28 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 28 de mayo de 2010

CRÓNICAS PRIMAVERALES I


Primavera Sound 2010

Llego al recinto del Fórum poco antes de que empiece el primer concierto. Hace sol. Aún no ha empezado la música y el recinto ya está mucho más animado que en otros años. El ambiente es variado, extranjeros despistados – la mayoría – e incondicionales del Primavera que no quieren perderse el arranque. Bolígrafo en mano es el momento de marcar los conciertos deseados, ver incompatibilidades y empezar a tomar trascendentales decisiones. También hay tiempo para un primer paseo de localización, para hacerse con los tickets de bebidas y para empezar a usarlos.

Cerveza en mano disfruto del primer concierto del Festival. Los locales Biscuit tienen el honor de hacer el saque inicial con su garaje poderoso. Hacía tiempo que les había perdido la pista – tengo su primer disco – y me sorprende la energía que despliegan. El Primavera Sound 2010 ha empezado, tenía muchas ganas.

Biscuit en el Primavera Sound 2010

Primer paseo hasta los escenarios más alejados. El concierto de Emilio José se retrasa – cosa rarísima en el Primavera – con lo que decido cambiar de escenario. Alado Sincera tocan junto al mar. Sol, brisa y una buena actuación. Nuevo cambio de escenario, me encuentro con Jordi P y vemos un poco del concierto de Bis, unos temas de Surfer Blood y otro poquito de The Wave Pictures. Nos encontramos con Jordi R y Nuria que me recomiendan Titus Andrónicus. Su rock gamberro es mi primera sorpresa grata del Festival.

The XX en el Primavera Sound 2010

Bajo las primeras gotas de lluvia – seguirá lloviznando durante toda la noche sin llegar a ser molesta – vemos a The XX. Una puesta en escena sobria pero efectista acompaña a su música. Y, tras disfrutar de las nuevas generaciones, es el momento de reencontrarse con el pasado. Superchunk tienen un directo devastador, Tortoise son una máquina de precisión llena de buena música y por fin puedo disfrutar de Pavement que ofrecen un muy buen concierto. Pero son muchas horas, yo soy mayor y estoy muy cansado. Es hora de iniciar el largo regreso a casa. La primera jornada del Primavera Sound, con muchísima más gente que en otras ediciones, ha sido genial. Mañana más.

Pavement en el Primavera Sound 2010

27 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 27 de mayo de 2010

Hoy empieza el Primavera Sound, espero que todo funcione mejor que ayer. Ayer, en Apolo, showcase del sello Wichita presentando a Peggy Sue, First Aid Kid y Los Campesinos. Había quedado con Jordi R. en el bar de la esquina pero al salir del metro me encontré con una fenomenal cola y no tuve más remedio que olvidarme de la cervecita y empezar a esperar. Casi dos horas después, sin concierto, harto de esperar y agradecido a los lateros por su no siempre bien considerada labor, conseguíamos nuestra pulsera de acreditación pero llegábamos tarde para entrar al concierto de Los Campesinos. Durante la espera se nos ha añadido Javi y, pese a la indignación por la deficiente organización que nos ha dejado dos horas en la calle, no lo hemos pasado mal.


Y la recomendación de hoy es “Por qué he matado a Pierre” de Alfred y Olivier Ka, un cómic autobiográfico de Olivier Ka dibujado por Alfred. Al igual que el “Epiléptico” que os recomendaba hace unos días, “Por qué he matado a Pierre” es un cómic sincero en el que los momentos tiernos se mezclan con otros tremendamente duros. Un ejercicio de introspección con el que el autor bucea en sus memorias para desnudarse y contarnos un momento de su infancia que le marcó para siempre. Una buena historia, bien contada y muy bien dibujada por Alfred que sabe ponerle imágenes a la historia de Olivier Ka.

25 mayo 2010

“...Mi casa no sabe que aún nos queremos,
mi casa se queja, te echa de menos,
si no estas en casa, se escucha un lamento,
mi casa se queja no aguanta el silencio...”
Marc Parrot. Mi Casa. Rompecabezas


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 25 de mayo de 2010


María José se ha ido un par de días a Castellón. Llego a casa y se que hoy no podré disfrutar de ninguna de las rutinas que hacen genial compartir la vida con ella.

Cada vez que Randy, el hermano de Earl, tiene un desengaño amoroso, intenta recomponer su corazón escuchando compulsivamente “Time after time” de Cyndi Lauper. Hoy no puedo evitar que en mi cabeza suene una y otra vez Mi Casa de Marc Parrot.

Para evitarlo, tendré que llenar el espacio que María José ha dejado en casa con un poco de música. Hoy, en la larga preparación que me ha de llevar al Primavera Sound en plena forma, toca repasar la discografía de Pavement. Nunca pude verles en directo y espero disfrutarlos y reírme mucho– aunque sea con diez años de retraso – el próximo jueves.

Escucho Wowee Zowee y, entre tema y tema, me llega el sonido lejano de la feria de atracciones que están acabando de montar en el parque que hay cerca de casa. Música con sabor viejuno que tiene aire de vacaciones y que llega cargada de sabor a verano, a fritanga y a noches de expectativas no siempre cumplidas. Y pese a que esa música, mezclada con el sonido de las primeras atracciones y de pruebas varias de sonido, tiene un agradable regusto nostálgico, sigo prefiriendo las canciones siempre sorprendentes de Pavement.

Y aunque he puesto enlaces al myspace de Pavement y a Mi Casa de Marc Parrot, también os añado a Cyndi Lauper cantando "Time after time". Aquí lo tienes, Randy, por si un día lo vuelves a necesitar.

24 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de mayo de 2010


Esta mañana, sin cometer la locura de levantarnos a las 5:00 de la mañana (¿sabe todo el mundo que hay una cosa que se llama video y que sirve para grabar un programa de la tele y verlo a una hora decente?), hemos visto el final de Lost. perdidos
Y me ha gustado y, a medida que pasa el tiempo – tiempo que va acompañado de cierta reflexión -, me va gustando más lo que me han ofrecido. No hay respuestas a todos los interrogantes, hay cabos sueltos que nunca sabremos donde nos llevan, personajes cuyo destino no nos será revelado, números cuyo misterio se ha revelado como una distracción, hay tramas que parecían importantes y se quedaron en el camino... pero en el camino, he disfrutado. Han sido seis temporadas llenas de grandes momentos, de personajes bien construidos y de guiones llenos de sorpresas, emociones y piezas de puzzle que encajan descubriendo una nueva realidad. No importa que al final me hayan sobrado piezas, he disfrutado con Lost y me ha ocupado fines de semana enteros, me ha proporcionado conversaciones con amigos, teorías de todos los colores y lecturas... una buena serie cuyo final no me ha decepcionado. Si que lo ha hecho la patética emisión de Cuatro. Se han saltado seis minutos que un día me gustaría ver y la han cagado con los subtítulos durante un buen rato. Nadie es perfecto.

Pero no todo en la vida es Lost. Este largo fin de semana – hoy es fiesta en Barcelona – nos ha regalado desayunos en el patio de Graceland, mañanas de sol, siestas, una barbacoa con Mariona en casa y una cena con mi padre, mis tíos y Anna en el Marc’s.

Epiléptico, david bTambién he aprovechado para leer “Epiléptico. La Ascensión del Gran Mal” de David B. “Epiléptico” es una gran novela gráfica. Autobiográfica, dura, sincera, excelentemente dibujada y, como todas las grandes novelas, con más de una lectura. Poco a poco voy recuperando los clásicos contemporáneos que, por una u otra razón, no había tenido la oportunidad de leer. Y es una suerte encontrarse con una obra como esta.

Ahora toca salir a la calle para disfrutar de este lunes diferente y soleado.

21 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de mayo de 2010


Pongo Primavera Sound radio – siempre es necesario ambientarse para hacer este tipo de arduas tareas - y, horario en mano, intento trazar mi recorrido ideal por los diversos escenarios del Primavera Sound. Rápidamente me doy cuenta de dos cosas fundamentales: no podré verlo todo y, sobretodo, no llegaré a todos los objetivos que me marque. Porque, sinceridad ante todo, los conciertos que empiezan más allá de las 3:00 de la mañana son, para mí, una utopía (nota: he puesto las tres de la mañana por no marcar una hora más temprana y, por lo tanto, más vergonzante... pero seguramente mis fuerzas me abandonarán mucho antes de la hora estigmatizada como límite).
Llevo un rato estudiando las muchas posibilidades y, a parte de guardar un salvaje resentimiento hacia la tipa que pone su voz a las cuñas que intercalan entre canciones (quizá no sea culpa suya pero, ante la abusiva repetición de cuñas, he pasado, de la crítica irónica, a la despiadada ridiculización), empiezo a vislumbrar un recorrido coherente.
Si todo va bien no podré ver a Grizzly Bear (me hubiera encantado), ni a So Cow (me lo pasé muy bien en su concierto del Primavera Club del año pasado), ni a Klaus & Kinski (pero tocan en mi pueblo el mes que viene), ni a Mission of Burma, ni a Polvo, ni a Mujeres... y tendré que escoger entre ver el final de The New Pornographers o ver a Low interpretando “The Great Destroyer”... pero el resto de conciertos que quería ver – más de 25 – tengo la oportunidad de disfrutarlos... ahora sólo queda esperar que las fuerzas lleguen.

Queda menos de una semana, hoy es viernes y apetece disfrutar de la primavera.

19 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 19 de mayo de 2010


A veces, uno empieza a escribir y se olvida lo que quería contar. Ayer quería hablaros del libro que acabo de leer y por eso empecé con una cita de él. También quería hablaros de un disco, pero empecé a divagar y, al final, no hablé de nada de lo que me había propuesto.
damien jurado,saint barttlet
Empiezo por el disco. Saint Bartlett
Hoy seré breve y me ceñiré a los temas de los que quería hablaros. es el nuevo disco de Damien Jurado y, defraudando mis espectativas, no es un nuevo chute de ponzoña – de la buena, entiéndase - introspectiva sino una explosión de luz que nos muestra un nuevo Damien Jurado. Saint Bartlett no tiene nada que ver con su anterior trabajo, la oscuridad se aleja para dar paso a un pop brillante que confirma a Jurado como uno de los cantautores norteamericanos más interesantes del actual panorama.

cormac mccarthy,todos los hermosos caballosY el libro es “Todos los hermosos caballos”, primera parte de la trilogía de la frontera de Cormac McCarthy. El libro narra un viaje de iniciación, la aventura de John Grady Cole, un joven americano que, en una huída hacia ningún sitio, viaja al norte de México a finales de los años 40 para encontrarse con un mundo que desaparece y a él mismo. La prosa de McCarthy es más rica de lo que una primera impresión proyecta. No sobra nada en ella, no hay trucos ni efectistas recursos, pero tampoco falta nada. Mc Carthy se limita a narrar una historia y lo hace magistralmente. Me ha gustado mucho, buscaré “En la Frontera” y “Ciudades de la llanura”.

18 mayo 2010

“El vio con claridad que toda su vida conducía a este único momento y todo lo posterior no conducía a ninguna parte. Se sintió penetrado por algo frío y sin alma, como otro ser, e imaginó que sonreía malignamente y no tenía razones para creer que se marcharía alguna vez”
Cormac McCarthy. Todos los hermosos caballos


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 18 de mayo de 2010


En el reparto tácito que María José y yo hicimos al tomar posesión de Graceland, me tocó una pequeña mesa (lo de pequeña, he de reconocerlo, es una imagen literaria que poco tiene que ver con la realidad) en la parte más profunda y alejada de la superficie (a veces es difícil sustraerse a las imágenes literarias). Cuando desaparecieron las cajas de la mudanza, el espacio que rodeaba a la mesa se fue llenando de estanterías y estas de libros, discos, cómics, maquinas variadas y otros objetos que tienen como misión rescatarme del aburrimiento.

Es en esta mesa, iluminado por un pequeño flexo que Albert nos regaló hace casi 15 años, donde me siento a escribir, donde navego, donde suelo escuchar música, donde hago planes. Encima de la mesa – y de la mesa supletoria que a los pocos días le creció por necesidad y de la mesa redonda que tenía un futuro más prometedor pero que nunca vio cumplidos sus sueños – se acumulan objetos, papeles, libros, discos... reclamando mi atención. El caos está a un paso de devorarme y, como sé que en algún momento, este monumento al desorden desaparecerá sin dejar rastro he decidido hacer un inventario tan inútil como prescindible.

Un ordenador portátil (lo de portátil es un decir ya que está permanentemente anclado en este sotano), el libro que acabo de leer (Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy) esperando a que hable – muy bien – de él en este diario, una hoja con las tareas pendientes que se rescribe día a día hasta que desaparecerá uno de estos días dando paso a una nueva lista, el libro que hoy he empezado a leer (Contes de John Cheever), dos pendrives (uno de ellos, labioforme, regalo de una marca de güisqui), un cómic que he cogido hoy en la biblioteca del barrio (Epiléptico, La Ascensión del Gran Mal de David B.), mi vieja agenda (un regalo de María José que me gusta tener siempre cerca), un mapa de mi ciudad, una taza que compramos en Euro Disney llena de bolígrafos (y una lupa, dos abrecartas de naranjito y del Mundial del 82, un calidoscopio y una varita mágica), una pequeña libreta donde anoto cosas importantes y otras que no lo son tanto, un viejo teléfono que nunca ha funcionado demasiado bien (y que me gusta conservar por motivos estéticos), treinta y tres cuartillas a medio escribir con pistas para futuros posts en el blog que escribo sobre mi ciudad, un bloc de dibujo que me dejó María José para un proyecto que se aparcó el mismo día que arrancó y que espero que un día vuelva a aparecer en mi horizonte, la goma y el lápiz que acompañan al bloc, el programa del cine en versión original (hoy hacen Los Condenados de Isaki Lacuesta pero estoy algo resfriado y prefiero quedarme en casa para ver un poco de televisión), la cámara de fotos, el Rockdelux de este mes (el 284 para amantes de los datos inútiles), un pequeño bloc que ya rodaba en nuestra anterior casa, la flauta que un día quiero aprender a tocar, los libros de inglés, el rollo de celo en el portacelos, un libro que debería haber leído ya (British and American Short Stories), el Culturas 412, el viejo ordenador que espera su reconversión en el nuevo corazón de una recreativa, dos bandejas llenas de papeles variados que seguirán adquiriendo polvo durante un tiempo, un carrete de fotos que no sé si revelaré algún día, una bandeja con objetos variados (unos cascos con auricular, gafas, tarjetas variadas, cables, un cd con miles de juegos de Spectrum ...), cinco discos (Surfing Sirles, Momentos 2009 volumen 3, Wichita loves Rockdelux, un sampler del sello Spark y Rufus Wainwright), una hucha recientemente saqueada, un diccionario ingles rodeado por varios libros imprescindibles, siete cuartillas con listas variadas (de descargas de series, de libros...), dos bandejas verticales llenas de papeles (algunos de ellos llevan aquí mas tiempo que yo), una revista publicitaria de mi ciudad (bastante mala), un disco duro lleno de música y recuerdos, una impresora, un ordenador que está haciendo cosas ilegales, cajas con cosas variadas (creo que en una hay facturas y tiquets y en las otras dos quien sabe), un libro de recetas, un librito – editado por el Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat – con los restaurantes de mi ciudad, el globo terráqueo que me regalaron Olivia y Roberto, un montón de revistas (con 4 Babelia a medio leer, tres Cultura/s – el 409, 406 y el 405 -, dos Rockdelux – uno de ellos el especial 25 aniversario – y dos Historia), un cómic (el Serie B de los Deamo Bros), un libro que necesito algo de tiempo y calma para leer (Extremely loud & Incredibly Close de Jonathan Safran Foer) y una tele que me da la espalda.

Y todo esto es lo que está a la vista, el contenido de los 16 cajones que me rodean daría para unos cuantos listados como este. Pero por hoy ya os he aburrido lo suficiente con el caos que me rodea. No ha servido para ordenar nada, pero me lo he pasado bien.

17 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de mayo de 2010


La gente normal no hace estas cosas. La gente normal va a comer con los amigos y, después, hace un partidillo de fútbol, una larga tertulia o una siesta a la sombra de un pino. Nosotros, cada vez lo tengo más claro, no somos gente normal. El sábado, después de una agradable comida con Yoli y Rafa en el Diversus (Ctra. Santa Creu de Calafell, 73. Sant Boi de Llobregat), y como actividad post-comida, fui sometido a una limpieza dental. Por suerte mi nivel de anestesia tras la comida era importante y no me enteré de mucho (las manos de Yoli también tuvieron algo que ver en ello).

El domingo fue un día de noticias. Por la mañana la alcaldía de Barcelona cerró en falso el fiasco de la consulta de la Diagonal con la dimisión de Carles Martí (primer teniente de Alcalde y, por lo tanto, segundo de Jordi Hereu en el Ayuntamiento). La dimisión servirá para explicar que es una “cabeza de turco” pero para nada más. Desde la alcaldía de Barcelona siguen sin entender que los gestos vacíos, aquellos que – faltos de sinceridad – sólo buscan un efecto propagandístico, quizá engañen a todos durante un tiempo o a unos pocos para siempre... pero no engañan a todos para siempre. Por creer eso están en esta situación tan incómoda, y hasta que no rectifiquen seguirán cayendo una y otra vez en el mismo error. Y no es un mal único de la alcaldía de Barcelona ni del partido que dirige el gobierno municipal de esa ciudad.

Y después de una tarde de nervios llegó la hora del partido que decidía una liga. Y ganó el mejor, el fútbol, el que más lo había merecido y el que, por suerte, es mi equipo. Cualquier otro resultado hubiera sido injusto, cualquier otro resultado parecía imposible... pero el fútbol no siempre es justo. Ayer el Barça volvió a proclamarse campeón de la Liga Española y ha sido su máximo rival, el Real Madrid, el que ha hecho más grande la victoria, y lo ha hecho con goles y con una persecución implacable que ha hecho más dulce el triunfo final.

14 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de mayo de 2010


El sol, esquivo, sigue sin querer regalarnos una primavera de terrazas. Aprovecho para hacer reuniones de futuros trabajos, visitas a exposiciones, nuevos cursillos de dudosa utilidad y visionados enfermizos de series.

Las nuevas series que ocupan nuestro tiempo son Flash Forward (que parte de una muy buena idea, que me da miedo que alarguen como un chicle) y la imprescindible Generation Kill.Generation Kill
Generation Kill es la mejor serie bélica que jamás he visto. A medio camino entre la serie dramática y el documental, Generation Kill está basada en un libro del periodista Evan Wright, que acompañó a los marines en la guerra de Irak. La serie ha sido adaptada por Daniel Simon (The Wire) y Ed Burns. El día a día de una unidad de reconocimiento nos muestra el lado más crudo de la guerra. En Generation Kill no encontrarás acciones heroicas y tampoco hay una lucha maniquea entre los malos – un enemigo que apenas aparece – y los buenos a los que la cinematografía nos tiene acostumbrados. La galería de personajes – llena de héroes y villanos, de locos y cuerdos, de mediocres y profesionales – es un reflejo de cualquier grupo humano y está retratada con un realismo que duele. El hartazgo de una guerra inútil les llega a todos los protagonistas a la vez que al espectador. El resultado son siete capítulos – es una serie corta – que dejan un regusto deliciosamente agrio. Una de las mejores series que he tenido la suerte de ver.

También he aprovechado para ver, en la Pedrera, la exposición “Fortuny, el alquimista de Venecia”. Lo mejor, dos cuadros de Mariano Fortuny Marsal, padre de Mariano Fortuny Madrazo al que está dedicada la exposición, y la visión general que da de un personaje polifacético que destacó sobretodo como diseñador pero que también destacó en campos tan diferentes como la iluminación, la ingeniería textil, el teatro o la fotografía. Curiosa.

Y, además, hoy es viernes.

12 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de mayo de 2010


Mi amigo Norberto se había montado un plan genial. Visita a Barcelona desde Alemania, cena con amigos en “Sean Connery”, compras, concierto de Alejandro Sanz (esta parte no la envidio e incluso le compadezco por tener que verlo y por ser reincidente)... pero las excreciones de un volcán islandés se lo han impedido.

Su pequeña desgracia me dejó sin plan para la noche del martes y recurrí al cine más cercano donde ayer proyectaban “Arropiero, el vagabundo de la muerte” de Carles Balagué. La película reconstruye la vida de Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, el mayor asesino en serie de la historia de España. Más que la inmersión en la vida de el Arropiero – caótica, desgraciada, marginal... lo que sorprende del film de Balagué es el trato que la justicia y las autoridades (desde que fue capturado en 1971 hasta su muerte en 1998) dieron a su caso. El olvido como manera de solucionar un problema que no fueron capaces o no quisieron afrontar. La película me gusta mucho pese a que no entiendo su proyección en pantalla grande ya que no le añade nada positivo. Una buen documental para ver en casa.

Lo que también se merece un documental es la consulta popular que el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado sobre la reforma de la Diagonal. El caso se estudiará en las escuelas de estrategia política como un ejemplo de lo que no debe hacerse jamás. El cursillo podría llamarse “El tiro por la culata o elogio de la estulticia”.

Alguien – un genio que gana mucho dinero, probablemente a costa del erario público – decidió que una votación popular sobre la reforma de la Diagonal sería una grandiosa campaña de imagen para un alcalde que necesitaba un último empujón para hacer lo que siempre, desde que hay democracia, han hecho los alcaldes socialistas en Barcelona: ganar. Lo primero que decidieron los responsables del desaguisado es adaptar las normas democráticas para conseguir así un seguimiento mayor y asegurar el éxito de la campaña. Así dejaron votar a partir de los 16 años, dejaron votar a los inmigrantes (con la única condición de haberse empadronado en la ciudad del día 1 de enero), aumentaron los días hábiles para la consulta (de uno que es lo que marca la ley, a una semana que es lo que les ha parecido bien a los pensantes que lo han decidido), organizaron un chapucero sistema informático con un coste astronómico, indicaron que opción es la que se apoyaba desde la institución (y por lo tanto marcaban el camino a sus votantes) y permitieron con un control deficiente que cualquiera pudiera votar en nombre de otros (con los datos que hoy en día constan en cualquier archivo puedes identificarte como quien no eres y votar online). La guinda la puso el lunes el alcalde de Barcelona Jordi Hereu. Hereu, recordemos que la campaña se ha hecho para empujarle en su reelección, quiso ser el primero en votar. El sistema falló y – mal aconsejado por su peor enemigo – el alcalde hizo ver que todo iba perfectamente y que su voto ya había sido emitido (versión que desde el Ayuntamiento se ha defendido hasta hoy), es decir, el Alcalde de Barcelona mintió al ciudadano para hacerse la foto. Quien le garantiza ahora a ese mismo ciudadano, al que Hereu mintió, que su voto va a servir para algo, que la opción que salga elegida será la aplicada, que no es todo una gran patraña. A veces, sólo a veces, me gustaría vivir en uno de esos países en los que la gente dimite por mucho menos. Además parece ser que los votantes, cabreados por ser tratados con semejante falta de respeto, están optando por dar la espalda al consistorio y están decantándose por la opción que se opone a las reformas proyectadas por el Ayuntamiento. Y es que cuando uno no limpia su arma – aunque sea una arma democrática – se arriesga a que el tiro le salga por la culata.

10 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 10 de mayo de 2010


Vivo en un extraño limbo que, sólo los fines de semana, se asemeja a la vida que llevaba antes. Periódicos por la mañana, largos desayunos, paseos con Cass y cenas con amigos... nada diferente. Esta semana Iola y David nos prepararon una cena estupenda, regada con abundantes y variadas bebidas alcohólicas. Muchas risas, fútbol de fondo, algo de nervios y – todavía no lo entiendo – ausencia de resaca al día siguiente.

En un momento de máxima exaltación barcelonística y/o amistosa, decidimos ver juntos la final de la Euroliga de Básquet. Después de vegetar durante todo el domingo, montamos el proyector y David me introduce en el prescindible y nada saludable mundo de los rituales supersticiosos. Los rituales, en contra de mis creencias, funcionan y el partido resulta extrañamente plácido. ¡Campions!

07 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 07 de mayo de 2010


Viernes. No llueve. Desayunamos en la cocina y, cuando María José se va a trabajar, cambio la radio por un poco de música y me pongo a escribir y leer rodeado de montones de papel faltos de cariño y atención. Intentaré poner un poco de orden al caos que me rodea.

Empezaré volviendo a la estantería “Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo” de Irvine Welsh que ayer por la noche acabé de leer.
El libro recoge cinco cuentos del autor de Trainspotting. Me gusta mucho como escribe Welsh pero he encontrado “Si te gustó la escuela...” algo irregular. Hay cuentos muy flojos, “Serpientes de cascabel” me parece una broma bien escrita y poco más, lo mismo me ocurre con “Miss Arizona” y, en menor medida, con “Las DOGS de Lincoln Park. Curiosamente, los tres ocurren en Estados Unidos, lejos del terreno que Welsh pisa con fuerza. También el cuento que da título al libro ocurre fuera de Gran Bretaña – concretamente en las Canarias – pero, al estar protagonizado por expatriados británicos, se convierte totalmente en territorio Welsh. Diálogos rápidos cargados de argot y giros coloquiales (que perdemos en la traducción, pero que en las últimas que he leído de Welsh, los traductores – en este caso Federico Corriente – tienen a bien intentar hacer un poco de pedagogía en vez de buscar imposibles analogías – que hubieran traicionado al original - en nuestro idioma), un ritmo envidiable, una nómina de personajes que caminan “on the wild side” pero que están empujados por las mismas fuerzas interiores y exteriores que nos mueven a todos y ese toque incorrecto – y saludable – que Welsh siempre sabe imprimir a sus novelas. “El reino de Fife”, el relato que cierra el libro, más que un cuento, es una pequeña novela con todos estos elementos. Personajes perdidos que intentan buscar su sitio en el mundo, historias sórdidas cotidianas que te hacen sonreír, apenarte o reír a carcajadas, un retrato de la Escocia real... Y es que Escocia, por suerte, es mucho más que unos cuantos castillos y Sean Connery.

Y ahora toca devolver el libro a la estantería e intentar poner un poco de orden mientras el “Closer” de Joy Division pone banda sonora a la mañana.

06 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 06 de mayo de 2010


Tras muchos días de lluvia y una mañana de titánica lucha en contra de un desagüe que regurgita el agua que debería deglutir, un tímido rayo de sol me anima a salir a la calle. Es la luz que, acompañada de buenas noticias me hace resurgir de mis cenizas.

Aprovecho para acercarme al viejo Canódromo Meridiana convertido ahora – por la inclemente y no siempre querida acción del progreso – en un centro dedicado al arte contemporáneo. La última vez que estuve aquí (el 19 de julio de 2005, tener un Diario me permite la precisión en el dato) aún funcionaba como Canódromo. Con Toni asistimos asombrados al espectáculo que entonces se ofrecía. Lo que ahora se ofrece, santificado con el aura purificadora de la cultura, no le llega ni a la suela de los zapatos al festival de rituales, sabores, olores, texturas, sonidos y coreografías que a diario se representaba.



Queda el edificio, un impresionante escenario diseñado por Antonio Bonet que, después de la restauración llevada a cabo por los arquitectos Xavier Monteys y José Maria de Lecea, no ha perdido encanto. Se echan de menos los luminosos, los viejos carteles indicadores, alguna liebre de recuerdo y un par de aquellos jubilados que siempre ocupaban la grada, pero en general el edificio sigue siendo la mejor parte. En el contenido es donde empezamos a patinar. Arranca este espacio con una salida en falso. Uno de los cajones – seguramente impulsado por algún político con ganas de apuntarse el tanto – ha fallado y ha dejado salir antes al galgo. El resultado es una primera exposición precipitada y fallida. Canodrom 00:00:00 es el nombre del primer proyecto de este Centro de Arte Contemporáneo. Bajo este nombre se engloban obras relacionadas con la antigua función del Canódromo, a priori una buena idea lastrada por la precipitación y la falta de una propuesta global que sirva de vehículo para adentrarse en este espacio reconvertido.
Hay algún acierto (como el proyecto Arquitectura Desplazada de Xavier Arenós), pocos proyectos (algunos de ellos muy flojos) y una sensación de dejadez dolorosa en un espacio nuevo (ver a dos extranjeros deambular perdidos por el espacio sin entender nada – los explicativos no están en inglés, los videos no tienen subtítulos – me hicieron querer adoptarlos para devolver un poco de sentido a sus vidas). Lo que si que me gustó mucho es el video del Observatori Nómada (el único guiño a la nostalgia aunque sea documental).

Espero que este tropezón en la salida no les haga perder la carrera. La inauguración de un nuevo espacio dedicado al arte es siempre una buena noticia, pero la precipitación y la falta de propuestas trabajadas no son buenas compañeras de carrera.

La siguiente parada en el periplo artístico que me he trazado hoy es Can Framis, la sede de la colección permanente de la Fundació Vila Casas. La Fundació Vila Casas es una institución de carácter privado que se dedica al fomento del arte contemporáneo catalán.
La colección que se exhibe en Can Framis es parte de la colección privada de Antoni Vila Casas, una muestra impresionante del arte catalán de los últimos 50 años. Pero lo primero que llama la atención es el edificio. El museo de la Fundació Vila Casas se ubica en una antigua fábrica de finales del XVIII (Can Framis). La restauración, dirigida por Jordi Badia, a conservado dos de las antiguas naves industriales y ha sustituido la tercera – que se hallaba en mal estado – por un edificio de nueva planta. El resultado es espectacular (son más de 5800 m2 dedicados al arte).



Pero si el edificio es espectacular, la colección todavía lo es más. Hay de todo: Tàpies, Plensa, Chancho, Zush, Subirachs, Rafols Casamada, una selección de nuevos realistas e hiperrealistas que me hubiera llevado gustosamente a Graceland (encabezada por los hermanos Santilari y con obras de Cisquella, Vilaró, Garcés, Goytisolo,Serra de Rivera...), Vilacasas, Tharrats, Cuixart... hasta el empacho. No sólo hay cantidad, sino que también hay mucha calidad. Desde hoy se ha convertido en un fijo en mis rutas por Barcelona. Hoy he estado totalmente sólo, un placer y una lástima.

En el espai A0, una sala de exposiciones temporales de la misma Fundació Vila Casas, veo una exposición de Guerrero Medina que bajo el nombre “La Retirada. Exilis” recoge pinturas del artista dedicadas al éxodo de los refugiados republicanos tras su derrota en la Guerra Civil. Me gusta, pero el deficiente sonido del video que se proyecta me hace huir del espacio.

Vuelta a casa.

05 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 05 de mayo de 2010


Desde hace unos meses estoy buscando trabajo. En el proceso me he encontrado apoyos inesperados (que espero haber agradecido suficientemente), sorprendentes silencios e inacciones (también inesperados, estoy aprendiendo a llevarlo) y una falta de respuesta general a mis – muchos – envíos de Currículums (incluso a los que habían sido requeridos).

El otro día envíe una petición a la dirección que para ello han dispuesto en la web de una empresa grande (que no una gran empresa como se apresuraron a demostrar). Al día siguiente recibí un mail agradeciendo el interés y pidiéndome que enviara el Currículum a otra dirección de correo por motivos de organización interna. Lo hice inmediatamente y recibí un mensaje de imposibilidad de entrega debido a que el buzón del destinatario estaba lleno. La conclusión es fácil, la dirección a la que fue redirigido mi Currículum es un pozo ciego que no se toman la molestia de abrir jamás (ni siquiera se dignan a vaciarlo para que no huela).

En fin, que sigo buscando y enviando mails a diestro y siniestro (al menos es más ecológico y más económico que la primera vez que busqué trabajo cuando los envíos eran de papel).

03 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 3 de mayo de 2010


El retorno de la lluvia y el invierno, el sufrimiento de gente a la que quiero y la falta de buenas noticias sesgan este comentario hacia el lado oscuro. Pido disculpas si la dosis de bilis que contiene resulta ser excesiva.

Imaginaros que un día, los aficionados a – por ejemplo – Star Trek, deciden enfundarse sus uniformes para pasearse por las calles de su ciudad en una especie de día del orgullo vulcaniano. Vestidos con pijamas de colores suben al transporte público, van a su trabajo o atienden al público en una tienda. Sus hijos van a clase con el uniforme e incluso el abuelo se lo pone cuando acompaña a sus nietos al colegio. A muchos, al imaginaros la situación, os vienen a la mente palabras como “friki” o raro. No pasa lo mismo – y yo no lo veía hasta que María José me hizo caer en ello – cuando el disfraz elegido por adultos y niños para ir por la calle es el de futbolista. En los últimos años hemos asistido al creciente uso cotidiano de los uniformes oficiales de los clubs de fútbol. Lo hemos asumido y lo encontramos normal. Pero no nos engañemos, no lo es o – al menos – no tendría que serlo. Es raro, poco elegante e injustificable desde un punto de vista estético o racional.

María José me deja “Yo, otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez”.
El libro me ha aburrido casi tanto como sus – lamentables – colaboraciones en “Rockdelux”. Siempre me sorprende que un autor capaz de hacer trabajos tan interesantes como “El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre” o la imprescindible “Arros covat” sea también capaz de pergeñar engendros como este. “Yo” es una recopilación de trabajos de Juanjo Sáez y pese a que hay trabajos mejores y peores – a mí su serie para El País me parece una falta de respeto al espectador – hasta aquí me parece incluso necesario. Lo que no me ha gustado es el material inédito, una reflexión sobre su trabajo que –efectivamente, el título me tenía que haber puesto sobre aviso-, me parece egocéntrica, autocomplaciente y con un molesto tono de justificación y resentimiento que la convierten en un artefacto aburrido. Pese a lo negativo de esta crítica, seguiré atento al próximo trabajo de Sáez con la esperanza de que nos traiga otra vez lo mejor del autor.

Y no quería dejarlo hoy sin alguna nota de luz: la cena que nos ofrecieron Jordi P y María el sábado, rodeados de amigos y con sesión de Guitar Hero (soy una auténtica nulidad) nos hizo reír y pasarlo muy bien. También nos lo está haciendo pasar bien “Studio 60” cuya única temporada devoraremos durante los próximos días.

01 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 30 de abril de 2010


En 2009 sólo fui al cine 3 veces. En una semana, y gracias a un Festival que se han inventado en mi pueblo, he visto 5 películas, y me lo he pasado muy bien. Una sala gigante, relativamente poca gente, ambiente familiar (éramos siempre los mismos) y unos toques, que por viejunos, me parecieron encantadores. Os dejo una foto del abono del Festival – que sólo costaba 9 euros – para que entendáis lo que entiendo por viejuno (por cierto, los agujeros los hacían con una perforadora de oficina)



Un hecho triste como es el cierre de la última sala de cine de barrio de la ciudad, ha convertido el multisalas que hay cerca de casa en la sede del Espai VO (que cada semana programa – con bastante buen criterio - una película en versión original). Y eso me asegura buen cine, a buen precio y a un paso de casa. Espero recuperar así una afición que siempre me ha hecho pasar muy buenos ratos. Las propuestas para mayo (“Garbo, l’espia”, “Arropiero, El vagabundo de la muerte”, “Los condenados” y “Las dos vidas de Andrés Rabadán”) así lo auguran.

Y hoy, con María José de vacaciones – aunque sea sólo un día la intención es que lo parezcan - , nos hemos encontrado con Olivia y Roberto en Vilassar. Paseamos por la playa bajo un cielo cambiante que, a falta de estabilidad, nos ha ofrecido entretenimiento. El paseo nos abre el apetito, por suerte tenemos mesa reservada en el Palomares y, como siempre, mucho de lo que hablar. El día se levanta y el sol acompaña los entrantes (boquerones, gambas y sardinas) y la paella que pedimos. Amigos y sensación de vacaciones, pocas cosas son tan reconfortantes.

Siestas, un poco de House y una cena en el Eme seguida del mejor capítulo de la sexta temporada de Lost ("Todo el mundo quiere a Hugo") completan un agradable día de fiesta.

29 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 29 de abril de 2010


Martes. No hay nada como organizarse una jornada de fiesta en un día laborable. Toni y Óscar me recogen en casa y, juntos, vamos al centro del Hospitalet para entregarnos a una mañana de tapas, terracitas y mucho sol. Empezamos en el Celler 1912 con un surtido de banderillas, anchoas, aceitunas y boquerones (regados, no podía ser de otra manera, con una cerveza bien fría) y continuamos en la terraza de Ca les Noies con un carpaccio de Idiazabal con sobrasada y miel y otro plato de boquerones (y un poquito más de cerveza). Pequeña pausa cultural para enseñarles algún rincón bonito de la ciudad y, mientras esperamos que Quim acabe de trabajar, cervecita con bravas (muy flojas) en un restaurante gallego con buena terraza.

Nos encontramos con Quim y, los cuatro, comemos en el 25 Roselles (el menú está muy bien) y rematamos la jugada con un café en una terraza de la plaza del Ayuntamiento. La sensación es de vacaciones.

Aún queda tiempo para más. En el patio de Graceland hablamos un rato con María José y después Toni y yo nos vamos al Tirsa. Un Dry Martini sedante sirve de punto y final para una gran jornada.

Estos últimos días he visto un par de películas que tenía pendientes. En casa, con el proyector, Dogville que me gustó muchísimo y ayer – y dentro de la Primavera Cinematográfica que se celebra en l’Hospitalet – Moon que no está nada mal y que me recordó a las películas de ciencia ficción que ponían en la tele cuando era pequeño.

Y precisamente de ciencia ficción es “Sèrie B” el cómic de los Deamo Bross.
Los Deamo Bross son Raúl y Danide, dos jóvenes autores (Raúl se encarga del guión y Danide de los dibujos) de Hospitalet. Superordenadores que se hacen con el poder y abuelas-robot que viajan en el tiempo para salvar el mundo, un funcionario atrapado en un lunes eterno, alienígenas adictos al bitter Kas que invaden cada verano una población de la costa, viajes en el tiempo... pero low cost, pisos que empequeñecen, invasiones de insectos mutantes, guionistas zombies que atacan en Sitges... todo contado con mucho sentido del humor y mucha cultura cinematográfica bien digerida. Hay referencias a “Twilight Zone” - de la que “Sèrie B” podría ser una versión humorística -, a “Terminator”, a “Braindead”, a los filmes de los 50 de ciencia ficción...
El dibujo, reforzado por un acertado uso del bicolor (azul-rojo) que le da un toque “viejuno” de cómic antiguo, también me ha gustado.

26 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de abril de 2010


Han pasado tres días y se acumulan las cosas que explicar. Podría tener ganas de escribir mucho, pero no es el caso. Lo vamos a dejar con un resumen de titulares.

Viernes: Empieza la Primavera Cinematográfica en l’Hospitalet. Voy a ver (500) días juntos. Me divierte. Cena en casa de Eli y Cesc. Pedimos comida china. Cass se queda a dormir. Volvemos a casa. Es raro estar sin Cass.

Sábado. Voy a comprar el periódico. Aún es más raro ir sin Cass. Desayunamos y nos tuneamos para la boda de hoy. Nos encontramos con María y Jordi P. Junto a la iglesia Sandra y Oscar nos dejan su parking. Conozco a Anna y Oscar. Antes de entrar en la iglesia me encuentro a muchos amigos y excompañeros de trabajo. Jordi M y Patri se casan. Lo celebramos en el Mas de Sant Lleí. Aperitivo impresionante al sol. Buena comida. Aparecen unas “duendas” que dan mucho miedo. Toni me ha traído un puro, me lo fumo. Carol y Toni nos regalan un libro que han hecho a cuatro manos. Baile y copas. Más risas. Vuelta a casa, llevamos casi 12 horas de celebración y el camino es largo ya que pasa por casa de mis padres donde recogemos a Cass. Merecido descanso.

Domingo. Periódico. Desayuno. Sol. Patio. Hamaca. Patatas y cerveza. Un arroz muy bueno. Siesta. Vemos Precious. No me gusta. Cena ligera. Acabo El Padre de Blancanieves de Belen Gopegui. Se ha acabado el fin de semana.

He acabado de leer “El Padre de Blancanieves” de Belén Gopegui. Desde que me lo regaló M.Carmen lo tenía pendiente y, pese a que no es un libro fácil, lo he disfrutado mucho. Y aunque requiere cierto esfuerzo, la prosa rica de Gopegui demanda más atención que un best-seller, “El padre de Blancanieves” es un libro necesario. Un libro que pasea por el desierto que separa la novela del ensayo político sin perderse en el camino. Un libro que presenta multitud de puntos de vista y que, tras examinarnos, nos retrata a todos, y nadie sale indemne. Porque precisamente gracias a esos puntos de vista divergentes, podemos ver con los ojos de “el otro”. “El padre de Blancanieves” es un libro que nos hace pensar y reflexionar sobre el mundo en el que vivimos, que nos hace ver como nos engañamos y como nos dejamos engañar. Me ha gustado mucho, gracias por regalármelo.

23 abril 2010

“El molt carallot em va dir “si arribo a saber que eres verge aguanto més” i jo li vaig respondre “si sé que aguantes més em trec els pantys, imbècil””
Frase en la portada de “Els Surfing Sirles neden en l’ambulància”


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 23 de abril de 2010


Hoy toca la clásica entrada caótica que no lleva a ningún sitio y que, a falta de algo mejor, ofrece un variadito de tapas para que nadie se quede con hambre. Hoy, que en Catalunya celebramos Sant Jordi, podría hablar de libros... pero hablaré de arte (muy poco), de música (un poco más) y de televisión (hace días que lo tengo pendiente y siempre me olvido).

Empiezo con el arte. En el Espai VolArt de la Fundació Vila Casas (Ausiàs Marc, 22 Barcelona) están haciendo actualmente dos exposiciones. Bajo el título genérico de “Els Vila” recogen la obra de cuatro generaciones de una saga de pintores: Vila Cinca, Vila Arrufat, Vila Grau y Vila Delclòs. Curiosa y poco más. La otra exposición está dedicada al pintor Xavier Serra de Rivera que ha hecho del retrato el centro de su obra. Obra que, pese a estar dentro de los límites del realismo, tiene un indudable aire de contemporaneidad. Los personajes retratados por Xavier Serra no son paisajes planos sino que están cargados de historia. Y es esa historia que pesa en sus miradas, en sus gestos, lo que hace interesante la obra de Xavier Serra. Más amable con los amigos o con él mismo, quizás porque su conocimiento del personaje retratado dulcifica su visión, y más realista y profundo cuando sólo se deja llevar por lo que ven sus ojos.

Y ayer, en el Fnac, lo volví a hacer: me compré un disco por la portada. Y es que al ver la portada de “Els Surfing Sirles neden en l’ambulància” no pude resistirme. En ella hacen un homenaje gamberro a la portada del “Goo” de Sonic Youth añadiendo la gloriosa frase que encabeza el diario de hoy. Me pareció una declaración de principios, un anuncio de lo que me iba a encontrar en el interior y, por suerte, no me equivoque. Porque lo que ofrecen los Surfing Sirles es gamberrismo puro y duro. Garaje, rock, psicodelia, surf y muchas influencias bien digeridas, servido todo con actitud punk. Son divertidos, la producción es impecable y en directo tienen que ser una bomba. Intentaré verlos pronto. El rock en catalán está viviendo un momento dulce (nunca antes, pese a lo que nos quisieron hacer creer y – en gran parte – la gente aún cree, había habido tanta calidad, imaginación y propuestas interesantes) y hacía falta un grupo “políticamente no tan correcto” para completar el conjunto. Entendedme... a mí también me gustan los Manel, me lo paso muy bien con Antonia Font, me gusta todo lo que toca Refree, la propuesta de “El Petit de Cal Eril” me parece muy interesante... pero necesitaba algo más visceral, algo más de esa “rauxa” que también nos caracteriza.

Pero yo ayer fui al Fnac con la intención de comprarme otro disco: “All days are Nights: Songs for Lulu” de Rufus Wainwright que ahora mismo está acompañándome mientras escribo.
En él, fuertemente influenciado por la muerte de su madre, Wainwright huye de los barrocos arreglos con los que adornó su último disco y nos ofrece canciones solamente vestidas con su virtuosismo vocal y su habilidad al piano. Es el Rufus que hemos podido ver en sus conciertos de festival, ese Rufus que se sienta al piano y, entre broma y broma, con una facilidad que asusta, ofrece temas de una belleza arrebatadora. “All days are Nights”: Songs for Lulu” es un disco oscuro, los paisajes de luz que alternaban con la oscuridad en anteriores discos de Wainwright se han difuminado y los temas exhalan tristeza, una bella derrota, un dulce desencanto. Es esa oscuridad lo que no lo hace un disco fácil. Sin ser su mejor disco (para mí lo es su Want Two), es un trabajo interesante que no debería pasar desapercibido.

Y acabo con una serie. He acabado de ver la quinta y última temporada “The Wire” y hace tiempo que quería dedicarle un pequeño espacio para intentar corresponder a los buenos momentos que me ha hecho pasar. The Wire es una serie policíaca escrita por David Simon. Centrada en la ciudad de Baltimore, The Wire ofrece una visión realista del trabajo policial. Pero una de sus virtudes es que, a diferencia de la mayoría de las series, no enseña el trabajo policial en una pecera estanca sino que, gracias a multitud de puntos de vista, nos ofrece una visión global de la vida en Baltimore. El tráfico de drogas, la política, la burocracia policial, la prensa, el contrabando de mercancías, la enseñanza, los grandes acontecimientos y las pequeñas historias de cada día... todo se mezcla para acabar ofreciendo un conjunto memorable. Lo que en CSI se merendarían en 10 minutos, aquí tardan 60 episodios repartidos en 5 temporadas gigantes en ofrecerlo. Eso si, cocinado con gran maestría. Otro de los aciertos de The Wire es su galería de personajes. Algunos grandes, otros malvados, en ocasiones ruines, obsesionados, perdidos, desalmados, tiernos, entrañables... alguno – dejado fuera por algún giro argumental - desparece para volver a aparecer en una escena dos temporadas después... pero todo el conjunto tiene una gran coherencia. Una gran serie que nos recuerda que la realidad no es plana y que siempre tiene más de una cara.

Y hoy, además, es viernes.

21 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 21 de abril de 2010


Desde hace años, María José, mi madre y mi hermana celebran su cumpleaños juntas. Este año han cumplido 142 y lo celebramos el domingo con una comida en el restaurante de la acera de enfrente (de casa de mis padres). Con Cesc, Hernán y mi padre, somos siete a la mesa. Guardamos el pastel y los regalos para hacerlos en casa.

La llegada del tiempo primaveral nos permite empezar a disfrutar del patio de Graceland. Estos días de sol hemos empezado a utilizarlo más y ayer, por fin, llegó la primera comida al aire libre de la temporada. Para las cenas y los desayunos todavía tendremos que esperar un poco.

Y ayer también, fieles a nuestra cita mensual, nos encontramos con Albert, Esther, Marta y Joan María en El Peixet. El Peixet es uno de estos restaurantes en los que escoges el pescado como si estuvieras en el mercado y te lo preparan al momento. Comimos bien, hicimos planes y reímos mucho. Al final la cuenta nos sorprendió gratamente, volveremos seguro.

He leído “The Beats” de Harvey Pekar y Paul Buhle y no me ha gustado.
Demasiado fiel a la biografía de los personajes, es interesante para conocer la vida de los miembros de la “Generación Beat”, pero aburrido y falto de imaginación. Este tipo de cómic biográfico me aburre, sobretodo porque no suele aportar nada nuevo. Y eso precisamente es lo malo de “The Beats” que pese a su valor documental, no logra ir más allá de ser una biografía ilustrada. Utilizar la novela gráfica para documentar la historia me parece una opción igual de valida que utilizar sólo texto. Pero para hacerlo bien hay que utilizar las posibilidades del lenguaje del cómic y no limitarse a poner dibujos a un texto. Una lástima.