconciliado con una profesión que no siempre es capaz de dar sus mejores frutos. El blog de Alex Pareja también está en la misma línea que la revista.

Dejemos el fútbol de lado. Estos días que he estado sin escribir han dado para mucho trabajo y un poco de ocio: una comida en el Cañete con Toni, una cena en el Picatta - creo que se llamaba así - con Marta, Albert, Esther y María José -, una doble fiesta de cumpleaños - 90 han cumplido entre Marta y Joan María - con muchos amigos, una tarde de teatro en el TNC (vimos una muy convincente "Rei i Senyor" de Josep Pous i Pagès, con una buena dirección de Toni Casares i un excelente reparto - en el que destacan Lluís Soler, Quimet Pla, Sara Espígul y Pep Cruz-) y esos pequeños placeres cotidianos que, si se saben disfrutar, son muy grandes.

Sigo leyendo Zona de Mattias Enard. Es un libro exigente, pero que se disfruta en cada una de las páginas.

27 marzo 2012

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 27 de marzo de 2012

Y el día se alarga y, cuando llego a casa después de trabajar, el sol todavía brilla en el cielo. Y me gusta.

 El domingo vimos en el TNC "El mercader de Venecia". Shakespeare, aunque sea tuneado, siempre se agradece. Y más cuando el texto viene adobado por un puñado de buenos actores, una buena dirección y una impresionante escenografía.

 Por desgracia, se ha instalado en nuestro fútbol - el mejor del que hemos podido disfrutar nunca - una excesiva atención hacia elementos que no son propios del deporte. La crispación gana terreno a la excelencia deportiva en los medios de comunicación. Por eso se agradece el excelente artículo de John Carlin y Michael Robinson en El País Semanal. Como dicen ellos, "Nunca nada volverá a ser igual". Para los que os lo perdisteis, aquí lo tenéis.

28 agosto 2011

EL DEDO EN EL OJO


Ante todo debo pedir disculpas y hacer una pequeña aclaración. Pido disculpas por el título  - obvio, previsible, poco inspirado... - de esta reflexión y aclaro que soy seguidor - no incondicional - del FC Barcelona.

Mi educación ha tenido muchas lagunas y algunos excesos de los que, como diría Pujol - con J - "ara no toca" hablar. Pero en la parte positiva, durante mis años de escolarización, aprendí valores. En este aprendizaje de valores, la práctica del deporte tuvo un papel destacado.

En pocas semanas he asistido a varios ejemplos de lo que debe aportar la práctica del deporte y a lo que, si tuviera hijos, no quisiera que aprendieran de él.

El "Equip Petit" es un pequeño documental sobre un equipo de fútbol infantil. Valores, no sólo deportivos, son los que se aprenden viendo este simpático - no lo elevaré a categoría de clásico del cine documental como otros han hecho - pequeño documento.

l'equip petit from el cangrejo on Vimeo.


Son los mismos valores que llevaron al entrenador Ernesto Chao a convencer a sus pupilos del Sevilla alevín que, después de ganar un torneo en los penaltis, regalaran el trofeo a sus adversarios debido a que, por su mejor juego, lo habían merecido más.


Son los mismos valores que hicieron que Sergi Barjuan, entrenador del Juvenil B del Barça, mandara a sus jugadores que se dejaran marcar un gol para compensar el que acababan de marcar mientras el portero contrario estaba en el suelo debido a los lances del juego.


Son los valores contrarios a los que José Mourinho demostró, hace unos días, durante el partido que le enfrentó al Barça, la rueda de prensa posterior y todas las declaraciones que ha hecho desde entonces. No entraré en valoraciones pormenorizadas, no hace falta, todos - por desgracia - lo hemos sufrido.

Una de las cosas más grandes del deporte son los valores que su práctica lleva implícito. Si nos los cargamos, tendríamos que pensar en eliminarlo del sistema educativo. Seguro que no queremos que nuestros hijos aprendan de lo que Francesc Satorras - más conocido como The Observer, Sadam o "el del bigote"- fue testigo de excepción.

29 mayo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 29 de mayo de 2011

PRIMAVERA SOUND 2011
Sábado 28, día 6

Sol y mucho viento. Hay días en los que tienes más de una cita con la nostalgia. La primera, acompañado por María José, Jordi P. y María, con unos Papas Fritas que se han reunido para volver a tocar juntos en el festival. Su “Guys don’t lie” es una de las canciones de nuestra banda sonora particular, poderla escuchar en directo por primera vez – aunque sea tantos años después - es una agradable experiencia.

No lo es tanto, en mi segunda cita del día con la nostalgia, ver a Nosotrash en el Auditori. Lo tenían todo a favor: un escenario único, un público entregado, un puñado de buenas canciones... y lo tiraron todo por la borda en un concierto falto de intensidad, de preparación y en el que habían puesto muy poco cariño. Las colaboraciones de lujo (Fernando Alfaro, Nacho Vegas...) no fueron suficiente para levantar el nivel de un concierto que pudo ser y no fue. Una lástima.

Y, en un día raro, toca aparcar el rock para abrazarse a otra religión. En el escenario más alejado de la entrada del festival, la organización ha colocado una pantalla gigante que nos permitirá seguir la final de la champions. Renuncio a Mercury Rev y a Einsturzende Neubauten  para entregarme a instintos más primitivos. Escuchar el partido por la radio me permite adelantar la celebración del primer gol del Barça (también sufrir unos segundos antes con el empate). Pese a que hay mucha gente conseguimos encontrarnos con Jordi y María y ver la segunda parte juntos. Grandioso partido, grandes goles, fabulosa victoria, fantástico ambiente y extraño festival.

Intentamos volver a la música pero resulta difícil. Nos acercamos a PJ Harvey y vemos un par de temas del concierto en el que Dean Wareham recupera temas de Galaxie 500... pero tengo la cabeza en otra parte y decidimos volver a casa atravesando una ciudad que seguirá de fiesta durante muchas horas.

Un día extraño de festival... pero lo he vuelto a pasar muy bien.

08 mayo 2011

ENROQUE

El enroque es una jugada de ajedrez que permite al jugador alcanzar una posición más defensiva en una sola jugada en la que mueve dos piezas.

Esta maniobra ajedrecística se ha utilizado mucho en política últimamente. La cosa funciona así: se coge un argumento – no importa si este es verdadero o falso, es más, mejor cuanto más alejado esté de la verdad -, se hace piña con correligionarios y seguidores, se empieza a repetir el argumento con insistencia y, finalmente, se convierte en certeza inamovible. Berlusconi es un maestro en este arte y, en nuestro país, el PP no le va a la zaga. En ocasiones la maniobra sale mal (“Ha sido ETA”), pero pese a eso se puede seguir enrocado durante el resto de la partida (hay quien hoy todavía afirma la autoría no islámica del atentado del 11 M en Madrid). Lo triste es que, la mayoría de las veces, la maniobra tiene réditos positivos para quien la realiza (así lo demuestra la última encuesta del CIS en Valencia). No importa la realidad sino lo que se cuenta.

Naturalmente el PP no es el único practicante del enroque político. El PSOE (“No hay crisis”, “No llegaremos a los 4 millones de parados”) también lo han intentado. Pero, recién llegados a la práctica del enroque, aún no han aprendido a cerrar filas cuando la realidad evidencia sus mentiras y les suele salir el tiro por la culata perdiendo muchas piezas en cada partida.

Esta semana he asistido, estupefacto, a un nuevo tipo de enroque: el enroque futbolístico. Tras la semifinal de Champions League entre el FC Barcelona y el R Madrid vimos el lamentable espectáculo de los perdedores repitiendo – como si de un mantra con virtudes terapéuticas se tratara – los mismos argumentos expresados con guiones aprendidos y utilizando, una y otra vez, las mismas palabras. El enroque alrededor de una mentira – que se pretende que por repetición alcance la categoría de verdad – tiene la máxima expresión en las grises comparecencias ante la prensa del segundo entrenador del equipo que perdió la eliminatoria. “Lo ha visto todo el mundo” fue su principal argumento.

Al día siguiente repasé la prensa internacional que, como suponía, vio el mismo partido que yo, un partido distinto al que vendía el segundo blanco. Si, todo el mundo lo vio, pero vio una cosa distinta a la que tu quieres vender. Pese a eso, jugadores, seguidores y directivos siguen enrocados.

El enroque basado en una mentira evidente sólo puede tener un valor de redención ante los fieles seguidores que, pese a las evidencias, cierran filas en torno a sus líderes. Entiendo que se utilice, aunque me disguste y me asuste un poco. En general, todos tendríamos que ser mucho más críticos con lo que nos cuentan. Sólo así seremos capaces de vencer la resistencia que supone un enroque tramposo.

12 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de julio de 2010


Y el gol, a falta de pocos minutos para que acabara el partido, entró y la Selección Española de Fútbol se proclamó Campeona del Mundo. No era la primera vez que le veía ganar la final de un Mundial. De pequeño le vi ganar numerosos mundiales de subbuteo y no pocos de chapas. Después, ese andar por el suelo fue substituido por una silla y los jugadores de plástico por el teclado de un ordenador o por el mando de una consola, pero esa Selección Española seguía ganando título tras título.
En la vida real, no obstante, el triunfo era sólo un sueño lejano. Un logro remoto que sólo estaba al alcance de algunos – y nosotros no éramos nunca los elegidos -.

El primer mundial que recuerdo es el del 78. De la participación de la Selección sólo recuerdo el partido en el que Cardeñosa pasó a la historia – aunque quizá es un recuerdo inducido pese a que incluso creo recordar donde vi el partido –. Y llegó el 82. España era el anfitrión, íbamos a ganar y en la segunda fase nos fuimos a la calle. En el 86, con Miguel Muñoz en la banqueta y tras el 5-1 a Dinamarca creí por primera vez en el sueño, pero la realidad – en forma de injustos penaltis - se impuso. Las Selecciones de Suárez (1990), Clemente (1994 y 1998), Camacho (2002) y Luís Aragonés(2006) tampoco consiguieron nada bueno, se interpusieron – además de las carencias propias – Yugoslavia, la Italia de Tassoti y su encontronazo con la nariz de Luis Enrique, la peor actuación de la historia, un arbitro caserillo y la Francia de Zidane.

Y en el 2010 parecía que los elegidos para la gloria eran los de siempre... y encima perdimos el primer partido... pero la selección que mejor juega al fútbol – pese a que no ha podido demostrarlo en el Mundial – se ha hecho con el campeonato con las dosis adecuadas de talento, suerte, buen juego, esa furia española que antes esgrimíamos como único argumento y que ahora sólo aparece cuando se necesita, entrega, sacrificio, concentración, preparación y fútbol. Y el sueño se ha hecho realidad. ¡Campeones! Enhorabuena a todos los que, como yo, ayer disfrutaron con la victoria.

11 julio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 11 de julio de 2010


Cientos de miles de catalanes salen a la calle para demostrar su descontento. Aunque algunos así lo quieran hacer creer, no todos piensan lo mismo ni tienen las mismas ideas. Todos, eso si, creen que Catalunya es una nación y no están contentos con la sentencia del tribunal constitucional (las minúsculas son una pequeña declaración de intenciones y no un error ortográfico, que también podría serlo). Unos quieren la independencia, a otros el actual estatus les está bien pero piden respeto, otros quieren dejar de jugar con cartas marcadas, muchos sólo están muy cansados... miles de personas, miles de pequeñas y grandes reivindicaciones, miles de historias, sueños, esperanzas e ilusiones, rabia contenida, alegría por vivir un momento histórico, sentimiento de unidad...
Durante la manifestación, los mismos políticos que no han sabido gestionar la situación a la que hemos llegado, se atribuyen meritos, interpretan sensibilidades haciéndolas suyas y demuestran una vez más que no han entendido nada. Al día siguiente, políticos contrarios al Estatut, en una muestra más de su falta de responsabilidad y de respeto, ridiculizan, faltan al respeto y la verdad minimizando la importancia de la manifestación de ayer y sacando conclusiones partidistas.
Ayer, en la calle, se expresó el pueblo que quería hablar libremente (también estaban los políticos pero muy a su pesar ayer no eran los protagonistas, aunque los medios de comunicación sigan dándoles una presencia mayor que la que merecen). El grito está ahí para quien lo quiera recoger (aunque ellos, me temo que no voy a equivocarme, lo único que quieren recoger de todos nosotros son nuestros votos y el dinero y el poder que cada uno de ellos llevan implícito).

Y hoy - es difícil no mezclar las cosas, pero hay que evitarlo a toda costa – mi selección, la Española, juega por fin la final del Mundial. Es la selección con la que he sufrido decepciones y alegrías durante toda mi vida (más de las primeras): la del error de Cardeñosa contra Brasil, la del Maltazo, la de la nariz rota de Luis Enrique por el codazo de Tassoti, la de la medalla olímpica en Barcelona’92, la de los sobacos sudados de Camacho, la de la Eurocopa del 2008... y además esta es mi selección más que nunca: juego bonito, muchos jugadores del Barça y muchos catalanes... sea cual sea el resultado, seguro que será una gran final y espero que España gane el Mundial, un sueño que hasta hace poco parecía inalcanzable.
Y el que, tras el partido, mezcle política y fútbol (los habrá de los dos bandos pero, dependiendo del resultado, hincharán más el pecho los unos o los otros), son unos descerebrados que dan al deporte el uso contrario al que deberían dar.

Y después de este largo manifiesto – lo siento, cada vez salen más extensos – sólo queda contaros que durante todo el fin de semana, he estado acompañando a María José en el Mercat de Moda Jove de L’Hospitalet, que hoy vienen amigos a ver el partido (unos irán con España, otros con Holanda y alguno tiene el corazón dividido) y a disfrutar del fútbol y que este diario en el que explico una pequeña parte de mi vida hoy cumple 7 años. Voy a preparar el proyector, el barril de cerveza y las patatas que ya falta poco. A partir de mañana toca Tour.

17 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de mayo de 2010


La gente normal no hace estas cosas. La gente normal va a comer con los amigos y, después, hace un partidillo de fútbol, una larga tertulia o una siesta a la sombra de un pino. Nosotros, cada vez lo tengo más claro, no somos gente normal. El sábado, después de una agradable comida con Yoli y Rafa en el Diversus (Ctra. Santa Creu de Calafell, 73. Sant Boi de Llobregat), y como actividad post-comida, fui sometido a una limpieza dental. Por suerte mi nivel de anestesia tras la comida era importante y no me enteré de mucho (las manos de Yoli también tuvieron algo que ver en ello).

El domingo fue un día de noticias. Por la mañana la alcaldía de Barcelona cerró en falso el fiasco de la consulta de la Diagonal con la dimisión de Carles Martí (primer teniente de Alcalde y, por lo tanto, segundo de Jordi Hereu en el Ayuntamiento). La dimisión servirá para explicar que es una “cabeza de turco” pero para nada más. Desde la alcaldía de Barcelona siguen sin entender que los gestos vacíos, aquellos que – faltos de sinceridad – sólo buscan un efecto propagandístico, quizá engañen a todos durante un tiempo o a unos pocos para siempre... pero no engañan a todos para siempre. Por creer eso están en esta situación tan incómoda, y hasta que no rectifiquen seguirán cayendo una y otra vez en el mismo error. Y no es un mal único de la alcaldía de Barcelona ni del partido que dirige el gobierno municipal de esa ciudad.

Y después de una tarde de nervios llegó la hora del partido que decidía una liga. Y ganó el mejor, el fútbol, el que más lo había merecido y el que, por suerte, es mi equipo. Cualquier otro resultado hubiera sido injusto, cualquier otro resultado parecía imposible... pero el fútbol no siempre es justo. Ayer el Barça volvió a proclamarse campeón de la Liga Española y ha sido su máximo rival, el Real Madrid, el que ha hecho más grande la victoria, y lo ha hecho con goles y con una persecución implacable que ha hecho más dulce el triunfo final.

29 mayo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 29 de mayo de 2009


Miércoles. Vuelvo a casa una hora antes y, por el camino, me cruzo con muchísima gente vestida con la camiseta del Barça. Todos van a disfrutar de lo mismo - hoy es un día especial y nadie se lo quiere perder – pero van en todas las direcciones: hacia bares, casas de amigos, pantallas gigantes o fiestas populares.
Cuando llego a casa, Jordi P ya está delante de la pantalla y el partido a punto de empezar. María José nos deja en el horno las pizzas que nos ha preparado y se va con Mariona a cenar sin fútbol en el japonés mientras nosotros empezamos a disfrutar de una nueva exhibición de este equipo inmenso que se ha convertido en el mejor del mundo. Esto es fútbol, y que sea por mucho tiempo.

Tras el partido toca disfrutar del momento y reflexionar sobre todo lo que hemos vivido – y disfrutado – este año. Lo hacemos devorando programas deportivos hasta que salimos a hacer una cerveza en un bar cercano.

Jueves. Resaca. De triunfo deportivo de mi equipo y cabezona por la cerveza ingerida ( por la que hicimos en el bar... y todas las anteriores).
Por la tarde empieza el Primavera Sound. Veracruz, Cuzo, La Bien Querida, Spectrum, The Vaselines, Lightning Bolt, Joe Crepúsculo y Los Destructores, Yo la Tengo... pese a que lo paso bien tengo que trabajar y no disfruto de ningún concierto entero. Mañana por la noche me desquitaré.

La bien querida, RomanceroComo el concierto de La Bien Querida ha sido algo decepcionante (ha tenido que luchar contra una sonorización deficiente y con problemas en los monitores), me desquito pasándome por el Stand de Elefant Records y regalándome “Romancero”. El disco si que suena maravillosamente y pone banda sonora a esta mañana.

Hoy, por fin, es viernes. Hay que disfrutar de los tres días de fiesta que tenemos por delante.

07 mayo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 07 de mayo de 2009


Un mal día en Levi Pants, uno más. Quizás era yo el que tengo un mal día, pero al sonar la sirena que marca el final de la jornada tengo las baterías totalmente descargadas.

En casa todo se arregla. Sonrisas, abrazos y una cena tranquila empiezan a hacer el milagro. Después escucho la retransmisión del partido del Barça, la cosa no pinta bien, pero al final – perdida ya la esperanza – llega el gol de Iniesta y la explosión de alegría es inmensa.

El equipo que ha confeccionado Guardiola es único. Su juego es de ensueño – casi siempre – y su posición actual en las tres competiciones a las que aspira apunta a títulos (en plural, su fútbol se lo ha merecido). Lo que le faltaba a este gran equipo era la dosis de épica que ayer, en Stamford Bridge, jugando con diez jugadores y con un gol en el tiempo de descuento, alcanzó. Ahora sólo faltan los títulos y disfrutarlos. Espero poder contarlo en breve.

Los mirlos, en el patio de Graceland, siguen creciendo a un ritmo increíble. No queremos asustarlos con lo que hacer fotos es, en ocasiones, difícil. Este es el aspecto que tenían ayer.

los mirlos del patio, otra vez durmiendo