29 julio 2014
10 julio 2008
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 10 de julio de 2008
Ayer a media tarde me llegó un mail – últimamente todas las malas noticias llegan por mail – que me informaba de la muerte de Sergio Algora. Y aunque en este diario se supone que cuento noticias alegres, creo que debo saltarme esa premisa para
recordar a alguien que, con su talento, me lo ha hecho pasar bien.
Gracias por “La mujer portuguesa”, por esos conciertos locos de El Niño Gusano en Apolo, por ese “El escarabajo más grande de Europa” que forma parte de la alineación titular de mi reproductor de mp3, por haber podido cantar tus canciones en los viajes en coche con María José, por “Casado con otra” y por el resto de luminosas canciones de La Costa Brava. Te echaremos de menos.
Desayunos en el patio de Graceland en compañía de María José, encierros de San Fermín televisados, sesiones de ejercicio físico de la mano de la Wii (que descubren músculos asociados a mi cuerpo hasta hoy desconocidos por mí), trabajo en Levi Pants (no hay horario de verano que valga, ni compasión, ni tregua) y cenas de nuevo en el patio para cerrar otra jornada igual a la anterior. Sobrevivo con la vista puesta en un objetivo que se acerca lenta pero inexorablemente.Ahora mismo escucho “Pablo de Málaga”, el nuevo disco de Morente. Y, si consigo cerrar la boca y explicar lo que me parece, lo haré en otro momento. Como avance os diré que me gusta – y mucho -. Tengo la sensación de estar delante de una nueva muestra de la capacidad creativa más grande del flamenco actual. Morente es un cantaor privilegiado que podría moverse fácilmente en el mundo de las ventas millonarias y que ha renunciado, en parte, a ese mundo en favor de el Arte. Y lo pongo en mayúsculas por que eso es lo que ser respira cuando se escucha un disco de Morente. Pasión y experimentación, arte en estado puro.
Y “Pablo de Málaga” maravilla porque cada tema es una sorpresa, un descubrimiento, una muestra de talento desbocado. Lo escucho un poco más y, si encuentro las palabras, os lo intento explicar.
Escrito por xavi a las 8:21 a. m. 0 comentaris
Archivado en agradecimientos, arte, discos, dolor, música
12 octubre 2007
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de octubre de 2007
Cuando éramos pequeños nos pegábamos unos porrazos increíbles y, pocos minutos después, estábamos como nuevos. A veces bastaba con unas lágrimas para que todo el dolor se disipara, en otras ocasiones un oportuno caramelo hacía la función de bálsamo maravilloso. Las peores caídas tenían como consecuencia unos puntos que, durante unos días, lucíamos con orgullo. Naturalmente, al día siguiente, no teníamos ningún tipo de dolor y el golpe había quedado en el olvido.
Añoro esos días dorados. Mi aterrizaje forzoso del miércoles por la noche – pese a las maravillas de la farmacopea moderna – sigue teniendo consecuencias y varias partes de mi cuerpo se quejan sin parar. Incluso, en una molesta prueba de solidaridad, se han sumado a la reivindicación popular partes del cuerpo que no tuvieron contacto con el suelo. Probaré con el caramelo... pero no creo yo que sea la solución definitiva.
Pese al estado casi comatoso en el que me encuentro, afrontamos la mañana del viernes dando un necesario repaso a Graceland. No es el mejor plan para un día festivo, pero empezaba a ser imprescindible ante la invasión de bolas de pelo perruno que amenazaba con sepultarnos.
Escrito por xavi a las 2:10 p. m. 2 comentaris