DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 20 de noviembre
de 2015
Han pasado muchos días.
Tantos que tengo que tirar de calendario para recuperar todo lo que
ha pasado en estos doce días de ausencia. Pese a los muchos días
transcurridos, no hay mucho que destacar... se impone una de esas
tareas de aliño con las que os obsequio de tanto en tanto.
Jueves. Cena mensual con
JoanMa, Marta, Esther y Albert. Cenamos en “Els pinxus” (Marià
Cubi, 81 Barcelona). Ante la inmensidad que supone comer a la carta,
lo dejamos todo en manos del camarero que acierta en todo.
Viernes. Imma y Javi
aterrizan desde Sevilla. Nos toca hacer de guías turísticos hasta
el domingo. Alternamos las visitas a la Sagrada Familia y a otros
imprescindibles de la ciudad con paradas para repostar. Acabamos
reventados pero muy contentos al tener una excusa para redescubrir la
ciudad como turistas.
He leído “La calle de
los ladrones” de Mathias Enard. Fantástica novela de iniciación,
de descubrimiento de un mundo que no es de colores para todos. Una
buena novela, escrita con una prosa limpia y precisa, que nos ayuda a
entender nuestro mundo mucho más que muchas crónicas periodísticas.
El retrato, no siempre amable, de una Barcelona que el autor conoce
bien, es otro de los elementos que me han gustado expresamente. Acabo
su lectura cuando la calle que da nombre a la novela – Robadors –
se sitúa en el centro de la polémica municipal. La acabo también,
a la vez que un atentado terrorista sacude París... ficción,
realidad... no hay tanta distancia. Imprescindible leerla para
comprender mejor nuestro presente.
Tras la excursión al
In-edit del mes pasado, vuelven los documentales musicales al sótano
de Graceland en ese ciclo al que bauticé con el ampuloso nombre de
“Graceland Underground Documentary Films”. En esta ocasión vemos
“Joy Division”. El nombre no deja lugar para equívocos, la
película – excelente – tampoco. Ejemplo de como debe contarse
una historia, buen material histórico, buenos cortes de
entrevista... un gran documental. Ninguno de los presentes los vimos
en directo (yo, que soy el mayor, tenía 12 años cuando se
separaron), pero su música ha formado parte de nuestra banda sonora
en mayor o menor medida. Si que vi a New Order en el Sonar del 2012
(antes los había podido ver en el Summercase del 2006 pero no les
presté demasiada atención). Me gustaron, pero los he visto
demasiado tarde. Me quedo con este documental que me muestra la
energía, la potencia creativa y la fuerza que los hizo grandes.
Y hoy... por fin.... ¡es
viernes!
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