29 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 27 de abril de 2007


Hoy no es un viernes normal. Mientras el mundo, a mi alrededor, funciona a su ritmo habitual, yo me bajo y – recuperando el esplendor de las gloriosas jornadas que me inspiraron el título de este diario – me dedico al noble arte de perder el tiempo.

Me levanto, como todos los viernes, pronto y desayuno con María José. Dedico las primeras horas del día – rodeado de la calma de Graceland y acompañado por los ronquidos que Cass, estirada en el sofá, emite a un volumen inconcebible para su tamaño – a repasar mi correo electrónico y a enviar algunos mails.

Cuando Cass se despierta le doy su comida y salgo a pasear por el barrio. Todo parece igual que cada día, pero saber que no tengo que ir a trabajar es un descanso y me hace ver todo con más calma y disfruto de cada momento.

Un bus me lleva a Sarrià y allí recupero el barrio que disfruté durante el año que estudié aquí. Tengo todo el tiempo del mundo. Me compro “El País” y lo leo en “Can Pau” de la plaça Sant Vicençs. He venido buscando la nostalgia de los muchos momentos que pase en él y con el tiempo ha mejorado. Es el rincón de calma y tranquilidad – Carla Bruni ayuda a crear ese ambiente delicioso– que deseaba para leerme el periódico de cabo a rabo y hacer el crucigrama de Mambrino. Tendré que encontrar momentos para volver.
bravas del bar tomasDespués doy una larga vuelta por el barrio y recupero fuerzas en el Bar Tomás con unas bravas regadas con cerveza. Hay recuerdos que, al reencontrarnos con ellos, se muestran deslucidos, faltos de brillo. No es el caso del recuerdo que tenía de las bravas del bar Tomás. No entraré en la eterna polémica sobre su posición en el ranking de “mejores bravas de la ciudad”, pero siguen estando tan buenas y tan viciosas como siempre. Otro sitio al que debo volver con más frecuencia.

Vuelvo a casa y espero a que María José vuelva a casa después de trabajar.

Hace mucho, en uno de los comentarios de este diario, alguien – lo siento, no recuerdo quien fue – me recomendó la “Granja Elena” y desde entonces ha estado en la lista de restaurantes pendientes de visitar. Sus horarios – sólo hace comidas y sólo de lunes a viernes – no me lo han puesto fácil y hasta hoy no he podido seguir la recomendación.
postre en granja ElenaMaría José me invita para celebrar – con un poquito de retraso – su cumpleaños.
La Granja Elena (P. de la Zona Franca, 228 Barcelona Tel. 933320241) es un bar sencillo que, con el tiempo y con el buen hacer de sus propietarios, se ha convertido en un restaurante en el que la calidad del producto es una de sus principales características. No es cómodo (es pequeño y ruidoso) y tampoco es barato (algo más de 40 euros por cabeza) pero la relación calidad-precio es buena.
Comemos muy bien, disfrutamos de unos postres sensacionales y me bebo una botella de cava que tendrá consecuencias.

Las consecuencias de la botella se llaman “Tú la letra y yo la música”, película a la que soy arrastrado gracias al especial estado de “buenrollismo” en el que me ha sumergido la ingesta de la infecta bebida a cuyo boicoteo me uno desde hoy mismo.
No tengo palabras para definir la película, sólo un aviso: NO LA VEAS.

Vuelta a casa, paseos con Cass, series, un poco de lectura y mis 24 horas de libertad extra que se esfuman. ¿Sólo es viernes?

26 abril 2007

“Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.”
Gabriel García Márquez. Cien años de soledad


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 26 de abril de 2007


Sigo sin tiempo para nada. Las cenas con amigos se aplazan, las series pendientes se acumulan encima de la tele y en el disco duro del grabador, los proyectos que parecían de inmediata ejecución se dejan para mañana, ese texto que quería escribir y enviar sigue a medias... y los días pasan mientras tengo la sensación de que no hago nada más que trabajar mientras el sol brilla en la calle, al menos hasta que llegue el fin de semana.

Gabriel García Márquez. Cien años de soledadComo siempre hay momentos de sol entre tantas nubes: los desayunos, las cenas y las risas con María José, la lectura en el largo camino que me lleva a Levi Pants (he acabado “Cien años de soledad” y hoy empiezo un Michael Connelly), las buenas noticias que llegan desde México – Amador y María han sido padres -, el sol que no puedo aprovechar... es jueves, ya queda poco para el fin de semana, menos de lo que algunos creen.

22 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 22 de abril de 2007


Han vuelto. Tras meses de olvido en una caja del trastero, mis abarcas vuelven a calzar mis pies. No sé si es un regreso definitivo o si se trata de una relación temporal. La meteorología tiene la palabra.

Hace unas semanas fue el segundo cumpleaños de Lucas. Una inoportuna lluvia aplazó la celebración y hoy, por fin, ha llegado el momento de celebrarlo.
BellavistaYoli y Rafa han organizado una comida en el Bellavista. Somos un montón (Yoli, Rafa, Lucas, Beni, Suso, Jesús, Maite, Álex, Ivan, Maite, Manel, Ainhoa, Paula, Rafael, Marina, Víctor, Miriam, José, Marc, Izan, Cristina, María José y yo). Mientras los niños comen nosotros disfrutamos de las vistas con una cervecita en la mano y un palillo con boquerones en la otra. Después llega nuestro turno – tanta naturaleza abre el apetito – y disfrutamos de la comida y la larga sobremesa mientras los niños acumulan suciedad.

Vuelta a casa y siesta sensacional.

El resto del domingo lo dedicamos a vegetar, a ver alguna serie y a escribir esto que estáis leyendo

He aprovechado para escribir un artículo sobre el Bellavista.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 21 de abril de 2007


Viernes. Libertad. Me encuentro con María José en el centro y empezamos a buscar un sitio donde cenar. Nuestras primeras opciones fracasan y acabamos en Sants buscando una pizzeria a la que le habíamos echado el ojo. El olor es delicioso pero por desgracia falta poco para las 11 y ya han cerrado la cocina (en la puerta tienen un cartel que especifica que el horario de cocina es hasta las 11 pero hoy no debe tener validez). Rechazamos otras ofertas, nos rechazan en otro sitio – tienen lleno -y acabamos en “la fusta de Sants” o “la tabla de Sants” o algo parecido. Tenemos hambre, la música es horrible y tardan en servirnos. Volvemos a casa con la sensación de que no es exactamente lo que nos apetecía, pero ha empezado el fin de semana, un mundo lleno de promesas y de maravillas todavía por descubrir.

Sábado. Me levanto pronto y salgo con Cass a pasear. Aprovecho para comprar los periódicos y pan recién hecho. Desayunamos con calma, revisando los planes para este fin de semana y leyendo.

Mañana de “Tengos que”. Me acerco a correos, miro si me ha llegado algo al apartado y hago un par de envíos. Por el camino – en transporte público – me sumerjo en las polvorientas calles de Macondo acompañando a los Buendía.

A mediodía vamos a casa de mis padres para celebrar el cumpleaños de mi madre, de Eli y de María José (en total 133 años. La comida está buenísima y para agradecer el delicioso menú, rompo la puerta del horno en un ataque de “hooliganismo” familiar. Lo hemos pasado bien y Cass está destrozada después de comer sin parar todo lo que ha podido pillar.

Vuelta a casa y siesta para reponer fuerzas.

Por la noche vamos a la sala “Be Cool” para ver a Cooper en directo. De entrada el portero, con malos modos y peor humor, nos hace esperar en la calle. No empezamos bien. Este maltrato al cliente hacía tiempo que no lo sufría y me parece alucinante e intolerable.
La Sala “Be Cool”– que hacía años que no visitaba (fue una de las discotecas habituales de mi, ya lejana, adolescencia) – no es el lugar ideal para un concierto de Cooper (escenario ridículo, luz inexistente, espacio claustrofóbico...) pero la cercanía que impone el reducido espacio y la profesionalidad de Alejandro y los suyos – con nuevo batería en su formación – compensan las deficiencias de la sala.
Con su directo trepidante - Cooper siempre enlazan series de tres temas – dan un repaso a los temas de sus trabajos anteriores y presentan los temas de sus últimos ep’s. De regalo un tema nuevo y una versión en los bises de “Where I find my heaven” de los Gigolo Aunts. María José y yo no paramos de bailar y de corear las canciones, un gran concierto.
Tras intentar comernos un frankfurt en Pedralbes (otra tradición olvidada de los mismos años en que frecuentaba la sala Be Cool, que entonces tenía otros nombres) y llegar tarde por minutos, volvemos a casa para hacernos un bocata de queso de Benassal en la cocina de Graceland. Es muy tarde y hay mucha hambre.

20 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 20 de abril de 2007


¡Viernes otra vez!
El tránsito por la semana, pese a las alegrías habituales, ha sido duro.
No obstante, el descubrimiento de un poco de luz al salir del trabajo – después de meses de oscuridad total – es un motivo más para alegrarse cuando llega el final de la jornada laboral.

Añado, a partir de hoy, un enlace con los artículos que escribo en el blog de Barcelona. El de hoy sobre Can Gispert, una tienda que vale la pena visitar.

18 abril 2007

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo".
Gabriel García Márquez. Cien años de soledad


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 17 de abril de 2007


Henning Mnakell. El hombre sonrienteHe vuelto a caer en el viejo vicio. Tras leer “El hombre sonriente” de Henning Mankell (cada vez me gusta más la serie protagonizada por el detective sueco Kurt Wallander) he empezado de nuevo “Cien años de soledad”. No puedo evitarlo, cada cierto tiempo suelo empezar a sentir el impulso de revisarlo y, poco después, vuelvo a caer enredado en sus páginas. Sé que lo disfrutaré como la primera vez... y van muchas.

También he leído “Ice Haven” de Daniel Clowes. Sorprendente (el uso que hace del lenguaje del cómic es innovador y valiente) e inquietante (el retrato que hace de la naturaleza humana no es precisamente optimista), he disfrutado mucho y volveré a él edaniel clowes. ice havenn breve (una segunda y posteriores lecturas son necesarias para disfrutar de todos los matices). María José – que también me dejó el “Tres viajes” de Gallardo - se está convirtiendo en mi nueva distribuidora de cómics.

Por la noche improvisamos una cena de productos castellonenses con Mariona, nuestra vecina. La semana parece mucho más fácil así.

17 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 15 de abril de 2007


Sábado. Suena el despertador. Me levanto de mal humor por el madrugón y porque, no consigo entender la razón, el jodido – perdonen ustedes, pero ya he dicho que he amanecido de muy mal humor y eso justifica mi inadecuado léxico- estribillo de la última canción de Luís Euardo Aute no ha dejado de alterarme el sueño de manera machacona.

Nos ponemos en ruta – hemos alquilado un coche – hacia Castellón. Llueve, Cass no deja de llorar durante todo el viaje – tres horas – y el indicador de aceite del coche se enciende amenazando con dejarnos tirados en medio de la nada.

Pero – heroicamente y pese a todos los inconvenientes y a mi mal humor – llegamos a Castellón y todo mejora. Lidu nos prepara desayuno y café mientras Alejandro y Joana abren sus monas. Ya repuestos después de desayunar, cruzamos la calle y vemos el nuevo piso de Pepe y Lidu – los padres de María José - . El piso ha quedado muy bien y tenemos nuestra propia habitación.

Siestas, comilonas familiares, mas siestas y más comilonas... nadie dijo que la vida familiar fuera fácil.

Domingo. Me levanto pronto y salgo a dar un paseo con Cass por Castellón. Ha dejado de llover y el viento ha secado las calles. Gente que todavía está de fiesta, algún madrugador camino de la panadería del barrio y poco más. Me cuesta encontrar algo abierto pero al final consigo un periódico.
Vuelta a casa. Siestas y comilonas. Después de una paella sensacional y de otra pequeña siesta, nos despedimos y volvemos a la carretera.

Cass, agotada después de jugar con Alejandro y ser mimada por toda la familia, duerme detrás y el camino es mucho más agradable que a la ida. La música – la habitual en nuestros viajes – también nos hace más fácil el viaje.

Al llegar a casa, devolvemos el coche en la Estación de Sants y volvemos a casa dando un largo paseo. Es una buena manera de acabar el fin de semana.

13 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 13 de abril de 2007


Viernes otra vez.
Miguel Gallardo. Tres viajesLa semana ha pasado rápida – un día menos de trabajo siempre se agradece – y, pese a no haber tenido tiempo para nada, el cumpleaños de María José – con cena en el Sakuraya con Jordi R y Nuria – y los buenos ratos que hemos conseguido pasar juntos, hacen que el recuerdo sea dulce.

Me ha encantado “Tres Viajes” de Miguel Gallardo. Un diario de viajes (Tel Aviv, Buenos Aires y Turín) en dibujos. Es realmente delicioso, se lee en un momento y deja con ganas de más.

10 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 10 de abril de 2007


Vacaciones. Días 3 y 4


Que grande es estar de vacaciones, que fantástico olvidarse de horarios y obligaciones. La sensación de descanso es absoluta y la facilitan las siestas, el visionado de series hasta prácticamente ponernos al día , un aperitivo con David y Iola en la “Taverna d’Alella” con posterior paseo al sol y compra de vino, un desayuno-mona con Anna, Marta y mi tía Lluisa, las largas conversaciones con María José, los paseos con Cass...

¿Y este resumen tan apretado? Hoy hay que volver a trabajar y no hay humor para más.

08 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 07 de abril de 2007


Vacaciones, día 2

Seguimos adelante con el plan para hacer que, cuatro días sin trabajar, se conviertan en unas vacaciones.
Me levanto antes de lo previsto por petición expresa de Cass y salgo a por el pan y los periódicos con Cass. Cuando vuelvo a casa, María José ya se ha despertado y desayunamos. Los desayunos de los sábados, con periódicos encima de la mesa, siempre son más tranquilos.
María José se pone a trabajar con las plantas del patio de Graceland y yo escribo un rato antes de salir con Cass a pasear por el barrio.

El lunes es el día de la mona y tenemos que comprar tres. Al final, tras muchas vueltas, las encontramos (y descubrimos diferencias de 30 euros en la misma figura de chocolate, en una muestra de la desvergüenza de algunos comerciantes del sector). Para celebrar que hemos cumplido con una de nuestras obligaciones, vamos a comer a una arrocería cercana a la pastelería donde hemos comprado la mona. El “Raco d’en Bauti” (Premià 14 (Plaça d’Osca) Barcelona. Tel. 932964001) es un local sencillo y pequeño con un servicio profesional y atento. El local no es bonito pero el arroz caldoso de pescadores que nos comemos está delicioso. Volveremos seguro.

Vuelta a casa. Siesta, series (“Prison Break”) y largo paseo con Cass. Por la noche – ¡y por segunda vez esta semana!- vamos al cine. “Pequeña Miss Sunshine” me hace reír a carcajadas.

Rematamos la noche con unas cervecitas en el Black Horse con Jordi P, Emma, Víctor y Laura.

07 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 06 de abril de 2007


Jueves. Tras tres meses de sequía, conozco el cine de 2007. En este largo periodo de desencuentro no ha cambiado demasiado. Vemos “300” y disfruto recordando el cómic de Frank Miller. Será poco rigurosa, será gratuitamente violenta... pero es una de las mejores adaptaciones de cómic que he visto y es un espectáculo impresionante.

Viernes. Vacaciones día 1
Sé que son cuatro días. Sé que llamarlo vacaciones es pecar de optimismo. Pero después de tres meses sin festivos, después de esta triste travesía del desierto que acabamos de realizar, es casi obligatorio disfrutar al máximo de esta maravilla y, empezar llamándolo vacaciones, es magnificar estos cuatro días, es honrarlos como se merecen.

Me levanto pronto y, en compañía de Cass y con mi habitual indumentaria pordiosera, salgo a buscar el pan para el desayuno. Un día sin periódicos es un día extraño, ver el quiosco cerrado me da la sensación de que la ciudad no está todavía en funcionamiento.
Jose Carlos Somoza. Zig ZagYa en casa, desayunamos y empezamos a planear estos cuatro días.
Perezas y mucha lectura (acabo “Zig Zag” un adictivo best seller de corte científico, escrito por Jose Carlos Somoza y empiezo un nuevo caso del detective Kurt Wallander).

Parece que el sol, tímidamente, empieza a ganar la partida a las nubes. Aprovechamos y salimos a dar un paseo por Montjuïc con Cass. El paseo es largo y agradable. El tiempo acompaña y, después de estos días de lluvia, se agradece este sol que apenas calienta.

Hemos dejado a Cass en casa y, después de un par de intentos fallidos, acabamos comiendo un menú casero en el restaurante “L’Opalina” (c/Riego, 25. Tel. 934218474). Comida sencilla, sin pretensiones, de casa de comidas. Un menú sencillo que se agradece después del largo paseo.
El sol sigue ganando la partida y decidimos aprovecharlo, pasamos por casa a recoger a Cass y hacemos el café en una terracita del barrio mientras leemos.

Tarde de series (“Prison break” y “Entre fantasmas”) y de siestas.
Las vacaciones no podían haber empezado mejor.

05 abril 2007

“Si la organización científica, que se había concebido para liberar hombres que lucharan y fabricaran municiones, se hubiera mantenido al finalizar la guerra, y se hubiesen reducido a cuatro las horas de trabajo, todo hubiera ido bien. En lugar de ello, fue restaurado el antiguo caos: aquellos cuyo trabajo se necesitaba se vieron obligados a trabajar largas horas, y al resto se le dejó morir de hambre por falta de empleo. ¿Por qué? Porque el trabajo es un deber, y un hombre no debe recibir salarios proporcionados a lo que ha producido, sino proporcionados a su virtud, demostrada por su laboriosidad.
Ésta es la moral del estado esclavista, aplicada en circunstancias completamente distintas de aquellas en las que surgió. No es de extrañar que el resultado haya sido desastroso”

Paul Lafarge. Elogio de la ociosidad



DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 05 de abril de 2007


Por fin es viernes.
Bueno, teóricamente no será viernes hasta mañana, pero debido a que nuestros mayores han decidido darle categoría de festivo, el espíritu del viernes impregna con sus deliciosos aromas todo el día de hoy.
Hoy empiezan cuatro días de merecido descanso. Pero antes hay que ir a trabajar, no todo puede ser perfecto.

01 abril 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 31 de marzo de 2007


Viernes. Pocas veces he llegado tan cansado al fin de semana. Sería fantástico salir a cenar y a tomar algo... pero no hay fuerzas para nada.

Sábado. Me levanto pronto y salgo a comprar el desayuno y los periódicos. Hace frío y el día se ha levantado gris. De nuevo en casa desayuno con María José y planificamos el día.
Por la mañana salgo a comprar regalos para María José – pronto será su cumpleaños – y aprovecho para pasear por Barcelona. El sol, tímidamente, ha decidido aparecer y convierte mi mañana en un paseo fantástico.
Josep MoscardóAprovecho para, en la sala Parés(Petritxol, 5. Barcelona), visitar la exposición de cuadros de Josep Moscardó (que me gusta mucho) y la de Guillermo Oyagüez (que no me interesa tanto pese a que me gusta algún cuadro). También paseo por nuestro antiguo barrio que, aunque parezca mentira, sigue en obras – no lo he visto de otra forma -.
No apetece cocinar. Solucionamos el problema comiendo en el Ugarit de la calle Bruniquer 69 (Barcelona, Tel. 93 285 67 06). Trato amable, buena comida y un arak para rematar, genial. Vuelta a casa, series (“24” y “House”) y siestas.

He tomado la decisión de eliminar el contador de visitas gratuito que utilizaba en este diario desde el 23 de julio de 2003 (durante este periodo ha contabilizado 65486 visitas) debido a que insertaban pop-ups de publicidad sin mi consentimiento. Siento las molestias que haya podido ocasionar.

Ayer empezó su singladura Barcelona.vivelaciudad, un blog sobre Barcelona en el que colaboro. Una buena opción para encontrar un bar de tapas, un restaurante o para conocer mejor Barcelona. Estamos empezando y faltan muchas cosas... poco a poco lo llenaremos de contenido, se aceptan sugerencias.

30 marzo 2007

“...He quedado con la Mole para hablar de nuestros días violentos
y se había reducido el estómago y ahora es pequeño...”
Amor bajo cero. La Costa Brava


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 29 de marzo de 2007


Jueves, mi hermana cumple 30 años. Lo celebramos con una cenita en casa de mis padres. Banderitas con el “30”, comida buenísima, pastel con velas y regalos. Entre los regalos, un álbum de fotos resumen de esos 30 años que han pasado volando. Me encanta volver a ver las viejas fotos, llenas de pequeñas historias familiares – algunas olvidadas, otras siempre presentes – y de momentos que hemos vivido juntos.
“Moltes felicitats guapa”.
Estoy cansadísimo. Volvemos a casa y nos dormimos enseguida. Mañana, por fin, es viernes.

Viernes. Desayuno con María José entre risas y juegos. El fin de semana se huele en el aire y empezamos a hacer tímidos planes. Cuando se va a trabajar me siento delante del ordenador y, entre otras cosas, escribo esto que estas leyendo mientras escucho a "La costa brava".

La costa brava. Velocidad de cruceroEl nuevo disco de “La Costa Brava” se llama “Velocidad de crucero”. Como los anteriores discos de LCB, es como una caja de bombones, donde cada tema es una sorpresa. No paro de escuchar, una y otra vez, temazos como “Amor bajo cero” o “Casado con otra”. Su sonido se ha acercado al pop setentero y, como siempre, me gustan sus letras que consiguen hacerme sonreír pese al aire triste que arrastran.

29 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
jueves, 29 de marzo de 2007


Soy, otra vez – y van demasiadas este año -, el master del no ocio. Hoy es mi onceavo día de trabajo continuo, lo que está convirtiendo el título de este diario en algo irónico.
Esto, unido a un nuevo proyecto en el que he empezado a colaborar, me deja en una posición incómoda a la hora de escribir sobre placenteros momentos.
Suerte de las risas.

Hoy, y recuperando una tradición antigua y casi olvidada, he desayunado con María José y – cuando ella se ha ido a trabajar- me he vuelto a la cama y me he puesto a leer. He acabado El quinto en discordia de Robertson Davies, mientras el sol entraba por la ventana de Graceland. Cass, a mi lado, ronca y rompe la magia del placentero momento.

El quinto en discordia
Robertson Davies

Robertson Davies. El quinto en discordiaPremio “Llibreter 2006, elogiado por la crítica, presente en todas las listas de lo mejor del año de las revistas literarias y en otras publicaciones (libro del año para Rock delux”)... no voy a descubrir ahora nada nuevo de “El quinto en discordia” de Robertson Davies. Es un librazo, un clásico de los que no envejecen, una maravilla que he disfrutado desde la primera a la última página. Sólo quiero recomendarlo y seguir leyendo los otros dos volúmenes de la trilogía de Depfort.

26 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de marzo de 2007


Reaparezco en el mundo de los vivos tras unos días en los que los preparativos y posterior desarrollo de la fiesta anual de Levi Pants han ocupado parte de mi poco tiempo libre.
La fiesta se desarrolló, como es habitual, con la presencia de muchos de los proveedores habituales de la fábrica y de muchísimos clientes.

Al acabar – muy cansado y con un resfriado de dimensiones descomunales – me encuentro con María José para cumplir con una tradición de los últimos tres años: tras una jornada de duro trabajo, es el momento de recuperar fuerzas en el “Panyvino” (Consolat de Mar, 15 Barcelona Tel: 93 268 7776). El cansancio queda atrás con una buena cena. He vuelto y estoy entero, o casi.

21 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 20 de marzo de 2007


Consigo escatimarle una hora a la rutina del día, darme un paseo por el centro de Barcelona, notar lo mucho que lo echo de menos y escaparme al Fnac para ver el montaje “77 million paintings” de Brian Eno. Me siento un rato y descanso dejándome llevar por la música. Barcelona tiene un nuevo lugar gratuito para siestas urbanas.

Patricia Cornwell. Una muerte sin nombrePor la noche, volviendo a casa, acabo “Una muerte sin nombre” de Patricia Cornwell. Más adictivo que los anteriores libros de la serie Scarpetta pero, a la vez, más ligero. Bien, pero sin alegrías extremas.

Cena con Cesc en Graceland. Hablamos mucho y, no está en nuestras manos (ojalá lo estuviera), no solucionamos nada. Me gusta volver a verlo y poder hablar con él.
A una hora prudencial, lo dejamos. Mañana hay que volver a trabajar.

77 Million Paintings
Brian Eno


¿Arte en el televisor de casa? ¿Es arte una obra creada a partir de unos algoritmos de repetición y sobre la cual no existe el control del artista? ¿Es lo mismo la espectacular instalación hecha en un centro comercial y el DVD que pretenden venderte para que te instales la obra en casa? Si hemos enlatado la música ¿es lo mismo enlatar el arte? Son muchas las dudas que plantea la instalación de Brian Eno en el Fnac de Barcelona y sólo por ello vale la pena pasarse por ella y dedicarse a reflexionar un poco.77 million paintings
En un ambiente oscuro, aislados del rugir de la ciudad y acunados por la música – ahora electrónica - del ex miembro de Roxy Music, once pantallas de distintos tamaños formando un aspa nos remiten a los vitrales de una catedral. Las combinaciones que se producen en cada una de ellas crean una obra en constante movimiento. Movimientos sutiles, pequeños cambios que nos ofrecen una obra en constante mutación. 77 millones de combinaciones, una obra que, siguiendo la filosofía de Heráclito, nunca es la misma obra.
Interesante propuesta la de hacer asequible el arte (el precio del DVD está muy alejado de los precios de una obra de arte en cualquier galería). Pero creo que el DVD es una grabación de una obra y como tal no es una obra de arte en sí. Quizás en otro formato, quizás sin buscar ser decorativo... ha estado cerca de conseguirlo pero aún no lo ha hecho. Lo que te llevas a casa en el DVD no es arte, no sé a ciencia cierta lo que es, pero es otra cosa.
Me ha hecho pensar y me ha divertido. Creo que vale la pena que en vuestra próxima visita al Fnac (Triangle) os paséis un momento por la instalación y disfrutéis de lo mucho que ofrece
.

20 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 18 de marzo de 2007


Tras un día de perezas y largos paseos por el barrio nos acercamos al “TNC” para ver “Don Gil de las Calzas Verdes” interpretada por la “Compañía Nacional de Teatro Clásico”. Pese a no ser mi tipo de teatro favorito – creo que los clásicos necesitan una buena adaptación - , paso un buen rato gracias a las buenas interpretaciones y al divertido texto de Tirso de Molina.
Vuelta a casa para disfrutar de las últimas horas de un gran fin de semana.

18 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de marzo de 2007


Los ladridos de Cass me despiertan. Un inoportuno y repetitivo “ping” en el capítulo de “Futurama” que María José y yo estábamos durmiendo, tiene la culpa deL alterado estado de Cass y de la interrupción de mi placentero y reparador sueño. Son las 15:30 y esta siesta del carnero es el punto y seguido de una mañana llena de actividades rematada con un sensacional aperitivo en una terracita del barrio (las dos tapas que pedimos están muy buenas, seguro que repetiremos en breve).

Las series pendientes se acumulan. Vemos “Prison Break” (que seguimos viendo gracias a la diligencia de Jordi P. y Emma, nuestros “dealers”) y “Anatomía de Grey”.

Por la noche cena en el nuevo piso de Víctor y Laura. También están Jordi P., Emma, Iola y David. Como siempre que estamos todos juntos, la cena y la posterior sobremesa resultan divertidas. Jordi y yo contamos por enésima vez las anécdotas – muchas – de nuestro primer jefe (todo un carácter) y las risas – favorecidas por la generosa ingesta de bebidas espirituosas y otros alimentos del alma – no tardan en aparecer.

De la vuelta a casa, perdonadme, recuerdo poco.

16 marzo 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 16 de marzo de 2007


Dejo atrás una semana de trabajo y poco más. Sólo la mañana del miércoles – un recreo en medio de las clases – y una cena en casa de mis padres han supuesto un poco de tranquilidad en medio de un montón de obligaciones. Pero pese al tono algo lastimero – rozando lo patéticamente llorón – no me quejo ya que... ¡Por fin es viernes!