18 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 17 de octubre de 2006


Con el movimiento de cajas que toda mudanza conlleva, aparecen pequeñas maravillas a las que últimamente no prestábamos la atención que se merecen.

Entre las muchas maravillas que han vuelto a mis manos durante esta larga mudanza, destacan con luz propia mis ejemplares – los únicos – de la revista “Xavibet”. Desde octubre de 1978 hasta marzo de 1981 mi padre puso en mis manos 15 ejemplares de una xavibet, una revista únicarevista hecha por él y para mí. Un lujo de revista de la que se tiraba un único ejemplar.
Los cinco primeros números estaban totalmente hechos a mano y, en diciembre del 79 – el número 6 –, mi padre decidió añadir la máquina de escribir – los ordenadores aún tardarían mucho en llegar- a la redacción de la revista.

Con los “Xavibet” mi padre consiguió explicarme el mundo y hacerme asequible la cultura convirtiéndome en el fiel cliente del Fnac que soy ahora. Son muchas las cosas que descubrí gracias a la lectura compulsiva de estas pequeñas joyas:
Descubrí quien era Jim Henson, leí las tiras de Quino, me acerqué a clásicos de la literatura española, aprendí que la ciencia es curiosa y no aburrida como se empeñaban en hacerme creer en el colegio, supe que los niños tenían derechos y cuales eran, me informé sobre cine (estrenos de “Superman”, “El Imperio Contraataca”...) y televisión (“El bosque de Tallac”, “Erase una vez... el hombre”, “Banner y Flapi”, “La batalla de los planetas”...), me entristecí por la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, acompañé a Mickey Mouse y a Tintín en sus 50 cumpleaños (y a Charlie Brown cuando alcanzó la treintena), pensé con pasatiempos y adivinanzas, oí hablar de “El Señor de los Anillos”, seguí las olimpiadas de Moscú, empecé a leer a Jack London, Isaac Asimov, Jardiel Poncela, Fredric Brown..., me acerqué por primera vez a la obra de Goya, a la de Dalí y a los museos de mi ciudad, me interesé por Barcelona, leí mis primeras historietas de Don Martin, de Jan, de Carlos Giménez, de Alfons Figueras, de Jacovitti, de Gotlib, de Reiser, de Mordillo, deEscobar ... y me acerqué al mundo gracias a la asequible ventana que me abría mi padre – con gran esfuerzo - mes tras mes.las aventuras de Xavi y Bet
También esperaba con ansia “las aventuras de Xavi y Bet”, un cómic protagonizado por mi hermana y por mí que apareció por primera vez en el número 3 y me acompañó como esperada contraportada hasta el último número.

Ahora mis 15 “Xavibet” volverán, guardados con gran cuidado, a desaparecer en el fondo de una caja, pero el bagaje que dejaron me acompañará siempre.

“Moltes gracies papa”.

16 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 15 de octubre de 2006


Desayunar con María José, pasear con Cass, leer el periódico apartando el DVD del que mañana hablará todo el mundo, ayudar en la difícil tarea de trasplantar plantas, montar el Spectrum, comprobar que todavía funciona y volver a guardarlo en la caja, sestear, leer, cocinar lo mínimo imprescindible para proporcionar el sustento necesario a la familia, soldar un cable del mando de la máquina que producía claras desventajas en los juegos de lucha, escuchar música ("Papas Fritas", "La Buena Vida", "Hefner"...) , pasar un rato con Pepe y Lidu que nos traen plantas y salchichas del pueblo, ver series ("CSI" y "Frasier"), jugar con Cass... un domingo da para mucho más de lo que el cansino ritmo con el que lo afrontamos deja entrever.

15 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 14 de octubre de 2006


Viernes. María José y Cass recogen mis restos a la salida de Levi Pants. Volvemos a casa empezando a elaborar planes para el fin de semana. Una cena rápida y un episodio de “Prison Break” (Jordi P, nuestro “dealer” sigue cumpliendo religiosamente con las entregas) nos sirven de agradable punto de partida.

Sábado. Salgo pronto, con Cass, para comprar el periódico y el desayuno (panecillos de Viena buenísimos, mini cruasanes de chocolate y chuchos de crema pequeños) y, cuando llego a casa, desayunamos y escribo un rato.
Hemos decidido pasar el día en S’Agaro. Recogemos a mi madre – que también se apunta a la excursión – y salimos.
Una hora después Cass corre por el patio de los apartamentos mientras mi madre arranca hojas, limones, juega con el hijo de los vecinos y supervisa el estado del jardín. Yo como piñones y almendras recién caídos.

En un “Garden” de Platja d’Aro compramos tierra – para transplantar una planta de Graceland – y alguna cosita más. Tenemos intención de añadir más plantas al patio de Graceland pero queremos planificarlo mejor y decidimos esperar hasta que lo tengamos más claro.Restaurant Sant Pol

Comemos en la playa de Sant Pol. El “Restaurant Sant Pol” (Platja de Sant Pol. Sant Feliu de Guixols. Tel. 972321070) tiene una ubicación envidiable y su carta es generosa – sobretodo destacan los pescados -. Comemos en una mesa junto al ventanal, disfrutando del sol y del mar y, con un café en una terraza cercana – la del “Tucan beach” - rematamos una comida deliciosa.salteado de 'rovellons'

Volvemos al apartamento. En el garaje está pudriéndose, desde hace poco más de un año, una caja con mi viejo Spectrum y todas las cintas llenas de juegos. Decido rescatarlo e intentaré ponerlo en funcionamiento (la nostalgia siempre me vence).

Volvemos a casa pasando por casa de mis padres. Allí están mi padre, mi abuela, Mar, Román y mi tío Hernán (que con su nueva barba – ha dejado que crezca para hacernos felices a María José y a mí – ya se parece a Papa Noel). Todos están preparándose para la habitual timba de los sábados. Los dejamos y volvemos a casa para ver “Prison Break” y “CSI”.

14 octubre 2006

“No se era muy exigente en Levy Pants. La puntualidad era motivo suficiente para el ascenso. El señor González se convirtió en jefe administrativo y pasó a controlar a los pocos y alicaídos oficinistas que quedaban a sus órdenes."
John Kennedy Toole. La conjura de los necios

“Si hubiera más empresas como Levy Pants, estoy seguro de que las fuerzas laborales de Norteamérica se ajustarían mejo a sus tareas. Allí no se importuna en absoluto al trabajador que es claramente digno de confianza. El señor González, “mi jefe”, aunque sea bastante cretino, resulta, sin embargo, bastante agradable. Parece que siempre está atemorizado, demasiado, desde luego, para criticar la tarea de cualquier trabajador. En realidad, es capaz de aceptar casi cualquier cosa, y es, por tanto, atractivamente democrático, a su modo subnormal.”
Ignatius J. Reilly. Escrito en una hoja de papel con membrete de Levy Pants


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 13 de octubre de 2006


El día de hoy marca el inicio de un periodo de estulticia ilustrada en Levy Pants. Todas las disfunciones acumuladas durante meses de inoperatividad estallan con fuerza cuando la maquinaria se somete a una mínima tensión. Sobreviviré, pero espero que el precio a pagar sea asequible para mi bolsillo espiritual.

La buena noticia es que, muchos meses después de su inicio, podemos dar por acabada la mudanza a Graceland con la desaparición de la última de las cajas que nos han acompañado durante este largo periodo.

13 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 12 de octubre de 2006


Por la mañana decidimos adecentar Graceland que, desde hace días, pide a gritos un poco de atención. Es mucho el trabajo pendiente y no conseguimos sacárnoslo de encima hasta tarde.
Víctor “mans blaves” se apunta a comer. Le pedimos que se pase tarde e improvisaremos algo ya que tenemos la nevera muy vacía.

Comemos con Víctor que ha vuelto a Barcelona por motivos laborales y después de una Tirsa. copas en l'hospitaletlarga sobremesa (con partidas a marcianitos incluidas) Víctor y yo rematamos la jugada con una copa en el “Tirsa” (c/Rafael Campalans, 174 L’Hospitalet. Tel. 934312302) que cada día me gusta más.

Vuelvo a casa, paseos con Cass bajo la lluvia y una doble sesión de “Prison Break” ponen fin a un fantástico día de fiesta a media semana que se agradece mucho pese a que, como suele ser habitual, no ha venido adornado con el puente que la ocasión se merecía.

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 11 de octubre de 2006

mis abarcas, cinco meses después
Todo lo bueno se acaba. Las lluvias y un resfriado inoportuno me obligan a desprenderme de mis abarcas. Han sido poco más de 5 meses de intensa relación. El estado que presentan demuestra la intensa vida que han tenido. Con ellas he subido al Tibidabo, he paseado por parques y calles de Barcelona, S’Agaro, Maçanet de Cabrenys y Lisboa, he ido a conciertos, teatros y cenas, he ido a la playa, a la montaña y a exposiciones, a ferias de verano y a macro festivales musicales ... las he utilizado de día y de noche.
Con el dolor que toda despedida supone les digo hasta luego esperando que, un veranito de San Martín, me las traiga de visita.

11 octubre 2006

"Como todo el mundo sabe, los cantos de las sirenas atraen a los hombres para luego acabar con ellos. Especialmente las sirenas de las fábricas.
Jaume Perich (citado gracias a Peluche)


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 10 de octubre de 2006


Desayunar con María José pan de pipas artesano hecho por Jordi R2 es una buena manera de empezar el día. Los virus malignos – que han abandonado a María José – han decidido instalarse en mi organismo y estropearme el día a partir de ese momento.

10 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 9 de octubre de 2006


THE WEDDING PRESENTthe wedding present. search for paradise
Search for Paradise. Singles 2004-5.

Desde 1985 y durante algo más de una década, la banda de David Gedge fue una de las referencias del pop independiente. Su legado lo forman ocho álbumes de estudio entre los que se encuentran alguno de los más influyentes de la finales de los ochenta y de los primeros noventa y un puñado de buenas canciones.
Su adiós dio paso a Cinerama, proyecto del mismo Gedge y de Sally Murrell. Pero en el 2004, por sorpresa y con nuevos componentes, David Gedge refundó “The Wedding Present” para publicar “Take fountain” que nos devolvía a los británicos en plena forma.

Ahora aparece “Search for Paradise” donde encontramos las caras b de los singles de ese disco, rarezas y versiones acústicas de muchos de los temas de “Take fountain”. Una gozada con 14 temazos para disfrutar de una de las mejores bandas británicas.
El disco viene acompañado de un DVD con los videos promocionales.
Interstate 5 y, todavía mejor, su versión acústica, me persigue y resuena todo el día en mi cabeza.
David Gedge actúa el sábado pinchando en Apolo dentro del Rockdelux Music Weekend.


Lunes noche. Hemos quedado para cenar con Jordi R2. pero, como María José todavía está atenazada por virus de mala fe, no cocinamos, no salimos a cenar fuera y pedimos comida al Jiú. Mientras cenamos, Jordi y yo, nos empeñamos en beber una vieja botella de vino que, al oxigenarse, cambia totalmente a cada copa (y nunca en la dirección en la que debería hacerlo).
Rematamos la noche en el “Tirsa” – ya sin María José, que ha decidido quedarse para recuperar fuerzas – que, entre semana, es mucho más tranquilo y acogedor.

08 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 08 de octubre de 2006


El día se levanta gris. Como yo, que ando como un zombi buscando ese descanso que no acaba de llegar. Como María José que, con anginas, tiene las fuerzas justas.
Intento enderezar el día acercándome a la panadería a comprar un par de panecillos de viena para el desayuno. Los domingos no hacen pan de viena, tendré que conformarme con un cruasán, así no se puede enderezar nada.

Siestas, descansos, cabezaditas y absoluta falta de actividad. El día va pasando.

Por la tarde María José consigue sacar fuerzas de algún rincón y nos vamos al Teatre Nacional de Catalunya para ver dos coreografías del Cullberg Ballet. “End” y “Blanco” nos encantan, el nivel de los bailarines es altísimo (no entiendo nada de danza pero lo que hacen y con la aparente facilidad con la que lo hacen me guía al calificar el nivel de técnico de los bailarines) y ambas coreografías tienen momentos de gran expresividad.

Volvemos a casa y a la rutina de cama, limón con miel y pastillas que nos tiene que devolver en condiciones a la rutina laboral.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 07 de octubre de 2006


Casi un año después, ha llegado el momento de cumplir con la tradición y subir a “la Mola” acompañado de un puñado – hoy seremos 22 – de ex-compañeros de trabajo.
el monasterio de sant llorenç de munt
La jornada empieza con el pesado viaje que me ha de llevar al punto de encuentro (un tren, el metro, otro tren y el coche de Albert S. son los cuatro medios de transporte que me ayudan a recorrer el, no tan largo en kilometraje como parece por el despliegue de vehículos, camino). El momento del reencuentro tiene algo de emocionante y uno de los alicientes es ver quien ha acudido a la cita. Me alegra ver a las caras que nunca fallan pero todavía me gusta más verme con compañeros con los que llevaba mucho sin coincidir.

Tras el retraso habitual – tradición ya consolidada con una constancia digna de elogio y por cuya abolición abogo – iniciamos la ascensión hacia el monasterio de “Sant Llorenç de Munt”. No faltaran, durante la subida, largas conversaciones, la vista, durante la subidaparadas para desayunar diez minutos después de empezar, dudas sobre el camino a seguir – pese a que está perfectamente indicado –, recuerdos de pasadas ediciones y una encendida discusión sobre el número de subidas (entre 10 y 12 según la fuente que se consulte) que ya hemos hecho.
Al llegar, descansamos al sol mientras esperamos que nuestra mesa – verdadero “leit motiv” de toda la jornada – este preparada. Verduras, setas y carne a la brasa, pan con tomate y mucho vino (un priorat peleón que tiñe el vaso) son el menú que nos espera.un momento de meditación tras la comida
Tras los cafés y las copas – en porrón – llega el momento de las – no tan viejas – tradiciones y las nuevas actividades. Entre las viejas tradiciones debo destacar la emotiva lectura con la que, por segundo año consecutivo, nos obsequia Francesc C. (lectura no siempre estimulante, normalmente incoherente, poco estructurada, adornada por una triste dicción y, pese a todo esto, necesaria ).
Entre las actividades de nuevo cuño – y en homenaje a Xavi C. que hoy no ha podido venir – se decide iniciar las actividades de una agrupación castellera (bautizada con el poco edificante nombre de “els borratxos de la mola”) cuyos logros en su primera actuación son el inédito “8 de 1”, el intento de “2 de 2 amb manilles (ejecutadas magistralmente por Víctor G.)” y el descomunal “pilar de 3 aixecat per sota” que culminaron con no pocos problemas.

Una vez mitigados los efectos del alcohol ingerido, iniciamos la vuelta, nos despedimos y nos emplazamos para el año que viene (momento en el que esperamos que el asunto de la paga de Guillem – hijo de Gloria – esté definitiva y satisfactoriamente resuelto).

La vuelta (coche, tren, metro, tren ) es larga. Llego a casa, me ducho, me visto y salgo de nuevo. He quedado en el “Petra” con más ex-compañeros de trabajo (en esta ocasión de mi primer trabajo). Cuando llego, Jordi P., Alex “el niño”, Lluís “el chino” y Víctor C. (que no es ex-compañero de trabajo pero también se ha apuntado), ya están en los postres – he llegado sólo una hora y media tarde – así que me tomo una cervecita con ellos.
Después, en “el Nus”, descubro por fin en que consiste el llamado “problema vasco”. Luís Fernando, un bilbaíno de verbo fácil, se nos sienta en la mesa y durante un rato que se me hace eterno habla y se escucha. Chascarrillos y juegos de bar que vi por última vez a los 15 se mezclan con lecciones de comportamiento nacional que no estoy dispuesto a seguir soportando. Aburrido me retiro ya que “el problema vasco” parece no tener fácil solución. Me despido de todos – también de Emma y Laura que han aparecido en algún momento del Monólogo- y tras, patear hasta Atarazanas buscando un taxi – cosa casi imposible un sábado por la noche - y comprar “El País” en uno de los quioscos de “Las Ramblas”, vuelvo a casa cansadísimo y por fin me reencuentro con María José.

06 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 06 de octubre de 2006


mini pelon pelo rico para parar un tren y otras maravillasUn correo para pasarlo en un vuelo transoceánico, una llamada para fijar el punto de encuentro, una cita secreta y finalmente llega a mis manos un alijo largamente deseado. María y Amador me han mandado un lote gigante de deliciosas y picantes chucherías mexicanas (en la foto faltan las que no pude dejar de comerme antes de hacer la foto, más de las que la prudencia aconseja). Nada más recibirlo empiezo a comer compulsivamente recuperando, con el sabor, recuerdos relacionados con dos amigos a los que echo mucho de menos.

Pero las nostalgias, endulzadas (aunque el dulce tenga chile), son más soportables.

05 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 05 de octubre de 2006


Miércoles noche. La jornada en Levi Pants llega a su fin y, en vez de irme a casa para disfrutar de mi merecido descanso, me encuentro con María José en la entrada de la “Sala Apolo”. Josele Santiago ha venido a Barcelona a presentar “Garabatos”, su segundo disco en solitario y nosotros no podíamos faltar.
Estamos todavía en la barra pidiendo las bebidas, cuando empiezan a sonar las primeras notas.

El ex líder de “Los Enemigos” defendió los temas de su segundo disco arropado por una banda competente y nos ofreció un concierto de esos que se recuerdan durante mucho tiempo. Le costó arrancar, pero Josele es un animal escénico y tiene un motor josele santiago en Apoloque cuando empieza a rodar no hay quien lo pare. Ayer consiguió – tras desgranar uno a uno los temas de “Garabatos” y repasar algún tema de “Las golondrinas etcétera” - ir de menos a más rematando con una versión súper vitaminada de “Ole Papa” que consiguió dejarnos con ganas de mucho más.
En los bises ofreció – en solitario y por petición del público – una desgarrada versión de “Desde El Jergón”, uno de los temas de “Los Enemigos” que ya nos anunciaban, hace mucho tiempo, que Josele tenía guardadas para nosotros las joyas que nos está ofreciendo últimamente. Y se dice en los mentideros que “Los Enemigos” están pensando en volver...


Salimos del concierto contentos pero es muy tarde y mañana hay que madrugar, mejor dejamos la fiesta para otro día.

04 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 04 de octubre de 2006


Con la brigada de Pepe Gotera andando por casa y mi mítica dedicación al trabajo queda poco tiempo para el ocio. El visionado de series (“CSI” y “Anatomía de Grey”) y la lectura en los viajes a Levi Pants City son las únicas actividades de ocio que he podido practicar durante estos dos días.

He acabado “los perros de Riga” de Henning Mankell los perros de riga. henning mankell(la segunda entrega de la serie protagonizada por el inspector sueco Kurt Wallander es, si cabe, todavía mejor que la primera y permite ampliar el perfil del protagonista, del país en el que se mueve y de la compleja situación política del mundo en el que le ha tocado vivir. Y además es una excelente novela negra) y empiezo “Billy Bathgate” de E.L. Doctorow.

03 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 03 de octubre de 2006


De nuevo las brigadas de la ineptitud han tomado Graceland.
El efecto catarata provocado por el payaso, disfrazado de técnico del aire acondicionado, que nos visitó el pasado jueves, no ha ido a mayores. Para solucionarlo - al menos provisionalmente - hoy me visitan: el encargado de la obra que acusa a los del aire acondicionado, el jefecillo del aire acondicionado que acusa al payaso disfrazado de técnico del aire acondicionado, el jefe del jefecillo del aire acondicionado que acusa a los instaladores del pladur y el payaso disfrazado de técnico del aire acondicionado que alude a una conspiración judeo-masónica para explicar la razón por la que colocó una bomba al revés provocando lluvia indoor en el lavabo de Graceland.
Como decía mi abuela: "entre todos la mataron y ella sola se murió".

02 octubre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 01 de octubre de 2006


Sábado. María José me deja dormir y me despierta cuando tiene el desayuno en la mesa, es una buena manera de empezar el fin de semana.
A mediodía Sus y Alberto nos han invitado a comer con la excusa de que todavía no hemos estado en su casa. Después de visitar la casa nos preparan una comida buenísima en la que destacan unos espaguetis con zanahoria y nueces que son un invento de Alberto.

Vuelta a casa. Siesta. Esta oscureciendo cuando llegan Jordi R. y Nuria. Acaban de la parrilla del Sakuraya. La foto es de María Josévolver de su viaje a San Francisco y nos lo explican – sin fotos - mientras hacemos una cervecita en el patio de Graceland.

Cenamos en el Sakuraya (c/Aprestadora, 18 L’Hospitalet. Tel 934329021), disfrutando del fantástico espectáculo que nos ofrece su cocinero (la comida también es espectacular) y rematamos la jugada – intentamos convertirlo en costumbre – en el Tirsa (c/ de Rafael Campalans, 174 L’Hospitalet. Tel. 934312302). Sus cócteles – buenísimos – y su ambiente rancio son un buen colofón para cualquier cena.
La penúltima, ante la falta de más locales recomendables en la zona (todavía tenemos que buscar más) la hacemos en casa.

Domingo. Los excesos – a partir de cierta edad – requieren un periodo de purgación. Durante el día recuperamos fuerzas, jugamos con Cass e intentamos dormir. Por la noche visitamos a mis padres y, al volver a casa, nos encontramos que el arreglo que nos hicieron el viernes en el aire acondicionado ha decidido mutar de nuevo convirtiéndose en una versión urbana y jodiente de las cataratas del Niagara.

30 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 29 de septiembre de 2006


El jueves no apetecía cocinar y me acerqué a la puerta de al lado para pedirles algo de comida (nota de descargo: en la puerta de al lado hay un local, regentado por japoneses, que se dedican a hacer/servir comidas. Además pagué por la comida). Sentados ante la tele, viendo cadáveres descuartizados en “CSI” y comiendo sashimi de atún... poco más se le puede pedir a la noche de un jueves.

vinodelfin. erfecto en la locuraSe acaba la semana al ritmo que marca “Perfecto en la locura”, primer disco de los barceloneses “Vinodelfín”. El disco me ha sorprendido – no había oído hablar de ellos – y me ha gustado mucho. Buenos temas, buenas letras y una producción cuidada me animan a buscarlos en directo para ver que tal se defienden.

28 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 28 de septiembre de 2006


Ocupado en redactar el largo diario de nuestra visita a Lisboa y debido a la falta de actividad ociosa en la que, desde el lunes por la noche, ha caído mi vida, llego al jueves sin demasiado que contar y con poco tiempo para hacerlo.

He acabado el muy recomendable “Historia del rey transparente” de Rosa Montero y de nuevo me sumerjo en las investigaciones de Kurt Wallander (en la segunda entrega de este personaje de Hennin Mankell, “Los perros de Riga”).

HISTORIA DEL REY TRANSPARENTE
Rosa Montero
Rosa Montero. Historia del rey transparente
La “Historia del rey transparente” es una fábula. Y como todas las fábulas que se precien tiene una heroína, malos malísimos, castillos, brujas, luchas, espadas y leyendas. Ambientada en el siglo XII la novela cuenta la historia de Leola una campesina que, empujada por los acontecimientos, se convierte en caballero. Sus andanzas por una tierra asolada por la cruzada contra los Albigenses son el hilo conductor de un libro que nos habla de mucho más.

La “Historia del rey transparente” nos habla de la lucha entre el progreso y la represión, entre el avance hacia un mundo mejor y el estancamiento en posiciones retrógradas... nos habla, en definitiva, de la lucha entre dos maneras de entender el mundo (podríamos decir entre el bien y el mal pero sería una interpretación partidista, que – dicho sea de paso – es la mía). Una fábula sobre nuestro mundo, sobre esta eterna lucha que – día tras día – se reproduce en alguna parte del mundo.

Bien documentada – pese a algunas licencias que la misma autora comenta al final -, interesante, divertida y absorbente, la novela de Rosa Montero te atrapa desde el primer momento y no te deja hasta la última página. Un libro para disfrutar y para reflexionar sobre nuestro mundo.

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 25 de septiembre de 2006


El nuevo día nos trae de nuevo el sol. Bajamos a desayunar el triste buffet del hotel (sin café después del desencuentro que tuvimos ayer con el brebaje con el que nos quieren engañar) y salimos a la calle en busca de una bolsa de mano con la que sustituir la que, durante el viaje, se fue rompiendo. Un bazar chino acude en nuestro socorro y por poco más de 7 euros tenemos una nueva bolsa que esperamos llegue a Barcelona con todas nuestras pertenencias en su interior. torre de belem

Hoy aquí es laborable, cruzamos la “Baixa”, a estas horas despertando del fin de semana, y un tranvía nos acerca a Belém. El monasterio está cerrado pero su fachada y su puerta principal nos avisan de lo que nos hemos perdido – ya tenemos una excusa para volver -. Paseamos por la orilla del río, visitamos la Torre de Belém, el “Pedrao dos descobrimentos” – aunque no nos guste reconocerlo, somos turistas – y hacemos un café en la terraza del Centro Cultural de Belém.
callejón de Alfama
Un taxi – infinitamente más barato que en Barcelona – nos devuelve al centro de la ciudad. Visitamos la catedral y nos internamos de nuevo en los callejones de Alfama. Sus subidas y sus bajadas nos dan hambre y, tras dar algunas vueltas buscando el lugar ideal, solucionamos el problema comiendo en “Santo António de Alfama” (Beco de Sao Miguel, 7 Lisboa. Tel. 218881328). El restaurante es bonito y acogedor. Nos
situamos en una mesa entre la terraza y el local – decorado con cientos de fotos de actores en blanco y negro – y disfrutamos de los entrantes y de la comida.
restaurante santo antónio de Alfama
De vuelta al hotel – nos han guardado las bolsas - aprovechamos para comprar algunos souvenirs (de tipo alimentario) en la – aparentemente anclada en el tiempo - tienda de la “Conserveira de Lisboa” (Rua dos Bacalhoeiros 34) y en la – no menos anacrónica - “Manteigaria Silva” (Rua de Antao de Almada, 1C), un colmado encantador lleno de delicias de todo tipo.

Recogemos las maletas en el hotel, cogemos un bus hasta el aeropuerto y – con el habitual retraso con el que las líneas aéreas portuguesas obsequian a sus clientes – volvemos a Barcelona. El taxi hasta Graceland – no vivimos demasiado lejos del aeropuerto – nos cuesta más que todos los taxis que hemos cogido en Lisboa juntos.

Reencuentro con Cass que no parece habernos echado demasiado de menos. El fin de semana ha sido fantástico. Hacía tiempo que Maria José y yo no disfrutábamos de un tiempo para nosotros solos y hemos disfrutado cada minuto.


 Lisboa desde el elevador de Santa Justa

27 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 24 de septiembre de 2006


Sale el sol en Lisboa, las prometidas lluvias parecen habernos concedido una tregua. Desayunamos – un buffet escaso acompañado de un café rematadamente malo – y salimos con ganas de patear la ciudad.
Un tranvía nos sube hasta las inmediaciones del “Castelo de Sao Jorge”. vista desde AlfamaSubimos poco a poco, con muchas paradas y disfrutando de un paisaje en el que todo es nuevo para nosotros. Una vez arriba, ropa tendida en las calles y una vista fantástica nos acompañan durante nuestro paseo por las calles estrechas. Es un paseo agradable que rematamos con un café – este si, muy bueno – en la terraza del bar “Kastello”. Bajamos caminando por “Alfama”, descubrimos callejones, plazas recoletas y escalinatas larguísimas que intentamos no subir. ropa tendida en la calle
Pese a que en la ciudad hay muchos turistas, todos se concentran en los alrededores del castillo y no tengo la sensación de estar en una capital europea. El ambiente tranquilo de las calles de Lisboa, sus muchos tramos peatonales, sus jardines y sus casas bajas la convierten en una ciudad amable. No tengo la sensación de ser un turista sino más bien un paseante.tranvía frente a Se, la catedral de Lisboa


Hemos llegado de nuevo a “La baixa”, el elevador de Santa Justa nos sube a “Chiado” y de ahí, caminando sin prisas, subimos hasta el “Bairro Alto”. De nuevo las vistas de la ciudad son impresionantes, los callejones estrechos y tranquilos y todo nos sorprende (las señales, los carteles, los bares, las tiendas...).

Estamos cansados y hace rato que es hora de comer. Bajamos en tranvía hasta las cartel luminoso del restaurante solmarinmediaciones del hotel y – tras algunas dudas – nos decidimos por una marisquería cercana a casa. En la “Cervejaria Solmar” (Rua Portas de Santo Antao, 106 Lisboa. Tel. 213423371)- un local con el encanto de lo feo - nos regalamos una mariscada impresionante (gambas, langostinos, ostras, almejas, langosta, cangrejo, cigalas, cañaíllas, mejillones...). Semejante banquete requiere tiempo y una siesta generosa después.

De nuevo en la calle, ha empezado a llover, en un quiosco nos compramos un paraguas y seguimos con nuestro paseo aplazado por la comida y la siesta. Subimos poco a poco por los callejones y pronto descubro que el bonito empedrado de las aceras de Lisboa no está hecho para caminar sobre el con chanclas los días de lluvia. Parece que ando pisando huevos pero nos apetece caminar y descubrimos la Lisboa otoñal con una larga caminata bajo la lluvia mientras oscurece. Nuestros pasos – irregulares, inseguros Lisboa bajo la lluvia
y, al final, algo húmedos – nos llevan a casa de Antonia y Víctor.
Intercambiamos impresiones sobre la ciudad con una cerveza en la mano y – mientras acaban de preparar la cena – descansamos en su salón mientras leemos “El País” de hoy. Hemos estado sólo un día desconectados de la actualidad pero parecen muchos más.

Cenamos una ensalada buenísima y un “Bacalao espirituao”, una especie de brandada hecha con zanahoria que me gusta muchísimo.sigue lloviendo en Lisboa, las asesinas aceras no pudieron conmigo
Larga sobremesa jugando a un juego infernal en el que casi siempre pierdo.
Volvemos al hotel en taxi, por suerte con un conductor menos agresivo que el que ayer nos devolvió al hotel.

26 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 23 de septiembre de 2006


Últimos preparativos antes de la partida. La bolsa, un poco de ropa, baterías para la cámara, las guías de la ciudad, un par de libros y ya tenemos todo para pasar el fin de semana en Lisboa (que es el fantástico regalo que María José me hizo por mi cumpleaños).
Antes de salir aburrimos a Eli – que se queda en casa con Cesc para cuidar a Cass - con miles de instrucciones. Pepe y Lidu nos acercan al aeropuerto y después de los controles habituales – mañana descubriré que, por accidente, he subido al avión con una navaja de considerables dimensiones que ha pasado los aparentemente concienzudos controles de seguridad que me obligan, entre otras cosas, a quitarme el cinturón – subimos al avión con una hora de retraso (al volver Tap – línea aérea portuguesa – nos robará también parte de nuestro tiempo con un retraso considerable).
Llegamos a Lisboa sin más percances y, poco después, ya estamos en la puerta de nuestra pensión. La “Pensao Residencial Florescente” (Rua das Portas de Santo Antao 99 Lisboa. Telf 213426609) es sencilla pero tiene la ventaja de ser muy céntrica. Hice la reserva por teléfono y sólo les figura un día de reserva, lo intentarán solucionar. Mientras subimos a la habitación que nos han asignado, un cuartucho infame que María José conseguirá que nos cambien por una habitación tremendamente mejor. Por fin en nuestra habitación – en la quinta planta, luminosa, abuhardillada, sencilla pero muy bonita – dejamos los trastos y salimos con la intención de comer algo. El primer paseo por Lisboa es agradable. Los olores son diferentes, la zona es peatonal y todo nos sorprende. Queremos llamar a Víctor “Mans blaves” (nuestro hombre en Lisboa) y no conseguimos encontrar una cabina que funcione, ya lo haremos desde el Hotel a la vuelta.
La hora de comer hace mucho que ha pasado pero en el bar de al lado del Hotel, “Cervejaria Brilhante”, comemos un par de tapas para distraer el hambre.

Hemos quedado con Víctor a las 20:30, tenemos ganas de visitar la ciudad pero hemos dormido muy poco y es mejor recuperar fuerzas con una siesta antes de empezar a patear.
Bajamos a la calle, ha refrescado y María José sube a por las chaquetas mientras yo descubro junto a la puerta del Hotel, un viejo salón recreativo abandonado con sus máquinas en el interior. Mi espíritu friqui se despierta y empiezo a planificar un rescate imposible. Víctor y Antonia, puntuales, me despiertan de mi ensoñación y me devuelven – por suerte – a la realidad.
Cerca del Hotel nos tomamos una Ginjinha – licor de guindas, dulce y muy fuerte – y cruzamos “la Baixa” con destino al río. Allí Víctor y Antonia nos hacen subir a un lisboa al otro lado del Tajotrasbordador que nos lleva al otro lado desde donde tenemos una perspectiva nocturna de la ciudad.
Nuestro destino es “El Faro” (Largo Alfredo Dinis Alex, 1 Cacilhas (Almada)Telf. 212765248) un restaurante popular. Las mesas están a tope, mientras esperamos turno nos comemos una tapa de gambas en la barra y nos bebemos unas cervezas mientras Víctor y Antonia nos cuentan las costumbres locales. Los platos –inmensos, llenos a rebosar de pescado y marisco fresco - no paran de pasar por delante nuestro recordándonos que tenemos mucha hambre.
Al final nos sentamos y disfrutamos de una parrillada de pescado impresionante (dorada, pez espada, salmón, sepia, sardinas...) que empujamos abajo con un Vinho verde muy bueno. El ambiente es genial y todo sigue sorprendiéndome. Por suerte las explicaciones que nos dan nos ayudan a entender mejor este nuevo país que, al final, no es tan diferente del nuestro.
El café, tras atravesar muelles abandonados - a los que no nos acercaríamos si estuviéramos solos –, lo hacemos en una terracita junto al mar con música brasileña – tocada en directo – de fondo.
Volvemos al hotel caminando, con trasbordador y finalmente con un taxi que cruza la ciudad a una velocidad impresionante y aparentemente saltándose las normas de circulación (quizás aquí son distintas). Contentos de seguir con vida, nos vamos a dormir.