DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de agosto
Vacaciones, día 5
Como nos amenazan con
lluvia y temperaturas mucho más bajas, apuramos el último día de
bonanza siguiendo la rutina habitual (playa con Cass, desayuno en el
balcón, playa, cervecita en Little Odessa...).
Decidimos regalarnos una
buena comida en Vidra Gastronòmic, el restaurante del Club Nautic de
Sant Feliu de Guixols que luce nueva dirección. Un tiempo de espera
irritántemente largo (los primeros tardaron en llegar más de una
hora) y una relación calidad precio discreta (pese a la excelente
materia prima, los platos, lejos de lucir, no consiguen hacernos
pasar un buen rato) hacen que el regalo que nos hemos hecho se
envenene y no disfrutamos en absoluto. No volveremos pese a que el
local y su ubicación nos encantan y a que el otro restaurante que
regentan (Casa Viart en Platja d'Aro) nunca nos ha decepcionado.
María José se alía con
Marta y Joan María para urdir una nueva “tortura saludable”
sometiéndome a una sesión de pádel. Salgo vivo del encierro y me
veo obligado a recuperar fuerzas descansando el resto del día.
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