11 septiembre 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 8 de septiembre de 2017

Hacía bastante tiempo que no dejaba un libro a medias. “Rayuela” me ha parecido presuntuoso, exasperantemente pedante y tremendamente aburrido… o, lo que es lo mismo, un auténtico peñazo. Sé que es bueno leer los clásicos… pero no siempre es posible. Era mi primer Cortazar, tardaré en darle una segunda oportunidad.

Jueves noche. Jorge Blass vuelve al Teatre Poliorama con “Palabra de Mago” y lo hace invitando al estreno a todos los trabajadores y vecinos de La Rambla. Es un gesto que honra al artista y al teatro. El espectáculo nos llena de positividad y nos ayuda a dejar atrás unos días muy duros.


Y tras la magia de Jorge Blass, caminamos unos metros para dejarnos llevar por otro tipo de magia de la mano de Albert Raurich. María José me regaló un menú en el Dos Palillos, un restaurante que hacía mucho tiempo que quería probar. Y la experiencia estuvo a la altura de las expectativas. El menú, con más aciertos que errores, no es apto para todos los públicos pero a mí me encanto.  Es difícil recordar y elegir entre más de 20 platos… pero durante unos días soñaré con alguno de los platos y su intenso sabor. Un fantástico regalo.


05 septiembre 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 5 de septiembre de 2017

Crecí leyendo El País. Fue el primer periódico que me compré hace más de 30 años y, desde entonces, su lectura me ha acompañado. En sus páginas encontré la pluralidad y la objetividad que otros medios no me ofrecían. Este verano lo compré por última vez. La pluralidad, la objetividad, la seriedad, el rigor… todo ha sido arrasado por el dictado de los poderes (políticos, económicos… que más da, creo que son todos los mismos). Abandono la lectura de El País con tristeza y con agradecimiento por todos estos años en los que he aprendido, he reído, he descubierto y he llorado. Ha sido un buen viaje.

De nuevo acaparado por el trabajo, cuesta pensar en viajes. Es más fácil leerlos. Vuelvo a leer a Josep M. Espinàs acompañándolo en uno de sus viajes a pie. “A peu per Mallorca” es una delicia. Un viaje en el que la gente, el lenguaje y las pequeñas costumbres, le roban protagonismo al paisaje.


El ritmo acelerado de la semana, acaba frenando el sábado. María José prepara una fideuà y comemos en el patio de Graceland con Jordi P, María, Toni y Marc. Dia de reencuentros tras las vacaciones. Algunos tienen más cosas que contar que nosotros. Y lo poco que tengo que contar, ya lo han leído en este diario. Risas y larga sobremesa. 

30 agosto 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 29 de agosto de 2017

El Ayuntamiento de Barcelona retira las muestras de solidaridad espontáneas que han crecido durante los últimos días en diversos puntos del paseo. El hecho marca, de alguna manera, una cierta vuelta a la normalidad que nunca será ya la misma. Es, también, un día de reencuentros, abrazos y miradas cómplices. No hace falta hablar mucho. Un gesto, un apretón, una caricia, un abrazo… lo dicen todo. Ya no hay silencio, ni muestras de duelo… pero el recuerdo seguirá vivo siempre.



También reencuentros en casa. Mariona se apunta a la barbacoa que hemos improvisado con Inma y Javi. La comida y las risas también sirven para exorcizar los demonios que estos días me acompañan.

28 agosto 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 28 de agosto de 2017

Roser nos invita a vivir la fiesta mayor del Arboç. Vamos con Inma y Javi que estos días están en casa. Disfrutamos como enanos con la exhibición castellera (con un “Tres de Deu” impecable de los Castellers de Vilafranca, un sorprendente “Vuit de Nou” de la Jove Xiquets de Tarragona y otros muchos castells de mérito). Al volver a casa nos espera una impresionante comida de fiesta mayor que se abre – como marcan los cánones – con unos impresionantes canalones, continúa con un fricandó de miedo y un, no menos bueno, pato con peras. Sorprendentemente, queda espacio para los postres. Acabamos la jornada rodeados del resto de invitados y disfrutando de la “Cercavila” que pasa por delante de la casa. Volvemos a casa inmensamente agradecidos por haber podido vivirlo mientras nos sentíamos mimados en todo momento. Moltes gràcies.


Me reencuentro con Donald Ray Pollock en “El banquet celestial”. La nueva novela de Pollock es mucho más redonda que “El diablo a todas horas” que hace un tiempo también me fascinó. Comparte con ella una excelente construcción de personajes y una escritura aparentemente sencilla. Leerla es un placer.

27 agosto 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 27 de agosto de 2017

Han sido días muy tristes. Tras la manifestación de ayer, toca volver a la normalidad. Cada uno lo hará a su ritmo. Yo intentaré hacerlo rodeado de amigos e intentando desconectar por unas horas de una realidad que me ha absorbido casi totalmente durante los últimos días.


Hace mucho que no publico pero no he parado de escribir. Como he hecho en los últimos veranos, he escrito el diario en papel y lo iré publicando – cuando tenga tiempo – en las fechas en que el diario fue escrito. Por si os queréis ahorrar la lectura, no ha pasado nada interesante. Algunos libros, alguna exposición y muchas horas de playa. Poco más.

20 agosto 2017


DIARIO DE UN OCIOSO
Finales de agosto de 2017

Escribo esto casi un año después.

Las crónicas vacacionales se interrumpen el 5 de agosto y sólo hay anotaciones. La idea era escribirlas algún día… pero no lo llegue a hacer nunca. Las notas hablan de playa, de calor, de comidas con amigos, con familia, aperitivos, actividades vacaciones, cenas, paseos, siestas…

Y llegó el 17 de agosto. Y un mensaje de texto cambió mis vacaciones por una pesadilla.

04 agosto 2017


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 4 de agosto de 2017
Vacaciones, día 7

Cada día tengo menos cosas que contar: Amaneceres en la playa, desayunos en el balcón, playa, siestas, lectura…

Leo “El monarca de las sombras”. Siempre es un placer leer a Cercas.

Por la noche (es viernes) nos encontramos con Toni, Albert y Esther y, juntos, bajamos caminando hasta El Pi de Sant Pol. Cena agradable y sesión de magia en el Sunset Boat. Toni y Albert son los magos, el resto somos un público sorprendido y agradecido.

03 agosto 2017


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 3 de agosto de 2017
Vacaciones, día 6

Poco a poco nos vamos haciendo con las claves de wifi de todos los locales en varios kilómetros a la redonda. Gracias a la generosidad de amigos, conocidos y saludados, también tenemos algunas particulares. Por desgracia, en casa no captamos ninguna y vivimos con un ojo puesto en el contador de megas consumidos.

Doble sesión de playa en la rutina vacacional que este año nos hemos impuesto (sólo un profesional vería diferencias con las rutinas vacacionales impuestas en años anteriores).

Primer paseo por un Sant Feliu en fiestas. Cuesta aparcar. Cass se arrastra con la lengua fuera. Nos daría algo de pena si no fuera la misma perra que vemos jugar como un cachorro cada mañana.

02 agosto 2017


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 2 de agosto de 2017
Vacaciones, día 5

Sant Pol por la mañana sigue sin ser nuestra playa. Las olas siguen comiéndose parte de la playa y las fotos son mejores. A Cass no le importa y sigue a lo suyo.

Tras el desayuno en el balcón (En la Ibicenca hemos descubierto un nuevo pan que nos encanta) volvemos a la playa, como en los últimos días a Punta Prima.

A la hora de comer nos vence la pereza y acabamos comiendo en El Pi de Sant Pol. Nos encontramos a Núria.

Siesta… un rato de lectura… el montón de revistas acumuladas durante todo el año va disminuyendo… pese a eso, sigue dando vértigo.

01 agosto 2017


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 1 de agosto de 2017
Vacaciones, día 4

Mañana en Sant Pol con Cass. El juego ya no ocupa todo nuestro tiempo y las fotos – por repetitivas – han quedado en segundo plano. Paseamos por la orilla.

Nuestra habitual rutina vacacional ha saltado este año por los aires. Hoy es el cuarto día de vacaciones y aún no hemos pisado la Conca. La cambiamos por Punta Prima donde hoy estamos solos a primera hora.

Tras la playa, un vistazo a la nevera nos pone en una encrucijada: o vamos a comprar o comemos fuera. Naturalmente, comemos fuera. En el Font Picant, en una mesa abierta al patio, disfrutamos de una agradable comida que compartimos con un gorrión valiente que se come la mitad de nuestro pan.

Siesta y vuelta a la playa convertida en una playa del Cantábrico. Olas y surferos bajo un cielo gris. Muchas fotos ante el inusual aspecto de la playa.



31 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 31 de julio de 2017
Vacaciones, día 3

Despertar a María José no siempre es fácil. Por suerte somos dos y, aunque tenemos prohibidas las alegrías y la conversación, conseguimos que se levante y nos lleve a jugar a la playa.

Mañana de lectura y juegos. Por la tarde volvemos a la playa con unas sillas encontradas en el garaje. Leer cómodamente y disfrutar de la playa que, poco a poco, se va vaciando. Hoy hay olas de las que revuelcan. Es divertido mirar (y difícil salir del baño con dignidad – y con el bañador en su sitio--).


Cena tranquila, episodio de Transparent y lectura. A estas alturas es ya difícil saber que día es hoy y cuantos días llevamos en el paraíso. Y, contradiciendo lo que el encabezado dice, hoy es el primer día de vacaciones.


30 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 30 de julio de 2017
Vacaciones, día 2

En Sant Pol, todavía muy dormidos, coincidimos con uno de los caminantes habituales. De nuevo me sorprende la alegría de volver a encontrarse con conocidos y saludados de muchos años.  Hoy no hago fotos – serían igual que las de ayer y muy parecidas a las que he hecho los últimos años-, juego con Cass.



Desayuno en el balcón de casa. Pan recién hecho y café colombiano que nos trajo la madre de María. Todo delicioso.

Primer día de playa. Mi falta de pericia al extender la crema solar deja parte de mi barriga descubierta (ahora, cuando escribo esto, esa parte está roja y destaca frente al blanco nuclear del resto de mi piel). Vuelta a casa, siestas y perezas.


Lluís, el vecino que hizo nuestra vida posible los últimos veranos al compartir con nosotros su clave de wifi, ya no vive aquí. Lo echamos de menos. Economizamos datos como el bien más preciado y la televisión online queda fuera de nuestro alcance. Por suerte fuimos previsores y cargamos con un reproductor que nos permite recuperar viejas series que teníamos olvidadas. Por fortuna, Transparent es una de ellas.

29 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 29 de julio de 2017
Vacaciones, día 1

Pese a las quejas de María José – que, medio dormida, me llama tarado – consigo despertarla y, poco después de las 7 llegamos a la playa de Sant Pol con Cass. El señor que conduce la máquina que a esas horas limpia la playa, se para a saludarnos. Son muchos años de mañanas compartidas y me alegra que la alegría por reencontrarnos un año más, sea mutua.  El resto es lo de siempre: Cass jugando en el agua, el sol saliendo y empezando a calentar… el paraíso en pequeño formato y al alcance de todos… los que se levanten pronto. Damos un paseo por la orilla y acabamos desayunando en el Hotel Sant Pol.



Nos hemos encontrado la casa más sucia de lo habitual. Cambiamos nuestra primera jornada de playa por una inesperada jornada de puesta a punto.

Siesta. María José aún duerme y yo me siento a escribir. Como en los últimos años, renuncio a la tecnología y lo hago en una libreta con un bolígrafo que me compré ayer (también me compré el primer número de la renacida Ajoblanco pero eso no tiene nada que ver con lo que estoy explicando ahora). Después, algún día, pasaré este diario al ordenador e iré publicando las distintas entradas.

No hace demasiado calor. Tras un paseo con Cass por la urbanización, cenamos en Bell –Lloch con Marta, JoanMa y Xavi.

28 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 28 de julio de 2017

Últimas horas de trabajo, últimas llamadas y últimos emails antes de empezar las vacaciones.

Me encuentro con María José en Graceland y, tras comer en el japonés (que en realidad es chino) de la puerta de al lado, empezamos a preparar las maletas (eufemismo que utilizo para definir el montón de bolsas de diversas medidas y formatos que contienen todas aquellas cosas que no utilizaremos las próximas tres semanas en S’Agaró). La operación de “enmaletado”, tradicionalmente motivo de no pocos malhumores, se resuelve con sorprendente agilidad. La siesta que nos regalamos, sin lugar a dudas, ayuda.

Viaje plácido con parada en casa de Marta y JoanMa para dejar una caja y llegada a S’Agaró donde, una vez descargadas todas las bolsas, nos encontramos con Toni para uno de nuestros tradicionales viernes veraniegos. Cena en el Pi de Sant Pol y primer gintonic en el Sunset Boat. Han empezado las vacaciones.

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 28 de julio de 2017

Hace 43 años (¡43!) empecé a estudiar con Ignacio y con Cesc. El pasado miércoles nos reencontramos para cenar. Con Cesc me suelo encontrar (vivimos en la misma ciudad, compartimos aficiones) pero Ignacio vive lejos de Barcelona y nos hemos visto poco (casi nunca se acerca más a la realidad). Y pese a esa distancia en el tiempo y a la provocada por la falta de contacto, inmediatamente nos sentimos cómodos. Los muchos espacios vacíos en nuestros respectivos proyectos vitales, literatura, música, viejas historias, informaciones sobre las vidas de nuestros compañeros de clase… la conversación salta de un tema  a otro ágilmente y tras la cena en Due Spaghi (volveré, me gustó mucho) continuamos la conversación caminando por la calle, en el Marea Alta y en el Ocaña. El año que viene todos cumpliremos 50 años. Con promesas de organizar alguna sonada con esa excusa, nos despedimos. Me ha gustado verlos y volver a compartir un buen rato con ellos.

Leo la tercera entrega de “Mi lucha” de Karl Ove Knausgard. Más fácil que los dos anteriores libros, igualmente fascinante… el paseo por su infancia que propone Knausgard– quizá por la distancia en el tiempo – es menos obsesivamente detallista y más cargado de nostalgia. Nostalgia pese al miedo que domina gran parte del libro, nostalgia pese a los malos recuerdos también… nostalgia por una infancia, por un tiempo y por un lugar que quedaron atrás. Seguiré leyendo a Knausgard… sólo quedan tres entregas.

También sigo el repaso de los Blueberry. He empezado los volúmenes de “la Juventud” tras leer “Dust”. El oeste de Charlier y Giraud lo alterno con algún que otro paseo por el New York de Will Eisner.



24 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 23 de julio de 2017

Jueves. Acabo la jornada laboral y pocas horas después aterrizo en Belloch abriendo la casa de Marta y JoanMa. Primer baño de Cass en la piscina a los pocos minutos de llegar. Marta y Marga llegan un poco después y cenamos en el jardín. La desconexión es total. Hace poco más de un año salimos a navegar con un velero y decidimos repetirlo. Mañana es el día. Todos nos hemos cogido el día libre menos JuanMa y Toni que no han podido venir. Después de cenar pasan Esther y Albert camino de su casa. Nosotros dormiremos aquí.

Viernes. Nos levantamos pronto, desayunamos en la cocina. Pan tostado con tomate, queso, longaniza y jamón. Hace sol. Alargaríamos más… pero tenemos una cita en Palamos y un patrón – Mía, el mismo del año pasado – que nos está esperando. El barco es el mismo y también tenemos, como el año pasado, un poco de mar de fondo que hace la navegación más entretenida, pero más difícil el rato de fondeo. Durante la jornada tendremos lluvia, viento, nubes y sol… muchas conversaciones y viejas anécdotas. También tenemos pinos tocando al mar, grillos y olas… Acabamos fondeando en la bahía de Palamós. El sol nos acompaña durante el aperitivo que se convierte en comida. Tras la siesta es hora de volver al puerto. Foto de grupo y promesa de volver el año que viene. Empezamos a recoger el dinero para hacerlo posible.



Esto de navegar es más cansado de lo que parece. Los planes que habíamos hecho (yo ya veía que eran muy optimistas) se deshacen como un castillo de naipes y son sustituidos por una casera y una sobremesa tranquila.

Sábado. El desayuno en la cocina es casi perfecto. Falta café. Lo hacemos en Santa Cristina y aprovechamos para comprar los periódicos y un montón de revistas. Vuelta a casa, baños y aperitivos. Conversaciones. Sol. Tranquilidad. Vacaciones sin serlo. Comemos pollo a l’ast en la cocina. Marta y Marga vuelven a Barcelona y nosotros nos quedamos con la casa… y con su piscina. La casa era casi perfecta el año pasado. Ahora, con wifi, tendrán problemas para echarnos.

Recuperando el plan previsto para ayer, decidimos acercarnos a la Santa Market. Por comodidad, dejamos el coche en una de las áreas de aparcamiento (la Santa Market está en el medio de la puta nada… pero pese a eso te cobran el aparcamiento. Si estás dispuesto a pagar el doble, el acceso es más fácil). En el aparcamiento de 5 euros la vigilancia es menos estricta que en el aparcamiento de 10 euros (esa es una de las diferencias que nos comenta el personal). El nivel de polvo y de suciedad que acumulará el coche es, no obstante, el mismo. Al menos en suciedad no somos clasistas. Decidimos aparcar por 5 euros. Muchos deciden dejarlo a las puertas del cementerio, unos metros más allá pero gratuito.

El invento está bien organizado. Personal amable, espacio cómodo, marcas patrocinando, muchas mesas, foodtrucks y tiendas presuntamente artesanales. Echo de menos que en las barras sirvan cerveza de verdad (sólo tienen esa bebida de una marca que empieza por M y acaba por Z) porqué sé que, pese a que la oferta es totalmente prescindible y con la primera visita yo ya he tenido bastante, corro el riesgo de acabar más de un día aquí (y la cerveza ayudaría a hacerlo soportable).

Damos una vuelta, me bebo una clara (mezcladas con limonada, todas las cervezas y similares son parecidas) y decidimos prescindir de la oferta gastronómica (sin sorpresas en lo que a foodtrucks se refiere… si no vives aislado en las montañas ya sabes lo que te vas a encontrar) y cenar en el jardín de casa (me permitiréis que la llame así). Estrellas y buena compañía. La banda sonora, pese a la distancia, la pone la Santa Market. No es desagradable… pero estamos muy lejos (algún kilómetro nos separa… no sabría deciros exactamente) y no la hemos pedido (igual va incluida en el precio del parking y sólo la escuchamos los que hemos asistido). Me gustaría saber que piensa el Ayuntamiento de la Santa Cristina de esta oferta complementaria que ofrecen a todos los vecinos).


Domingo. Desayuno en la cocina y, previo paso por nuestra casa a dejar algunos trastos, café en un bar de S’Agaró. Vuelta a Belloch, piscina, aperitivos, descanso y desconexión total. Cass y María José disfrutan de la piscina (yo también, pero en la foto sólo salen ellas). El primer intento de salir cuando empieza a oscurecer fracasa (demasiados coches en la carretera). Volvemos al porche de la casa de Marta y JoanMa y a la seguridad del wifi mientras llueve y dejamos pasar el tiempo y los coches. Pensamos en abandonar el trabajo y quedarnos a vivir ocupando la casa. Lo pensamos seriamente pero finalmente se impone la insensatez. Volvemos de noche, contentos y cansados tras tres días de intensas pre-vacaciones.



Gracias a Marta y a JoanMa por su generosidad. Gracias a Albert, Esther y Marga por su compañía. Gracias también a Toni (te hemos echado de menos) y a Mía (por llevarnos a buen puerto). Y gracias a María José (y a Cass) por ser la mejor compañía posible. Ha sido un gran fin de semana.

18 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 18 de julio de 2017

Un año más en el Petit Format. Me encuentro con Jordi P y hacemos un par de cervezas mientras escuchamos a Hibernales y a Alberto Montero. Tras la música nos acercamos al Su Ca Pa para cenar. Han cambiado la fórmula desde la última vez que vine y la nueva no me gusta tanto. Empiezo a estar harto de tanto compartir. Por suerte, todo está muy bueno pero algunos problemas con las bebidas (tras la primera cerveza nos dicen que no tienen más de la que hemos pedido y tenemos que seguir con quintos de otra marca. Quintos en un restaurante… en fin). La noche, con los habituales paseos y discusiones, nos llevará al Depo, al Oncle Jack y al Genesis. Al salir no encontramos taxi. Con la mente ralentizada por el consumo generoso de cerveza y bourbon, no se nos ocurre utilizar el teléfono para pedir uno. Caminamos.

Hace años – muchos y seguramente antes de iniciar estas crónicas – hicimos varias cenas veraniegas en casa de Mario. Recordando esas cenas y también otras en el Ugarit, nos reunimos todos en el pequeño Ugarit de la calle Bruniquer. Comida familiar y de amigos. Recuerdos y alguna nueva historia. Me gusta recuperar tanto la compañía como el local.

Que largo es este mes de julio.

11 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 11 de julio de 2017

Hoy, este blog cumple 14 años y, aunque importante, no es el único acontecimiento trascendente que ha sucedido hoy. Tras mucho tiempo de ausencia, ha vuelto “el que grita”. Quizá a menos volumen que otros años – la edad no perdona – su grito ha vuelto a romper la noche y, quizá para compensar ese vacío que su falta de actividad nos provoca , hoy nos ha regalado un segundo grito de igual o mayor intensidad que ha provocado grandes sonrisas y una gran sensación de plenitud.

Y los últimos días… pues lo de siempre. Trabajo, calor, comidas con familia y amigos (la tradicional barbacoa – que ya no lo es – en casa de Kris y Tony, un buen rato en el CentOnze con María José y mi madre), lectura, paseos cortos con Cass...Las vacaciones están cerca… pero el camino es arduo.

07 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 7 de julio de 2017

7 de julio. Cuando acababa el primer encierro, solía llamarle para felicitarle por su cumpleaños. Lo hacía y comentábamos el encierro y los planes que tenía para el día. Hoy no he podido hacerlo. Y lo he echado mucho de menos.


Miércoles. Me encuentro con Toni y con Roger en su barrio. El Quimet está cerrado y acabamos en La Bodegueta. Alrededor de un barril que nos sirve de mesa surgen viejas historias – alguna también nueva, que no sólo de nostalgia vivimos – y la misma complicidad que tejimos trabajando juntos. Es agradable recuperar estos momentos. Rematamos con “la que sobra” en el Samba Brasil. Llevado por la nostalgia me pido una caipirinha. La nostalgia suele ser traicionera.

02 julio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 2 de julio de 2017

Hace muchos años leí “A peu por l’Alt Maestrat” de Josep M. Espinàs. Me gustó mucho y poco después tuve la oportunidad de caminar una de las etapas de ese viaje. No he vuelto a leer ninguno de los libros de viaje de Josep M. Espinàs hasta ahora que me encontré con el “A peu per Castella” en las manos y no me pude resisitir. Durante los últimos días he acompañado al escritor por tierras de Soria mientras despertaba en mí la inquietud por hacer un viaje caminando y la nostalgia de unas tierras que nos acogieron – también hace muchos años – durante un par de veranos. Fueron pocos días pero intensos y guardo un sensacional recuerdo.

También he leído el “Vida en otro planeta” de Will Eisner y algunos cómics más de la serie Blueberry (la serie del oro de los confederados, quizá la cumbre narrativa de la saga).

Viernes. A la hora de comer, me encuentro con María José en el Bardeni (Valencia, 452. Barcelona). El Spin off del Caldeni parece que funciona mejor que el original y se ha acabado comiendo al restaurante original. Llego primero y espero con un plato de cecina y con una cerveza bien fría. Sardinas marinadas, Tataki de atún , Canelón de rabo de buey, Fricandó y Vaca charoláis. Todo delicioso. Servicio amable y, aunque salimos a 40 por persona, la relación calidad precio es muy correcta.

Sábado. Pablo y Elena organizan una reunión familiar en su casa. Entre adultos y niños somos 17. La cocina de Elena siempre es deliciosa. Un surtido de entrantes de lujo, huevos escalfados a baja temperatura, fricandó, pato con peras y tartas caseras de queso y chocolate…


Y sin dejar la gastronomía que ha marcado este fin de semana, hemos empezado a ver Samurai Gourmet, una serie japonesa deliciosa.

26 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 25 de junio de 2017

Y tras la verbena – como cada año en Graceland y con amigos –, fin de semana de extrema pereza y pocas ganas de salir (algún paseo corto con Cass y poco más). Películas, juegos, siestas… y un constipado en plena ola de calor.

He leído el “Cabaret Pompeya” de Andreu Martín. Fines de semana de festivales y trabajo han hecho que la lectura se haya prolongado más de lo habitual. “Cabaret Pompeya” es una novela negra que, sin querer ser histórica, ambienta perfectamente la Barcelona de la república, de la Guerra Civil y de los primeros y últimos años del franquismo. Andreu Martín tira de oficio para fabricar una de esas novelas corales que reflejan una sociedad y su evolución. Una gran novela sobre Barcelona. Una más.

Hay veces que lees algo que hace tiempo que quieres escribir. Cuando pasa, tienes dos opciones: escribes tu propia versión o compartes el texto que cuenta más o menos lo mismo que quieres contar y que – como es el caso  - está firmado por alguien que escribe mejor que tú.

Gaudí te odia
Carlos Zanon

Ultimamente no soportamos a nadie. Ahora resulta que alguien ha reparado en que los turistas no son viajeros. Y en que molestan. Y en que sobran. Como si turistas y viajeros no hubieran molestado y hubieran sobrado siempre. Me temo que los despreciamos para no quedarnos fuera de onda. Tenemos tantas maneras de decir lo que pensamos, que tratamos de pensar todos lo mismo no sea que nos llamen la atención. Decir que no te molesta el turismo por la Rambla es como decir que te gusta el cine de Almodóvar. Pudo estar bien, pero ya no. Soplan brisas de añoranza de un mundo adánico donde Peret cantaría a Víctor Jara y en las mercerías se seguirían vendiendo botones y cremalleras.

Quizá no nos guste que exista el turismo como ocio. O no aguantamos a nadie que no esté a nuestra altura. De todos es sabido que los barceloneses cuando viajamos nunca hacemos turismo. Ni buscamos hoteles baratos, comer de cualquier manera y entrar en manada en cualquier ruina, comercio o bar siempre y cuando no se cobre entrada. Los barceloneses somos viajeros indómitos al tiempo que educados, de nivel económico alto sin que se note y compramos libros en Shakespeare & Co. y bailamos milongas en la Catedral del Tango. Una vez corrió la leyenda urbana de que un barcelonés había bostezado en el Museo Británico y que otro repartió bolígrafos a niños en Zambia, pero resultó que el primero era de Sabadell y el segundo lo que repartió fueron poemas de Joan Salvat-Papasseit. El barcelonés sólo se permite ser turista, almogávar y colonial, cuando viaja a las Baleares pero yo estuve en Eivissa de adolescente y he de callar.

El turista no es culpable de nada. Quizás de su atuendo y sus chanclas, su querencia a una gastronomía autodestructiva, el ansia de sol sin protector y de alcohol sin vesícula biliar. Ves atravesar entes tipo cigüeña, disimulando –sin conseguirlo– su pinta de guiri, bajo dianas y balas, pintadas que los envían a casa o les dicen que Gaudí los odia. ¿Qué puede haber más cruel que irte a la cama pensando que Gaudí te odia? Nada. Quizás debamos replantearnos cómo asimila el turismo una ciudad –ejem, perdón– de pequeñas dimensiones como la nuestra. Un rollo tipo Contrabandistas de Moonfleet creo que funcionaría a la perfección en Barcelona. El plan sería que, a eso de las tres de la mañana, serían desembarcados los turistas, en botes de remos, en la playa del Bogatell. Dejarían todo su dinero a músicos callejeros y empleados de CaixaBank a la espera de sucursal. Los turistas serían gente de posibles, nunca millonarios porque un turista millonario es, simple y llanamente, despreciable. Mediante túneles bajo tierra los guiaríamos antes de amanecer a visitar el parque de la Oreneta, ópticas de Via Júlia y curvas de Can Caralleu. Un grupo de cada veinte podría ver salir el sol desde el Park Güell, y por sorteo, tocaría desayuno en el Glaciar. Después, túnel, bote y a las nueve en el barco otra vez, escondidos hasta la noche. Los que viniesen en avión podrían coger metro hasta Bogatell, claro.

22 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 22 de junio de 2017

Martes. Día horrible de trabajo. Empalmo reunión tras reunión - non stop y corriendo de una a otra - de 10 a 9:30 -. Llego tarde a la cena con Albert, Esther, Marta, JuanMa y María José, pero gracias a ellos recupero las fuerzas perdidas.

Mariona me dijo que ya lo había visto... pero hasta hoy no puedo decir oficialmente que ya es verano. Aquí tenéis la tradicional pastilla de Fogo del vecino guarrete.





19 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de junio de 2017
Sónar, día 3

Tras una mañana de perezas – yo – y de mucho dormir – Alejandro – nos acercamos, de nuevo pronto, al recinto del Sónar. Antes de entrar visitamos el Pabellón Mies Van der Rohe para ver – sobretodo escuchar y sentir - la instalación de Mark Bain. El artista capta con sensores sísmicos las microvibraciones que recorren los materiales con los que está hecho el Pabellón. Estas vibraciones son amplificadas – mucho – y reproducidas por un sistema de altavoces. Esto también es Sónar y es una de las cosas que lo convierten en un festival único en el mundo.

Las primeras horas siempre son tranquilas. Primera cerveza con Jordi P, comida en el Village, algún vistazo a los escenarios que ya están funcionando… Un poco de Animic, una pizca de Joe Goddard… y, en una actuación que prometía más de lo que nos ofrece, vemos a Oblique con Carlos Bayona. Su sonido ochentero no nos aporta demasiado y, tras unos cuantos temas, nos vamos a ver a Gaika. Pese a que abusa del autotune, su actuación es contundente. Dancehall y hip hop de alto voltaje con un sonido crudo e industrial. Pese a que se pueden encontrar paralelismos por los parámetros musicales en los que se mueven, Gaika está a años luz de la actuación de CTangana (a la que me arrastra Alejandro, demasiado tarde descubro que es uno de los Agorazein que ya sufrí en el Primavera Sound de este año  ). En Gaika todo es profesionalidad, preparación y talento, en CTangana  es vacío. Debo decir que entre el numeroso público, soy el único que lo ve así y el resto de la gente se lo pasa en grande.

Tras él tenemos una cita en la zona de realidad virtual donde me convierto en un dinosaurio, en un gorila, en un mono con cartera, en un dragón… y disfruto como un enano en un entorno virtual.


Queda ya poca energía. Fantástica actuación de Sohn para quemar las últimas reservas y vuelta a casa. Estoy agotado y, tras cenar, me retiro a dormir. Evidentemente, tampoco hoy habrá Sónar noche.

16 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 16 de junio de 2017
Sónar, día 2

Este año se nos ocurrió invitar a Alejandro a vivir el Sónar. No sé si podré llegar hasta el final pletórico de energía, pero seguro que será divertido. Llegamos pronto y aprovechamos las primeras horas para visitar Sonar Planta y la zona del Sónar+D que cada año ocupa más espacio y tiene más peso en el Festival. Aprovechamos también para hacer el primer recorrido de tanteo por los diferentes escenarios que empiezan perezosamente a despertar. Un poco de Juan Ingaramo (me gusta lo que escucho) y algo de SonarDome… no sabría decir quienes eran. La primera sorpresa musical nos la regala Jacques y su extraño peinado. Divertido, sorprendente e intenso nos ofreció uno de los conciertos del día.

Alejandro me arrastra a escenarios que no pisaría sin su compañía. Así acabo viendo a Bad Gyal. Su actuación, sin ser el despropósito de lo que me encontré ayer en este mismo escenario, no la guardaré entre mis mejores recuerdos musicales del Sónar. Recupero sensaciones – intensas, rozando lo salvaje - con la brutal agresión sónica y lumínica de Evian Christ. Su actuación en la edición de este año se recordará como una de las gozosas salvajadas del Sonar día.


Nos trasladamos al SonarComplex para ver la actuación de Nonotak. El dúo tiene un montaje impactante – en blanco y negro –. Alejandro se deja tentar por las mullidas butacas de la sala pese a que los decibelios y la fuerza de la actuación son notables. Rematamos, ya agotados, en el Village con Craig Richards. María José nos espera en casa con unas reparadoras pizzas. No habrá Sonar noche debido a la falta de fuerzas.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 15 de junio de 2017
Sonar, día 1

Primeras horas en el Sónar. Primera cerveza (cara) y toma de contacto con la habitual sensación de día de la marmota que acompaña a las primeras jornadas de un festival conocido. Aprovecho para pasear entre escenarios y para convencer a amigos, conocidos y saludados (y a algún desconocido también) que no se pierdan la Phosphere de Daito Manabe.

Escucho a RayRay en el SonarDome y, pese a que la oferta gastronómica del Festival es muy decente, prefiero salir del recinto para comer en Il Golfo di Napoli. La pizza sigue siendo tan buena como siempre.

Vuelta al recinto para ver Entropy, un interesantísimo proyecto que une músicos, artistas y científicos. Me encuentro con Jordi P. Un poco de Daniel Brandt & Eternal Something, una pizca de Princess Nokia… con incredulidad asisto a la performance bizarra de Yung Beef (bases y voces pregrabadas bajo gritos que pretenden ser la actuación. Cero preparación, menos calidad... y sin embargo éxito de público. Debo estar haciendome viejo. Creo que, ante la posibilidad de disfrutar con semejante engendro, me alegro) y acabo la jornada con el sonido denso de Andy Stott, sin duda, lo mejor del día.


El Sonar es un excelente generador de endorfinas, una bomba de conocimiento que va directo a los centros de placer del cerebro. Una gozada única que tengo la suerte de tener en mi ciudad.

15 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 14 de junio de 2017

Desde hace años, uno de los puntos imperdibles del Sonar es Sonar Planta, una instalación artística de gran formato que cada año sorprende. Este año se llama Phosphere.

Asisto a la presentación del artista japonés Daito Manabe y quedo fascinado. La instalación es interactiva y, en ciertos momentos del día, se reforzará con un espectáculo de danza que exprime hasta el límite las posibilidades tecnológicas de la instalación. Es una lástima que sólo esté disponible durante cuatro días y sólo para asistentes al Festival. Si eres uno de ellos, no dudes en visitarla.



María José no llega a tiempo tras un día complicado y asisto sólo al estreno de “Bodas de Sangre” en la Biblioteca de Catalunya / La Perla 29. Lo siento por ella, me lo paso genial.


Y tras tiempo sin hacerlo, vuelvo a introducir una de esas críticas – a lo Bret Easton Ellis en “American Psycho” – que rompen el ritmo y que son absolutamente prescindibles. Pero es que la obra lo pedía a gritos.

Bodas de Sangre
Biblioteca de Catalunya / La Perla 29

Lo primero que me vino a la cabeza,  al entrar en las naves góticas de la Biblioteca de Catalunya que acogen el Bodas de Sangre de La Perla 29 y ver la disposición del escenario, fue un torneo medieval. Y el Bodas de Sangre dirigido por Oriol Broggi tiene algo de torneo, un poco de western, mucho simbolismo, momentos de mucha verdad y un ritmo – flamenco – endiablado.

Hay muchos protagonistas que explican mi fascinación por este “Bodas de Sangre”:
El escenario aprovecha al máximo los recursos del espacio con mucha creatividad y una sana economía de recursos que gracias a la luz y a un hábil uso de las proyecciones nos transporta saltando entre escenas, lugares y tiempo.

Un caballo y sus apariciones llenas de carga simbólica también es uno de los inesperados protagonistas aunque el  escenario parece hecho a medida para él.

Fascinantes Clara Segura y Nora Navas que resplandecen llegando a intercambiarse alguno de los papeles principales que interpretan ambas. Del resto del reparto – que las acompaña a un gran nivel – destaca un gran Ivan Benet que borda los diferentes roles que asume.  

Pero, para mí, es la música de Joan Garriga uno de los grandes aciertos del espectáculo. Al piano, a la guitarra o al acordeón,  flanqueado por Marià Roch i Marc Serra, marca de manera magistral los tempos, imprimiendo ritmo, locura y tensión. Aires flamencos, de western terminal, de fiesta, 
momentos íntimos… y Camarón (Nana del Caballo Grande, la Leyenda del Tiempo…), Pata Negra (Bodas de Sangre) y Morente – aunque sus Lorca fueran otros – flotando en el aire. La obra tiene el final musical – por Camarón – que mi subconsciente ya estaba pidiendo a gritos.



Y todos estos protagonistas están mezclados en la medida justa por Oriol Broggi que ha sabido dar el ritmo adecuado a un espectáculo lleno de poesía, magia y verdad. Este Bodas de Sangre pone el listón muy alto a la temporada veraniega que acaba de empezar. ¡Que nadie se lo pierda!

13 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 13 de junio de 2017


En el Arts Santa Mónica Brian Eno inaugura “Lightforms / Soundforms”, una gran exposición en la que la luz, el sonido y el proceso creativo son los protagonistas.  Hay que ir con tiempo y dejarse envolver por “New Space Music” o “77 milion paintings”. Los sofás dispuestos en una y otra, ayudan a la contemplación inmersiva. Y vale la pena. Aunque está vinculada al Sónar, estará en el Arts Santa Mónica hasta el 1 de octubre.

New Space Music a l'Arts Santa Mònica

12 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de junio de 2017

Queda poco de mí tras cuatro días inmerso en el Tast a La Rambla. Como cada año, ha sido agotador pero muy gratificante poder trabajar junto a un equipo fantástico y rodeado de gente feliz mientras disfrutan de la mejor oferta gastronómica de la ciudad condensada en pocos metros cuadrados.

Con tanto tiempo en La Rambla, he podido probar algunas de las propuestas de los restaurantes. Aquí mi ranquing personal (teniendo en cuenta que no las pude probar todas).

Top 3

Un año más, el Mano Rota se ha alzado con el premio a mi tapa favorita del Tast a La Rambla, su cordero con curry rojo estaba impresionante. Le acompañan en el podio el Gazpacho ahumado con mojama de atún del Marea Alta y los Agnolotti del plin del Cecconi’s.

Han estado cerca del pódium

La leche de tigre del Yakumanka, el Bao Ho Chi Minh del Bao Bao, el ceviche del Spoonik,  el Steak Tartar Poele del Opera Samfaina, el Taco al Pastor del Oaxaca, el Rabo de toro de Casa Leopoldo, la coca de aceite con tartar de tomate, aguacate, bacalao marinado y caviar de trucha del Bitxarracu, el Mollete de sobrasada de pulpo del Bobo Pulpín y el Nasu Dengaku de mar y Montaña del Kak-koy


Y he tenido la suerte de probar muchas más… y todas estaban realmente buenas. Empieza ahora el trabajo para que la próxima edición sea mucho mejor.


06 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 5 de junio de 2017

Domingo. Día de pereza máxima y dolor muscular tres el Primavera Sond. Tele, sofá y lluvia. Por la noche consigo salir de casa con la intención de ver a Shellac como resopón del festival. Llego justo y hay mucha cola. Tras diez minutos veo que este año no cumpliré con la tradición y no disfrutaré de la contundencia de Shellac. Me consuelo viendo a Ondina en la sala 2 mientras me bebo la última cerveza de esta edición.


Lunes. Festivo. Día de más tele y más sofá. Barbacoa con Mariona (que nos ha facilitado disfrutar más intensamente del Primavera Sound al ocuparse de Cass) en el patio de Graceland y tristeza por acabar este paréntesis musical.

04 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 04 de junio de 2017

Primavera Sound. Sábado 3
Nunca vi a Surfin’ Bichos y hoy el Primavera Sound me da la oportunidad de reparar esta carencia. El aforo del escenario es muy limitado. Somos de los primeros en llegar – casi media hora antes de la hora de apertura – a las puertas del recinto del Festival.  Cuando las puertas se abren, todo el mundo a mi alrededor empieza a correr hacia el punto donde se reparten las entradas. No era mi intención… pero no hemos llegado tan lejos para rendirnos. Empiezo a correr como si no hubiera mañana (y como si mi hígado, ya castigado por varios días de festival y no en un estado inmaculado, no quisiera bajarse de mi cuerpo en pleno sprint). Consigo llegar apenas con vida y, mientras me recupero, alguien coloca en mi muñeca una pulsera. En mi estado semi-comatoso pienso en ambulancias, hospitales y cuidados que me devolverán a la vida… pero pese a su aspecto, la pulsera no tiene nada que ver con el mundo médico sino que servirá para darme acceso al concierto. La primera cerveza empieza a devolverme a la vida.

No podía haber mejor escenario para ver a Surfin’ Bichos recuperando todos los temas de Hermanos Carnales.  Lo paso genial con un concierto que me llega con 25 años de retraso, sin la frescura del momento, pero con la misma entrega y una mayor profesionalidad y oficio.




Nos encontramos al salir con Cesc y comentamos la jugada. También nos encontramos con Jordi P y vemos un poco de la actuación de Museless.  El cartel del Primavera Sound tiene pocos errores. A la misma hora se condensan dos: Junjun es más propio de otros festivales y está puesto con calzador en el Primavera. El otro error, Agorazein, me parece peor. Calidad nula, ego desmedido, humor de bajo nivel  y playbacks vergonzantes. Una falta de respeto a los músicos que, con apuestas de mucha más calidad, han quedado fuera del cartel.

Thurston Moore me devuelve la fe en el Festival y en la música con un concierto corto pero impecable. De nuevo en el Heineken Hidden Stage, rodeado de gente con ganas de escuchar y de pasarlo bien con la música, lo paso genial.



Renunciamos a Van Morrison y cenamos algo mientras Angel Olsen pone banda sonora.

Estamos muy cansados pese a que es pronto. Teenage Fanclub ponen punto y final a nuestro festival con una actuación impecable. Todos los temas son jodidamente buenos y gasto las últimas energías con algún que otro bailoteo.




Mañana quizá llegará, si las fuerzas lo permiten, un regalo de despedida. 

03 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 3 de junio de 2017

Primavera Sound. Jueves 1

Primer día oficial del Festival después del aperitivo de ayer. Los jueves siempre son el día con menos afluencia de público, pero al llegar ya nos damos cuenta que hoy no será así. Dejo a María José en la cola y aprovecho para ver el final del concierto de Kokoschca. María José tarda menos de lo previsto en entrar y nos damos un primer paseo, nos encontramos con Jordi P. y planificamos una jornada en la que coincidiremos poco mientras escuchamos a Mishima.

Convencemos a Jordi P. para que nos acompañe a Mordor – entiendo sus razones para evitarlo – para ver a Triángulo de Amor Bizarro que, como siempre, convencen. Sigo prefiriéndolos en sala pequeña, pero se defienden también en uno de los escenarios de Mordor.

El Heineken Hidden Stage es mi escenario favorito del Primavera Sound. Silencio respetuoso cuando el concierto lo requiere, buen sonido y estética y proximidad de sala de conciertos mediana. Es lo que necesita Aldous Harding para brillar. Voz impresionante y buenos temas. Gran concierto.


Tras él, vuelvo a Mordor para ver a Solange. Musicalmente impecable ofrece un show milimetrado. Quizá demasiado. Yo prefiero que en un directo pasen cosas y gozar de un cierto margen para la sorpresa. Pese a todo, buen concierto. Mi intención es, a continuación, disfrutar de Bon Iver. Consigo situarme relativamente bien pero no estoy cómodo y, tras algunos temas, decido abandonar Mordor. El concierto – los pocos temas que escuché – también impecable, también algo frío.



Todo lo contrario que el directo arrollador de Kate Tampest. El hip hop tendría que ser siempre así. Reivindicativo, inteligente, brillante musical y literariamente, arrollador… el mejor concierto para despedir- pronto – mi jornada.



Inicio una larga vuelta a casa en transporte público.

Primavera Sound. Viernes 2

Mi intención es pasarme la mañana descansando. Tras pasear con Cass y desayunar me vuelvo a la cama con la intención de regalarme perezas inmensas y largas hasta la hora de comer. Una luz se enciende en el fondo de mi consciencia y poco a poco va ganando intensidad. De golpe se convierte en un fogonazo que me recuerda que me he comprometido a participar en un jurado. Tengo el tiempo justo para saltar de la cama, ducharme, vestirme y correr hacia el centro. Adiós mañana de pereza.



Aterrizamos en el Festival en un momento de intenso contraste local. Rebuig provocan terremotos mientras El Petit de Cal Eril intenta minimizar sus efectos. Para sentarnos a planificar la jornada – y para un día soleado – preferimos al segundo.  Jordi nos encuentra y volvemos a ver que será otro día de pocas coincidencias.



Las primeras horas son algo flojas. Decidimos visitar los dos escenarios del Primavera Bits que este año se ha acercado más a la playa. Desde allí tenemos que ir a Mordor y decidimos calcular la distancia entre el escenario Heineken y el Desperados. Es un poco más de kilómetro y medio. Por el camino vemos a la brasileña Tié.

Hace dos años vi a unos jovencísimos Belako. Me encantaron. En este tiempo han ganado en contundencia y seguridad, pero siguen encantándome. Sus directos son una garantía de diversión.


Los que somos veteranos del Festival sabemos que para disfrutar de los conciertos en el Auditori Rockdelux hemos de pasar algunas – no pocas – incomodidades. Lo de este año, no obstante, roza el esperpento más absoluto. 

La tragedia de entrar en el Auditori Rockdelux. Crónica apresurada e indignada

Hacemos cola y, cuando llegamos a la primera puerta, nos dicen que necesitamos una entrada. Corro a la taquilla y, por suerte aún quedan. Naturalmente no son gratuitas. Dos euros por entrada. Económico si no hubiéramos pagado previamente un abono que, en teoría, te da acceso a todo el festival. Tras pasar el primer control empieza un mareante zigzagueo entre cintas y vallas hasta el segundo control. Aquí te obligarán a abandonar todo aquello comestible (nosotros, conocedores de esta política ya tradicional, no llevamos nada). Nuevo zigzagueo mareante hasta la puerta del auditorio donde crees que ya todo lo malo ha pasado. Pero por desgracia no es así.  Dentro del auditorio somos obligados, con todo lo contrario a la amabilidad, a seguir un recorrido determinado que acaba, no podía ser de otra forma, con un nuevo zigzagueo y una nueva cola en la que deberemos esperar cinco minutos – totalmente parados – a que nos dejen acceder a la sala. Para mi sorpresa, el  Auditori no está a tope y todas estas medidas es para un volumen de gente que apenas ocupa las primeras filas (luego se irá llenando, pero todas las medidas no son por una afluencia masiva sino una operativa planificada por el hermano malvado y falto de luces de Donald Trump). Nota a los responsables del Festival (los demás estáis exentos de su lectura): Supongo que muchas de las normas estultas son imposiciones de la dirección del Auditori. Replantearos la relación. Es necesario un escenario así, pero la incomodidad es cada vez mayor y el trato resulta, en ocasiones vejatorio para un personal que es, en una inmensa mayoría, educado y respetuoso. Gracias.

La maravilla de entrar en el Auditori Rockdelux. Crónica de un concierto maravilloso.

Todas  las incomodidades sufridas las compensa un concierto sublime (en realidad, medio concierto) de The Magnetic  Fields. La primera parte de ese inmenso repaso a la vida de Stephin Merritt que es “50 song memoir” fue una pequeña – en realidad, no tan pequeña – delicia, un concierto lleno de humor y sorpresas.  Stephin Merrit, encerrado en el comedor de su casa y rodeado por seis músicos repaso una canción por año de su vida con humor, ironía y nostalgia para un público que, en general, se acerca mucho generacionalmente a él. Una hora y 45 minutos, con pausa incluida que continuará hoy con otro largo concierto (que seguramente me perderé ya que a la misma hora hay nostalgias particulares con las que lidiar).

Y tras The Magnetic Fields hay que reponer fuerzas. Lo hacemos – este año solos (echando de menos a Núria y Jordi R, que este año no han venido, y a Jordi P que recorre el Festival por su cuenta)- con los tradicionales libritos del Primavera Sound.


Rematamos la noche con un conciertazo de Arab Strap. Es pronto pero estamos agotados. Mañana más.


01 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 01 de junio de 2017

Me reencuentro con el gourmet de Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi en “Paseos de un gourmet solitario”. Es una delicia acompañar al protagonista en sus comidas solitarias. Restaurantes sencillos, errores y aciertos, reflexiones sobre gastronomía, costumbrismo y una pasión por la comida sin estridencias ni postureos. No está lejos del lenguaje de un blog de restaurantes de menú, pero el dibujo de Jiro Taniguchi lo convierte en obra maestra.

MODE PRIMAVERASOUND 2017 on

Me acerco al recinto del Forum  con la intención de hacerme con una de las entradas para “Dancefloor Meditations” de Jarvis Cocker y, pese a que llego pronto y que son sólo para abonados me dicen que ya están todas entregadas. Me temo que muchas de ellas a “pesebristas” varios. Lo malo de tener los abonados garantizados es que se les cuida poco y esta clase de cosas es lo que ha hecho que varios amigos dejen de asistir a un festival al que eran asiduos y que, a pesar de estas pequeñas cosas, sigue siendo muy grande.

Aprovecho el desplazamiento para, llevado por la nostalgia, ver la actuación de “7notas 7colores”. Me traslado al Moog de hace muchos años cuando los vi en la presentación de “Hecho es simple”. La energía poderosa de aquel entonces ha dejado paso a… simple nostalgia. La tarde mejora con la actuación de Gordi, todo un descubrimiento y con la primera fiesta colectiva del festival de la mano de Local Natives.



Sólo ha sido un aperitivo. Hoy empieza todo.

29 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 29 de mayo de 2017

Martes noche. Romper la rutina un martes con una cena con amigos siempre es una buena idea. Aunque después tenga un precio alto que se acaba pagando durante toda la semana. Cosas de la edad. Con Esther, Albert, Marta y JoanMa cenamos en el Kao Dim Sum (Bisbe Sivilla, 48. Barcelona. Teléfono 934173064). La comida está deliciosa. El servicio es correcto pero nos ofrece un contraste extraño que rebaja la valoración de la experiencia. Una de las personas que nos atiende es demasiado lejana – la sonrisa parece algo ajeno a su personalidad - y la otra persona que se encarga de nuestra mesa es incómodamente cercana. El punto medio, estoy seguro, es lo correcto.


Sábado. Con la excusa de recoger una elíptica – que Jordi R y Núria nos regalan – y ver la final de la Copa, acabamos comiendo salchichas y bebiendo mucha cerveza. El ejercicio de cargar la elíptica en el coche es la primera de las muchas torturas que el objeto me proporcionará. Compensamos con largos desayunos y generosos aperitivos en el patio de Graceland.

22 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 22 de mayo de 2017


El Maremagnum Fest cierra su primera edición con un conciertazo de León Benavente. El Festival, junto al mar, con un cartel interesante y gratuito, ha empezado con buen pie. Y nosotros rematamos el fin de semana – con perezas, arroz en el patio de Graceland con Mariona, un poco de tele (estamos viendo “Una serie de catastróficas desdichas”) y la resolución de un ataque de “ansia de chino” ya relatado- de la mejor manera posible.


21 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 21 de mayo de 2017

Pese a las muchas horas invertidas en su estudio, nadie conoce las razones por las que se produce la llamada “ansia de chino”. Lo cierto es que el “ansia de chino” se produce de manera recurrente sin que se conozcan las causas que la desencadenan y su efecto más conocido es una necesidad imperiosa de comer en un restaurante chino. Las víctimas habituales del “ansia” – no nos afecta igual a todos – sufren en silencio sus efectos. La confianza que me une a María José, no obstante, hace que compartamos las más íntimas afecciones y el viernes nos dimos cuenta que ambos estábamos aquejados de una superlativa “ansia de chino”. Lo solucionamos con una sensacional comida en el “Memorias de China” que ha solucionado – aunque sabemos que sólo es temporalmente – nuestra afección.


Mis recuerdos de la Avenida de la Luz son pocos. La recuerdo – ya en su decadencia – como una zona oscura y sucia, refugio de los restos de noches inciertas, cuando – siendo yo un niño – me encontraba con mis compañeros de excursión los sábados o los domingos a primera hora, antes de coger el tren con destino a alguna montaña a la que subir. También recuerdo el cine – en la época que lo recuerdo ya convertido en Cine X – como un sitio poco recomendable en el que querría entrar pese a que no me atrevía a hacerlo. Ahora, la Avenida de la Luz, desaparecida como centro comercial subterráneo, forma parte de una tienda de perfumes de un centro comercial y el cine desapareció poco antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Desde el viernes, una exposición de video arte vinculada al Festival Loop, Underloop lo recupera con una muestra de cinco artistas emergentes comisariada por Amanda Masha Caminals. Recuperar el espacio es curioso y la exposición aprovecha al máximo las características del espacio y exhibe obras que reflexionan sobre la evolución de los entornos.


19 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de mayo de 2017

Mi padre murió hace casi medio año. Desde entonces he pasado muchas horas en su habitación intentando poner orden a las cosas que le rodeaban.  Lejos de conseguirlo, sigo navegando entre los objetos que le hicieron feliz. Miles de objetos ordenados según un criterio sólo inteligible para él y que, ninguno de los que lo quisimos, somos capaces de descubrir. Bajo el aparente caos, sé que había un orden. Pero era un orden personal que se fue con su creador.

Ante la tentación de no tocar nada y dejarlo todo como un homenaje, surge la certeza de que, sin él, sus objetos dejan de tener sentido. Naturalmente conservaremos aquello que tiene valor sentimental para nosotros: ese libro que nos hizo pasar un buen rato, aquel cómic con el que aprendimos más que con una semana de clases en el colegio, sus dibujos, algunos objetos de escritorio… el resto de objetos – vendidos, regalados…- espero que acabe en manos que sepan apreciarlo tanto como él lo hizo.

Tras escribir, hace ya más de una semana, mi última crónica hasta hoy, me encontré con Toni y con Oscar en Sant Boi para comernos y bebernos el mundo en la Brasería Nicasio. Calamares deliciosos, mucha carne a la brasa y muchas risas.

Fin de semana familiar para celebrar el aniversario de Pepe y Lidu. Comidas abundantes, poco ejercicio y muchos ratos de descanso.

Me lo he pasado bien leyendo “La Criolla. La puerta dorada del Barrio Chino” de Paco Villar. Descubro un chino – el primero, el que primero que desapareció – que no conocía. Lo alterno con la relectura de los Blueberry y de los cómics de Will Eisner (“Último día en Vietnam”, “El Soñador”, “Una cuestión de familia”…).


El resto es trabajo y poco más. Y hoy, por fin, es viernes.

10 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 10 de mayo de 2017

Mi primer encuentro con la obra de Jesús Moncada fue una adaptación teatral – Mequinensa – que no me acabo de gustar. Entonces no lo sabía, pero esa Mequinensa que se pudo ver en el TNC no hace justicia a la obra de Moncada. He leído – disfrutando mucho – el “Camí de Sirga” escribió en 1988. Es una delicia. Un pedazo de la historia de un pueblo que ya no existe hecho a partir de las personas – muchos de ellos verdaderos personajes – que vivieron en él. Le veo – salvando distancias que son abismales – una influencia del realismo mágico trasladado a las tierras del Ebro. Pero el Mequinensa de “Camí de Sirga” comparte con Macondo el protagonismo en la obra, su evolución de la opulencia a la decadencia y la magia que impregna la realidad para hacerla mítica. Buscaré más obras de Moncada, espero que sean tan buenas como esta.


También he leído “Personajes de la Rambla en el imaginario popular” de Alicia Berlanga. Conozco a Alicia y me ha gustado leer un libro en el que habla con pasión de los personajes que han construido la leyenda de la calle donde vive. 

08 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 8 de mayo de 2017

Empieza a estar claro que la cosecha del 2017 de este diario será escasa y de poca calidad. Pese a que existe la voluntad de continuar con él, los escritos se espacian y se agostan. ¿El principio del fin? Me gustaría decir que no, pero no estoy seguro. 

No tiene sentido hablar ahora de todos los buenos momentos vividos los últimos 21 días con familia y amigos. Pero no me resisto a uno de esos resúmenes de aliño en el que condensaré en pocas líneas todo lo vivido en tres semanas.

Esto es lo que no he contado en este diario: una barbacoa en Graceland con amigos tras una carrera nocturna en la que no participé, un Sant Jordi vivido intensamente – y trabajando - en La Rambla, una cena con Jordi P. recuperando barrio y locales de antaño, un restaurante de carne que no ofrece vino ni cerveza y del que me marché sin llegar a pedir, un par de presentaciones de libros, un largo fin de semana en Cadaqués con Núria y Jordi R (playas, excursiones, buenos restaurantes, desconexión…),  una barbacoa en casa de Núria y Jordi R.,“A tots els que heu vingut” en el Tnc (bien) y “Ricard III” también en el Tnc (no funciona pese a tenerlo todo a favor). Y, a parte, lecturas, paseos, siestas y trabajo.


Espero volver pronto.

17 abril 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de abril de 2017

Mañana toca volver al trabajo tras unos días de merecido descanso y después de 10 días sin aparecer por aquí. Se empieza a confirmar que la cosecha escrita de este diario el año 2017 será magra.

Una vez más me enfrento a un resumen apresurado de los últimos días:

Sábado. Teníamos que ir al concierto delos Punsetes y los Ganglios en la Sala Salamandra. La siesta que nos regalamos tras una larga comida con Alejandro y Adhara hizo que nos lo perdiéramos (despertamos pasadas las 11 h). La comida sirvió para inaugurar la temporada de barbacoas en el patio de Graceland. También nos perdimos – está vez por lesión – el concierto de Xixa en Apolo el lunes siguiente. Martes. Celebramos el cumpleaños de María José en el Vivero de Sitges. Arroz frente al mar y desconexión total. Por la mañana hemos trabajado, en la terraza del restaurante parece que estemos de vacaciones. Miércoles. En el Poliorama vemos a Sergi López en Livingstone 30/40. Es una bestia escénica y verlo siempre es un placer. Parece que ha instalado su residencia en el Poliorama donde también ha representado su Non Solum. No os lo perdáis. Sábado y domingo. Celebramos cumpleaños familiares en el Forestier (fantástica terraza enjardinada y con el mar al fondo) y en el patio de Graceland (nueva barbacoa). Lunes. Descanso y preparación mental para lo que ha de venir mañana.

07 abril 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 7 de abril de 2917

María José me dice “esto tienes que contarlo en el Diario”. De repente recuerdo la existencia del diario y lo olvidado que lo tengo.

El "esto" es que lo estoy vendiendo "todo" en una página de venta de objetos de segunda mano. Y digo “todo” porqué he descubierto que cualquier cosa - por inútil, desastrada y falta de interés que parezca – encuentra un comprador dispuesto a pagar por hacerse con ella. Además, es adictivo. He empezado con publicaciones diversas, papeles y objetos inútiles. Una vez vaciado el piso, pienso continuar con los muebles, las tuberías, las plantas del jardín, las macetas y los útiles de cocina... Y no descarto preparar un lote con algún vecino que - dado su grado de singularidad (María José la atribuye a un no demostrado, pero sin duda probable, origen extraterrestre)- podría reportarme una alta rentabilidad.


Y... a parte de vender cosas... algo más debo haber hecho (sigo alternando a Eisner con Blueberrys, he cenado con amigos en Casa Varela, he trabajado mucho, Núria y Jordi R nos han preparado un arroz cojonudo, he ido a la presentación de el libro que ha escrito un vecino...).