DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 6 de junio de 2004
Las pequeñas vacaciones en Albocasser están llegando a su fin. Mañana echaremos de menos las sonrisas que cada día nos regala Martina al despertar. También echaré de menos sus bailes-resorte al oír un silbido.
Poco a poco vamos recogiendo la casa y Roberto, de nuevo a los mandos de la cocina, prepara una paella de impresión.
La vuelta se convierte en una odisea digna de los antiguos griegos. Un incomprensible atasco nos retrasa y nos agobia. Falta poco para las 12 de la noche cuando finalmente llegamos a casa cansados pero contentos. Mañana volvemos a la rutina.
07 junio 2004
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