27 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 24 de septiembre de 2006


Sale el sol en Lisboa, las prometidas lluvias parecen habernos concedido una tregua. Desayunamos – un buffet escaso acompañado de un café rematadamente malo – y salimos con ganas de patear la ciudad.
Un tranvía nos sube hasta las inmediaciones del “Castelo de Sao Jorge”. vista desde AlfamaSubimos poco a poco, con muchas paradas y disfrutando de un paisaje en el que todo es nuevo para nosotros. Una vez arriba, ropa tendida en las calles y una vista fantástica nos acompañan durante nuestro paseo por las calles estrechas. Es un paseo agradable que rematamos con un café – este si, muy bueno – en la terraza del bar “Kastello”. Bajamos caminando por “Alfama”, descubrimos callejones, plazas recoletas y escalinatas larguísimas que intentamos no subir. ropa tendida en la calle
Pese a que en la ciudad hay muchos turistas, todos se concentran en los alrededores del castillo y no tengo la sensación de estar en una capital europea. El ambiente tranquilo de las calles de Lisboa, sus muchos tramos peatonales, sus jardines y sus casas bajas la convierten en una ciudad amable. No tengo la sensación de ser un turista sino más bien un paseante.tranvía frente a Se, la catedral de Lisboa


Hemos llegado de nuevo a “La baixa”, el elevador de Santa Justa nos sube a “Chiado” y de ahí, caminando sin prisas, subimos hasta el “Bairro Alto”. De nuevo las vistas de la ciudad son impresionantes, los callejones estrechos y tranquilos y todo nos sorprende (las señales, los carteles, los bares, las tiendas...).

Estamos cansados y hace rato que es hora de comer. Bajamos en tranvía hasta las cartel luminoso del restaurante solmarinmediaciones del hotel y – tras algunas dudas – nos decidimos por una marisquería cercana a casa. En la “Cervejaria Solmar” (Rua Portas de Santo Antao, 106 Lisboa. Tel. 213423371)- un local con el encanto de lo feo - nos regalamos una mariscada impresionante (gambas, langostinos, ostras, almejas, langosta, cangrejo, cigalas, cañaíllas, mejillones...). Semejante banquete requiere tiempo y una siesta generosa después.

De nuevo en la calle, ha empezado a llover, en un quiosco nos compramos un paraguas y seguimos con nuestro paseo aplazado por la comida y la siesta. Subimos poco a poco por los callejones y pronto descubro que el bonito empedrado de las aceras de Lisboa no está hecho para caminar sobre el con chanclas los días de lluvia. Parece que ando pisando huevos pero nos apetece caminar y descubrimos la Lisboa otoñal con una larga caminata bajo la lluvia mientras oscurece. Nuestros pasos – irregulares, inseguros Lisboa bajo la lluvia
y, al final, algo húmedos – nos llevan a casa de Antonia y Víctor.
Intercambiamos impresiones sobre la ciudad con una cerveza en la mano y – mientras acaban de preparar la cena – descansamos en su salón mientras leemos “El País” de hoy. Hemos estado sólo un día desconectados de la actualidad pero parecen muchos más.

Cenamos una ensalada buenísima y un “Bacalao espirituao”, una especie de brandada hecha con zanahoria que me gusta muchísimo.sigue lloviendo en Lisboa, las asesinas aceras no pudieron conmigo
Larga sobremesa jugando a un juego infernal en el que casi siempre pierdo.
Volvemos al hotel en taxi, por suerte con un conductor menos agresivo que el que ayer nos devolvió al hotel.

26 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 23 de septiembre de 2006


Últimos preparativos antes de la partida. La bolsa, un poco de ropa, baterías para la cámara, las guías de la ciudad, un par de libros y ya tenemos todo para pasar el fin de semana en Lisboa (que es el fantástico regalo que María José me hizo por mi cumpleaños).
Antes de salir aburrimos a Eli – que se queda en casa con Cesc para cuidar a Cass - con miles de instrucciones. Pepe y Lidu nos acercan al aeropuerto y después de los controles habituales – mañana descubriré que, por accidente, he subido al avión con una navaja de considerables dimensiones que ha pasado los aparentemente concienzudos controles de seguridad que me obligan, entre otras cosas, a quitarme el cinturón – subimos al avión con una hora de retraso (al volver Tap – línea aérea portuguesa – nos robará también parte de nuestro tiempo con un retraso considerable).
Llegamos a Lisboa sin más percances y, poco después, ya estamos en la puerta de nuestra pensión. La “Pensao Residencial Florescente” (Rua das Portas de Santo Antao 99 Lisboa. Telf 213426609) es sencilla pero tiene la ventaja de ser muy céntrica. Hice la reserva por teléfono y sólo les figura un día de reserva, lo intentarán solucionar. Mientras subimos a la habitación que nos han asignado, un cuartucho infame que María José conseguirá que nos cambien por una habitación tremendamente mejor. Por fin en nuestra habitación – en la quinta planta, luminosa, abuhardillada, sencilla pero muy bonita – dejamos los trastos y salimos con la intención de comer algo. El primer paseo por Lisboa es agradable. Los olores son diferentes, la zona es peatonal y todo nos sorprende. Queremos llamar a Víctor “Mans blaves” (nuestro hombre en Lisboa) y no conseguimos encontrar una cabina que funcione, ya lo haremos desde el Hotel a la vuelta.
La hora de comer hace mucho que ha pasado pero en el bar de al lado del Hotel, “Cervejaria Brilhante”, comemos un par de tapas para distraer el hambre.

Hemos quedado con Víctor a las 20:30, tenemos ganas de visitar la ciudad pero hemos dormido muy poco y es mejor recuperar fuerzas con una siesta antes de empezar a patear.
Bajamos a la calle, ha refrescado y María José sube a por las chaquetas mientras yo descubro junto a la puerta del Hotel, un viejo salón recreativo abandonado con sus máquinas en el interior. Mi espíritu friqui se despierta y empiezo a planificar un rescate imposible. Víctor y Antonia, puntuales, me despiertan de mi ensoñación y me devuelven – por suerte – a la realidad.
Cerca del Hotel nos tomamos una Ginjinha – licor de guindas, dulce y muy fuerte – y cruzamos “la Baixa” con destino al río. Allí Víctor y Antonia nos hacen subir a un lisboa al otro lado del Tajotrasbordador que nos lleva al otro lado desde donde tenemos una perspectiva nocturna de la ciudad.
Nuestro destino es “El Faro” (Largo Alfredo Dinis Alex, 1 Cacilhas (Almada)Telf. 212765248) un restaurante popular. Las mesas están a tope, mientras esperamos turno nos comemos una tapa de gambas en la barra y nos bebemos unas cervezas mientras Víctor y Antonia nos cuentan las costumbres locales. Los platos –inmensos, llenos a rebosar de pescado y marisco fresco - no paran de pasar por delante nuestro recordándonos que tenemos mucha hambre.
Al final nos sentamos y disfrutamos de una parrillada de pescado impresionante (dorada, pez espada, salmón, sepia, sardinas...) que empujamos abajo con un Vinho verde muy bueno. El ambiente es genial y todo sigue sorprendiéndome. Por suerte las explicaciones que nos dan nos ayudan a entender mejor este nuevo país que, al final, no es tan diferente del nuestro.
El café, tras atravesar muelles abandonados - a los que no nos acercaríamos si estuviéramos solos –, lo hacemos en una terracita junto al mar con música brasileña – tocada en directo – de fondo.
Volvemos al hotel caminando, con trasbordador y finalmente con un taxi que cruza la ciudad a una velocidad impresionante y aparentemente saltándose las normas de circulación (quizás aquí son distintas). Contentos de seguir con vida, nos vamos a dormir.

23 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 22 de septiembre de 2006


Suena la sirena en Levi Pants y su sonido me recuerda que tengo tres días de fiesta por delante.
Empieza este largo fin de semana de gozo con una cena en casa de Albert y Esther que han tenido la paciencia de organizar una cena para doce (David, Nuria, Pau, Marta, Andreu, Neus, Laura, María, Albert, Esther y nosotros dos). Antes de cenar hay sesión de levitación y, tras una cena deliciosa, Albert organiza un baño colectivo al que sólo se apuntan David y Pau.
Aprovechamos para planificar el próximo encuentro siguiendo el sistema que, un año después de su implantación, sigue mostrándose eficaz, y lo dejamos un poco pronto ya que mañana toca madrugar.

21 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 21 de septiembre de 2006


Los blogs, estos diarios “on line” en los que contamos nuestras miserias y nuestros pequeños éxitos, han alcanzado la categoría de mediáticos. Está de moda hablar de blogs, escribir libros sobre bitácoras (traducción más aceptada al español del extraño nombre bajo el que se engloban estas publicaciones con todo tipo de contenidos) y nuestra presencia en los medios de comunicación está alcanzado niveles impensables hace apenas un par de meses.
La última consecuencia del reciente interés de los medios en este fenómeno en constante crecimiento, es la entrevista que ayer protagonizó este diario en el que suelo volcar de manera inconstante todo aquello que me acontece – tenga interés o no - . La entrevista tuvo lugar ayer en el programa dedicado a las nuevas tecnologías “La malla ràdio” (en la emisora Com ràdio).
Necesitaba un escudero para enfrentarme a tan difícil prueba y convencí a María José para que me acompañara. La experiencia, pese a los nervios que me atenazaban, resultó agradable, sin duda gracias a la amabilidad de Josep Mª, Mònica y el resto del equipo. En cuanto el programa de ayer esté disponible, añadiré un enlace a la sección de descargas de Com Ràdio.
Pese a que me hice acompañar por María José, en parte, para tener una excusa a media semana para una cena tranquila, al acabar decidimos volver a casa, comernos un bocadillo de sobrasada (que nos trajeron de Menorca Rafa y Yoli) y queso (de Benassal, importado por los padres de María José) delicioso, darle la cena a Cass y pasear un rato con ella por el barrio.

20 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 20 de septiembre de 2006


Con la vuelta al trabajo y a todas las desgracias que conlleva tan innoble actividad, vuelven también algunas - pocas - cosas buenas. Entre ellas destacan las mañanas de los miércoles, que siguen siendo un remanso de paz en el medio de la semana.
Tras el paseo con Cass - que nos ha dejado dormir un poco más de lo habitual - y un rato de receso delante del ordenador, preparo el desayuno y desayuno con María José. Hablamos, hacemos planes - para hoy, para mañana y para el resto de la vida - y cogemos fuerzas para afrontar la jornada laboral.
Queda tiempo para volver a la cama y leer un poco. Mientras el sol entra por la ventana acabo "En el nombre del cerdo" de Pablo Tusset que me ha parecido un gran libro (infinitamente mejor que el divertido "lo mejor que le puede pasar a un cruasán").
No nos damos cuenta y la hora de volver a la realidad se nos echa encima. Levi Pants vuelve a reclamarme y no tengo argumentos para obviar su llamada

19 septiembre 2006

"Words don't come easy to me,
How can I find a way
To make you see, I love you
Words don't come easy"
FR David. Words


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 19 de septiembre de 2006


Albert me envía un mail que me sumerge en una piscina de nostalgia. En él, entre otras cosas que también tocan esas fibras que tan a flor de piel suelo tener, habla del poder evocador de la música, de "words" de FR David y de la última vez que tuvo contacto con esa canción (para mandármela a mi en formato K7 previa petición) antes del evocador momento en el que volvió a su vida una tarde de placer entre las curvas de una carretera local flanqueada por pinos y alcornoques.
Y su mail me hace recordar a mí también y me transporta dieciséis años y tres meses en el tiempo…

Platja d'Aro. Noche. Estoy en compañía de María José. Hace horas que hemos empezado una aventura juntos, acabamos de cenar (nuestra primera cena como pareja) en el "Suquets" (que poco después cerraba para dejarnos un recuerdo dulcísimo que una relación más prolongada en el tiempo hubiera matizado) y paseábamos entre nubes sentados en la barra del "Texas" (que también cerro hace demasiado).
De golpe nos dimos cuenta que, a diferencia de todas las parejas felices de las películas americanas, no teníamos canción. Debíamos solucionarlo sin dilación y, como en el bar estaba sonando la voz aflautada de FR David cantando "Words", decidimos adoptarla mientras no encontráramos otra mejor. No la hemos buscado y "Words" sigue siendo nuestra pequeña broma privada (desde hoy menos privada que nunca), nuestra canción, un "link" directo a esa noche, a ese momento irrepetible.
Poco después le pedía a Albert - que creo que tenía el single (siempre había sido - y lo sigue siendo - "curioso" en sus selecciones musicales) que me hiciera una copia y de ahí su recuerdo.

"Words" suena ahora en mi mente mientras escribo esto y me traslado a aquella noche de felicidad. Dieciséis años y tres meses se merecen una celebración.

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 18 de septiembre de 2006


La inmensa fortuna que en breve caerá en mis manos – Jordi P. y Emma nos trajeron de su viaje una estatuilla cuya misión es hacernos millonarios – tendrá como consecuencia inmediata el cese de la actividad remunerada. Esto hará que – por fin – alcance el ansiado estatus de ocioso profesional. Espero que nuestro metálico amigo se esmere ya que cada día es más difícil enfrentarse a la aridez de Levi Pants.

Mientras espero la carretada de millones de euros, voy preparando una ambiciosa agenda de actividades y leo a Pablo Tusset que me hace la espera mucho más agradable. También ilustra este periodo – minúsculo en duración, grande en repercusiones – la música de “Tierra de Calma”, el último disco de Miguel Poveda. Tradición y modernidad se dan la mano en un disco lleno de bulerías sensacionales, cantes antiguos rescatados y actualizados con respeto, sentimiento y ese saber que caracteriza los discos del cantaor catalán. Como dice la letra del tema que da nombre al disco:

“no dice más quien más habla, ¡cuidao!
ni es más cante el que se grita
ni en la guitarra más notas
bajan el duende a la vida”


Una de esas verdades tan aplicables a la vida como al flamenco.

17 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 17 de septiembre de 2006


Viernes. El día adquiere un extraño aire de irrealidad cuando mi jefe, normalmente entregado a la poco noble tarea de hacerme la vida imposible, me sorprende regalándome el último disco de Miguel Poveda. No salgo de mi asombro y tengo la sensación de que, más temprano que tarde, pagaré un alto precio por el generoso obsequio.
Al llegar a casa me espera María José con una buena cena y una estantería nueva que espera ser llenada con los muchos libros que todavía hoy – un año y un mes después del traslado a Graceland – ocupan una veintena de cajas. Despedimos el día ordenando libros y poniéndolos en la estantería.

Sábado. El día empieza como acabo ayer y, después de muchas horas de trabajo, conseguimos llegar a la R. Ver como las cajas empiezan a desaparecer de nuestro horizonte reconforta mucho.
A mediodía nos acercamos a Alella para celebrar el 65 cumpleaños de la tieta Antonia. Lo hacemos con una divertida comida familiar en un restaurante cercano.
Vuelta a casa, a los libros, a la estantería y a las cajas que nos abandonan para no volver.

Muy cansados por el trabajo vamos a casa de Jordi P. y Emma para la ya tradicional cena post-vacacional. También, como también es tradición están David, Iola, Víctor y Laura. Antes de cenar pagamos el peaje: sesión de fotos del viaje – esta vez a China – de estas vacaciones. Las fotos son tan buenas como siempre pero la ambientación musical y el hecho de verlas en la televisión convierten el visionado en una agradable experiencia colectiva.
Después cenamos con muchas risas, buena música y larga sobremesa.

Domingo. El día empieza rematadamente mal. Cass ha decidido complementar su alimentación con la ingestión de su – aparentemente poco apetitoso – collar antiparásitos. Vómitos, carrera al veterinario, susto, mucho dinero tirado y sueño, mucho sueño (y algo de resaca).
Durante el resto del día intentamos recuperar las horas de sueño y acabar con las pocas cajas que todavía decoran el paisaje de Graceland.

14 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 13 de septiembre de 2006


Martes. Vuelta a Levi Pants después de un largo fin de semana. La jornada laboral, mucho más larga de lo habitual y de lo razonable, es – curiosamente – mucho menos dura de lo que esperaba.
Al salir me encuentro con Jesús en el centro de Barcelona. Hace mucho que no nos vemos y durante este tiempo han pasado muchas cosas. Nos ponemos al día en una de las mesas del “Hugo” mientras cenamos algo y sobre Barcelona cae una tormenta impresionante.
La tormenta para un poco para coger fuerzas, aprovechamos para cruzar la calle y llegarnos a “La Candela”. Mientras tomamos una cerveza, empieza a llover de nuevo.

Aprovechando otra tregua decidimos dejarlo para otro día con la promesa de vernos más. Cruzo la ciudad que todavía recuenta los daños causados por la tormenta con la sensación de que el verano ha decidido abandonarnos.

Miércoles. Después de una mañana sensacional – y excepcionalmente larga – en compañía de María José, vuelvo a Levi Pants donde las nuevas colecciones empiezan a salir del taller de corte. Por el camino acabo “El Secreto de las fiestas” de Francisco Casavella.

EL SECRETO DE LAS FIESTAS
Francisco Casavella
Literatura Mondadori, 2006.

El nuevo libro de Francisco Casavella es un viejo libro de Francisco Casavella. “El Secreto de las fiestas” apareció originariamente en 1997 en el seno de una colección juvenil de la editorial Anaya. Por el marco en el que apareció y debido a lo poco mediático que es el escritor barcelonés, el libro pasó prácticamente inadvertido para público y crítica.
Nueve años después, Casavella lo recupera, lo rescribe para, según sus palabras, “convertir el mismo relato de adolescencia en una lectura adulta y cumplida”.
No leí la versión anterior, pero la nueva me ha encantado. “El secreto de las fiestas” es una historia, tan bien contada como suele hacerlo siempre Casavella, de descubrimiento, de reafirmación personal, del tránsito – siempre traumático – de una infancia emocionalmente estable al torbellino de sensaciones y sentimientos que nos asalta al hacernos adultos. La narración, en primera persona, está llena de sentido del humor, gracias a la visión desapasionada que tiene Daniel Basanta de sí mismo. Una historia de raros, de hombres tachán, de adolescencia, discotecas, primeras veces, partidas de millón, música, familia y de un Mc Guffin: el secreto de las fiestas.
Tengo debilidad por los libros de Francisco Casavella. Me gusta como escribe y siento sus historias extrañamente cercanas. “El secreto de las fiestas” es una crónica – nada sentimental – de un transito – más o menos lejano en el tiempo – por el que todos hemos pasado. Un gran libro que nos devuelve a uno de los mejores narradores de la escena literaria española actual.

12 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 11 de septiembre de 2006


Domingo. Hay dolor – demasiado – cerca de mí. Me preocupa no saber como mitigarlo, no poder solucionar el dolor de los míos. Intentaré estar ahí más de lo que suelo, no se me ocurre nada mejor.

Por la noche, tras un domingo típico – con comida en el japonés de al lado de casa incluida – nos encontramos con Yoli, Rafa, Olivia y Roberto en el “Panyvino”. La cena está estupenda y la compañía también. La sobremesa se alarga mucho y rematamos la noche con una copa en “The Black Horse”.

Lunes. Ayer nos fuimos a dormir muy tarde y hoy toca recuperar. A mediodía salimos con Cass y, tras su primer viaje en metro (en los ferrocarriles catalanes admiten animales siempre que vayan con bozal), damos un paseo por el centro de Hospitalet y volvemos a casa caminando. El resto del día lo dedicamos a ver series – entre ellas los primeros episodios de “Prison Breack” que Jordi P. se ha comprometido (bajo coacción) a grabarnos siempre (repito el concepto por si no ha quedado claro: SIEMPRE) -, a leer y a descansar.

10 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 9 de septiembre de 2006


El día empieza pronto – muy pronto – y, tras el primer café y algún que otro lloro, a las 7:00 de la mañana estamos en el coche que hemos alquilado camino de Castellón.
El viaje es mucho más descansado de lo que esperábamos. Ayuda la música, la comodidad del coche y el aire acondicionado – lujo del que no disponemos cuando vamos en el coche que hace ya más de un año robamos a Pepe y Lidu -. Sólo paramos a medio camino para ingerir la cafeína que nos permite llegar despiertos a Castellón. Allí nos esperan Lidu y Jose y, al poco rato, llegan también Pepe, Lidu, Alex (que antes se llamaba Alejandro) y Joanna. Lo primero que hacemos – después de los besos de rigor – es desayunar – tenemos un hambre canina -.
Después sigue una divertida jornada familiar con regalos (para los niños, yo incluido), visita al piso que Pepe y Lidu se han comprado (está todavía en obras) y paella para comer (a mi me preparan un arroz a banda que – sin desmerecer a la paella que también pruebo – está de muerte). Sobremesa tranquila mientras Alejandro juega con Cass y vuelta a casa.

El doble viaje ha sido cansado – mucho menos de lo esperado - pero ha valido la pena. Y además, como dice María José y cantaban “El último de la fila”:

«Llévame al cine, amor,
y a comer un arrocito a Castellón.
Si total son cuatro días,
pa qué vas a exprimirte el limón
Escolta Peter,
dame aire con tu abanico
que soc de Barcelona
i em moro de calor»

El último de la fila. Como un burro amarrado a la puerta del baile. Astronomía Razonable. Perro Records, 1993.

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 8 de septiembre de 2006

El otro día mis padres me regalaron un vale para gastar en el “Fnac” (ellos no lo llaman exactamente así pero yo supuse que el vale era para gastar en esa inmensa cueva de los deseos). El viernes, tras una nueva visita de los que en teoría tienen que solucionar las nuevas goteras que han aparecido en Graceland – esta vez es el aire acondicionado el que amenaza con inundarnos -, decidí hacer efectivo el vale y dediqué parte de la mañana a pasear por los pasillos del “Fnac” de Plaça Catalunya lectura para ratocon el placer que da hacerlo con presupuesto generoso.
El botín fue generoso: “Historia del rey transparente” de Rosa Montero, “Imprimatur” de Rita Monaldi y Francesco Sorti, “En el nombre del cerdo” de Pablo Tusset, cuatro libros de Henning Mankell -de la serie de Kurt Wallander-, “Billy Bathgate” de EL Doctorow y “El secreto de las fiestas”de Francisco Casavella.

He acabado “Asesinos sin rostro”, primer libro de la serie dedicada al detective sueco Kurt Wallander. Me ha gustado leer una novela negra que no depende de los tópicos del género y me ha gustado mucho el personaje de Wallander (como todos nosotros contradictorio y perdido en un mundo mutante cuyos cambios no es capaz de asimilar al ritmo que se producen). Después de la compra que he hecho es evidente que continuaré con la serie, espero que no me decepcione.

Encontrarme en la librería un nuevo libro de Francisco Casavella fue una sorpresa. Siempre he tenido debilidad por las obras de este escritor barcelonés y, hasta ahora, no había visto el libro publicitado en ningún suplemento de cultura. Lo empiezo inmediatamente y el primer capítulo me devuelve lo mejor de Casavella. Si mantiene el pulso, voy a disfrutar mucho.

07 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 6 de septiembre de 2006


La rutina salvaje de Levi Pants ocupa todo mi tiempo y deja poco espacio para el ocio. Pese al efecto embrutecedor que impone la larga jornada laboral, intento disfrutar de los ratos – breves pero intensos – que paso con María José, de las lecturas de novela negra (en las que Kay Scarpetta ha sido substituida por Kurt Wallander) y de las series que estamos viendo (“Csi” y “Anatomia de Grey” en lo que llevamos de semana).

Mañana, pese a que tengo el día lleno de reuniones y obligaciones, intentaré regalarme un poco de tiempo. Hablando de regalos: el lunes, Jordi T.(un compañero de Levi Pants con el que no tengo demasiada relación laboral – distintos trabajos, distintos turnos – ) me trajo – nos trajo a todos – una fantástica camiseta comprada en su viaje a China (la mía es naranja y, pese a que no sé que pone, la llevaré con alegría. Si un día soy agredido por una persona de esta nacionalidad ya sabéis a que se debe.

Canta, mientras escribo esto, Miguel Poveda, concretamente está sonando su "Poemas del exilio". Disco en el que pone voz - flamenca - a los poemas de Rafael Alberti.

05 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 03 de septiembre de 2006


Sábado. No hay despertador pero Cass se encarga de que nuestra mañana empiece pronto. Tras desayunar y quitarnos la pereza conseguimos salir hacia el centro de Barcelona donde tenemos muchas cosas que comprar.
Por la tarde siestas y perezas ocupan todo nuestro tiempo.

Nos encontramos con Víctor, Laura, Jordi P. y Emma en la terraza de “The Black Horse” y, pocos minutos después, ya estamos en el Cardamón (Carders, 31 Barcelona. Tel. 932955059). Su cocina indio-mediterránea , y sobretodo sus curris, está deliciosa. Con los postres llega un regalo de cumpleaños atrasado que Jordi y Emma me han traído de Hong Kong: un gigantesco dispensador de caramelos Pez con la cabeza de Kermitt – nombre por el que es conocido la rana Gustavo en tierras infieles -. Cuando accionas el dispensador – tirando la verde cabeza hacia atrás - suena la música de los teleñecos, música que está sonando mucho últimamente.

Acabamos la noche en el Kan Kan (c/Grunyi, 4 Barcelona. Tel. 933100463) con copas y buen ambiente.

Domingo. Mientras España se proclama campeona del mundo de baloncesto – partido histórico que no me quería perder – recupero horas de sueño. Cuando despierto me doy cuenta de la hora y María José me dice que España debe haber ganado ya que se han oído muchos petardos... me alegro, pero me da lástima habérmelo perdido.
Por la noche – intentando alargar el fin de semana al máximo – vamos a ver “Alatriste”. Pese a que la producción es impresionante y la puesta en escena impecable (consigue tener el aire de superproducción que las películas españolas nunca suelen tener por alto que sea el presupuesto) no me acaba de convencer. Demasiadas historias contadas someramente, demasiadas pequeñas aventuras y poca cohesión. Y el papel de Diego Alatriste... en ningún momento consigo sacarme de la cabeza que el actor es extranjero y su pronunciación deficiente del castellano – se nota mucho el deje americano – no consigue ayudarme... una lástima. Pese a todo la película es entretenida y pasamos un buen rato.

02 septiembre 2006

“Yo no bailo ni llevo los pantalones estrechos, pero puedo tocar unas mil canciones”
Johnny Cash
(Desgraciadamente sólo puedo hacer mías las dos primeras afirmaciones)


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 01 de septiembre de 2006


La semana – esta fatídica primera semana de trabajo – llega a su fin y junto a casa inauguran un restaurante japonés. Mariona, nuestra vecina desde hace un año, nos convence para probarlo. Es un kaiten sushi (uno de estos en los que los platos van circulando junto a las mesas y tu coges los que quieres) y no está mal. De todas maneras decidimos que, cuando le demos una segunda oportunidad, probaremos con la carta.
Tras la cena, que aprovechamos para conocernos un poco mejor, hacemos uno de esos descubrimientos que hay que compartir.
Desde que llegamos a Graceland hemos buscado – infructuosamente – un local donde poder alargar las cenas. El primer intento – un bar que se llama Morgan’s – fracasó terriblemente. Un día, paseando con Cass, vi una coctelería no demasiado lejos de casa. Estaba cerrada pero me dio buenas vibraciones y decidí probarla. Hasta ayer no pudimos acercarnos.
“Tirsa” (c/ de Rafael Campalans, 174 L’Hospitalet. Tel. 934312302) es una coctelería de las de toda la vida, con ese toque distintivo que cabalga entre la clase y lo rancio. El local es agradable – lleno de rincones y de cosas que mirar –, el servicio es muy atento y los cócteles estaban muy buenos. Ya tenemos bar.

31 agosto 2006

“Aun a riesgo de ser considerado como utópico, Lafargue defendió que no era el trabajo, sino el placer, el objetivo máximo que debía perseguir la clase obrera. No había, en su opinión, trabajo enajenado y trabajo liberado como pensó Marx; la auténtica posición enfrentaba al trabajo embrutecedor con el ocio placentero .”
Santiago García Quintana. Pequeña historia del ocio. Buenos Aires 1958

“Una extraña locura domina a las clases obreras de las naciones donde reina la civilización capitalista. Esta locura arrastra a la continuación de las miserias individuales y sociales que, desde hace siglos, torturan a la triste humanidad. Esta locura es el amor al trabajo, la pasión moribunda hacia el trabajo, llevada hasta el agotamiento de las fuerzas vitales del individuo y de su progenie. En lugar de reaccionar contra esta aberración mental, los sacerdotes, los economistas, los moralistas, han sacro-santificado el trabajo.”
Paul Lafargue. El derecho a la pereza. Traducción de Jesús Jurado.


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 30 de agosto de 2006


Hace años que no leía un libro de poesía entero. “El Benestar” de Sebastià Alzamora -un regalo de Nuria - ha solucionado esta importante laguna en mis lecturas. Y me ha gustado. Lo volveré a leer algún día e intentaré seguir leyendo un poco de poesía de una manera regular.
Tras acabarlo –y gracias al ingenioso sistema que impide quedarme sin lectura en mis viajes a Levi Pants (“ingenioso” sistema que consiste en cargar en mi mochila un libro y una revista de más a riesgo de lesiones permanentes en la espalda) – empiezo “Cruel y Extraño” de Patricia Cornwell.

El otro día me olvidé de contar que un nuevo regalo de cumpleaños adorna el patio de Graceland: un – no tan pequeño – olivo que me hace mucha ilusión.

30 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 29 de agosto de 2006


El segundo día laboral no es mejor que el primero. No ayudan el madrugón, el sucio sonido del despertador y la noticia de que Joan Clos - hasta ahora alcalde de Barcelona - será el nuevo ministro de industria (una gran noticia para Barcelona y una pésima nueva para la industria española).

Un artículo en el periódico "La Vanguardia" sobre bloggers de Barcelona me dedica una pequeña mención que agradezco. Al mirar el contador de visitas (una cosa que, aunque a veces lo neguemos quitándole importancia, solemos hacer todos los que escribimos blogs) noto la influencia del artículo.

He acabado de leer "Porno" de Irvine Welsh, me ha gustado mucho. La pandilla de "Trainspotting" se han hecho mayores y siguen haciendo de las suyas. Una buena historia, contada con ritmo y llena de toques de humor.

Por la noche, después de una dura jornada de trabajo en Levi Pants, María José me recoge y vamos a Alella para cenar con sus padres y con Francisco. Hace tiempo que no nos veíamos (no paran de viajar, ventajas de estar jubilados) y tenemos mucho que contarnos.

29 agosto 2006

“Pocas personas tienen el carácter suficiente para atreverse a practicar la pereza de manera regular. Sin embargo, es un hecho demostrable que detrás de los más prolíficos personajes se esconden seres con una repulsión activa contra todos aquellos – normalmente de raza blanca y religión protestante – que consideran la pereza el pecado capital por excelencia. Fíjense, por ejemplo, en Josep Pla, el escritor catalán que más volúmenes nos ha legado, y en cómo se apasionaba postulando su vocación más intima y auténtica. Conseguir el estatus de badoc era para Pla la meta más preciada, el ideal más sincero”
Sobre no hacer nada. Miquel Berga. Cultura/s 123



DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 28 de agosto de 2006


Domingo. Últimos minutos de las vacaciones. Una cena deliciosa en el “Panyvino” (c/Consolat de mar, 15 Barcelona Tel. 932687776) nos ayuda a quitarle hiel al amargo trago que estamos bebiendo. El “Panyvino” se ha convertido en algo parecido a nuestro restaurante de cabecera. Nos sentimos como en casa – el local es bonito, la carta atractiva y el trato que nos dispensan muy amable– y nos gusta acudir a él para añadir agradables paréntesis al día a día.
Volvemos a casa tras la cena. Las vacaciones se han acabado.

Lunes. Vuelta a Levi Pants. El recorrido en transporte público se convierte en una odisea. Tengo que coger los Ferrocarriles Catalanes, el Metro y un Bus para llegar a una empresa en la que – como era de esperar – nada ha cambiado: sigue reinando el caos organizativo y las máquinas siguen estableciendo sus turnos de trabajo y descanso según sus, desconocidas para nosotros, necesidades.

El largo recorrido me permite seguir leyendo el “Porno” de Irvine Welsh. Me está encantando. La música de Gnars Barkley también ayuda a que el tránsito del paraíso al infierno – ahora, y por decisión vaticana, sin parada en el purgatorio – sea más llevadero.

27 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 27 de agosto de 2006


Vacaciones, días 29 y 30 (the last day)

Sábado. Nos levantamos en Graceland y empezamos a mentalizarnos para la vuelta al trabajo mientras disfrutamos de la que es nuestra casa desde hace poco más de un año.
Por la tarde damos un paseo por nuestro antiguo barrio con Cass. Tiendas nuevas, restaurantes que han cerrado, nuevos restaurantes que probar... en fin, lo de siempre en el Born. En casa vemos un capítulo de la segunda temporada de "doctor en Alaska", no ha aparecido en DVD pero el bendito burrito ha venido en nuestro auxilio y lo hemos podido bajar.

Domingo. Soy consciente de que hoy dejo de empezar a escribir con la palabra vacaciones como bandera. Dicen – algún insensato que no tenía dos dedos de frente – que lo bueno, si breve, dos veces bueno. No puedo estar más en desacuerdo, si las vacaciones hubieran durado un par de meses más, nadie hubiera salido damnificado y yo sería mucho más feliz.

Mañana de ordenar papeles, de poner al día este diario – que las malas conexiones y la pereza vacacional habían perjudicado – y de intentar aprovechar las últimas horas y hacer todo aquello que en 30 días no he podido hacer. Como es tarea imposible, decido dejarlo y me voy con María José y Cass a dar un paseo por el Parque del Guinardó.
El parque está en obras y, lejos de parecerse al parque de mis recuerdos infantiles, se parece a una excavación abandonada por los arqueólogos tras caer enfermos por culpa de una antigua maldición. Dejamos el paseo para otro día, recogemos a Cesc y Eli en su casa y vamos a casa de mis padres para una comida familiar de fin de vacaciones.
El plato de pasta (raviolis de queso con pisto de berenjena gratinados con parmesano y con un huevo frito por encima) está sensacional y los rebozados (conejo, pollo y cordero) para chuparse los dedos.
Lo dejamos pronto, estamos cansados y en casa hay que ordenar un poco más para que el tránsito por la semana laboral sea un poco más fácil.
Por la noche, y después de poco trabajar y mucho jugar con la máquina, nos iremos a cenar para alargar las vacaciones. Un buen final siempre deja mejor sabor de boca.

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 25 de agosto de 2006


Vacaciones, días 27 y 28

Jueves. Una cena en el “Escondido café” (Bisbe Lorenzana, 9. Girona . Tel. 972205851) – un restaurante de comida tex-mex de Girona- nos sirve para empezar a despedir las vacaciones. Llueve, hace fresquito y no somos tantos como esperábamos (Al final seis: David, Nuria, Mani, Ivan, María José y yo). Unas cuantas “Desperado”, un reposado y una copa en un bareto cercano me ayudan a mitigar los efectos del picante.

Viernes. Se acerca el final de nuestra estancia en S’Agaro y los asuntos pendientes – que tenemos que resolver antes del lunes - pesan cada vez más. Decidimos adelantar nuestra vuelta a Barcelona, volveremos esta noche.
A mediodía – y con la casa a medio recoger – nos acercamos a casa de mis tíos y tenemos una fantástica comida familiar (con productos de Aragón que están buenísimos - sobretodo el cordero- y pastel de queso casero). La sobremesa se alarga y, cuando nos damos cuenta, son mas de las 19:00.
Volvemos a casa, recogemos y – casi a las 23:00 – salimos hacia Barcelona.
Han sido dos semanas fantásticas en S’Agaro. Hace muchos años – creo que más de 15 – que no tenía el privilegio de pasar tantos días aquí. Hemos descansado un montón y hemos cargado esas baterías que tan al límite estaban. Pese a la preocupante proliferación de enanos de jardín, pese a las colas en la panadería y en la caja del super, pese a que cada día hay mas casas y menos pinos, volveremos pronto.

26 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 23 de agosto de 2006


Vacaciones, días 25 y 26

Rutina vacacional habitual interrumpida por una cena fantástica en casa de Digna y Amelia el martes por la noche (una empanada y una tortilla de patata deliciosas) y un café y una copita de cava el miércoles por la noche en casa de Albert con Esther, Manel, Paula, María y Laura. Cass se come la mitad de las peras del peral y una de las zapatillas de Laura..

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 21 de agosto de 2006


Vacaciones, día 24

Nos levantamos pronto y, en una playa de “La Conca” desierta nos damos el baño del verano. El agua está deliciosa y los tres nadamos un buen rato. Al salir nos cruzamos con los primeros bañistas que empiezan a llegar a la playa.

He acabado “Lunar Park” de Bret Easton Ellis que, tras un arranque prometedor, cae poco a poco para perderse definitivamente. Si la escritura de Ellis no fuera tan atractiva creo que lo hubiera dejado a medias. Empiezo “Porno” de Irvin Welsh. Reencontrarse a los personajes de “Trainspotting” unos años después es divertido y Welsh no ha perdido el pulso y su relato intermitente te atrapa desde el principio.

El resto del día lo empleo en lo habitual: desayunar con María José, pasear con Cass, playa, descanso...

22 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 20 de agosto de 2006


Vacaciones, día 23

Volvemos a casa de madrugada. Aunque no ha salido el sol, técnicamente es ya mi cumpleaños y María José me da su regalo: unos prácticos especieros para la cocina de Graceland, un par de libros para planificar viajes a pie y un pedazo de viaje a Lisboa. Víctor “Mans Blaves” puede ir preparando ya una completa guía de Lisboa para que no nos falte buena comida, buena bebida, música y fiesta moderada. En septiembre espero que nos veremos.
Contentísimo me voy a dormir.

Empezar el día de mi trigésimo octavo cumpleaños (si no pongo el número incluso parecen menos) con una ligera pero molesta resaca – el cava entraba de miedo ayer por la noche – es un mal arranque. Por suerte María José me permite un día de vagancia total, me cuida y me facilita el tránsito de los treinta y siete a los treinta y ocho.

Inexplicablemente, y contra todo pronóstico, María José ha conseguido darle la vuelta al campeonato de verano y se ha puesto en cabeza. Tendré que esforzarme.

Por la noche – después de un día relajado – cenamos en el restaurante “Toc de Sol” (Ctra de S’Agaro, 25 Castell D’Aro Tel. 972825064). El restaurante tiene dos salones acogedores y bonitos pero – tras alguna duda – nos decidimos por el patio. María José se decanta por el menú de bogavante y yo prefiero el menú de verano. Tanto uno como el otro tienen tres platos (muy abundantes) y postre. Todo está muy bueno pero tienen que mejorar algunos aspectos. Si lo hacen nos tendrán de clientes durante mucho tiempo.

El día se acaba con un paseo con Cass por la urbanización.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 19 de agosto de 2006


Vacaciones, días 21 y 22

Sin novedades en el paraíso. Playas, paseos, siestas, lectura (sigo con Bret Easton Ellis) y la tradicional cena del Club. Este año no estamos todos pero lo pasamos igualmente bien. Hace mucho calor y el cava, fresquito, entra de miedo. Demasiado. Mañana lo pagaré.

18 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 17 de agosto de 2006


Vacaciones, día 20


He nacido urbanita. Los paisajes bucólicos, las largas y solitarias playas de aguas cristalinas, los árboles, las flores y todas esas cosas del campo están muy bien. Pero, de tanto en tanto, necesito mi dosis de asfalto.
Como Girona es lo más parecido a una ciudad que tenemos a mano (es un pueblo grande, monísimo, pero no deja de ser algo más que una aldea) decidimos sacarnos el mono de hormigón y acercarnos para dejar que nuestros ojos descansen de tanta naturaleza. Que placer volver a disfrutar del ruido – aunque sea a una escala inferior -, de las multitudes – en su mayoría turistas como nosotros – y de los comercios civilizados – muchísimas tiendas de diseño, bares prometedores y restaurantes creativos -.
Nuestro paseo por el casco antiguo nos lleva hasta los pies de la catedral y después nos escondemos por callejones desérticos – los turistas han quedado atrás – para disfrutar de lo urbano. Cogemos un ascensor que lleva a ninguna parte y volvemos a bajar para seguir el paseo.
Las ciudades suelen ir acompañadas de una buena dosis de cultura. En la sala de exposiciones de Caixa Girona visitamos dos exposiciones “Andy Warhol. La máquina que mira” y “Quitu-Cara. Una cultura entre dos hemisferis”. Pese a presentar obras de diferentes etapas y técnicas, la muestra de Warhol me parece floja, quizás porque no presenta obras espectaculares.
Otra cosa buena que tienen las ciudades es que te puedes aprovisionar de objetos culturales que en el campo no encuentras. En la tienda del sello "Harmonia mundi" me aprovisiono de buen flamenco a buen precio (discos de Miguel Poveda (2), Chicuelo (1) y Paco del pozo (1) por 20 euros los cuatro).
Reponemos fuerzas en el bar de “La llibreria” y continuamos nuestro paseo.

Llenos de asfalto, repuesta nuestra fe en la civilización que tanto campo estaba poniendo a prueba, volvemos a casa con la promesa de que volveremos cada vez que necesitemos respirar un poco de aire impuro.

Siestas, lectura, vuelta a la calma.

17 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 16 de agosto de 2006


Vacaciones, días 18 y 19

Los días pasan. Paseos, playa, campeonato de verano (María José está mordiendo el polvo de momento), lectura... vacaciones.

El miércoles rompemos esta agradable rutina y por la tarde nos acercamos a casa de Digna y Amelia. En su terraza nos bebemos una botella de cava mientras disfrutamos de las sensacionales vistas y de una fantástica puesta de sol. Conversamos y hacemos planes para una cena dentro de poco. También en casa de Anna y Jaume nos ofrecen una cena y el sábado es la cena del Club. En unos minutos hemos acumulado un montón de invitaciones. Está bien, todas apetecen mucho.
Sant Feliu de Guixols desde casa de Digna y Amelia

15 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 14 de agosto de 2006


Vacaciones, día 17

No tengo ni puñetera idea de que hora es. Realmente, lo averiguo luego, son las 18:00 y estoy paseando a Cass por la urbanización. La pérdida de la noción del tiempo no se debe a un consumo abusivo de sustancias psicotrópicas, ni a la lectura compulsiva de “Lunar Park” sino a un estado- rallando a la felicidad absoluta - provocado por la falta de obligaciones y las muchas actividades de ocio con las que llenar las horas.
Antes de este momento de tranquilidad espiritual he leído, he paseado con María José por Sant Feliu – haciendo risas e intentando encontrar un libro que no tenían en las dos librerías en las que hemos mirado –, he hecho largas siestas y después de este momento en el que la hora carecía de importancia hemos ido a comprar y me he dado el primer baño de estas vacaciones – he tardado 17 largos días – en ”La Conca” que, pese a ser agosto, estaba casi vacía.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 13 de agosto de 2006


Vacaciones, día 16


Me levanto pronto y salgo a pasear con Cass. El aire, después de la lluvia, es fresco y se agradece mucho el calor del sol que – a esta temprana hora – aún no molesta. Pájaros, ocas, gente en bicicleta, gente corriendo con mas o menos estilo,paseo con Cass un tipo haciendo katas de algún arte marcial extraño, otros perros paseando a sus amos... en nuestro paseo hasta Castell d’Aro encontramos de todo, parece mentira lo que llega a madrugar la gente pese a estar de vacaciones (me incluyo en la relación de gente que madruga).
Es demasiado pronto para tener el periódico y me vuelvo a casa sin él.

Lectura, más paseos, siestas, un rato en Platja d’Aro y un intento de baño a última hora de la tarde, frustrado por la temperatura y la falta de sol, son las cosas que pueden llegar a llenar el día. Por la noche no hay fuerzas para más.

He acabado “La larga marcha” de E.L. Doctorow (un relato coral de un episodio concreto de la guerra de secesión que nos permite adentrarnos – una vez más – en un conflicto que nos fascina y que – por desgracia – conocemos mejor que nuestra guerra civil. Una buena novela que he disfrutado mucho) y he empezado “Lunar park” de Bret Easton Ellis.

Puede ser que sólo sea una alucinación colectiva: a María José y a mí nos ha parecido ver a una pareja paseando una cerda de tamaño considerable por el campo. La cerda –de color negro y barriga generosa, llevaba el mismo arnés que Cass. No tenía la cámara a mano, una lástima.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado 12 de agosto de 2006


Vacaciones, día 15

En S’Agaro, es de noche y llueve. Las tormentas de verano, como su nombre indica, son normales en esta estación, pero espero que paren en algún momento y me permitan disfrutar de la playa que, entre otras cosas, a eso hemos venido.
A mediodía vamos con Eli y Cesc a “El Pi de Sant Pol” para comer un poco de carne y hacer oficial el traspaso del apartamento. Hemos comido en la terraza y, poco después de acabar, ha empezado a llover y desde entonces no ha parado. La lluvia trae recuerdos de tormentas antiguas, de esas aburridas tardes de verano en las que esperábamos a que escampara para volver a la actividad normal.

12 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 11 de agosto de 2006


Vacaciones, día 14

Me acerco al ecuador de esta gozosa travesía y no sé si ver el vaso medio lleno o medio vacío. Son muchos los días disfrutados y grande la paz interior de la que disfruto en este momento. Pero por otro lado, la cuenta ascendente que añado cada día tras esa bonita palabra con la que empiezo el diario, lleva implícita una cuenta descendente que vacía la parte de arriba del reloj de arena grano a grano.
Los buenos ratos con María José, las partidas eternas – con pique incluido – al “Magical Drop”, la lectura diaria del periódico (con resolución de Sodokus y crucigramas) y el estreno de “Piratas del Caribe 2. El cofre del hombre muerto” (Segunda parte que en realidad es la primera parte de la tercera entrega, pero que no deja de ser una larga concesión al entretenimiento, una película de aventuras ideal para degustar en verano pese a su largo metraje o quizás – el aire acondicionado del cine se agradece- gracias a él) me inducen a ver el vaso medio lleno, a mirar la cuenta ascendente y olvidarme de ese reloj de arena de Damocles que tanto asusta si te pones a pensar en él.

11 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 10 de agosto de 2006


Vacaciones, días 12 y 13

Miércoles. Cansado, soñoliento y algo resacoso me levanto, sin casi haber dormido, ante las urgentes reclamaciones de Cass que exige su paseo matinal. Durante el resto del día intento – consiguiéndolo sólo a ratos – recuperar fuerzas. Lectura, un poco de tele (vemos un par de episodios de “Anatomía de Grey” y “Crash”) y mucho descanso.
Por la tarde hacemos un paréntesis en nuestra falta de actividad y nos acercamos al Caixaforum para disfrutar de las impresionantes esculturas de Henry Moore. Como pasa siempre con las exposiciones de escultura, la acumulación de obra impide un disfrute aún mayor. No obstante la exposición vale la pena.

Jueves. Con un día de recuperación – a ciertas edades – ya no es suficiente. Por la mañana sigo recuperando fuerzas (gracias a María José que se encarga de todo) hasta que tenemos que ir a buscar a la Yayi (mi abuela) para llevarla al banco. El motivo de la excursión es que en el banco tienen que comprobar periódicamente que mi abuela está viva (creo que es por el tema de la pensión). Que en el año 2006, con la tecnología que manejamos a diario, no exista otra solución más cómoda que obligar a una anciana – de 88 años y con la movilidad reducida – a desplazarse hasta una sucursal bancaria es una cosa que me sorprende. En fin, que a velocidad muñecas de famosa conseguimos llegar a la sucursal, saludar a la persona que atiende la taquilla y volvernos – al mismo paso cansino – a casa.
Mi madre nos recompensa con una comida buenísima: gazpacho, empanadillas, pasta de croquetas gratinada, berenjenas rebozadas y rape. Un festín que acaba con melocotones y helados.

Al salir, María José se va a comprar cosas y yo mientras voy al Fnac para comprar un regalo. Consigo salir sin comprar nada para mí pero al pasar por el quiosco no puedo resistir mas y acabo comprando el último “Zona de Obras”. Uno tiene resistencia pero no puede soportar todas las tentaciones.

Jordi R. quiere una web para su grupo. He pedido ayuda a Jordi P. – que en estos temas domina mucho mas que yo – y, juntos, intentaremos hacer algo que le lleve directamente al estrellato (o, como mínimo, algo majete). Le explico el proyecto – que no existe – y, cansados de tanto trabajo, nos vamos a reponer fuerzas con María José al Sakuraya (Aprestadora, 18 L’H. Tel. 934329021). Nos sentamos en la barra y disfrutamos de una cena deliciosa mientras el cocinero hace malabarismos con los cuchillos y las espátulas a pocos metros de nosotros. La comida esta buena y el espectáculo es genial. Volveremos seguro.
Nuestro barrio – y más en agosto – es un desierto en lo que a locales nocturnos se refiere. Vamos a casa y en el patio hacemos un par de cervezas. María José nos abandona y acabamos la noche haciendo unas cuantas partidas a diferentes juegos de lucha. Muchas risas, mamporros y sanos piques nos entretienen durante horas.
Una noche redonda.

09 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 08 de agosto de 2006


Vacaciones, día 11

De nuevo en Barcelona. Toca disfrutar de Graceland en compañía de María José, leer el periódico de hoy - y el de ayer para el que no tuve tiempo -, escribir días atrasados de este diario, sestear y cocinar un poco.
Dentro de la campaña “ponga un Rodríguez en su mesa” hoy acogemos a Marta. Hablamos de perros y comemos libritos.

Por la noche tenemos cena en la nueva casa de José María y Mónica que han hecho realidad ese sueño que tenemos muchos de abandonar nuestro piso en la gran ciudad y cambiarlo por una casa en el campo. Pero llegar al campo no es tan fácil como parece. Mónica le da instrucciones a María José. María José las apunta “a su manera” y después me pide que yo las interprete. Nos perdemos. Volvemos a encontrar la carretera correcta. Nos volvemos a perder nada mas incorporarnos a esta carretera. Conseguimos dar la vuelta. Nos volvemos a perder y – finalmente – ,cuando la locura amenaza con hacerse con nuestras mentes (María José ríe sin freno y dice cosas incoherentes mientras me quejo), llegamos a nuestro destino.
El campo está lejos y es difícil llegar, pero vale la pena. La casa es estupenda y la cena, con larga sobremesa, resulta una delicia. Son más de las tres cuando nos damos cuenta y decidimos volver

Ir el campo a la ciudad parece más fácil. Llegamos pasadas las cuatro. Hora de ir a dormir que mañana... seguiremos estando de vacaciones.

08 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 07 de agosto de 2006


Vacaciones, día 10
volviendo a casa
Dejamos Maçanet y las cabras de cuernos dorados se quedan bailando en nuestras retinas durante mucho mas tiempo del que sería deseable.
En nuestro pueblo – l’H (así quieren que lo llamemos las autoridades municipales convencidas de la modernidad del término) – todo sigue igual: las tiendas cerradas y la gente en la calle. Es agosto, conseguir el periódico se convierte en una odisea. Al final lo consigo pero las siestas me impiden abrirlo.
Por la tarde nos acercamos a casa de mis padres. Mi padre está agobiadillo (demasiados días con la movilidad reducida) pero – pié hinchado aparte – tiene buen aspecto.
Ya de vuelta en Graceland no apetece cocinar, de hecho apetece una pizza. Salimos en búsqueda de las pizzerías más cercanas y fracasamos en la búsqueda – las tres que encontramos están cerradas por vacaciones-. Volvemos a casa, cenamos en el patio de Graceland y vemos un par de capítulos de Frasier. Hace un año que empezamos a utilizar la terraza para las primeras cenas – aún no vivíamos aquí – y nos sorprendemos con los primeros recuerdos relacionados con este patio.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 06 de agosto de 2006


Vacaciones, día 9

Los días pasan. Sigo teniendo tiempo para leer el periódico cada día (leer de verdad, no hojear los titulares que es lo que suelo hacer durante el resto del año), para leer libros, para hablar calmadamente con María José, para dar paseos con Cass, para leer libros, para hacer siestas inmensas y cabezadas lujosas, para mirar, para disfrutar, para perder...
el tiempo es un lujo del que solemos prescindir, que solemos regalar y desperdiciar. Hay que ser conscientes de que lo tenemos y disfrutar cada momento de él.
Estoy en Maçanet de Cabrenys un pueblo amable dónde la gente con la que te cruzas por la calle te saluda, dónde no te sientes extranjero aunque es muy obvia tu condición, donde he pasado unos días muy agradables, dónde ayer me costó dormir...iglesia de Costouges
Paseos, siestas, lectura... Por la tarde cogemos el coche y, cuando nos damos cuenta, ya estamos en Francia. El primer pueblo tras la frontera se llama “Costouges”, es muy bonito y tiene calles con nombres increíbles (en catalán y francés): “vía crucis de los sueños inconfesables” y “callejón sin salida de las palabras calladas” son sólo dos ejemplos.
Entramos en la iglesia, damos un paseo y volvemos a casa mientras a lo lejos vemos el humo de los muchos incendios que este fin de semana están arrasando el Alt Empordà. Por suerte están lejos y los fantásticos bosques que nos rodean parece que están fuera de peligro..
Cenamos temprano y un último paseo nos despide de Maçanet. Mañana volvemos a Barcelona.
callejón sin salida de las palabras calladasvía crucis de los sueños inconfesables

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 5 de agosto de 2006


Vacaciones, día 8

Paseo matinal con Cass. Hoy se ha dormido mejor. El sol está saliendo y empieza a calentar, el viento mueve las cañas y trae sonidos y olores deliciosos. Pasear a estas horas se convierte en un pequeño placer.
De vuelta en el pueblo – casi completamente dormido – no consigo pan ni periódico. Vuelvo a casa y leo mientras espero que el mundo – al menos este rincón donde el tiempo parece haberse detenido – se ponga de nuevo a rodar.
Hasta las nueve no consigo un par de barras de pan y “El País” que devoro en el balcón después de desayunar con María José. El pan recién hecho y un cruasán me hacen ver que la espera ha valido la pena. Cass disfrutando del viaje

Se nos acaba la comida de Cass, bajamos a Figueres para comprar y aprovechamos para dar un paseo y recordar nuestras primeras visitas.
De nuevo en casa. Siesta y lecturas. Junto a los apartamentos hay un espacio en el que hoy organizan una cena de fiesta mayor. María José averigua que las habaneras – punto álgido de la juerga rural de esta noche – durarán hasta la una de la madrugada. Se impone una migración temporal y una cena lo mas lejos posible de nuestros – por unos días – conciudadanos.club nautic darnius, terraza con vistas
Damos una vuelta por los municipios vecinos: Darnius, Boadella, Les Escaules... y acabamos a orillas del pantano. En el bar del Club Nàutic Darnius hacemos una cervecita disfrutando del fabuloso emplazamiento.
Cena en el “Hostal La Quadra” y vuelta a casa donde descubrimos – con consternación – que la fiesta va para largo y que el grupo que actúa (se llaman “Ultramar”, con semejante fiesta, dormir es imposiblenombre que recuerda al superhéroe cuya serie de dibujos animados sigue Chin Chan con pasión) es capaz de hacer covers terribles de prescindibles temas con un entusiasmo y una falta de acierto difícilmente superables.
No nos dormimos hasta pasadas las tres.

07 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 04 de agosto de 2006


Vacaciones, día 7

Después de la larga noche, me levanto pronto y doy un paseo con Cass mientras el pueblo empieza a despertar y el sol sale entre las montañas. Hay silencio, poca gente en la calle y callejear por nuevas calles es un placer.
En el balcón acabo “Un vestido de domingo” mientras río a carcajadas. David Sedaris es menos ácido cuando cuenta intimidades familiares pero su sentido del humor y esa facilidad aparente para contar sus pequeñas historias hacen que leerle sea un placer.

Desayuno con María José en el balcón y vuelvo a la cama. Lectura (empiezo “La larga marcha” de E.L. Doctorow) y siesta del carnero.
Antes de comer salimos a dar una vuelta en coche que, vistas fantásticas aparte, no nos ofrece demasiado.nuestro coche en el bosque
Nueva siesta. Tras ella salimos a pasear. En la oficina de turismo me han recomendado una ruta de “unos 40 minutos”. Hora y media .después – y viendo que no hemos llegado a la mitad del recorrido – decidimos dar la vuelta. Llegamos a casa cansadísimos y – aunque el paseo era agradable – algo cabreados por las tres horas de caminata que hemos hecho calzados con chanclas. Ha oscurecido. Tiempo para cenar un bocata y regalarse un helado en el bar de la plaza. Muy cansados, nos vamos a dormir pronto.


QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE 4


Siguiendo con el catálogo de despropósitoshorror house constructivos de Maçanet de Cabrenys me veo obligado a mostraros esta casa.
Cada uno puede hacer en su casa lo que quiera pero cuando su actuación artística alcanza semejante magnitud alguien debería intervenir en pos de la salud mental de los vecinos que se ven obligados – al levantarse y abrir la ventana – a afrontar la visión de este conjunto monumental. Y es que la tramontana, las drogas y Dalí han hecho muy poco en favor de la sensibilidad artística. la casa mas fea de maçanet

La casa que nos ocupa es obra de un artista local cargado de buenas intenciones, ganas de expresarse y nula sensibilidad estética.
En las fotos sólo se puede ver una parte ínfima de los horrores que podéis degustar si os acercáis a Maçanet. ¿Tiene algo que ver el autor de esta horripilante mansión con las cabras que hay a la salida del pueblo?
Que alguien, si puede, me lo explique.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 03 de agosto de 2006


Vacaciones, día 6

La rutina matinal – madrugón, paseo, compra del periódico... – se ve alterada en este punto. Cuando vuelvo a casa después de comprar el periódico, María José se ha levantado y está preparando las bolsas.
Desayunamos y – a las ocho y media – ya estamos en la carretera con destino a Maçanet de Cabrenys. Del viaje poco puedo explicar (María José – como siempre – es la encargada de conducir mientras Cass y yo dormitamos).
Maçanet está en el Alt Empordà. Es un pueblo pequeño, bonito y muy cuidado rodeado de montañas. Montañas por las que el gobierno quiere pasar una línea eléctrica de muy alta tensión para conectar las redes eléctricas francesa y española. Los habitantes de la zona están en contra y protestan con pancartas y carteles que están por todo el pueblo.
Encontramos sin problemas los apartamentos donde hemos hecho la reserva. Se llaman Cal Ratero (c/Domines, 6 Maçanet de Cabrenys Tel. 972670135) y están en un antiguo hostal en el centro del pueblo. Ahora el hostal se ha reconvertido en pequeños apartamentos (habitación, salón con cocina, lavabo y balcón) completamente equipados. Dejamos las cosas en el apartamento y damos el primer paseo por el pueblo rematando en el bar de la plaza con una cervecita.

Comemos en el balcón y – es un gustazo después de tanto calor – María José se tiene que poner una chaqueta ya que la tramontana sopla fuerte. Estamos rodeados de montañas y la tranquilidad es total. Siestas, paseos y lectura.

Cena el el Hostal La Quadra (Rectoria 11, Maçanet de Cabrenys Tel. 972544032)Bar La Pau. Maçanet de Cabrenys
La coca de escalibada (un hojaldre de impresión) está estupenda y la carne es muy buena. Amabilidad, detalles constantes... una cena deliciosa.

Vuelta a casa, lectura y a dormir. La primera noche fuera de Graceland se hace larga. Cuando no es la puta campana – empeñada en marcar todos los cuartos -, es el viento – impresionante la gama de ruidos que puede llegar a producir - o Cass - inquieta por los nuevos ruidos – ladrando. Cosas de vivir en un pueblo.

QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE 3

Salida de Maçanet de Cabrenys. el horror son dos cabras a ambos lados de la carreteraDos esculturas despiden a los visitantes cambiando de golpe la buena opinión que tenían del pueblo hasta el momento de abandonarlo. Alguien – se supone que armado de un cargo municipal – ha decidido plantar a ambos lados de la carretera dos esculturas para que escolten la vuelta a casa de los sorprendidos – e incluso asustados – automovilistas.
En ellas dos angelitos cabalgan a lomos de cabras con cuernos dorados.¿da miedo o no?
Si, has leído bien y las fotos que acompañan mi comentario lo atestiguan e inmortalizan (pese a que no hacía falta).
Las preguntas que se me ocurren son muchas: ¿Era necesario? ¿Cuánto ha costado semejante afrenta al buen gusto? ¿Es una broma privada de los locales que sólo ellos entienden? Si fue un error de cálculo, un mal entendimiento con el escultor, una desafortunada cadena de despropósitos... no hay dos sin tres... lo siento de verdad¿Por qué no se ha decidido retirarlas una vez visto el resultado? y, sobretodo, ¿Por qué?
Muestra de arte pop poco afortunado, evolución municipal del gusto por los enanos de jardín, mancha que empaña la belleza de un pueblo... por la noche – no sea que usted se lo pierda – lo iluminan.
Que alguien me lo explique.

03 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
miércoles, 02 de agosto de 2006


Vacaciones, día 5

Rutina matinal a la que añado el visionado de “Plan oculto” la última maravilla de Spike Lee.
A mediodía inauguramos la campaña “ponga un Rodríguez en su mesa durante el mes de agosto” acogiendo a Rafa. Comemos y continuamos las conversaciones que ayer nos quedaron pendientes.
Cuando Rafa se va, me queda el tiempo justo para una pequeña siesta antes de que lleguen Jordi R. y Pez con la intención de que les eche una mano en la creación de una web para su grupo. Hablamos de posibilidades y vemos algunas páginas web para ver que podemos hacer.
Cuando nos damos cuenta el día se ha volatilizado y empieza a oscurecer. En el patio de Graceland se está de muerte.

02 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 01 de agosto de 2006


Vacaciones, día 4

La rutina de vacaciones – bendita sea – se va estableciendo. Me levanto pronto, paseo con Cass, compro el periódico y lo leo mientras le voy tirando la pelota a Cass en el patio de Graceland.

Ha llegado agosto y “El País” no presenta todavía el paupérrimo aspecto que tradicionalmente ofrece por estas fechas. Si ha llegado, en cambio, “El País del verano”. Se echa de menos a Elvira Lindo y su “Tinto del verano”, la columna estival que mejores momentos me ha proporcionado. Hay nuevos colaboradores, columnas que prometen y otras que no me interesan tanto. Sorprende la coincidencia entre dos colaboradores tan dispares como Juanjo Sáez y José Martí Gómez (ambos – cada uno con su estilo – han hecho la misma columna). Lo mejor del día es esa excursión a su nostalgia que nos permite hacer Juan Marsé. También están a la altura Juan José Millás, Sergi Pàmies y Karmentxu Marín.. No disfruto tanto con dos de mis favoritos – Javier Sanpedro y Juan Carlos Ortega – que ofrecen un arranque flojo. En fin, mucha lectura, mucho buen escritor y tiempo para disfrutarlo.

Cuando María José se despierta desayunamos en el patio y vamos al Ikea. Recorrido completo y pocas compras (en el supermercado compro un par de guarradas de esas que los suecos llaman comida). Rematamos una mañana de centros comerciales en el Gran Vía 2 acabando de rellenar la nevera.

La nevera está a tope pero no apetece cocinar. El Sakuraya (c/aprestadora, 18 Hospitalet Tel. 934329021) y su menú de mediodía (por 10 euros por cabeza comemos muy bien) acuden en nuestro socorro.

Tarde de siestas, de leer, de escribir un poco y de jugar – en la máquina – al “Magical drop”. Establezco mi nuevo record al conseguir acabarlo con seis créditos. Debo seguir mejorando.

Hora de cenar. Cogemos el coche y nos alejamos de la ciudad para disfrutar de una relajante cena en el patio de verano de Yoli y Rafa. La temperatura es agradable y – con Lucas dormido y Cass agotada – recuperamos la tranquilidad que faltó en nuestra última cena. Esto son vacaciones.

01 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 31 de julio de 2006


VACACIONES, día 3

Me levanto pronto el día que, oficialmente y después del fin de semana, es mi primer día de vacaciones. El día no se diferencia de muchos otros: salgo a la calle con Cass mientras la ciudad empieza a despertar, compro el periódico y vuelvo a casa. Sé – no obstante - que no he de ir a trabajar hoy y eso crea una extraña sensación de calma que le da al día un aire especial.

Leo el periódico en el patio y – una vez leído de cabo a rabo – preparo el desayuno y despierto a María José. Desayunamos en el patio mientras trazamos los planes maestros que guiaran nuestro día.

En el Fnac nos aprovisionamos de lectura para el verano: Sedaris, Doctorow, Mankel y Easton Ellis serán los protagonistas de mis lecturas veraniegas. Si todo va bien y sobra algo de tiempo le daré un tiento a los Crichton y Cornwell que se compra María José.
Hacemos un segundo alto en “Mugi” y después volvemos a casa para pasear con Cass, comer y regalarnos una siesta sensacional.
Tras algunas dudas, empiezo “un vestido de domingo” de David Sedaris, un poco de humor facilitará la desconexión.

Por la tarde cogemos el coche y, tras una caravana que no habíamos previsto, llegamos a Alella. Nos acercamos a un garden, Cass se pelea con un gato(pelea de la que tanto ella como yo salimos marcados por las uñas del “lindo gatito”), paseamos por el pueblo que está en fiestas, Cass juega con un labrador y descubre lo refrescante que es revolcarse en un charco de barro ante la vista de todas las jubiladas del pueblo que ríen las gracias de la “simpática perrita”, nos encontramos con el “Peres” que está muy nervioso por que hoy debuta como actor, damos un largo paseo por la feria y nos encontramos con Dolors y, agotados los tres, volvemos a casa después de someter a Cass a una limpieza exhaustiva.

En casa vemos “Frasier” (Yola y David nos dejaron la segunda temporada y hace unos días que la estamos viendo) y nos retiramos pronto. El día ha sido largo y productivo.

30 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 30 de julio de 2006


VACACIONES, día 2

Día de recuperación. Los tres no paramos de enlazar siestas. Aprovecho para leer (he acabado “El último coyote” de Michael Connelly y no empiezo nada nuevo a la espera de la compra de libros para las vacaciones... con un poco de suerte el lunes).

Son casi las 21:00 hora de levantarse y acercarse a casa de mis padres. El viernes le dieron el alta a mi padre y aún no me he pasado a ver que tal le va en casa.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 29 de julio de 2006


VACACIONES, día 1


Que gusto empezar así el diario. Que placer saber que, durante los próximos 30 días, puedo empezar el diario con la misma bendita palabra.
Inauguramos las vacaciones trabajando para adecentar Graceland. El trajín de los últimos días – reparaciones por escape incluidas – no han dejado tiempo para mucho y la casa necesita un poco de limpieza y la nevera, un poco de cariño.
Por la noche organizamos una barbacoa en casa. Se apuntan Consol, Alberto y Clara, Olivia, Roberto y Martina y Yoli, Rafa y Lucas.
El caos es cenar con tres niños, un cachorro de perro y ocho adultos que intentan llevarse algo a la boca. Pese a las constantes urgencias que provoca la situación: lloros, carreras, intento de robar butifarra por parte del perro, paseos para dormir y/o hacer las necesidades (niños y perro respectivamente, pero podría haber sido al revés)... la cena resulta divertida. Pasan de las tres cuando, agotados, decidimos dejarlo para otro día.

29 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 28 de julio de 2006


Jueves. Una cena en el “Cardamon” (c/Carders, 31 Tel. 932955959) en compañía de Jordi, Núria y María José deja la semana vista para sentencia. Cenamos bien y se bebe mucho y variado. El resultado es una sensación de bienestar difícil de transmitir por escrito.
Rematamos la jugada en el Borneo con una rápida cerveza. En el camino de vuelta a casa he de hacer esfuerzos para no dormirme apoyado en la espalda de María José que conduce la moto.

Viernes. Ocho horas que se alargan como nunca antes lo han hecho y, al final del túnel, la luz que anuncia 30 días en los que no voy a pisar el suelo de Levi Pants. Me recoge María José a la puerta y me siento como esos protagonistas de película que salen de la cárcel y, a la puerta de la prisión, se encuentran con su chica que les espera al volante del coche. No hay música de fondo ni coche – María José ha venido en moto – pero la sensación debe ser parecida. Intercambiamos regalos de vacaciones – una tradición particular – (mi regalo es una fantástica radio para escuchar en la ducha) y nos regalamos una cena en el “Mosaico”. No nos gusta tanto como en la primera visita (la comida está buena pero la presencia de una gran tele encendida y otros pequeños detalles nos hacen la estancia menos agradable). Pero nada importa: María José y yo estamos de vacaciones.

26 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 25 de julio de 2006


Lunes. Otra jornada maratoniana. No tengo fuerzas para cenar con Pablo y con David que han quedado en el centro. Me sabe mal, otra vez será.

Martes. Tras un viaje alucinante en la línea 1 del metro barcelonés (vagón a tope, aire acondicionado inexistente, chorros de agua cayendo del techo, dos tipas peleándose a gritos durante más de media hora, paradas inexplicables en las estaciones...) llego – tarde – a mi cita con María José – la pobre lleva más de 20 minutos esperándome – y, juntos, llegamos – tarde – a casa de Yoli y Rafa.
Lucas ha crecido un montón y está divertidísimo. Da gusto verlo reír.
Pedimos comida al chino habitual. En la mesa se olvida el cansancio de la jornada, se ríe y se hacen planes de futuro para las vacaciones que están a la vuelta de la esquina. Quedan tres días.

24 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 23 de julio de 2006


Sábado. Cuesta ponerse en funcionamiento después de la cena y el paseo nocturno de ayer. Al final, tras acabar “La jota de corazones” de Patricia Cornwell (de momento es el que más me ha gustado de la serie de la doctora Scarpetta), conseguimos salir a la calle. Visita al hospital y vuelta a casa para recoger a Cass y salir con destino a casa de Kris y Tony.
Llegamos os últimos y tarde. Por suerte el aperitivo y la piscina han conseguido que no nos echen de menos. Somos muchos: Kris, Tony, Ainhoa, Eva, Alfonso, Espe, Javi, Sandra, Mari y “el cuñao” a los mandos de la barbacoa.
La piscina nos recupera del viaje sin aire acondicionado mientras Cass no se atreve a entrar en una piscina que le llama muchísimo la atención. Después llega la comida, la larga sobremesa y un nuevo baño.
Volvemos a casa, dejamos a Cass – está destrozada después de correr durante todo el dá – y salimos de nuevo. Esta vez para ir a casa de David y Iola. Hoy teníamos que cenar con Pablo que ha venido de Thailandia. Pero la adversidad nos persigue y con Pablo se ha venido un extraño virus que le impide asistir a la cena (he estado tentado a atribuir su baja de última hora a un “pablazo” pero no sería fiel ha la verdad).

Nota: Un pablazo es una pérdida de la coordinación psíquica y/o física debida a la ingestión de alcohol en grandes cantidades. Puede producirse también por la mezcla de alcohol con sustancias psicotrópicas y debe su nombre al Pablo protagonista de la historia que estoy contando hoy.

Conocemos a Martí e intentamos – sin demasiado éxito jugar con Ona.
La cena – en la terraza -, como siempre, está buenísima y la sobremesa, pese al calor de la noche, es fantástica.
Nos vamos a dormir tarde tras un nuevo paseo nocturno con Cass.Cass saltando a la piscina

Domingo. Empiezo a leer otro best seller (el calor, el hecho de que los libros sigan en cajas un año después de la mudanza y mi estado mental, no permiten otra cosa): “El último coyote” de Michael Connelly.
Domingo de perezas, de no hacer nada en concreto y de descanso. Cass juega en el patio con su nueva piscina y, como hace mucho que no aparece por aquí, pongo una foto para que veáis como ha crecido.
Quedan 5 días para las vacaciones.

22 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de julio de 2006


Noe, en su blog, recomendaba el Tapioles 53. Leí su recomendación y, minutos después, llamaba para reservar (tuve la sensación de que me gustaría).
Ella fue a celebrar un aniversario, nosotros también y el restaurante es ideal:
pequeño, acogedor, con un personal muy atento y con una comida buenísima.
Nos decidimos por el menú de degustación (un entrante, tres platos y postre) y disfrutamos tanto de la comida como de los detalles y de la calidez del local.
En un momento en el que los cocineros estrella tienden a abrir grandes restaurantes se agradecen los locales personales en los que se cuidan los detalles.
Cenamos de miedo y nos sentimos acogidos. No se puede pedir más.

Al volver a casa damos un paseo con Cass pese a ser muy tarde. Ha empezado el fin de semana.

20 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 20 de julio de 2006


Llevo la mochila llena de cosas para leer: “la jota de corazones” de Patricia Cornwell - que es la novela que estoy leyendo actualmente -, “El benestar” de Sebastià Alzadora - regalo de Núria, está en la mochila, cerca, esperando su momento -, “Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson – que quedó olvidado en el fondo a media lectura y clama a gritos ser rescatado del injusto ostracismo al que le he sometido – y el “Rockdelux” del mes - para trayectos cortos o en condiciones adversas -.
El nivel de cansancio es tal que en los muchos trayectos en transporte público que estoy haciendo actualmente no consigo leer nada. Las dormidas son espectaculares y, no lo dudo, motivo de diversión para mis desconocidos compañeros de viaje.

A la rutina de los últimos días le pusimos el martes un oportuno parche con una cena en Graceland en compañía de nuestros primos Pau y Elena. La cena la rematamos con las ya tradicionales partidas de Pang. La pareja cómica formada por Pau y María José resulta espectacular. De nuevo el patio de Graceland y una oportuna cena actúan como bálsamo que nos trae aires de esas vacaciones que cada vez están más cerca.
El miércoles, con María José, miramos hacia atrás y celebramos que llevamos once años viviendo juntos.

18 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 16 de julio de 2006


Graceland necesita un repaso y, capeando la temperatura como podemos, conseguimos dárselo entre los dos. Una vez reconvertido en un lugar habitable miramos el reloj y vemos, con cierta desolación, que es hora de comer y no quedan fuerzas para preparar la comida. El problema, que a muchos les puede parecer irresoluble, tiene fácil solución.
Nos acicalamos – nuestro estado actual no es presentable – y nos acercamos a un japonés que acaba de abrir en el barrio. El “Sakuraya” (c/Aprestadora, 18 L’Hospitalet. Tel 934329021) acaba de abrir sus puertas esta semana, es bonito, acogedor y la comida está muy buena. Me decanto por el shashimi (muy bueno) pero veo que la especialidad de la casa es la plancha (el cocinero – de cara a los comensales – es espectacular) y no tardaré en probarla.
Al volver a casa descansamos un buen rato dormidos delante de la tele. Ya de noche, nos pasamos a ver a mi madre – hoy es su santo – y no la encontramos (aún no ha vuelto del hospital).
Cena en casa de Jordi R. y Nuria. Cenamos en la terraza, se está muy bien. Jordi y Nuria – siempre atentos a los detalles – complementan la estupenda cena con un espectáculo de nivel: tras los postres un estruendo nos hace girar la cabeza hacia la calle. Lo primero que veo es un coche girando en el aire hasta caer sobre el van como locos. la foto es de Jordi R.techo y quedar atravesado en la calle. La música máquina a todo trapo que estaba escuchando el descerebrado conductor – que inmediatamente sale del coche por su propio pie, sin aparentes lesiones, pero (espero) con puntos negativos en su carnet – es lo único que se escucha cuando el coche se deja de mover.
El suceso entretiene la sobremesa.

No contentos con regalarnos esta arriesgada performance, Nuria me regala “El benestar”, libro de Sebastià Alzamora donde aparece “Jo l’invertit de cos i d’anima”, uno de los poemas que Miguel Poveda adapta en su último disco “Desglaç” (es el que más me gusta). Jordi, en cambio, me regala un recopilatorio donde aparece un tema de su nueva banda: “Fashion Corps” (que, de hecho, es su antigua banda – “Higgins” – a la que han decidido cambiar el nombre debido al gran número de grupos que tienen el mismo nombre).
Una noche completita. He empezado a leer "La Jota de corazones", de Patricia Cornwell.

16 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado 15 de julio de 2006


Duermo mal. Estoy muy cansado y ocupo la mañana con la difícil tarea de descansar placidamente. Aprovecho también para leer (he acabado “Utopía” de Lincoln Child, a él y a su compinche Douglas Preston no les darán nunca ningún premio literario serio, pero hay que reconocer que saben escribir Best Sellers. Pese a lo previsible de la trama el libro está lleno de detalles y me lo he pasado muy bien leyéndolo.
Paseos – cortos, hace mucha calor -, siestas y visitas al hospital ocupan el resto del día.
En un despiste de María José me escapo al centro comercial y me compro “A Hundred Highway” de Johnny Cash. La aparición del quinto disco de la serie América, fruto de la colaboración del cantante con Rick Rubin, es una agradable sorpresa ya que, tras la publicación “The man comes around” y la muerte del cantante, parecía que no íbamos a tener mas discos de la serie. Por suerte no ha sido así y “A hundred of highways” no desmerece a sus predecesores. Canciones de clásicos de la escena country y folk americanas (Gatlin Brothers, Gordon Lighfoot, Hank Wiliams, Bruce Springsteen, Don Gibson...), buenos músicos y la voz inconfundible del mejor Johnny Cash son los elementos de la quinta entrega de la serie América, para mí imprescindible.

Llegamos tarde al concierto de “The Divine Comedy” y tenía ganas de verlos, la próxima vez será.
El concierto esperado de hoy era el de Rufus Wainwright. Una serie de desafortunadas casualidades me impidió verlo la última vez que vino a Barcelona y, después de oír las críticas y los comentarios de los que fueron, se me pusieron los dientes todavía mas largos. Esta vez no me lo podía perder.
Llegamos al recinto del Summercase poco antes de que empiece el concierto, nos armamos de bebidas y nos acercamos a la carpa donde actuará Rufus. Sólo o acompañado por una de sus hermanas (Lucy Wainwright), alternando piano y guitarra y en unas condiciones de muy desfavorables (en la carpa hacía muchísimo calor y el ruido que llegaba de los otros escenarios molestaba un poco) Rufus ofreció un concierto memorable. Durante mas o menos hora y media repasó su discografía (que gustazo escuchar en directo temas como “The art teacher” o “Cigarettes and chocolate milk”, nos regaló una versión – a dúo con su hermana – del “Hallelujah” de Leonard Cohen y se despidió con un único bis que nos dejó con hambre (cosas de los festivales y sus horarios).
Tras el concierto, una cena de bocata de lomo a ritmo de los “New Order” y un poco de “Primal Scream” de despedida.

15 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de julio de 2006


Un día horrible en Levi Pants sirve de triste colofón a una semana especialmente dura y cansada. Estoy harto de soportar incapacidades y, si no fuera por la hipoteca, hoy lo hubiera mandado todo a rodar. Pero los grilletes pesan mucho y uno tiene una boca (rodeada de pelo blanco y soportada sobre cuatro patas) que mantener.

Recupero fuerzas en el “Summercase”, un macro festival de nuevo cuño que se trae a Barcelona a alguno de los mejores grupos del pop-rock actual. Llegamos tarde a la actuación de “Belle and Sebastian” y nos conformamos con “Superfurryanimals”. También vemos un poco de la actuación de “Midlake” pero María José también ha tenido un día duro y nos vamos antes de que empiecen a tocar “Sigur Ros”. Hoy ha servido de toma de contacto, mañana volveremos.

Ya en casa damos un paseo por el barrio con Cass mientras nos comemos el bocata de fuet que hemos comprado en el único bar que quedaba abierto. Los fantasmas se empiezan a desvanecer pero la idea de un cambio sigue rondando en mi cabeza. Quedan 10 días laborables para las vacaciones. Será duro, pero queda poco.

12 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 11 de julio de 2006


Domingo. Mientras María José y Lidu juegan con el Pang aprovecho para descansar. Por la noche, después de algún paseo con Cass y poco más veo la final del mundial – poco fútbol pero mucha emoción -.

Martes. Hoy operan a mi padre. Mi madre, Eli y yo pasamos el día en el Hospital esperando que salga del post-operatorio. Nos lo devuelven 12 horas después pero, por lo que parece a simple vista, en buen estado. Durante la espera veo el encierro en un bar mientras tomo café con mi madre, hago crucigramas, leo “El País”, leo “El Jueves” (especial Porno), leo “Berlín” de Antoni Beevor y lo acabo, hago puzzles japoneses y otro extraño pasatiempo que no consigo acabar, como en el bar de menús que hay delante del hospital, busco – infructuosamente – un practicante que me ponga la vacuna, intento que me pongan la vacuna en el hospital y finalmente lo consigo en un hospital vecino, hablo con mi madre y con Eli.

María José se pasa por la clínica a última hora de la tarde y, juntos, volvemos a casa. He estado todo el día sentado pero estoy muy cansado. Empiezo “Utopía” de Lincoln Child (después de un pedazo de realidad tan duro como el que cuenta Antoni Beevor en Berlín es necesario leer algo entretenido) pero no consigo pasar del primer capítulo, los ojos se me cierran, mañana será otro día.

09 julio 2006

QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE 2

Hago un alto en el relato de mi diario deambular por la vida para retomar esta sección de denuncia que tantos seguidores ha cosechado en su corta pero intensa trayectoria.
museo del Barça, versión callejera
El asunto que hoy nos ocupa es una caseta - supongo que del guardia - en la puerta de entrada de las obras de la Ciudad Judicial. Supongo que, en un exceso de euforia deportiva, a algún artista oculto tras una camiseta imperio y un casco de obra, se le ocurrió plantar un homenaje sobre el techo de la caseta.la calle se llama general almirante ¿Por qué?
Ante la magnitud del desatino se me ocurren varias preguntas ¿se acabó la pintura grana? ¿De dónde sacó el rojo fosforito? ¿Qué significado esotérico tienen las manos? ¿Es la media luna un velado guiño del artista hacia los trabajadores musulmanes? La copa torcida, ¿Es la de la liga? ¿Se acabó la pintura azul a medio pintar la copa de la champions? ¿Hacía falta? ¿Tienen demasiado tiempo libre los trabajadores de las obras de la futura Ciudad Judicial?
Que alguien me lo explique.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 08 de julio de 2006


Música new age y la conversación de una pareja en la otra punta del local. Tomo café tras una buena comida en el la soledad del comedor del fondoAngus Beef” (c/Aragon, 67 Barcelona. Tel 932264267). Estoy sólo. María José celebra su segundo fin de semana de hermanas con Lidu y – pese a las ofertas para que me quedara a comer con ellas – he decidido dejarlas solas, seguro que tienen muchas cosas que contarse.
He callejeado escuchando a Pitingo (su “Pitingo con Habichuelas” es grande pese a su sencillez) y a Rufus Wainwright (otro monstruo, diferente, pero también grande. Si nada se tuerce la semana que viene lo podré ver en directo) por una ciudad que – supongo que por el calor – parece desierta. Al pasar por delante del restaurante he decidido regalarme un buen trozo de carne.
Comer solo tiene algo de urgente. La falta de conversación convierte la comida – aunque uno intente alargarla demorándose en el placer que esta provoca – en algo fugaz. Se echa de menos la palabra, el oído que escucha, tener en quien depositar la mirada.
Sin lectura sería mucho más difícil: “Berlín” para la espera y algo mas ligero (el rockdelux) para acompañar el jugoso solomillo.

De nuevo en la calle, camino – esta vez acompañado por “The Doors” – hasta el “Caixa Fórum”. Poca gente. Veo la selección que ha hecho Soledad Sevilla de la colección de arte contemporáneo de la Fundación La Caixa y, pese a que hay alguna obra que me gusta mucho, no son las obras que yo hubiera escogido – cuestión de gustos.Dan Perjovschi

En cambio disfruto mucho con “First Class” la intervención que ha hecho el artista rumano Dan Perjovschi en el Espai Montcada. Sus dibujos están llenos de fuerza, de inteligencia y de sentido del humor.

Sigo caminando y llego a casa. Siesta interrumpida por los gritos de María José y Lidu que están jugando con la maquina. Me apunto y también juego un poco.

Por la noche cenamos en el “Hanagin” (a Lidu le apetecía cenar japonés) y damos un paseo por la playa con parada en un chiringo de la playa del Bogatell. Nos estiramos en una hamaca frente al mar y disfrutamos de una noche no demasiado calurosa. La música – algo alta – se mezcla con el sonido de las olas. No nos sirven, pero no importa, se está de miedo.

08 julio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 07 de julio de 2006


Primer encierro de San Fermín y yo no tengo que ir a trabajar. Es el segundo día de estas cortas pero necesarias vacaciones y el nivel de relajación es ya máximo.
Aprovecho la mañana para volver a instalar “Mame” en el ordenador y empiezo a seleccionar juegos.

A mediodía como con María José en un chino del barrio y, después de una siesta, sigo con la faraónica tarea de revisar los juegos que quiero tener en la maquina de “marcianitos” (muchos de lucha y los clásicos).

Mi padre cumple hoy 70 años. Lo celebramos con una cena “sorpresa” en casa (entrecomillo sorpresa ya que creo que él se olía algo). Para cenar pedimos bocadillos al “Marc’s”, no están tan buenos como recién hechos pero todos nos ponemos las botas.
Durante la cena montamos la escandalera habitual: Hernan (mi tío que – pese a la petición popular - no quiere dejarse barba porque la vez que lo hizo los niños le paraban por la calle y le pedían juguetes – su parecido con Papa Noel era asombroso) juega con Cass y se queja de sus mordiscos, mi madre decide hacer una performance y resbala en cámara lenta – en un charco de pipi que Cass, excitada por el juego, nos ha regalado pero que nadie ha visto – y rueda por el suelo al grito de “estoy bien, estoy bien”, Cesc cuenta chistes, los demás gritamos y cantamos cumpleaños feliz mientras los vecinos se preguntan porqué no hemos ido a un restaurante.

Volvemos a casa tarde. Lo hemos pasado bien.