DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 4 de agosto de 2015
Seguir a amigos,
familiares, conocidos y saludados en las redes sociales se convierte
– en un agosto caluroso en la ciudad – en un pequeño suplicio.
Abro instagram y veo fotos de playas, calas, pies sumergidos en el
agua o estirados en la arena (de lo que deduzco, quizá erróneamente,
que en mi timeline hay unos cuantos fetichistas de los pies), barcos,
cervecitas en chiringuitos playeros, copas nocturnas con y sin
banderilla, aperitivos, paellas, puestas de sol en lugares
paradisíacos, hamacas en jardines, habitaciones de hoteles
maravillosos, paisajes de ensueño, botijos fresquitos, helados
cremosos, mar y más mar...Mi timeline también está lleno de
lugares lejanos y apetecibles Mykonos, New York, Sao Paolo,Saint
Tropez, Cabo de Gata, Copenhaguen, Naxos, Venezia... o cercanos e
igualmente apetecibles... pero me duelen especialmente paisajes
habituales para mí en estas fechas en los que me gustaría estar.
Abro Facebook y la cosa no
mejora... las mismas fotos que, en un ejercicio de crueldad (espero
involuntaria), se adornan con comentarios que, lejos de alegrarme,
me hunden todavía más en mi miseria laboral y urbanita.
Por suerte, Twitter es más
soportable y aquí parece que somos más los que estamos sufriendo
ciudad y trabajo. Mal de muchos...
¡Disfrutad aquellos que
podéis! Vuestro es el reino de los cielos.
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