04 agosto 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 04 de agosto de 2011

Vacaciones, día 6

Cuando María José se va a trabajar, después del desayuno en el patio, me vuelvo a la cama para acabar “La sisena flota a Barcelona. Quan els nord-americans envaïen la Rambla” de Xavier Theros. El libro, premio Josep Maria Huertas Claveria, analiza – por primera vez – el impacto que tuvo la presencia de la Sexta Flota en la Barcelona de las décadas de los 50, 60, 70 y 80 del siglo pasado. Bien documentado, de lectura amena, lleno de anécdotas que facilitan su lectura... me ha gustado mucho. Las fotos que acompañan al texto son de Joan Colom, Francesc Català-Roca, Pérez de Rozas, Nat Farbman y otros autores. Ya conocía muchas de las de los autores españoles pero me han impresionado las de Nat Farbman para la revista Life. Un motivo más para adentrarse en la historia reciente – y hasta ahora no explicada – de la presencia de los marineros americanos en Barcelona. Una imagen no tan lejana que algunos todavía conservamos como parte de nuestra memoria sentimental.

Como, en casa de mis padres, con ellos y con mi tío Hernán. Comida, como siempre, abundante y muy buena. Aprovecho para recuperar algunos viejos negativos de los años 1975, 1976 y 1979. Con las imágenes recupero sensaciones, olores y sonidos olvidados en un rincón de la memoria.

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 03 de agosto de 2011

Vacaciones, día 5

Ha vuelto el calor y no se si alegrarme o quejarme por no poder dormir del tirón. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual y, mientras María José va a por el periódico y pasea a Cass, yo preparo el desayuno en el patio. Desayunamos y María José se va a trabajar. Me quedo escribiendo un rato, poniendo en orden papeles y escaneando negativos.

En el CCCB están haciendo otra interesante exposición fotográfica. “Brangulí. Barcelona 1909 – 1945” es una extensísima retrospectiva del fotógrafo barcelonés Josep Brangulí. No puedo evitar la comparación con la retrospectiva dedicada a Francesc Català-Roca ya que la visité ayer. Brangulí es un testigo de la historia, sus fotografías nos permiten documentar la historia que otros nos cuentan. Por el contrario, las fotografías de Català-Roca cuentan historias, sin dejar de ser testimonio, también, de un momento determinado, suelen ir más allá de ser meros testigos mudos. Son dos maneras de entender la fotografía - quizá signo de dos tiempos y dos contextos distintos -. Me interesa mucho más la mirada de Català – Roca, aún así, la muestra dedicada a Brangulí me parece imprescindible ya que pone a nuestro alcance documentos imprescindibles para entender nuestra historia como ciudad y como pueblo. Os recomiendo que visitéis las dos.

Vuelta a casa y comida con María José en el patio de Graceland (menú veraniego y semi-infanti: ensalada y carne rebozada).

En el Fnac compro “Harto de Todo”, una crónica del punk barcelonés escrita por Jordi Llansamà que hace tiempo que tenía entre mis próximos objetivos. Decido tomarme una cerveza en el agradable patio interior del vecino Hotel Pulitzer mientras ojeo el libro (actitud nada punk para acompañar una lectura sobre el tema). El precio – abusivo (5’50 por una Voll Damm) – consigue alejarme  - de ahora en adelante - del pequeño patio interior e incluirlo en mi lista de lugares no recomendables de la ciudad.

Por la noche, de nuevo con María José, nos encontramos con Jordi P., María, David, Iola, Laura y Víctor en el Frida’s (Bruc, 115. Barcelona). Micheladas para acompañar la comida y risas con sabor a vacaciones. Limamos planes y hacemos de nuevos. En la terraza de un bar cercano – me había olvidado de lo agradables que son las terrazas del Eixample en agosto – rematamos la noche, todos muy cansados, frente a una cervecita.

03 agosto 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 2 de agosto de 2011

Vacaciones, día 4

Es casi obligatorio acercarse a la Pedrera para disfrutar de la excelente exposición de Català-Roca. Francesc Català-Roca es uno de los cronistas de nuestra ciudad y de varias décadas de la historia de nuestro país. Su capacidad para saber ver lo extraordinario en lo cotidiano y su facilidad para contarlo en imágenes, nos ha regalado una crónica de un tiempo y un país. Por la mañana – me he acercado a la hora de abrir – está vacío y puedes visitar la exposición sin prisas y sin apreturas.


Vuelven los martes del Olivero Bueno. En petit comité (con Toni) y con miedo a que estuviera cerrado (sigue en venta, las vacaciones...)... pero a lo grande (cerveza muy fresca, alitas, mollejas y morro). Continuamos con unas anchoas (excelentes) en el Celler 1912 y comiendo en Can Naré.

Rematamos en el patio de Graceland con cava y puros (a lo Laporta, pero a la catalana, con ropa y sin barrigas gigantescas ni señoritas).

Por la noche cena mexicana (de estar por casa) con María José y Mariona. Es agradable disfrutar de la terraza estos días en los que parece que el verano se quiere quedar con nosotros.

02 agosto 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 1 de agosto de 2011

¿Vacaciones? Día 3

Lo he tenido que poner entre signos de interrogación pese a que las sensaciones, el ritmo y la cantidad de tiempo disponible, me dicen que si, que son vacaciones.

No obstante, y después de una mañana tranquila, a mediodía doy la vuelta al cartel que cuelga estos días en el blog para asistir a una reunión de trabajo. Por suerte la reunión transcurre durante una agradable comida de trabajo en el Hotel Roma Reial. Buena comida (las patatas bravas son muy recomendables) y ambiente de verano en los soportales de la plaça Reial. Es trabajo pero, por la compañía y el ambiente, podría no serlo.

Vuelta a casa, paseo con Cass y noche de grandes episodios de “How I meet your mother”.

01 agosto 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 31 de julio de 2011

Vacaciones, día 2

La tormenta queda atrás y, aunque ha sido más benévola en Graceland que en los pisos vecinos, hoy no podemos desayunar en el patio. Con los periódicos, pan recién hecho y alguna pasta, lo hacemos en la cocina.

Un artículo de Quim Monzó en el suplemento dominical, me hace replantearme mi religiosidad. Maradoniano convencido, veo también ventajas en el Pastafarismo. Pese a que, como dice Monzó en su artículo, aún no está aceptado en el Registro de Entidades Religiosas, el culto al Monstruo de Espaguetis Volador me parece atractivo. Siempre he sentido debilidad por los dioses que vuelan, son invisibles, indetectables y crean mundos en estado de embriaguez. Será cuestión de informarse aquí o aquí.

Mi segundo día de vacaciones es un día tranquilo en compañía de María José. Paseos con Cass, series, una fideuà deliciosa en el recuperado patio de Graceland, lectura, siestas, escaneo de fotos viejunas, cena de bandejas y libritos delante de “How I meet your mother” proyectado en la pared del comedor... me gustan las vacaciones.

31 julio 2011

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Sábado, 30 de julio de 2011

Vacaciones, día 1

Pongo el cartel de vacaciones y empiezo a disfrutar del que debería ser nuestro estado habitual. Por delante muchos días para hacer todo – o nada, que más da-.

El primer día de vacaciones coincide con el último aperitivo de la temporada. El balance de esta primera temporada no puede ser mejor. Hemos paseado por Barcelona y sus alrededores, hemos descubierto bodegas y bares y nos ha servido como punto de encuentro semanal para ponernos al día. El bar Tossa (Nápols, 291. Barcelona) es el destino del último aperitivo: croquetas, tortillas, llardons, patatas bravas... y los habituales más alguna incorporación (Jordi P., María, Víctor, Laura, Álex “el niño”, Mariona y María José).

Por la tarde, una tormenta apocalíptica nos invita a quedarnos en casa para descansar, cocinar, ver películas y pensar que quizá el verano no será como lo pintan.

29 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 29 de julio de 2011

Me encuentro con Jordi P. en la terraza del Cabañeros. Cenamos en el Celler del Nou Priorat (Vallespir, 19. Barcelona) y continuamos con copas en el Okinawa (Roses, 65. Barcelona) y en el Honky Tonk Blues Bar (Finlandia, 45 / Plaça de Sants. Barcelona) Nivel de cerveza en sangre: alto.

He leído “La pastoral catalana” de Julià de Jodar. Me ha gustado la lúcida descripción que hace de nuestra sociedad y el duro retrato de una generación que no es la mía. El ritmo lento, no obstante, ha dificultado la lectura. Una buena novela que me ha llegado, quizá, en un mal momento.

Hoy por fin es viernes y, además, es mi último día de trabajo antes de unas merecidísimas vacaciones.

23 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 23 de julio de 2011

Mañana de finales de julio en la ciudad. Temperatura ideal y poquísima gente en la calle cuando salgo a por el periódico. Pasear a esta hora es un placer. Vuelvo a casa, me preparo el desayuno mientras María José todavía duerme y leo los periódicos del día en el patio de Graceland.

Ayer, en el Estadi Olímpic, asistimos al Míting Internacional d’Atletisme Ciutat de Barcelona. Me gustó volver al Estadi después de 19 años... pero el atletismo se ve mejor en televisión.

En la misma montaña de Montjuïc está el restaurante El Xalet (Av. Miramar, 31 Barcelona). Armados con un bono comprado en Let’s Bonus nos dirigimos allí para disfrutar de un menú a un precio razonable. Las vistas de Barcelona son espectaculares y, pese a algunos pequeños “peros” (un “ambiente íntimo” no es sinónimo de cenar sin ver lo que te estás comiendo y tendrían que replantearse la patética ambientación musical), tuvimos una cena deliciosa. No se si repetiremos, pero el Xalet es un excelente mirador para disfrutar de la noche de Barcelona.

22 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 22 de julio de 2011

Se acercan las vacaciones y, además, hoy es viernes.

Intentando encontrar el verano en este mes de julio extraño, el miércoles Mariona nos invitó a subir a Montjuïc para disfrutar de una noche de sardinas a la brasa y rumba. En una mesa con vistas privilegiadas al puerto y al mar de la Caseta del Migdia, con Mariona, Marc, Aitor, Kilian y Maríajose, comí sardinas, bebí cerveza, escuché (a demasiado volumen) rumba y vi la voluntariosa actuación de los Rumbalá que consiguieron que la gente lo pasara bien y acabara abandonando la mesa para poder bailar las últimas canciones. Un buen plan para romper la semana.

19 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 19 de julio de 2011

Este fin de semana, María José y yo, nos despedimos del Harry Potter cinematográfico. Lo hicimos con una doble sesión y, después de ver las dos últimas entregas, tenemos más claro que nunca, que han alargado el chicle un poco más de lo que tocaba. Con una única entrega de “...y las reliquias de la muerte” todo hubiera funcionado mejor. La película, no obstante, está muy bien. Oscura sin llegar a los límites de la dirigida por Cuarón (la tercera, mi favorita...), épica, visualmente espectacular... lo que esperábamos.

En el Arxiu Fotogràfic de Barcelona hay una de esas exposiciones que hay que ver. “Barcelona gitana” recoge las fotos que Jacques Léonard,  “el payo chac”, hizo en la Barcelona de los años 50 y 60. Las fotos de Léonard nos muestran a los gitanos del Somorrostro, de Montjuïc... en su ámbito más doméstico. Fiestas familiares, peregrinaciones a la Camarga, celebraciones y retratos, nos ofrecen una imagen del pueblo gitano sin estereotipos. En sus fotografías aparecen los mismos protagonistas y el mismo escenario que se aprecia en otras fotografías de la época, pero las fotografías de Jacques Léonard son totalmente distintas de las demás. Léonard, casado con Rosario Amaya, era el “payo chac” y esa familiaridad es lo que le permitió ofrecernos una de las mejores crónicas en imágenes de la vida de la comunidad gitana en la Barcelona de mediados del siglo XX.. La foto de la verbena de San Juan en la Bodega Ca la Rosita que ilustra este comentario, es también la del cartel de la exposición que, desde hoy, cuelga a mi derecha junto a José Val del Omar y otras fotografías que me gustan.


Para acabar hoy, es martes y tampoco hay mucho que explicar, un pequeño descubrimiento que hará las delicias de coleccionistas y friquis del vinilo. El último número de la revista Mojo está dedicado a los años 60 y viene con un fantástico single de regalo. Vinilo amarillo, dos canciones de los Beach Boys y una presentación de lujo. Yo ya tengo el mío (y eso que no soy friqui).


16 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 16 de julio de 2011

Jueves noche. Me encuentro en la Esquinica con Jordi P., Carlos y Toni. He trabajado con ellos, en diferentes momentos y en diferentes empresas (en total en cuatro empresas). Naturalmente, entre tapa y tapa, hablamos de trabajo (para dos de nosotros ya ex trabajo), de anécdotas de trabajo y de lo malos que son los jefes.

Los pubs de barrio son una de esos agujeros en el espacio-tiempo en los que todo sigue igual que hace veinte años. El Adn (decoración curiosa, música que ha superado – extrañamente – la barrera y suena bastante actual, un gran cartel de Kiss presidiendo la barra, photoplay, pipas para acompañar la cerveza... ) acoge las primeras copas. Seguimos en el Amilcar, 49 (decoración todavía más curiosa, cabeza colgando sobre la barra – “este no pago”, es la broma que tampoco con nosotros se ahorra el camarero -, un Theatre of Magic, una photoplay, “barreja” para picar, música viejuna elevada a la categoría de clásicos). Después de despedirnos de Toni y Carlos, Jordi y yo hacemos nuestro habitual paseo en busca de la que sobra – que no llegará – hoy bajo la lluvia.

A mi derecha, entre las fotos que acumulo por motivos diversos, hay una foto de José Val del Omar. La foto pertenece a la cartelería de la exposición que hace un par de días inauguraron en la Virreina Centre de la Imatge. Mi primer contacto con la obra de Val del Omar me llegó de la mano de los Lagartija Nick que, en 1998, publicaron un disco que llevaba su nombre y que siempre ha sido uno de los que más me han gustado – y me gustan muchos – del combo granadino. El disco tenía letras de José Val del Omar pero, sobretodo, sirvió para descubrirme las muchas caras de su obra. Desde entonces, lo he ido buscando, encontrando y descubriendo poco a poco. “Desbordamiento de Val del Omar” es, por eso, un buen regalo para mí. La exposición, que sobretodo se centra en su obra cinematográfica, es interesante para descubrir a uno de los malditos del cine español. Yo seguramente repetiré ya que la oportunidad de ver “Aguaspejo granadino” en las condiciones en las que se puede ver en la Virreina, difícilmente se repetirá.

No es muy habitual en Barcelona que, con la cerveza, te pongan una tapa. Por eso me ha alegrado mucho que en el bar “Cinco Hermanos” (Barcelona esquina Riera de la Creu de l’Hospitalet), en el medio de una mañana de compras, a María José y a mi, nos hayan puesto una tapa de callos con la cerveza. Parece que han abierto hace poco. Volveremos.

11 julio 2011

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Lunes, 11 de julio de 2011

Tras un domingo de barbacoa familiar en Graceland con Lidu, Jose, Alejandro y Joana, toca volver al trabajo. De tanto en tanto me impongo trabajos inútiles que, pese a sus dimensiones titánicas, no tienen un objetivo claro. El último consiste en recuperar nuestros viejos negativos con el escáner que me ha dejado Jordi P. En ello ando... y durante mucho tiempo seguiré en el camino.

Y hoy este diario cumple años. Y ya son ocho. Recuperar lo que he hecho durante estos últimos ocho años (desde julio del 2003) es fácil. ¿Y lo que hice antes? ¿Alguien se acuerda? De momento, seguiremos jugando un ratito más. 

09 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 09 de julio de 2011

Este fin de semana María José monta un puesto en el Mercat de Moda Jove de l’Hospitalet y yo le acompaño como “hippy feriante consorte”. Vender no vendemos mucho... pero estamos en un jardín, bebo cerveza fría y escucho – un poco a lo lejos – buena música de la mano de los dj’s del Depo. Es cansado, pero lo pasamos bien. La cena, por desgracia, no está al nivel (problema hoy solucionado con unos libritos que estoy deseando cenar) y ayer acabamos cenando un tristísimo bocadillo hecho sin amor, sin pericia y sin ninguna gracia.

Sábado. Me despierto tarde y sólo llego a la repetición del encierro. Desayunamos en el patio con periódicos. En El País, Xavier Theros firma un excelente crónica sobre Valerie Powles una, desde hoy no tan desconocida, activista de la recuperación de nuestra historia más reciente. Últimamente, la voz de Xavier Theros se deja oír con fuerza entre las de los nuevos cronistas de la ciudad. Y me gusta como suena (ya me gustaba cuando jugaba con las palabras desde ese grupo inclasificable que se llama Accidents Polipoétics), lo que cuenta y como lo cuenta.

A mediodía toca aperitivo. Nos desplazamos a Sants y, al encontrar cerrada nuestra primera opción, decidimos sentarnos en la terraza del Cabañeros. A la mesa hoy sólo siete. Parece ser que el sector “tapas de plato” está ganando la partida al “tapas de bodega” (del que soy líder y, creo, único seguidor). Se avecina una larga travesía en el desierto que afrontaré con dignidad.

Hoy la banda sonora a esta crónica la pone el excelente “Black Grass” de Little Wings. Una primera escucha me ha puesto a sus pies. Será, sin lugar a dudas, la banda sonora de esta semana y seguirá sonando durante mucho tiempo.

08 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 08 de julio de 2011

Para poner fin a una larga y contradictoria jornada laboral, me encuentro con Vicenç en el despacho que ocupa en la segunda planta de la institución cultural que dirige. La reunión se convierte pronto en una versión patria de la escena del camarote de “A night at the opera”. Mantengo varias conversaciones a la vez y, naturalmente, olvido donde han quedado cuando las retomo, saludo a una cónsul, estrecho manos a gente agradable a la que raramente volveré a ver, me reencuentro con Hannah con la que colaboré hace unos meses... pese a todo, creo que la reunión tendrá frutos en el futuro.

El otro día hablaba de mi pasión por los no sitios. La casualidad – de la mano de Vicenç – pone en mis manos el catálogo de una exposición que reflexiona sobre las arquitecturas sin sitio, las no-arquitecturas. Si los “no sitios” son consecuencia de los límites de las arquitecturas, las “no arquitecturas” son una causa de la falta de sitios para ellas. La relación entre ambos conceptos es más compleja ya que algunas de estas “arquitectures sense lloc” encontraron lugar y, quedándose inacabadas, han creado, a su vez, un no sitio. En el catálogo de “Arquitectures sense lloc (1968-2008)” aparecen edificios que nunca se han edificado y edificios que ya no existen. Los límites de la arquitectura. Me gustará leerlo.

Escucho a Grouper, Hugh Laurie y Josemi Carmona. La mezcla es extraña. Por fin es viernes.

07 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 07 de julio de 2011

Trabajo intenso y poco tiempo para el ocio. Leo “La Rambla” de Daniel Venteo y disfruto de las fantásticas fotos de Pere Vivas y Ricard Pla. Intento también hacer un hueco para los cientos de mensajes que la cena de ex-alumnos a la que asistí hace un par de semanas ha desatado.

Hoy, 7 de julio, a parte de ser el cumpleaños de mi padre, es el día del primer encierro de San Fermín. Después de desayunar lo veo con María José. Echo de menos a Javier Solano y no sólo por tradición (nadie pidió que fuera dinámico ni divertido, gracias).

06 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 06 de julio de 2011

Por un día cambiamos nuestra habitual dieta televisiva. “Petit Indi” de Marc Recha ocupa el espacio que pertenece a la ficción americana. Y aunque la película no esté de actualidad, quiero hablar un poco de ella porque me gustó mucho. “Petit Indi” es una película de frontera. Frontera geográfica (transcurre en los límites de una gran ciudad, en “no sitios” resultado de la influencia urbana en un entorno no urbano), temporal (muestra territorios, costumbres y modos de vida destinados a desaparecer), de edad (en el tránsito de la infancia a la madurez del protagonista). Si, lo se, la película no es un blockbuster y su ritmo lento – poético  – no la hace la mejor de las compañías para todo el mundo ni para todas las circunstancias, pero pocas veces he visto mejor contada la pérdida de la inocencia. Por último, tengo que reconocer que mi pasión por los “no sitios”, por esos límites de la civilización en los que el abandono es el estado cotidiano, también influyó en que me lo pasara bien con “Petit Indi”.

Hoy, por petición popular, volvemos a la ficción americana.

Estos últimos días, he estado alternando con otras lecturas “Conejo de Viaje” de Liniers. Me gusta la idea, prima hermana de este diario, de contar las pequeñas cosas cotidianas – en este caso las que le pasan al autor en sus múltiples viajes – aún a riesgo de no conseguir siempre un relato intenso. Creo, no obstante, que sin la premisa de la inmediatez, es necesario un trabajo de selección más intenso del que se ha realizado. El resultado sería más brillante. Para las publicaciones de material “en crudo” existen otros soportes, que Liniers ya utiliza brillantemente. “Conejo de Viaje” me ha gustado, pero hubiera agradecido un mejor trabajo de edición.

05 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 05 de julio de 2011

Sábado. Un cartel en la calle Consell de Cent anuncia “El Repoker de los vins gallegs”. El catalán es fácil... pero no siempre.

A pocos metros, en el bar vermutería Morro Fi (Consell de Cent 171) recuperamos la bonita – y necesaria – tradición de los aperitivos de sábado. Jordi P., Víctor, Laura, María José, Mariona, Juan Andrés, María y yo. En la terraza, entre sol y sombra, tapas, cerveza, vermú y sifón. Lo mejor, las sardinas marinadas.

De vuelta en Graceland, es hora de una fideuá improvisada – y buenísima – en el patio.

Domingo. Seguimos recuperando tradiciones. Esta vez en casa de Kris y Toni toca barbacoa. Con Kris, Toni, Ainhoa, Espe, Javi, Alfonso, Eva y Martina. Baño, perros pesados y carne a la brasa... lo pasamos muy bien.

Lunes. Vuelta al trabajo, mucho calor. Tras la larga jornada recuperamos fuerzas en casa de mis padres. María José y yo cenamos con ellos, con mi tío Hernán, con Eli y con Cesc. Gazpacho, tortillas, calamares rellenos, regalos y buenas noticias. Difícil de superar.

02 julio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 02 de julio de 2011

Sábado por la mañana. Escucho el “Lecciones de vértigo” de Josele Santiago. El bueno de Josele lleva muchos años acompañándome y nunca decepciona. El día arranca lento y gris tras el desayuno en el patio de Graceland. Es la hora ideal para sentarse delante del ordenador y repasar el final de la semana.

Jueves. El Bar Ra de la Plaza de la Gardunya reabre con una fiesta tras la remodelación que lo ha dejado como nuevo. Cervecita, buena música y algún reencuentro grato. Con Carlos, que también está trabajando – incluso un poco más que yo -, aprovechamos para ponernos al día. La terraza – ahora acosada por las obras de la plaza que poco a poco se acercan – sigue siendo un oasis que vale la pena visitar. A los espacios de siempre añaden, además, La Ratonera, un pequeño – muy pequeño -  bar con encanto que espero visitar en breve (tiene la magia de algunos de aquellos bares míticos que se perdieron por el camino). Ya por la noche, cenamos en el restaurante japonés de la puerta de al lado de Graceland con Pepe y Lidu.


Viernes. En el Ayuntamiento de Barcelona se celebra el pleno de constitución del nuevo consistorio. El acto resulta excesivamente protocolario, largo y viejuno. Nuevo alcalde y cambio de dirección. Ninguno de los discursos, algunos lastrados por una duración innecesaria, es brillante. Las noticias que van llegado (alabado sea Twitter) de la sede de la SGAE, alegran la mañana. Me encuentro con conocidos, saludados y antiguos compañeros de trabajo (Jordi, Carlos, Francesc, Carlos F, Salvador, Germán, Fabiola...).

Por la tarde, en el Arts Santa Mónica, quedo impresionado con “La fi de les aparences” de Julio Vaquero. La exposición se complementaba con los cuadros expuestos en la galería Trama que visité hace ya más de un mes. Vaquero explora los límites del realismo y los traspasa para crear una nueva realidad. Imprescindible.


Aprovecho para visitar las otras exposiciones que el Arts Santa Mónica ofrece. De menos a más: Me parece muy floja “Josep Maria Sert. L’arxiu Fotogràfic del model”. Las fotos son interesantes pero faltan reproducciones de las obras de Sert para entender mejor el uso que el autor hacía de sus fotos... una lástima. Tampoco entro en “Olor Color”. El juego que propone no me interesa pese a que alguna de las obras expuestas si que me gusta... y mucho (Palazuelo, Barceló, Ymbernon, Canogar...). También propone un juego, mucho más interesante, “Sistemes Vius” de Christa Sommerer y Laurent Mignonneau. Juego y reflexión... muy interesante. Por último “Al final de La Rambla” propone cinco reflexiones sobre el territorio en el que está situado el Arts Santa Mònica. La muestra es una necesaria reflexión sobre un territorio al que hay que aportar soluciones imaginativas.

Por la noche, en el patio de Graceland, y acompañando una de las impresionantes pizzas de salmón que prepara María José (que siempre despiertan el recuerdo de Evaskori, la pizzeria de Akaslompolo donde las descubrimos), vemos el final de la primera temporada de “Dowtown Abbey”. Seguiremos con ella la temporada que viene.

30 junio 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de junio de 2011

Martes. En el Hotel Internacional asisto a la presentación de “La Rambla -  Barcelona”, el libro publicado por el Ayuntamiento de Barcelona y Triangle Postals. Aunque suene extraño no hay una bibliografía demasiado extensa sobre el paseo más conocido de Barcelona. Por eso es una muy buena noticia la aparición de este libro, con texto de Daniel Venteo e impresionantes fotos Pere Vivas y Ricard Pla. La edición es, como suelen serlo siempre las de esta editorial, impecable y el resultado es un libro que puede convertirse en uno de los mejores embajadores de La Rambla.

Son días de cambio en el gobierno de la ciudad y, en el mismo acto, puedo despedirme de compañeros de viaje que me han facilitado el trabajo durante estos últimos meses, y saludar a los que espero que lo hagan a partir de ahora. Es extraño y agridulce.

Tras acabar con la primera temporada de Juego de Tronos (muy recomendable) y, dando un giro radical, estamos disfrutando mucho de la – corta – primera temporada de Downtown Abbey.

Miércoles. En el Teatre Poliorama, y con María José, asistimos al estreno de “Todos eran mis hijos”. Claudio Tolcachir dirige su propia adaptación – con una reducción de “metraje” considerable – de la obra de Arthur Miller. Una historia que arranca costumbrista y desemboca en drama, un ritmo dramático que no decae y unas sensacionales interpretaciones, me hicieron disfrutar de una buena noche de teatro. No siempre tenemos la oportunidad de ver a actores que habitualmente trabajan más en Madrid y siempre es una suerte poder ver como se trabaja en otras latitudes. Gloria Muñoz y Carlos Hipólito están impresionantes. También me gustaron mucho Manuela Velasco y Fran Perea. Los secundarios, correctos, no destacan demasiado debido quizá a las limitaciones de su papel. El texto de Arthur Miller, retocado  - ¿Recortado? - con preciosismo por la mano de Tolcachir, es de plena actualidad y actúa como espejo en el que todos nos podemos ver reflejados.

Lo malo de crear expectativas sobre cualquier obra es que, en ocasiones, se eleva el nivel de exigencia del espectador. Jordi P. lo hizo con “L’any de la plaga”, la novela de Marc Pastor que he acabado de leer. Jordi me elevó tanto el nivel de expectativas que, pese a que la he leído con gusto, no la he disfrutado tanto como esperaba. “L’any de la plaga” es una correcta novela de género (de ciencia ficción con toques apocalípticos). Se lee fácil y deja buen sabor en boca. Pero, para mi gusto, se le ven las costuras en demasiadas ocasiones (personajes construidos con retazos, referencias culturales – muchas también son las mías – puestas con calzador, deudas que, pese a ser reconocidas por el autor, resultan demasiado obvias...). Ojo... pese a todo lo que diga, “L’any de la plaga” puede resultar adictiva y ser una lectura ideal para este verano.

25 junio 2011

DARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 25 de junio de 2011

La foto es de hace 35 años. Flanqueado por Blas y Francesc – y justo detrás del parche enorme que luce Ignacio en su ojo izquierdo – poso junto a mis compañeros de clase – 40 en la foto, faltaban dos por razones misteriosas que, aún hoy, no se han esclarecido – en las escaleras del colegio.

Decidí rescatarla del olvido y – previo paso por el escáner – la envié por correo electrónico a alguno de los que aparecen junto a mí. Casi un centenar de mensajes cruzados después (en tal sólo tres días) me confirman que fue una buena idea. Bromas aplazadas 25 años, recuerdos compartidos y otros que se despiertan de golpe, personas a las que habías olvidado, planes de futuro – no importa si se realizaran o no, sólo su formulación ya vale la pena -, ilusión y cariño...

Es curioso. Tras once años juntos, nos separamos con naturalidad y – sin la facilidad que tenemos ahora para comunicarnos – perdimos totalmente el contacto. Nos hicimos mayores, algunos estudiamos y otros empezamos a trabajar, unos nos casamos, otros seguimos solteros, algunos de nosotros ha tenido muchos hijos y otros ninguno. Muchos somos felices, algunos no tenemos tanta suerte, luchamos, lo hemos pasado bien, reímos muchas veces, lloramos otras, trabajamos, vivimos... y ahora – todos – tenemos la oportunidad de recuperar parte de ese pasado que compartimos y también del pasado perdido por la separación. Y creo que es bueno aprovechar las segundas oportunidades y hacerlo mejor si es posible.

Sábado. Tras un día de recuperación (en mi calendario siempre sobran dos hojas – el 24 de junio y el 1 de enero - ) escribo con la mente puesta en un pasado muy lejano mientras escucho el “Montecarlo”. El jueves celebramos la verbena de Sant Joan, como cada año,  con una cena en Graceland. Convocatoria abierta, mucha comida, muchísima bebida, apreturas y vecinos con una paciencia enorme. David, Iola, Ona, Martí “Min”, Alex “El Niño”, Mariona, Kilian, Jordi P., María, Víctor, Laura, Isi, Maru, Toni, María José y yo. Acabamos tarde, lo pasé muy bien.