DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 10 de noviembre de 2013
Última mañana en Berlín. Nubes y frío. Recurrimos de nuevo a
la breve guía que, en forma de mensaje, nos hizo llegar Ignacio y vamos hacia
Mauerpark. Antes visitamos el memorial del muro en Bernauer Str. Es temprano y
no hay más turistas. La soledad acentúa las sensaciones y obliga a reflexionar.
El Mauerpark Market es un gigantesco mercadillo en el que
todo tiene cabida: puestos de comida, de bebida, de venta de productos
artesanos, de venta de antigüedades y de cacharros viejos… hay que pasear, mirar
y disfrutar del ambiente. Turistas y berlineses se mezclan en un caos
organizado. Al final, tras dar una buena vuelta, el frío nos vence y decidimos
dejarlo.
Tras una nueva parada técnica (otra vez una bañera de café hirviendo
en un –cómodoyconbuenwifi- Starbucks) aún nos queda tiempo para hacer un poco
más el turista. Visitamos la Puerta de Brandenburgo, el monumento a los
soldados soviéticos y el – impactante – monumento el holocausto de Peter
Einsman.
No hay tiempo para más. Buscamos el bus que nos devolverá al
aeropuerto y, unas horas después, otro bus nos acerca a casa. Ha sido un buen
fin de semana, la segunda parte de un sensacional regalo. Muchas gracias.
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