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28 junio 2016

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de junio de 2016

Noche de San Juan. La celebramos, como todos estos últimos años, rodeados de amigos en el patio de Graceland. Y pese a que echamos de menos a los que este año no han podido venir y las bajas en hora temprana reducen significativamente nuestro número, alargamos la noche hasta que el silencio ocupa el lugar que han ocupado las explosiones pirotécnicas durante toda la cena. La conversación de las últimas horas– algo extraña y demasiado exaltada – nos deja preocupados.

Normalmente aquí acabaría el fin de semana. Tras una noche así se impone un periodo de recuperación que suele alargarse hasta el siguiente día laborable (quede lo lejos que quede).  Pero Núria y Jordi R. nos han invitado a pasar el fin de semana en su casa. Conseguimos levantarnos pronto y llegar a Cadaqués justo a tiempo para sentarnos a la mesa para disfrutar del “suquet” que Núria nos ha preparado.

Fin de semana de vacaciones, de paseos matutinos con Cass por un pueblo que despierta y por una playa casi desierta, de poca ropa en el cuerpo y de abarcas en los pies, de largos paseos por escenarios naturales impresionantes, de baños en calas recónditas, de desayunos generosos (con cannoli incluido) en el balcón, de un paseo en cayac (con rescate por parte de Jordi R), de cenas fantásticas (en un chiringuito o en casa), de hacer – poco – de tío adoptivo de Elna y Arlet, de conversaciones, buenos momentos  y muchas cervezas.



Quiero dejar al margen de esta apretada agenda festiva la comida que hicimos en Es Grec (Unió 11, Cadaqués). Y quiero hacerlo como agradecimiento por el excelente trato, por la mejor materia prima y, sobretodo, por uno de los mejores arroces que he comido. Yo me decanté por el de “garotes” (erizos de mar) pero me gustó tanto o más el de plancton que pidieron Jordi y Pere. Saliendo por la puerta ya buscaba excusas para volver.


Núria, Jordi… Gràcies per regalar-nos aquests tres dies i per tractar-nos tant bé!


26 octubre 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de octubre de 2009


Viernes. Nuria y Jordi R. nos han invitado a pasar el fin de semana en su casa de Cadaqués. Nos encontramos en la primera área de servicio de la autopista y continuamos el camino juntos. Llegamos al anochecer y – tras un primer paseo por el pueblo – nos llevan a cenar a Can Tito (c/Vigilant, s/n Cadaqués. Teléfono: 972 25 90 70). El restaurante es pequeño, tranquilo y comemos muy bien. El fin de semana no podía haber empezado mejor. De vuelta a casa paramos en un bar del camino para reponer fuerzas.
Es la primera vez que visito Cadaqués de noche y empiezo a ver que este fin de semana – acompañado por personas que lo conocen bien – descubriré un Cadaqués más allá de la típica postal turística.

camino del faro de Cala Nans

Sábado. Noche difícil. Cass no ha parado de moverse y yo no he dormido demasiado mejor. Pese a eso me levanto pronto y bajo hasta el pueblo paseando. Compro el periódico y – siguiendo las instrucciones que Nuria me dio anoche – los cruasanes para el desayuno. Está levantándose el día y en el pueblo empieza a haber movimiento, aprovecho para caminar un poco junto al mar. Vuelta a casa y desayuno – los cruasanes están tan buenos como Nuria había prometido -. Jordi y Nuria quieren compartir con nosotros algunos de los rincones que han atesorado a lo largo de los años y nos llevan a dar un largo paseo. En el camino que lleva de Cala Sa Conca al faro de Cala Nans descubrimos rincones fabulosos, calas indómitas y montañas que huelen a mar. El día – casi veraniego – nos acompaña.
Volvemos a casa cansados, aperitivo con cervecitas en el balcón, macarrones caseros y siesta.
Por la tarde volvemos al camino. Esta vez Nuria nos lleva hacia el otro lado del pueblo y descubrimos nuevos rincones a los que nos gustaría poder volver pronto (calas no tan salvajes como las que hemos visto esta mañana, pero igualmente tentadoras). Volvemos bordeando la costa y descubriendo nuevas calas cerca del pueblo.

Cadaques por la noche

Agotados, cenamos en casa.

Domingo. Vuelvo a bajar con Cass hasta el pueblo por la mañana. Nos ha despertado nuestro reloj biológico que no entiende los cambios de horario. El sol está saliendo lo que hace que nuestro paseo sea aún más agradable. Con los cruasanes y la prensa subimos de nuevo a casa.

Cadaques por la mañana

Paseo hasta Port Lligat y hasta Sa Alqueria Gran. María José y yo nos damos cuenta que Cadaqués es mucho más que un pueblo bonito. Sus rincones naturales nos han impresionado y seguro que volveremos.
Rematamos el fin de semana en el Cap de Creus. En la terraza del restaurante (Cap de Creus. Cadaqués. Teléfono: 972 19 90 05) – con unas vistas impresionantes- hacemos un aperitivo (las anchoas son de las mejores que he probado) y, sin movernos, comemos (currys de gambas, cerdo y buey) y seguimos la conversación que nos ha acompañado durante todo el fin de semana. El tiempo vuelve a aliarse con nosotros y nos permite disfrutar de la terraza en pleno mes de octubre.
Descubrir un pueblo siempre es agradable, hacerlo en compañía de amigos que lo conocen bien es una suerte. Moltes gracies.

las vistas desde el Cap de Creus son espectaculares